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TG - Capítulo 331
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Entrando.

Capítulo 331: Entrando.

El espacio se distorsionó y Aurora sintió como se alejaba de sus compañeros.

Su visión estaba rodeada de negro y grises que se combinaban como si estuviera viajando a alta velocidad.

Lo único que podía sentir era que su cuerpo estaba en movimiento y aunque fuera extraño sentía la estabilidad de su cuerpo.

A pesar de tales extrañezas, mantuvo su calma hasta que pudo sentir que el viaje estaba por llegar a su fin y entonces, su cautela aumentó.

Sintiendo que caía al aire libre, Aurora desenvainó su espada a alta velocidad a pesar de que su visión no se había estabilizado.

El primer sentido que recuperó fue su oído que la ayudaron a detectar el ruido de una suave brisa y al momento siguiente fue, su tacto que le ayudo a sentir la tierra en donde estaba arrodillada.

El viaje fue peor que su primer portal, pero aun así mantuvo su cautela y activó el sigilo de su armadura hasta que su visión se estabilizó.

Lo primero que vio fue tierra de color marrón fuerte y luego su expresión no pudo evitar temblar.

Era imposible que no lo hiciera.

Estaba en un tipo de llanura en donde era visible todo a su paso, pero lo que se encontró no fue aterrador, sino que extraño de una manera única.

Lo ‘único’ venía de la ‘naturaleza’ que se extendía por toda esta llanura.

A varios metros de ellas y extendiéndose por la zona se encontraba lo que solo podía ser descritos como hongos en forma de paraguas con manchas moradas.

Su tamaño difería entre ellos y algunos llegaban a su rodilla mientras que otros llegaban a su cintura.

Las manchas moradas brillaban de forma radiante.

Eso no era lo único, en el lugar se encontraban algunas grandes rocas que tenía raíces a su alrededor y esas raíces brillaban con tonalidades diferentes.

El sol era de color amarillo, pero su tamaño resaltaba trayendo bastante brillo y la temperatura era alta.

Sin embargo, la sensación que sintió fue…

“Estoy en un mundo alienígena.” Murmuró Aurora con seriedad.

El tercer portal ruso llevó a un mundo de blanco y negro, el primer portal a un mundo corrompido por el caos en donde el verdor era bajo y el segundo portal era un lugar selvático verde.

Sin embargo, este lugar dio la sensación de ser un mundo alienígena con plantas extrañas que brillaban con tonos diferentes.

Si fuera directa todos los mundos a los cuales los terrícolas fueron eran ‘alienígenas’, pero este lugar daba la sensación de ser sacado de alguna película de ciencia ficción.

“Probando… Probando… Hay… Interferencia… Corrigiendo errores… Hola, ¿alguien me escucha?”

Una voz llegó a los oídos de Aurora a través de sus audífonos y si bien al principio hubo interferencia, al momento siguiente se pudo escuchar de forma perfecta.

“Sí, escucho.”

“Se puede oír.”

“Presente.”

Las voces empezaron a aparecer una por una hasta que se escucharon todos los miembros dando sus informes y Aurora también dio su respuesta entre el montón.

“Los miembros capaces de usar magia espacial van a ir a buscar a los demás, esperen en sus lugares de llegada.” Recordó la Cardenal Najjar.

La aceptación llegó otra vez y Aurora fue igual.

No iban a dialogar cuando tenían que moverse y la tarea principal antes de informar, era reunirse.

La comunicación a larga distancia por medio tecnológico funcionaba y quien lo había arreglado era Kairos.

Aurora abrió su reloj holográfico y detectó a otro miembro a unos kilómetros de distancia mientras que los demás estaban demasiado lejos.

Detectar la ubicación por medio de los comunicadores era bastante fácil, pero el problema de eso era que el lugar podía ser peligroso.

La Cardenal Najjar y Abdellah podían usar magia espacial para moverse y era lo mismo para la Sumo Sacerdotisa Xaali y la Paladín Amanda.

Ellos se iban a encargar de reunir a los demás sin tener que viajar por un área desconocida.

Aurora revisando su sigilo volvió a mirar a los alrededores y empezó a sentir el área.

La naturaleza era lo más extraño, pero si uno sentía la energía mágica podía darse cuenta de que la densidad en este lugar era más baja.

Ese sería un problema para los magos a la hora de realizar sus hechizos y a la vez para los luchadores, quienes no podrían recuperarse con mayor velocidad.

Una baja densidad en la energía mágica dificultaría la recuperación de todos los que usaban tal energía.

Era difícil saber sobre lo psiónico y lo único que podía decir a simple vista era que el lugar no parecía contaminado o corrompido por el ‘Caos’.

Aurora mirando la naturaleza y los hongos que la rodeaban, revisó sus alrededores elevándose en el aire mientras confiaba en su sigilo.

El lugar en el que había llegado estaba rodeado de esos hongos y lo más extraño era que no podía ver ninguna criatura local.

Era hasta el punto de que no había insectos de cualquier tipo o pájaros.

Al elevarse pudo ver que entre los hongos morados había grandes rocas cubiertas por raíces coloridas que brillaban con diferentes colores.

A lo lejos se podía ver montañas y el cielo parecía bastante limpio, mientras que no se podía sentir ninguna presencia a su alrededor.

El oxígeno era menor que en la tierra y la gravedad era más elevada que en la tierra, pero era algo que cualquier rango S podría soportar.

“Tengan cuidado de la naturaleza. Acabo de encontrarme con una planta cuyas raíces deseaban atraparme.” Avisó el Rey Guzmán con seriedad.

Al escuchar esa advertencia Aurora observó a los hongos y pudo notar que las manchas moradas estaban brillando con mayor fuerza.

Antes no lo había notado, pero ese brillo era mayor en los hongos a los cuales había estado más cerca, pero ahora se estaba extendiendo a los demás hongos.

“No hará nada malo, ¿cierto?” Murmuró con una expresión extraña.

El color de esas manchas no daba ningún buen augurio y ella activó sus barreras de su armadura de combate mientras se elevaba en lo alto.

“…”

Los hongos a los cuales ella había estado más cerca liberaron gas de tonalidad púrpura desde sus marcas y al instante que el primero lo hizo, continuo el del lado.

Aurora voló más alto, pero su expresión solo se volvió seria al ver que ese gas llegaba a la roca que estaba cerca… Y la corroía.

No afecto a las raíces, pero si a la roca y esa gran roca empezó a disminuir de tamaño mientras que el gas se fusionaba con las de los otros hongos y se creaba una enorme nube de gas púrpura.

Retrocediendo en dirección al miembro más cercano, Aurora pudo ver que todos los hongos estaban liberando ese gas y se estaba fusionando.

Este gran lugar era una llanura ocupada por hongos que claramente eran muy peligrosos.

Incluso con la capacidad de volar, la nube tóxica aumentaba de tamaño y la velocidad con la cual crecía era bastante elevada.

Aurora tuvo que subir más alto al darse cuenta de que los hongos empezaban a liberar ese gas delante de ella.

No había tocado a los hongos, pero ellos reaccionaron de forma natural y se desencadenó una enorme nube tóxica.

“Me retiro de mi posición. Una nube tóxica ha aparecido. Aquellos que están cerca, de hongos con marcas moradas, le recomiendo que se retiren de inmediato.” Avisó Aurora por el sistema de comunicaciones.

Las confirmaciones de otros miembros de grupo llegaron y luego, el aviso de que ya se había reunido gran parte del grupo fue dado por la Cardenal Najjar.

Alejándose de esa nube tóxica que estaba creciendo en gran tamaño Aurora tuvo que volar bastante alto y tras recorrer cientos de metros los hongos terminaron de cubrir la llanura y ella alcanzó unas montañas.

La montaña no era alta y la razón era que la nube de gas púrpura la carcomía con lentitud.

Ella no pudo entender la razón por la cual la nube no carcomía la tierra u otras plantas, pero si las rocas.

Lo que, si podía entender era que esa nube purpura que había cubierto la anterior llanura por completo, era bastante peligroso.

Era posible que pudiera corroer su barrera y también su cuerpo si se quedaba bastante tiempo.

Tal vez no iba a ser al instante y un luchador de rango S que reforzaba su cuerpo con energía mágica podía soportarlo, aun así, no había duda de que respirar esa nube podía ser letal.

Revisando su reloj holográfico pudo notar que el otro miembro que estaba cerca se aproximaba debido a su movimiento y Aurora fue a su encuentro.

Pasando las montañas pudo ver que, al otro lado, se encontraba otra clase de plantas extrañas en lo que se podría llamar un bosque alienígena.

Hasta era difícil describirlo como ‘bosque’, pero esa era la única palabra que podía definirlo y en cuanto a los ‘árboles’, eran aún más extraños.

Era literalmente tubos verdes con flores que cambiaban de color y a su alrededor estaban otras clases de plantas de todo tipo cuya rareza y forma era muy extrañas y variadas.

Ninguna era similar a alguna de la tierra y entre ellas había algunas con hojas grandes y otras tenían enormes esferas como ‘frutos’ que claramente contenían ácido.

A pesar de que Aurora pudo ver por su reloj holográfico que su compañero se acercaba y tendría que estar a la vista, ella no pudo ver nada, ni sentirlo.

Solo cuando se acercó al pie de la montaña lejos de la naturaleza, una parte de los alrededores cambiaron de color y Kairos se reveló.

A su alrededor estaban drones esféricos que no solo realizaron una cubierta holográfica, sino que mágica para ocultarse de forma perfecta.

“Esos tubos disparan ácido si te ven volando, así que es mejor que tengas cuidado. También por tierra se abren protuberancias en los tallos para disparar su ácido.” Informó Kairos de inmediato y dándole una mirada a la nube tóxica que estaba a su espalda y a ella, dudó. “¿Te encuentras bien?”

Junto a sus palabras drones médicos salieron de su anillo espacial y al ver su mirada preocupada, Aurora dio una sonrisa.

Habían llegado apenas hace unos minutos y él ya estaba preocupado.

“Debería ser yo quien debe estar preocupada.” Dijo Aurora y dándole una mirada, declaró. “Después de todo, es mi trabajo protegerte.”

Su tono serio dejo en claro que no estaba bromeando y la expresión de Kairos tembló por un breve momento.

Era posible que él se preguntara si era poco confiable, aun así, Aurora dio una media sonrisa al ver esa expresión.

Él no entendía la razón por la cual lo deseaba proteger y ella no le iba a decir la razón, ya que le daba vergüenza.

“¿En qué tipo de mundo o plano estamos?” Dudó Aurora cambiando de tema.

Debido a que el tema era trabajo, Kairos desplegó con sus drones un mapa en negro en donde se podía ver varios puntos amarillos.

Había dos puntos amarillos juntos que claramente eran ellos y luego estaban otro gran grupo cortaba camino, desapareciendo y volviendo a aparecer.

Era posible que fuera la Cardenal Najjar moviéndose a alta velocidad a su dirección.

“Hasta ahora es imposible de determinar, pero una vez que nos reunamos y encontremos un lugar para instalar el campamento realizaré las investigaciones correctas.” Respondió Kairos y dando una mirada a la nube tóxica de color púrpura, declaró. “Pero lo que puedo estar seguro, es que la naturaleza es peligrosa para cualquier ser vivo que no sea del tipo naturaleza.”

Era una obviedad que fuera peligroso para los humanos, pero Kairos lo llevo a un nuevo punto y marcó la naturaleza como peligrosa para todo ser vivo fuera de la naturaleza misma.

Y Aurora sintió que no estaba tan fuera de lugar.

Después de todo, todavía no podía ver ni sentir, aunque sea un pequeño insecto local.


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TG - Capítulo 332
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Un mundo…

Capítulo 332: Un mundo…

Aurora observó el lugar en donde se encontraba.

Ya pasaron varias horas desde que llegó y todo ese tiempo estuvieron en movimiento hasta que alcanzaron a encontrar un lugar ideal para instalar el campamento.

Ese lugar estaba en medio de unas montañas que en vez de ser todo empinado, tenía diferentes áreas llanas o al menos lo suficiente llanas como para instalar su campamento.

Pero más importante, el lugar no tenía vegetación y prácticamente estaba lejos de la naturaleza.

Tal escenario era algo bueno para ellos debido a la naturaleza que era predominante en este lugar resultaba ser bastante peligrosa.

Hasta ahora habían visto toda clase de plantas extrañas y lo primero que se destacaba eran los colores tan resplandecientes de esas plantas.

Ahora ella no estaba en el campamento, sino que estaba en una sección de la montaña y estaba observando un ‘gran jardín alienígena’.

El sol estaba lentamente dirigiéndose a ocultarse y no sabía cuándo tiempo le tomaría, pero literalmente era una vista hermosa.

Mientras el sol dejaba de iluminarlas, unas plantas exóticas que tenían una gran flor en la cima brillaban, hoja por hoja de un color celeste.

Cuando se combinaban con las hojas del lado, el brillo no era tan intenso, pero generaba una visión única.

Aurora al ver este lugar tan paradisiaco, no pudo entender por la razón por lo cual un portal abismal dio a este lugar.

“Lindo, ¿no?” Preguntó Alice subiendo con sus brazos negros desde una parte de la montaña y cuando Aurora asintió, ella declaró. “¿Sabías que tienen frutos escondidos? Guardan sus nutrientes en ese lugar como si los almacenara. Son bastante jugosos.”

La expresión de Aurora tembló y redirigió su mirada a esa glotona que literalmente parecía hambrienta.

“No lo has comido, ¿cierto?” Cuestionó Aurora con un tono serio.

La expresión que estaba dando esa glotona era la de una niña que estaba en un parque exótico y el problema era que ese parque no era cualquier lugar.

Era un parque exótico de todo lo que pudiera comer.

“Si lo hice.” Respondió Alice y cuando la mirada de Aurora se volvió seria a punto de regañarla, corrigió. “Sería mejor decir que lo ‘devore’.”

Alice se rio ante su propia broma y al verla suspirar.

Era sumamente peligroso que estuviera comiendo frutos alienígenas cuyos efectos eran imposibles de discernir o verificar.

No importa cuánto creyera que su hermana era un pozo sin fondo que aceparía cualquier comida, Aurora pensaba que tenía que tener un límite… Aunque si fuera sincera a veces dudaba de ello.

“Al menos estas flores generan sus propios alimentos altamente nutritivos.” Señaló Alice y revelando un fruto con su brazo negro lo ‘devoró’ al frente de Aurora y explicó. “No entiendo muy bien su proceso de fotosíntesis… Si es que lo que hacen puede llamarse de esa forma, pero de lo que, si estoy segura, es que todo este lugar es ‘comestible’.”

Su ‘comestible’ fue dicho de una manera única y Alice dio una gran sonrisa entretenida.

Aurora lo pudo entender.

No se estaba refiriendo a comer directamente, sino que Alice estaba hablando de ‘devorar’ a la naturaleza de este lugar para asimilarla en su oscuridad y aumentar su capacidad.

Devorar la naturaleza, no era muy diferente, a devorar animales o criaturas.

Prácticamente ambos eran seres ‘vivos’ y si bien Aurora no entendía los límites de su amiga, podía percibir la razón por la cual ella ocultaba su capacidad.

Y, sobre todo, lo que Alice estaba buscando ahora.

“No sabemos la situación de este mundo, no obstante, puedes actuar como desees mientras sea moderadamente y lo suficiente lejos del campamento para no ponerlo en peligro.” Respondió Aurora con seriedad.

Lo que buscaba Alice era devorar la naturaleza a su alrededor y si bien Aurora no sabía cuánto le faltaba para dar el salto que estaba buscando, que esa glotona aumentara su fuerza era importante.

Todo sobre la base de no poner en peligro el campamento y la expedición.

Alice asintió de forma cómoda y Aurora tras revisar los drones y escáneres de seguridad que instalaron, se dirigió al centro de las montañas.

El área montañosa era de color gris y conformado por roca sólida, había áreas escarpadas y puntos altos, otras veces dejaba ver acantilados y si bien era difícil decir que la montaña se formó de forma natural.

La realidad era que este mundo era extraño y era difícil precisar lo que era ‘natural’.

Después de todo, Aurora había visto hongos que carcomían a rocas enormes.

Al avanzar durante un rato, llegaron a una zona que antes de que Aurora se fuera era una zona llana con rocas por todas partes.

Sin embargo, ahora era un lugar parejo en general y como si fuera poco, había un gran domo en el área.

El domo era bastante grande y el suelo era metálico, pero si uno miraba parecía un complejo de edificios de menor tamaño.

En el interior del domo que estaba cubierto por barreras se encontraban algunas casas pegadas entre sí y si bien se notaban pequeñas, estaba claro que su espacio interior estaba ‘extendido’.

Cada uno tenía su propia carpa con un departamento en el interior, pero ese domo en realidad era el campamento principal.

Provenía de la Empresa Cosmos y daba la sensación de ser diseñado para la colonización, ya que la barrera que conformaba el domo, no solo era potente, sino que parecía estar diseñada para proteger de ambientes hostiles.

Alrededor de ese domo que era bastante grande se encontraban drones de construcción en movimientos que instalaban torretas láseres como protección.

Y en otras áreas pequeños cubos metálicos crecían al tamaño de conteiner y de eso lugares los drones constructores estaban sacando todos los elementos para aumentar la seguridad del campamento.

Desde radares de seguridad, una central de drones y lo que principalmente parecía una plataforma de gran tamaño cuya extrañeza era demasiado elevada.

Aurora parpadeó incrédula ante lo que se estaba instalando, pero a pesar de que sabía lo que se traía, el lado tecnológico no era su fuerte.

“Ven, te presentaré a alguien.” Dijo Aurora atrapando a su amiga que deseaba retirarse.

La expresión de Alice tembló y ella trató de resistirse, pero Aurora solo la llevo.

No sabía cuánto tiempo permanecerían en este lugar y el peligro que se iba a encontrar, era por eso que deseaba presentarle su hermana a ese joven.

Y la mayor razón de hacerlo pronto, era que Aurora sabía que Alice estaba huyendo y prácticamente lo había estado ignorando.

Acercándose a la gran plataforma en donde estaba Kairos ordenando a los drones con bastante seriedad, Aurora no pudo ocultar su sonrisa.

Verlo trabajar tan seriamente elevo su atractivo maduro.

“No puedo hacer nada ante tus gustos…” Murmuró Alice al ver su sonrisa y Aurora tosió avergonzada.

La forma que lo decía daba la sensación de que era ella quien atraía pretendientes que eran ‘problemáticos’.

Su tos llamó la atención de Kairos quien al verla dio una sonrisa animada que se convirtió en diplomática al ver a Alice a su lado.

La forma que trataba de dar una buena apariencia ante su hermana, le agrado a Aurora y a la vez le causó cierta gracia.

Sin embargo, al ver sus expresiones Aurora se dio cuenta de algo de inmediato.

“¿Ustedes se conocen?” Preguntó Aurora con cierta curiosidad.

La mirada que daba Alice no era de indiferencia y claramente lo marcaba como alguien ‘desagradable’ que debía ser ‘tolerado’.

Por su parte Kairos estaba dando una mirada diplomática de dar lo mejor de sí mismo para cambiar su imagen y no de conocer ‘oficialmente’ a alguien.

“No.”

“Sí.”

Alice lo negó de inmediato y Kairos lo confirmo.

La mirada de Aurora se hizo rara ante la negación de Alice quien claramente era la que estaba mintiendo.

“Nuestras empresas interactúan demasiado y somos socios.” Explicó Kairos con seriedad.

“Solo eres socio de la empresa no mío.” Replicó Alice con un tono de desagrado y dándole una mirada de pie a cabeza, declaró. “No me agradan los pervertidos.”

La expresión de Kairos tembló y no era enfado, era literalmente sin saber cómo reaccionar o defenderse ante esas palabras.

Alice redirigió la mirada a Aurora.

“Siempre he tenido esas estúpidas reuniones y no solo la de aniversario de Zerzura. Al asistir conozco a personas desagradables y luego a pervertidos.” Explicó Alice como si no quisiera dejar que nada se malinterpretara y al ver que Aurora estaba curiosa, sonrió malvadamente y comentó. “¿Quieres saber por qué lo llamo de esa forma? Es simple. Él siempre miraba a mi lado cuando asistía.”

No la miraba a ella, sino que a su lado… Y si Aurora normalmente asistiera a esas fiestas, seria ella quien estaría a su lado.

Como si su objetivo se lograra, Alice se retiró entretenida sacando una bolsa de papitas como si quisiera autorrecompensarse.

La razón era que Kairos se estaba cubriendo su rostro como si quisiera que lo tragara la tierra.

Aurora lo había conocido cuando asistió a la Academia de Héroes y él estaba frente a un monstruo, del cual ella lo salvó.

Sin embargo, Alice dio la sensación de que la otra parte la conocía unilateralmente desde antes.

“¿El primer encuentro fue casual?” Preguntó Aurora con curiosidad.

Su mirada fue seria, pero por dentro no pudo ocultar su entretenimiento.

¿Debería enojarse? ¿Cuál sería la razón para hacer eso?

Entendía que Alice había ocultado otra parte de la información, pero a Aurora no le molesto.

Esa glotona era su hermana y su amiga, pero tenía su vida y debía tener su privacidad.

Tener su espacio y sus secretos era lo básico para una amistad sana y más para alguien como Alice que no solo tenía su extrañeza, sino que había algo de ‘misterio’.

Y como si fuera poco, era muy cerrada.

Aurora aprendió a vivir con secretos propios y secretos ajenos muy cerca de ella.

Su supuesto hermano, su sistema, sus maestros e incluso sus padres que eran de guardar secretos.

Aprendió a no rebuscar demasiado, entendiendo que una vez que comenzaba a buscar la verdad, no podía detenerse y el resultado podía cambiar su vida.

Ahora solo estaba preguntando a Kairos con cierta curiosidad innegable.

“El primer encuentro fue casual y nunca pensé que fuera ese día el de nuestro encuentro. Lo juro.” Respondió Kairos respirando hondo.

“No los otros.” Agregó Aurora y al ver que él se ponía tieso, ella se rio.

Su segundo encuentro fue en el templo de la Iglesia del Tiempo y el Espacio, en un viaje a Atenas.

A pesar de que ella se divirtió, si miraba de retrospectiva junto a sus siguientes encuentros, estaba claro que no fueron nada de ‘casuales’, aunque la otra parte lo negara.

Si hubiera algún tipo de ‘casualidad’ en ese evento, entonces sería demasiado extraño.

Kairos dio un suspiro y como si decidiera enfrentar sus acciones, le dio una mirada.

No se disculpó por sus acciones y había una razón.

“Valió la pena, eh.” Murmuró Aurora al ver su expresión.

Su sonrisa se extendió por sus labios y solo creció al ver al joven.

Kairos asintió tratando de mantener su expresión lo más sería posible como si estuviera esperando su ‘castigo’.

¿Estaba sintiendo que estaba caminando por una fina cuerda? 

Su expresión era seria, pero esa mirada llevaba un poco de temor a que ella se enojara y lo alejara, su puño que estaba cerrado tratando de controlar su cuerpo, era la prueba.

El problema de esa fina cuerda en la que estaba caminando era que la otra parte no tenía la capacidad decir si podía caer o no… Literalmente era alguien que solo podía caminar cuando tenía la posibilidad y caer cuando el ‘rechazo’ en forma de viento lo golpeara.

¿Era tan costoso ser rechazado?

Aurora se puso a sí misma en la posición en donde Kairos la rechazara y el sentimiento que obtuvo le desagrado.

Los otros escenarios en donde él se encontraba con otra chica, fueron aún peor.

“¿Verdaderamente un ‘momento adecuado’ o no, Kairos?” Dudó Aurora y al sentir que su tono era distante por nombrarlo, se rio suavemente y declaró. “Independientemente de la razón, fue un momento adecuado y muy oportuno.”

Kairos finalmente dio un suspiro de alivio al entenderla.

Antes de dejar la academia y el torneo, Kairos la buscó y le explicó el significado griego de ‘Kairos’… Y fue tal como él decía.

El momento más adecuado en su vida para conocerla fue ese momento en donde estaba en la Academia de Héroes.

No tenía demasiadas obligaciones, ni preocupaciones y solo estaba haciéndose pasar por un estudiante ‘cualquiera’ mientras avanzaba paso a paso, reencontrando su razón.

Si lo hubiera encontrado en África, era muy posible que ella no se acercara a él y era aún menos posible que tratara de coquetear.

Incluso sin hablar de la diferencia de edad, él la conoció en el momento en la cual ella estaba más dispuesta a interactuar con un desconocido cuyas acciones sin duda rayarían el acoso.

Aurora se rio ante sus propios pensamientos y al verlo a él avergonzarse, lo disfrutó más.

Él seguramente guardaba sus propios secretos, pero estaba bien de esta forma.

No era como si le pudiera pedir que lo revelara directamente y eso era porque ella tampoco se abriría de forma directa y fácil.

Cuando estuvo por decirle que tendría que esforzarse, el espacio se distorsionó arriba de ellos y cuando las torres apuntaron, no dispararon.

“Miembros de la expedición identificados. Desactivando torretas.”

Una voz sonó desde uno de los drones cercanos y tras un momento, la Cardenal Najjar apareció junto a otros miembros.

La Paladín Amanda y la Sumo Sacerdotisa Xaali estaban en el grupo y ellas se encargaron de una tarea importante.

Los demás miembros que estaban en los edificios del domo salieron del lugar para acercarse a donde la Cardenal Najjar descendía.

Aurora y Kairos también hicieron lo mismo, ambos recuperando sus expresiones con profesionalismo.

“¿Cómo fue la exploración?” Preguntó Aurora cuando todos se acercaron.

En este momento literalmente estaban a ciegas.

No sabían cuál era su destino, lo que sucedía o donde estarían los demonios.

Desconocían por completo el territorio y la misión de la Cardenal Najjar junto a su grupo fue realizar una exploración.

Ver si estaban en una isla voladora como el segundo portal francés o una isla como el primer portal e incluso verificar si encontraban algo.

La peor situación era que se encontraran en un lugar como el tercer portal en donde literalmente era un lugar enorme.

Si Zabathza estaba creando los portales, estuvo claro que lo hizo en la mayor dificultad… Este lugar prácticamente no tenía ni una guía.

“Mal. Hemos explorado bastante lejos, pero no hemos encontrado edificios, ruinas o cualquier señal de civilización. Solo naturaleza.” Dijo la Cardenal Najjar y desplegando una proyección, informó. “Una enorme área de naturaleza.”

En la proyección estaba un video de su viaje espacial que cortaba decenas de kilómetros, pero no importa cuánto avanzara, solo se veía naturaleza y más naturaleza en el área.

No era verde, algunas áreas tenían plantas de otros colores y si bien era una grabación maravillosa, en cierta forma era aterrador.

Eso se debía a que, llegado un punto, no había ningún lado que no estuviera cubierto por naturaleza.

“En el lado psiónico no he podido discernir demasiado. Creó que la energía psiónica es menos densa que la energía mágica.” Informó Andrea que también había llegado.

Todos los miembros estaban presentes y se reunieron alrededor de la Cardenal Najjar.

Las expresiones serias empezaron a aparecer.

“Si seguimos la idea de que es una enseñanza… ¿Esto tiene que ver con la naturaleza?” Dudó Lennart y cuando todos lo miraron, explicó. “Un bosque mágico apareció en medio de África todo causado por la naturaleza, pero eventualmente se detuvo. En otras áreas la naturaleza también se descontroló y en algunas de ellas los humanos lo detuvieron.”

Parte de Japón se hundió bajo el mar, en Australia el desierto se extendió cubriendo todo el lugar, en África un bosque mágico apareció, en Sudamérica la cordillera de los Andes se extendió y había innumerables eventos en donde la naturaleza gano.

Rusia, Escandinavia, la India, Canadá, China… Y así sucesivamente.

Pero también hubo áreas en donde todo ese descontrol de la naturaleza fue detenido.

Chile se hubiera hundido por los tsunamis si no fuera por su antiguo guardián que ahora era conocido como el General Rivas.

“Es una posibilidad.” Respondió el Rey Guzmán y dando una mirada a los presentes, declaró. “Me preocupa la falta de ‘Caos’. No hay monstruos, ni corrupción en el área. Si bien la barrera dimensional es débil, la energía mágica y psiónica no es tan densa, pero técnicamente con una barrera dimensional débil el ‘Caos’ debería ser alto.”

La Cardenal Najjar un rango SS que era capaz de usar el poder ‘espacial’ de su dios, verificó la barrera dimensional de este mundo.

Si bien no lo hizo a nivel ‘planeta’, era suficiente para hacerlo en diferentes lugares para descubrir el estado y la conclusión fue simple… La barrera dimensional era débil.

Esa debilidad haría que las ‘energías’ que llegaban del vacío fueran más altas debido a la facilidad para traspasar, pero en este lugar no era así.

No había tanta energía mágica, ni psiónica y tampoco se encontraba corrupción o monstruos que sería normal en áreas donde la barrera dimensional era débil.

“Es ingenuo pensar que una energía divina como el ‘Caos’, solo es corrupción y monstruos. El ‘Caos’ es amplio. Puede ser ‘cambio’, ‘mutación’ o ‘descontrol’. Llamarlo beneficioso o malvado, no tiene sentido y que creas que puedes ver las consecuencias, lo es aún más.” Dijo Alice con un tono indiferente.

Esa glotona era conocedora de temas teológicos y si bien su forma de hablar era directa, Alice en esos temas siempre era capaz y que la Cardenal Najjar asintieran en silencio, dio de que pensar.

El ‘Caos’ se lo relacionaba con los monstruos, la corrupción y un cambio malévolo, pero no era de esa forma.

Algunos lo llamaban ‘energía divina’, pero de otra forma algunos lo veían como un ‘concepto’ y por eso antiguamente existía una deidad que según la mitología de Terra nova, fue la segunda en nacer.

“Se puede hablar teológicamente del ‘Caos’ y al final no importará. Los mortales no podrán comprender la infinidad del concepto y las formas que puede afectar la realidad.” Declaró Kairos y al recibir la mirada, comentó. “Después de todo, el ‘Caos’ hasta está presente en la ciencia.”

Aurora no entendió a lo que se refería en relación con la ciencia, pero comprendió a nivel general y también obtuvo la respuesta.

“Podemos hablar de ‘espacio’, ‘tiempo’ o ‘Caos’ durante horas, pero al final es lo mismo… No tenemos nada por dónde empezar la expedición.” Declaró Aurora con seriedad.

Preguntarse las definiciones o sobre los límites de un concepto ‘primordial’ como ‘Caos’, para ella era una pérdida de tiempo.

¿Era posible que este descontrol de la naturaleza que habitaba este mundo fuera realizado por el ‘Caos’ en una forma conceptual de ‘descontrol’? Tal vez, pero solo una deidad o alguien con conocimiento divino, podía entenderlo y ella no era uno de esos.

Lo único que podía entender era que ahora no tenían forma de comenzar esta misión o solucionar el tema del portal.

“¿Cuánto se demorará en enviar el satélite y empezar la búsqueda?” Dudó Aurora y al sentir que el tiempo sería demasiado, comentó. “Si no es satélite, ¿tienes escáneres? Si es posible sería bueno detectar no solo lo que está en la superficie, sino que lo que se encuentra bajo tierra.”

Si en este lugar existió una civilización entonces era posible que la naturaleza se encargara de arruinarla y sus ruinas posiblemente podrían haber desaparecido.

Esos hongos era uno de los tantos ejemplos capaces de destruir todo a su paso excepto la naturaleza que seguramente existían en este mundo.

Así que la única posibilidad que quedaba en vez de enviar a todos a explorar un lugar desconocido y peligroso, era utilizar la tecnología de la Empresa Cosmos e incluso si llegaba el momento, los drones.

Eventualmente ellos mismos si las otras posibilidades fallaban.

“Podemos enviarlo de inmediato, aunque el ensamblaje demorara tiempo.” Dijo Kairos y utilizando su reloj holográfico, ordenó. “Minerva realiza el envío del satélite como prioridad.”

“Entendido. Comenzando preparativos para el envío.”

La voz robótica femenina respondió a Kairos y los drones empezaron a moverse a la plataforma.

En esa plataforma metálica, los drones ensamblaron la plataforma instalándole todo tipo de módulos extraños.

Solo dejaron la zona céntrica y Aurora sintió que se parecían a los círculos mágicos de teletransporte que los antiguos magos utilizaban, solo que la plataforma utilizaba tecnología.

Kairos dedicándose a su trabajo dejo en el centro de esa plataforma, pequeños cubos metálicos.

Los drones se empezaron a mover por otras partes conectando la plataforma al sistema de energía que se había instalado antes y estaba cerca del domo.

En otra parte los drones activaron una de esos pequeños cubos metálicos y ese cubo creció de tamaño de varios metros, entonces tras que las cubiertas metálicas se doblaran en sí misma, se reveló una antena de gran tamaño.

Era difícil decir si era un radar o una antena para captar las señales de un satélite, pero por la forma que se movía, hasta podía funcionar como ambos.

Tal antena tenía su propio núcleo energético y era difícil decir si era electricidad o energía mágica por el cual funcionaba.

Lo que sí, se podía determinar era que la tecnología que se estaba usando no era algo que se podía ver comúnmente.

Kairos tras dejar los pequeños cubos, se alejó y observo junto a todos.

“El despliegue empezará en 3… 2… 1. Envió exitoso.”

La voz robótica de la Inteligencia Artificial que Kairos llamaba Minerva dio el conteo y luego en la plataforma los cubos desaparecieron tras realizar el envío.

“Pensé que enviarían un cohete…” Murmuró el Rey de Mombasa y gran parte de los demás estuvieron de acuerdo.

Era cierto que la tecnología espacial quedo al margen ante las prioridades mundiales de centrarse en la tierra, pero los cohetes todavía avanzaban y algunos de ellos utilizaban energía mágica.

La actualización mágica facilitó muchos procesos que antes eran complicados y aumentó el éxito de los envíos, no obstante, esto estaba a otro nivel.

“El gasto es demasiado y este método es el mejor.” Respondió Kairos y al ver que la respuesta no satisfacía a ninguno, declaró. “Si un mago espacial de rango SSS puede llegar al espacio, para nosotros enviar algunos pequeños cubos al espacio, es una tarea de cálculos.”

¿Un mago espacial de rango SSS podía llegar al espacio?

Aurora tuvo esa duda y observando a los presentes pudo ver que la Sumo Sacerdotisa Xaali, Andrea y Lennart también estaban sorprendidos.

Al final, todos asintieron.

Para alguien que podía viajar de un lado del planeta al extremo del mismo, era normal que pudiera elevarse al cielo y avanzar alto.

Aunque el gasto de energía mágica sin duda sería asombroso.

Que Abdellah solo asintiera dio la sensación de que seguramente algún mago terranovense que estaba en ese rango, intentó esa locura.

Los magos terranovense trataban de alcanzar otra dimensión, era ingenuo no pensar que podrían alcanzar el espacio.

“Aunque no hay energía mágica en el espacio, así que no es como si pudieran recuperarse de forma natural.” Murmuró Kairos antes de ordenar que los drones proyectaran varios videos directos.

En el espacio exterior de este mundo un cubo se había abierto primero y las cámaras provenían de diferentes drones que grababan al dron nodriza.

Ese gran dron nodriza estaba diseñado para almacenar drones en su interior junto a los elementos para recargar y arreglar otros drones.

“Comenzando construcción del Satélite Cosmos.”

La voz vino del reloj holográfico de Kairos y los drones desplegaron pequeños brazos mecánicos antes de movilizar las cajas.

Cada dron tenía un propulsor que le permitió moverse de forma aerodinámica y cada uno de ellos alejo un cubo y dejo que se activara.

Los pequeños cubos se transformaron en enormes conteiner metálicos, cuyas paredes retrocedieron y se doblegaron una arriba del otro.

Los drones empezaron su trabajo, tomando diferentes partes para empezar a ensamblar el satélite.

“Tiempo para la construcción… Siete horas, cuarenta y dos minutos con treinta segundos.” Avisó Minerva con una voz robótica.

“Gracias.” Respondió la Cardenal Najjar a la IA y dando una mirada al grupo, comentó. “La comunicación utilizando mi Señor es posible, también funciona la comunicación utilizando la máquina de comunicación. Lo mejor que ahora podemos hacer es descansar.”

La razón por la cual no estaban preocupados por el otro lado, era porque las comunicaciones eran posibles.

En el portal francés Cécile podía recibir órdenes por la máquina de comunicación diseñada por la Empresa Cosmos y tras la mejora de esos científicos, ahora se podían comunicar bilateralmente, ya no recibiendo información de forma unilateral.

“Ya se acerca la noche y por lo que he visto el ‘día’ completo en este mundo es más elevado que en la tierra. Es mejor descansar, nadie sabe los peligros que pueden estar presentes en la noche.” Recomendó la Paladín Amanda.

Seguramente recordaba el primer portal que durante la noche era peligroso y Aurora estuvo de acuerdo con esa recomendación.

Este lugar que eligieron no solo estaba bien posicionado lejos de cualquier planta, sino que también la seguridad de las torres y drones de vigilancia era bastante alta.

Al menos durante el primer día debían esperar antes de decidir cómo moverse.


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