Capítulo 144: Un arma aterradora.

En el comedor de la Academia de Héroes, Aurora miró a Vanessa que estaba presente.

“¿Estás preparada para el torneo?” Preguntó Aurora a Vanessa mientras disfrutaban de los manjares del comedor de la academia.

Vanessa no solo estaba participando como curandera para la sección del torneo internacional de esa profesión, sino que también era la participante para el torneo de alquimia.

Eso significaba que tendría dos competiciones.

Aurora no pudo negar que estaba intrigada por cómo serían las competencias de esas dos profesiones que pasaban tan desapercibidas en la actualidad.

“Sí. Me siento más preparada para la sección de curación. Tengo confianza en mis habilidades.” Respondió Vanessa y rascándose sus mejillas, murmuró. “En el torneo de alquimia, me centro más pócimas para mejorar o curar el cuerpo. Nada de ataque.”

Como una curadora ya había tomado trabajos reales y había estado en Kenia donde la situación fue tan compleja como complicada.

Había adquirido experiencia incluso cuando se combatía en el frente y tenía experiencia como curadora, muy diferente en la alquimia.

Los alquimistas podían crear diferentes tipos de poción si tenían los materiales necesarios.

Podían producir pociones para curar heridas internas o externas, detener enfermedades o curarlas por completo e incluso podían crear algunos brebajes que daban efectos especiales.

Tal era como el brebaje para ver en la oscuridad, obtener una resistencia a un elemento o simplemente capaz de agudizar los sentidos.

A causa de la multiplicidad del conocimiento y las ramas dentro de la alquimia, era imposible centrarse en todo y necesitaba especializarse en un tema específico. 

Vanessa se especializó en curación y mejorar el cuerpo dejando aquellos brebajes o pociones de ataque de lado.

Una parte de la razón era que resultaba caro lanzar pociones o bombas alquímicas y si bien algunos tenían efectos aterradores, los materiales tenían un precio elevado.

No importa cuán útil fuera una poción que carcomiera la carne, que congelara o paralizara el cuerpo, resultaba imposible usarlo como un medio de ataque normal, excepto que tuviera dinero. 

“Creo que lo harás bien.” Dijo Aurora dando una sonrisa para animarla.

Había escuchado buenos comentarios de la Cardenal Brousseau sobre ella y también recibió los cumplidos de la Sumo Sacerdotisa Xaali, así que Aurora tenía confianza en la actuación de Vanessa.

Una ligera sonrisa apareció Vanessa al recibir tanta confianza y dando un agradecimiento, le echó un vistazo a Clémentine y Alice que se acercaban.

“¿Cómo le fue?” Preguntó Vanessa curiosamente.

La semana estaba empezando y tanto Alice como Clémentine tuvieron los primeros retadores

Aurora no había ido a verlos y la razón fue simple, cuando uno notaba la indiferencia de Alice y la calma de Clémentine.

“Fácil. Solo me hicieron perder el tiempo.” Respondió Alice mientras pedía su comida.

El número de retadores de Alice era bastante menor de lo que esperaba, tal vez debido a que había vencido a los mejores estudiantes de la academia.

Aun así, hubo uno que otro estudiante que deseo probar por sí mismo a Alice… Lo que la llevó a combatir y perder tiempo en vencerlos.

“Mi oponente fue un estudiante con el que había luchado antes y no fue tan difícil.” Respondió Clémentine y dando una media sonrisa, murmuró. “Aun así, tengo algunos oponentes en mi lista.”

Todos lo que ocupaban un puesto tenían una lista de aquellos retadores que se inscribieron esta semana.

Esos combates se dividían toda la semana para no cansar ni agotar a quien ocupaba el puesto y la academia le ayudaba a que se recuperaran rápido y a la vez cierto tiempo de descanso, para que pudieran resistir la molienda de enfrentamientos recurrentes. 

Cithrel estaba encargada de curar a aquellos que ocupaban los puestos, llevando a que se recuperaran lo más rápido posible, siendo posible continuar con otros retadores. 

Entre los Rangos A no era tan frecuente el número de oponentes, no obstante, era diferente para los rangos B.

Aun así, esta semana pasaría muy rápido y era posible que antes de que se dieran cuenta ya estuvieran preparándose para el viaje a Sudamérica.

El sistema de retar por un puesto creaba una desventaja para aquellos que ocupaban dicho puesto, pero a la vez servía para presionarlos al límite y que pudieran progresar a gran velocidad.

A Nicole le encantaba, ya que tenía a bastantes personas retando por su puesto y ella estaba mejorando cada vez más.

Si bien los combates de Nicole descotaban por su ferocidad, otros estudiantes resaltaron como Niels, quien arrebató un puesto al rango A que era desconocido. 

Marc que seguramente se recuperaría en este tiempo iría por un lugar entre los Rangos B.

Pero lo más importante para el grupo era Érica y Leslie, quienes estaban preparándose para obtener un puesto entre esos Rangos B y luego estaban dispuestas a mantenerlo.

“Algunos estudiantes lo tienen difícil.” Murmuró Vanessa y cuando lo miraron, explicó. “Por ejemplo, Dalia es una maga y una gran cantidad de estudiante la ven como un objetivo ‘débil’. Llevando a que tenga varios retadores.”

Aquellos que parecían débiles fueron lo que más personas en su lista tuvieron.

Eso significaba que tendrían combates constantes para mantener su puesto y tras recuperarse tendrían que volver a luchar.

No era como si fuera una completa desventaja para ellos.

Tenían sus ventajas como lo era descansar antes de cualquier combate y, por último, la capacidad de volver a retar a su oponente para recuperar su puesto, en caso de que perdieran un combate.

Esta vez la barrera estaba más activa que antes y las heridas serían más ligeras, limitando la ferocidad del combate y las heridas ocasionadas.

“Esta es una gran oportunidad para mejorar. Algunos ven que los magos son débiles ante los luchadores o espadachines, pero es cuestión de la capacidad personal.” Dijo Aurora sin darle demasiada importancia.

Una profesión tenía ventajas y desventajas y dependía de la persona tratar de cubrir sus desventajas.

Como luchadora ella no tenía una capacidad de largo alcance y esa desventaja fue cubierta con su armadura que tenía la capacidad de movimiento a corta distancia.

Era lo mismo con los demás y en el caso de Leslie era un ejemplo claro de cubrir sus desventajas.

“Vamos a ver a Leslie. Estoy curiosa por ver como se gana el puesto.” Invitó Aurora al terminar de comer.

Ella no tenía duda de que Leslie ganaría y más cuando tenía sus cartas ocultas, aunque era interesante verlo.

Y más cuando el oponente era un luchador.

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Leslie ajustó su armadura con exoesqueleto y analizó a su oponente.

La armadura que llevaba equipada era una a cuerpo completo y el casco que la cubría, se ajustó mientras que la inteligencia artificial analizaba sus alrededores.

Cambiando el diseño de su arma a un rifle de francotirador, ella se preparó a una alta velocidad.

Ahora a diferencia de antes estaban luchando por un puesto y, por ende, ellos eran capaces de usar su mejor arma y armadura, sin ningún límite para mostrar sus capacidades. 

Dándole la posibilidad a los mecánicos de reincorporarse en el combate y Leslie iba a mostrar toda su capacidad.

El luchador estaba tenso al otro lado de la arena y estaba preparado para acortar la distancia en un instante tratando de derrotarla en un combate cercano.

Una buena táctica, que la terminó llevando a que perdiera en el torneo individual. 

Sin embargo, hoy sería diferente.

Mirando a su oponente y recibiendo la mirada de la otra parte, ella notó el nerviosismo en su rival.

Era normal cuando a quien se enfrentaba era a un maestro de armas y una mecánica que estaba equipada hasta los dientes.

Como si fuera poco, los estudiantes conocían que Leslie era alguien que venía de una familia con dinero y que era capaz de usar su riqueza familiar para mejorar su fuerza. 

Hasta era posible que se sintiera frustrado y era normal. 

Leslie podía entenderlo, ya que ella también se sintió frustrada cuando luchaba en el torneo académico con armas normales.

Sin embargo, para conseguir el torneo internacional los estudiantes podían usar su mejor equipo para ganar y nadie podía usar excusa.

“¡Que comience la batalla!”

La voz del anfitrión resonó por los alrededores y Leslie tomó su rifle de francotirador para apuntar a su objetivo que cargó en su contra.

Tratando de rodearla y realizando zigzag para que le fuera difícil disparar.

Su IA le ayudaba a predecir los movimientos y le daba una rápida actualización de su objetivo, pero su talento le ayudaba a adaptarse a este combate.

Leslie no disparo a pesar de que vio buenos momentos para hacerlo y el luchador empezó a rodearla acercándose velozmente.

Se notaba que estaba tenso a causa de que ella no había realizado su disparo y Leslie solo observó con su arma en su mano siempre manteniendo su objetivo en su mira.

No importaba que su objetivo se moviera, sus reflejos eran rápidos y ahora con su armadura que igualaba la capacidad de un luchador de Rango B, podía mantener el ritmo de su objetivo.

Su falta de movimiento hizo que su oponente se tensara dudando de cargar con todo o simplemente seguir esquivando hasta que encontrara un momento adecuado.

Al final, la tensión se rompió cuando el luchador empezó a correr rodeándola y creando plataformas para elevarse por el cielo tratando de esquivar el disparo en un zigzag aéreo.

Leslie no se inmutó y su dedo se acercó a su gatillo.

Entre más cerca más difícil fue precisar su disparo e incluso con ese miedo y la alta tensión, ella mantuvo su calma y esperó, sabiendo que era la mejor elección. 

El luchador se acercó y cuando estuvo a unos metros en el aire a punto de abalanzarse con todo, Leslie apretó el gatillo.

*Bang*

El sonido resonó y la bala ya había golpeado la barrera de la armadura del luchador y lo había atravesado logrando que la barrera de la arena se activara.

Entonces, Leslie vio como el luchador giraba como un trompo en el cielo a causa del terrible disparo que dio en su hombro.

Ese disparo fue potente y sin duda hubiera causado un grave daño al brazo del luchador si esto hubiera sido un combate real.

El contragolpe de su arma no fue demasiado gracias a su armadura y ella apuntó a su objetivo que volaba por el cielo, pero no disparo.

Tuvo la oportunidad de dar en su blanco en el aire, sin embargo, se dio cuenta de que sería demasiado excesivo.

El luchador cayó al suelo gimiendo de dolor.

La bala no provocó una herida grave gracias a la barrera personal y de la academia, aun así, la fuerza de impacto se trasmitió llevando a que el luchador estuviera herido.

Mirando cómo se detenía el combate anunciando su victoria, Leslie respiró profundamente al darse cuenta de que su arma era aterradora.

Gracias a su armadura pudo usar un arma que no estaba al nivel de un Rango B.

Sin embargo, Leslie lo sabía.

El arma y su armadura eran herramientas potentes y por más poderosas que fueran, no la convertían en un rango A.

Mejorar su control sobre su arma y la precisión, mientras que se adaptaba a su nueva armadura; ese era su objetivo si deseaba ascender de rango.

También obtener toda la experiencia que pudiera durante estos combates.

Leslie quería que ahora que ganó un puesto, los estudiantes trataran de desafiarla, para de esa forma mejorar y obtener experiencia.

¿En cuanto a perder? Ella tenía confianza para mantenerse en este puesto, aunque tuviera que usar todos sus trucos.