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TG - Capítulo 630
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Una oportunidad única.

Capítulo 630: Una oportunidad única.

El color púrpura cubría este misterioso plano y Clémentine había intentado meditar, no pudo cuando vientos de energía psiónica la rozaban.

Ella estaba en la cabeza del Fénix mientras que esa misteriosa bestia volaba por este espacio cruzando vientos psiónicos y fuertes huracanes y torbellinos que buscaban tragarla.

Esos torbellinos no dirigían a algún mundo, sino que parecían agujeros en el Plano Astral, tragando y desgarrando todo a su paso.

“El universo siempre limpio por su cuenta.”

La voz del Fénix llegó a sus oídos y Clémentine se afirmó de las plumas cuando el Fénix se metió en una tormenta psiónica.

En la tormenta, Clémentine vio recuerdos, historias y misterios de una raza de gigantes y entre ellos se encontraba un gigante de fuego.

Los torbellinos que aparecieron durante el viaje desgarraban las memorias y los vestigios de las poderosas mentes del universo. De cierta forma limpiando esta parte del Plano Astral, no obstante, esta tormenta era diferente.

Eran los recuerdos y vestigios del pasado, de una raza que había sido y que dejo de ser... Una raza de la cual Clémentine había escuchado y el Fénix se adentraba en el núcleo de esa tormenta hasta que sus alas rompieron una fina capa y la poderosa ave cruzó un delgado velo.

Al otro lado, la tormenta se detuvo y el Plano Astral se mostró abiertamente quemándose por el fuego y Fenghuang cruzó las llamas y su cuerpo entró en la realidad.

El Fénix era masivo, con una envergadura de cincuenta metros, con sus alas abiertas y veinte metros de longitud, y esa inmensa bestia cayó por el cielo abierto en un mundo de lava y tierra ardiendo y pisó el suelo.

La lava que salpicaba y saltaba de las grietas en el suelo tocaban las patas y las alas del Fénix, sin dañarlo y Clémentine se afirmó bien.

Era estúpido afirmarse cuando era el Fénix quien se encargaba de todo, pero lo hizo por instinto, al igual que se protegió con su telequinesis del calor, aunque el ave también se encargaba de esa tarea.

El aire se retorcía por el calor y ella trató de ver en donde había llegado y lo único que veía era tierra ardiendo y de cuyas grietas salpicaba lava y fuego.

Ríos y lagos de lava, volcanes en erupción… Un mundo ardiente.

“Eso es…”

Clémentine habló al ver que a lo lejos existía una gigantesca grieta que iba profundo a la tierra y el Fénix se acercó a los límites y luego bajó la cabeza para ver el fondo.

La grieta media varios kilómetros de grosor y su longitud no podía ser vista. Sin embargo, lo que la impresionaba era la profundidad imposible de discernir hacia el fondo de la tierra.

“El mundo se está destruyendo. La raza ha muerto con el planeta.” Dijo el Fénix y en calma, instó. “Vamos.”

Junto a esas palabras, el Fénix fue rodeado por un color púrpura y su forma se desintegró, concentrando la energía psiónica que lo componía en una forma humana de un ligero color púrpura.

La figura era de una mujer de dos metros de altura y su rostro era grácil pese a la piel era púrpura. Una túnica tradicional china cubría el despampanante cuerpo de Fenghuang mientras que el cabello largo que le alcanzaba la cintura ardía con un fuego púrpura.

Había tomado una forma púrpura y Fenghuang movió la mano atrayéndola a ella a su lado y luego el espacio se retorció alrededor de ambos mientras la visión de su alrededor cambiaba.

Decir que cambiaba era simplemente una forma de decir, debido a que la tierra agrietada llena de lava y el calor desbordante continuaba sin importar cuanto se movieran.

Diferentes perspectivas mostraban una misma situación.

“¿Sabes a dónde ir?” Preguntó Clémentine tratando de adaptarse a la misión.

Habían llegado a este mundo y el objetivo era investigar la muerte del Director Vincent y primero necesitaban buscar la ubicación de donde murió.

Durante el viaje, el Fénix le había explicado y hablado de muchos temas interesantes y también que servirían para la misión. Uno de ellos fue el hecho de que todos los seres vivos dejaban una marca en el Plano Astral por más pequeña que fuera y aquellos más poderosos tenían una marca más poderosa.

Tal efecto incluía a seres mágicos y cualquier otro ser vivo, independientemente de si era mágico o psiónico. Si bien los psiónicos dejaban una marca más poderosa, no significaba que no hubiera seres mágicos que no lo hicieran.

El Director Vincent y aquellos humanos que murieron probablemente dejaron una marca en este mundo, al igual que la raza de gigantes de los cuales ella vio los recuerdos en la tormenta.

“Tengo mis maneras.” Respondió la mujer en tono misterioso.

Clémentine supuso que esa ‘manera’ era moverse por todo el mundo, ya que la velocidad con la cual los detalles cambiaban a su alrededor era impresionante y ni siquiera ella podía notar los fugaces detalles.

Ella, en vez de dudar de la experta, se concentró sin bajar la guardia, no sabiendo lo que le esperaría.

Entonces la visión se estabilizó y Érica abrió sus ojos sorprendida por lo que se reveló en su visión.

No fue destrucción o una estructura inimaginable, simplemente fueron humanos llevando túnicas y armaduras que ella reconoció de inmediato.

“La Iglesia del Orden…”

Al hablar ella quiso acercarse, pero la mano de color púrpura de Fenghuang la detuvo y Clementina se congeló en su lugar.

Fenghuang la soltó y ambas se quedaron observando a los hombres y mujeres que usaban túnicas y que se reunían juntos para explorar.

Eran humanos… No, para ser preciso eran terrícolas y las túnicas que usaban eran similares al conjunto que usaban la Iglesia del Orden.

Aunque la Iglesia del Orden no tenía un símbolo que fuera reconocible, el conjunto que usaban tenía detalles únicos.

Al igual que los escudos de torre de la Orden del Espacio, la Iglesia del Orden usaba conjuntos encantados o bendecidos y sus armas o armaduras liberaban una luz blanca sutil en momentos precisos.

Ahora ella lo estaba viendo en esos hombres y mujeres y Clementina miró de reojo a Fenghuang sin entender la razón por la cual no se presentaban y en vez de ello se ocultaban.

“…”

Sin embargo, se volvió a enfocar en el grupo y notó que las mujeres estaban manteniendo algún tipo de formación mientras flotaban en el aire formando un triángulo y los cuatro hombres estaban flotando por el aire con los ojos cerrados.

Las mujeres evitaban que el calor los afectara, pero también se encargaban de mantener una conexión segura con el Plano Astral para salir cuando terminaran.

Mientras que los hombres parecían estar investigando el Plano Astral de este mundo.

Clémentine había visto viajeros de la Iglesia del Orden en la torre de Fenghuang y muchos de los monjes eran viajeros y limpiadores del Plano Astral, pero esto era diferente.

Se trataba de viajar por el Plano Astral universal y un grupo de rango S no podría hacerlo, no por su propia cuenta y medios.

“Cardenal Auguste.” Murmuró Clementina en voz baja al ver el líder de esa expedición.

El espacio se distorsionó y la figura del mítico Cardenal Auguste apareció en medio del grupo y agitó la cabeza al hablar con uno de su grupo, entonces se detuvo de repente y miró sus alrededores.

La primera reacción de Clémentine fue querer esconderse, pero Fenghuang se quedó quieta y ella la siguió sintiendo como la mirada del Cardenal Auguste pasaba por ellas sin notarlas.

El Cardenal Auguste era un psiónico de rango SS, pero Fenghuang era un rango SSS… Mayor que todo era un ser psiónico con una agudeza y control mayor en la energía psiónica y ahora fue ella quien los oculto.

Clémentine se giró de reojo para mirar a Fenghuang y aunque la mujer tenía los ojos abiertos, ella se dio cuenta de que ya no estaba o al menos no le estaba prestando toda la atención.

¿Ya estaba en el Plano Astral de este mundo buscando los rastros? Clémentine tragó con dificultad sin entender lo que sucedía.

¿Qué pasaba si ellos se presentaban directamente al Cardenal Auguste? ¿Los recibirían bien o pensarían algo más? Aunque Fenghuang no mencionó quien fue la persona que le dio la tarea, Clémentine tenía una que otra idea, pero no sabía qué pensaría la Iglesia del Orden.

¿Esto vino de Agatha? Fue esa mujer la que hizo posible que ella fuera enseñada por el Fénix y por ende probablemente la misión vino de ella, pero Clémentine no estaba segura de sí la misión fue personal o una tarea dada como miembro de la iglesia.

Había demasiadas preguntas y lamentablemente ella no podía hacer demasiado.

Independientemente de la respuesta, la verdad era que Clémentine era una espectadora, una estudiante que únicamente miraba y ahora lo único que pudo hacer era mirar.

El grupo del Cardenal Auguste habló por más tiempo y luego, cuando los otros hombres volvieron agitando la cabeza y hablando entre ellos, decidieron irse.

Fue el Cardenal Auguste quien los guio y el grupo desapareció totalmente llevando a que ella mirara a la mujer que estaba a su lado.

Clémentine esperó expectante dándose cuenta de que la Iglesia del Orden no tuvo tanta suerte y esperaba que el Fénix la tuviera.

Como un rango SSS la fuerza de Fenghuang era mayor y Clémentine que la había visto sabía que también era muy conocedora de lo psiónico. Quizás la más conocedora de lo psiónico de la tierra.

“¿Sucedió algo?” Luego de quince minutos, Fenghuang parpadeó y Clémentine hizo su pregunta.

Aquí era una espectadora, así que ella no se atrevió en moverse para explorar este mundo ni el Plano Astral, queriendo no causar problemas a la persona que la trajo.

Fenghuang al recibir su pregunta, reflexionó detenidamente.

“No encuentro nada. Ningún rastro.” Respondió Fenghuang.

“¿Una misión fallida?” Preguntó Clémentine, pero luego frunció el ceño al ver que Fenghuang seguía pensando y al reflexionar sobre la respuesta que le habían dado, dudó. “¿Ningún rastro en absoluto?”

Fenghuang le dirigió la mirada y sonrió al ver que ella se daba cuenta de la misma rareza de la cual estaba reflexionando y le asintió.

Era imposible que no hubiera rastro. Los vestigios quedarían y algunas veces se mantendrían, algunos por más tiempo que otros.

Sucedía con frecuencia en los hospitales psiquiátricos que los vestigios y las mentes formaban pesadillas que nacían por las emociones de los pacientes e incluso médicos y trabajadores. De otro modo, cuando sucedían eventos grandes, las repercusiones alcanzaban el Plano Astral y se podía seguir hablando de otros ejemplos similares.

Las muertes de los seres vivos afectaban el Plano Astral y de quien hablaban era la muerte de un rango SS… Un mago de gran poder que era reconocido y que tenía una inmensa historia a su espalda.

Que estuvieran investigando la muerte del Director Vincent significaba que algo más de lo que se contó había sucedido y de ese mismo la repercusión en el Plano Astral debía ser mayor.

Un asunto era morir pacíficamente y otro muy diferente era que algo más sucediera. En el primer caso, al igual que las almas dejaban el cuerpo aceptando la muerte, la mente no tenía cargas y eventualmente sus marcas desaparecerían del Plano Astral.

Sin embargo, si la situación era diferente, al igual que las almas se quedaban convirtiéndose en espíritus vengativos, la mente dejaría una marca tan fuerte y tan poderosa que podría manifestarse como esos castillos o palacios antiguos que se encontraban en el Plano Astral e incluso podía manifestarse de vuelta en la tierra como pesadillas.

Al final siempre habría una marca, al menos…

“¿Alguien lo limpió?” Dudó Clémentine con seriedad.

Algo le había sucedido el Director Vincent, que requirió que la Iglesia del Orden investigara y que la Luz de Plata enviara al fénix y a pesar de que ambos enviaron a su gente, no pudieron encontrar nada.

Siempre habría rastros al menos que alguien lo limpiara.

“Requerimos tiempo para venir. No es lo mismo cruzar un portal que encontrar este mundo en el vasto Plano Astral.” Dijo Fenghuang y mirando el cielo, murmuró. “Al menos que hubieras estado antes.”

¿Qué hubiera estado antes?

Si alguien ya conocía el mundo, entonces era fácil volver, pero los primeros en venir a este mundo fueron los miembros de la octava expedición al portal.

Clémentine se guardó las preguntas al notar que el Fenghuang no respondería.

“Revisaré una última vez antes de volver.” Dijo Fenghuang y mirándola, agregó. “En el viaje de vuelta quizás podamos tomarnos un tiempo para explorar.”

Tomarse un tiempo para explorar y también para que ella pudiera aprender… Clémentine sabía que el viaje de venida fue rápido y con un objetivo claro, pero ahora que no había objetivo la vuelta podía ser lenta.

Aunque ella pensaba en sus amigos y se preguntaba que estaba sucediendo en la tierra, asintió.

Esta oportunidad era única.

******

En una habitación oscura llena de botellas vacías de bebidas energéticas estaba Andrés tomando la última bebida.

Sus ojos estaban en la pantalla mientras veía como los documentos se organizaban a sus órdenes.

Era su mente la que trabajaba conectada con su habilidad y también con Luna que le estaba ayudando mientras estaban infiltrados en el Gremio de Héroes.

Andrés consiguió toda la información que se podía conseguir y era increíble los detalles que el Gremio de Héroes guardaba.

El gremio tenía información de cada héroe y todos ellos estaban detallados. Relaciones, amistades, números personales, capacidades y habilidades e incluso debilidades.

Sin embargo, no todo era información administrativa, sino que en el fondo existían sucios secretos. Quien hizo algo que no debía y como se ocultó o como evitaron que algo saliera a la luz.

Un héroe que mató inocentes por accidente y el gremio lo oculto, otro que se acostó con fans de menor edad y otros actos que iban desde actos criminales a moralmente incorrectos y eran estos últimos que eran mayoría.

Cada uno de ellos presionaba al gremio, ya sea por las donaciones que daban la familia o por la representación que esos héroes tenían en sus países y guardaban la información en la red.

La red del gremio de héroes no era solamente el centro de información, sino que también se trataba de cada reloj holográfico de los altos mandos que estaban conectados a ese centro de información y el sistema de seguridad de ese sitio era lo que protegía cada reloj holográfico de los altos mandos.

La protección era alta y Andrés iba por su cuarto día consecutivo de no dormir y no salir al exterior y recién hace unas horas había terminado de infiltrarse de modo ‘correcto’… Básicamente sin dejar rastros.

—Si quieres ve a descansar.

La voz tan agradable de Luna vino a su mente y Andrés reaccionó con una suave sonrisa mientras miraba a la pantalla en donde la figura de una pequeña hada se movía entre los paneles abiertos.

Luna era de cierto modo un ser de lo tecnológico y ella en este mundo de la informática era una maestra, pero incluso si tenía sus recuerdos de su vida pasada, esta era la primera gran misión que hacía.

Al igual que él.

—Podría haber terminado más rápido si me dejabas a mi todo. —Dijo Luna con una voz ligeramente gruñona.

Andrés, en el fondo de su mente, pensó que ella era joven y sus pensamientos de que era una niña volvieron llevando a que Luna se molestara.

“Sé que eres buena, pero tengo que aprender por mi cuenta.” Respondió Andrés y…

—No me iré a ningún lado. — Replicó Luna y por segundos Andrés sintió que ella le susurraba al oído imitando la sensación del aire golpeando su oreja.

¿Qué tan metida estaba ella en su cabeza para engañarlo con tales sensaciones? Andrés no tuvo miedo y no lo tuvo porque sabía que ella se estaba vengando.

La idea de que él aprendiera todo por su cuenta y no utilizaba toda la ayuda y el potencial de Luna no solamente era porque quería aprender, sino que un día ella se podría ir y él necesitaba hacer el trabajo por su cuenta.

Sin embargo, tal idea molestó a Luna y Andrés dio una media sonrisa.

“Bien, evitemos ese tema.” Dijo Andrés sin querer discutir ni que ella le hiciera la ley de hielo o peor aún le susurrara a los oídos.

La voz de Luna, ya fuera la real o la mental, era extremadamente agradable y encantadora lo suficiente como para que lo hiciera sentir incómodo. Después de todo era la voz de una encantadora mujer.

“Ve a bañarte y descansar. Seguiré trabajando.” Dijo Luna flotando en su forma de dron y antes de que él respondiera, añadió. “No te preocupes, no haré nada. Simplemente, organizaré toda la información y haré los preparativos para dejar una puerta trasera.”

Andrés llevaba mucho tiempo en esta habitación sin salir y únicamente bebiendo bebidas energéticas que ayudaban a su cuerpo a mantenerse y también evitaba que tuviera que comer y por ende ir al baño. Si bien los artefactos de limpieza ayudaban con el olor, necesitaba un baño y mayor aún, necesitaba descansar.

Estaba exhausto y Luna lo sabía.

“Tenemos que eliminar a todos los otros mirones que hemos encontrado.” Dijo Andrés en calma mientras se levantaba.

Dentro de la red del Gremio de Héroes había varios que atravesaron el sistema de seguridad y que dejaron ‘puertas traseras’ que los ayudaban a evitar el sistema de seguridad y Andrés deseaba eliminarlos.

Dejaría su propia puerta trasera, pero eliminar los competidores no estaba mal y también ayudaba al gremio de héroes.

Al menos él no creía que estuviera haciendo algo malo y más cuando se dio cuenta de que Edward estaba correcto sobre algunos héroes.

Quizás era algo ilegal, pero no iba en contra de sus valores y para él era suficiente.

Andrés, luego de cambiarse de ropa con cambio rápido, salió de la habitación y caminó por el pasillo de la Empresa Cosmos.

“Necesito un baño y un descanso.” Murmuró mientras se dirigía a donde estaría Lucius.

Sabía que la Empresa Cosmos tenía habitaciones de descanso en secciones de este edificio y él quería pedir una para dormir al menos por unas horas.

Podría volver a casa, pero prefería estar cerca en caso de que algo sucediera y si bien solamente era paranoia, prefería asegurarse de todo.

Al moverse por los pasillos y acercarse al laboratorio principal de Lucius, Andrés se dio cuenta de que muchas personas iban por los pasillos y entre ellos estaban los guardias de la zona.

Expresiones serias y sin parar, cada uno de los empleados parecía tenso y a la vez con demasiado trabajo como si se estuvieran preparando para algo.

Al entrar al laboratorio tal idea creció aún más.

“Empieza con el ensamblaje para la siguiente generación de la armadura de poder. Se lo daremos a nuestras tropas cuando lo necesiten. Si llega la orden estaremos armados y listos.” Ordenó Lucius en el centro del laboratorio mientras controlaba una proyección que mostraba un cañón.

Específicamente un cañón láser que se ensamblaba holográficamente a un objeto desconocido y Andrés al acercarse supo que el satélite giraba alrededor de la tierra.

¿Las otras naciones sabían que la Empresa Cosmos tenía esas armas? Andrés parpadeó y al ver a los otros trabajadores chequeando diferentes armas y dispositivos tuvo la sensación de que la empresa se preparaba para la guerra.

Una guerra tecnológica sin precedente.

“¿Qué sucede?” Preguntó Andrés y al tratar de mirar su reloj holográfico se dio cuenta de que lo había dejado en la oficina.

Había estado encerrado por demasiado tiempo junto con Luna y él había perdido contacto con el exterior para dedicarse totalmente a su proyecto… La cautela llevó a que su atención se centrara únicamente en el gremio de héroes y ahora se estaba arrepintiendo.

En cierto modo, también fue guiado por su deseo de ascender, aunque no lo había logrado.

Lucius se giró al verlo y reveló una expresión sería y ligeramente enojada. Algo que sin duda era raro en él.

“Esta vez la cagaron feo. Él puede soportar muchas cosas y dejar pasar otras, pero con esto cruzaron su línea. Es como una bomba a punto de estallar y yo, como su buen amigo, estoy preparado para hacer la explosión brillante y poderosa.” Dijo Lucius y sonriendo con cierto desprecio, declaró. “Una explosión que les mostrara lo que podemos hacer.”

La mirada fría y llena de desprecio que Lucius tenía era algo que Andrés muy pocas veces había visto y se trataba de un desprecio indiferente y no había nada más peligroso que un Sabio indiferente.

Lucius lo miró con sus ojos negros y vio que él estaba ligeramente preocupado por la declaración.

“¿No lo sabes?” Preguntó y al ver que él agitaba la cabeza, dudó un momento y proyectó un video. “Aurora Campbell sufrió un intento de asesinato… No, en este punto se puede decir que la asesinaron.”

Andrés parpadeó aturdido y se giró a mirar a un video donde grababan Alice y luego, al ver como la cámara se movía cuando esa glotona miraba la entrada de un edificio, su expresión cambio completamente.

Sin entender el video que estaba viendo.


mode_commentComentario de Evil_Warlord

Si no están en Discord y se preguntan porque no publique durante estos días, les cuento que tuve que prestar mi pantalla a mi hermano y no pude utilizar mi computadora hasta ahora. En fin, disfruten el capítulo!

Psdt: Únete a discord y mantente informado: discord.gg/WG8FX75

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TG - Capítulo 631
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No pararan.

Capítulo 631: No pararan.

En un espacio oscuro, Aurora flotó lentamente en el aire, sintiendo como la oscuridad la tocaba sutil y cálidamente.

Ella lentamente abrió los ojos y al frente de ella aparecieron los recuerdos de su pasado.

Una niña entrenando duramente y sonriendo mientras luchaba, una adolescente enmascarada con deseo de ayudar y una heroína brillante y resplandeciente que salvaba a aquellos que lo necesitaban.

Se vio a sí misma como la Primera Heroína, la máscara y la armadura plateada y entonces vio como esa armadura era salpicada con sangre roja y luego se vio a sí misma caer en un pozo lleno de oscuridad y desesperación.

La armadura se hizo pedazos, la máscara cayó de su rostro revelando las lágrimas y ella trató de escapar fútilmente mientras la oscuridad trataba de ahogarla como si estuviera en un pantano.

A diferencia de la oscuridad que la rodeaba actualmente, esa oscuridad del recuerdo era la desesperación y ella luchó fuertemente hasta que encontró una luz y halló la salida.

Aurora parpadeó y sonrió sutilmente mientras se daba cuenta de que, mezclada con la oscuridad de la desesperación, había otra oscuridad que la empujaba y la ayudaba a escapar.

La ayudó a reunir esas luces y le ayudó a escapar de ese pozo… El momento más horrible de su vida y ella se vio a sí misma salir del pozo y luego se levantó para caminar y esa caminata se convirtió en una carrera veloz.

Ella sonreía en la imagen, en su carrera, hacia una meta desconocida, hacia sus objetivos y cuando tuvo esa sonrisa, ella saltó en lo alto y en vez de caer voló.

Un vuelo alto y elevado mientras ella sonreía con su espada en su mano. Se elevó como un pájaro que volaba por primera vez y de repente una bala voló entre las nubes y la derribó, golpeándola en el pecho y tirándola al suelo.

La detuvieron porque al lugar que iba era uno que otros querían llegar… Tal idea apareció en su mente y Aurora reaccionó mientras los recuerdos volvían y cayó al suelo de oscuridad.

“…”

En este mundo de oscuridad ella se levantó y al querer desenfundar su espada se dio cuenta de que no tenía arma.

Rodeada de oscuridad en un mundo misterioso contrario al blanco ilimitado donde estaba su maestro y ella en este mundo miró los alrededores mientras que su mano se abría.

En su mano se manifestó una luz roja que lentamente se condensó y solidifico formando una empuñadora y…

“No necesitas continuar.”

Una voz sonó a su alrededor y al frente de ella una esfera de fuego apareció flotando en el aire e iluminó los alrededores.

Fue imposible no reconocer la voz… Esa voz que escuchó por primera vez en un video en donde su hermano había aparecido.

“¿A qué te refieres?” Preguntó Aurora al fruncir el ceño ligeramente relajada por la presencia.

Se dio cuenta de que el ‘no necesitas continuar’ no se refería a que ella se defendiera, sino que al camino… Precisamente hacia el destino desconocido que ella había ido en su vuelo.

Al destino que llevó a que otros la detuvieran sin importar el medio.

Los recuerdos volvieron. La sensación innatural de peligro cuando ella salió del edificio, el modo natural en el que ella desenfundó su espada y luego la bala golpeando su espada y rompiéndose llevando a que ella fuera impactada.

El dolor, el cielo abierto, la sangre cubriendo su garganta y los miles de pensamientos que tuvo mientras todo se oscurecía la llevó a la realización de donde estaba.

“Estoy muerta.” Murmuró Aurora. No como una pregunta, sino que como un hecho.

¿Fue demasiado lenta al detener la bala? Reaccionó instantáneamente guiándose por sus agudos instintos y trató de repeler la bala, pero esa bala fue demasiado y su espada se rompió.

Quizás porque al reaccionar al peligro trató de protegerse con su aura celeste que trató de manifestar más allá de lo que su espada podía soportar, o tal vez fue porque la bala fue demasiado para que ella la cortara.

Al final el resultado era el mismo.

“Si moriste. ¿La primera muerte es la más emblemática, no lo crees?” Dijo la voz y en calma, añadió. “Aunque no fue tu final.”

Murió. Tal era un hecho, pero las últimas palabras apuntaban a una situación particular y…

“Mi sistema.” Dijo Aurora con una expresión complicada y abriendo la boca, murmuró. “Aión.”

Las últimas palabras que revelaba aquello que quiso ocultar durante la mayor parte de su vida provocaron que ella quedara en silencio al darse cuenta de que no hubo respuesta ni ninguna sensación de ser vista.

Una risa vino del fuego que creció y empezó a concentrarse en una figura. El fuego se convirtió en sangre y carne y luego en piel blanca y entonces se convirtió en un vestido de color rojo mientras la mujer se manifestaba.

Era una mujer de cabello rubio largo que le alcanzaba la cintura y entre los finos cabellos en la cabeza se extendían dos cuernos negros hacia atrás. Aurora recibió la mirada de mujer y esos ojos rojos que eran tan ardientes como penetrantes de la mujer se fijaron en ella.

Aurora no pudo quitar la mirada de la piel blanca tan suave y delicada, ni de los labios gruesos o las mejillas ligeramente sonrojadas o las pestañas largas. Ni tampoco pudo apartar la mirada del impactante cuerpo que la mujer tenía.

La figura de un reloj… No, la figura perfectamente esculpida en carne, fuego y divinidad.

La majestuosidad artística y encantadora figura de una Diosa tan fascinante como atractiva la hipnotizo.

“Ahora entiendo por qué mi hermano se enamoró de ti.” Murmuró Aurora sin darse cuenta y sin poder controlarse.

La mujer sonrió lentamente elevando los labios y luego se cubrió con sus manos la boca de manera tan elegante y encantadora que Aurora quedo fascinada.

¿Así se sentían los insectos cuando se acercaban a la luz? La mujer, su cuñada, no era una luz, era un sol ardiente y resplandeciente, tan fascinante como hechizante y ella no podía quitarle los ojos de encima.

“Divertido. La realidad es que no. Tu hermano se enamoró de mí cuando yo estaba en mi forma pequeña. Aunque él diga que se enamoró de mi personalidad. Yo lo dudo. Soy encantadora en mis dos formas.” Dijo la mujer cruzando la mirada con ella.

El humo se extendió alrededor de la mujer con el sonido de ‘puff’ y la perfecta mujer volvió a su forma pequeña y le sonrió mientras el vestido pasaba de rojo a rosa.

“No le mostré mi verdadera forma durante un buen tiempo. Resulta ser demasiado para algunos.” Dijo la pequeña mirándola de reojo a ella con una sonrisa divertida.

Aurora se sonrojó un poco al darse cuenta de que no había parado de mirarla desde que se transformó.

Luego ella se relajó y finalmente suspiró dándose cuenta de que su cuñada estaba aquí. Ya no como una voluntad secundaria, sino como el verdadero ser.

La Primordial de la Destrucción, del Caos y el Fuego. La Emperatriz del infierno vino a verla directamente.

“No necesitaba ayuda.” Dijo Aurora no de manera cortante, sino que con una media sonrisa que daba a entender que lo sabía.

No necesitaba su ayuda cuando su ‘sistema’… Cuando él estaba a su lado.

Jezabel le sonrió mientras al frente de ambas se manifestaba dos sillas y una mesa decorada. La pequeña se sentó y le hizo una señal para que ella hiciera lo mismo.

“Y tampoco necesito tu ayuda.” Dijo Aurora al sentarse.

Ella fue asesinada y era probable que haya revivido… A pesar de que no sabía lo que sucedía afuera, estaba segura de que su ‘muerte’ fue la razón por la cual su cuñada vino personalmente.

¿Qué era lo que su cuñada estuvo haciendo durante este tiempo? Antes la fue a buscar, pero no vino la verdadera, sino que fue una voluntad, una pequeña porción de la real y ahora era diferente.

La situación hizo que viniera personalmente.

“Estuve mirando a tu hermano dormir durante unos cientos de años. En otro universo en donde el tiempo difiere mucho de aquí.” Respondió Jezabel y sirviéndose té, comentó. “Tu madre se enojará si se entera de que vine a ti. Esperaba que tú no te enojaras.”

Aurora recibió la mirada y a pesar de que la pequeña estaba bebiendo té, ella sintió la seriedad de la otra parte y notó que su llegada no fue por algo simple.

“Mis acciones son mías, al igual que las consecuencias.” Dijo Aurora tratando de sonar determinada.

Le estaba diciendo que ella hacía lo que siempre quiso y también soportaba sus propias consecuencias… Asesinó a muchos, algunas veces a sangre fría y otras veces en combate.

Muchas personas la odiaban o no le gustaba y varios de ellos probablemente querían venganza y esas eran las consecuencias de sus acciones y ella lo soportaría.

No esperaba que hubiera llegado a este punto. Aurora había estado entrenando, mejorando y aprendiendo, pero esto la superó por completo.

Fue demasiado confiada y orgullosa de sus habilidades y de estar cerca de convertirse en un rango SS y ser demasiada confiada tuvo consecuencias. Consecuencias que sin su sistema podrían ser para siempre.

Aun así, su vida y las consecuencias debían ser cargadas por ella como siempre lo fue.

“Respeto tus ideales. Tu voluntad. Me hace acordar a tu madre. Su voluntad para controlar todo es igual a la tuya.” Dijo Jezabel y la sonrisa disminuyó y declaró. “Sin embargo, al igual que tu madre, no lo entiendes. Tus decisiones son tuyas, pero no puedes controlar las decisiones de los demás.”

Aurora se quedó tiesa en su lugar.

¿Por qué vino? Ella no la llamó ni pidió por ayuda y tampoco podía, ya que suponía que estaba inconsciente, pero incluso si estuviera consciente, ella no llamaría a su cuñada.

“No puedes controlar las decisiones de otros, Aurora.” Repitió la pequeña con una seriedad y una mirada única.

La seriedad y la mirada daba a entender que entre las decisiones de los ‘otros’ estaba ella y no se trataba de que su cuñada era una Primordial, sino que como persona no podía controlar a otros.

¿Por qué su cuñada estaba aquí? Quizás era por alguien y también por propia voluntad.

La familia estaba en los momentos más difíciles y Jezabel parecía mostrar ese sentido de preocupación por un familiar.

“¿Cómo está, Alice?” Preguntó Aurora cerrando su mano con preocupación por debajo de la mesa.

Entre los ‘otros’ que su cuñada hizo referencia estaba su hermana. Si Jezabel no vino porque ella la llamó, entonces vino por la otra cuñada que tenía.

La expresión de Jezabel se volvió seria y bebió el té, dirigiéndole una mirada directa como si le devolviera la pregunta.

¿Cómo estaba Alice? Aurora tuvo miedo de la respuesta.

No por lo que Alice pudiera hacer, sino que por lo que su hermana estaría sufriendo. Alice podía ser fría e indiferente, pero su amor y cariño era sincero y profundo.

Su hermana no estaba bien al igual que ella, no lo estaría si a Alice le sucediera algo y la pregunta era estúpida y más cuando Jezabel estaba aquí.

“Vine para avisarte de mi presencia. No me quedaré mucho tiempo. Sé que no me quieres aquí y lo entiendo. Este es tu mundo y tu vida, lo respetaré.” Dijo Jezabel al terminar la taza de té.

Aurora no se avergonzó de que en el fondo de su mente deseaba que su cuñada no se quedara.

No la conocía lo suficiente y temía que fuera como las historias decían… Un ser de tal poder que le gustaba manipular y controlar mortales, guiándolos en todo tipo de espectáculos planeados.

Ella era conocida como el ‘Diablo’ por sus fechorías y sus acciones y a pesar de que Aurora quería pensar que eran familia y que su cuñada nunca le haría nada, no podía quitarse la idea de su mente… Al menos no por ahora.

Le agrado que su cuñada lo entendiera, pero en este momento se dio cuenta de que su cuñada, aunque lo aceptaba, no se iría sin más.

¿Qué es lo que haría?

“Quemar a un insecto.” Respondió Jezabel mirándola seriamente mientras se levantaba.

En los ojos rojos había entendimiento y comprensión de lo que ella pensaba… ¿Estaba leyendo sus pensamientos?

“Espera yo…”

Aurora se levantó queriendo decirle que su miedo y desconfianza no era algo que sentía voluntariamente.

Quería tratarla como familia y como su cuñada, pero los conceptos e historias chocaban con sus deseos y sus conceptos preconcebidos sobre los dioses le impedían verla como la ‘novia’ de su hermano. Al menos totalmente.

“Está bien. Tu madre me miraba con la misma desconfianza. Entiendo que acercarnos será un proceso lento. Estaré en la mansión de tu hermano por si deseas hablar conmigo, al menos por ahora.” Dijo Jezabel sonriéndole para calmarla y entonces, cuando se estuvo por girar, se detuvo. “Ellos no pararán.”

Aurora, que se sentía mejor ante el consuelo de su cuñada y al saber que sus pensamientos no la hirieron, parpadeó al escuchar las últimas palabras y Jezabel, luego de girarse, la miró directamente.

Los ojos rojos brillaban como fuego y Aurora quedo inmóvil al ser vista.

“Ellos no pararán, Aurora. Esto es una carrera. Quizás tú no quieras alcanzar la meta, pero te diriges a ese camino. Es natural. El mundo busca que alguien llene la necesidad y el universo responde por medio de sus habitantes.” Dijo Jezabel y mirándola con una expresión seria, declaró. “Tus acciones y sus consecuencias pueden ser tuyas. Sin embargo, esto es una carrera en el que vale todo y eventualmente las consecuencias alcanzaran a otros.”

Las palabras de la niña eran serias y llenas de sabiduría, como si esta ‘carrera’ no era la primera que había visto y en este momento mostraba el conocimiento de alguien cuya vida había sido longeva… De alguien que tenía el título de ‘Inmortal’.

Aurora no pudo responder, ya que su cuñada desapareció y ella fue tragada por la oscuridad.

El control de su cuerpo desapareció, pero sus sentidos empezaron a activarse mientras el cansancio y sueño la alcanzaba. Ella olfateó un perfume y abrió sus ojos con letargo, notando que estaba acostada en la cama de su habitación en Zerzura.

Ella sintió su cuerpo completo y aparte del cansancio no hubo ningún dolor por partes faltantes y cuando se estaba preguntando si estaba en otro sueño, sintió un movimiento y ruido.

Al reaccionar miró a su costado y vio el cabello negro de su hermana, mientras que Alice estaba acostada a su lado mientras se escuchaba un suave sollozo.

Tenue y débil…

“Alice…” 

Aurora habló. Su voz salió más temblorosa de lo que pensaba y Alice reaccionó levantando la cabeza dándose cuenta de que ella estaba despierta.

Ella quedó sin palabras al ver que las lágrimas estaban saliendo de los ojos de su hermana y Aurora en su letargo se preguntó si alguna vez había visto llorar a su hermana y la respuesta fue nunca.

Quizás a veces fue afectada por su humor, pero su hermana no lloraba… Excepto ahora y Alice al ver que ella estaba despierta saltó y la abrazó al subirse a la cama.

“Estoy bien.” Dijo Aurora al recibir el abrazo de su hermana y al escuchar que el sollozo se convertía en llanto.

Alice temblaba y su abrazo fue fuerte como si temiera a que ella dejara sus brazos y lloraba metiendo su cara en su cuello como una niña.

Su hermana, aquella que se enfrentaba a rangos S, SS e incluso que podía enfrentarse a rangos SSS o los mismos dioses sin temor ni miedo, ahora estaba temblando de miedo y llorando como una niña.

“No quiero perderte… No quiero perderte… No quiero perderte…”

Aurora abrazó a su hermana cuando escuchó el murmullo de miedo en sus oídos y fue la tercera vez que ese murmullo de preocupación y temor se convirtió en algo más siniestro y oscuro.

Fue escalofriante, pero Aurora no apartó a su hermana y la siguió abrazando, acariciando la espalda para que su hermana se relajara y se diera cuenta de que ella seguía a su lado.

Sin embargo, Alice no se relajó, no al menos de la manera que Aurora esperaba.

“No voy a perderte…” Susurró Alice y mientras la oscuridad que rodeaba la habitación se agitaba, anunció. “Los mataré a todos. Cada uno de ellos. Los devoraré lentamente sin perdonar a ninguno. Los haré sufrir.”

La voz de su hermana fue siniestra y oscura, con un deseo retorcido de venganza y sed de sangre tan intensa que incluso Aurora lo sintió y tembló instintivamente.

La oscuridad que rodeaba la habitación se retorcía mientras que brazos amenazaban con salir y Aurora, al sentir la intensa furia de su hermana, se preocupó y…

“…”

Aurora abrazó a Alice con mayor fuerza mientras sentía como las lágrimas mojaban su pijama y su hermana la abrazó sollozando en silencio sin querer mostrar su cara y luego lentamente perdió fuerza y cayó dormida suavemente en su regazo.

Su hermana apenas podía ocultar la presencia que amenazaba con salir y la oscuridad que se retorcía por sus emociones mostraba la furia que estaba sintiendo. Sin embargo, incluso ella se agotaba mentalmente y solamente ahora se relajó.

Aurora al ver a su hermana acarició el cabello y dejó que durmiera.

Ella aceptaba las consecuencias de sus acciones y cargaría con ellas, pero la muerte no estaba en su lista ni era lo que deseaba. ¿Por qué moriría y dejaría a su hermana detrás?


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