Capítulo 214: También.

La anterior atmosfera pasó bastante rápido, ya que Liam empezó a usar el reloj holográfico.

La misión que todos tenían era encontrar la causa de las apariciones de monstruos y si eran demonios atraparlos.

Para eso, Aurora pidió que Liam viniera.

Ese hombre no solo era alguien que estaba conectado al bajo mundo, sino que estaba en contacto con redes de información de diferentes naciones.

Quizás algunas eran lo suficiente grande para estar solamente en las ciudades mayores, no obstante, siempre había redes de información pequeñas que podían ser útiles.

“Parece que hay mucha gente.” Murmuró Liam sin evitar mirar los alrededores de la ciudad.

La Ciudad Mangalia no era tan grande como uno esperaría, pero al ser una ciudad portuaria y al estar cerca de la Ciudad Constanza se podía considerar como una ciudad en crecimiento.

Se demoraron menos de una hora llegar de la Ciudad Constanza y eso dejaba ver la cercanía de ambas ciudades.

Sin embargo, ahora se notaban la cantidad de personas a simple vista y gran parte de ellos eran mercenarios y aventureros que no fueron aceptados en el ejército.

No era como si ellos se ofrecieran para trabajo voluntario, la mayoría de ellos cobraban por ir a participar en los portales abismales.

Para Aurora no era nada raro cuando su grupo cobraba como miembros de las fuerzas oficiales del Imperio Falion.

A pesar de que el portal abismal seguía teniendo un nivel de amenaza desconocido, no era hasta el punto de que las personas se ofrecieran como voluntarios.

No era como si no había esa clase de personas, pero no era mayoría.

“Me gustaría sentirme a gusto, ¿pero están esperando que las fuerzas aliadas pierdan o solo es por curiosidad?” Dudó Liam con seriedad.

Aurora condujo lentamente adentrándose a la ciudad siguiendo el mapa de su GPS, pero su mirada estaba en la multitud.

Era difícil precisar cuál era la causa.

A lo mejor los aventureros o mercenarios pensaban que en algún momento las fuerzas aliadas tendrán problemas y los decidirán contratar o quizás esperaban que fueran contratados para mantener la calma por los alrededores o solamente venían buscando algunas oportunidades.

“Creo que…”

Antes de que Alice pudiera responder, la alarma resonó de inmediato y las personas comunes empezaron a evacuar.

Los autos se detuvieron en la calle y se adentraron a la zona de seguridad de los edificios.

“Una rápida evacuación.” Murmuró Aurora cuando detuvo el auto y lo estacionó.

No se movió a buscar la criatura, ya que esta apareció a unos veinte metros de su posición.

Una distorsión en el espacio se formó lentamente en el aire, dejando salir una pizca de aura ominosa tan frecuente en las criaturas mutadas y corrompidas por el ‘Caos’.

“Pueden calmarse. Yo Adala la ‘Marea Azul’ he venido a salvarlos.”

En ese momento una voz sonó y desde el cielo una mujer joven descendió mientras un brillo emanaba tenuemente de ella.

Si llevara una armadura metálica, lo que observaban pensarían que era del sol, pero esa joven mujer llevaba ropa ajustada que resaltaba sus curvas dándole un toque de sensualidad, pero a la vez un sentido único de confianza y la capa que revoloteaba le daba una sensación de ‘superhéroe’ muy común.

El cabello azul de la mujer en sus veintitantos fue empujado por el viento mientras daba una sonrisa al grupo y logrando que otros sacaran cámaras para grabar.

También se podía ver un dron siguiéndola para grabarla.

“No tienen que preocuparse, yo los ayudaré.” Dijo Adala con una sonrisa amable.

Alice solo comió unas papitas como si estuviera viendo un espectáculo y Liam miró su reloj holográfico con indiferencia, haciendo parecer como si el tiempo al detenerse se había desperdiciado.

“Gracias.” Respondió Aurora con una sonrisa amable.

Negando el sentimiento de que en algún momento ella también desea ser una ‘heroína’ que llegaba del cielo… Y lo terminó siendo con un estilo igual de llamativo.

Claro, ayudar a su grupo era solo una broma, los tres se podían considerar Rangos S y a pesar de que ella usaba su espada cuando era necesario, tenía confianza en su fuerza.

La expresión de Adala tembló ante esa mirada, pero como estaba en cámaras, se dio vuelta y observó a la criatura que acababa de aparecer.

“Un Rango B.” Murmuró Liam y susurrando en voz baja, preguntó. “¿Jefa, nos están pagando si perdemos el tiempo de esta forma?”

Adala, que había llegado del cielo, tenía un título personal y eso significaba que era un Rango S, pero ahora mismo se encontraba mirando a la criatura con seriedad.

Lo que había aparecido era un oso de garras negras y afiladas, con ojos llenos de locura y unas fauces con demasiados colmillos.

Aurora le pegó un codazo a Liam, que se retiró en silencio como un niño regañado.

Ese hombre dio el comentario a propósito y en voz alta, lo suficiente como para que Adala lo escuchara y temblara de molestia.

Así que fue un golpe bien merecido.

Alice dejó salir crujidos de papitas mientras se reía suavemente.

Solo Aurora se mantuvo con seriedad tratando de darle el debido respeto que merecía Adala, quien le recordaba un poco a su tiempo de adolescente.

“¡Grrr!”

“Muere!” Declaró Adala agitando su mano y creando una esfera de agua alrededor del oso.

El oso era grande y pesado, pero la esfera de agua lo cubrió completamente y a pesar de que la criatura había mutado y se había transformado en un monstruo, todavía tenía cualidades de un animal.

Eso significó que necesitaba respirar y se podía ahogar.

Al final, la criatura se ahogó en la espera y cuando el agua que conformaba la esfera desapareció cayó al piso.

Adala guardó el cadáver en su anillo espacial y dio una sonrisa, aquellos que aplaudían entonces dirigiéndola la mirando por última vez, reveló una expresión molesta al darse cuenta de que Aurora era la única que asentía con una sonrisa.

Sin causar problemas públicos desapareció completamente.

“Con todo este espectáculo acabo de perder valiosos minutos de trabajo.” Murmuró Liam agitando su cabeza con decepción.

Cuando Aurora le dio una mirada y él se escondió en el auto riéndose entretenido.

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Entrando a una habitación del departamento que alquilaron, Aurora observó a Liam que ya se había instalado.

“¿Y cómo va?” Preguntó Aurora con curiosidad.

Liam había tomado toda una habitación para él solo y él estaba en una esquina en una silla de computadora mientras observaba varias pantallas instaladas.

En el otro lado de la esquina había drones cuadrados que liberaban luces azules y que los ojos de Aurora eran nuevos.

No era experta en ese tema, pero fue imposible no conocer uno que otro tema cuando tenía de compañero a alguien como Liam.

“Ignóralos. Solo estoy probando si puedo replicar lo que hace Andrés.” Dijo Liam y al ver que ella estaba curiosa, explicó. “Básicamente, él emplea a otras IA de apoyo para potenciar su IA principal y tratar de asimilarme con ella. Es algo único, que no creo que pueda imitar, al menos no completamente. No logro tener el sentimiento que él me describió.”

Aurora asintió a medias comprendiendo un poco a lo que se refería.

El ‘asimilarse con su IA’ era para ella, el ‘volverse uno con su espada’… Convertirla en una parte de su cuerpo, un método muy conocido y un paso para los grandes espadachines.

Así que si cambiaba ‘espada’ por ‘IA’ entonces era como si la convirtiera en una parte de su cuerpo y Aurora de esa forma podía entender a lo que se refería.

“¿Pero lograste encontrar algo?” Preguntó, centrándose en el punto principal.

Cuando llegaron al hotel, ella había ido a hablar con los investigadores que estaban a cargo de analizar la defensa de la barrera dimensional y la densidad de energía mágica.

En cada gran ciudad había un equipo de esa clase de conocedores con la tecnología completa para encargarse de ese trabajo.

Eran ellos quienes daban la alarma en una zona y avisaban cuando una criatura o monstruo estaba por aparecer.

Esa clase de equipo era vital en cualquier ciudad y era una exigencia básica similar a la ‘salud’ o seguridad.

Algo muy normal cuando se pensaba que, si un monstruo aparecía y nadie era avisado, muchas personas podían morir antes de que llegaran los refuerzos.

“Claro.” Respondió Liam y guardando todos sus drones se levantó.

Ambos se dirigieron a la sala y Aurora se sentó al lado de Alice, que tenía papitas y un libro en sus manos.

“¿Puedo preguntarle que le dijeron los investigadores?” Preguntó Liam con un tono profesional.

“No es algo natural. Si bien el portal abismal genera cierta inestabilidad en la barrera dimensional, no es hasta el punto de desagarrarla.” Respondió Aurora y con un tono serio, contó. “Al menos que el portal se vuelva inestable, entonces puede causar graves peligros. ‘Debilitar’ la barrera dimensional es lo mínimo que puede suceder, lo peor sería causar un desgarro que permitirá que monstruos se adentren.”

Los investigadores dieron esa advertencia sabiendo que ella venía por parte de las fuerzas aliadas, simplemente queriendo trasmitir su preocupación.

Pero esa información era conocida, lo mismo había sucedido en Japón cuando un portal abismal se intentó formar y solo generó una inestabilidad superficial debilitando la barrera dimensional.

El ‘desgarro’ era lo que les preocupaba a los altos mandos de las fuerzas aliadas y era la causa de que las fuerzas aliadas no presionaron a los goblins.

La ‘barrera dimensional’ era un concepto extraño que ellos no podían ver, pero por diferentes medios podían sentirlo.

Se entendía como la ‘barrera’ que protegía a su ‘mundo’ de todas las energías, y al mismo tiempo de todos los otros mundos.

Básicamente, un aislamiento que los Dioses de la Tierra mantenían para evitar que criaturas y monstruos aterradores aparecieran.

O peor, que existencias más peligrosas pudieran llegar.

Terra nova les permitió a los terrícolas obtener mucho conocimiento y algunos jugadores llegaron a obtener conocimiento que un plebeyo e incluso un noble de Terra nova no obtendría.

En este caso el conocimiento sobre la barrera dimensional era libre y según los expertos cubría a todo el universo… Algo difícil de probar debido a que la humanidad estaba centrada solo en el interior de este planeta.

Por supuesto, no era como si las criaturas aparecieran en el espacio, en la luna o en marte, al menos por lo que los satélites mostraban nada extraño había aparecido.

El punto era que más allá de la barrera dimensional se encontraba el ‘Vacío’ que estaba impregnado de energías de todo tipo como la energía mágica y más importante el ‘Caos’.

Si un desgarro era causado, dependiendo del tamaño sería el nivel de monstruos que podrían adentrarse a este mundo.

“Los investigadores me informaron que, si bien ha habido un aumento de la energía mágica, lo que sea que está provocando este fenómeno solo apunta a que los monstruos se adentren.” Agregó Aurora con un tono serio.

Eso de por sí era raro y un equipo de investigadores junto a las autoridades rumanas correspondientes ya estaban investigando la causa, con la idea de qué demonios lo estaban causando.

Su grupo también vino a dar una mano.

Liam asintió como si él hubiera descubierto esa información antes que ella.

“Unos conocidos de Grecia me pasaron información local sobre unas pandillas. Hace rato terminé de infiltrarme en sus redes y relojes holográficos y he encontrado algunos rastros.” Dijo el hombre en calma.

Sin esperar que ella insistiera, trasmitió el informe a los relojes holográficos de ambas para que lo leyeran. 

Lo raro de la información que había compartido no era que algunas pandillas tenían algunos tratos sucios con la policía local, sino que una pandilla una vez recibió un cargamento en el puerto que tenía una máquina extraña.

Había una foto adjuntada, según Liam alguien sacó la foto y se la envío a quien lo contrato cuyo contacto se perdió.

Sin embargo, ese pandillero borró la foto de modo superficial y no permanentemente, lo que hizo que Liam lo pudiera encontrar en este momento.

En este mundo modernizado la mayoría usaba medios electrónicos, lo que convertía a alguien como Liam en una persona aterradora.

Era un trabajo ilegal y por tal razón fueron enviados por Urfin. 

“Envía la foto a las autoridades de Zerzura y pídele al ejército que me ayude echar un vistazo para ver de qué se trata esa máquina. También envíale un informe a Urfin de lo que encontraste, muéstrale todo.” Ordenó Aurora con seriedad.

Esto no estaba sucediendo solo aquí, sino que en otras ciudades cercanas a la ciudad Constanza sucedía lo mismo.

Solo que, a diferencia de unos mercenarios como ellos, los demás estaban restringidos por las leyes y tenían que seguir un procedimiento a la hora de actuar.

Infiltrarse en la red personal de un ciudadano era total y completamente ilegal, al menos que hubiera una orden dada oficialmente por el juez.

Sin embargo, era por esa razón que Urfin, en vez de esperar que las autoridades se encargaran, le pidió a su grupo que se encargara de la misión mencionando a Liam en el proceso.

Quería terminar con todo esto rápido y evitar que se volviera una situación compleja en donde las fuerzas aliadas estaban amenazadas de dos lados.

En este caso, ella no era ninguna heroína y sus valores estaban puestos en sus objetivos… Además, recibió una orden de sus jefes, así que incluso si se metía en problemas nadie se daría cuenta.

Y como si fuera poco, Liam no era alguien que fuera atrapado fácilmente, si fuera de esa manera entonces no estaría con ellas… Al pensar en eso, Aurora recordó su pasado y se dio recordó de que él estaba con ellas porque fue atrapado antes.

Aunque en ese sentido Liam en este momento era más hábil comparado hace años.

“¿Qué tal si se lo envío a la Empresa Cosmos para que le echen un vistazo?” Preguntó Liam y con una sonrisa, informó. “Tengo a conocidos que me ayudaran.”

Al escuchar esa pregunta, Aurora pensó en Kairos, al cual se había olvidado de enviarle mensajes debido al trabajo constante.

Esta era una buena oportunidad para enviarle primero un mensaje, pero al tener ese pensamiento ella desistió, ya que pedirle un favor no sería buen comienzo.

Aunque extrañamente sintió que él estaría feliz…

“¿Jefa?” Preguntó de vuelta Liam al verla aturdida y con un tono preocupado, preguntó. “¿Sucede algo?”

Alice también estaba mirándola atentamente.

Si bien Liam no conocía que había alguien en su cabeza que hablaba con textos y se autodenominó sistema, entendía que de vez en cuando se quedaba aturdida y sacaba buenas ideas.

Al ver que incluso Alice miraba atentamente a pesar de que la miraba raro cada vez que hablaba de su sistema, Aurora controló su expresión.

“No pasa nada. Hazlo y cuando Urfin responda, veremos que dice antes de actuar.” Dijo Aurora pareciendo algo seria.

Si Alice le llegaba a preguntar cuando estuviera sola, sin duda culparía a su sistema… Por dentro estaba demasiado avergonzada al decir que estaba pensando en un joven.

Liam asintió con calma y se fue a su habitación.

Aurora soltó un suspiro de alivio.

Entendía que las personas que estaban más cerca de ellas como Liam notaban cosas raras.

Sus ‘estupores’ y la capacidad de su sistema, que a veces parecía un equipo de apoyo completamente equipado, estaba lejos de lo que una persona podía hacer.

Así que era normal que empezaran a dudar de ella en ese punto. 

—Y también eres mala mentirosa.

Su sistema dio su comentario en texto en su mente y a pesar de que se sentía que no había emociones, llevaba una clara disconformidad ante su excusa que lo culpabilizaba.

Mirando a Alice que la miraba curiosa, queriendo saber que pensaba, Aurora estuvo de acuerdo con su sistema.

También era muy mala mentirosa.