⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 172: El Primer Lugar (Parte 3).
El aspecto más difícil de la batalla contra Yun Hailan era encontrar su verdadero cuerpo.
Había tantas proyecciones suyas que la labor era verdaderamente desafiante.
Poseía la Perla del Mundo de Mil Ilusiones, lo que la hacía mucho más fuerte de lo normal, y capaz de proyectar millones y millones de encarnaciones. Cada una de ellas tenía poder comparable a su verdadero cuerpo, y eran tan realistas que era casi imposible determinar cuál era el real y cuales los clones.
Pero independientemente de que los clones fueran "reales" o no, sus ataques sí que lo eran.
Cada puño contenía un poder inimaginable; el Puño Divino del Hijo de los Cielos era usado una y otra vez sin contenerse. Esta era un arte energética de clase imperial real, y además una completa, no como la Pintura de la Inmolación Inmortal incompleta de Gu Fenxian.
Ese puño divino era como el señor soberano de la creación, y le daba a Yun Hailan un poder increíblemente destructivo. Por supuesto, esto se veía magnificado por la cantidad de encarnaciones que atacaban a Yang Qi al mismo tiempo.
A excepción del Príncipe Heredero en persona, esta era una fuerza a la que ningún Usurpador de Vida novenario podría hacerle frente.
Pero con el transcurso de la batalla, Yang Qi se dio cuenta rápidamente de que Yun Hailan en sí no era una Usurpadora de Vida novenaria. Al igual que él, se encontraba en la Usurpación de Vida senaria.
La principal diferencia era que su base de cultivo no era estable. Obviamente la había ayudado algún experto poderoso que había forzado su base de cultivo a un nivel más alto. Un claro contraste a Yang Qi quien había forjado su camino con esfuerzo y comprensión.
Debido a eso, la ejecución de sus movimientos tenía fallas, y generaba un desperdicio de energía vital que Yang Qi podía detectar.
Así que desató la quintaesencia de la técnica de su Lanza de la Deidad Infernal sin vacilar y la unió a sus espada. ¡Esta era la Sinfonía del Anochecer!
De acuerdo con los antiguos mitos y leyendas, los mamuts divinos que suprimían los infiernos habían subyugado a un sinfín de deidades infernales y hasta dioses diabólicos del infierno. Cuando estos dioses diabólicos se congregaban, podían unir fuerzas para llevar a cabo la Sinfonía del Anochecer. Y cuando se escuchara fuerte y claro, hasta la legión divina en los Cielos vería su gloria opacada. La noche caería y el infierno visitaría el mundo de los hombres.
Era debido a la Sinfonía del Anochecer que la legión divina había unido sus poderes para crear a los mamuts divinos y así aplastar a las deidades infernales. Solo de ese modo podían dejar impotente a la Sinfonía del Anochecer.
Sin embargo, mientras los mamuts divinos suprimían el infierno, el aura de las deidades infernales los manchó, y por ende la Lanza de la Deidad Infernal y la Fuerza del Mamut Divino Supresor Infernal podían emplear la Sinfonía del Anochecer al llegar a un nivel lo bastante alto.
Y en este momento, la técnica de la espada de Yang Qi también contenía esa sinfonía mortal.
En cuanto su espada se movió, el Puño Divino del Hijo de los Cielos se vio manchado repentinamente por la oscuridad del anochecer, y empezó a agrietarse.
Muchas proyecciones fueron cortadas por la espada una tras otra y colapsaban en un montón de niebla.
—«El poderoso Hijo de los Cielos lidera un imperio, y su ira puede someter a millones de plebeyos. Pero aun así, eventualmente será olvidado por las arenas del tiempo. Al final nada puede escapar a la muerte. Para los humanos, no es más que lo justo. Incluso la legión divina que creó los incontables mundos, así como el sol, la luna y el espacio-tiempo mismo, alcanzará gradualmente un momento en el que la noche caerá sobre ellos...»
Estos pensamientos recorrían la mente de Yang Qi mientras su energía de espada acababa con el Puño Divino del Hijo de los Cielos.
Bam. Bang. ¡BANG!
Las proyecciones explotaban a diestra y siniestra, hasta que solo quedó una versión de Yun Hailan. La verdadera.
Se veía un poco pálida; jamás se hubiera imaginado que una sola espada de Yang Qi sería tan espectacular. Frente a esa espada, incluso su arte energética de clase imperial se veía completamente inútil.
Ahora que la había forzado a aparecer, no vaciló ni por un segundo, ni pensó en piedad por un instante. Desde el punto de vista de los espectadores, era como si estuviera cayendo la noche sobre la arena, el hermoso sol del atardecer bajaba para dar lugar a la oscuridad suprema.
—¡MUERE!
La energía de espada dio vueltas y formó un vórtice negro que parecía provenir de las profundidades del infierno.
Yun Hailan perdió el control de su energía verdadera al instante, y ahora estaba siendo absorbida lentamente al vórtice. Ahora era obvio lo mucho que el esfuerzo y el entrenamiento de Yang Qi lo diferenciaban de ella.
Él nunca había recibido la ayuda de nadie. Su viaje en el cultivo había involucrado cazar y destruir monstruos, refinar núcleos demoníacos, y derrotar enemigos por sí solo, uno tras otro.
Yun Hailan era muy distinta. Su base de cultivo progresaba sin ningún problema. Los Patriarcas Viento y Nube la bendijeron, así como el Príncipe Heredero. Se le había dado bastante agua de manantial de fuerza vital y píldoras medicinales sin tener que esforzarse por ellas. A diferencia de Yang Qi, no había desarrollado un tenaz instinto por permanecer con vida hasta en las circunstancias más drásticas.
Frente a un oponente como él, terminaría muerta con el más mínimo error.
Además, el movimiento de Yang Qi respaldado por la Sinfonía del Anochecer y su arte energética de clase divina era algo tan poderoso que hasta la técnica del Príncipe Heredero era como una gota en el océano a comparación.
¡Swish!
La espada se acercó a la garganta de Yun Hailan, y no esta no podía hacer más que mirar cómo se acercaba cada vez más y más.
Por cómo se veían las cosas, estaba a punto de ser apuñalada. Retrocedió intentando eludir la espada, pero lamentablemente para ella, era como una deidad infernal que simplemente no podía evadir.
Como decía el viejo dicho: cuando un rey yama quiere a alguien muerto a la medianoche, ¿quién se atrevería a dejarlo vivir hasta el amanecer?
Por supuesto, los reyes yamas eran deidades infernales. Eran dos expresiones de la misma entidad.
—Vete al inferino Yun Hailan. ¡Literalmente! —Yang Qi estaba desatando una cantidad de energía de espada tan descomunal que parecía que nadie podría pararla. Era suficiente para destruir una nación o colapsar los Cielos.
¡Lo estaba dando todo!
El verdadero significado de la espada, su arrogancia, su perfección, respecto... todo estaba integrado en un solo ataque.
¿Quién podía escapar algo así? Yun Hailan definitivamente no.
De hecho, ya había aparecido una gota de sangre en su garganta. Y a su vez se convirtió en una línea que le dio la vuelta a su cuello, y luego su cabeza salió volando de su cuerpo. Sin embargo... aún estaba sonriendo, casi como si no pudiera creer que acababa de ser decapitada.
—Qué espada tan rápida Yang Qi, —le dijo—. tu técnica sí que es increíble.
¡BUM!
Su cabeza repentinamente estalló, y el resto de su cuerpo desapareció sin dejar rastro. Inesperadamente, ¡había sido otra proyección!
¡No era su verdadera forma!
En su lugar apareció una perla azul que flotaba en el aire. Y el medallón de identidad que había estado llevando fue destruido.
—«¿Qué? ¿En realidad nunca estuvo allí? ¿Envió una encarnación a competir? ¡Una segunda divinidad! ¿Usó esa perla para crear una segunda divinidad naciente?» —Era obvio que la perla que flotaba allí en el aire era ese tesoro tan valioso, la Perla del Mundo de Mil Ilusiones.
Debido a los planes de Yun Hailan, Yang Qi se había esforzado y emocionado tanto por nada. Pensaba que podría matarla finalmente en la competencia, solo para descubrir que había enviado una encarnación en su lugar.
—Astuta, —rugió—. muy astuta. —Aunque destruyó su medallón de identidad y por tanto obtenido el primer lugar, eso no le dio ninguna alegría.
Su verdadero deseo no había sido cumplido.
—«¡Yun Hailan! ¡Puede que escaparas de la muerte a mis manos, pero tu Perla del Mundo de Mil Ilusiones está justo aquí para compensarme un poco!» —Dio un paso adelante y extendió la mano para sujetar la perla. Sin importar lo que sucediera, no iba simplemente a regresarla. De hecho, la fundiría con su Crisol del Fuego Infernal lo más pronto posible.
Usó su energía verdadera para evocar el Puño del Rey Invencible, y usó la mano de un rey para sujetar el tesoro.
Pero entonces, una voz habló repentinamente desde la perla, una voz fría y llena de dignidad, como la de un emperador invencible e inigualable, un soberano que regía los Cielos y el infierno.
—¡Qué coraje!
BOOOM. ¡BOOOOM! ¡BOOOOOOOOOM!
Se escucharon exclamaciones por todos lados ante la voz.
—¡El Príncipe Heredero!
—¡Esa es la voz del Príncipe Heredero!
—El Príncipe Heredero está aquí.
Era una voz que muchos estudiantes de los cuatro institutos reconocieron al instante. Todos los expertos miembros de la Sociedad del Príncipe Heredero se pusieron de pie para ofrecer saludos respetuosos.
Era sin lugar a duda la voz del Príncipe Heredero.
Una figura misteriosa que pocas personas habían visto, pero ahora estaba apareciendo en público.
—¿Qué? ¿El Príncipe Heredero está aquí? —La Hija Sagrada Muchasflores se puso de pie. Hacía tiempo que se había olvidado de su apuesta con los Patriarcas Viento y Nube. Por supuesto, la había ganado; aunque Yang Qi no había matado a Yun Hailan, claramente había destruido su medallón de identidad y ganado la competencia.
—¿El Príncipe Heredero? ¿Esa es la voz del Príncipe Heredero? —Todos los grandes ancianos Legendarios estaban completamente centrados en la arena de combate. Por lo general, nadie tenía permitido entrar a la escena. Después de todo, la victoria de Yang Qi implicaba que la competencia había acabado y qué había ganado.
Pero ahora que el Príncipe Heredero había llegado, la situación había cambiado por completo. Hasta el gran anciano que presidía las formalidades quedó completamente sorprendido, y no estaba seguro de sí debía interferir o no. Al fin y al cabo, el Príncipe Heredero era un individuo poderoso y respetado.
¡ZAAS!
La mano que Yang Qi envió hacia la Perla del Mundo de Mil Ilusiones fue destruida.
El contragolpe lo forzó a retroceder y tuvo que usar todas sus técnicas de espada defensivas para evitar ser asesinado.
—«¡Qué poder! ¿El Príncipe Heredero de verdad mostrará su cara?» —Yang Qi empezó a circular la Fuerza del Mamut Divino Supresor Infernal por sus puntos de acupuntura para defenderse del poder. Aunque terminó neutralizándolo, no pudo evitar pensar. —«No puedo creer que solo ese contragolpe casi me destruyera.»
Mientras miraba la perla, esta hizo erupción repentinamente con pura energía vital, y de allí emergió una figura.
Se veía como un emperador de los Cielos, un dios en forma humana.
Era el hijo de los más altos Cielos, lleno del poderío celestial.
El Príncipe Heredero había llegado.
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