Capítulo 194: Batalla Descomunal.

—«Estos dos finalmente han venido por su gran encuentro.» —A través de la ventana Yang Qi era capaz de ver al Príncipe Heredero y al Joven Maestro Velo Celestial, ambos eran Legendarios de Perpetuidad, expertos en la novena transformación, vastamente más poderosos que él.

Cada uno de sus movimientos podía derrotar hasta a las técnicas más antiguas y profundas. Uno blandía una gran alabarda, el otro una lanza sagrada del Pueblo Demoniaco. El intenso calor generado por el conflicto hacía que el agua del mar cercano se evaporara y llenara el cielo de una densa niebla. Toda el área parecía repleta con el caos-primigenio, y la energía vital de los Cielos y la tierra entró en pandemonio.

El nivel Legendario era un nivel de leyes mágicas.

En este momento, estos dos Legendarios en la cumbre de su nivel estaban usando ese poder para luchar con tal dominancia que parecía que fueran capaces de derrumbar los Cielos y destruir la tierra, hasta capaces de erradicar la luna y las estrellas.

Yang Qi estaba tan fascinado por el combate que casi se olvida que se encontraba en una situación tan peligrosa en la Pagoda del Gran Emperador.

Estaba atascado en un lugar sin salidas. Los poderes de la Pagoda del Gran Emperador eran enigmáticos y misteriosos, casi como si fueran algo venido de otro mundo.

¡Bam!

Yang Qi golpeó la pared de la pagoda con su mano. Pero a pesar de ser capaz de desatar el poder para aplastar montañas, no podía ni dejarle marca.

—«¿De qué está hecha esta cosa?» —Estaba impactado, e intentó con la Lanza de la Deidad Infernal, pero el resultado fue el mismo. La Pagoda del Gran Emperador parecía invulnerable a todo.

De hecho, en cuanto la lanza tocó la pared, la lanza emitió sonidos de crujidos y luego colapsó.

—«Esto es simplemente...» —Yang Qi estaba sin palabras. Parecía que cualquier idea de escapar de la pagoda no eran más que fantasías.

En este momento, la única opción que tenía era esperar a ver que sucedía, y reaccionar acordemente.

Y aún tenía su plan.

Había muchos enemigos poderosos con los que lidiar. EL Joven Maestro Velo Celestial. EL Príncipe Heredero. Los demonios diabólicos. Y por supuesto, el asura, quien también era un Legendario de Perpetuidad. Yang Qi era casi una hormiga a comparación de todas entidades tan poderosas, y para la mayoría, la situación sería como una sentencia de muerte asegurada.

Pero tenía su as bajo la manga: el duendecillo dorado y el Sello de la Legión de Dios. Si lograban que las cosas salieran de acuerdo a su plan, los beneficios serían asombrosos.

¡BRRUUUM!

Mientras probaba la situación en la Pagoda del Gran Emperador, pudo escuchar una enorme conmoción afuera. El suelo bajo sus pies se sacudió y pudo sentir un poder descomunal que salía de la Pagoda del Gran Emperador. Esta estaba siendo activada, y sentía como si su alma estuviera siendo absorbida.

—«¡Finalmente están activando al formación del Sabio Demonio!»

Yang Qi sabía que el rector era le dueño de la Pagoda del Gran Emperador, pero no era la persona que la había forjado. Había sido creada por un gran sabio de la antigüedad, y contenía un espíritu noble de un pasado distante. El rector la había dejado aquí con la esperanza de que el espíritu noble fuera purgado y así lograr obtener el control absoluta. Una vez que la gran formación de hechizos de afuera se activada, el espíritu noble sería extinguido, y el asura sería absorbido en la pagoda, el Príncipe Heredero entonces podría usarla para llegar al nivel de Gran Sabio.

Si Yang Qi quería la pagoda, necesitaba dos cosas. En primer lugar, también debía destruir al espíritu noble y a la marca selladora de la divinidad naciente que el rector había dejado en la pagoda. En segundo lugar, tenía que asegurarse de la muerte del asura.

Yang Qi había pensado arduamente el asunto, y estaba seguro con respecto al primer aspecto, probablemente no tendría que hacer nada. El plan del rector ya había tomado en cuenta la necesidad de destruir la marca selladora y el espíritu noble, abandonar el control de la pagoda para que el Príncipe Heredero pudiera usarla.

En cuanto al segundo aspecto, sabía bien que el asura esperaba que Yang Qi muriera en su lugar. Pero el Sello de la Legión de Dios y el duendecillo dorado seguramente lo defenderían.

El asura era fuerte, pero no tan fuerte como el Emperador Fantasma Yama, y ya el duendecillo dorado lo había aplastado fácilmente hasta casi destruirlo.

Debido a todos estos factores, Yang Qi estaba seguro de que podría arrebatar la pagoda y beneficiarse de todas las estrategias entre el rector, el Príncipe Heredero, el asura y el Joven Maestro Velo Celestial.

El rector era muy astuto, pero el duendecillo dorado podía romper cualquier plan.

—«Por ahora seré paciente, y veré si la Fuerza del Mamut Divino Supresor Infernal será suficiente para refinar la pagoda. Si el método agresivo no funciona, tocará esperar.» —Ignoró lo que sucedía afuera, y se sentó de piernas cruzadas.

La Fuerza del Mamut Divino Supresor Infernal era un arte energética de clase divina, así que era totalmente posible que fuera capaz de acabar con el sello del espíritu de este tesoro mágico y reemplazarlo con el suyo propio.

Había tomado el control de la Espada Divina Alma Hielo de una manera similar.

La Sinfonía del Anochecer hizo erupción repentinamente y se pudieron escuchar los llantos y lamentos de fantasmas.

La música de la sinfonía empezó a empapar la pagoda lentamente.

Lamentablemente, el poder de la pagoda era como una gran montaña o un mar, a la energía verdadera le era imposible entrar realmente.

Pero a Yang Qi no le importaba, siguió usando cada vez más y más energía, y enviaba cada vez más y más fuerza, como si fuera una gran marea que golpeaba una roca en el mar.

Sin importar lo fuerte que fuera la roca, conforma las olas siguieran golpeándola, eventualmente sería carcomida y destruida.

Mientras continuaba con su trabajo, el poder de la formación del Sabio Demonio seguía acumulándose, y las corrientes de energía de Sabio Demonio eran vertidas en la pagoda. Gracias a eso, la situación en la pagoda cambiaba, y la energía verdadera de yang qi finalmente logró encontrar un pequeño rincón en el cual asentarse.

Si quería controlar toda la pagoda, obviamente debía empezar con un pequeño rincón.

Ahora solo tenía que esperar por una oportunidad adecuada.

Ahora que su energía verdadera estaba conectada a la pagoda, podía sentir dos entidades poderosas adentro, y cada una ocupaba la mitad.

Una se veía profundamente antigua, como si hubiera existido durante millones y millones de años.

La otra era tan inconmensurable como un río o una montaña, como un sabio que podía iluminar a todas las masas bajo los Cielos. La segunda aura se le hacía algo familiar, y Yang Qi estaba bastante seguro de que le pertenecía al rector del Instituto Semi-Inmortal.

Después de usar más energía verdadera en la pagoda, eventualmente logró llegar a la enorme dimensión en su cumbre.

Dentro de esa dimensión había un espíritu noble de armadura, y frente a él se encontraba un joven de apariencia académica. Ese joven era como una versión más joven del rector, con sus mangas ondeando en el viento, y ojos que brillaban como si contuvieran los misterios del cosmos. Su aura era tan profunda como el mar, y como el sol, como si fuera el tipo de persona capaz de influenciar a millones de naciones mortales.

—«Así que el rector y ese espíritu antiguo se están enfrentando. Me pregunto qué sucederá después. ¿Acaso se destruirán el uno al otro? ¿El asura interferirá?»

Mientras Yang Qi ajustaba sus planes en base a lo que veía, seguía vertiendo su energía verdadera en la pagoda con la esperanza de conseguir más información que pudiera aprovechar.

El poder de la formación del Sabio Demonio seguía acumulándose, como intentando tomar el control de la Pagoda del Gran Emperador. De hecho, hasta se podía sentir que el aura del Joven Maestro Velo Celestial estaba dentro de ese poder; claramente influenciaba personalmente la formación.

Tomando en cuenta todo eso, no había manera de que no prestara a tención a lo que sucedía en el Ojo Diabólico Sura.

—«Ya debe saber sobre la Pagoda del Gran Emperador...»

Una risa a carcajadas hizo erupción repentinamente desde el asura. —Llevo mucho tiempo esperando por este día. Finalmente seré libre, finalmente me convertiré en Gran Sabio! ¡Jamás me había sentido más vivo! Una vez que me convierta en Gran Sabio, convertiré todo el Continente Abundancia Exuberante en mi propia versión del Infierno de Suras. Abriré un portal al infierno y liberaré a mis compañeros dioses diabólicos! ¡Finalmente podré tener vidas, alma y sangre a mi gusto!

¡BOOOOOOOOOM!

Un fuego intenso hizo erupción desde las cadenas de acero y un sonido de siseo se escuchaba a medida que su piel era quemada. Pero no parecía preocuparse. Quizás la activación de la formación de hechizos lo fundiera, pero sabía que también era su oportunidad perfecta para finalmente escapar, y convertir a Yang Qi en su substituto.

—Chiquillo tonto. ¿Por qué crees que te dejé usar tanto de mis llamas sura? Ahora han sido infectado con el aura sura, ¡una vez que cambie de lugar contigo serás el objetivo de la formación! ¡Fantasma Sura!

¡ZAAS!

Un enorme sura apareció repentinamente detrás de Yang Qi.

Yang Qi volteó por encima del hombro y respondió. —¿Cambiar lugar conmigo? ¿Ponerme en tu lugar? ¡Ja, debes estar bromeando! —Convocó la Fuerza del Mamut Divino Supresor Infernal e invocó el Fuerza del Mamut Divino Supresor Infernal que empezó a consumir al instante al fantasma sura.

—¿Qué sucede? ¿¡Su arte energética está neutralizando mi poder sura!? ¿¡Destruye mi quintaesencia de fuerza vital!? ¿Qué arte energética es esa? ¡Es la condena de todo demonio y diablo!

El asura jamás se hubiera podido imaginar que todos sus planes y esfuerzos serían por nada. Todo era inútil contra Yang Qi.

En otras palabras, ya no podría cambiar de lugar con Yang Qi, por lo que se convertiría en el sacrifico de la formación de hechizos.

El terror repentinamente lo abrumó.

—¡No! No vas a escapar chico! ¡Eres mío! Dao Divino de los Suras; Dao de los Seis Senderos; Rotación Interminable; ¡Llegada del Sentido Diabólico!

Su aura sura ardía, pero en forma de fuego, sino como un líquido viscoso, como oro fundido, y era vertido en la pagoda hacia Yang Qi.

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