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Historia Paralela Capítulo 104
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Una gran tormenta.

Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 104: Una gran tormenta.

Los disparos vinieron de una petrolera en medio del desierto de Sudan y César se tiró al suelo, bajando su cabeza.

El ‘ta-ta-ta’ de las metralletas estaba sonando con fuerza, golpeando la colina de arena delante de donde él y su compañero Rupert estaban tirados.

“¿Son armas comunes?” Dudó Rupert con seriedad.

Las balas eran rápidas y si bien era la primera vez que se enfrentaban a armas de fuego, habían aprendido la diferencia de un arma que la utilizaba una persona común y un arma utilizada por un individuo con algún talento de maestría.

No obstante…

“¿Quieres probarlo tú mismo?” Cuestionó César tratando de observar, pero de inmediato agachó su cabeza cuando vio un cohete volar por el cielo y explotar a varias decenas de metros.

“Mejor no…” Respondió Rupert tirándose en el suelo.

Los disparos de la metralleta continuaron viniendo, sin contenerse y ambos se miraron entre ellos.

Esta refinería petrolera estaba en medio del desierto de Sudan y si bien antes fue de una empresa, en la actualidad fue tomada por unos milicianos como su base personal.

Su deber era detener a los milicianos y preferiblemente arrestarlo, pero si la batalla se intensificaba, estaban libres para moverse como desearan, pudiendo eliminar a sus objetivos.

Aun así, esa ‘libertad’ para César estaba atada al discernimiento propio, para elegir cuando era necesario contenerse o cuando podían ser más crueles.

“¿Cuántas balas tienen?” Dudó Rupert mientras la arena salpicaba su cabeza por los disparos.

Tenían los artefactos de barrera activos, permitiendo que si una bala atravesaba pudieran protegerse, pero los disparos de la metralleta no paraban.

César que levantó la cabeza mientras la arena salpicaba, pudo ver que, en la parte superior de unas escaleras, un hombre y una mujer estaban cargando lanzacohetes apuntándole a ellos.

“No lo sé, pero no quiero esperar para verlo.” Murmuró César y haciéndole una señal, ambos se prepararon.

Los disparos se detuvieron y entonces los cohetes volaron en su dirección, con una mayor precisión que antes.

*Boom*

*Boom*

Cuando los cohetes explotaron, ellos ya habían parpadeado hacia adelante y con sus barreras activadas, César saltó a las escaleras mientras que Rupert cayó en el piso de abajo.

“¡Bestia!”

El dúo que había lanzado los cohetes sacaron sus pistolas y trataron de dispararles, logrando que César se cubriera su cabeza de forma inconsciente, pero las balas ni siquiera pudieran atravesar su barrera.

Muy posible tampoco le hiciera nada a su cuerpo… Ese pensamiento hizo que sonriera y se moviera.

“¡Ríndanse! ¡Somos miembros de las fuerzas del nuevo gobernante de Jartum y ustedes han tomado ilegalmente una propiedad que no es suya!” Rugió César con una voz alta mientras su presencia de rango A se liberaba.

No solo tomaron una propiedad ilegal, sino que asaltaban los alrededores, robando el ganado de los locales que ya tenían dificultades para sobrevivir e incluso a veces exigían ‘tributo’.

Comparado a otros criminales no era tan malo, pero Jartum con su nuevo ‘gobernante’ deseaba eliminar desde los más grandes crímenes a los pequeños.

Y en este caso le dejaron uno ‘pequeño’ a él, mientras que otros se dedicaban a tareas de mayor importancia.

“Si se rinden pacíficamente…” Deteniéndose cuando el idiota de adelante le disparó con una escopeta que logró penetrar su barrera, añadió. “Los perdonaremos. Si siguen oponiendo resistencia, usaremos la fuerza.”

Tener que hablar cuando fueron atacados le dio tiempo para que ellos se preparan y un mecánico de rango B, preparó su escopeta mientras le apuntaba y disparó.

“Resistencia entonces.” Murmuró César volviendo a cubrirse otra vez a pesar de que su artefacto lo protegía.

No estaba acostumbrado a contar con las protecciones adicionales y por eso reaccionaba a la defensiva de forma instintiva, pero reaccionar o no, no cambiaba la situación.

*Boom*

No fue él quien se movió, sino que su compañero que rompió el pilar de parte de la escalera logrando que arriba en donde estaba él, temblara y parte del piso de metal que estaba alrededor de la refinería, se inclinara.

El dúo que estaba tratando de cargar sus lanzacohetes gritaron y se afirmaron para no caerse, pero el rango B, se mantuvo en pie, aunque perdió el equilibrio de forma ligera.

César se aprovechó del error de su enemigo y acercándose con rapidez, tomó el arma de ese mecánico antes de que pudiera dispararle y apretando con todas sus fuerzas la dobló, inutilizándola.

“No, espera… ¡Bestia!”

Sin importarle el grito de ese hombre, que retrocedió y se cayó, César lo tomó de la pierna y levantándolo lo tiró al desierto a varios metros.

Era una bestia de rango A… Una cuya fuerza era más alta que los luchadores, con mejor resistencia y más capaz en los instintos, mientras que la otra parte era solo un maestro de armas de rango B, que sin su arma era inútil.

“¡HAaa!”

Su movimiento parecía sorprender a ese tipo, que cayó en la arena de una forma muy mala y luego gritó de dolor cuando su pierna se dobló.

Era inexperto… Esa realización hizo que César pusiera una expresión seria.

“Rupert es mejor que nos contengamos un poco. Ellos parecen ser demasiado… Débiles.” Murmuró César por el sistema de comunicación.

Estaba mirando al dúo que antes llevaban los lanzacohetes y que ahora lo miraban con miedo.

Debajo de él, en el suelo estaba Rupert gruñendo de forma salvaje como una bestia indomable, logrando que quienes trataban de dispararle cayeran al suelo cuando ese gorila se acercaba, liberando relámpagos.

“Lo repetiré de vuelta. ¡Ríndanse!” Rugió César con todas sus fuerzas.

Fue un rugido poderoso y bestial que dejo toda el área en silencio y luego vio las armas cayendo al suelo, cuando esas personas se dieron cuenta de que no eran bestias normales.

No solo se trataba de fuerza y que eran rangos A, sino que también estaban equipados con artefactos de protección.

Logrando que su alta defensa fuera aún más alta.

Viendo que todos se rendían sabiamente, César escuchó un auto moverse entre los almacenes en dirección de la entrada.

“Yo me encargó.” Avisó Rupert con una voz clara y cuando el auto estuvo pasando por su lado, ese gorila cargó con fuerza golpeando el costado, llevando a que se estrellara en contra un pilar.

Lo golpeó en la parte trasera, llevando a que la parte del conductor quedara más o menos bien, pero por la forma que vomitaba sangre, estuvo claro que no en tan buen estado como se esperaba.

¿Usaron demasiada fuerza? César dudó un momento, pero al final lo dejo estar.

Había advertido varias veces sobre que utilizarían la fuerza para detenerlos y fueron ellos quienes siguieron actuando.

Tenías demasiadas misiones en estas tierras para estar centrándose en solo una.

Dudaba que en estas tierras hubiera leyes en contra el uso de fuerza excesiva, pero César pensaba que al menos deberían practicar más sus técnicas de supresión.

Escuchando el grito del hombre del auto y el llanto de dolor del rango B que él había tirado al desierto, César hizo como si no vio nada.

Solo esperaba que no lo regañaran cuando volviera.

******

Liam rodeado de proyecciones de toda clase, dio una expresión algo agotada.

Recopilar información no era un trabajo fácil y más en estas tierras en donde la tecnología no era tan alta como se esperaba.

Muy pocas personas fuera de Zerzura tenía relojes holográficos personales y compartían muy poca información.

Lo bueno era que cualquier objetivo que actualmente siguiera, utilizaba la tecnología de forma seguida.

No obstante, no siempre era posible infiltrarse directamente al reloj holográfico de su objetivo, ya que a veces en lugares más remotos también había algunas situaciones ocultas y que no estaban a su alcance.

Aurora y precisamente la Empresa Apicius lo estaba apoyando para crear una red de información, que pudiera recopilar información de forma precisa, pero resultaba algo complicado.

No se trataba del personal, sino que era difícil conseguir algunas fuentes de información y si quería conocer lo que sucedía de forma más rápida, necesitaba cooperar con personas locales de diferentes zonas.

“Una red de información que se base en que los locales sean nuestros informantes… Suena bien.” Murmuró Liam y con una risa, añadió. “La fachada será una página para adultos.”

“Las personas cuando vean que nuestro informante está mirando una página para adultos, lo verán como un degenerado y no prestaran tanta atención.” Dijo Atenea con una voz mecánica.

Liam tosió un poco ante esa respuesta.

No la esperaba que estuviera en este lugar y su costumbre de hablar solo le estaba pasando factura.

“Llamarlo degenerado es un poco… Aunque si esa es la idea.” Respondió Liam y mirando una proyección de una figura en su reloj holográfico, comentó. “Serán tareas a futuro.”

Su expresión fue seria y con una ligera sonrisa, que trataba de ocultar su pregunta de cuánto tiempo lo estuvo vigilando y escuchando.

Le gustaba la privacidad y había momentos muy privados que no le gustaría mostrarle a nadie, como cuando compraba drones y prácticamente revelaba que estaba obsesionado con ellos.

Como si fuera poco, esa inteligencia artificial no había ‘vivido’ tanto tiempo, pero ya entendía lo que era una página de adultos y catalogado a las personas que la utilizaban como ‘degenerados’… Una apreciación muy específica.

“La ciudad está creciendo, pero por ahora no es tan importante la venta de información. Así que sería preferible empezar a extender nuestro alcance. Lo suficiente como para cuando queramos, podamos entender diferentes situaciones de nuestro alrededor.” Dijo Liam cambiando de tema.

Él había bromeado que su deseo era crear una red de información y Aurora lo estaba apoyando mayormente con dinero, que prácticamente era la base de una red de información.

Los pilares serian el talento, pero un gran talento sin fuerza monetaria, le resultaría difícil brillar y él había vivido como alguien sin poder monetario durante bastante tiempo.

“Eso es bueno. Los refugiados siguen llegando aumentando su número y hemos superado la barrera de los cuatrocientos mil. Según mis análisis, es posible que la población aumente aún más y eso significa que empezaran aparecer criminales de toda clase.” Informó Atenea y con calma, añadió. “La gratitud de ser salvado, de obtener una vivienda y una vida mejor, dejando de sufrir frente a otros, no siempre es pagado de buena manera.”

Su voz era mecánica en la primera parte de su informe, pero en la segunda parte Liam pudo captar algo más en esa indiferente voz mecánica.

“¿Molesta?” Dudó Liam con curiosidad.

“No tengo la capacidad de ‘molestarme’, no obstante, para la vida en sociedad hay un deber bilateral entre Zerzura y sus habitantes, que ellos deben responder.” Respondió Atenea con cierta solemnidad.

¿Un deber bilateral? Liam sonrió algo alegre dándose cuenta de que ella tenía algo de idealismo.

No iba a negar que el idealismo de Zerzura era algo contagioso, pero algunos tenían resistencia a ello.

No todos los refugiados mostraban agradecimiento por la Protectora de Zerzura, por la Iglesia y por la ciudad que le brindaba excelentes oportunidades y ayuda.

Era cierto que la mayoría buscaba responder a la ayuda constante de la ciudad, siempre queriendo trabajar para devolver una parte de la amabilidad que la ciudad había dado, pero no significaba que fueran todos.

Había algunos que se aprovechaban de esa amabilidad buscando obtener beneficios para sí mismo, sin deseos de devolver nada.

La entidad que estaba proyectándose en su reloj holográfico, sabia mejor que nadie sobre esos individuos debido a que prácticamente estaba infiltrada en cada reloj holográfico de la ciudad.

Escuchaba y veía todo… El problema era que también aprendía sobre la naturaleza humana y realizaba su propio análisis y opinión.

“Las malas semillas siempre estarán presentes. La naturaleza humana lo vuelve inevitable.” Dijo Liam y mirando a la proyección, señaló. “Solo tienes que recordar que algunas semillas no son completamente negras, son grises y pueden ser beneficiosas.”

¿Entre los ciudadanos había algunos individuos que se aprovechaban de los beneficios que la ciudad daba? Definitivamente había esa clase de persona, pero entre esa clase también se encontraban personas que buscaban prosperar y eran ambiciosos.

Individuos que tenían talentos y que buscaban utilizarlos, usando los recursos que daba Zerzura para crecer.

Esas personas por diversas razones podrían no tener un sentido de gratitud, pero sus logros beneficiarían a Zerzura de alguna u otra manera.

Ya sea que se abriera un negocio, que se creara una empresa o que algún aventurero fundara un gremio para su propio beneficio.

Cada uno de ellos beneficiarían a la ciudad más que un simple sentido de ‘gratitud’.

“También no olvides que la Empresa Apicius también busca beneficios.” Añadió Liam de forma honesta.

La última misión del dúo de gorilas que había conocido de pasada, fue dedicarse a liberar una refinería petrolera de una empresa que la perdió… Esa antigua empresa vendió los derechos a la Empresa Apicius, quien la obtuvo a un precio ‘insignificante’.

Era bueno detener a los criminales, pero la Empresa Apicius se beneficiaba comprando infraestructura de empresas que antes lo perdieron e incluso cuando Melgar lo requisaba, ellos la recompraban.

De esta forma la Empresa Apicius extendía sus raíces, asentándose en la zona, preparándose para obtener grandes beneficios.

Ni hablar de las mazmorras.

Una vez derrotado los antiguos gobernantes de Jartum y ahora con el nuevo gobernante ‘Jasar’, todos aquellos que cometieron fechorías fueron detenidos, eliminados o huyeron dejando atrás decenas de mazmorras de todo tipo del cual se podía sacar beneficios.

Era cierto que daban trabajo y traían prosperidad, pero creer que se movían solo por intereses filántropos, era dejarse engañar.

“Lo tendré en cuenta.” Respondió Atenea con la misma calma.

No buscaba hacer que pensara mal de la Empresa Apicius, ya que prácticamente ellos le pagaban bastante y eran generosos con los ‘suyos’, pero tampoco iba a dejar que fuera engañada.

Él mismo había visto la extrañeza alrededor de la empresa y una de sus jefas… A pesar de que no deseaba meterse en el tema, era necesario al enseñar, que ella viera todas las caras de la ‘moneda’.

“¿Dónde está la jefa?” Dudó Liam tras guardar los informes que tenía.

“Se encuentra en la sala.” Respondió Atenea con calma.

Era muy seguro que Atenea estaba trabajando en cientos, si no miles de tareas por toda la ciudad e incluso afuera, pero aún seguía teniendo la capacidad para responderle y prestarle atención.

Pensando en lo maravilloso que era tener esa capacidad de procesamiento, salió de su pequeña oficina y se dirigió a la sala.

Seguía viviendo en un edificio céntrico de la ciudad y si bien su edificio principal estaba por terminar de construirse, todavía faltaba para mudarse.

Y una vez que él estuviera en ese lugar… ¡Podría diseñar todos los drones que quisiera de forma ilimitada!

O al menos hasta que su dinero se agotara.

“¿Un favor? Últimamente he estado bastante ocupada. Hay demasiado trabajo que hacer y…”

“Y el último favor no salió tan bien, ¿no?” Dudó Antón que estaba proyectado en la sala.

Aurora estaba sentada hablando con su padre y ella al escuchar como su padre la interrumpía solo dio una sonrisa sin decir demasiado.

¿El último favor? Liam había escuchado del estudiante que había venido y causado varios problemas.

Era bastante odiado entre algunos milicianos fanáticos… Ese pensamiento pasó por su mente mientras se quedaba a la espera cuando Aurora le dio una señal para que esperara.

Asintiendo sin retirarse, pudo ver que el Gigante de Acero le daba una mirada seria a su hija.

“Este favor es diferente. Se trata de un nuevo conocido que ha venido a este mundo. Es buena persona y está interesado en los negocios del bosque mágico.” Dijo Antón con una expresión solemne.

“Entonces puedo presentarle a James o pedirle que él envió a alguien. Los negocios no son lo mío, padre.” Respondió Aurora de forma honesta.

Estaba siendo honesta tanto con lo que pensaba como su deseo de rechazar el favor y esa respuesta hizo que Antón parpadeara, sin saber qué decir.

“No será lo mismo.” Dijo Antón y con una gran sonrisa, comentó. “Además, el último favor fue de parte de tu madre, no mía.”

Una sonrisa agradable para un hombre calvo que incluso en la proyección dejaba ver una imagen imponente.

Aurora le dio una mirada a su padre y luego suspiro.

“¿De verdad quieres que me aleje del trabajo aquí?” Dudó Aurora en voz baja.

La expresión de ese gran hombre se debilitó y dio una pequeña sonrisa que no ocultaba su preocupación.

A la vez que dejaba en claro que ella había descubierto la razón por la cual le pedía un ‘favor’.

“Sí. ¿Desde cuándo no has tomado vacaciones? Tomate una semana o dos. Descansa, ve a la playa, invita a tu hermana a comer en algunos restaurantes por alguna parte del mundo, visita nuevas ciudades o solo descansa.” Dijo Antón y con una mirada solemne, anunció. “No puedes hacer esto de forma permanente. Tampoco puedes guardarte todo.”

Tales palabras dejaron en silencio a Aurora, pero por su expresión algo difícil dejaba ver que no estaba a gusto y solo fue la expresión seria y preocupada de su propio padre, lo que la mantuvo en silencio.

“Sabes que puedes hablar conmigo o tu madre de lo que quieras. También está tu hermana o si no quieres pueden soltarte con alguien que confíes y te escuché. O si quieres puedes hablar con una profesional que pueda ayudarte.” Comentó Antón y solo dio una sonrisa vaga al ver que Aurora mostraba una expresión algo molesta.

Mayormente fue a causa de la palabra ‘profesional’, que claramente estaba apuntando algún especialista de salud mental como un psicológico, que esa joven no tomó de buena forma.

Liam mantuvo su expresión en control, pero por dentro solo estaba agitando su cabeza.

La salud mental era importante y tener a un profesional que pudiera ayudarla a sobrellevar algunas cosas era bueno y podía ser de gran ayuda.

“Ya tengo alguien de esa clase y es abrazable.” Respondió Aurora sin especificar quien y dando un suspiro, murmuró. “No quiero tomarme un descanso… Deseo trabajar y mantener mi mente ocupada, padre.”

“Y es por eso que te he pedido un favor, hija. Mi conocido viene de Terra nova, estuvo en la guerra europea-demoniaca, pero ha estado ocupado y no ha visto este mundo.” Respondió Antón y con seriedad, señaló. “Que él tenga una visión más amplia de este mundo, es un gran trabajo y más cuando sepas que clase de cargo ocupa.”

En vez de obligarla a tomar vacaciones o tomarse un descanso, le pidió un favor para que ‘trabajara’ en otra cosa, que fuera más relajante y apartada de todo.

Principalmente de Sudan cuyos informes llegaban de forma constante, al igual que los informes de los alrededores que no paraban de llegar.

“Lo haré, padre.” Respondió Aurora con un suspiro.

Ella misma sabía que lo que había visto en Sudan la afecto lo suficiente como para preocupar a la gente de su alrededor, pero en vez de rechazar la preocupación la acepto.

Y en cuanto a ese hombre, dejo ver que conocía muy bien a su hija.

Para Liam su jefa no podía dejar de trabajar de forma constante y eso significaba que si alguien deseaba distraerla o quería que se tomara el trabajo de forma ligera, lo mejor era darle otro trabajo menos pesado.

Tras una corta despedida, Antón terminó la llamada como si no deseara que su hija se arrepintiera.

Viendo que su jefa suspiraba, Liam estuvo por hablar, cuando su reloj holográfico brillo y su conexión con su inteligencia artificial le informó la situación.

“¿Ha sucedido algo?” Preguntó Aurora con curiosidad.

“Si, pero en América. Parece que algunas situaciones están sucediendo allí.” Respondió Liam lleno de calma.

No solo eran algunas situaciones, sino que para Liam parecía que se venía una gran tormenta… O el final de ella.

Sin embargo, no importaba, su trabajo estaba en este lado del mundo.


mode_commentComentario de Evil_Warlord

Volvemos con la historia paralela. Les recuerdo que el volumen 3 empezara cuando la historia paralela finalice. No puedo decirle con exactitud cuanto falta para que termine, pero será algo así como treinta capítulos, tal vez un poco más, ya que hay algunos personajes o temas que desearía profundizar. Por ejemplo…  ¡Akira!

Por cierto, volvemos a la publicación habitual de seis o cinco capítulos por semana. 

Les dejo el link para la encuesta: https://forms.gle/vcu5UPGbAyrrUfZT8

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Historia Paralela Capítulo 105
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Terminar lo que se comenzó.

Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 105: Terminar lo que se comenzó.

Víctor caminó por el Palacio de Carondelet, que era la sede de gobierno de ecuador.

Los cuadros estaban en las paredes y a sus espaldas se escuchaban pasos silenciosos de personas siguiéndolo.

Tanto Perú como Bolivia estaban llevando su ‘Referéndum’ para decidir si unirse o no al Imperio de Sudamérica.

Una transición bastante tranquila si tuviera que admitirlo, más tranquila que lo que sucedió en Uruguay y Paraguay.

Las causas no solo era su influencia profundamente conectada en esas naciones o la guardia de las sombras que habían actuado como agentes ocultos, también estaba los desastres de la cordillera que causaron problemas.

Su apoyo durante ese momento, hizo ver a la gente que el imperio era amable y él como emperador cuidaba a los ‘hermanos’ sudamericanos.

Nadie sabía que fue él quien lo ocasionó y nadie nunca lo sabría.

Justo como nadie sabría algunas acciones que realizó en su pasado… Víctor mantuvo su sonrisa al caminar por este emblemático lugar.

Que ahora era suyo.

“Oh, la multitud parece estar muy contenta hoy día.” Murmuró Víctor cuando llego a una ventana.

Los ciudadanos de Quito hoy estaban presentes en la ‘Plaza de la Independencia’ que estaba al frente de este palacio y estaban festejando este gran día.

El día que el Presidente de Ecuador conocido por ser literalmente un mafioso dejo el poder y llevo a que las autoridades que quedaban decidieran unirse al Imperio de Sudamérica… Eso era públicamente, la verdad era que esta ‘entrega’ era un regalo.

“El pueblo ha esperado su llegada el día de hoy.” Dijo un hombre con una sonrisa.

“Su Majestad Víctor es una brillante luz en la oscuridad.” Añadió una mujer coqueta, que trataba de alagarlo.

Víctor pudo ver que la esquina de los labios de Ersin que estaba a su lado, se deslizaron por un momento.

¿Una luz en la oscuridad? Le pareció bastante gracioso tales palabras.

“Aja… ¿Entonces han limpiado su mierda o tengo que masacrar mi paso para controlar la policía, el ejército y los diferentes poderes?” Preguntó Víctor con una voz indiferente.

El pueblo estaba festejando a fuera.

El festejo de que Ecuador que llevaba tanto tiempo en manos de un narcotraficante reconocido dejara el poder.

Como todo déspota, el antiguo presidente de Ecuador gobernaba con miedo y terror, buscando obtener ganancias de sus negocios, lo que significó que se legalizaron muchos asuntos que antes eran turbios.

Algunas drogas como la marihuana eran ligeras en este momento en donde las personas por naturaleza eran fortalecidas con la energía mágica, pero había drogas más potentes y aterradoras capaces de afectar a altos rangos.

Por otra parte, los poderes y las autoridades de diferentes partes estaban a la orden del anterior gobierno, que ese dúo estaba representando ahora.

“Todo… Está a su disposición Su Majestad Víctor.” Respondió la mujer con cierto temblor en su voz y bajando la cabeza, anunció. “Solo quedan quienes no están unidos a nosotros y aquellos engranajes que sirven para que todo siguiera funcionando.”

Brasil era un lugar corrompido y la corrupción iba desde el Presidente de Brasil que ya estaba siendo juzgado, hasta gobernadores o intendentes.

No obstante, Ecuador tenía todo un sistema ilegal sin apariencias ni fachadas que ocultaran sus crímenes.

Por supuesto, él lo sabía, debido a que la guardia de la sombra estaba metida en muchos asuntos del gobierno como dentro de la mafia.

No eran tan increíbles como Rashad, pero eran destacables por sí mismo.

“Bien. No quiero jugar con ustedes.” Dijo Víctor de forma indiferente e ignorando como ambos respiraban aliviado, siguió caminando por el pasillo.

Eliminaría a esos mafiosos que se estaban ocultando, pero todo seria a su debido tiempo, y antes necesitaba terminar con su trabajo.

Su paso lo llevo a una gran sala en donde las autoridades restantes de este gobierno estaban presentes junto a algunas personas importantes.

Todos estaban aterrados por él, pero eran los suficientes avariciosos como para quedarse y tratar de negociar.

Aquellos inteligentes ya habían huido u ocultado profundamente como la mafia, dejando solo los idiotas que opusieron resistencia quedándose en sus casas, creyendo que estaban seguros.

Lamentablemente para todos aquellos que opusieran resistencia, serian tratados igual que los gobernadores de Brasil que deseaban convertirse en pequeños señores feudales.

Cada uno de ellos sería asesinado o derrotados y en las noticias se hablaría de como criminales que estaban cerca de ser terroristas de estado fueron abatidos en ‘acción’.

“Algunos de ustedes han cometido decenas de crímenes y lo han tratado de ocultar. Algunos gremios han realizado asesinatos, las empresas han pedido los asesinatos y los gobernadores han llevado crímenes de corrupción.” Dijo Víctor notando que algunos palidecían de inmediato y dando una sonrisa simple, añadió. “Seré honesto, muy pocos de ustedes se salvarán hoy.”

Muy pocos de los individuos que estaba presente aquí estaba completamente limpios.

Vivir en un lugar como Ecuador que era un narco-estado significaba que las personas debían seguir las reglas que los superiores imponían, reglas que llevaban a cometer crímenes.

Algunos tenían la suficiente moral para no excederse, pero otros no le importaban la situación y llevaban toda clase de crímenes.

En este lugar estaban ambas clases de personas.

“Pero que hayan venido hoy sin querer ocultarse, huir o tratar de oponerse a mí, es bueno.” Dijo Víctor y haciéndole una señal a Ersin que proyectara varias escenas, esa mujer obedeció y él añadió. “Si se hubieran resistido o tratado de huir, hubiera tenido que actuar y no me gustaría tener su sangre en mis manos.”

En las proyecciones se mostraban batallas sangrientas, personas amordazadas, individuos llorando en sus casas al ser rodeadas y decenas de otras situaciones, pero todas tenían un parecido… Estaban atrapados.

Y era obvio que los detendría.

Desde el empresario más rico al gremio de aventurero con un par de rango S o al gobernador tirano, todos iban a ser detenidos y se convertirían en recursos.

El dinero de las cuentas de banco sería vaciado cuando los magos de magia mental les sacaran todos sus secretos a los empresarios, los aventureros de alto rango trabajarían para la guardia de las sombras y los gobernadores tiranos, serian juzgados públicamente para aumentar su popularidad.

Sus métodos tan excesivos como eran se realizaban en sumo secreto y al final, nadie trataría de hacer algo en su contra, incluso si se enteraban.

A diferencia del idiota de Malik que abiertamente declaró que iba a conquistar el mundo, él ya había dejado en claro que era lo que deseaba.

Sonriendo al ver esas personas que estaban atemorizadas, él observó sus expresiones.

“Pero han venido y eso será un punto que tendré en cuenta.” Añadió Víctor y cuando vio a cada uno de ellos suspirar, precisó. “Pero seguirán teniendo problemas.”

Los gobernantes de Perú y Bolivia habían decidido entregarse y si bien pidieron perdón, sus crímenes no eran tan profundos.

Ambos países eran corruptos y jugaban bastante sucio, pero al final seguían ‘jugando’ con las reglas, tanto democráticas como morales.

Queriendo mantener cierta imagen en esas naciones.

Muy diferente a las personas que actuaban en estas tierras, en donde la ilegalidad era la norma y el día a día.

No iba a negar que le parecía divertido ver como el miedo de estas personas se convertía en esperanza y la esperanza en desesperación, pero lo dejo estar cuando le hizo una señal a Ersin para que terminara las proyecciones.

Su gente se encargaría de los que estaban presentes y él solo se fue con su ‘secretaria’, dejando a los demás detrás.

“¿Qué hará ahora Su Majestad?” Preguntó Ersin con curiosidad.

En este punto ecuador estaba en su poder y se uniría al Imperio de Sudamérica.

Si bien llevaría tiempo para encargarse de que todo volviera a funcionar de forma normal, de cierta forma estaba en la etapa final de su conquista.

Y lo que necesitaba hacer ahora era bastante simple.

“Terminar lo que he comenzado.” 

******

“Ecuador desde este momento entra a formar parte del Imperio de Sudamérica, con los mismos beneficios que cualquiera de sus naciones hermanas.” Dijo el remplazo del presidente de ecuador y con calma, anunció. “Esperemos obtener la prosperidad al lado de nuestros hermanos sudamericanos.”

*Crack*

Antes de que el anuncio continuara el control remoto golpeó el televisor rompiendo la fina pantalla y cayendo al suelo.

“¡Hijo de puta!” Gruñó Félix Quiroga, el nuevo regente y gobernante de Colombia y Venezuela.

Estaba furioso a causa de la mafia ecuatoriana que prácticamente lo traicionó.

Había hecho un trato con ellos para dividir las tierras y que se apoyaran para enfrentarse a Víctor, hasta le había ayudado a extender sus influencias en las tierras bajo su control, pero esos bastardos lo traicionaron.

Entregando toda la nación y huyendo con las colas entre las patas.

“Los expertos dicen que hay una alta posibilidad de que el General Quiroga se rinda ante el Emperador Víctor o termine huyendo.” 

*Boom*

Escuchando esas palabras por los parlantes medio destruidos, Quiroga golpeó con su pierna el televisor, rompiendo la pared que estaba atrás.

Eran palabras de un noticiero que no reconocía, pero lo estaban viendo con demasiado desprecio.

Víctor Pellegrini, un rango SSS que apareció de repente, un antiguo jugador cuya historia no tenía nada destacable, latinoamericano, sin familia, conocidos o amigos.

Había desaparecido luego del Gran Cataclismo y no se lo había visto hasta ahora.

La posibilidad de que se ocultara, utilizando otro nombre era bastante alta y era normal, ya que seguramente no habría podido ascender de rango tan de repente.

También tenía riqueza, influencia y había estado preparado… Debía haber sido alguien reconocido al menos durante un tiempo.

¿Fue algún rango SS que murió en el pasado o su segunda identidad era uno que seguía vivo? La probabilidad de que utilizara durante años una segunda identidad era muy alta y eso lo convertía en alguien sumamente peligroso.

“Maldita sea.” Gruñó Quiroga dejándose caer en un sofá.

Se encontraba en el cuartel militar de Colombia cerca de la frontera con Panamá en donde su ejército había estado estacionado desde que dejo en claro que había querido conquistar las tierras del norte.

Y no se había podido mover desde ese momento.

En Panamá estaban fuerzas de diversos países grandes y pequeños que estaban garantizando la soberanía de esa nación y quien era la primera fuerza era Estados Unidos.

Tal vez el Arcángel Miguel no estaba presente, pero ese rango SSS de los Estados Unidos era un maldito problema.

Ni hablar de los rangos SS de ese gigante, de México o de Canadá… O los incontables gremios de las otras naciones en Centroamérica.

Eran esos bastardos quien le impedían moverse al norte y como si fuera poco, cualquier intento de diplomacia para que alguna pequeña nación se uniera a su lado, era rápidamente cortado.

“Son unos bastardos traidores... Jodidos títeres.” Murmuró tratando de calmar su respiración.

¿Por qué esas pequeñas naciones que vivieron bajo el yugo de esa nación al norte estaban a su lado ahora?

La historia para él, mostraba una clara influencia de ese país del norte en todas las pequeñas naciones de este continente.

Una influencia que llevo a años de terror, muerte y destrucción, permitiendo intervenciones militares y dejando que durante mucho tiempo algunas naciones sufrieran cruelmente bajo la tiranía de dictadores.

¿Y solo para qué? ¿Para su propio bienestar? ¿Sus creencias ideológicas? ¿O solo porque tenían la capacidad?

Para Quiroga era hora de crear una nación que representara verdaderamente a América.

Sin embargo, había demasiado idiotas que no entendían que la única forma era unirse para enfrentarse a esa potencia que actualmente estaba en decadencia.

Para mostrar una nueva unión por el bien de cada nación y no solo por la prosperidad de una o dos personas.

Similar a lo que estaba haciendo Víctor, quien era solo un conquistador fuerte, que buscaba sus propios beneficios.

Había que destacar lo preparado que estaba y el reclutamiento de personas capaces a su lado, pero por todo lo demás, solo parecía buscar la alabanza de la gente.

Peor que un mesías.

“Jodida mierda.” Gruñendo de vuelta, Quiroga frunció ligeramente el ceño al sentir una presencia y entonces, pudo sentir un temblor desde el patio del cuartel.

Su expresión se hizo fría y Quiroga equipando su armadura de combate, se movió al pasillo y luego al balcón que daba al patio del cuartel.

Rodeado de los militares, estaba un hombre cuya apariencia no destacaba tanto, excepto por su físico entrenado, su expresión madura y su mirada profunda.

Cabello negro desordenado y una sonrisa entretenida en su rostro a pesar de que lentamente estaba siendo rodeado.

Este cuartel militar tenía toda su gente lista para la batalla en contra el norte y ahora decenas de rangos S estaban rodeando a ese hombre, que llevaba ropa casual.

Víctor Pellegrini estaba presente en su patio...

“Estaba aburrido de que todo esto continuara y quise terminar con todo, así que pensé en una manera simple de hacerlo.” Dijo Víctor y con una gran sonrisa, anunció. “Uno contra uno, quien pierda se subordina al ganador.”

Un duelo para que el perdedor se convierta en un subordinado del ganador, para Quiroga esas palabras no tenían sentido.

¿Cuál era su verdadera intención? ¿Qué era lo que buscaba? 

“¿Vamos, no era ese el trato que teníamos?” Cuestionó Víctor como si fuera obvio.

¿Trato? ¿De qué estaba hablando? Quiroga no podía entender a lo que se refería, pero al notar la sonrisa de ese hombre se dio cuenta.

No importaba si él lo entendía o no, Víctor se movería de la forma que lo había planeado, tratando de llevar a cabo su plan.

Ese ‘trato’ del que hablaba y que nunca realizaron iba a ser llevado a cabo y en esta situación su respuesta no importaba.

Víctor iba a controlarlo de alguna manera o forzar alguna forma de control y por eso había venido directamente a él, queriendo cortar la cabeza para terminar con cualquier conflicto.

Un maldito lunático que tenía la fuerza para llevar a cabo tales acciones y peor aún, uno preparado.

“…”

Que algunos rangos S que lo habían servido durante un tiempo bajaran sus armas y le dieran una mirada, ‘esperando’ el combate y la finalización del trato, era la prueba que Víctor estaba preparado.

Solo esas miradas fueron suficiente para darse cuenta de que ellos no eran leales a él y que seguramente habían estado del lado de Víctor.

¿Desde cuándo? Había pensado que esa gente lo había seguido por su capacidad y carisma, pero tal vez… Solo lo siguieron por órdenes de otros.

Y ahora viendo que ese hombre tensaba sus músculos, Quiroga se dio cuenta de que no tenía escapatoria.

Víctor había sido más peligroso de lo que había pensado.


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