Capítulo 114: Parte del pasado.

En la sala de entrenamiento, Leslie leyó el último mensaje.

“Tch… Al parecer Érica se retrasó, dice que conoció a alguien que la está ayudando con su entrenamiento.” Murmuró Leslie con un suspiro decepcionado al leer el mensaje de su amiga.

“¿Entonces a quien invitamos?” Preguntó Nicole con duda.

En tan solo unos minutos el Profesor Miller entraría y seguramente diría que el entrenamiento para el torneo empezó.

Esta semana terminaría las inscripciones y tendrían que comenzar a prepararse para el torneo académico.

Ahora sin Érica, su equipo estaba incompleto y necesitaban un miembro más para al menos conseguir el mínimo necesario para participar.

Leslie, Érica y Clémentine dieron una mirada a la persona más cercana y la expresión de Aurora que observaba, tembló.

Ella no deseaba participar.

No era como si creyera que era superior a los estudiantes o pensara que ganaría fácilmente, sino que estaba prestando atención a otros asuntos.

Estaba trabajando como guardaespaldas de Cithrel mientras esperaba noticias sobre el gran evento que eventualmente vendría.

No era una espera agradable.

“¿Qué tal si invitan a Alexey o a Cristian, Eva, Wendy o Joslyn?” Opinó Aurora dando todos los nombres que recordaba.

Cada uno de ellos era estudiantes fuertes del primer año, que destacaban a simple vista.

“Todos han formado sus propios equipos o ya pertenecen a otros.” Respondió Leslie rechazando su recomendación.

Aurora que estaba recibiendo una mirada intensa de Leslie, fue salvada cuando Clémentine levantó la mano.

“Tal vez conozca a alguien que pueda unirse.” Intervino Clémentine y con una sonrisa, detalló. “Es un mago de aire y puede que la conozcan. Dalia Abboud, generalmente pasa desapercibida.”

Aurora asintió recordando ese nombre.

Fue uno de los miembros que estuvo durante el casi desbordamiento de la mazmorra natural causada por un demonio y tenía que admitir que era una mujer silenciosa y que pasaba desapercibida.

“Te lo dejaremos a ti.” Comentó Leslie con un suspiro.

Estaban contando con Érica y la preferían a ella, porque habían entrenado antes y conocían la capacidad de su compañera.

Aunque si no era posible, ellos tenían experiencia en cooperar con extraños y podrían trabajar con otra persona.

Charlando un poco sobre el torneo, tras un par de minutos Andrés llegó y se acercó a su grupo, con una expresión cansada.

“Lo siento por llegar tarde. El trabajo es agotador.” Explicó Andrés con un suspiro y al momento siguiente, murmuró. “Aunque por hora es un entrenamiento de novato.” 

Aurora podía darse cuenta de Andrés estaba bastante agotado y aunque sentía simpatía, tenía que admitir que le estaba poniendo bastante esfuerzo tanto a su trabajo como estudio.

Tras medio minuto después, Cithrel y Venali entraron, llamando la atención de todos los presentes como siempre y esa mujer, se acercó a su grupo.

“¿Ya terminaron su asunto?” Preguntó Aurora con curiosidad.

La mayoría de las veces venían juntas a la academia y si bien no era necesario que la acompañara en el interior, las primeras clases siempre la tenían juntas.

Sin embargo, hoy fue diferente y Cithrel se había retirado a solucionar algunos asuntos, que no explicó demasiado.

“Ya he terminado.” Respondió Cithrel y al ver la mirada curiosa de Aurora, dio una sonrisa y misteriosamente, comentó. “En un momento lo descubrirás.”

Aurora asintió y esperó la llegada del Profesor Miller.

Estaban en la clase de combate y la mayoría de esta clase participarían en el torneo académico.

Incluso si no eran todos había bastante estudiantes que sin dudarlo se unirían al torneo.

Mientras esperaba a que el profesor llegara, Aurora pudo notar algunos grupos listos y reunidos.

Cristian, Wendy, Alexey, Eva y Marc lideraban sus grupos que ya estaban armados.

Había otros grupos ya preparados y algunos estudiantes buscando a otros grupos a los que unirse, no obstante, esos estudiantes eran los más llamativos a causa de su buen rendimiento.

No era como si todos participarían en el torneo en la sección grupal, había otros estudiantes que deseaban participar en la parte individual, sin querer hacer grupos.

En cierto, modo el torneo grupal no era tan atractivo a causa de la desventaja con otros rangos.

En el torneo grupal, no había tantas reglas y los grupos podían estar compuestos por usuarios de habilidades de rango A o rango B, siendo posible entremezclarse.

Para Aurora, los maestros arreglarían los grupos para que los equipos se enfrentaran a equipo de su misma capacidad, en vez de enfrentarse a equipos que podrían descalificarlos de inmediato.

Este torneo era para que los estudiantes aprendieran y el Director Vincent, enfatizaba ese punto.

El torneo académico era más laxo muy diferente a lo que seguramente sería el torneo internacional, que podría tener más reglas.

Tras esperar varios minutos después del comienzo de la clase, el Profesor Miller entró y para sorpresa de todos, fue acompañado de un joven hombre.

Era bastante guapo de cabello castaño claro y ojos celestes, cuyas facciones resultaban darle una mayor seriedad a su rostro y que llevara una túnica de mago, dio una impresión única.

Aurora reconoció al joven de inmediato y fue imposible que no lo reconociera, cuando él trabajó para ella hace bastante tiempo.

A diferencia de Akira, con la cual trabajaba y se relacionaba seguido, con el joven terminaron siendo distantes.

En esos tiempos, Aurora era diferente de la actualidad y al final, no terminaron en buenos términos.

Él y Akira fueron dos estudiantes que estuvieron bajo su mando y si bien hubo un tercero que estaba en medio de ambos, ese individuo por lo general era muy trabajador.

“Presten atención. Desde ahora empezaremos un entrenamiento para que estén preparados para el torneo académico. A pesar de que es un torneo de la academia, no duden de la dificultad. Hay estudiantes de segundo y tercer año que son rangos B, pero tienen una enorme experiencia y capacidad, que los supera completamente.” Anunció el Profesor Miller desde el principio.

No todos podían ascender de rango y algunos se quedaban estancados en algunos rangos específicos, sin embargo, eso no significaba que fueran débiles.

Compensaban su fuerza con experiencia, trabajo duro y un excelente equipo.

No había que subestimar a esos estudiantes que ya habían estado en prácticas en diferentes lugares y habían reunido una alta experiencia.

“Esto también les servirá para aquellos que tienen la posibilidad de participar en el torneo internacional. No obstante, esas personas tendrán que poner un doble de esfuerzo si quieren tener posibilidades de ganar contra las diferentes academias que participan.” Añadió el Profesor Miller y con un tono serio, detalló. “Se enfrentarán a diferentes individuos con diferentes habilidades y talentos, tienen que prepararse de la mejor forma.”

Con esa declaración el Profesor Miller le hizo una señal a Venali para qué se adelantará.

Cuando Venali con su expresión seria llegó al lado de profesor, miró a los estudiantes con indiferencia, ganando los suspiros de algunos estudiantes, tanto varones como mujeres. 

Venali con su guapa y andrógina apariencia se ganaba el corazón de tanto hombre y mujeres y si bien su actitud fría y distante era lo que atraía al público femenino, a algunos estudiantes masculinos también le gustaba esa actitud.

“Está haciendo dudar a muchos estudiantes de su sexualidad…” Murmuró Alice con un tono entretenido mirando a las estudiantes femeninas.

Los labios de Aurora temblaron e hizo como si no hubiera escuchado nada.

“Ya deben conocer Venali Virsalor. Como un individuo de ‘Terra nova’ tiene altas capacidades mágicas y es un espadachín experimentado de Rango S. Se ha ofrecido a ayudarlos a entrenar para que ustedes puedan dar todo de sí.” Informó el Profesor Miller y luego mirando al joven de su lado y presentó. “Edward es un estudiante de tercer año y un mago de relámpago de rango S. Entrenar con él, les permitirá tener otra clase de oponente.” 

Que los estudiantes se enfrentaran a oponentes de rangos mayores a ellos, les ayudaría a mejorar más rápido, gracias a que no necesitaban contenerse en contra de tales oponentes.

Lo mejor era que de un lado, estaba un mago y el otro un espadachín, teniendo cierta diversidad en el estilo de combate y les ayudaría cuando se enfrentaran a oponentes similares.

Quizás planeando como eliminar a un rango S o al menos, intentarlo.

“En cuanto a aquellos estudiantes que no tengan deseos de participar en el torneo, tendrán el mismo entrenamiento.” Anuncio el Profesor Miller.

Andrés puso una mirada amarga.

******

Tras terminar su parte de entrenamiento, Aurora utilizó el artefacto de limpieza y al mismo tiempo, sintió una brisa refrescante que alivio sus músculos y mente.

“Gracias.” Dijo Aurora mirando a Cithrel que había realizado ese hechizo.

Aurora pudo suponer que se trataba de un hechizo de magia de aire, mental y curación, que probablemente ayudaba a revitalizar el cuerpo entero.

Si bien no estaba segura de su idea, ella creía que, si era convertido en un artefacto, podría venderse por bastante dinero.

Cithrel solo dio una sonrisa y observó el entrenamiento que estaban haciendo los demás estudiantes.

En esta sala solo se encontraban un pequeño grupo de estudiantes, entrenando en diferentes secciones o entre ellos.

La única que no estaba entrenando era Alice, quien, con su inseparable bolsa de papitas, observaba como su grupo, entrenaba con otros estudiantes.

Clémentine, Érica y Leslie contra el grupo de cinco miembros de Alexey.

Ya que Clémentine era un Rango A, se le dio ventaja al otro grupo para ‘igualar’ un poco el combate.

Aun así, a pesar de que Alexey usaba su magia de agua intentando detener a Clémentine junto a dos compañeros, la psiónica era bastante poderosa y ellos no eran su rival.

A diferencia de Cithrel, la mirada de Aurora dio a parar a Venali.

Se estaba enfrentando a Marc que audazmente intentaba atacarla, sin acertar ningún golpe.

A Marc no le agradaba el Imperio Falion y su gente.

Era alguien que mostraba su desagrado en un entrenamiento y fue por esa razón, trató de golpear a su oponente, tal vez queriendo ridiculizarlo.

Era fácil de notar tales intenciones y a Venali no le importo, sino que lo golpeaba con su espada de madera, esquivando con simpleza y a la vez señalaba los errores con facilidad.

Para ser joven, Venali era alguien que como espadachín no parecía nada simple.

“Pensé que ustedes intentarían participar en el torneo.” Comentó Aurora con honestidad.

En el torneo académico no había una sección de rango S, eso era porque no había tantos estudiantes de ese rango e incluso entre aquellos que estaban en tercer año.

Sin embargo, era diferente con el torneo internacional en donde se podrían encontrar rangos S, presentes de otras academias.

La ‘nueva generación’ tenía un alto número de ascensos en rangos y eso era bastante normal en los últimos años.

“No. Traería mala reputación a la academia si decido participar en el torneo internacional.” Dijo Cithrel y mirando a Venali que terminaba con su oponente en un instante, agregó. “Algunos pensarían que hacemos trampas.”

Aurora observó a esa elfa, sin comprender como otros podrían pensar que podrían hacer trampas.

“Tengo 25 años y en la academia solo aceptan estudiantes hasta los 21 años, con algunas excepciones. Que nosotros estemos aquí, ya es una concesión grande por parte de la academia.” Explicó Cithrel y luego tocando su larga oreja, comentó. “Además, soy un medio-elfo. Todos podrían creer que tengo cientos de años y confundirme.” 

Tener una larga vida significaba que envejecerían lentamente y era normal confundir a una joven elfa de cientos de años por una joven elfa en su veintena y viceversa.

En este caso tanto Cithrel y Venali eran bastante jóvenes y como individuos parte del Imperio Falion, probablemente no era nada bueno provocar una mala imagen.

Aurora entendió esas palabras no enunciadas de forma expresa y asintió con calma, dejando a Cithrel observando el combate.

Justo cuando estuvo por acercarse a Alice para preguntarle si deseaba desayunar, ella notó que Edward entraba a la sala.

Cuando sus miradas se cruzaron, él dio una suave sonrisa y tras unos segundos de mirarse, se adelantó para acercarse.

“Perdón por no venir a saludarte durante la primera mitad de año.” Dijo Edward y con una media sonrisa, añadió. “Y también me disculpo por no comunicarme durante este tiempo. He estado entrenando para convertirme en un Rango S. Aunque ya lo logre.”

Estaba un poco incómodo y era visible por la media sonrisa que daba.

“Felicidades.” Respondió Aurora con una sonrisa verdaderamente honesta.

Edward era alguien que tenía un talento único para la magia de relámpagos y su mayor ventaja no era la afinidad a ese elemento, sino que la enorme fuente de energía mágica.

Lo suficiente aterradora como para que pudiera lanzar hechizos más potentes que cualquier mago de su mismo rango.

Si bien ella no tuvo demasiada participación en el ascenso, Aurora siempre estaba feliz porque un conocido subiera de rango y le agradaba que Edward hubiera podido progresar por su cuenta, sin estacarse.

“En cuanto a lo de comunicarse, no te preocupes no es para tanto.” Dijo Aurora encogiéndose de hombros.

Si Aurora era honesta, ella no podía negar que le costaba mantener amistades y conocidos.

Podía excusarse diciendo que tenía trabajo, pero era innegable que podía llamar o enviar algunos mensajes y al final no lo hacía y por tal razón, no se iba a molestar con el joven.

En cuanto a la necesidad de ayuda, ambos eran bastante independientes y orgullosos como para no pedir ayuda.

Edward era muy diferente a Akira, quien era capaz de hablar hasta las tres de la mañana o podía llegar de repente, para invitarla a salir.

Que Akira estuviera informando por mensajes, sobre las misiones que podían tomar juntos cuando fueran a Japón, era la prueba de que esa joven era excelente para mantener la amistad.

Si bien hubo un silencio incómodo al principio cuando ambos soltaron una risa, empezaron a charlar sobre lo que hicieron durante estos años.

Sucesos en África, eventos importantes y no tan importante, los planes de Edward y temas tan importante, como simples.

Hace años, cuando ambos se conocieron Edward era arrogante y no le gustaba trabajar bajo dos ‘niñas’ a pesar de que tenían un año de diferencia.

Y esos conflictos para Aurora parecieron parte del pasado, uno muy lejano.

Aurora no iba a negar que, en ese tiempo, ella también tuvo su lado malo y era lo suficiente como para admitir que ambos habían cambiado.

Mientras ella era más suelta al acercarse a otros, Edward mostraba su carisma, mezclándolo con cierta solemnidad que a veces desaparecía cuando daba sonrisas y lo que más destacaba era la humildad que mostraba.

“Este año terminaré la academia y quiero entrar al gremio de héroes para ver si puedo cambiarlo desde dentro.” Explicó Edward con un toque de vergüenza en su voz.

El gremio de héroes apoyaba, registraba y gestionaba a los héroes de todo el mundo y aunque era admirado, tenía sus fallas.

La mayor crítica era que no eran tan participativos en los eventos que asolaban al mundo y en el cual héroes podían ser de ayuda y que alguien los volviera más participativo, resultaría bastante bueno.

“Eso es genial.” Dijo Aurora y tras pensarlo, dio una sonrisa entusiasta y comentó. “Estaría bueno que incluyan nuevos programas para apoyar a héroes de zonas distantes y dejar de centrarse en las ciudades.”

El número de héroes era mayor en las ciudades, que en las zonas rurales o áreas en precarias en donde había mayores problemas.

Si desde el mismo gremio de héroes comenzaran a incentivar un cambio en la tendencia, era probable que, en el futuro, más y ms héroes fueran a áreas en donde necesitaban su fuerza.

Como lo era África o las tierras sin ley.

“Esa es una excelente propuesta.” Respondió Edward y con una sonrisa entretenida, bromeó. “Cuando alcance en convertirme en un ‘ejecutivo’ del gremio. Te invitaré a que te conviertas en mi consejera. Esta vez yo seré el jefe. Así que me sentiré mejor.”

Aurora se rio ante ese comentario

Estaba aceptando que en su momento tenía cierta animosidad de que ellas fueran sus jefas y a la vez, estaba admitiendo que era un sin sentido del pasado.

Un sin sentido que a Aurora tampoco le importó y menos cuando ambos eran jóvenes.