Capítulo 156: Más allá de lo caído (2)

La sangre, los cuerpos y la vida en los campamentos bajos cercanos fueron rápidamente exterminados, el aura de muerte fue extremadamente fuerte. Creando un cierto nivel de toxicidad en el aire.

Da Fu ya había pasado algunos meses con Li Shuma, la fuerza de ella subió al pico del establecimiento. Estando a un paso del núcleo, Li Shuma lo había notado. Pero se alegro, tener a un cultivador del núcleo cerca podría serle de ayuda en el futuro.

Además no parecía Da Fu tuviera la intención de traicionarlo, en varias ocasiones había estado ayudándolo contra algunos problemas que se le presentaron, tales como la marca que tendría en sus camino de Qi al asesinar a tantas personas.

También sobre algunos protocolos, además siempre que terminaba un campamento esta se encargaría de recolectar los documentos y estudiarlos minuciosamente para ayudarlo. Esto hizo que Li Shuma la empezará a ver como una compañera.

Ella misma incluso en ocasiones le llamaba ‘Maestro Li’ y le sorprendió, pero se acostumbro y la ayudó en algunas cosas. Como la explicación estándar del Dao y sobre el arte de la matanza.

En estos meses había logrado varios avances, incluso había vuelto a la ciudad. Pará ver qué estaba otra vez en una era dorada. Los genios estaban naciendo todos los días y junto a las enseñanzas de Ed Lauk estos se volvían muy fuertes, ya habían grupos de élite.

La sangre de Li Shuma hervía de emoción al ver como la fuerza de la ciudad subía tan rápido. Sus planes para una guerra entre la ciudad y cielo caído inundaba su cabeza, sin embargo tendría que debilitar más y más a Cielo Caído, después de todo era una organización que llevaba años operando, la fuerza de los no podría ser subestimada.

Sin embargo con el pasar de los meses, Li Shuma se volvía cada vez más y más fuerte. Sus técnicas de espada estaban mejorando a pasos agigantados. Al igual que su habilidad con la lanza, había mejorado su eficiencia al usar su poder espiritual y su forma de hacer las cosas.

El pensar había aumentado con cada muerte que lograba, con cada asesinato su mente se volvía más fría. Ya superaba los millones de vida que había arrancado. Sin embargo ninguna de esas había logrado hacerle sentir algo de pena, incluso la vida de los bebés.

Da Fu había también entrado a luchar hombro a hombro con Li Shuma en los campamentos, la fuerza de ella había aumentado al igual que Li Shuma. Su forma de atacar y destruir se había vuelto igual de cruel y eficiente que el de Li Shuma, llegando a volverse incluso un rival potencial para él.

Esto le conmocionó al comienzo, sin embargo lo aceptó. Tenerla a su lado era totalmente bueno, alguien así le sería de ayuda en un futuro. Además ella era totalmente leal. Le había ayudado en algunos momentos de crisis. Que le habían tomado descuidado.

Y sin darse de cuenta. Otros diez años habían pasado. Los ojos de Li Shuma eran totalmente fríos. Si antes era una persona de pocas palabras ahora decía menos. Solo hablaba con Ed Lauk cuando llegaba a la ciudad para saber la situación. Incluso hablaba muy poco con Da Fu. Ella se había vuelto un poco más independiente. Llegando a cazar campamentos bajos cuando Li Shuma estuviera herido.

Se había vuelto su mano derecha y su protectora.

Él también le había ayudado, había pulido tanto a Da Fu que incluso él sentía que sería extremadamente difícil combatirla y ganarle. Sabría que podría, pero pagando un gran precio.

El cultivo de él seguía en la etapa media del establecimiento, ya estaba a la mitad de camino para llegar a la cúspide de esta etapa. Sin embargo su cultivo era muy lento, pero bastante fuerte. Nadie debajo del núcleo podría asesinarlo sin pagarle un precio.

Su técnica con ‘Las etapas del infierno’ le habían creado un aura extraña a su alrededor, era un sentimiento extraño cuando las personas le veían. Sin embargo ahora podía abrir la quinta puerta de infierno sin sufrir muchos daños.

El estilo del Zarak se había perfeccionado, llegando a poder lanzar cientos de cortes en pocos segundos. Con el doble de poder, sin gastar tanta energía espiritual. El corte del Zarak se había vuelto un ataque simple, ya no era su carta de triunfo como antes. Y el destello fugaz se había vuelto su movimiento más rápido, llegando a usarlo para pasar cientos de kilómetros en pocos segundos.

Había logrado otro avance con ‘Vacío’ llegando a poder crear unos agujeros negros muy diminutos que devoraban cien metros cuadrados. Los vórtices se formaban con sus pensamientos y la niebla del vacío la podía escupir sin formar los sellos.

Había llevado este hechizo a la perfección, su primer hechizo en lograr este reino. Solo que ahora no gastaba realmente energía espiritual. Gastaba tan poco que era innecesario tenerlo en cuenta.

Da Fu también había logrado varios avances en su poder, ella dominaba el elementos del fuego y el rayo. Había cultivado un método de cultivo que lograba fusionar ambos en sus ataques, único problema era el desgaste de su energía espiritual. Tendría que calcular demasiado sus movimientos para no quedarse sin reservas en las luchas.

Li Shuma había pensando en varios métodos para eliminar esta desventaja, el único método que se le ocurrió fue expandir los caminos de Qi. Y la forma de hacerlo era con inundaciones de energía espiritual que le atacaran.

Él había usado este método para expandir sus caminos de Qi, aunque nunca fue con intensión. Así que uso toda su energía espiritual contra ella. Al comienzo no funcionó pero con los varios intentos habían logrado que los caminos de Qi. Se ancharan.

Usaron este método durante unos tres años, pero a lo último ya no hacia efecto. Ya la energía espiritual de Li Shuma no era lo suficiente para obligar años caminos de Qi a expandirse. Así que decidieron dejar este método para el futuro, sin embargo ya no tendría que ser tan cuidadosa en las batallas y podría ser más destructiva.

Y así fue que los eventos dentro de esta prueba ocurrieron en un pasar de ojos, sin embargo cada día era uno menos para que está terminara, tal vez pasarían aún más años para que esto se acaba. Sin embargo el tiempo aquí era más valioso que en el exterior.

Ya que muy pronto llegarían a… Más allá de lo caído.