Capítulo 197: El Príncipe Heredero en Peligro.

La mirada del rector atravesó el espacio desde el Mundo Cosmomenor hasta llegar a la Cantera Amanecer Celestial cerca del océano occidental.

La mina estaba completamente sellada y rebosaba con energía demoníaca. El rector era profundamente astuto, pero no le tomó observar mucho para darse cuenta de que la Gran Formación de Hechizos Apocalíptica de Hordas Demoníacas Diabólicas Diez Tierras y Nueve Cielos era demasiado poderosa para personas ordinarias. Hasta un Gran Sabio que quedara atrapado se las vería en problemas. El que el Príncipe Heredero estuviera allí implicaba un peligro increíble.

Además, la base de cultivo del Joven Maestro Velo Celestial no era inferior a la suya. Quizás el Príncipe Heredero tuviera el legado del Gran Emperador Abundancia Exuberante y un control supremo sobre la energía vital de estas tierras, pero la formación de hechizos podía cambiarlo todo.

El plan del rector había sido que el Príncipe Heredero usara la Pagoda del Gran Emperador para llegar al nivel de Gran Sabio. Entonces probablemente podría matar cualquier enemigo en su camino. Pero en este giro repentino, el espíritu noble, el asura, e incluso la marca selladora de la divinidad naciente del rector habían sido todos erradicados.

Y ahora el rector no tenía manera de saber siquiera dónde estaba la pagoda.

Después de todo, a pesar de estar en sus manos, no la había forjado, y nunca había logrado tomar posesión por completo, por lo que no podía controlarla.

—«Mi plan ha fallado... ¿Ahora el Continente Abundancia Exuberante sufrirá una gran catástrofe? Eso parece. ¿De verdad pasó esto por Yang Qi? Si es él quien tiene la pagoda, ¿cómo puedo descubrir quien lo respalda? Si su respaldo es tan poderoso, intentar conseguir información podría traerle un desastre al Instituto Semi-Inmortal. Por ahora solo observaré. El Príncipe Heredero no morirá. De hecho, esto podría ser un buen entrenamiento. Quizás forzarlo a esperar un poco antes de llegar al nivel de Gran Sabio no sea tan malo. Y si interviniera yo ahora, el Gran Sabio Velo Celestial no se quedaría parado...

En efecto, podía sentir que otra entidad poderosa estaba observando el duelo entre los dos miembros de la generación más joven. Los dos contendientes tenían respaldos poderosos; a uno lo apoyaba la Montaña Colgante, y al otro el Instituto Semi-Inmortal.

Si el rector entraba en acción ahora, el Gran Sabio Velo Celestial haría lo mismo. Y una batalla entre dos Grandes Sabios podía tener un efecto profundamente negativo en todo el continente.

Ya que los dos Grandes Sabios habían acordado tácitamente le no interferir, lo único que faltaba por hacer era esperar a ver como transcurrirían las cosas entre el Príncipe Heredero y el Joven Maestro Velo Celestial.

—No me decepciones... —murmuró el rector. Y entonces cerró sus ojos.

De vuelta en la Gran Formación de Hechizos Apocalíptica de Hordas Demoníacas Diabólicas Diez Tierras y Nueve Cielos, la batalla continuaba intensamente entre el Príncipe Heredero y el Joven Maestro Velo Celestial. Uno tenía una proyección del Gran Emperador Abundancia Exuberante, y el otro la de un dios demonio consumado. Ambos en la cumbre de su poder, y cada vez que la lanza y la alabarda hacían contacto, unas ondas de choque descomunales estallaban y destruían varias áreas de la Cantera Amanecer Celestial.

Luego, justo en medio del combate, el poder sura que había estado pulsando desde el Ojo Diabólico Sura se desvaneció. Tanto el Príncipe Heredero como el Joven Maestro Velo Celestial bajaron la mirada impactados.

—«¿¡Qué!?»—pensó el Joven Maestro Velo Celestial—. «Gracias a todo mi trabajo con esta trampa, ya sabía de la Pagoda del Gran Emperador y del asura. Planeaba usar ese poder para matarlo y lograr mis metas. ¿Cómo es que la pagoda y el asura han desaparecido? ¿Es obra del Príncipe Heredero?»

El Príncipe Heredero estaba igual de impactado. —«El rector escondió allí la pagoda para que la usara yo durante este combate. Con el poder de la formación del Sabio Demonio que envió hacia allí, la pagoda ya debería haber absorbido al asura y erradicado al espíritu noble. Entonces habría podido usar el poder del legado del Gran Emperador Abundancia Exuberante para absorber el tesoro. ¿Por qué se ha desvanecido? ¿Acaso es obra del Gran Sabio Velo Celestial? ¿Esta vez he caído en una verdadera trampa?»

Aunque el Joven Maestro Velo Celestial había experimentado cierto contratiempo debido a la desaparición de la pagoda, lo peor se lo llevaba el Príncipe Heredero. Mientras no obtuviera la pagoda, el Joven Maestro Velo Celestial seguía teniendo la ventaja en el combate gracias a su control de la formación de hechizos. Por lo que para el Príncipe Heredero sería muy difícil escapar.

—«¡El Príncipe Heredero no fue el que hizo que la Pagoda del Gran Emperador desapareciera!» —pensó el Joven Maestro Velo Celestial. Estaba claro que si el Príncipe Heredero la hubiera obtenido, se habría vuelto más poderoso al instante. En vez de eso, miraba sus alrededores con nervios, como buscando una apertura de la formación de hechizos.

En ese momento el Joven Maestro Velo Celestial se dio cuenta de que el plan del Príncipe Heredero había fracasado y de que quería escapar.

Así que sonrió y dijo, —Tu plan ha fallado, ¿cierto Príncipe Heredero? Mi padre ha sabido desde el principio el plan de tu rector con la Pagoda del Gran Emperador. ¿Los dos pensabais que ocultarla aquí sería tu boleto a la victoria? Bueno, esa pagoda ahora está enterrada en las profundidades de mi formación del Sabio Demonio. ¡Y pronto estarás enterrado tú también!

Entonces miró ansiosamente a ver como el Príncipe Heredero respondería a sus amenazas.

—Aunque tengas la Pagoda del Gran Emperador ahora, no te servirá de nada, —respondió el Príncipe Heredero—. ¡Soy invencible! No solo en el Continente Abundancia Exuberante, ¡sino en todo el universo! —Se veía como un dios de batalla parado orgullosamente, como un guerrero que jamás podría ser vencido en combate—- La Pagoda del Gran Emperador no es más que una posesión material. De hecho es mejor no tenerla. ¡Usaré mi propia fuerza para conectarme a los Cielos y destruir todos mis obstáculos! ¡El nivel de Gran Sabio no es más que un punto de partida para mí! ¡Desafiaré los Cielos!

¡BRRUUUM!

Entonces su alabarda arremetió por el aire hacia el Joven Maestro Velo Celestial.

—Puño Divino del Hijo de los Cielos; Horoscopia del Hijo de los Cielos. ¡El Hijo de los Cielos controla el cosmos y unirá todas las tierras!

Su movimiento tomó desprevenido al Joven Maestro Velo Celestial y retrocedió ante la fuerza del ataque.

Estaba claro que estaba impactado al ver que el Príncipe Heredero aún estuviera ocultando su verdadera fuerza. Pero al menos confirmaba que el Príncipe Heredero no poseía la Pagoda del Gran Emperador. Así que recobró un poco más su confianza, clamó su corazón y sonrió de manera feroz.

—Este será el día de tu muerte Príncipe Heredero. ¿Piensas que amenazarme te ayudará a vencerme? ¡Qué chiste! ¡Arte de la Lanza del Demonio Celestial! ¡Descenso del Demonio Celestial!

Mientras el Joven Maestro Velo Celestial procedía con las formas iniciales de lo que obviamente era una técnica de lanza consumada, un vórtice surgió alrededor de la punta del arma. Y al mismo tiempo, un gran cuerno afilado salió de su cabeza.

—Transformación de Dios Fantasma. Transformación de Estrella Astral. ¡Transformación de Perpetuidad! ¡Ven a mi Dominio del Demonio Celestial!

¡BRRUUUM!

Unas cantidades descomunales de energía verdadera estallaron desde su ser para crear un dominio personal, nada más y nada menos que el Dominio del Demonio Celestial. Un sinfín de daemons aparecieron junto a este, y la energía demoníaca que surgía hizo que el Joven Maestro Velo Celestial se viera como la imagen de un dios demonio.

La sexta transformación Legendaria era el nivel en el que se creaba un dominio, una dimensión única en la que se era prácticamente invencible. Por lo general un enemigo tendría que gastar diez veces más esfuerzo para generar un ataque exitoso contra un enemigo protegido de tal modo.

Además, el dominio del Joven Maestro Velo Celestial se beneficiaba de la formación del Sabio Demonio, y era aún más fuerte de lo normal. Logró negar todos los ataques del Príncipe Heredero en el tiempo de apenas unos respiros.

—¿Dominio de Demonio Celestial? ¡Eso también lo destruiré! —El Príncipe Heredero dio un paso adelante con un movimiento de su alabarda y usaba una técnica misteriosa que creó un gran número de rayos de luz por el aire, los cuales golpearon el dominio y claramente lo dañaron al instante.

—¡El Hijo de los Cielos blande su alabarda para llevar la guerra a los cuatro rincones de la tierra! —Casi parecía que la técnica del a alabarda del Príncipe Heredero era suficiente para derrotar y hasta matar al Joven Maestro Velo Celestial.

—¿Te quieres morir Príncipe Heredero? ¡Magia Secreta Sura! ¡Técnica del Gran Asura Imperecedero! Dao Demoníaco. Dao Diabólico. ¡Combinación del Demonio y el Diablo!

Una luz de color sangre surgió en el cielo, y el Joven Maestro Velo Celestial tomó una postura aún más intimidante.

—Estás atrapado en mi formación de hechizos Príncipe Heredero, ¡no escaparás de ninguna manera! —Mientras tanto, a cierta distancia y en lo profundo del mar de nubes, la Pagoda del Gran Emperador aún flotaba allí, con Yang Qi adentro. Ahora el aura de la pagoda estaba oculta, y no podía ser vista. Yang Qi se daba cuenta de que adentro había una dimensión parecida a su anillo de almacenamiento.

Incluso había áreas tan profundas y misteriosas que aún no podía acceder a ellas.

No solo eso, ahora sabía que en realidad no podía controlar todos los aspectos maravillosos de la pagoda. Simplemente no tenía suficiente energía verdadera. Tan solo usarla para escapar de la formación de hechizos. había consumido más de la mitad de sus reservas.

De vuelta en el lugar de la batalla entre el Príncipe Heredero y el Joven Maestro Velo Celestial, las gruesas nubes que cubrían el área hacían que fuera imposible para cualquier agente externo poder observar la batalla. Peor Yang Qi podía usar los poderes del a pagoda para atravesar esa barrera y observar, aunque involucraba consumir aún más energía.

Por lo general, ni siquiera diez Usurpadores de Vida novenarios combinados podrían controlar la Pagoda del Gran Emperador de este modo. Hasta un Legendario en la segunda transformación tendría dificultades.

El hecho de que Yang Qi pudiera controlarla ahora era increíblemente destacable.

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