Capítulo 256: Ella debía.

El temblor se extendió y Aurora empezó a escuchar ruido.

Como si, decenas o cientos de criaturas se movieran al mismo tiempo.

El túnel era oscuro, pero ella todavía podía ver gracias al brebaje que había tomado.

Aun así, el temblor que extendía ese ruido inminente de desastre y la presión que provenía de la atmósfera, hizo que ella apretara el agarre de su espada.

Sin embargo, su mano se mantuvo estable y ella avanzó sin miedo mientras las auras que rodeaban su espada se volvían más intensas.

Este túnel no tenía otro camino y era directo hacia la pequeña guarida de los goblins.

Al ser creada en medio de piedra, hizo parecer como si las criaturas no pudieran salir desde la pared, pero eso significó que había un solo camino para salir y entrar.

El temblor se volvió más fuerte y Aurora pudo ver a lo lejos a las criaturas que se acercaban.

Gusanos de un metro a cuatro metros de anchura y con una longitud que rondaba los ocho a más de diez metros, cada uno de ellos con una boca enorme. 

El inconveniente era que no vinieron uno o dos, sino que decenas de gusanos y cada uno se dirigía hacia ella con la intención de devorarla. 

Aurora con su espada en la mano se detuvo mirando a esos gusanos que venían avanzando por las paredes y el techo, sin dejar espacio abierto, dando la sensación de que sería tragada por esas criaturas, llevándola a la muerte.

¿Tuvo miedo?

Sí, todos deberían temer a esta escena y ella no fue diferente, pero su miedo no cambiaba su respuesta.

Fue enseñada a moverse primero y eso hizo.

Ella sacó una segunda espada de su inventario y con el aura celeste extendió una barrera y clavó la espada en el suelo, para impedir el paso de las criaturas al escondite. 

También evitó cualquier punto de retirada para ella y quedo encerrada con su enemigo, eliminando cualquier pensamiento de retirarse.

Entonces ella avanzó, acelerando con todas sus fuerzas, siguiendo el ritmo de su corazón agitado por la adrenalina y escuchando los gruñidos bestiales de los gusanos.

Su primera aura en aparecer fue el aura verde que cubrió toda su espada y ella la balanceó con todas sus fuerzas, consiguiendo que el corte de aura verde avanzara con mayor velocidad que ella.

“¡GRAhh!”

Las primeras criaturas empezaron a caer, pero ella aceleró aún más y esquivó los escupitajos de ácido, creando plataformas a sus pies para luego cortar a todos lo que se encontraba con su aura roja infundida en su espada.

Pisando a esas criaturas, optó por un enfoque de asesinato grotesco mientras avanzaba sin mirar hacia atrás.

Los gusanos se tiraron del techo, pero ella simplemente continuó hacia adelante, cortando la carne de los gusanos, las espaldas y los estómagos sin detenerse. 

Más y más velocidad, cada vez más rápido, hasta que su figura se difuminó a causa de sus veloces movimientos.

“Grahh…”

Los gusanos saltaban para atraparla, queriendo morder su cuerpo con sus grandes bocas o disparaban ácido golpeando a otros gusanos, pero ella continuó pisándolos y cortando para seguir avanzando.

A su espalda podía escuchar que los gusanos que no pudo asesinar se daban vuelta para seguirla enfurecidos por los cadáveres que estaban cayendo por su espada.

Su aura roja cortó la pared, cortó el suelo, los gusanos y todo a su paso mientras dejaba una estela rojiza que cada vez se volvía más intensa.

Sin embargo, eran demasiados gusanos hasta tal punto que cubrían su visión y eso significó que al final había ataques que no podía evitar.

Y eso era los escupitajos ácidos que le lanzaban y ella tenía que recibir con su cuerpo sintiendo que era quemado, pero no se rindió y no se detuvo.

“Grah…”

“¡Ghaaa!”

Las plataformas a sus pies le permitían avanzar entre medio de ese túnel de gusano que parecía interminable, ignorando los gruñidos y toda clase de sonidos que ocasionaba su destrucción.

Su velocidad hizo que fuera difícil que esas criaturas la atraparan, pero cada vez más y más aparecían como si el túnel no tuviera fin.

Pero sus emociones fueron plasmadas a través de su espada… A través de esa aura roja que deseaba cortar todo a su paso sin importar cuan duro fuera la piel de esas criaturas.

Aurora fue manchada con la sangre de esos gusanos, golpeada por el ácido, y ella utilizó su barrera intermitentemente para no desgastarla y la mayoría del tiempo confió en su cuerpo como su mejor defensa.

Si con su espada plasmaba sus emociones en la realidad con ese deseo de asesinar todo a su paso, su cuerpo era alimentado por sus emociones, logrando que su cuerpo se fortaleciera, pero también que su aguante aumentara.

Ella balanceó su espada, una y otra vez, cortando a sus enemigos sin detenerse.

Sus ojos estaban en su objetivo y no necesitaba mirar hacia atrás para ver los cadáveres que había dejado o los cientos de gusanos que la perseguían, ella podía escucharlo.

“Grah…”

Podía sentirlos por el temblor, los rugidos implacables y el salvajismo que los gusanos mostraban para destrozar su cuerpo y devorar su carne. 

Sin embargo, ella siguió avanzando, eliminando a sus enemigos para ver si podía lograr llegar al túnel que daba al acantilado.

Su espada en sus manos eran un arma… No, ella era un arma.

Aunque no le gustaba la idea y fuera diferente a antes cuando disfrutaba balancear su espada, disfrutando su arte mientras seguía sus objetivos… Ella sabía que su maestra tenía razón.

Ella era un arma y lo demostró.

“Gah…”

Cortó a tres gusanos.

*Boom*

Su solo puñetazo destrozó parte de la pared con varios otros gusanos.

“GAhh.”

“Grah.”

“Ghaa.”

Sus cortes verdes cortaron a todos los que estaban adelante y a su espalda cuando ella balanceó su espada e incluso cuando su cuerpo estaba siendo lentamente carcomido con el ácido que era imposible de evitar, ella no se rindió.

A su espalda estaba la entrada de la guarida de esos goblins y no importaba si no los conocía o eran extraños, ella no se rendiría.

No importa si ella era un arma… No, ella debía ser un arma.

El arma más eficaz y letal que pudiera existir, porque esta era la única manera de cumplir sus objetivos.

Necesitaba ser un arma para que nadie se interpusiera en su camino, para que nadie pudiera detenerla y para que pudiera vencer a aquellos que eran superior a ella.

Como ahora…

Matando a esos gusanos y creando un camino de cadáveres, la presión en ella aumentaba.

Era sus instintos que le gritaban una advertencia mientras esa presión la empujaba hacia abajo.

Una ferocidad y fuerza que hizo que ella, como un rango S, sintiera miedo instintivo… Era el Gran Gusano, una criatura de rango SS, que estaba esperando su momento.

Aurora no podía detenerse y no podía perder la atención de esa criatura que podía derribar la guarida al instante.

Necesitaba que ella fuera su objetivo y era por eso que avanzó cortando con ferocidad implacable y luego de un corto avance, el momento llegó.

“…”

Lo primero que sintió fueron sus instintos advirtiéndole y al momento siguiente que había usado la habilidad parpadeo para ir hacia atrás, pudo notar a un gigantesco gusano comiendo toda el área en donde ella se había encontrado.

Encontrándose en el estado de alta velocidad en donde los gusanos avanzaban con cierta lentitud, el gusano se movió a una velocidad sorprendente para su tamaño.

Lo peor era su tamaño… Cerca de veinte metros de longitud y con un grosor de alrededor de diez metros, era capaz de tragarse un humano de un solo bocado.

Aurora, al momento siguiente que vio que ese gran gusano había tragado la pared de roca y había creado otro túnel, clavó su espada en la tierra creando una barrera celeste.

“…”

Ignorando los ruidos, ella respiró hondo mientras apretaba con más fuerza el mango de su espada.

Los gusanos a su alrededor golpearon la barrera, queriendo desgarrar su cuerpo pedazo a pedazo hasta el punto de que su visión fue cubierta por completo por los cuerpos de los gusanos.

Esas criaturas podían escupir ácido o usar sus bocas con cientos de dientes grotescos para tratar de morderla.

Sin embargo, Aurora enfundó su espada y usó sus guantes de relámpagos para prepararse.

Podía sentir la opresión de ese Gran Gusano que deseaba devorarla y derribarla por completo y lo podía sentir al otro lado de la pared de piedra, esperando su momento.

Todos los otros sonidos quedaron al margen y ahora estaba ella, su objetivo y su enemigo.

Aurora se preparó para cargar hacia adelante con sus manos rodeadas de relámpagos crepitantes y en el momento en el que la barrera se rompió, ella cargó hacia adelante dando un puñetazo.

*BOOM*

Su puñetazo abrió un camino hacia el túnel de gusanos y ella corrió usando solamente su cuerpo para golpear y barrer los gusanos.

Ella los apartó, empujo y golpeó extendiendo los relámpagos, abriendo un camino, que atravesó de inmediato.

Estaba poniéndose como una carnada para atraer al gran gusano.

“¡Ghh!”

Su cuerpo se alimentó de las emociones fortaleciéndola, lo que hizo que ella pudiera atropellar a los gusanos que la trataban de detener.

Si bien su cuerpo era pequeño, la potencia de cada empuje y puñetazo era algo que los gusanos no podían soportar. 

Cada empuje, puñetazo o patada aplastaba a los gusanos de manera grotesca. 

Avanzando con ímpetu, en un momento se detuvo e instintivamente desenfundó su espada con fuerza, realizando un poderoso corte con su aura intangible e incolora.

*BOOM*

La fuerza de una luchadora combinada con su aura de espada más destructiva logró crear un poderoso corte que dividió la pared a donde había apuntado.

Era un grueso y profundo corte y…

“¡GAAAA!”

La tierra tembló cuando la bestia al otro lado soltó un gruñido feroz, dejando en claro que había dado en el blanco y sin permitirle festejar, ella se retiró saltando con fuerza para esquivar.

Parte del techo del túnel cayó a su alrededor mientras ella se retiraba, entonces el gigantesco gusano apareció tragando el techo y se movió a la parte trasera, quedándose ahí.

Este túnel tenía su forma… Un túnel cilíndrico fue creado por el gusano que devoró la tierra creando este camino.

Ahora ese gusano estaba mirándola con un profundo corte en la cabeza, cerca de su grotesca boca.

Su boca abierta dejaba ver un pozo oscuro y sin fin, llena de colmillos y dientes, capaz de tragarla y despedazarla de un solo bocado.

Aurora había logrado lo que deseaba, tenía la atención… La atención de una poderosa bestia mágica de rango SS.

Sin embargo, esa criatura no era igual que los otros gusanos.

Las rocas, lanzas y todo tipo de ataques punzantes que se levantaban delante del gusano mostró que la criatura tenía una alta afinidad con la magia de tierra.

Aurora sostuvo su espada sabiendo que no lo dejaría escapar y la razón por la cual se dio cuenta fue por las lanzas que apuntaban a ella.

“Ugh…”

El primer disparo de una gruesa lanza fue desviado por su espada, pero ella retrocedió a causa de la potencia y un corte se extendió por sus hombreras metálicas.

Al llevar su traje de batalla que se acercaba más a una armadura de batalla, su defensa era alta.

Aun así, eso fue todo.

Los ataques vinieron a ella con una velocidad tan impresionante que hizo que tuviera que poner todo de sí para tratar de sobrevivir.

Cortes se extendieron por su armadura y cuerpo mientras ella retrocedía con lentitud por los constantes ataques.

El nivel de ese grotesco gusano para al uso de magia de tierra era aterrador y ella no se le permitió escapar, pero tampoco se permitió que otro gusano se acercara.

Esperando su momento dando lo mejor de sí para no ser atravesada por una de esas lanzas, Aurora vio que una gran roca se acercaba a ella cuando el gusano reveló signo de un ataque mayor.

*BOOM*

Ella, en vez de cortarla con su espada, recibió esa gran roca con su cuerpo y debido a que voluntariamente se dejó empujar sin resistirse, voló por el aire.

Contorsionando su cuerpo en el aire y activando su barrera para que los otros gusanos no la detengan, Aurora recuperó estabilidad y luego de una mirada al gusano… Corrió en dirección contraria.

Dirigiéndose a donde se encontraría la grieta y el acantilado por donde había caído, ella no tuvo que mirar hacia atrás para darse cuenta de que el Gran Gusano la estaba siguiendo. 

Su corte más poderoso había logrado dañar a la criatura y ciertamente el daño fue lo suficiente para hacerlo enojar, pero eso era todo.

¿Cuántos cortes necesitaba para derribar a tal criatura?

Su objetivo era evitar que esa criatura no fuera a por los goblins y ella no tenía que luchar a muerte con ese poderoso enemigo.

Agregando que ahora podía ser enterrada por ese gusano y su magia de tierra, Aurora no lo pensó demasiado.

Aurora cortó a los demás gusanos que trataban de huir del mismo gusano que la seguía a ella, prácticamente tragando todo lo que se encontraba en el túnel y luego de una corta y tensa carrera, ella alcanzó el acantilado.

Cuando estuvo por subir al cielo tratando de usar la ventaja de altura a su favor, notó una luz roja que se acercaba a lo lejos, del mismo lugar de donde había aterrizado la primera vez.

Era como un meteorito… Literalmente un meteorito a pequeña escala y Aurora con una sonrisa creó plataformas en al aire.

*BOOM*

Cuando el Gran Gusano salió del túnel, levantó una gran muralla para protegerse, pero ese meteorito lo golpeó logrando que todo el acantilado temblara.

Diferentes presencias se empezaron a extender logrando que combinadas se sintieran poderosas y el gusano con su poca racionalidad huyó.

Aurora finalmente pudo dar un suspiro de alivio.

Ella sabía que había estado siendo mirada por esa criatura y luego de bastante tiempo, cuando se dio cuenta de que ella no era su rival, el gusano atacó.

Tal como había dicho el anciano, el gusano estaba afectada por el Caos, pero todavía mantenía ciertos instintos de supervivencia.

Al ver que el peligro se alejaba, Aurora observó a las personas que estaban llegando.

Principalmente, a Alice en su ‘forma de guerrero’ como ambas lo llamaban… Esa criatura de cinco metros de alto, desapareció revelando a su guapa hermana.

“Me alegro de que estés bien.” Dijo Alice con una expresión demasiado complicada.

Era alivio y felicidad, pero también preocupación y culpa propia combinada con furia y rencor.

La primera estaba dirigida al verla sana, la segunda estaba puesta en ella misma, seguramente culpándose al ver esa criatura… Culpando a sí misma, que tal vez pudo haber logrado volverse fuerte hace tiempo.

Dejando la tercera que apuntaba seguramente a quien la llevó a esta situación.

La gente decía que Alice era indiferente, pero Aurora sabía que las pocas emociones que sentía siempre se magnificaban.

Mirando a los demás que estaban llegando con expresiones serias, tal vez ante el Gran Gusano, Aurora volvió a mirar a Alice y soltó una risa.

Su cuerpo estaba maltrecho por los golpes y su piel estaba quemada y carcomida por el ácido, pero todavía estaba viva.

Con el subidón de adrenalina, los dolores pasaron a segundo plano y las preocupaciones también, dejándola en un estado lo suficiente alterado como para reírse por haber sobrevivido y especialmente por haber reunido con su grupo.

Luego se quedó en silencio ante la mirada extraña de sus compañeros y mientras sentía como Urfin usaba un pergamino en ella para ayudarla a recuperarse de los daños, su expresión se volvió seria.

“Vamos. Hay algunas cosas que arreglar.” Dijo Aurora tras calmarse.

No solo había ‘algunas’ sino que demasiadas cosas que arreglar.