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TG - Capítulo 382
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Candidato perfecto.

Capítulo 382: Candidato perfecto.

Saltando por medio de gigantescos árboles, estaba dos gorilas de gran tamaño.

Un gorila de seis metros de alto de pelaje negro estaba liderando el camino con movimientos extremadamente rápidos que no concordaban con su musculoso y gran cuerpo.

Luego estaba un gorila de tres metros que, si bien era pequeño, su velocidad y movimientos por las grandes ramas, era espléndido.

En el fondo, estaba Nicole quien se estaba riendo impresionada por los movimientos de ambos gorilas.

César era grande, pero sus movimientos eran rápidos y Rupert era pequeño y no estaba tan interesado en moverse rápido, pero la forma que movía su cuerpo destacaba.

Nicole había pensado que por su propio tamaño podría ser más rápida, pero en medio de estos gigantescos árboles, ella se dio cuenta de que la ventaja de los gorilas en su habitad natural era inigualable.

Saltando por las ramas y usando algunas grandes dianas para balancearse, Nicole a través de sus instintos buscaba adaptarse a esta naturaleza.

Y tras dar varios saltos y recorrer una larga distancia, César se detuvo en una gruesa rama y Rupert se afirmó en el tronco de otro gran árbol.

Por su parte, Nicole simplemente aterrizó en una rama y observó que estaban de vuelta en la entrada de la tribu gorilas.

Varios primates estaban por el área y si bien los gorilas atronadores eran los más vistosos, estaban presentes orangutanes durmiendo en un árbol, chimpancés en multitud y bonobos patrullando el área.

“Muy diferente a la primera vez que vine.” Murmuró Nicole de forma honesta.

Antes había gorilas, pero esta vez el lugar estaba más cambiado y lo más notable eran algunos edificios en los árboles.

Construcciones más humanas, nidos más desarrollados y un sin número de primates, todos conviviendo juntos.

Había pasado un año de la ceremonia a la que había asistido y ellos no dejaron de desarrollarse.

“La amenaza del portal abismal ha hecho que muchas tribus se unan y nosotros no somos diferentes.” Dijo César con seriedad y mirando a la multitud, señaló. “Eso ha hecho que la ceremonia sea más grande y diversa que antes.”

Tal como Aurora había esperado, la Academia Cernunnos por medio del Anciano Kernen se contactó con el grupo de mercenarios para solicitar escolta, tal como todos los años hacían.

Sin embargo, esta ceremonia a diferencia de la del año pasado era más grande, ya que no solo los gorilas atronadores estaban participando.

Al igual que los gorilas aceptaban la aplicación de nuevos avances de los bonobos o sus rutinas tan ‘humanas’, los bonobos aceptaron el intercambio cultural que se realizaba por medio de la ceremonia.

Lo mismo sucedió con los chimpancés y orangutanes que tenían sus propios modos de vida y ceremonias.

“Los ancianos buscan la unificación de nuestra gente. Compartir nuestras ceremonias, nuestros ideales y conectarnos con nuestros compañeros.” Explicó Rupert y al ver que ella estaba curiosa, detalló. “Los gorilas somos pocos comparados a los otros primates y por eso siempre nos unimos, pero ellos son diferentes. Tenían pequeñas tribus por toda África.”

A Nicole le fascinaba la historia que había detrás de las bestias mágicas y más aquellas que habitaban en este bosque.

Tribus, organización y jerarquía… El bosque mágico era toda una sociedad y ellos a diferencia de las naciones humanas que competían o buscaban beneficios de los portales, se unieron con bastante rapidez.

Estaban acostumbrados a unirse para hacer frente a las amenazas externas.

Bajando al suelo, Nicole siguió a ambos gorilas que eran bien recibidos y ella solo pudo exclamar al ver los alrededores.

Los gorilas… No, todos los primates estaban desarrollando lo que sería una ciudad en el bosque.

Los árboles tenían casas en su interior y si bien la decoración dependía del gusto del que residía, destacaba las paredes y suelo de madera.

No se trataba de una ‘casa’ de madera al estilo humano, sino que por medios mágicos el árbol empezaba a crecer según el diseño que le quería dar el mago de naturaleza.

El área que eligieron tenían árboles enormes y altos, tal ambiente permitió diseñar una intrincada ciudad natural.

En la base, la tierra estaba solidificada por medio de magia, conformando lo que eran calles y en la base del tronco de los árboles había diferentes casas y almacenes.

Luego en la parte media de los árboles, diferentes casas en el interior estaban diseñadas y algunas veces había edificios con estilo arquitectónico humano mezclado con la naturaleza, pero lo que impresionaba eran los caminos que unían un árbol con otro.

Caminos de enredaderas grandes y resistentes capaces de soportar el peso de grandes orangutanes y de gigantescos gorilas como César.

Si Nicole tuviera que elegir el estilo que estaban copiando, entonces…

“Gente de la India… Tiene sentido.” Murmuró Nicole al identificar algunos humanos con rasgos característicos de la india.

Algunos rasgos le recordaban a Taqiyya y si bien había otros individuos que eran difícil definir su nacionalidad, la mayoría de los que estaban haciendo las casas eran magos de la india.

Por medio de la magia de naturaleza, ellos guiaban el desarrollo de los árboles, permitiendo que el árbol siga ‘vivo’ y que a la vez pudiera aceptar a un nuevo habitante.

La India que fue cubierta por una gran cantidad de árboles, adoptó un enfoque de convivencia con la naturaleza y copiaron a su vez a algunas civilizaciones elfica y druídicas de Terra nova.

Ahora los primates estaban adoptando ese mismo enfoque de convivir con la naturaleza para estar en esta zona.

“A los bonobos le gusta todo lo humano y según escuche, quieren desarrollarse de esa forma. Por ahora compran armas, pero ellos también quieren aprender la herrería mágica, los avances mágicos y si es posible tecnológicos.” Detalló Rupert y mientras se estiraba, señaló. “Por otra parte a algunos gorilas y chimpancés le gusta la naturaleza y creen fervientemente en protegerla. Eso llevo a que tomaran este camino.”

Proteger la naturaleza, pero a la vez tener un estilo más humano… Una mezcla curiosa e interesante para el desarrollo de su propia gente.

Mientras caminaba por el área, Nicole pudo ver a los estudiantes de la Academia Cernunnos que había guiado y a sus compañeros, mirando toda el área con cierta emoción.

Leslie, Érica, Clémentine y Andrés que había llegado recientemente, estaban curioseando por los alrededores con la misma expresión que los estudiantes.

Esta vez el número de estudiantes fue mayor y por esa razón también vino el grupo de Akira.

Los jóvenes estudiantes de la Academia Cernunnos estaban interactuando con los jóvenes primates con los cuales podrían terminar haciendo un contrato y convirtiéndose en compañeros.

“¿Están hablando?” Dudó Nicole al ver que había algunos gorilas y bonobos hablando con los estudiantes.

“Oh, sí. Esta vez como iba a ser una camada más grande de estudiantes e iban a ver muchos primates, decidimos traer artefactos de comunicación.” Explicó Rupert y señalando al Anciano Kernen que estaba charlando con un gorila blanco, precisó. “Mantendremos la esencia de la ceremonia, pero les estamos dando más tiempo para que ambos grupos interactúen.”

La ceremonia contaba con diferentes pasos y uno de ellos era conectarse mentalmente para aprender uno del otro de la forma más rápida y eficaz.

En vez de acelerar todo el proceso, ahora buscaba que los estudiantes tuvieran una mayor oportunidad para convivir e interactuar con sus futuros nuevos compañeros.

Era normal que la ceremonia empezara cambiar y la razón era los nuevos primates que se unían a esta ceremonia por primera vez.

Los bonobos serían muy particulares con sus compañeros y si algo tenía esa especie era su gusto compartido por imitar a la humanidad.

Por su parte, los chimpancés eran muy variados entre sí y sus gustos generales también, lo que dificultaba definirlo en un parámetro general y por eso necesitaban más tiempo.

Dejando a los orangutanes que parecían más tranquilos con su propia dificultad por su pereza habitual.

“No es fácil elegir un compañero… Y es difícil que todos puedan hacerlo.” Murmuró Nicole de forma solemne.

César y Rupert, asintieron.

Los primates seguían a sus compañeros a la civilización humana sin ningún entendimiento y comprensión del mundo humano.

Confiando en su compañero humano para adaptarse a ese nuevo ‘mundo’.

“En un futuro tal vez nuestra gente pueda ir a la civilización humana sin necesidad de un compañero.” Declaró César de forma solemne.

En un momento, su gente seria independiente y podría adaptarse al mundo humano por su cuenta, sin necesidad del apoyo de un ‘tercero’.

¿Era posible? Nicole lo veía difícil, pero no imposible.

Lo que mayormente limitaba las bestias mágicas para vivir en la civilización humana era la falta de sentido común sobre algunos aspectos como lo era el dinero y el comercio.

Aquí en el bosque mágico, la naturaleza le ofrecía todas las necesidades que la tribu necesitaba, muy diferente en la sociedad humana en donde la riqueza importaba.

También importaba la imagen que los diferentes humanos tenían sobre las bestias mágicas, pero ese era otro tema.

Mientras veía como Rupert se iba a conversar con sus ‘pequeños’, Nicole se dirigió a donde Alice había salido.

Era una casa en el interior de un árbol y las entradas eran del tamaño de los gorilas más grandes, lo que hizo que Nicole al entrar se sintiera pequeña.

Sin embargo, esa sensación duro muy poco al ver que en el interior estaba Aurora junto a pequeños gorilas atronadores, riéndose con cierta diversión.

Esto era una guardería y Aurora estaba junto a Akira acariciando a los pequeños como si fueran niños.

Ver a Aurora tomar un gorila y abrazarlo mientras la pequeña bestia le devolvía el abrazo, hizo que Nicole quisiera intentarlo.

Se veían tan adorables y si bien una parte de Nicole, pensó que era malo que ellos pensaran que los estaba tratando como mascotas, al ver a Aurora dándole una invitación, se dejó llevar.

¿No era como si adultos estuvieran mirando, cierto?

******

En su oficina en Zerzura tras volver de acompañar a los estudiantes de la Academia Cernunnos para su ceremonia, Aurora observó las imágenes que subió Nicole a su red social.

Estaba abrazando a pequeños gorilas atronadores, chimpancés y los regordetes orangutanes como si se tratara peluches.

“Tal vez algún día deba invitarla al centro del bosque…” Murmuró Aurora riéndose.

Las tribus por lo general tenían una ‘guardería’ en donde dejaban a las criaturas más pequeñas y siempre esas áreas eran las más resguardadas.

Al menos que los visitantes sean de total confianza, no era tan fácil entrar y en el centro del bosque en donde la mayoría de las bestias mágicas se reunían, tenían esta clase de guardería.

Aurora no podía negar que abrazar a una pequeña pantera negra todo esponjosa era sumamente agradable.

Claro, el problema era que normalmente las bestias mágicas de ese tipo no se dejaban acariciar tan fácilmente y era posible que lo tomaran como un insulto al ser tratadas como ‘mascotas’.

Escuchando el sonido de la puerta, Aurora dejo sus pensamientos de lado y ordenó que la otra persona pasara.

“¿Escuche que me llamabas? ¿Sucede algo?” Preguntó Andrés al entrar a la oficina.

Su expresión algo curiosa, no ocultaba un poco de su seriedad y la razón fue que Aurora pidió que viniera por trabajo.

“Escuche del Sabio Lucius que estas al día con lo que ha sucedido en el séptimo portal abismal.” Dijo Aurora de inmediato, manteniendo una expresión solemne de trabajo.

Ella había hablado con el Sabio Lucius luego de la conferencia de la Empresa Cosmos y conocía que Andrés estuvo participando en el asunto y ese joven sabia sobre lo que había sucedido.

Prácticamente conocía toda la verdad desde la tecnología que ellos obtuvieron, hasta el hecho de que ese mundo al que fueron estaban en el mismo universo que la tierra.

“Si… Desearía no saberlo, pero sí.” Respondió Andrés y dando una media sonrisa, comentó. “Soy bueno para mantener secreto, así que no debes preocuparte. Lo mantendré oculto en el fondo de mi mente.”

Oculto en el fondo de su mente, en el lugar en donde no necesitaba pensar… Claramente Andrés había aceptado el hecho, pero en vez de cuestionar sobre el tema, prefirió no pensar en ello.

Viendo esa reacción, Aurora se decidió.

“¿Sabes sobre las semillas?” Preguntó Aurora y al ver que el joven asentía, precisó. “Entonces debes saber sobre la educación que deben recibir… Estoy buscando a alguien para que ocupe ese papel.”

Lo primero que hizo Andrés fue mirarla sorprendido con cierta extrañeza.

“Estuve hablando con el Sabio Lucius y estuve de acuerdo, que la mejor educación que podemos dar es una natural. Sin científicos, sin programas y planificaciones para moldearla a nuestro gusto o nuestros intereses.” Reveló Aurora y mirando Andrés, señaló. “Cuando le pregunte al Sabio Lucius quien podría tomar la tarea, él me dijo tu nombre.”

Andrés parpadeó como si fuera difícil aceptar sus palabras.

La conversación con el Sabio Lucius era agradable, ese individuo veía a las semillas como una nueva forma de vida y su forma de verla, cambiaba todo.

Ellos podían preparar un programa con diferentes maestros y especialistas, para educar a las semillas y de esa forma moldearlas a sus deseos.

Aurora seguía recordando la conversación con esa quoariana y si bien era difícil aceptar el modo de ver de esa quoariana, al final siguieron con el método que ella le había mencionado.

“Primero lo haremos con una semilla. El Sabio Lucius recomendó que la dejáramos ‘germinar’ al cuidado de alguien, sin objetivo en mente y con el único deber de cuidarla.” Detalló Aurora con calma.

La primera ‘semilla’ iba a ser la investigadora con la cual ella había hablado y ellos no buscaban que fuera moldeada de alguna forma específica y dejarían que ‘germinara’ al cuidado de alguien.

“Ver el mundo con alguien que la cuide. Que responda sus dudas y preguntas, que aprenda sobre la vida humana, sin intenciones maliciosas, sin objetivos en mente o ‘destino’.” Añadió Aurora con solemnidad.

Ser criada con algún objetivo en mente, con intenciones secundarias o con un destino que cumplir, no era nada agradable.

Si esta nueva forma de vida, tomaba un nuevo camino y solo recordaba su antigua vida como un recuerdo pasado, entonces si era criada con algún objetivo, pensaría que solo era un objeto en control de otros.

Que toda su vida fue una obra de influencias externas que la moldearon para cumplir un objetivo, un ‘destino’.

Aurora sentía cierta repulsión ante ese sentimiento y no deseaba que esta nueva forma de vida, pasara por ello.

“¿Por qué yo?” Preguntó Andrés entrando en un modo profesional y frunciendo el ceño, cuestionó. “Entiendo la razón de que Lucius no tome el trabajo. Es un excéntrico irresponsable, ¿pero por qué no Liam? ¿O alguien más en la iglesia? Incluso tu misma podrías intentarlo.”

Como alguien que conocía mejor al Sabio Lucius, Andrés de inmediato lo rechazo para este tipo de trabajo y Aurora, estuvo un poco de acuerdo.

Si bien se comportó de forma excelente cuando estuvo conversando con ella, siempre dio una imagen excéntrica de alguien que no le importaba los demás y se tomaba algunos asuntos en broma.

“Liam me rechazo y dijo que no desea ser padre tan joven.” Respondió Aurora y al ver que la expresión de Andrés temblaba, señaló. “Y yo… No soy un buen ejemplo a seguir o imitar.”

Andrés le dio una mirada extraña, pero Aurora fue sincera con sus palabras y no explicó más.

Dejando de lado el tiempo y el esfuerzo de este trabajo que podía tomar, el problema era sus valores y su actitud.

¿Qué le enseñaría a esta semilla? ¿A hacer lo que deseara hacer y llevar a cabo sus propios y egoístas valores, según sus propias creencias?

Aurora entendía que desde hace tiempo actuaba, por sus propios valores, cargando con las consecuencias de sus acciones.

Y si bien hubo veces que esos valores y esas creencias la llevaron a salvar inocentes, hubo otras veces que esas mismas creencias la llevaron a mancharse de sangre.

Dejando un camino de cadáveres, que eran llorados por aquellos que amaban a las personas que ella había asesinado.

No era un ejemplo a seguir y no era un modelo del cual se debería aprender.

“El Sabio Lucius me menciono la razón por la cual te eligió a ti.” Dijo Aurora y al ver a Andrés curioso, explicó. “Dejando de lado tu capacidad para conectarte con la tu IA, lo que hizo que te señalara, fue tu forma de adaptarte.”

Andrés dio una expresión algo aturdida ante sus palabras, pero Aurora continuo.

“Te adaptaste a un trabajo, al mando un excéntrico que te hace trabajar por las noches, jugar videojuegos y aprender secretos importantes. Al igual que te has adaptado a los otros trabajos.” Dijo Aurora y mirando a Andrés, precisó. “El Sabio Lucius piensa que si esta ‘semilla’ toma, aunque sea una parte de tu forma de adaptarse, podrá sobrevivir por su cuenta.”

El Sabio Lucius cuando habló de Andrés lo hizo con una sonrisa divertida y claramente le agradaba su empleado, pero a la vez fue sincero.

Lo que ese individuo buscaba para la semilla era la capacidad de adaptación que Andrés tenía y que le permitía acomodarse a cualquier ambiente.

“Y yo lo acepté, porque veo que no solo te adaptas, sino que eliges lo que deseas hacer y tomas ese camino.” Precisó Aurora y con una sonrisa, comentó. “No busco alguien perfecto o que sea un modelo a seguir. Tampoco alguien muy influenciado por una forma particular de ver la realidad, sino que busco alguien neutral.”

Si ella tomaba a la semilla, entonces inevitablemente la influenciaría según sus propios valores y eso podía ser un beneficio, como un peligro.

Su vida podría haber sido diferente, si sus objetivos lo fueran… Aurora lo entendía mejor que nadie.

Liam era un buen objetivo para tomar la enseñanza y si bien tenía ciertas particularidades, tenía su propia forma de ver la realidad.

Para ella, Andrés también era la mejor opción.

Tras la misión asalto hace ya un año, supo que el trabajo de campo no era lo suyo y se dedicó a otra cosa.

Hace un tiempo, se dio cuenta de que seguir en la academia de héroes no era para él y la dejo.

Seguramente era alguien con dudas y preguntas, pero a la vez se esforzaba para buscar su camino, sin algún objetivo particular en mente.

En cuanto a las influencias, era alguien ligeramente neutral, ya que no tendía a causar problemas extremos como Alice y tampoco era completamente heroico, lo que hizo que fuera un perfecto objetivo.

Que se agregara que él prácticamente no tenía una opinión definitiva con respecto a las semillas, también fue agradable.

“Es un trabajo… Demasiado pesado.” Murmuró Andrés entendiendo las repercusiones de aceptar.

Liam también lo entendió de inmediato y por eso lo rechazo con la excusa de que era joven para ser ‘padre’.

Esta ‘semilla’ germinaría en una nueva forma de vida y dependiendo de la persona que estuviera a su lado, podría verse como el ‘padre’, ‘tutor’ o ‘familiar’.

Para Aurora esas opciones era mejor que se sintiera como un conejillo de india en manos de científicos.

“Lo es. No te voy a decir que te dejaremos solo, te apoyaremos con lo que sea que necesites, pero si te soy sincera, este trabajo será más individual.” Declaró Aurora y viendo que Andrés asentía, añadió. “Piénsalo mientras estés aquí. Cuando termine el mes, me gustaría saber la respuesta.”

El aniversario ya estaba prácticamente cerca y si bien no quedaba demasiado hasta fin de mes, era tiempo suficiente como para que él pudiera pensar en el tema.

Más que un trabajo, lo que le estaban dando era la responsabilidad de tomar otra vida bajo su cuidado y si bien ser mecánico ayudaría, todo lo demás dependía de sí mismo.

Andrés asintió y se fue con una mirada pensante.

Las semillas eran otro de los asuntos que se mantuvo extremadamente clasificado y las personas que podían tomar este trabajo no solo debían ser confiables, sino que ajustarse a algunos estándares básicos.

Personalidad, actitud y ser capaz de sostener una relación simbiótica con una inteligencia artificial y sin verla como un objeto de utilidad.

Tales individuos no eran fáciles de encontrar y Andrés era un candidato perfecto.


mode_commentComentario de Evil_Warlord

Un año paso desde la ceremonia en la historia… Y si soy sincero casi un año o un poco más ha pasado desde que publique la historia. Bastante tiempo, tengo que admitirlo. En fin, espero que disfruten el capitulo.

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TG - Capítulo 383
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Una gran obra.

Capítulo 383: Una gran obra.

Leyendo el último mensaje de Kairos, Aurora dio una sonrisa al ver que su pretendiente le avisaba que hoy también iba a asistir a la fiesta de aniversario.

Aurora estaba un poco emocionada y por primera vez en mucho tiempo, tuvo una razón para asistir a esa gran fiesta.

“¿Deberíamos pasar por la plaza de la comida artesanal? Me gustaría visitar todas las áreas de comida.”

Escuchando esa voz algo dudosa, Aurora levantó su cabeza y vio a su hermana comiendo unas papitas, con una expresión pensante.

Ella estaba vestida para salir y por su mirada, estuvo claro que ya tenía claro lo que deseaba hacer.

Hoy era el aniversario y debido a que era inmenso, empezaba bastante temprano y se extendía hasta tarde.

Al ser tan grande había demasiadas cosas para ver y había que elegir lo que más le interesaba o gustaba personalmente.

Su grupo ya era demasiado grande y era imposible satisfacer los gustos de todos, era por eso que tuvieron que dividirse.

Rupert y César deseaban ir a ver las plazas cerca de los hábitats para las bestias mágicas y los demás también tenían sus propios gustos.

Ver el área artesanal, la zona tecnológica, la plaza centrada en comida o el área de temas culturales… Su grupo debía estar preparándose para ver lo que deseaban hacer.

“Creo que visitar todas las áreas de comida es difícil, pero podrías dar un paseo con los demás o unirte a sus grupos.” Señaló Aurora, dejando su reloj holográfico.

No solo estaba el grupo de estudiantes y el grupo de Akira, sino que estaba la compañera de César y si bien el Anciano Kernen decidió no acompañar a Rupert, ese gorila estaba animado por visitar la ciudad.

Algún grupo seguro tomaría rutas que tuviera algunos puestos de comidas.

“Si, eso suena bien.” Murmuró Alice y dando una mirada animada, pidió. “Como iras a la fiesta de aniversario, tráeme algo de comer.”

La expresión de Aurora tembló ante esas palabras.

Ella le avisó a su hermana que asistiría a la fiesta de aniversario debido a que Kairos iría, pero no forzó a que su amiga lo acompañara.

Sabía que James seguramente intentó convencer a Alice para que asistiera como todos los años, pero esta vez ese anciano no tenía nadie de quien depender.

Después de todo…

“Tratare de traerte algo delicioso.” Respondió Aurora de forma seria.

La fiesta de aniversario de los altos mandos era importante y cada año eran invitadas, esta vez Aurora deicidio ir para juntarse con Kairos.

Que asistiera llamó la atención de Akira que sabía que normalmente no era de su agrado esos lugares y Alice la tuvo que ‘cubrir’.

Aurora admitía que estaba un poco avergonzara si se revelaba que ella fue a la fiesta no para interactuar con los altos mandos, sino que para coquetear con su pretendiente.

El pago fue rechazar James que siempre la usaba a ella para que Alice asistiera y también tuvo que aceptar esta clase de ‘misión’ de esa glotona.

Viendo que Alice simplemente asentía sin decir nada vergonzoso, Aurora no pudo evitar suspirar.

¡Estaba avergonzada y no podía negar que estaba queriendo acercarse a su pretendiente!

Si sus compañeras que debían estar en la sala se enteraban de lo que intentaba hacer, seguramente la avergonzarían aún más.

“Creo que ya es hora. Deberíamos ir a la sala para ver si los otros están preparados.” Dijo Alice una mirada emocionada.

Era posible que estuviera pensando en todos los platos que comería.

Aurora dando una suave sonrisa, se levantó de su asiento y siguió a su hermana por el portal que había creado.

“Bien, primero acompañare a César y Rupert al área de las bestias mágicas. Luego no me importa acompañar a cualquiera, hasta el desfile.” Dijo Nicole y con una sonrisa emocionada, declaró. “Pero definitivamente quiero llegar pronto para el concierto. ¡El año pasado fuimos muy tarde y no pude ver bien a Serafín!”

En la sala estaban Clémentine, Akira y Leslie viendo con una sonrisa a la emocionada Nicole.

Desde la cocina también se escuchaba ruido y por la ventana al jardín, César y Rupert estaban con Érica y Charlotte, utilizando los cinturones para disminuir el tamaño de sus cuerpos.

“Pensé que ibas a estar triste de que este año Serafín no viniera a Zerzura.” Dijo Akira y con una sonrisa malvada, señaló. “Recuerdo que el año pasado gritaste como toda una fanática.”

Aurora que escuchó simplemente se sentó, para observar al grupo viendo que Nicole ni siquiera se avergonzaba ante la broma de Akira.

“¡Y lo volvería a hacer!” Respondió Nicole con un tono solemne y con una risa, recordó. “Además, sé que Serafín tiene sus propios asuntos ahora que la Primera Heroína ha aparecido. Seguramente debe estar reuniéndose con su ídolo.”

“¿Crees que es la verdadera?” Dudó Leslie de forma curiosa.

La mirada de Aurora se posó sobre esa jovencita y no pudo evitar prestarle suma atención.

“No lo sé, pero Serafín lo sabrá. Después de todo, según lo que se, ambas se conocen.” Respondió Nicole como si fuera una fanática que conocía todos los detalles sobre su ídolo y dando una mirada simple, añadió. “Por lo que he leído últimamente, es posible que ellas se reúnan… Y en ese momento la verdad saldrá a la luz.”

Esa Primera Heroína que había aparecido llamo bastante la atención y muchos medios estaban atentos sobre el tema y quien podía definir si era o no la verdadera, solo sería una persona que la conociera… La cantante Serafín era uno de los que públicamente se sabía que había interactuando con la Primera Heroína.

Aurora al sentir la mirada de su glotona amiga, bajo la cabeza y la evitó.

“¿Y qué pasa si esa Primera Heroína es falsa y logra engañar a esa chica?” Preguntó Alice y dando una sonrisa curiosa, cuestionó. “¿O qué pasa si los enemigos de la Primera Heroína vienen a por ella?”

“¿Tiene enemigos?” Dudó Nicole de forma sorprendida.

“La última vez atacó un laboratorio importante de un rango SS. ¿Crees que no lo tendría?” Respondió Alice logrando que Nicole no supiera que decir.

Esas palabras le estaban diciendo que debería empezar a prestar atención al tema y Aurora recordando que muchos pagaron por buscarla tras que atacara el laboratorio de Raiden, no pudo negar que Alice tenía razón.

Lo sabía y no tenía problema en cargar con aquellos que deseaban ir en su contra, pero el problema era que no se creía lista para reunirse con una persona de su pasado.

No, no se trataba de estar lista, sino que estaba avergonzada de que durante tantos años trato de desconectarse su pasado y al hacerlo, dejo personas atrás.

Le gustaba pensar que esas personas seguían con sus vidas, pero era otra situación si la ‘Primera Heroína’ volvía a sus vidas.

Aurora conteniendo sus expresiones para impedir que sus emociones fueran notadas, observó como Akira cambiaba de tema y simplemente sintió que estaba escuchando a la distancia.

Sintiéndose un poco desorientada, solo dio un largo suspiro, esperando a que el festival la animara.

******

Caminando por la zona de hábitat, Nicole dio una expresión seria.

Los hábitats parecían estadios inmensos que estaban encantados con magia espacial y cuyos interiores tenían diferentes atmosferas.

Algunos eran más pequeños que otros, pero los ambientes estaban descritos con claridad y ahora en la entrada de cada hábitat se encontraban cámaras que proyectaban el interior.

Un estadio que tenía un desierto y en el que se encontraban bestias mágicas adaptadas a ese ambiente, otro que tenía un enorme lago y otro en donde eran montañas y cuevas.

A diferencia de la zona más central de la ciudad Zerzura, esta zona estaba llena de bestias mágicas que estaban por la calle.

Algunos eran gorilas atronadores que estaban solos y otros eran bonobos, pero entre la multitud también se podían ver muchos domadores de bestias con sus compañeros de diferente tipo.

Sin embargo, el número de visitantes por esta zona era inmenso.

Nicole que estaba observando, no pudo evitar emocionarse al ver algunas actividades y al ver tantas bestias mágicas.

Había ido a Suiza y visito la Academia Cernunnos cuando Víctor la llevo, pero no tuvo la oportunidad de mirar las calles de las ciudades.

Ahora ver que Zerzura estaba tan llena de bestias, no pudo evitar emocionarse y al ver que César y Rupert se saludaban con otros gorilas de gran tamaño, no sabía qué decir.

“Impresionante, ¿no?” Preguntó Charlotte y mirando a César, que recibía demasiadas miradas, señaló. “El centro de Zerzura no está preparada para recibir esta clase de habitantes, y por eso se añadió esta zona.”

En la parte céntrica era raro ver alguna bestia mágica, pero aquí era normal y no solo se trataba de bestias mágicas inteligentes, sino que de toda clase.

Los edificios estaban preparados para recibir diferentes tipos de invitados del tipo ‘bestial’ y estuvo claro que esta zona de la ciudad fue preparada para bestias mágicas.

“La zona de los gremios está un poco más lejos, pero aquí se encuentran diferentes hábitats y zonas.” Detalló Charlotte y señalando una dirección, comentó. “Un poco más al este, se encuentran los edificios centrados en los felinos y cerca de ellos, la zona de todo tipo de aves.”

Divididos en ‘especie’ en general, los edificios fueron construidos con diseños capaces de recibir a gigantescos gorilas o a felinos y aves.

Si bien la idea era que las bestias mágicas pudieran quedarse con sus domadores, la mayoría de esta zona era ocupadas por las ‘habitad’, cuyos interiores tenían un gran espacio interno con ambientes diferentes.

“Normalmente esta zona está ocupada por domadores de bestias, estudiantes o profesores de la Academia Cernunnos y los gremios que son domadores.” Dijo Charlotte y viendo a César desactivaba su cinturón para mostrar su tamaño, murmuró. “Me gusta este ambiente.”

La compañera de César era por lo general silenciosa, pero ahora se notaba animada al mirar a su compañero.

Los hábitats abrieron sus puertas para que los visitantes de la ciudad pudieran explorar los diferentes ambientes y conocer a diferentes bestias.

Algunos domadores que tenían compañeros cabalgaban sobre ellos y realizaban pequeños tours con los más jóvenes.

Por el aire se podían ver enormes aves volando con algunas personas y era posible que aquellos que volaban en la espalda de esas aves, fueran visitantes.

Claro, a pesar de que había muchas personas, en realidad comparado a otros lugares, su número era mucho menor.

“…”

Nicole en silencio vio a tres leones alados caminando en grupo y la forma que los niños se ocultaban, dejo en claro que le temían.

Esos leones estaban completamente equipados con una armadura y por sus miradas agudas, fue evidente que eran muy inteligentes… Y por sus cabezas en alto, también orgullosos.

“Estoy segura de que esta área es la que tiene más problemas en atraer visitantes.” Murmuró Nicole de forma inevitable.

No solo lo decía por los leones alados orgullosos, sino que al ver algunas serpientes o escarabajos e incluso al ver un cangrejo gigante.

Debido a que las bestias mágicas eran tratadas al igual que un humano, mientras cumplieran los estándares tendrían los derechos de una ‘persona’ en Zerzura, pero era diferente con las criaturas domadas que eran por naturaleza más salvaje.

Esas criaturas debían estar bajo la supervisión de su respectivo domador y era quien cargaba con las consecuencias de las acciones de su bestia.

“Es cierto y es una pena, ya que este es el lugar más seguro.” Dijo Charlotte y Nicole miró a los drones y cámaras, pero esa jovencita agitó su cabeza y apuntó a un grupo de Addax que estaba trotando.

Era un grupo que también estaba equipado con una armadura y la forma que trotaban por la zona, le hizo darse cuenta de que ellos eran los ‘guardias’.

No, no solo ellos, cerca de diferente zona estaban algunas bestias que aprecian estar observando con calma.

Nicole notó a dos Homotherium que estaban observando atentos y si se contaba a los paladines, la policía y los drones, entonces era tal como Charlotte mencionaba, la seguridad era alta.

“No espere que fuera tan animado.” Murmuró Nicole de forma honesta.

En esta zona no había calles para autos, sino que todo se trataba de edificios y las gigantescas habitad.

Si bien una vez visitó esta área, lo hizo de forma superficial y nunca la exploró por completo.

“No todas las bestias son animadas. La mayoría son muy recelosas y es normal cuando los humanos la han cazado durante un tiempo, pero me gusta pensar que con el tiempo todo cambiara.” Dijo Charlotte y al ver que César estaba jugando con su cinturón, murmuró. “Iré a detenerlo antes de que lo rompa.”

César estaba volviendo a su tamaño de seis metros y luego activaba su cinturón para volver a hacerse pequeño, mientras que Rupert estaba mostrando sus músculos, muy orgulloso de su físico… A un grupo de niños que no superaba los diez años.

Nicole vio como Charlotte intervenía y la forma que lo hizo fue sutil, haciendo que César diera una expresión seria al dejarse llevar por su infantilismo al jugar con su cinturón mágico que le permitía cambiar de tamaño.

Esa jovencita no regañó a César, sino que tras decirle que podría romper el cinturón por estar jugando, dio una suave sonrisa al escuchar la disculpa de su compañero.

“Se llevan bastante bien…” Murmuró Nicole y al ver a Rupert mostrar sus relámpagos, declaró. “Me gustaría enfrentarlo.”

Sonriendo animada, ella volvió a seguir al grupo para explorar un poco más de esta gran ciudad.

******

“¿Qué deseas que te compre? ¡Estoy muy generosa!” Dijo Érica llevando a una pequeña en sus brazos.

“Madre me dijo no me debería aprovechar de tu generosidad.” Respondió la pequeña en los brazos.

“¿Es así? Pero ella no está aquí ahora.” Señaló Érica y con una sonrisa malvada, murmuró. “Y, además, puedo malcriar un poco a mi encantadora pequeña, que se ha esforzado por estudiar.”

“¡Yeah!”

Aurora que estaba un poco más atrás, escuchando esa charla no pudo evitar sonreír.

No era común ver a esa gran maga de hielo frotar sus mejillas con una pequeña mientras reía alegremente y si bien Érica podía ser muchas cosas, nunca pareció alguien que fuera buena con los niños.

Las apariencias engañaban… Aurora con ese pensamiento siguió a Érica a los puestos de accesorios de huesos.

Estaban en una zona artesanal y no era de la zona céntrica de la ciudad, sino que de los barrios residenciales en donde aquellos vecinos de la zona, fueron quienes prepararon su propia área del festival.

Tiendas artesanales de accesorios, ropas, juguetes y por otra parte puestos de comida.

Mientras seguía a Érica y a la pequeña Ashanti, Aurora también pasaba por los puestos de comida para guardar algunos platos a su hermana.

Una ciudad construida por una empresa dedicada a la comida y conocida por sus restaurantes, hizo que la ciudad de cierta forma priorizara la comida y lo gracioso era, que los puestos eran bastante recurridos.

Los extranjeros gourmet visitaban el área y Aurora había escuchado que los restaurantes afiliados a la Empresa Apicius, enviaban a representantes para probar las comidas y algunas veces contratar a los cocineros.

La ciudad era muy grande y era difícil que todos los ciudadanos pudieran abrir su puesto debido al bajo número de ‘plazas’ que podían soportarlo, era por eso que se instaba a que se unieran con otros y en algunos casos se competían por una posición en el área.

“¿Han visto la nueva obra del teatro infantil?” Preguntó una vendedora de un pequeño puesto de comida.

Dedicado a comida más ‘portátil’, Aurora que estuvo comprando varios platos de comida, ahora estaba comprando algo para compartir con Érica y esa pequeña.

“No. ¿Me la recomienda?” Preguntó Aurora con una sonrisa.

Esa mujer le estaba hablando a ella y por la mirada que daba, demostró que la reconoció.

“Sí. Los niños estaban interpretando una gran obra, estoy segura de que le gustara.” Contestó la mujer con cierta sonrisa.

Aurora asintió y tras comprar las brochetas guardó algunas para su glotona amiga y luego se acercó a Érica y a la pequeña.

“Gracias.” Murmuró Ashanti un poco tímida al recibir su brocheta asada.

Tan encantadora y pequeña, Aurora ocultó su deseo de apretar sus mejillas y al sentir la mirada de Érica, tosió suavemente.

“Linda, ¿no?” Dudó Érica con una risa llena de orgullo.

“Lo es…” Murmuró Aurora y se rio al ver que la pequeña tenía mejillas sonrojadas ante sus palabras.

Riéndose de forma alegre, invitó a Érica y a su pequeña acompañante a la parte más central de la plaza en donde estaba un teatro.

Algunos encargados estaban dando un panfleto con los detalles de la obra y cuando la dos lo recibieron, Érica le miró de forma directa.

“‘¡Representando a nuestros protectores en una maravillosa obra de teatro!’...” Murmuró Érica leyendo el panfleto y dando una risa, continuó. “Con la presencia estelar de las ‘Protectoras de Zerzura’, los Orisha Oko, la iglesia y el ejército. Ya compraron mi atención.”

Riéndose emocionada como si ella fuera la niña pequeña, Érica avanzó para mirar desde la multitud y al ver tantas personas, buscó un lugar.

Aurora que estaba atrás, la siguió y cuando encontraron un lugar, prestaron atención a la obra que estaba comenzando mientras esa maga de hielo levantaba a la pequeña en sus brazos.

Y…

“Esto me está gustando.” Murmuró Aurora al ver una pequeña disfrazada como su glotona amiga.

El disfraz no era tan avanzado y simplemente, tenía una peluca de color negro y a su espalda tenía algunos brazos negros hechos con materiales simples.

Esa glotona estaba luchando con otro pequeño que se disfrazó de un malvado miliciano y el narrador estaba contando la historia.

Aparecía de la nada y desaparecía, aquella salvaba a las personas y se retiraba en silencio, con su bolsa de papitas era inigualable.

¡La ‘Glotona’ de Zerzura!

Aurora se rio al ver que estaban usando los títulos oficiales y entonces al ver el maleante era vencido aplaudió como todos los demás.

Los padres dieron sonrisas y los pequeños que estaban más adelante se emocionaron, tan solo para que los aplausos aumentaran cuando esa ‘glotona’ sacó una bolsa de papitas.

“Que excelente obra, la calcaron completamente…” Murmuró Érica, riéndose mientras usaba su reloj holográfico para grabar y al ver que la siguiente parte se acercaba, señaló. “De verdad me está gustando.”

Empezando con algunos pequeños disfrazados de refugiados, el narrador dio el ambiente y el contexto sobre esos refugiados.

Huyendo por la nada, desesperados y asustados, el final en formas de bestias se acercaba, pero nunca llego.

Los jóvenes actores que estaban disfrazados de animales salvajes, no pudieron acercarse de los refugiados que daban expresión de miedo y la razón fue que, entre el humo, apareció alguien.

La peluca negra era lo más notable y Aurora se rio suavemente al verse a sí misma representada en la obra.

La espada de luz en las manos de esa jovencita se iluminó de color celeste como si fuera algún tipo de sable láser y la joven empezó a luchar.

Esa pequeña actriz que la interpretaba dejo en claro que entrenaba a una joven edad y sus movimientos no eran los de una niña agitando su espada al azar y aunque no era necesario, su técnica dio cierto efecto en la lucha.

Tras vencer a las bestias, la pequeña actriz se acercó a los refugiados que estaban en el suelo dando expresiones de alivio y felicidad… Había uno que otro que estaba nervioso y uno que estaba riendo, pero eso no quito ‘calidad’ a la obra.

“Síganme… Yo los protegeré.” Declaró la pequeña dando su mano.

Los refugiados lo siguieron y entonces mientras esa jovencita caminaba afuera del escenario en la otra esquina, desde la parte oculta del escenario, otros pequeños refugiados la siguieron.

El narrador contó la historia de que algunos pocos, se convirtieron en cientos y luego en miles… Tal vez no tenían tantos actores, pero la impresión de que muchos la estaban siguiendo, fue dada.

Y la historia avanzó, presentaron a Zerzura, la iglesia, el Ministro Turay y la empresa Apicius.

La participación del ejército con Makeba en la cabeza e incluso estuvo Abdellah en la obra.

Érica que antes se reía se quedó en silencio y fue porque pudo sentir el ambiente.

Para aquellos más jóvenes, eran historias que le contaban sus padres y que no recordaban tan bien, pero para los adultos… Fueron experiencias que vivieron por sí mismo.

Ellos fueron quienes experimentaron todo y ahora, incluso en esta obra infantil recordaron su historia.

Alguien estallo en llanto, por un lado, pero no fue lágrimas de dolor a un pasado distante, sino que por la forma que aplaudía, estuvo claro que fue por las tantas emociones que ocasionaba ese pasado.

Sin querer afectar a los más pequeños por esa atmosfera, aquellos más adultos, aplaudieron con más fuerza.

Era una obra infantil con todas sus fallas, pero aquí las personas la tomaron como una obra maestra.

“¿Te encuentras bien?” Preguntó Érica y con un tono bajo, murmuró. “¿Quieres que nos vayamos?”

Aurora reaccionó un poco tarde a esa mirada preocupada de su amiga y se dio cuenta de que tenía una expresión seria.

Se había perdido en sus recuerdos y memorias… Olvidándose de que Érica estaba cerca.

“No es necesario, estoy bien.” Respondió Aurora volviendo su mirada a la obra.

La obra continuaba y ellos contaban pequeñas historias de los diferentes individuos que ayudaron en la ciudad.

Eran historias diferentes y la forma que se narraba siempre era desde la mirada de los refugiados, dejando en claro que esa narración solo eran experiencias contadas por otros.

Al final, lentamente estas historias conformaron lo que era Zerzura… Historias de diferentes refugiados conectadas que solo dejaban ver un pequeño bosquejo de lo que la ciudad había vivido.

Los aplausos llegaron y los actores salieron al frente para despedirse de los espectadores que se quedaron desde el inicio.

Y entonces, Aurora escuchó un murmullo y luego otro, tan solo para sentir algunas miradas que lentamente se multiplicaban.

A pesar de que últimamente se mantenía en trabajo administrativo y de oficina, supervisando las misiones ‘Arca’ y otras misiones, algunos la reconocieron.

Esas miradas se fortalecieron mientras que los murmullos crecieron hasta que las personas que estaban cerca de ella, le dejaron un espacio y la multitud empezó a girarse en su dirección.

Aurora pudo escuchar murmullos de algunos jóvenes que preguntaban quién era ella y la respuesta de sus compañeros de las mismas edades, señalaban que era la ‘Protectora de Zerzura’ de las historias y aquella que entró al portal abismal.

Fue por ese medio que la reconocieron los más jóvenes, ya que últimamente no era de aparecer muy en público y James seguía cuidando su imagen, solo usando el título.

No obstante, cualquiera un poco mayor que un niño, fue capaz de reconocerla y todas esas miradas dieron a parar a ella.

Aurora dio una sonrisa.

“Una gran obra, los felicito.” Dijo Aurora mirando a los jóvenes actores y al verlos avergonzarse, añadió. “La compartiré con los demás.”

Sus ‘demás’ eran aquellos que fueron interpretados y al decirlo los actores y actrices se sonrojaron aún más, pero Aurora se rio suavemente al igual que algunos otros.

Muchos cayeron para proteger y defender Zerzura… Esa era la verdad.

Era imposible hablar por aquellos que entregaron todo por la ciudad, pero Aurora no iba a negar que en el fondo… Sentía que todo había valido la pena.


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