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TG - Capítulo 355
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Hacer turismo.

Capítulo 355: Hacer turismo.

Las señales empezaron a aparecer en diferentes partes del planeta y Aurora al verlas dio una expresión seria.

“No sabemos si esas señales son cebos para distraernos, atraparnos o son señales de tecnología que se está activando para la batalla final.” Señaló Kairos con honestidad y dando una mirada a los presentes, informó. “El virus informático se está extendiendo con mayor velocidad, pero ha encontrado resistencia en algunas áreas. Está claro que la otra parte abandonó la defensa de gran parte del sistema para priorizar su núcleo.”

Estaba cediendo ‘terreno’ en una retirada para poder levantar una mayor defensa en la parte fundamental… Prácticamente estaba priorizando su núcleo y tal hecho era un problema.

Era difícil decir si las señales que aparecieron de repente se debían a tecnología activándose de forma peligrosa, cebos para atraer a su grupo y emboscarlos o alguna clase de movimiento secreto.

“Nosotros tenemos la ventaja y no creo que sea necesario movernos.” Declaró Andrea con seriedad.

Estas palabras eran ciertas.

El virus le dio a la expedición la ventaja para recibir los ataques en vez de moverse por su cuenta y eso significaba que la otra parte tenía que atacar.

“No hay que olvidar de una posible arma secreta. La información más restringida que resguarda nuestro oponente se trata de sus armas de guerra. Desconocemos si tiene alguna arma parecida a las armas nucleares terrestres.” Dijo Abdellah y mirando las señales, murmuró. “Una de esas señales puede estar activando algo peligroso.”

La preocupación de Abdellah también era acertada.

El virus estaba tratando de robar toda la información posible, pero la otra parte había aumentado la defensa en temas relacionados con la tecnología y su fuerza militar.

Por tal razón pudieron descubrir con cierta facilidad lo que le ocurrió a este mundo.

Lo que buscaba el virus era tratar de recolectar toda la información posible y luego deshabilitar los sistemas de su oponente.

También trataba de evitar que la otra parte borrara información que podría resultar muy útil para la expedición o para la tierra.

“Puedo pedirle al Sabio Lucius que nos apoye a distancia. Él puede derribar a su oponente con una mayor velocidad, pero… No sé si estará bien.” Dijo Kairos con una mirada algo dudosa.

Algunos miraron emocionados ante la idea.

Que el Sabio que representaba a la humanidad en tecnología estuviera al frente, dirigiendo la batalla virtual era de gran ayuda.

La expresión de Kairos apuntaba a otra situación que Aurora también temía.

“Si no tenemos posibilidad de eliminarlo con un solo movimiento, la presión podría desencadenar un peligro mayor.” Señaló Aurora y todos se quedaron en silencio.

La presión llevaba a la desesperación y con suficiente desesperación cualquier criatura o entidad se volvería extremadamente violenta y su último ‘hurra’ podía ser lo suficiente peligroso como para que ellos no pudieran resistirlo.

Por supuesto, si la batalla final se desataba y la otra parte dejaba todos sus límites podía ser igual de aterrador y por tal razón necesitaban acabarlo con un solo movimiento.

Algo que incluso el Sabio Lucius no podía hacer.

Aurora dio una mirada pensante mientras los demás se quedaban en silencio.

“No solo hay que pensar en nuestro oponente tecnológico que puede tener armas extremadamente poderosas, sino que también en la naturaleza.” Murmuró Aurora frunciendo el ceño.

Alice veía a la naturaleza como el enemigo más preocupante y estaba claro la razón.

La naturaleza de todo este mundo estaba controlada por una sola ‘voluntad’ y tal enemigo a nivel planetario, tenía una ventaja evolutiva.

Era posible que para enfrentarse a la tecnología no solo esparciera el virus que afecto a los Quoarianos, sino que tuviera alguna otra clase de arma más directa.

Con solo mirar algunas plantas capaces de defenderse con ataques constantes era suficiente para pensar en otras posibilidades.

Tenían a la Cardenal Najjar para hacer frente a la tecnología y Alice estaba muy dispuesta a encargarse de la naturaleza incluso por su cuenta, pero no significaba que tuvieran la ventaja completa.

“Vamos a prepararnos para la batalla final.” Declaró Aurora y mirando a los presentes, anunció. “No sabemos a qué nos enfrentaremos, así que lo mejor es utilizar al Sabio Lucius. Buscar alguna manera de que acabe con el sistema de nuestro enemigo.”

¿A qué se enfrentarán?

¿Será una oleada de todo tipo de robots? ¿Abran armas de largo alcance? ¿O de destrucción masiva?

¿Aviones? ¿Robots de gran tamaño?

Hasta ahora vieron unos pocos robots generales, pero la otra parte todavía no había mostrado toda su fuerza.

En ese sentido era mejor pedirle al Sabio Lucius que buscara una manera para apoderarse del sistema de su enemigo con un solo movimiento.

Si eran atacados, la expedición podría defenderse y Lucius podría ser quien atacaba de forma virtual.

“Mientras tanto prioricemos la búsqueda de la base. Si la encontramos podemos ser nosotros quienes ataquemos.” Agregó Aurora y mirando a los presentes, señaló. “De todas formas, no tenemos la necesidad de entrar en una batalla a muerte.”

Hasta ahora no sabían dónde estaba el portal abismal, pero tras interrogar al demonio luchador con métodos no convencionales, descubrieron que no estaba a manos de su enemigo tecnológico.

Lo que significaba que ese individuo no podría usarlo para guiar a la expedición o amenazarlos con desestabilizar para causar problemas a la tierra.

Por tal razón ahora podían decir que no tenían necesidad de una batalla final a muerte y simplemente podían retirarse repetidamente.

Lo mejor era que todo se terminara con un enfrentamiento para no extender tanto el daño tanto a ellos como a la otra parte, pero en caso de la peor situación, esconderse hasta que el virus hiciera su trabajo, no era una mala opción.

“Arreglaremos los pormenores a medida que vayamos avanzando.” Agregó Aurora dándole una mirada a Kairos.

“Entiendo, primero le preguntaré a Lucius si es capaz de dar un solo golpe para eliminar a su objetivo.” Respondió Kairos entendiendo lo que deseaba.

El Sabio Lucius daba la sensación de ser una persona que no era capaz de controlarse y era difícil de dominar.

Tampoco parecía alguien que fuera fácil de pedirle algún favor y por tal razón era necesario asegurarse de que él participaría antes de planear todo lo demás.

Los presentes estuvieron de acuerdo con tales palabras y se levantaron de sus asientos, tan solo para retirarse.

Aurora al quedar sola, revisó los últimos mensajes que le reenviaron a través del satélite desde la tierra y no pudo contener su sonrisa al leer el mensaje de Nicole.

Ella había avisado que acababa de terminar su primera misión y por su mensaje, estaba claro que estaba ocultando algo bastante impresionante.

Lamentablemente Aurora no pudo responder debido a que el hecho de que este planeta estaba en el mismo universo que la tierra y que la Empresa Cosmos era capaz de conectarse con la tierra, era un secreto.

Aun así, no pudo evitar sonreír… Pensando que tal vez esa luchadora dio por fin un enorme paso.

******

En medio de lo que se denominaría como una frondosa selva, Elinarah caminó con una expresión seria.

El lugar estaba completamente oscuro y los grandes árboles era nada más que extraños.

Los troncos eran gruesos, pero no parecían que el material fuera madera y eran muy diversos entre ellos.

Había algunos que tenían líneas que palpitaban como venas y otros eran arboles traslúcidos cuyo interior era visible.

En algunos de esos árboles raíces se retorcían por su interior y daba la sensación de que esparcía los nutrientes por todo el árbol.

Luego estaban otros troncos con una textura granosa que por momentos se agitaba.

En lo alto las hojas también tenían colores, diseño y texturas diferentes siendo bastante llamativas.

Las lianas que caían desde arriba también eran llamativas, pero sobre todo extremadamente peligrosas.

Esas lianas de vez en cuando se movían por su cuenta y cuando Elinarah pasaba por su lado, podía sentir el movimiento como si estuviera amenazando con atraparla.

Toda la naturaleza no solo estaba ‘viva’, sino que estaba completamente consciente y este lugar era el centro de la naturaleza.

Eso era lo que le había informado Quaren y Elinarah sabía que estaba en lo correcto.

“¿Cuándo vamos a hablar? Los últimos Quoarianos no son los únicos que se enfrentan a los extranjeros, sino que también este mundo está en peligro.” Dijo Elinarah con un tono y voz convincente, caminando por medio del lugar.

Quaren aprendió el idioma humano de ella y desde ese punto lo empezó a hablar preparándose para cuando eventualmente fuera al mundo humano.

Era posible que la ‘naturaleza’ entendiera el idioma Quoariano, pero entender las acciones e intenciones de la otra parte no era tan difícil cuando uno era capaz de leer la atmosfera.

Ahora Elinarah no solo estaba demostrando cierta apariencia de amistad y honestidad, sino que también estaba utilizando un artefacto traductor que Quaren le presto.

Todo para aumentar las posibilidades de esta arriesgada cooperación.

“Los invasores desean corromper este mundo y ponerlo bajo su control. Destruirán toda la naturaleza y esparcirán su semilla, peor que los Quoarianos en su momento más glorioso.” Señaló Elinarah y dando una mirada preocupada, anunció. “No puedes cooperarán con una raza que devora, utiliza y consume los recursos naturales.”

Trató de utilizar las palabras más genéricas y entendibles para demostrar el peligro, pero la naturaleza misma reaccionó ante ‘devorar’ y ‘consumir’.

Las hojas se agitaron y los arboles temblaron en una mezcla de disgusto, ira y lo que Elinarah entendió como miedo natural.

¿Cuál era la razón?

A Elinarah no le importó y lo utilizó a su favor.

“Ellos devorarán todo a su paso hasta que la naturaleza sea lo suficiente débil que solo funcione para su consumo.” Dijo Elinarah con sensación de veracidad en su voz.

No era falso.

Técnicamente cualquier civilización consumía y utilizaba a otros para satisfacer sus necesidades y en su caso los demonios eran los mejores ejemplos.

Sin embargo, ella no necesitó agregarle ninguna emoción para tratar de que la otra parte mostrara interés.

Los arboles empezaron a arrancar sus raíces del suelo y se movieron dejando un camino libre hasta lo profundo de esa densa selva.

En lo profundo del lugar había dos cosas que lograron que Elinarah tuviera una mezcla de emociones únicas.

La primera era el grueso tronco que tenía decenas de cabezas de Quoarianos por todo el tronco.

Los rostros de búfalos algo humanoide con cuernos eran raros y cuando se mezclaban con las quoarianas que tenían rostros de toro más humanoide, la imagen se volvió más chocante.

Lo peor era que los ojos de todos ellos estaban en blanco y las bocas empezaron a moverse como si estuviera preparándose para hablar.

Sin embargo, ante esa vista tan aterradora, algo que para Elinarah fue una buena noticia estaba presente.

Y ese era el portal abismal que estaba en el área, cerca del mayor árbol de este lugar.

Tratando de ocultar la emoción ante la salida que estaba al frente de ella, Elinarah controló su expresión lo máximo que pudo y caminó con calma.

En vez de parecer alguien que buscaba huir lo más rápido posible tratando de dejar este mundo, dio la sensación de que era la salvadora.

Que su apariencia fuera diferente a los ‘humanos’ terrícolas, ayudó bastante.

“Si no quieres ser devorada y consumida… Únete a nosotros, solo de esa forma pueden salir a salvo.” Anunció Elinarah con seriedad.

La palabra ‘devorar’ y ‘consumir’ tenían una eficacia demasiada aterradora, ya que toda la naturaleza de este lugar empezó a temblar sintiendo emociones mixtas.

Era una mezcla de odio, miedo ante un depredador más fuerte y deseo de eliminarlo junto al temor de perder.

“Nosotros nos uniremos…”

Todas las cabezas de los Quoarianos abrieron sus bocas y hablaron al unísono, logrando que Elinarah diera una gran sonrisa, ante las perspectivas futuras.

******

Sentada en la sala de descanso del cuartel de los Guardias de la Sombra, Nicole leyó los mensajes del grupo.

Había enviado un mensaje para avisar que había terminado su misión y lo hizo porque no pudo contener la emoción de su ascenso.

Por supuesto, no reveló que había ascendido, sino que lo mencionó como que tenía una sorpresa.

En cierta forma también lo hizo para evitar pensar que había asesinado a una persona y a la vez ascendido gracias a esa muerte, que le dejo en claro que era capaz de continuar aún más lejos.

De todo el grupo quien dio la sensación querer hablar más fue Leslie.

Ella también terminó su misión días atrás y al parecer la situación la afectó de una manera bastante única, lo que hizo que pareciera inestable.

Era difícil tratar de ayudarla, ya que estaba seguro de que ante los ojos de muchos de sus compañeros Nicole era vista como la jovencita que temblaba al inicio de la academia.

Pensar en ese momento no la avergonzaba para nada y Nicole estaba orgullosa en decir que una vez tembló al luchar.

La razón era porque ahora podía decir orgullosamente que era alguien capaz de enfrentarse a un enemigo y no retroceder.

En este momento podía decir que incluso con ese pasado alcanzó el rango S.

“Je…” Soltando una risa que no pudo contener, Nicole demostró su felicidad.

Era cierto que no le agrado la idea de asesinar y cuando uno pensaba que fue tras asesinar a esa mafiosa que ascendió, la situación se volvía extraña.

Sin embargo, Nicole no iba a negar su felicidad y entendía la razón por la cual avanzó en este momento.

Tal como le había mencionado a Leslie, ella también estaba nerviosa y preocupada, preguntándose si era capaz o no de asesinar.

Durante el inicio de la misión nunca atacó a matar y solo cuando se encontró a la mujer actuó con todas sus fuerzas e incluso en ese momento pensaba en sobrevivir en vez de eliminarla.

Solo cuando María estuvo en peligro fue cuando en realidad actuó… Cuando dejo sus miedos internos de lado, su preocupación y dio ese paso siendo lo que buscaba ser.

Convirtiéndose en alguien imparable de forma tan literal que ni sus emociones o estado emocional podían detenerla.

Podía dar excusas y decir que lo hizo para proteger a María, pero al final Nicole no podía negar que ella acabó asesinando a una persona.

Tal hecho era innegable y ante tal hecho, su expresión decayó un poco.

“¿Feliz o triste? Para ascender a rango S tan joven no te ves muy emocionada.” Dijo de repente Víctor que apareció desde la entrada.

La forma que asentía animado lo hizo parecer más contento y amable de lo normal, pero Nicole no le prestó tanta atención a eso y dio un suspiro.

“Supongo que es difícil estar completamente feliz cuando sé cómo llegue a esta posición.” Respondió Nicole y dando una mirada, señaló. “Creo que al menos estoy bien sintiendo lo que siento.”

Otra razón por la cual no mencionó que había ascendido fue porque no deseaba festejos este día y deseaba pasarlo entrenando por su cuenta para que ese sentimiento de haber asesinado a alguien pasara.

“El sentimiento de culpa es inútil.” Precisó Víctor y al acercarse se puso al frente de donde estaba sentada Nicole y comentó. “Si esto fuera Terra nova, es muy posible que cuando llegaras a ese rango ya tuvieras las manos sucias.”

Los terranovense podían subir de rango al asesinar a otros y subir de nivel.

Estaba claro que un rango S ya habría asesinado, ya sea criaturas, humanos o monstruos antes de alcanzar este rango.

“Sin embargo estamos en la tierra y en este lugar las emociones cuentan… Y la culpa es necesaria.” Dijo Nicole con cierta seriedad.

Eso era lo que pensaba.

Sentir la culpa y entender que asesinar la afectaba la hizo darse cuenta de que no se estaba convirtiendo en algo que no deseaba.

En el momento que fuera adormecida por asesinar, sería el momento para preocuparse.

“Eres una buena aprendiz.” Dijo Víctor con una sonrisa amable y acariciando su cabeza con cierta naturalidad, instó. “Deberías estar feliz. Este es un gran día.”

Nicole retrocedió en su asiento y frunció el ceño ante la extrañeza que estaba demostrando Víctor.

El Emperador Víctor era alguien capaz de darle una paliza lo suficientemente alta como para quebrarle varios huesos y luego en ese momento continuar hasta que sus costillas perforaran algunos órganos.

Tan solo para que en ese punto dejarla sufriendo en el suelo para que se recuperara por su cuenta.

Sin embargo, era nada más que imposible que fuera alguien que acariciara su cabeza y le diera una sonrisa amable.

“¿Por qué debería ser un gran día?” Preguntó Nicole alejándose un poco de ese hombre para que la dejara de tocar.

Sentía que en cualquier momento trataría de atacarla en una emboscada y había un sentimiento más desagradable que él estaba emanando.

Víctor en vez de retroceder se inclinó para estar a la altura de sus ojos y dio una sonrisa encantadora.

“Porque cada vez estás siendo más fuerte y estás más cerca de mí.” Dijo Víctor y sin ocultar su sonrisa coqueta, murmuró. “Cuando avances lo suficiente podremos estar juntos. ¿No te gustaría estar a mi lado?”

Lo primero que Nicole sintió fue desagrado que estaba al límite del asco al escuchar ese coqueteo, pero al mismo tiempo miedo y también sintió algo más… Extrema cautela y peligro.

Apenas sintió esa emoción ella se levantó y lanzó su puñetazo utilizando su ‘estallido de fuerza’.

*BOOM*

Tal ‘estallido’ estaba al nivel de explosión y el daño que ocasionó a la habitación fue demasiado aterrador.

Las paredes se agrietaron, el suelo se hundió y los muebles fueron destruidos por la onda expansiva remanente.

Sin embargo, Víctor que atrapó su puñetazo ni si siquiera se inmutó.

“¿Quién eres y donde está Víctor?” Preguntó Nicole liberando su presión por completo.

Cuando golpeó la palma abierto de ese hombre se sintió como si estuviera golpeando una montaña, pero tal fuerza no la engañó.

Víctor podía ser muchas cosas.

Un manipulador, un tirano, un hombre de sangre fría que posiblemente ocultaba un psicópata oculto, pero incluso si tenía peores denominaciones, nunca trataría de coquetear con ella y menos de este modo.

Incluso si llegaba a ser amable siempre lo hizo pensando en algo a futuro, tratando de sacar provecho de esa amabilidad.

“¿Por qué dices eso? ¿No soy igual a él?” Preguntó ese falso Víctor con una sonrisa y al ver que Nicole estaba por atacar de vuelta, retrocedió varios pasos mientras su sonrisa crecía.

¿Era alguien bajo Víctor? ¿O era un enemigo?

Su fuerza no estaba al nivel de rango S y si era la segunda opción resultaba ser preocupante, en cuanto a si era la primera estaba siendo raro.

Alguien se disfrazó de Víctor y estaba tratando de coquetear con ella… Tal hecho solo podía considerarlo como extraño.

“¿Esto es una prueba?” Dudó Nicole sin bajar la guardia y manteniendo cierta distancia preparada para un ataque, declaró. “Si Víctor quiere que sepa diferenciarlo de alguien falso, tengo que admitir que no logre.”

Ante sus ojos estaba ‘Víctor’… Esa era la única manera que se podía describir.

Su sonrisa, ojos, expresión y detalles físicos completos.

Físicamente era Víctor y a nivel presencia o energía mágica también era completamente igual.

Si no fuera por ese coqueteo extraño que trató de hacer, Nicole hubiera creído que era el Emperador de Sudamérica.

Así que técnicamente fallo.

“Si es una prueba, pero no del tipo que crees. Es más, la has pasado.” Dijo Víctor y chasqueó sus dedos.

Su cuerpo empezó a cambiar y mostrar el real y lo único que pudo hacer Nicole fue…

“¿Eh?”

Dejar salir un sonido de extrañeza y sorpresa al ver que quien se revelaba era Ersin que estaba dando una suave sonrisa algo animada.

Era raro verla sonreír y era aún más raro verla fuera de su papel de secretaria profesional y seria, pero ahora mostraba cierta diversión que solo aumentó por su mirada.

Nicole pensó en decenas de pruebas y escenarios para que Ersin se disfrazara de Víctor y la probara, pero solo llego a una conclusión.

“¿Esto es una prueba por celos?” Murmuró Nicole todavía aturdida.

La expresión de Ersin no cambio y fue todo lo contrario.

“Parcialmente correcto. Esta es una prueba, pero no tengo celos de ti. Al menos por ahora.” Respondió Ersin y dando una mirada pensante, comentó. “Los hombres son existencias peculiares que son afectadas por el poder… Ser ‘Emperador’ da la sensación de tener ciertas libertades, que en realidad no debe tener.”

A pesar de que trató de ser lo más seria que pudo, Nicole entendió lo fundamental.

Básicamente estaba persiguiendo posibles amantes de Víctor que al ser el Emperador de Sudamérica posiblemente podría tener.

¿Cuántas mujeres desearían entregarse a tal emperador que a su vez era uno de los hombres más fuertes de la tierra? El número sin duda superaría varios dígitos y más cuando uno pensaba que Víctor a su edad no tenía hijos.

En cuanto a porque apuntó a ella, Nicole pudo pensar sobre la razón, sin embargo…

“Nunca he pensado en Víctor de esa manera y solo lo he visto como alguien capaz de utilizarme en cualquier momento.” Dijo Nicole con la expresión más seria que dio en su vida y mirando a Ersin, agregó. “De la misma manera que busco utilizarlo a él.”

El tiempo que estuvo con Víctor se dio cuenta de que no muchas mujeres estaban cerca de él.

La Reina del Norte era una de las pocas que estuvo más cerca y la otra fue ella misma, quien entrenaba seguido con ese hombre.

Sin embargo, nunca pensó en que algo más sucediera y era hasta el punto de que era imposible ver a Víctor como un amigo o peor algún tipo de pretendiente.

Aunque no lo dijo, pensó que Ersin estaba exagerando completamente ante sus acciones, pero la otra parte lo vio diferente.

“Por eso te considero una amenaza futura.” Respondió Ersin y con una mirada simple, detalló. “Tienes potencial y como si fuera poco, estás tomando su personalidad por completo sin que te des cuenta.”

Ante tales palabras Nicole se congeló.

Ersin se estaba refiriendo a la idea de que ella sabía que Víctor la estaba usando y ella a su vez lo trataba de usar a él para aprender todo lo que podía.

En ese sentido estaba siendo igual a Víctor.

“¿No me digas que le gusta ese tipo de mujer?” Dudó Nicole con una expresión que demostró preocupación.

Si era de esa forma trataría de cambiar todo lo posible… Ersin le dejo la idea desagradable de Víctor coqueteando con ella y Nicole no podía negar que tal idea estaba pasando de desagrado a rechazo extremo.

Ersin en vez de molestarse se rio como si se estuviera divirtiendo.

¿Deseaba dejarle la extraña y casi grotesca imagen de Víctor tratando de coquetear con ella?

Si fuera de esa forma y deseaba causarle rechazo, innegablemente lo consiguió… Eso era lo que pensaba Nicole en lo profundo de sí misma.

“Me agrada esa mirada de disgusto. Tal vez podemos llevarnos mejor de lo que creo.” Dijo Ersin y dando una sonrisa, declaró. “He estado por mucho tiempo lejos de él y a pesar de que confió en él, soy posesiva.”

“¿Se conocieron durante Terra nova?” Preguntó Nicole y al ver que ella asentía, dio una mirada a Ersin y murmuró. “Creo que él tendría que ser el posesivo.”

Víctor tenía actitud y presencia, pero no podía ser considerado ‘muy guapo’.

Por su parte Ersin era una belleza elfica e incluso entre los elfos, ella resaltaba al ser una belleza demasiado atractiva.

Sus ojos y cabellos blancos eran rasgos que la hicieron destacar en cualquier parte.

Quien debería estar celoso o al menos ser posesivo seria Víctor… Después de todo, la belleza a su lado seguramente era codiciada por muchos.

“Lo es… Y a un nivel extremo.” Respondió Ersin con cierta risa y dando una mirada al pasillo, señaló. “Me dejaron a cargo de ti por un tiempo y yo te enseñare algunas cosas únicas en ausencia de Víctor.”

Nicole se sintió emocionada.

Dejando este evento de lado, Ersin era alguien extremadamente profesional y estaba claro que no era nadie simple.

Aprender de ella podría ser bastante educativo y emocionante.

Sin embargo, dudó un momento al escuchar ‘ausencia’ de ese hombre.

“¿A dónde ha ido Víctor?” Preguntó Nicole con curiosidad.

Por dentro estaba sintiendo una extrañeza y al pensar que Ersin se hizo pasar por ese hombre, la extrañeza aumentó.

“Oh, esto era un secreto.” Dijo Ersin y con una sonrisa, reveló. “Víctor se fue a jugar a otro mundo.”

******

En una enorme montaña que estaba rodeada de nubes, el General Sánchez que era conocido por su entrenamiento a puerta cerrada y que actualmente era conocido por ser miembro de la expedición del cuarto portal, estaba mirando el lugar con una sonrisa.

Enormes acantilados, montañas con picos puntiagudos y gigantescas masas de roca se extendían por su visión.

“Esto será divertido.” Murmuró con una risa entretenida sentándose en el acantilado mientras su apariencia cambiaba.

Un físico esculpido, una mirada profunda y una sonrisa entretenida era lo que lo caracterizaba.

El Emperador Víctor se rio al ver el mundo del cuarto portal abismal y al mismo tiempo que su risa se extendió, la tierra tembló cuando toda su presencia fue liberada por completo.

¿Hace cuánto tiempo no salía a jugar?

A pesar de que solo estaba mirando el mundo, valió la pena venir para hacer turismo y dejar que Ersin lo reemplazara.

Era posible que su ‘secretaria personal’ hiciera algo que él lamentara después, pero no importaba demasiado.

Después de todo, no todos los días se hacía turismo en otro mundo.


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Historia Paralela Capítulo 54
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Un año de grandes cambios.

Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 54: Un año de grandes cambios.

Una pareja extraña caminó por la calle del centro de la Ciudad Bursa en Turquía o para ser específico los restos que quedaban de esa nación.

Algunos edificios estaban destruidos y lo que más destacaba a simple vista era la cantidad de personas en mal estado.

“Hay demasiados refugiados.” Murmuró el hombre alto y musculoso que estaba al lado de la mujer que a su lado parecía pequeña.

Las personas de todas partes le dieron miradas llenas de respeto y de admiración.

Ese hombre era demasiado llamativo debido a que media dos metros con setenta centímetros y estaba por alcanzar los tres metros.

Como si fuera poco su físico resaltaba como un gigante imparable y era imposible no reconocerlo.

“Siempre es lo mismo con las guerras.” Declaró la mujer mirando al gigante a su lado.

Su altura era considerada promedio, pero al lado de su esposo ella daba la sensación de ser una niña.

Su figura a diferencia del año pasado que parecía superior a los treinta, ahora parecía alguien que se estaba acercando a los treinta y era posible que, en unos meses, la describieran en sus ‘veinte y tantos’.

Agatha que estaba pensando en su apariencia dio un suspiro a ver que su esposo tenía una mirada de pena al ver a los refugiados.

“Eres igual que Aurora.” Murmuró agitando su mano a la nada.

Los alrededores se distorsionaron y los llevaron ambos al patio de un castillo, pero en la ciudad que estaba atrás de ellos, una luz plateada brilló en lo alto.

Esa luz cubrió el centro de la ciudad y se fue extendiendo cada vez más lejos mientras daba una sensación revitalizante.

Un poderoso hechizo de curación que se encargaba de revitalizar el cuerpo y curarlo si estaba afectado por enfermedades o aflicciones ligeras.

El nivel del hechizo y la escala sin duda podría ser considerado como un hechizo a nivel ‘prohibido’, pero Agatha no sintió una gran carga al lanzarlo.

Fue todo lo contrario, fue ligero.

"Y yo he salido igual que nuestro hijo mayor.” Murmuró Agatha, respirando hondo logrando que su cuerpo se revitalizara y dando media sonrisa, agregó. “Alice es nuestra única hija que es parecido a ambos.” 

La energía mágica de sus alrededores se acercaba a ella para ayudarla a recuperarse.

Ella no se estaba refiriendo a la capacidad mágica, sino que a la diferencia y la actitud similar que ellos tenían con sus hijos.

Agatha no pudo sentir nada al ver a tantos refugiados y solo cierta empatía porque su esposo estaba afligido por la vista.

Alice se parecía también a ella a la hora de no mostrar interés o empatía por otros, pero a la vez se parecía a ambos a la hora de tener una ‘habilidad innata’.

“No lo hubieras hecho…” Murmuró Antón abrazándola por la espalda.

La diferencia de tamaño ya se estaba haciendo cada vez mayor y Agatha tuvo que levantar su cabeza completamente para mirar a los ojos a su esposo.

Su esposo estaba acariciando su cabeza con su mano y a pesar de que era una vista extraña, ella dio una suave sonrisa al ver la preocupación de su esposo.

Usar demasiado su capacidad aceleraba el cambio ocasionado por su habilidad innata.

Antes de que pudiera decirle que no se preocupara, pudo ver que Melorrill llegaba junto a él no-muerto Xezor y el Duque Kristoph.

“¿Agatha quieres ir a tomar algo luego de esta aburrida reunión?” Preguntó Melorrill en voz alta al acercarse.

En el patio del castillo al cual había llegado no estaba completamente vacío.

En las murallas se encontraban guardias y en la entrada también estaban presente algunos guardias humanos.

Estaban en el castillo que era sede del Gremio Los Caídos y en este lugar se estaba por llevar la reunión de paz.

Técnicamente era importante, pero Agatha estuvo de acuerdo que iba a ser aburrida.

Después de todo, una negociación de paz en contra los demonios iba a ser una tarea demasiado molesta en donde los terrícolas presionarían para lograr las mayores ventajas y la otra parte buscaría sus propios beneficios.

“Claro. Tengo algunas dudas sobre la magia de metamorfosis a la cual me gustaría que me ayudaras.” Respondió Agatha de forma honesta.

Representaba a la Iglesia del Tiempo y el Espacio, pero no significaba que no pudiera salir a divertirse y más cuando estaba tratando de aprender una nueva magia.

Su esposo estaba creciendo demasiado rápido y ya se estaba volviendo incómodo para algunas situaciones.

Por tal razón necesitaba un poco de ayuda de alguien como Melorrill que claramente no era una elfa y que dejaba en claro que era buena para transformarse.

“No tengo problema. Puedo enseñarte uno o dos cosas.” Dijo Melorrill y mirando a Antón de pie a cabeza, declaró. “Cuando tú misma puedas crecer y estés a su altura te darás cuenta de que entre más grande mejor.”

Antón se cubrió su rostro de inmediato entendiendo el significado oculto y Agatha se rio a carcajadas disfrutando como su esposo se avergonzaba.

Estaba investigando la magia de metamorfosis para tratar de que su esposo se volviera un poco más pequeño, pero...

“Esa es una buena idea.” Respondió Agatha logrando que su esposo suspirara y le diera una mirada para que se detuviera.

Incluso a pesar de que el tiempo pasaba, su esposo seguía siendo el mismo del que se enamoró hace mucho tiempo.

“Iré entrando. A veces me olvido que trabajo para el imperio.” Murmuró Melorrill al recibir la mirada del Duque Kristoph y cuando estuvo por entrar al lugar, comentó. “Aunque me permite matar demonios por diversión.”

Ese comentario lo hizo en voz alta y fue dado de forma provocativa por el individuo que estaba apareciendo.

Retorciendo el espacio, un demonio que daba la sensación de ser un hombre que no superaba los treinta apareció.

Su piel roja y su traje no ocultaba su físico ligeramente corpulento, pero sin duda destacó sus rasgos que serían considerados agradables a la vista, incluso cuando sus cuernos rojos eran notables.

“¿Cuándo vamos a volver a luchar Gigante de Acero?” Preguntó ese demonio con una sonrisa.

Antón enderezó su espalda mientras que sus músculos se fueron marcando a través de su ropa.

Su cuerpo había entrado en modo combate al instante, pero su sonrisa de un feroz luchador que no concordaba con el hombre avergonzado de antes, fue atractiva para Agatha de una manera única.

“Cuando desees.” Respondió Antón sin retroceder.

El Rey Demonio Aniquilador dio una risa y entró al castillo sin ocultar su emoción.

“¿No fue con quien ganaste?” Preguntó Agatha y volviendo la mirada a la entrada del castillo, señaló. “Se ve poderoso, amigable y belicista… Tal como los rumores dicen.”

Este era el segundo demonio que se podía considerar como más agradable y su único problema era que priorizaba la batalla.

Le gustaba luchar y eso significaba que las posibilidades de que buscara competir con alguien poderoso era demasiado alta.

No obstante, fue uno de los pocos demonios que no buscaban conquistar tierras, reinar o masacrar a la humanidad.

“Gane seis de diez combates y pude hacer que se quedara en Armenia protegiendo a la gente.” Dijo Antón con una media sonrisa.

Agatha dio una sonrisa.

Encontrarse con un demonio de este tipo era bastante raro y más cuando gran parte de los que vinieron eran aquellos que causaban problemas.

Por tal razón se apreciaba esta clase de demonio y no se lo eliminaba… Simplemente porque sus intereses podían coincidir.

Dándole una señal a su esposo, ambos se acercaron a la gran entrada del castillo que tuvo que abrirse completamente para dejar que Antón pasara.

El otro lado era un salón de bienvenida en donde una figura que daba la sensación masculina estaba esperando a todos.

Que diera la sensación de ser hombre se debía a que estaba llevando una túnica con capucha que cubría parte de su cabeza y su rostro tenía una máscara de color negro.

Grabados en esa máscara estaba una sonrisa que se movió al verlos y los ojos eran dos perlas negras que se retorcieron… Demostrando una cierta y entretenida diversión.

El líder del Gremio Los Caídos se acercó completamente al frente de ellos y dio su mano para saludar.

“Un gusto conocerlos oficialmente.” Saludo ese hombre con una voz masculina que no ocultaba su diversión y sin inmutarse, se presentó. “Soy el dueño de este lugar, pueden llamarme Mercurio.”

La impresión que dio no fue de una presentación de alguien poderoso en igualdad de posición, sino que como alguien que verdaderamente deseaba conocerlos.

“No creo que seamos tan cercanos como para que nos des esta clase bienvenida.” Dijo Agatha dando su mano en saludo.

Ese individuo la saludo y luego observó a Antón.

Su máscara ocultaba su verdadero rostro, pero la sonrisa y las perlas que estaban en la máscara y que funcionaban como ojos dejaron ver que su diversión iba en aumento.

“Supongo que no eres uno de nuestros fans.” Dijo Antón saludando con seriedad.

Que un hombre tan grande con una voz gruesa saludara con una mano que sin duda era considerada de gran tamaño causaría cierta sensación de intimidación, pero ese hombre se rio tras saludar.

“Aunque admiro su fuerza, no soy esa clase de persona.” Declaró el hombre y dando una sonrisa, señaló. “Solo tenemos a alguien en común.”

No dijo nombres o definió si era mujer u hombre, simplemente lo hizo parecer como si la persona en común fuera alguien al azar.

Hasta era posible que fuera una excusa para acercarse a ambos y tratar de mantener algún tipo de relación.

Sin embargo, tal posibilidad ante los ojos de Agatha era minúscula y ella pudo sentir que verdaderamente tenían alguien en común.

“Espero que esa persona en común no sea del tipo problemático.” Comentó Agatha sin pensar demasiado en la posible persona y al ver que el hombre sonreía con su máscara, declaró. “Vamos a movernos.”

El hombre que se presentó como Mercurio se rio entretenido y asintió abriendo paso al final del pasillo.

“Vamos a empezar. Este año será un año de grandes cambios y quiero ser uno de los que deje su marca.” Anunció Mercurio en voz alta.

En vez de buscar reputación o estar orgulloso al ser uno de los individuos que iba a negociar la paz con los demonios, daba la impresión de que solo deseaba dejar su marca por pura diversión.

Sin embargo, no estaba mintiendo.

Este año iba a ser un año de grandes cambios no solo en estas tierras con la paz, sino que en muchos lugares.

En África la ciudad que fue levantada en medio del continente estaba por oficializarse a nivel internacional y en América, el Imperio Sudamericano estaba por dar la bienvenida a dos nuevos miembros.

Uruguay y Paraguay estaba por llevar a cabo un referéndum que fue pedido por muchos habitantes de ambas naciones para decidir si unirse al Imperio Sudamericano de forma oficial.

Todo sucedería en el mes de julio.


mode_commentComentario de Evil_Warlord

Estos cinco capítulos van a ser más tranquilos. Espero que los disfruten. Por cierto, no se olviden del discord: Aqui.

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