[su_expand more_text="Capítulo 136: (Título Spoiler)" less_text="Capítulo 136: El Duendecillo Entra en Acción." link_color="#000000" link_align="center"][/su_expand]

—Chico, hay momentos para astucia y planes, —dijo tranquilamente el Emperador Fantasma Yama—. Pero no te pongas codicioso. Volverse un Legendario no es tan simple. —Su mirada era tan penetrante que parecía capaz de ver a través de todos los secretos de Yang Qi. —En el gran mundo del cultivo de artes energéticas, el nivel de Usurpación de Vida no es particularmente asombroso. Pero es un momento en el que se deben sentar bases sólidas, las cuales pueden afectar profundamente tu sendero en el futuro. Si no usurpas suficiente vida de los Cielos, y terminas con cimientos inestables, no importante que tanto te esfuerces luego, de nada servirá. Algunos Usurpadores de Vida novenarios tardan mil años en ascender al nivel Legendario, y otros hasta dos mil años. Para aquellos con bases débiles, puede tomar hasta cinco mil años.

—Tiene toda la razón Sénior, —dijo Yang Qi. En realidad, no tenía idea de a qué quería llegar el Emperador Fantasma Yama, y simplemente le estaba siguiendo el juego.

—A esa arte energética que cultivas parece que le falta algo. Probablemente está conectada a algún legado secreto del pasado distante, así que es natural que le falten ciertas áreas. ¿Qué tal si te ayudo a solventar esos problemas? Con mi ayuda, probablemente puedas llegar al nivel Legendario aún más rápido.

Mientras decía eso, le hizo un gesto a Yang Qi para que se acercara.

Yang Qi podía ver que este Emperador Fantasma Yama era un individuo muy astuto. Obviamente no tenía ninguna intención de darle ayuda, sino que esperaba engañar a Yang Qi para que le revelara su técnica.

Después de obtenerla, lo más probable es que simplemente mataría a Yang Qi.

—La mayoría de los tipos de cultivo requieren exploración personal, —respondió Yang Qi—. Además, cuando adquirí la técnica, juré no divulgarla. Así que no le molestaré pidiéndole ayuda Sénior.

—Vamos chico. No piensas que de verdad te quiero robar la técnica, ¿cierto? —Parecía que el Emperador Fantasma Yama era capaz de ver lo que Yang Qi pensaba—. He dominado toda la creación durante decenas de miles años, y tengo mi propia técnica antigua y misteriosa. Simplemente puedo ver el potencial que tienes, y comprendo lo mucho que te puedo ayudar a crecer. Lo que hacía ahora era simplemente probar que tan respetuoso eras. Lamentablemente para ti, acabas de perder una buena oportunidad. Si hubieras sido deferente, y me hubieras dado tu técnica, te hubiera ayudado a llegar al nivel Legendario de inmediato. Quizás hasta te hubiera tomado como aprendiz y te dejaría unirme a mi mientras conquisto el mundo. Qué lástima que tu falta de sinceridad te haya costado una buena fortuna. ¡Estaba buscando a un sucesor! ¿Lo entiendes?

—¡Aah! —dijo Yang Qi boquiabierto—. De verdad he perdido una gran oportunidad. Pero bueno, ya que no me quiere como sucesor, Sénior, supongo que solo podré partir con las manos vacías. Usted es el gran Emperador Fantasma Yama, definitivamente no le causará problemas a un donnadie como yo, ¿cierto? Así que bueno, supongo que ya me retiraré.

—¿Retirarte? ¿A dónde? Estas son las Montañas Yama. Todo en esta área está sellado con el poder de los yamas. Ni siquiera un Legendario podría librarse, sin mencionarte a ti.

—Oh... Bueno, ¿le importaría enviarme afuera? Estaría eternamente agradecido.

—Piénsalo bien chico. Te voy a dar otra oportunidad. Tómame como maestro, y te ayudaré con tu técnica. Solo tienes que pasar tres pruebas. ¿Qué te parece?

Yang Qi sacudió la cabeza. —No, está bien así. De verdad. No estoy destinado para tales cosas, y no querría decepcionarle Sénior. Además, a esta técnica mía le falta demasiada información. Aunque se ve fuerte y firme, corro constantemente el riesgo de una desviación en mi cultivo. Si eso ocurriera, perdería mis memorias y mi alma se dispersaría. No me quedaría absolutamente nada.

Había bastantes implicaciones ocultas en las palabras de Yang Qi. Lo que en realidad decía era: No me fuerces mucho, Emperador Fantasma Yama. Preferiría matarme que darte mi técnica. Y si mi alma y mis memorias se dispersan, ni siquiera revisar mi alma servirá de nada.

Y le había dado justo al clavo. De hecho, toda la razón por la que el Emperador Fantasma Yama hablaba con Yang Qi en vez de matarlo era que el más mínimo error podía conllevar al resultado que Yang Qi acababa de mencionar.

Frente a sus palabras, el Emperador Fantasma Yama empezó a reír. Después de todo, era tan viejo que lo había visto prácticamente todo, y encontraba a Yang Qi algo entretenido. —Eres bastante astuto pequeño canalla. Me recuerdas a otro chico listo que me topé recientemente, aunque ese era mucho, mucho más fuerte que tú. Podía entrar a la fuerza en las Montañas Yama, a diferencia de ti.

—¿Hablas del Príncipe Heredero? —preguntó Yang Qi.

—Exactamente. Es el nuevo genio del Instituto Semi-Inmortal. De cualquier modo, ¿cuál es tu decisión? Tu técnica obviamente es profundamente dañina para los fantasmas diabólicos como yo. Afortunadamente para ti, necesito algo como eso para deshacer la energía nefasta a mi alrededor, purificar mi propia técnica y así escapar de los confines de esta agua de manantial de fuerza vital. Quién sabe, quizás hasta pueda absorber toda el agua. Escucha, hagamos un trato. Me ayudas a librarme, y te daré una gran recompensa.

—¿Y si no acepto? —respondió Yang Qi.

—¿No acepas? Bueno. Pues puedes morir. —Una sonrisa feroz pasó por el rostro del Emperador Fantasma Yama—. Estás en las Montañas Yama en este momento. ¿Crees que puedes no más salir caminando? La verdad es que estás atrapado. Si acepas ayudarme, te ayudaré a cambio. Si te niegas a cooperar, tendré que matarte y esperar a la próxima persona.

—«Los fantasmas diabólicos son fantasmas diabólicos,» —se recordó Yang Qi a sí mismo—. «No se puede confiar en ellos sin importar qué.»

—A decir verdad, —continuó el Emperador Fantasma Yama—, aunque mi verdadero ser está atado por el acero divino Sismo-Amanecer, aún podría enviar suficiente energía verdadera para matar a un Legendario, sin mencionar a una hormiga como tú. Pero puedo ver que eres listo. Conoces el viejo dicho, ¿cierto? Dudas disparar a las ratas por temor a romper los jarrones. Si destruyera tu alma y tus memorias, tienes razón, ni buscar tu alma me servirá para conseguir tu técnica. Vamos. Dime sobre tu técnica. Soy la persona más conocedora de todo este continente, y puedo ver que no es de clase santa. Es de clase celestial, ¿cierto?

—No lo sé, —respondió Yang Qi.

A estas alturas, de verdad había dejado de pensar en la vida y la muerte. Este era un diablo siniestro infinitamente poderoso, un emperador diabólico al nivel de Gran Sabio. Si ponía sus manos sobre un arte energética de clase divina, entonces seguramente podría causar una lluvia de sangre y muerte en todo el Continente Abundancia Exuberante, algo que Yang Qi apenas y podía imaginarse.

—Escucha chiquillo, estás forzando a tu suerte aquí. Hace decenas de miles de años, no le hubiera ni dirigido la mirada a una hormiga como tú. Estoy haciendo una excepción hoy y te estoy dando la oportunidad de convertirte en mi aprendiz. ¿Pero te niegas? ¿Acaso te quieres morir? Si es así, ¡entonces puedo hacer realidad tu deseo!

Al parecer el Emperador Fantasma Yama estaba empezando a enfurecerse.

Dado lo poderoso que era, no era de extrañar. Le acababa de pedir a un pequeño donnadie una técnica, solo para que ese donnadie se negara. ¡Por supuesto que se enfurecería!

Repentinamente levantó su mano de su trono, y envió una enorme impresión de una palma dorada oscura por el aire. —¡Mano del Yama!

¡ZAAS!

Todo ese palacio salvaje se llenó de estruendos intensos mientras la enorme palma se extendía y llenaba el aire alrededor de Yang Qi sin dejarle espacio para escapar.

Yang Qi quedó inmóvil al instante, y no podía ni usar su energía verdadera.

—¿Crees que simplemente te dejaré destruir tus memorias y tu alma? ¡Jamás! Soy el Emperador Fantasma Yama, ¡y puedo hacerte vivir una vida en la que desees morir solo para no poder hacerlo!

Yang Qi no estaba ni cerca de poder hacerle frente al Emperador Fantasma Yama; su nivel era simplemente demasiado bajo.

Quizás si fuera un Legendario, con una comprensión más profunda de las leyes mágicas, habría podido estar cualificado para resistirse. Pero no lo era.

—«¡Los mamuts divinos supresores del infierno pueden abrumar a todos los diablos siniestros!»

Bajo la presión tan inmensa, el espíritu firme de Yang Qi entró en acción. Su energía verdadera empezó a hacer ebullición en la región de su dantian y a vestirse en su cuerpo como una gigantesca marea.

Lamentablemente, esa criatura de color dorado oscuro, el Emperador Fantasma Yama, extendió su mano y colocó su dedo en la frente de Yang Qi. Luego dijo con una voz llena de ira, —¡Arte de Reencarnación Celestial! ¡Transmigración de Diez Vidas! Tu nombre es Yang Qi, ¿cierto? Pues veamos qué pasa si tu alma cae en un encanto eterno. Con mi Arte de la Reencarnación Celestial, puedo tomar todo lo que sabes desde el ciclo de la reencarnación y hacerte decirlo en voz alta.

En ese momento, Yang Qi podía sentir una fuerza maligna, poderosa e irresistible que se vertía en su frente.

El Emperador Fantasma Yama era tan fuerte que podía forzar al alma de Yang Qi a entrar al ciclo de reencarnación, destruyendo así su control sobre sí mismo. Era un arte diabólica inconmensurable contra la que ni expertos más poderosos que Yang Qi podrían defenderse.

De hecho, contenía las leyes mágicas del tiempo y el espacio.

En cuanto la energía verdadera maligna entró a los puntos de acupuntura de Yang Qi, el Emperador Fantasma Yama habló con la voz más cruel. —Cuando cultivas al nivel Legendario, tus puntos de acupuntura se convierten en una expresión del espacio. El punto de acupuntura en tu frente se llama la apertura ancestral, y contiene la máxima expresión de tu alma. ¡Solo tengo que tomar el control de eso y sabré exactamente que técnica cultivas!

Fue justo en ese momento, que Yang Qi se dio cuenta de que el duendecillo dorado que residía en su apertura ancestral se había percatado de la energía diabólica.

Entonces el Emperador Fantasma Yama finalmente se percató del duendecillo dorado. —¿Qué? —dijo de golpe—. ¿Qué se oculta en tu frente? ¿Qué es esa cosa? ¿Un duendecillo dorado? ¿No me digas que cultivas alguna técnica de divinidad naciente? Bueno, ¡simplemente sacaré esta cosa!

La energía maligna se fortaleció y entró a la frente de Yang Qi para envolver al duendecillo dorado como para sacarlo.

Pero...

En cuanto la energía maligna tocó al duendecillo dorado, ¡todo cambió súbitamente! Unos gigantescos rayos de luz dorado salieron repentinamente de la nada y resquebrajaron el aire como si una entidad poderosa y misteriosa estuviera tomando forma de la nada.

No se podía ver si la diminuta persona dorada dentro de la frente de Yang Qi era hombre o mujer. Pero los ojos del duendecillo sí que se habían abierto. Un poderío divino hizo erupción y las Montañas Yama que se habían visto tan oscuras se bañaron repentinamente de una luz dorada y empezaron a temblar violentamente. Era casi como si algún diablo siniestro hubiera profanado a un espíritu divino, y este había venido a infligir un castigo celestial.

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