Capítulo 108: Primera vez.

Clémentine miró su reloj holográfico para ver la hora mientras estaba en la sala de acto de la academia.

“¿Y cómo estuvo sus prácticas?” Preguntó Leslie que estaba a su lado.

La pregunta estaba dirigida a Joslyn, Eva, Wendy y Cristian que estaban cerca de ella.

“Estuve bajo un héroe psiónico que puede crear diferentes tipos de barreras.” Respondió Joslyn con una sonrisa tímida y al ver que Clémentine estaba curiosa, explicó. “Es muy capaz, hasta puede crear barreras que curan las heridas de lo que están en el interior.”

Tales capacidades sonaban impresionantes y era probable que ese individuo fuera un rango S.

“Creo que lo conozco.” Murmuró Wendy y con una sonrisa, añadió. “Por mi parte estuve en un gremio de aventureros en Asia. No conocerían el nombre, ya que es bastante pequeño.”

Había demasiados gremios en el mundo y era difícil de identificarlo a todos.

Al igual que conocer todos los nombres y habilidades de los héroes o personas de Rango S.

Aunque su número era extremadamente bajo comparado con los individuos de rango A, era un número muy superior en comparación a aquellos de rangos SSS o los rangos SSS.

“Por mi parte fui a un gremio militar en Sudamérica.” Contó Eva que estaba cerca.

“Se nota. Tienes una atmósfera estricta como un soldado.” Precisó Leslie sin ocultar su sonrisa.

Esa jovencita estaba vistiendo formal y llevaba cierta solemnidad tanto en su vestimenta como en la postura.

“Si, a pesar de ser un gremio militar eran bastante estrictos como si fueran soldados. Tal vez porque estaban muy relacionados con el gobierno Sudamericano.” Respondió Eva con cierta calma.

“Te entiendo. A pesar de que fui a una organización gubernamental bajo el gobierno español. En realidad, mi instructor fue tan estricto como un general.” Murmuró Cristian con un suspiro.

Andrés dio una risa y comentó. “Para ser una mala elección, parece que lo disfrutaste…”

La expresión de Cristian tembló un momento al escuchar esas palabras.

Al igual que Eva, Cristian tenía una atmósfera militar a su alrededor.

Esa simple atmósfera que se mantenía después de retirarse de ese lugar, dejaba en claro el entrenamiento que habían llevado a cabo.

Básicamente, el entrenamiento había sido lo suficiente estricto como para quedarse grabado en ellos a pesar de que solo fue durante un mes.

“¿Y ustedes que hicieron?” Preguntó Cristian y al ver al grupo, comentó. “Se ven un poco diferente.”

El grupo intercambiaron miradas y ninguno de ellos, negó la diferencia.

Desde Nicole que había dejado la timidez que la caracterizaba, Leslie que se notaba más suelta y Andrés que parecía tener más confianza.

Cada uno de ellos se mostraba diferente a lo que había sido hace un mes y esa diferencia, se mostraba hasta en Clémentine.

“Escuche que fueron al grupo de Alice y Aurora… ¿Fue fácil?” Preguntó Joslyn con curiosidad.

Era imposible negar que no tuvieron envidia en su momento.

La creencia de que tendrían una práctica más fácil y agradable a causa de que sus compañeras era la jefa, estaba presente.

Además, el grupo mercenario de Aurora y Alice era lo suficiente desconocido, como para que nadie pudiera imaginarse lo que eran capaces de hacer.

Si bien cada estudiante tenía sus dudas de las razones por las cuales el grupo mercenario estaba en la lista, nadie negaba la envidia ante la facilidad.

Clémentine pensó en todo lo sucedió.

¿Un pequeño y desconocido grupo?

Era un completo engaño, hasta las bestias mágicas o los milicianos conocían o habían escuchado de la ‘Protectora de Zerzura’.

¿Una práctica fácil por tener jefas que eran sus compañeras?

Alice casi las traumatizo con la paliza de muerte que les dio y ni hablar del peligro que pasaron en la misión Arca o la misión Asalto.

¡Hasta era imposible decir que fue un viaje tranquilo!

Viajar durante todos esos días en la misión Arca en donde descansar y dormir era agobiante, sin duda no puede ser descrito como tranquilo.

“Fue difícil.” Respondió Clémentine con un tono complejo.

Lo suficiente complejo como para mostrar la complejidad del mes en una simple respuesta.

El peso detrás de esas palabras y el cansancio personal, fue evidente y resaltó más en alguien como Clémentine, que era considerada una de las mejores estudiantes de este año. 

Aunque Clémentine no estaba exagerando.

La práctica fue agotadora y no solo se trataba del entrenamiento y de las misiones que realizaron, sino que la crueldad y dificultades que se encontraron en su camino.

Desde los refugiados que sufrieron bajo las fuerzas del General Kavuri, hasta el ritual que estaba llevando ese hombre.

“Si... Fue difícil…” Murmuró Clémentine de vuelta, dejando salir un largo suspiro.

La expresión de aquellos que lo escucharan temblaron y Cristian dio una mirada a Leslie, Andrés y Nicole, pero los tres dieron medias sonrisas sin profundizar demasiado.

Revelando una atmósfera pesada que no concordaba con los estudiantes de su edad. 

“¿Vendrá Aurora y Alice?” Intervino Leslie, queriendo cambiar la atmósfera o evitando que los demás hicieran demasiadas preguntas.

No era como si su grupo se arrepentía de hacer todas esas misiones, no obstante, para cada uno de los estudiantes había una respuesta cuando le preguntaban del tema.

Fue difícil.

La dificultad de ver refugiados sin nada tratando de sobrevivir otro día más, el choque con la muerte tan cercana y la crueldad de la que eran capaces algunas personas.

 Vivieron más de lo que habían imaginado, cargado con responsabilidades que ni siquiera ellos sabían que podrían y terminaron haciendo cosas que nunca pensaron que harían durante este mes.

Y un con tantas dificultades y adversidades, cada uno de ellos elegiría volver a hacer las misiones y admitían que valió la pena.

Después de todo, con las buenas y malas vivencias, la invitación de Aurora para que se unieran a su grupo, fue lo mejor que les podría haber ocurrido.

“No sé. Pensé que ustedes sabían.” Respondió Cristian aceptando el cambio de tema y al ver que la otra parte agitaba la cabeza, bromeó. “No hacerle demasiadas preguntas al ‘jefe’. Lo entiendo. Yo también aprendí eso.”

Ante esa broma los presentes dieron una sonrisa.

“Creo que ya está por empezar el acto.” Murmuró Clémentine al darse cuenta de que varios estudiantes estaban entrando a la sala de acto.

Este era el primer día de regreso de la academia y siempre se empezaba con un acto.

“Hay más estudiantes de lo que esperaba.” Murmuró Eva, al observar al número de estudiantes que estaba entrando y que actualmente se encontraban esperando.

El pequeño grupo estaba apartado y en una esquina, permitiéndole a ellos observar a los estudiantes que entraban y se dirigían a los diferentes grupos de los diferentes años.

Era un número bastante alto y entre ellos había rostros conocidos y muchos desconocidos, siendo ellos quienes resaltaban con mayor evidencia.

Tal vez no conocían a todos los estudiantes, pero cuando un número de estudiantes desconocidos estaba en un mismo lugar, era imposible negar que había caras nuevas.

“Es porque los estudiantes de segundo y tercer año regresan de sus prácticas de varios meses.” Respondió Clémentine y recibiendo la atención de sus compañeros, explicó. “Ellos participan en asuntos serios o son miembros de alguna organización. Así que es común ver algunos estudiantes que en la primera mitad del año no habíamos visto.” 

Su hermano había venido a la academia antes que ella y conocía un poco de la situación.

Era normal que los estudiantes de segundo o tercer año ya fueran miembros de alguna organización o estuvieran dentro de algún gremio como héroes en prácticas.

También era común verlos con algunos grupos de héroes o como parte de una iglesia.

Esa era la razón de la que había más estudiantes de lo que se esperaba y entre ellos estaban caras nuevas.

“Ya va a empezar. ¿Van a venir?” Preguntó Nicole dudosa mirando los alrededores.

Los estudiantes ya se estaban acercando y entrando a la sala de actos para que este pudiera empezar, pero todavía no se veía rastros de Aurora o Alice.

Si bien les había avisado que vendrían, era posible que cambiaran de opinión.

Sabían que Aurora y Alice habían venido a la ‘academia’ por vacaciones y de paso tomar algunos estudiantes para enseñarle, y eso era todo.

Recordando las capacidades del grupo de mercenarios y de sus miembros, era difícil imaginar que alguien como ellas regresaría a la academia, cuando no la necesitaban.

“¡Te dije que terminaras rápido!” Exclamó Aurora entrando a la sala mirando negativamente a su glotona amiga.

“¡Fue tu culpa! ¡¿Por qué haces comidas tan deliciosas?!” Preguntó Alice con un ligero puchero y abriendo su bolsa de papitas, agregó. “Además, esta vez hiciste demasiada comida… Tenía que terminarla toda.”

¿Se estaba excusando?

Clémentine sintió como si esa excusa fuera la más absurda que había escuchado y lo más sorprende fue que quedaba perfecto en alguien como Alice.

“Lo siento por la tardanza.” Dijo Aurora tras saludar a los presentes y mirando que el acto estaba comenzando, murmuró. “La próxima vez hago la comida más temprano.”

Expresiones extrañas aparecieron en aquellos que la escucharon.

En vez de reducir la porción de la comida, seleccionó la segunda medida que seguía ‘mal criando’ a su amiga.

Ciertamente, era extraño y entretenido cuando uno pensaba que comer demasiado fue la causa de su retraso.

******

El Director Vincent al subir a la plataforma de acto observó a los estudiantes, que habían vuelto de sus prácticas.

Si bien los estudiantes de primer año tuvieron una práctica de un mes, los estudiantes de segundo o tercer año habían realizado sus prácticas durante más tiempo o incluso trabajaban de manera formal.

La academia era conocida por su accesibilidad a la hora de ayudar a los estudiantes a que se desarrollaran y los estudiantes del segundo y tercer año, tenían bastante libertad para hacer múltiples tareas.

Quienes destacaban eran los de primer año y quienes independientemente de su profesión principal, asistieron a prácticas que en lugares que ellos mismo eligieron.

Y al igual que la primera parte del año, esta segunda parte también iba a ser diferente en múltiples sentidos.

“Me alegro de que estén de vuelta y espero que estas prácticas le hayan ayudado a mejorar y a conocer un poco más.” Dijo el Director Vincent empezando su discurso.

Ya fuera los estudiantes de apoyo como los artesanos o curanderos o los estudiantes de batalla, cada uno de ellos pudo participar en una práctica.

Bajo el mando de un gremio, organización o grupo de confianza, cada uno de ellos estuvo en otra parte, conociendo el mundo a sus propias maneras.

Tal vez no todos los estudiantes recibieron lo que deseaban del grupo en el cual estuvieron, pero era innegable que cada uno de ellos extendió un poco más su perspectiva.

En algunos casos aprendiendo a soportar algunas actitudes de jefes molestos, conviviendo con compañeros que podría haberle desagrado o incluso teniendo que aguantar el arrepentimiento de haber elegido mal.

Estas prácticas no se trataban de mejorar las capacidades de los estudiantes, se buscaba que ellos conocieran el mundo de una manera mejor y la mejor experiencia era trabajar bajo alguien y tener nuevos compañeros. 

Era innegable que algunos de los estudiantes se desarrollaron, aprendiendo sobre sus habilidades y mejorando sus capacidades, aunque para el Director Vincent que aprendieran un poco sobre la vida, era una ganancia.

“Espero que sigamos aprendiendo durante este medio año. Este medio año que será diferente a todos los demás años.” Anunció el Director Vincent y mirando a los estudiantes, reveló. “Este año no solo tendremos nuestro torneo anual en la academia, sino que aquellos ganadores participaran en un torneo realizado en Sudamérica en el cual se encontraran presentes decenas de academias de todo el mundo.”

Sorpresa y conmoción se extendió por los estudiantes.

Tan repentino y brusco cambio que nunca se había realizado, atrajo la sorpresa de los estudiantes de todos los años.

La Academia de Héroes nunca había realizado este tipo de torneo y mayor aun, nunca había participado en un torneo de tan alto nivel.

Estaba bien incentivar la competencia o entrenar para luchar contra humanos, pero ser exhibidos en un torneo para disfrute de otras personas como si fuera mercancía no era algo del agrado del Director Vincent.

Por tal razón fue que, durante los años anteriores, el torneo escolar se hacía en privado. 

Los héroes no necesitaban luchar entre ellos para demostrar quién era mejor, necesitaban luchar contra monstruos y maleantes que buscaban arruinar este mundo.

Para Vincent, la Academia no necesitaba esa clase de competitividad, que empleaban otras academias para incentivar a que los estudiantes mejoraran.

Al menos a sus ojos, los héroes estaban aquí para ayudar a otros y si ellos salvaban, aunque sea una sola persona, la academia saldría ganando.

Tal vez algunos lo llamarían idealista, pero esta era su academia y esa clase de héroes quería él como el director.

Solo que esta vez era diferente debido a las circunstancias futuras.

“Aquellos que desean participar y ganen el torneo académico, tendrán la oportunidad de viajar a Sudamérica para participar en el torneo internacional de las Academias.” Reveló el Director Vincent y al mirar la emoción de los estudiantes, ocultó su amarga sonrisa por dentro y anunció. “Los eventos en el torneo internacional solo son conocidos por las autoridades que lo organizan, aquellos que deseen participar tienen que estar preparados para cualquier cosa.”

En este torneo internacional no solo participaba su propia academia, sino que otras academias que habían evitado este tipo de torneos desde su inicio y era a la vez sorprendente, como emocionante para los estudiantes.

Observando a los estudiantes, sus ojos se quedaron fijos en algunos individuos perspicaces le encontraron extraño que él aceptara este evento.

¿Ese dúo estaba al tanto de las circunstancias futuras? Las hijas de su allegada, no eran simples.

El Director Vincent dejó de prestar atención a este tema y acalló a los estudiantes que estaban murmurando entre ellos.

“En la aplicación de la academia se les dejará mayor información. Los profesores y la academia apoyarán a los estudiantes que deseen participar en ambos torneos.” Agregó el Director Vincent.

A pesar de que no le gustaba, ciertamente el torneo durante estos tiempos iba a ser bastante útil.

Así que apoyaría completamente a sus estudiantes para que puedan demostrar sus habilidades y puedan ganar algo de este torneo.

Ese era el primer cambio que sucedería esta segunda mitad de año y el otro era…

“Ven.” Ordenó el Director Vincent a dos figuras encapuchadas que estaban cerca del escenario.

Si antes estaban emocionados por el supuesto torneo, esta vez los estudiantes expresaron su curiosidad ante las dos figuras que ocultaban sus rostros.

“Por primera vez en la historia de la humanidad, tenemos estudiantes de intercambio… De otro mundo.” Anunció el Director Vincent sorprendiendo a los estudiantes y sonriendo para que las figuras se quitaran la capucha, añadió. “Déjenme presentarle a la Princesa del Imperio Falion, Cithrel Elamaris Falion y a su compañero Venali Virsalor.”

Los estudiantes abrieron sus bocas de sorpresa al observar las orejas largas del par de elfos que sin duda robaban el aliento.

El Director Vincent dio una sonrisa, sabiendo que sin duda esta segunda mitad de año sería muy diferente a otras.