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Historia Paralela Capítulo 88
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Parte del trabajo.

Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 88: Parte del trabajo.

En una sala de reuniones en Zerzura, se estaba informando sobre lo que iba a ser la organización de la ciudad.

Para decirlo de cierta forma, se estaba creando lo que vendría a ser la ‘constitución’ que determinaría la forma de gobierno.

James que estaba hablando describió lo que se había arreglado.

En primer lugar, la forma de gobierno iba a ser un ‘consejo’ en el cual los puestos serian ocupados por las ‘partes’ que representaban a varias ‘poderes’ de la ciudad y su autoridad estaba dividida en tres fuerzas, ‘base’.

La Iglesia del Tiempo y el Espacio que se iba a encargar de las leyes y de todo lo que estuviera relacionado con ello, junto a la seguridad interna de toda la ciudad.

Ellos iban a ser el ente que se encargaría de la administración de justicia y estaría ocupando de cierta forma el poder legislativo.

De forma independiente podía realizar diferentes tareas como seria tomar misiones arcas o encargarse de asuntos externos por su cuenta, pero a la vez se dividiría cuando representaba la ‘ciudad’ y cuando hablaba como la ‘iglesia’.

Luego estaba el ‘Ministro’ que representaría el poder ejecutivo y este rol lo iba a tomar Turay.

Este puesto del consejo a diferencia de los otros puestos, iba a ser seleccionado por medio de votaciones abiertas entre los ciudadanos, pero Turay seguramente ganaría este puesto debido a su constante participación y ayuda.

Sus funciones iban no solo a la representación de la ciudad en el exterior, sino que tendría que gestionar todos los asuntos internos de la ciudad.

Desde las medidas políticas que podían aplicarse, encargarse de la educación, salud y organizar a los refugiados, representando lo que el pueblo deseaba.

Sin embargo, a diferencia de otra nación, el poder ejecutivo no dirigiría ni comandaría las fuerzas armadas y solo era un ente que se encargaba de organizar asuntos internos.

Las fuerzas armadas que tenían un puesto en este consejo y que serían dirigidas por Adem McLean que iba a ocupar el puesto de ‘General’, iban a estar comandada por la voluntad del consejo.

No solo se trataba de palabras vacías, el mismo General McLean había hecho un voto ante la Cardenal Brousseau y el Dios del Tiempo y el Espacio.

En otra parte, estaba el gremio de aventureros cuyo su principal representante iba a ser Zhan Tian, quien había tomado ese rol.

Darles un asiento a los aventureros era como darles una representación a los usuarios de habilidades y a la vez darle representación a los diferentes gremios que estaban siendo creados o estaban llegando del exterior.

Los Orisha Oko estaban recibiendo un alto apoyo de James y él deseaba que fueran el gremio con la mayor fuerza de Zerzura.

Lo que llevaba a lo que verdaderamente se encargaba la Empresa Apicius.

Todos los negocios, la administración del presupuesto y la organización económica estaba en sus manos y desde ellos vendrían la división del presupuesto.

Al menos hasta que en un futuro la ciudad fuera económicamente independiente y si bien para James ese futuro no estaba tan lejos, por ahora ellos debían ser el sostén monetario de la ciudad.

Quienes se encargaban de patrocinar a los gremios, mantener el ejército y las políticas de gobierno e incluso contratar a los mercenarios.

“Si bien los mercenarios con Abdellah han estado ayudando bastante. Ellos son una entidad que trabaja por un pago y deben mantenerse como tal.” Dijo James y dando una sonrisa, añadió. “Por supuesto, el primer líder del gremio de mercenarios ha sido seleccionado.”

Los mercenarios trabajaban por dinero y si bien podían ser contratados de forma permanente, convertirse en mercenario significaba que no estaban atados a ningún lado y podrían trabajar para múltiples organizaciones.

En cuanto al liderazgo de los mercenarios, significaba que tendría cierto ‘control’ sobre ellos y más que nada en la organización y en los castigos.

Como el gremio de mercenarios internacional era bastante autónomo, convertir a alguien conocido en líder de una sucursal del gremio de una región o ciudad no era tan difícil.

La Cardenal Brousseau, el General McLean, el futuro Ministro Turay y Zhan Tian asintieron.

Todo se había concordado y James dio una mirada a la última persona que también estaba asintiendo, pero cuando recibió la mirada de todos, empezó a ponerse nerviosa.

Era fácil notar su nerviosismo, ya que la mirada cambiaba y esos ojos negros se desviaban de un lado a otro, mientras que las esquinas de sus labios temblaban.

Parecía una adolescente nerviosa hablando con personas importantes y mayores, pero si a ella le hablaban de un tema que le importaba, no tenía miedo de enfrentarse a cualquier de esta sala.

“Y por último está el asiento de representación especial.” Dijo James y dando una sonrisa, declaró. “Es especial debido a que sus funciones no están determinadas y su autoridad es ilimitada.”

Podía mentirle y decirle que este puesto era simbólico para el título de la ‘Protectora de Zerzura’ que ahora tanto se extendía por todas partes, pero no lo hizo.

La verdad era que él estaba aquí por un pedido para ayudar a esa jovencita y prácticamente todo comenzó por eso.

No hubo deseos de ayudar y si bien le gustaba la idea de fundar una ciudad como hizo la Empresa Cosmos con la Ciudad Atlántida, la verdad era que todo dependió de una persona.

“No hay duda de que la iglesia, la empresa o incluso el general tienen sus propias intenciones, pero el tema es que nos complementamos cuando hay una dirección en donde apuntamos. Por tal razón la autoridad es ilimitada.” Dijo la Cardenal Brousseau y mirando a Aurora, precisó. “Puede parecerte incómodo, pero el título de ‘Protectora de Zerzura’ representa la ciudad y debe tener un asiento aquí.”

Esa mujer trató de dirigir el peso apuntándolo al título que esa jovencita llevaba.

Cada parte de este consejo tenía veces que concordaba y otras veces que no lo hacía y ahora con más miembros en la ‘cúspide’ esas veces serian altas.

No era hasta el punto de pelear, pero no concordar con algunos asuntos era sano.

Sin embargo, todo eso cambiaba cuando Aurora apuntaba a un lugar.

“No solo a la ciudad. Según lo que he escuchado nos representa en el bosque.” Intervino el General McLean y con cierta duda, cuestionó. “¿O me equivoco?”

Le estaba mirando a él y James asintió.

“Los Gorilas Atronadores en la última misión no ayudaron a la ciudad, ayudaron a la ‘Protectora de Zerzura’.” Respondió James con un tono simple.

Los gorilas no estaban ayudando a la ciudad, estaban devolviendo un favor a la Protectora de Zerzura.

Y se estaba hablando de una tribu que estaba conectada con humanos y que no se llevaban tan mal con ellos.

Las otras tribus del bosque eran todavía más recelosas con los humanos y un ejemplo fueron los Goliathus, quienes tuvieron que ser ordenados por la nueva ‘Reina del Bosque’.

No obstante, esa gobernante dio la orden de ayudar a la ‘Protectora de Zerzura’ y los ciudadanos de Zerzura solo eran ‘extras’.

La relación se podía profundizar y las cosas podían cambiar en el futuro, pero ahora la única conexión era Aurora.

“Técnicamente también llaman a Alice de la misma forma… ¿Qué tal si ella toma el asiento?” Dudó Aurora y al ver que prácticamente gran parte de los presentes daban expresiones extrañas, dio una sonrisa.

Incluso James no pudo evitar mirarla de forma rara.

Alice los escucharía hablar por respeto y luego los rechazaría antes de irse molesta por haberle hecho perder tiempo.

Y James lo sabía, a esa jovencita que le gustaban las papitas, solo le interesaba la ciudad indirectamente por su hermana.

“Con mi edad me es imposible tomar este puesto.” Respondió Aurora y con un tono serio, anunció. “Soy demasiado joven y si tomó cualquier rol, puedo causar problemas por mi falta de experiencia.”

La forma mecánica que estaba respondiendo dejo en claro que era un discurso preparado.

Ella solo era una adolescente que el siguiente año cumpliría diecisiete y si ponían a esa clase de persona en un puesto, cuando se hiciera público tendrían personas cuestionando.

Todos serian del exterior y prácticamente lo harían porque desconocían la realidad interna de la ciudad y su historia, no obstante, los problemas estarían.

Sin embargo, ahora ella lo estaba utilizando como excusa.

“Prefiero tener un puesto más bajo. Algo que me permita hacer lo que deseo sin estar restringida demasiado.” Dijo Aurora con un tono simple y al recibir un mensaje, puso una expresión seria y declaró. “Si me disculpen, debo encargarme de preparar otra misión arca.”

Frunciendo el ceño mientras empezaba a utilizar su reloj holográfico ella se retiró y cuando se fue James dio la primera risa.

No fue como si alguien la llamara para salvarla de esta situación, había tantas cosas que hacer que era posible que fuera verdad y la forma que se retiró, demostró la confianza para moverse.

“Un puesto más bajo… ¿Qué piensan?” Dudó James si contener su sonrisa.

“Supongo que ella todavía no logra ver en lo que se ha convertido, pero supongo que está bien.” Dijo Zhan Tian y con un suspiro, añadió. “Por ahora no se ha dado cuenta de que su título tiene responsabilidades.”

El bosque mágico veía a Aurora como la ‘Protectora de Zerzura’ dándole fuerza política y diplomática.

Era posible que en el futuro otros individuos de África empezaran a tomarlo con la misma connotación y que la gente de la ciudad, lo viera de tal forma, lo confirmaría.

Para los ciudadanos ese título representaba a su símbolo y la gente contaba con ella… El último ataque a la ciudad fue un ejemplo claro.

Los padres en vez de decir que la iglesia o los milicianos los cuidarían, hablaron de la Protectora de Zerzura, aquella que los salvó a ellos.

“Supongo que acepté o no el asiento no tiene demasiada importancia. Ella seguirá utilizando sus beneficios.” Murmuró la Cardenal Brousseau con una suave risa.

Rechazó el puesto, pero usaría esa autoridad ilimitada para mover y cumplir su objetivo, de esa forma guiando a Zerzura.

Cada uno tenía sus razones para seguir a esa jovencita, pero todos concordaban en apoyarla y aunque Aurora no lo viera, eso era la base de la organización de esta ciudad.

No importa cuán incómoda se pusiera, la ciudad nació por su voluntad y si bien para ella tenía un significado distinto de lo que actualmente se daba, era innegable que su intervención era fundamental.

“De todas formas, ese puesto estará disponible. Es posible que en un momento sea útil.” Comentó James y viendo un mensaje, murmuró. “Si me disculpan, tengo que ir a recibir a los invitados de la Empresa Cosmos. Deseo ver la compensación que nos dará a causa de que los portales terminaran en manos enemigas.”

Era más común de lo que se esperaba que armas militares de la Empresa Cosmos terminara en manos de maleantes, pero incluso si la situación escalaba, ellos no se disculpaban, solo se ‘encargaban’.

Y lo hicieron, Marruecos pasaba desapercibido en el noroeste de este continente, pero el gobierno fortaleció su régimen para impedir que tales cosas volvieran sucedieran.

La causa fue la Empresa Cosmos quien se encargó de todos aquellos que posibilitaron la venta de ‘sus’ portales.

Ahora estaban aquí para traerle el núcleo de su sistema de seguridad y a la vez compensarlo por sus ‘errores’.

Despidiéndose, envió unos mensajes para que los técnicos locales dieran la bienvenida a los técnicos de la Empresa Cosmos mientras que él, se preparaba para dialogar con Elerius Trenus.

“Si las cosas siguen bien con el bosque mágico. Pronto Zerzura tendrá bastantes ganancias.” Murmuró James y sin contenerse dio una sonrisa.

Agatha se estaba encargando de fortalecer las relaciones con el bosque mágico y estaba utilizando a su hija como medio para conectarse con la gobernante.

Tal vez Aurora estaba queriendo solo trabajar por su propio bienestar y por su propio objetivo, pero sus acciones causaban efectos en otros.

Este asiento solo estaba presente para cuando ella deseara ir más lejos de lo que Zerzura era capaz ahora mismo.

Y conociendo sus imparables ansias de trabajar, para James ese momento llegaría.

******

En un gran almacén, Liam observó todo lo que los trabajadores estaban sacando de las cajas.

Grandes cajas que se abrían revelando drones ‘nodrizas’ era lo primero que destacaba para alguien que amaba los drones.

¿Cómo podría no destacar?

Tales drones nodrizas contenían en su interior un espacio interno independiente, repleto de diferentes drones y con maquinaria interna para repararlos.

A diferencia de los drones de construcción, ahora esto se estaba acercando a convertirse en maquinaria de guerra y tales drones verdaderamente lo eran.

Si fueran dirigidos por un mecánico su potencia aumentaría y se convertirían en armas que podrían ser temibles.

La cantidad era un tipo de fuerza que los drones nodrizas podrían mostrar en su totalidad gracias a un buen mecánico.

Y aquí no estaba uno o dos de esos drones, sino que decenas de drones nodrizas y luego estaban otros drones.

“Drones a larga distancia… Son una belleza.” Murmuró Liam observando a un dron de tamaño mediano.

Tales drones volaban muy alto en el cielo y tenían cámaras para grabar junto a sensores y toda clase de detectores.

Según lo que había leído el ‘sistema de protección’ de Zerzura fue una propuesta que vino de la Empresa Cosmos y ellos se encargaron de crear la muralla que cubría la ciudad.

La idea no solo era proteger la ciudad, sino que extender la influencia y vigilancia por todos los alrededores y eso significaba, que todo lo que se estaba desempacando aquí era el primer paso para extenderse.

Incluso cuando los refugiados seguían llegando, James estaba apuntando a los alrededores y si uno pensaba que la relación con el bosque mágico estaba comenzando, entendería la razón.

Si lograban entablar una relación con el bosque mágico, gran parte del sur de la ciudad sería un poco más seguro que antes.

Los monstruos y criaturas salvajes podían ser una molestia mayor que otros países, pero al menos no tendrían que esperar un ataque de bestias mágicas a gran escala.

Por otra parte, la caída de la Gran Señora de las Bestias, le quitó un gran enemigo a Zerzura y aunque no era oficial, la unión con el General McLean fortalecería su poderío.

En este punto era necesario extender su dominio y los drones iban a ser un medio para encargarse de vigilar todas estas tierras.

“¿Eso es un satélite? Parece militar.” Murmuró Liam al ver que en otro lugar los drones estaban ensamblando un satélite y con un fruncir de ceño, dudó. “¿Cómo lo van a enviar al espacio?”

La tecnología espacial mejoró con respecto a antes del ‘Gran Cataclismo’, pero no fue como uno esperaría al tener ‘magia’ y una fuente de energía ilimitada como la ‘energía mágica’.

Si bien había armas y tecnología que utilizaban energía mágica como fuente principal renovable de energía, la tecnología espacial no era tan importante con respecto a la necesidad de otros temas.

Por tal razón se seguía utilizando cohetes para enviar cualquier elemento al espacio, pero aquí no había cohete.

¿No sería mejor lanzarlo desde otro lugar más ideal?

“Tecnología espacial, obviamente. Teletransportaremos esto al espacio y allí, nuestros drones se encargarán de la instalación.”

La respuesta vino de su espalda y Liam si al principio asintió con cierto sentido, cuando identificó la voz, dio una expresión seria y luego temblorosa.

Una figura llevando una túnica de científico que combinaba con su mirada de lunático apareció a su lado y fue imposible no identificar a ese hombre.

Su expresión cansada y las ojeras no podían opacar la sonrisa divertida que tenía al mirarlo.

“Me siento un poco mal por lo que sucedió la última vez.” Dijo el Sabio Lucius Aufidius y agitando su cabeza, comentó. “No pensé que me llevaras a beber y me robaras todo mi conocimiento.”

¿Robar? La expresión de Liam tembló de forma extraña.

No era mentira que lo llevo a beber y la razón era que deseaba infiltrarse a la red de seguridad que su empresa instaló en la iglesia, pero en realidad eso fue todo.

Quien empezó a hablar animado fue ese hombre y Liam simplemente preguntó cómo podía lograr algunas cosas, obteniendo cierto conocimiento que fue dado por un hombre alcoholizado.

“Supongo que ya has pagado por tus crímenes.” Dijo el Sabio Lucius y sonriendo de forma malvada, anunció. “El conocimiento es poder, pero puede ser peligroso si lo utilizas mal.”

¿Ese hombre sabía lo que él había pasado? ¿Asustado y huyendo por lo que había visto?

Quien le dio las herramientas para romper la seguridad que la Empresa Cosmos había instalado en la Iglesia del Tiempo y el Espacio fue ese hombre.

Ese conocimiento informático incluso lo ayudaba ahora para infiltrarse en otros lugares y fue lo que le permitió ascender al rango S, hace ya tiempo.

Sin embargo, ese ‘conocimiento’ fue utilizado mal cuando decidió infiltrarse en donde no debía y ver cosas que no debía ver.

“Aunque supongo que valió la pena, ¿no?” Dudó Lucius con una sonrisa que sabía la respuesta.

Estuvo durante años huyendo de la iglesia, pensando que lo podrían atrapar por saber cosas que no debía conocer, pero en realidad nunca lo tocaron.

Lo mantuvieron vigilado, pero el castigo fue vivir con el temor de que lo atraparían y lo castigarían.

Sin embargo, no importa si fueron bastantes años desde ese evento, Liam no se arrepentía de lo que hizo.

No solo había aprendido uno o dos trucos, aprendió lo suficiente como para ser muy bueno en su trabajo y ahora tenía una alta confianza para enfrentarse a sistemas de seguridad.

Por tal razón fue que no respondió y Lucius simplemente se rio.

“Es mejor que empecemos a trabajar. Mi jefe me pidió que hiciera un buen trabajo para el sistema de seguridad de la ciudad.” Reveló Lucius y con la sonrisa de un lunático, murmuró. “Estoy seguro de que esa niña te agradara.”

¿‘Niña’? Liam quedo aturdido ante esa palabra.

¿Se refería a alguna máquina de guerra, una nave o robot? Había tantas posibilidades que no pudo pensar en la respuesta.

“Se demorará en ser instalada, así que podemos tomarnos un tiempo para hablar de ello.” Dijo Lucius y con un tono simple, preguntó. “¿Qué te parece ir a por unos tragos?”

La forma curiosa que lo miraba y que daba a entender que podían repetir lo de la última vez hizo que Liam sonriera.

“Claro, pero esta vez tú pagas.” Respondió Liam y tras pensarlo, murmuró. “Le puedo decir a mis actuales jefas, que esto es parte del trabajo.”

Fue enviado para revisar lo que estaban trayendo y enviar un informe, pero no había nadie mejor para darle la información que necesitaba, que el hombre que estaba al frente de él.

En cuanto a si era necesario tomar unas cervezas y ponerse al día… No estaba mal.

Después de todo, si ese hombre se divertía bebiendo podía soltar bastante información igual que la última vez.


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TG - Capítulo 416
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Es un…

Capítulo 416: Es un…

El silencio cubrió la sala de la mansión en donde estuvieron durante el primer año de la academia.

Era un silencio pesado que resultaba difícil de soportar y Aurora que estaba sentada en la sala, dio una mirada a su teléfono con el cual llamaba a sus padres.

Estaba esperando que su madre la llamara y su mente estaba en blanco.

Tenía demasiadas preguntas.

Redirigiendo su mirada a Cithrel que estaba viniendo del sótano, pudo notar que esa mujer agitó su cabeza.

Lo que vino a buscar no lo pudo encontrar… O para ser más específico ‘eso’ que estaba en la pintura, no quiso mostrarse.

Al solo pensar en ese tema, ella volvió a mirar su teléfono para ver si tenía un mensaje y los pensamientos volvieron a surgir.

Sin nada notable en el teléfono, Aurora redirigió su mirada a su hermana que estaba comiendo papitas de forma indiferente.

A diferencia de ella que estaba aturdida y tenía demasiadas preguntas al darse cuenta de quien posiblemente resultó ser su supuesto hermano, Alice estaba comiendo de forma tranquila.

Algo perdida en sus propios pensamientos y más indiferente de lo normal, pero igualmente mostraba cierta calma.

Demasiada calma… Como si lo supiera.

Ante tal idea, Aurora volvió a mirar su teléfono y trató de parpadear alejando ese pensamiento.

Le gustaba el ‘status quo’ en su vida.

A pesar de que se comunicaba con algo conectado a su cabeza, que supuestamente era un sistema, y que ninguna persona tenía o del cual no había información sobre el tema, ella nunca preguntó sobre ello.

No lo hizo cuando sus padres lo aceptaron ni cuando su hermana también lo acepto o cuando la rareza se volvía evidente.

Sin embargo, no era ingenua o tonta y entendía que algo más profundo se ocultaba en eso y fue lo mismo con su supuesto hermano.

Cuando era pequeña recordaba a sus padres discutir por su ‘hermano’ y desde joven supo que posiblemente podría ser alguien problemático.

Tuvo curiosidad, pero como sabía que sus padres no deseaban hablar del tema en ese momento y desviaban la conversación, lo dejo estar.

Lo hizo durante mucho tiempo e incluso cuando su madre indirectamente la empujo para que descubriera la verdad, no hizo demasiado para averiguarlo.

Su hermano para ella era un desconocido que solo estaba conectado con ella por sangre y que, si bien podría ser alguien problemático, no tenía importancia.

No obstante, no pensó que llegaría a este nivel.

Decir que era problemático era empequeñecer lo terrible que fue y si bien todo lo que sabía era por rumores, si al menos uno de ellos era cierto, entonces su hermano era un lunático y de los peores.

“Mierda…” Maldijo Aurora y al ver que Alice y Cithrel redirigían la mirada a ella, simplemente los ignoró.

Pudo ver que su hermana no sabía qué hacer en este momento y también se dio cuenta de que la estaba dejando sola.

Era posible que ella supiera la verdad o al menos tuviera las respuestas para conectar todo, pero no le intereso y esas veces que ofreció ‘ayudarla’, fue superficial, sabiendo que sería rechazada

Y siempre lo fue.

“Iré a mi habitación.” Dijo Aurora y sin esperar respuesta, empezó a moverse al segundo piso.

Una parte de ella se sintió ‘traicionada’ ante el pensamiento de que su hermana supiera la verdad, pero a la vez tal sentimiento, la hizo sentir molesta consigo misma.

¿Por qué debería sentirse traicionada?

Solo debía preguntarles a sus padres honesta y directamente sobre su hermano y si bien su madre podría desviar el tema, su padre en la actualidad le respondería.

En ese mismo sentido, todas sus dudas y las rarezas de su vida podían ser respondidas.

¿Qué era su sistema? ¿Quiénes eran sus maestros y por qué la ayudaban a entrenar? O incluso preguntar sobre quién era Hermes que estaba tan cerca de su hermana.

Si bien las primeras dos podían ser respondidas con solo preguntar, la última dependía de la voluntad de Alice.

No obstante, la facilidad con la cual ella podría obtener la respuesta era innegable.

¿Por qué debería molestarse cuando ella nunca quiso averiguar la verdad?

Y no deseaba averiguar sobre su hermano.

¿Por qué debería buscar a su supuesto hermano cuando nunca apareció en su vida y solo escuchaba cosas superficiales de él?

Más que ‘status quo’, su hermano no tenía significado para ella.

Aun así, esperaba que sus padres estuvieran ocultando a su hermano porque era peligroso, pero no esperaba que fuera tanto.

“Esperaba que me dijeran que era un asesino o un terrorista.” Murmuró Aurora al cerrar la puerta de su habitación a su espalda.

Entre sus tantas hipótesis, había esperado un asesino que estaba en prisión y que sus padres deseaban ocultar por su bien o hasta un vil terrorista que cometía graves crímenes.

En la guerra civil estadounidense y en la europea, esa clase de personas eran bastante normales.

Sin embargo, la persona que resulto ser su hermano, no era un simple ‘asesino’ o ‘terrorista’, era un individuo cuyas historias eran aterradoras y a la vez ‘imposibles’.

De esa única forma podría describirse el genocidio que realizó en Terra nova o las rumores de que él, asesinó a ‘dioses’.

Sentándose en la esquina de su cama, ella dio un largo suspiro y en medio de tal suspiro, su teléfono empezó a sonar por la llamada.

“Hija. Perdón por no atender tus llamadas. ¿Necesitabas algo?” Preguntó Agatha del otro lado y con un tono serio, cuestionó. “¿O fuiste atacada otra vez?”

Era una voz tranquila y con calma, que solo resultaba agradable y solo sus últimas palabras llevaban una mayor seriedad.

Le habían contado antes sobre lo sucedido y ella había disminuido el asunto para que no se preocuparan.

La razón era simple.

Tener que utilizar un viejo teléfono para llamarlos y que ellos no enviaran fotos de su retiro o algunos presentes, dejaban ver que incluso el ‘retiro’ en el que ellos estaban, no era simple.

Ante ese pensamiento, ella puso una expresión seria y…

“Se sobre mi supuesto hermano… Encontré su ‘torre mágica’ bajo su mansión.” Dijo Aurora con un tono solemne.

Fue total y completamente directa al revelar los detalles que sabía.

“Oh.” Exclamó Agatha y con un tono simple, añadió. “Ya era hora.”

Una respuesta simple que llevaba cierto sentido de relajación a que todo se revelara por su cuenta.

Ambas se quedaron en silencio y su madre al otro lado no dio ninguna explicación como si esperara sus preguntas. 

“¿Por qué no me dijiste antes?” Preguntó Aurora, tratando de contener todas sus emociones, pero su molestia salió de forma inevitable.

Era cierto que ella no se esforzó por preguntar demasiado y si bien al principio fue por sus padres, luego se debió a que esa persona no le interesaba.

Cuando era más joven fue más importante ser una heroína y tras todo el desastre en la Calamidad No-Muerta y luego la posterior venganza, ella priorizó Zerzura.

“Me gustaría haberlo sabido antes.” Murmuró Aurora antes de que le respondieran.

“Claro, porque decirle a una niña que ese hombre que es lapidado en las noticias y que obtuvo el título de ‘Enemigo de la Humanidad’ es su hermano, sería agradable.” Respondió su madre de forma sarcástica.

Aurora quedó en silencio ante esa corta y sarcástica respuesta, pero del otro lado solo vino un largo silencio.

Incluso cuando era joven las noticias sobre el ‘Enemigo de la Humanidad’ estaban presentes y tales noticias iban de que fue su culpa que hubiera tantos jugadores lunáticos o hasta que era un hombre atroz, que era la causa de todos los males.

“Supongo que hubiera sido fácil decirle a una niña que su hermano era ese genocida que asesinó a millones de personas y que era odiado por todos, hasta el punto de que recibió el título de ‘Enemigo de la Humanidad’ y lo hizo todo por sus objetivos.” Dijo Agatha y con un tono serio, declaró. “No, no te iba a decir eso antes.”

Su madre estaba usando un tono sarcástico que llevaba cierta seriedad.

Para el público en general el ‘Enemigo de la Humanidad’ era un tema controversial, pero que fue imposible de ocultar.

No solo porque resultó ser un gran jugador durante Terra nova, sino que por sus acciones que fueron realizadas con él sabiendo que el otro mundo era real.

Ese hombre sabía que no estaba eliminando ‘personajes de un juego’, sino que personas reales y lo siguió haciendo.

Sobre todo, ese individuo se enfrentó a dioses sabiendo que Terra nova era real y logró eliminar a algunos de ellos.

Incluso cuando lunáticos como Malik Zamora aparecieron, las historias de ese hombre seguían estando presente.

Karzhal conocido por ser un ‘Sabio’, Maestro de la Emperatriz del Imperio Falion y un lunático genocida, que en la actualidad llevaba el título de ‘Enemigo de la Humanidad’, era su hermano.

“¿Por qué?” Dudó Aurora aguantando su molestia.

¿Por qué no se lo iba a decir?

Su madre estaba señalando que no iba a decir la verdad a una niña sobre el hombre que había realizado tantas ‘hazañas’ y cometido tantos crímenes, pero a la vez no mencionaba la verdadera razón.

Las palabras de antes era una excusa que ocultaba la verdadera razón y ahora ella quiso saber la verdad.

“Porque hubiera decidido tu destino, tus acciones y nadie más que tú, puedes elegir lo que harás.” Respondió Agatha y con cierta seriedad, explicó. “Si hubieras sabido sobre tu hermano, no hubieras ayudado por tu propia voluntad o por querer ser una heroína. Hubieras tratado de compensar los errores de tu hermano… De la misma forma que tu tonto padre.”

Fue un tono serio y directo, que no ocultaba nada y revelaba las creencias detrás de su razón y esas palabras la dejaron en silencio.

Si algo tenía desde joven era que resultaba ser bastante lucida y recordaba gran parte de su infancia.

Era imposible no recordar las pocas veces que sus padres discutían y si bien nunca pudo escuchar demasiado, la causa de la mayoría de las veces era su hermano.

Pero otras veces era que su padre ayudaba demasiado y su madre no le gustaba y por tal razón discutían.

Su padre nunca se llamó a su mismo un ‘héroe’ y tampoco desveló su razón para ayudar, pero ahora pudo entenderlo.

Estaba tratando de arreglar los ‘errores’ de su hijo a su propia manera y dar un poco de bienestar a un mundo que fue dañado por ese hijo.

¿Ella hubiera hecho lo mismo? Aurora no podía negar que tenía una gran similitud con su padre y cuando era más joven, seguramente hubiera cargado con los errores de otro.

“Hija, las acciones de tu hermano… De Karzhal no tienen nada que ver contigo. No te definen y tampoco necesitas compensar o tratar de solucionar sus errores. En cuanto a lo que debes pensar sobre él…” Dijo su madre y deteniéndose durante un momento, señaló. “Ahora eres lo suficiente mayor y lo suficiente capaz como para poder pensar tu misma sobre ello.”

Aurora solo quedó en silencio.

¿Qué debía sentir ahora? ¿Estar molesta por su madre por no revelarle la verdad o enojada con Alice porque posiblemente podía saber algo?

¿Qué razón tenía para hacer eso?

No había razón y era porque esa persona de la que hablaba su madre, no era su ‘hermano’ y no importa cuánto su padre y madre trataron de inculcarle el valor de familia, para ella era un extraño.

“No sé cómo has descubierto la verdad, pero en la torre hay algo que puedes ver. Dudo que responda tus preguntas, pero al menos lo conocerás por primera vez.” Dijo su madre y dando un largo suspiro, añadió. “Cualquier cosa que diga en este momento será para defenderlo y lo defiendo. Adoró a mi hijo tanto como a mis dos hijas. No importa lo que son ni en que se conviertan, para mí son mis hijos y aunque tu padre a veces puede no estar de acuerdo con sus acciones, lo ve de la misma manera.”

La mujer que estaba del otro lado priorizaba a sus hijos sobre todo lo demás y ella los aceptaría siempre.

Igual cuando acepto que ella fuera una heroína, o cuando fue hacia un camino de venganza e incluso cuando decidió levantar una ciudad en medio de la nada.

“Solo recuerda. Las acciones de tu hermano no te definen ni tampoco son algo de lo cual debas cargar… Las cosas que él hizo no tienen ninguna relación contigo.” Repitió su madre con calma y luego dando un suspiro, añadió. “Hay un video en la torre mágica. Puedes verlo. Luego si deseas puedes llamarme a mí o a tu padre. Ya seas si quieres saber más o criticar que no te dijéramos. Yo asumiré esa culpa. Y lo siento, si no sirvo para las explicaciones. Tu padre es mejor que yo en esos temas.”

Su última parte era una disculpa por su tono sarcástico del inicio y era muy posible que esa mujer hubiera estado pensando en su marido para que respondiera sobre la verdad.

Recordándole en donde estaba el supuesto video, tras un momento de silencio vino un suspiro del otro lado.

“Y si ves algo extraño depende de ti profundizar o no.” Añadió su madre y dando una pequeña risa, murmuró. “Aunque no necesitas tener miedo. Ella es encantadora.”

Junto a esas palabras, la llamada terminó cuando Aurora no dijo nada y al final al quedar sola dio un largo suspiro.

Sabía que lo extraño a lo que se refería su madre era posiblemente lo que buscaba Cithrel y solo al pensar en ese tema, ella se sintió agotada.

Tenía demasiadas cosas para pensar.

******

Terminando sus papitas que hoy no sabían tan bien como siempre, Alice observó su bolsa de papitas durante un largo rato.

Parpadeando durante varios segundos, ella sintió el ruido y pudo ver que su hermana venía con Cithrel del pasillo de la librería, trayendo lo que parecía una cámara de video.

Aurora al ver que ella estaba esperando en la sala, le dio una mirada y pudo notar que su hermana estaba algo agobiada y perdida.

Enterarse de la clase de persona que era su ‘hermano de sangre’ no resulto para nada fácil y ahora ella estaba perdida en lo que sentir.

“Iré a ver si Venali llego a donde dejamos a Amber.” Dijo Cithrel antes de retirarse, dejándole un tiempo a sola para ambas.

Esa princesa había enviado a Venali para que avisara que todo había salido bien y que Amber no se preocupara.

Al quedar a solas, Alice siguió recibiendo la mirada de su hermana que al final dio un suspiro.

“No te preocupes.” Dijo Aurora con un tono simple y con un suspiro, añadió. “Está todo bien.”

Era imposible que su hermana no supiera que ella sabía algo sobre ese individuo y debía sentirse enojada, molesta y traicionada.

Aun así, su hermana le estaba dando una mirada que le dejaba pasar sus acciones.

¿Por qué?

¿Por qué siempre la dejaba estar cuando se trataba de estos temas?

¿No debería enojarse con ella? ¿Quejarse por haber roto la confianza que tenían?

Le estaba guardando un secreto importante… No, en este punto estaba guardando demasiados secretos.

“Eres mi hermana, Alice. Mi verdadera hermana.” Dijo Aurora, como si entendiera cada uno de sus pensamientos y acercándose, se puso al frente de ella y cuestionó. “¿Crees que unos secretos arruinaran nuestra relación? Si crees eso, entonces subestimas todo lo que hemos pasado juntas.”

¿Cuántos años estuvieron juntas? ¿En cuántas situaciones? Estuvo cuando ella quiso convertirse en una heroína y la apoyó desde las sombras, luego la ayudó en su venganza y posteriormente la acompañó cuando fue a África.

Estando presente en buenos y malos momentos.

“Sí, estoy sorprendida. Es imposible que no lo este. Resulta que mi hermano biológico resultó ser un hombre terrible, ¿pero no lo soy también?” Dudó Aurora y con una risa despectiva, declaró. “Hace unos días alguien vino a asesinarme porque mate a sus padres. ¡Los asesiné a sangre fría al frente de él!”

Chasqueando su lengua y frunciendo el ceño con disgusto, Aurora simplemente respiró hondo y soltó una risa despectiva.

“¿Y sabes que lo que es gracioso? Lo volvería a hacer… Mataría a esos idiotas que ayudaron a Malik a destruir toda una ciudad. Aquellos que ayudaron con el asesinato de las personas que quería.” Dijo Aurora y con una expresión fría que dejaba ver su intensa sed de sangre, gruñó. “A veces me arrepiento de no haber sido más cruel. Esos hijos de puta asesinaron a niños... ¿Y que si fue un error? ¡¿Y que si ahora quieren asesinarme?! Nada cambio con mi venganza, eso es cierto, pero al menos dejé menos bastardos en este mundo.”

Estaba desahogándose y dejando salir todo lo que había estado reteniendo durante este tiempo.

Lo retuvo no solo porque estaba rodeado de personas que pensaban que era una antigua heroína como Amber o alguien que a penas la conocía durante más de un año como Cithrel, lo hizo porque ella misma quería escuchar su propia respuesta.

“Incluso si ellos hubieran tenido ‘buenas intenciones’ al destruir la ciudad… Yo los hubiera asesinado de la misma forma.” Dijo Aurora y con una risa extraña, declaró. “No tengo derecho para juzgar a mí ‘supuesto hermano’. ¿Sabes por qué? Porque si él hubiera estado conmigo lo hubiera aceptado. Incluso si me decía que era alguien que destruyó todo un mundo.”

No era una persona imparcial, sino que, todo lo contrario.

Ella podía aceptar a las personas que le agradaban o le importaban no importa las acciones que hicieran o lo que alguna vez hicieron.

Sin importar cuantos crímenes atroces cometieron, los aceptaría y hubiera sido lo mismo con su ‘hermano’, si ese hombre hubiera estado con ella.

Después de todo, aceptaba a su madre que no era una muy buena persona y mayor que todo lo aceptaba a ella… Alice recibió la mirada de su hermana.

“Y no estoy molesta contigo. No importa cuántos secretos ocultes, lo que hagas o lo que la gente alguna vez diga de ti, no voy a dejar de confiar en ti.” Anunció Aurora y mirándola fijamente, dudó. “¿Sabes cuál es la razón?”

Alice al sentir la intensidad en los ojos de su hermana agitó la cabeza de forma honesta.

“Tu mirada… No importa si escuchas toda la mierda que estoy diciendo, nunca cambias el cariño con el cual me miras. No me juzgas y solo me apoyas. Ya sea cuando quise ser una heroína, cuando quise matar a Malik y a su gente o cuando ayude a las personas en medio de África. Siempre estuviste ahí, consolándome y ayudándome a cumplir mi objetivo, por completo.” Declaró Aurora y con un tono serio, anunció. “Eres mi hermana, Alice. Una o varias mentiras no cambiarán nada y yo también seguiré estando para ti.”

Su mirada tras soltar todo lo que deseaba fue liberadora, pero también llevaba una mayor seriedad y a la vez determinación.

Si antes estaba perdida ahora estaba hablando con confianza, sabiendo lo que decía y siendo completamente sincera.

Alice al sentir esa mirada, dio un suspiro.

“Iré a por Cithrel. Prefiero terminar con todo esto rápido.” Dijo Aurora, dándole palmaditas mientras se retiraba.

Al quedar sola por un momento, Alice simplemente respiró hondo, sabiendo que su hermana de cierta forma estaba tratando de dejar las cosas claras.

No solo para ella, sino que para sí misma y de cierta forma la consolaba por mentir.

“Mentiras… Tengo demasiadas de esas.” Murmuró Alice sacando una bolsa de papitas.

Aurora no era tan ingenua y si bien le gustaba el ‘status quo’ y no investigar demasiado, no significaba que no supiera algunas cosas.

Sin embargo, su hermana aceptaba esas mentiras y no lo hizo porque no deseaba ver, sino que algunas cosas podían cambiar todo.

¿No era lo que sucedería si se preguntaba sobre su sistema? ¿Sobre esos maestros del cual a veces contaba? ¿O sobre ella?

Alice redirigiendo su mirada a Aurora que estaba entrando con Cithrel, abrió la bolsa de papitas que estaban en sus manos con el objetivo de ocultar todos sus pensamientos.

“Venali ha llegado a donde esta Amber. Creo que la ayudara a relajarse al tener alguien que vino con nosotras. Aunque no dirá nada.” Informó Cithrel con un tono serio.

“Gracias. Me había olvidado avisarle a Amber.” Respondió Aurora mientras caminaba.

La princesa le dio una mirada sabiendo que el tiempo que le dejo fue de ayuda y a pesar de que mostraba preocupación por su amiga, a la vez no podía ocultar su nerviosismo y emoción.

Su preocupación venía de que Aurora estaba siendo más suelta y el cambio era enorme con respecto hace unos minutos.

Pero así, era su hermana.

Solo necesitaba expresar lo que estaba sintiendo y ella por su cuenta le daría orden a sus propios pensamientos y dudas.

Alice al ver a esa joven arreglar la videocámara, para conectarla al televisor más viejo, no pudo ocultar la admiración que sentía.

“¿Cómo se pone esto?” Dudó Aurora mientras trataba de conectar la cámara y el televisor.

Esa admiración continuó, incluso en este punto cuando ella parecía tener problemas con los cables.

“Ese cable que tienes ahí, va conectado a la cámara y luego al televisor.” Dijo Alice al acercarse y ayudándola a enchufar todo.

Era bastante básico el trabajo para conectar todo y solo que la cámara y el televisor era demasiado antiguo.

Aurora dando un suspiro ante la facilidad, asintió.

“Gracias.” Dijo esa jovencita con calma.

“No, gracias a ti.” Respondió Alice con un tono bastante bajo.

Su hermana se sorprendió al escuchar su agradecimiento, pero luego dio una sonrisa y se rio suavemente.

La confianza que le brindaba y la forma que la aceptaba a pesar de que le ocultaba cosas, era algo que para Alice resultaba ser demasiado valioso.

“Ven vamos a ver el video de nuestro ‘hermano’.” Invitó Aurora haciéndole una señal para que se sentara en el sofá.

La forma que decía ‘hermano’ dejaba en claro que ni siquiera lo veía de esa forma y ahora solo estaba bromeando.

Alice asintió y viendo que su hermana se sentaba en el sofá principal en donde estaba Cithrel en silencio, ella se sentó en el sofá independiente y vio cómo su hermana encendía el televisor.

Seleccionando en el viejo menú, el interior de la memoria de la cámara, se conectaron al único video que estaba en su interior.

Mientras Aurora se recostaba como si estuviera cansada y no tuviera tanto interés, Cithrel se sentó erguida y observó el televisor.

La pantalla negra estaba presente y tras unos segundos, la cámara empezó a moverse.

Revelando lo que parecía la sala de un palacio y tras moverse durante unos segundos como si la persona que estaba usando la cámara, estuviera practicando, alguien tosió y la cámara se redirigió a un sillón en donde estaba un hombre.

Su apariencia era nada más que promedio en muchos sentidos y si bien llevaba una túnica antigua de mago, en cuestión de rasgos parecía un hombre llegando a sus treinta.

Eran sus ojos de color negro lo que lograban atraer a cualquier espectador y esa mirada trasmitía indiferencia y cierta frialdad junto a algo más oscuro.

Y…

“Cuando vean esto, yo estaré muerto.” Declaró ese hombre con total seriedad.

Alice pudo notar que su hermana y Cithrel fruncían el ceño ante tal ‘revelación’ y por su expresión lo encontraba extraño.

Su hermana había escuchado a su madre hablar de su hermano y siempre fue como si estuviera vivo.

Por su parte, ella mantuvo la mirada en el video y…

“¿Eso estuvo bien?” Preguntó ese hombre con un largo suspiro mirando a la cámara, específicamente a la persona que estaba detrás de la cámara.

“Perfecto. Siempre hay que empezar de esta manera en estos videos.”

Una respuesta divertida vino desde el video y la cámara subió y bajo como si estuviera asintiendo, logrando que ese hombre volviera a suspirar.

Toda su atmosfera cambió por completo y ahora simplemente parecía un hombre común con una mirada algo siniestra.

“En primer lugar, no, no estoy muerto. O al menos dudo que cuando vean esto estaré muerto.” Dijo ese hombre con cierto tono pensante.

“¿Dudas? ¿De verdad?” Cuestionó una voz con un tono serio, que llevaba cierto refunfuño.

Una voz linda y algo infantil que lograba que las personas que la escuchaban sintieran algo de inocencia.

Ese hombre dio una sonrisa como si estuviera viendo algo divertido y luego de reírse, volvió a mirar a la cámara.

“Tal vez no esté muerto, pero si las cosas van bien, no estaré en la tierra.” Dijo el hombre y con un tono serio, anunció. “Agatha y Antón… Madre y padre, este video se les será dado si todo sale exitosamente.”

No era un video luego de la muerte como el inicio había dado a entender, sino que era un video de por sí las cosas salían bien.

“En primer lugar, me he encargado de borrar todo rastros de mí y de ustedes. Ya desde hace años, no soy su hijo en papel. Sin embargo, incluso si he pedido favores para borrar todo, es posible que en el futuro alguien descubra mi identidad y lo revele.” Dijo ese hombre y dando un ligero suspiro, precisó. “He pedido algunos favores, pero ese mundo está por cambiar y no sé lo que suceda. Pido disculpa si alguna vez los pongo en peligro.”

Junto a esas palabras, empezó a describir lo que era instrucciones para diferentes casos.

Empezando con los cambios que iban a venir luego de que ‘Terra nova’ cerrara y se revelara que la máquina llevaba a otro mundo, hasta los cambios que sufriría la tierra.

Habló de las mazmorras, de los monstruos, de los usuarios de habilidades y sus despertares, narró los problemas de la naturaleza, el efecto sobre los elementos, la inteligencia de las bestias mágicas y enfatizó el peligro de las personas con poder.

“En caso de que el peligro aumente. Mi torre mágica será un lugar seguro para ustedes. Puedes dirigirse a ese lugar y vivir cómodamente. Puede que sea una isla en medio de la nada, pero ofrece las comodidades necesarias y en términos legales, les pertenecerá a ustedes.” Dijo ese hombre con un tono simple.

Esta mansión ahora estaba en medio de una enorme isla, que era una gigantesca ciudad y Aurora al darse cuenta de eso, frunció el ceño de forma evidente.

Alice que la estaba observando de reojo, continúo mirando la grabación.

Las instrucciones continuaron y ese hombre explicó sobre la cuenta bancaria que había dejado con todo su dinero, luego se encargó de hablarle de la seguridad de la torre mágica.

“Hay una lista de personas que me deben favores. Son de la clase de favor, que deben obligatoriamente cumplir. En caso de necesidad pueden usarlos.” Dijo el hombre y tras pensarlo, añadió. “Algunos de ellos, tienen tratos conmigo en nombre de… Una diosa.”

Una pequeña risa vino de repente cuando ese hombre se congeló cuando estuvo por decir un nombre y en vez de eso, fue bastante general al definirla como una deidad.

“De quienes más confió son de Frederick Crawford, Víctor Pellegrini y Su Chin. El primero tiene una deuda conmigo por salvar a su hija y los segundos son mis amigos. Pueden contar con ellos si tienen la necesidad.” Dijo el hombre, causando que Aurora finalmente asintiera.

Tal vez estaba recordando la constante consideración del Emperador Víctor Pellegrini o la mirada incesante de Su Chin y ahora le encontraba sentido.

Eran las hermanas de su ‘amigo’.

“Hay más detalles en la lista. Me he encargado de guardar todo lo que sea utilizable.” Dijo el hombre y deteniéndose por un segundo, dio un suspiro y luego declaró. “Sé que no he sido el mejor hijo… Mis acciones pueden parecerle extremas a ustedes y lo entiendo. No pediré disculpa por lo que hago, lo que hice y lo que haré. Pero espero, que acepten mi ayuda.”

Su tono llevaba seriedad y sus ojos mostraban que estaba decidido con lo que estaba haciendo.

Era de la clase de persona que cuando se ponía un objetivo nadie lo podía detener.

“Aunque padre puede estar enojado y rechazarme, ustedes seguirán siendo mi familia y por eso lamento haberlos puesto en peligro por mis acciones.” Expreso ese hombre y observando a la cámara, añadió. “Madre no necesitas preocuparte de mí. Tampoco necesitan buscar mi cuerpo. Aunque desconozco que sucederá cuando de vida a mi última creación, estoy seguro de que estaré bien.”

Al finalizar esas palabras, ese hombre dio una señal para qué la persona que grababa terminara de grabar, pero en vez de eso el enfoque de la cámara se movió y fue dejada en lo que parecía una mesa, mostrando la sala y al hombre, que suspiraba en silencio.

“No necesitas preocuparte, me encargaré de ellos.”

La voz adorable de la persona que grababa volvió a sonar y esta vez fue mostrada, dejando ver a una pequeña de espalda, quien se acercó al gran hombre que se había levantado de su asiento.

La diferencia de estatura era lo primero que destacaba y lo siguiente fue que esa pequeña abrió sus brazos, como si quisiera ser levantada.

Ese hombre la levantó en sus brazos y la pequeña soltó una pequeña risa.

“¿Terminaste de grabar?” Preguntó ese hombre mientras miraba a la pequeña en sus brazos.

Aunque estaban de lado, todos podían ver a la pequeña de forma superficial y podían escuchar la risita de esa persona.

“Claro que sí. ¿Crees que delataría tus gustos ‘extremos'?” Dudó la pequeña con una risa malvada y levantando sus brazos, reveló. “¡Te has enamorado de una ‘loli’!”

La expresión del hombre tembló de una forma extraña, pero dando un suspiro, ese individuo le dio palmaditas en la espalda mientras abrazaba a la pequeña que se estaba riendo.

No lo negó, ni siquiera intentó decir una excusa y eso hizo que la pequeña se riera, antes de mirar a la cámara de forma sutil, dando una sonrisa malvada.

Al salir a la puerta, una mujer de cabello rubio vestida de maga fue revelada, claramente esperando al grupo.

“Ya termino, ¿maestro?” Dudo la joven mujer logrando que los ojos de Cithrel brillaran.

Ese hombre asintió y se fue con quien debía ser su aprendiz.

La pantalla volvió a oscurecerse como si todo el video hubiera terminado y en ese punto, Aurora frunció el ceño mientras miraba su reloj holográfico.

“‘Loli’ es un término del mundo del ‘Anime’ y ‘Manga’ que se refiere a una mujer que tiene la apariencia de una niña o es una chica joven. Entonces mi ‘hermano’ es un…” Deteniéndose en su lectura como si estuviera buscando el significado, tras un momento su expresión tembló y murmuró. “Un lolicon…”

“…”

Todo el lugar quedo en silencio.

De todas las cosas que podía preguntar o dudar en el video, ella se centró en el significado de una sola palabra y como no la entendía buscó el significado por internet.

La expresión de Cithrel que estaba algo alegre al ver a su tía, tembló por un momento.

“Básicamente un pervertido.” Confirmó Alice logrando que Aurora asintiera de forma honesta.

El calor empezó aumentar y la pantalla negra, volvió a activarse dejando ver la misma sala, solo que esta vez estaba la pequeña que había estado en los brazos de ese hombre.

Rasgos delicados e infantiles, un vestido rosa muy colorido y pequeños zapatos con encaje, ella estaba representando a una pequeña niña, pero el problema era su sonrisa… La sonrisa de alguien que estaba por estallar a carcajadas.

“Queridos suegros cuando vean este video, yo ya me habré robado a su hijo.” Dijo la pequeña y con una sonrisa, sacó pecho y declaró. “Soy Jezabel, la persona que con su encanto enamoró a su hijo.”

No hubo ningún cambio en los alrededores, solo un ligero aumento de calor que hizo que la sonrisa de Aurora temblara de forma inconsciente.

“Escuche que las autoridades allí son muy particulares con la edad y su sociedad no aceptara nuestra diferencia de edad. Así que me lo llevaré lejos.” Dijo la pequeña con una mirada trágica mientras agitaba su cabeza y tras un momento, murmuró. “Me lincharán si saben mi edad.”

La pequeña se rio entretenida como si pensar en el tema la estuviera divirtiendo.

“Me hubiera gustado conocerlos directamente, pero si fuera a su mundo. Tendría que causar un poco de destrucción. Ya saben eliminar a la ONU.” Dijo la pequeña riéndose de vuelta como si se estuviera divirtiendo.

¿Era una broma? Alice mientras abría otra bolsa de papitas tuvo esa duda al ver la ‘grabación’.

Esa organización ni siquiera estaba presente en la actualidad y por las expresiones de los demás espectadores, ninguno pudo entender su referencia, pero esa pequeña simplemente, siguió.

“Si bien debería haber pedido su mano en compromiso, me saltaré ese paso y me lo llevaré en una luna de miel. Preferiblemente un mundo paradisiaco y medieval en donde no haya tantas leyes y donde puede liberar su naturaleza.” Informó y con una sonrisa, añadió. “No obstante, como su nuera, debo cuidarlos y por eso enviaré a alguien para que se encargue de ustedes junto a este video y…”

El video fue puesto en pausa por Aurora que se había levantado y al recibir la mirada de Cithrel y Alice, se encogió de hombros.

“Hasta aquí voy a llegar.” Informó Aurora y sin esperar respuesta, se alejó de forma indiferente.

Cithrel que estaba sorprendida la siguió algo dudosa, dejando a Alice con su bolsa de papitas en sus manos y una papita cerca de su boca.

Estaba sorprendida de que se fuera tan de repente, pero entendió la razón por la cual lo hizo y ella dirigió su mirada al video, que antes había sido pausado.

Sin embargo, ahora la pequeña que estaba en el video estaba mirándola y le dio una sonrisa.

“¿Cómo has estado?” Preguntó la pequeña con una mirada curiosa.

“Bien…” Respondió Alice parpadeando varias veces y tras ver que esa pequeña volvía a su posición, dirigió su mirada a Cithrel y Aurora que estaba volviendo, y señaló al televisor. “Ella me acaba de hablar.”

La expresión de Aurora tembló un momento mientras que la expresión de Cithrel se volvía seria.

“Me había olvidado de ti… Qué bueno que vine antes de que alucines más.” Dijo Aurora, dándole una señal para que la siguiera.

Por la forma que sus labios temblaban estaba claro que deseaba ignorar toda la verdad sobre esa supuesta ‘grabación’ y Alice, redirigiendo una mirada a Cithrel, obedeció.

Saliendo del lugar y llegando al sótano por medio de la extraña puerta que servía de portal, Aurora se detuvo.

“Puedes venir luego si lo deseas Cithrel. Estoy segura de que deseas privacidad.” Informó Aurora y dando un suspiro, murmuró. “Si soy sincera… No tengo intenciones de profundizar en este tema.”

El tema que se refería era a la pequeña que estaba oculta y que había estado actuando como si estuviera en una grabación.

Con ese murmulló, Aurora dio un largo suspiro y simplemente subió por la escalera dejándola solas.

Alice con su bolsa de papitas, recibió la mirada de Cithrel.

“No te preocupes, no te molestaré en tu asunto. Supongo que debes tener algo importante que preguntarle a Su Majestad.” Murmuró Alice sin darle tanta importancia.

¿Qué era lo que le iba a preguntar? Podía tratarse de su tía, pero a su vez, era posible que estuviera apuntando a algo más profundo que eso.

Después de todo, no se visitaba a esta clase de existencia por temas menores.

Independientemente de que era lo que fuera a preguntar, para Alice no tenía importancia.

“¿‘Su Majestad’?” Dudó Cithrel y con una sonrisa, comentó. “Solo hay dos personas que la llaman ‘Su Majestad’. Los creyentes o las personas que le temen y la respetan.”

El tratamiento formal había salido de forma inconsciente, pero era inevitable.

Solo los ignorantes serian irrespetuosos con una entidad como la que había estado en esa grabación y en cuanto a las palabras de Cithrel, Alice dio una sonrisa.

“Todos deben respetar y temer el fuego.” Respondió Alice y dándole una mirada, declaró. “Después de todo, es Primordial.”

Era imposible no reconocer a una de las deidades más aterradora de todas y esa entidad era la causa por la cual Aurora se fue rápido sin querer profundizar y también la razón por la cual volvió a llevársela.

No necesitaba preguntar la razón por la cual esa entidad estaba en esa grabación, cuando claramente llamó a sus padres, ‘suegros’.

“¿Quieres venir?” Preguntó Cithrel con una sonrisa.

Alice se detuvo y le dio una mirada extraña.

Para ser alguien que vino tan lejos por respuestas que seguramente desearía mantener en secreto, que la invitara era extraño.

Pero solo falto una sola mirada para darse cuenta de lo que esa princesa estaba sintiendo.

“¿Miedo?” Preguntó Alice con curiosidad.

La mirada de Cithrel estaba brillando con emoción, pero era imposible ocultar su profundo miedo natural.

“Si… No le temo al fuego, ya que puede ser cálido. Le temo al ‘Caos’.” Respondió Cithrel con sinceridad y dando una mirada, añadió. “Y tú pareces tranquila… Demasiado tranquila.”

Estaba tranquila y por eso, la invitó con ella, tratando de buscar alguien con el cual sentir confianza.

Ya que, si bien no era necesario temer al ‘Fuego’ a pesar de ser ‘explosivo’, si temía la parte de ‘Caos’… Lo inestable e irracional que la entidad que lo representaba podía llegar a ser.

¿Por qué estaba tranquila a pesar de que alguien de esa clase estaba tan cerca?

“Te acompañaré… Aunque temerle no tiene sentido.” Respondió Alice y al ver que esa princesa tenía curiosidad por sus palabras, explicó. “Después de todo, si ella desea hacerte daño, no hay nada que la detenga.”

Cithrel al escuchar su explicación dio un asentimiento involuntario.

Su tranquilidad venía del hecho de que nada cambiaria si tenía miedo y era posible que, si ‘ella’ lo deseaba, todo podría acabar.

Esa clase de existencia estaba en esa torre mágica.


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