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TG - Capítulo 632
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Decisiones.

Capítulo 632: Decisiones.

En medio de la oscuridad, en el único lugar que había luz, se encontraba una mujer tirada en el suelo con su hombro y pecho destrozado. La sangre manchaba el suelo extendiéndose hasta tocar la oscuridad y la mujer miraba el cielo abierto mientras lentamente daba el último aliento.

“…”

Alice despertó de su sueño y abrió los ojos tratando de levantarse para buscar a su hermana, pero se quedó quieta al no poder moverse.

Ella estaba en la habitación de su hermana en donde Aurora estaba descansando y no estaba al lado, sino que en la cama y su hermana la abrazaba, babeándole el hombro.

Aurora dormía pacíficamente y como ella se había levantado abruptamente trataba de volver a abrazarla. Similar a cuando eran niñas, Aurora le gustaba tener a alguien que abrazar y podía ser muy pegajosa.

Algunos dirían que era una molestia, ya que ella podría disfrutar abrazando, pero la persona que era abrazada sufría al ser tratado como un peluche. Aunque no era así para Alice.

“…”

Alice al ver a su hermana se mordió los labios resistiendo ese miedo y dolor que amenazaba con salir.

Ella se metió entre los brazos de su hermana, que estaba completamente dormida y se quedó ahí con sus ojos cerrados. Tratando de controlar el miedo que la quería engullir y sintiéndose aliviada de que su hermana estuviera bien.

Su hermana fue asesinada… Ella fue asesinada.

Fue el tirador quien le disparo, pero no estaba solo, sino que recibió la ayuda de alguien más. Uno de ellos eran los sectarios de Ketzula e incluso del mismo Dios que bendijo las balas, aumentando la potencia y también el peligro.

Convirtiendo al tirador que ni siquiera podía tocar a su hermana en un peligro fatal… Uno que ella había ignorado.

Debió matarlo cuando tuvo la oportunidad… No, debió ignorar a su hermana y ordenar que su gente lo buscara para asesinarlo.

Fue su culpa de que su hermana muriera y si ella hubiera asesinado al tirador y hubiera estado más vigilante, su hermana no hubiera muerto.

No. Tampoco hubiera sido cierto. La muerte del tirador no cambiaba el hecho de que alguien más la quería muerta.

El tirador y la bala bendecida por Ketzula fue un medio, pero había alguien más y esta no era la primera vez que intentaron asesinar a su hermana. En China, Kong Tian y Tang Bai también lo intentaron y cuando Hermes quiso descubrir algo, no pudo.

Su hermana lo ignoraba voluntariamente porque no podría encontrarlos y sobre todo tenía confianza en sus capacidades y Alice también tenía confianza.

¿Cómo no podría? Su hermana era hábil, capaz y fuerte. Que sintiera el peligro antes del disparo fue la prueba de su capacidad, pero no era todopoderosa y tampoco era indestructible.

“…”

Alice miró el techo y luego se giró para ver como su hermana dormía y cerró los ojos durante un breve segundo.

No tuvo que pensarlo demasiado. Su hermana lo era todo y ella no iba a perder su todo por su inacción.

Al abrir sus ojos, ella ya estaba afuera de la habitación de su hermana mientras la oscuridad surgía reformando su cuerpo.

A pesar de que estaba afuera, ella también estaba en el interior, acostada con su hermana. Sintiendo la calidez del abrazo, escuchando la respiración suave y viendo a su hermana dormir con tranquilidad y calma.

La oscuridad también cubría la habitación de su hermana, toda la sala y prácticamente el edificio, permitiendo que ella sintiera, viera y escuchara todo lo que sucedía.

Escuchó a Liam viendo las noticias en su habitación mientras seguía trabajando, ayudando a ellas dos como siempre hizo.

Sin embargo, este no era un trabajo para él.

Alice entró a su habitación y dejó que la oscuridad bajo sus pies tragara toda la habitación mientras proyectaba una videollamada.

En la proyección apareció un hombre de cabello negro y ojos rojos. Guapo y masculino, pero ahora no llevaba la sonrisa bromista y juguetona que siempre tenía, sino que una expresión seria y solemne.

Estaba a la espera de que ella hablara y esos ojos rojos mostraban que la apoyaría independientemente de lo que pidiera.

“Necesito un favor.” Dijo Alice y viendo que no había respuesta, ordenó. “Encuentra a todos sus conocidos… Cada uno de ellos.”

Lo primero era la venganza. El tirador no hablaría y probablemente estaba atado con contratos que evitaban que hablara, pero de esos contratos podía hacerse cargo y lo importante era la venganza y el sufrimiento.

Alice hizo una promesa y la cumpliría, aunque tuviera que pedir favores y él asintió.

“Lo haré.” Respondió el hombre antes de cortar.

Este era un favor diferente a todos y él lo sabía. Esta no era la primera vez que pedía grandes favores personales y el último también fue en una situación en donde su hermana fue herida, aunque esa vez fue emocionalmente.

Alice, al quedar sola notó como la oscuridad que se extendía por las paredes temblaba de hambre ante su deseo de venganza.

Sin embargo, ella no se detuvo. Tenía al tirador en su poder y se encargaría de él y de la promesa, pero también de todos aquellos que empezaron todo.

Ella abrió su reloj holográfico y escribió un mensaje a la persona que más le desagradaba por acercarse a su hermana.

El idiota era un tipo problemático y a veces estúpido y bromista, pero cumplía los favores y sus tratos.

No obstante, ese pervertido le desagradaba, pero ya no era momento de que sus celos y miedo a que él le quitara a su hermana la detuvieran.

Si las emociones que él mostraba eran ciertas, entonces estaría enojado y cooperaría.

“…” Alice envió el mensaje y cerró los ojos.

Ya había rezado fervientemente por venganza y decidido cooperar con el idiota, no sería demasiado si buscaba la ayuda del novio de su hermana.

******

En una oficina en el edificio sede de la Empresa Cosmos en la Ciudad Atlántida estaba Elerius y Aquila Trenus.

Ambos gemelos eran similares. Tenían cabello marrón, ojos claros y normalmente el único detalle que los diferenciaría era que Elerius le gustaba sonreír y Aquila era un hombre serio.

Otro de los factores que la gente usaba para diferenciarlos era la vestimenta.

Elerius siempre usaba un traje, ya que su trabajo era ser un secretario del CEO de la Empresa Cosmos y aquel que le ayudaba en los temas administrativos y en los negocios.

Mientras que Aquila era alguien que le gustaba usar ropa de militar y estaba orgulloso de ser parte del ejército de la Ciudad Atlántida.

Ahora ambos llevaban el mismo traje psiónico diseñado para potenciar la fuerza psiónica en sus cuerpos.

Ambos miraban las trasmisiones tanto del laboratorio como del ejército y notaron como las personas se movilizaban.

En el ejército las fuerzas de elite estaban armadas y equipadas con la última tecnología que el Sabio diseñaba y hoy más que nunca estaban mejor armados de lo normal.

Mientras los soldados se preparaban, los investigadores guiados por Lucius desarrollaban más armas y sus equipos se preparaban para brindar apoyo.

“Me acaban de avisar de que alguien volvió a subir el video a las redes.” Dijo Aquila mientras miraba su reloj holográfico y apagándolo, declaró. “Ha sido bajado antes de que nosotros nos moviéramos.”

Elerius asintió.

Algunos transeúntes que trataban de grabar a la Glotona en secreto grabaron a Aurora Campbell siendo golpeada por una bala y también grabaron a quienes llegaron inmediatamente después.

“¿La Iglesia?” Preguntó Elerius, pero su hermano negó con la cabeza. “Zerzura entonces.”

¿Por qué el Sumo Pontífice de la Iglesia del Tiempo y el Espacio apareció de repente a instante de que Aurora Campbell fuera golpeada? Esa era una de las muchas preguntas que las personas tendrían si el video se extendía y las preguntas aumentaría si analizaban lentamente el video, así que la mejor decisión era eliminarlo.

Elerius no conocía demasiado a Aurora Campbell, pero había oído hablar de ella por el joven maestro y sabía que a la joven no le agradaría ser el centro de atención y más de esta forma.

El video iba a ser bajado rápidamente de internet, pero no podía ser censurado por completo y escaparía de alguna manera y lo que estaban haciendo era retrasar la verdad.

Sin embargo, era suficiente por ahora.

“Iré a hablar con el joven maestro.” Dijo Elerius y al notar la mirada preocupada de su hermano, ordenó. “Prepárate.”

Su hermano asintió y lo dejo ir.

Elerius abandonó la oficina y en vez de usar un portal subió en el ascensor queriendo tiempo para pensar.

El joven maestro había ordenado que dejaran el último piso vacío y se había quedado encerrado en su oficina desde ese evento.

Él no había dado órdenes o había pedido que hicieran algo, simplemente se quedaba mirando la ventana inmóvil y perdido.

Elerius cerró sus ojos controlando la energía psiónica y aceleró el movimiento del ascensor.

Al abrir sus ojos, él había llegado al último piso caminó entre las oficinas importantes, pasando por la sala de reuniones y negocios, dirigiéndose a la oficina en el fondo y luego al llegar vio la puerta medio abierta.

“Señor…”

Elerius habló en voz alta y pasó dándose cuenta de que la única luz era la del sol que se estaba ocultando en el horizonte.

Viendo la ciudad y el atardecer estaba el hombre que había decidido servir… Llamarlo ‘Joven Maestro’ simplemente era un modo de ponerle título a él, que no le gustaban muchas de las formas que ellos podían llamarlo.

Al igual que las veces anteriores, no hubo respuesta ni movimientos y Elerius preocupado por aquel que servía, se quedó sin saber qué hacer ni cómo reaccionar.

Un silencio sepulcral que a Elerius le preocupaba duró más de lo que él creía.

“¿Así es como se siente?” Preguntó de repente el hombre y al girarse, cuestionó. “¿Así es como se siente vivir? ¿Temiendo perder lo que nos mantiene vivos?”

Elerius que fue sorprendido, se detuvo y no le respondió.

No podía responder cuando sentía la calma en la voz del hombre y peor aún la tormenta que amenazaba con llegar a este mundo. Su maestro estaba enojado y furioso, pero sus emociones no salían abruptamente.

Al no tener respuesta, el hombre se giró y los ojos de color zafiro brillantes se fijaron en él y al sentir el brillo de esos ojos, Elerius bajó la cabeza.

“Vivir no significa temer lo que podemos perder, sino que disfrutar lo que tenemos y hacemos todo lo posible para aferrarnos a lo bueno de nuestra vida.” Respondió Elerius y exhalando, levantó la cabeza. “Incluso a costa de otros.”

Los ojos del hombre se apagaron sutilmente hasta que volvieron a la normalidad.

“Me he enamorado de ella, Elerius.” Dijo Kairos y bajando su mirada, murmuró. “Y tengo miedo de perderla.”

Elerius quedó en silencio por esas palabras.

Su maestro tenía miedo a perder aquella mujer que amaba y esa era una de las razones por la cual se ponía tan nervioso cuando hablaba con ella, no queriendo cometer ningún error sabiendo que no podía volver hacia atrás.

Sin embargo, Kairos había terminado de hablar.

“Pero más miedo tengo de que alguien me la quite.” Dijo Kairos y respirando hondo levantó la cabeza y mientras sus ojos volvían a brillar, declaró. “Encuentra la ubicación de aquellos cercanos al tirador. Alguien más se encargará de cooperar contigo.”

¿Alguien más? Elerius asintió.

El deber de él y su hermano era cumplir con las tareas y no preguntar ni cuestionar sobre las decisiones.

“Y también busca el paradero de la secta Ketzula y sus miembros.” Ordenó Kairos en calma y volviendo a mirar la ventana, murmuró. “No importan los medios.”

Por la mirada fue obvio que el destino de la secta ya estaba grabado en piedra.


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TG - Capítulo 633
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Consecuencias.

Capítulo 633: Consecuencias.

Una joven mujer de un largo cabello marrón subió por las escaleras y llegó a una sala de bar. Varios hombres y mujeres estaban sentados en las diferentes mesas y cerca de la barra, la mayoría mostraban un aura de rango S y una frialdad profunda.

Cada uno de ellos eran asesinos que trabajaban o pertenecían a la Sociedad de Asesinos en donde la mujer trabajaba.

“¿Me dijiste que tenías noticias?” Preguntó Amaya, antiguamente conocida como la ‘Sombra’.

Ella se había hecho un nombre por su cuenta y había trabajado en diferentes partes del mundo completando diversos trabajos y tenía cierta reputación.

A pesar de que se había retirado, en realidad seguía trabajando para la Sociedad de Asesinos, que fueron quienes la cuidaron durante muchos años. Ella se había convertido en una asesina, pero al menos en esta sucursal, los miembros eran unidos y se preocupaban el uno por el otro.

Amaya estaba preocupada por Jake y su insaciable deseo de venganza y ahora su conocido que manejaba la taberna del bar de asesinos le había enviado un mensaje.

Ella miró al anciano esperando la respuesta y pudo notar que la expresión del anciano que la conocía durante unos años era compleja.

“Sí. He recibido noticias de él.” Dijo el anciano y usando su reloj holográfico, proyectó un video.

En el video estaba la Glotona, también conocida como Alice Campbell y luego la cámara se giró y Amaya reconoció a Aurora Campbell.

La asesina de muchos de los altos mandos del Gremio The Eternal Guards. Antiguamente conocida como la Primera Heroína y en la actualidad llamada la Protectora de Zerzura.

Jake le había contado muchos detalles de esa mujer que actualmente era el objetivo de venganza de su amigo. 

Amaya entendía ese deseo de venganza. Ella misma tuvo padres que eran miembros del gremio y que probamente fueron asesinados por esa mujer o quizás por alguien más, pero a diferencia de Jake, ella no buscó venganza.

Si bien lo quiso ayudar y apoyar, ella misma no quería venganza y no podía buscar venganza cuando tenía que cuidar a su hermana.

“…”

En el video la mujer desenvainó su espada, pero fue impactada por un proyectil desconocido y su hombro quedo destruido al igual que parte del pecho. Al segundo siguiente el tiempo retrocedió y en un instante después, el Sumo Pontífice Abraham apareció, reviviendo a la mujer.

Luego la grabación se movió de manera desordenada y entre aquellos que corrían para todas partes, se grabó como la Glotona levantaba la mano y liberaba su poder. El brazo destruyó la calle y las personas desaparecieron antes de ser impactadas y luego un edificio fue destruido por la mitad.

El video terminó de esa manera.

“Jake…” Murmuró Amaya bajando la cabeza y levantando para mirar al anciano, preguntó. “¿Él escapó?”

Cada sucursal tenía un líder que dirigía y este anciano era uno de ellos. Alguien que tomó a muchos jóvenes y adultos durante la guerra europea-demoniaca y les dio un hogar. Al igual como la oportunidad de hacerse un camino en el mundo de asesinos y ella era uno de esos prometedores jóvenes.

Al igual que lo fue Jake.

El anciano frunció el ceño al verla y sus arrugas se volvieron más evidentes, pero él dio un suspiro.

“La Iglesia del Tiempo y el Espacio y otras influencias están acallando todo. Nadie sabe nada. Aunque que la Glotona causó tanta destrucción en la ciudad de Jerusalén ha provocado que varios líderes locales se quejen y exijan la respuesta… Esos líderes se han callado cuando la Empresa Apicius pagó para reparar los daños y probablemente guardar silencio.” Respondió el anciano y mirándola con pena, murmuró. “Creo que debes estar preparada para la peor situación.”

Jake falló… Ella había escuchado mucho de Jake y entendía que Aurora Campbell era favorecida por el Dios del Tiempo y el Espacio.

Tal favoritismo no detuvo a Jake y él continuó queriendo cumplir su venganza, incluso aunque tuviera que hacer tratos o meterse con gente peligrosa y logró acertar con su disparo, hasta probablemente asesinando a esa mujer.

A pesar de su esfuerzo, su trabajo fue corregido en un instante y el tiempo curó a esa mujer y Jake probablemente fue capturado.

Peor aún, no solamente falló, sino que fue capturado y como el video estaba siendo censurado, solamente había rumores de lo sucedido y nadie sabía del tirador… Y quizás nadie supiera más de él.

Las personas que lo capturaron podrían tratarlo por fuera de la ley y esas dos hermanas tenían influencia para hacer lo que desearan.

Ya fuera encerrar un criminal, torturarlo o asesinarlo.

Ella necesitaba…

“No lo pienses.” Dijo el anciano de repente. “Tienes a tu hermana, Amaya. No hagas algo de lo que te arrepientas. A quien se enfrentan es un rango SS. Uno que destruyó un edificio blindado con un solo movimiento.”

Amaya volvió a mirar la proyección en donde el edificio fue destruido por un gigantesco brazo de oscuridad y a pesar de que entendía que los edificios de la nueva ciudad de Jerusalén estaban altamente blindados y reforzados, la idea aparecía.

¿Podía rescatar a Jake? Antes de que lo asesinaran o le hicieran algo peor, ella podría tratar de rescatarlo.

“Vuelve con tu hermana, Amaya. Deja todo detrás todo, incluso a él.” Aconsejó el anciano.

Ella y Jake luego de que sus padres murieran, se criaron juntos.

Jake fue guiado por su deseo de venganza y trató de aprender y mejorar y ella lo siguió, ya que necesitaba fuerza para proteger a su hermanita y ambos se convirtieron en asesinos. Aceptaron trabajos difíciles y lograron una reputación a una corta edad.

Amaya eventualmente se retiró sabiendo que en este trabajo no se vivía demasiado, pero Jake quiso venganza y continuo hasta que logró encontrar la verdadera identidad de su objetivo. Hizo todo lo posible por su venganza y ahora fracasó.

¿Ella podría rescatarlo? No… Amaya se mordió los labios y contuvo las lágrimas que amenazaban con salir.

El anciano tenía razón. No importa cuánto ella quisiera ayudarlo, no podía. No en este momento que tenía que proteger a su hermana y él antes había rechazado su ayuda con la venganza.

Jake se dio cuenta de lo que iba a hacer era una misión suicida y se preparó para sufrir las consecuencias de fracasar.

“Chatarra de mierda.”

La voz de una mujer vino de repente y Amaya salió de sus pensamientos dirigiendo la mirada a la mujer que gruñía mientras miraba su reloj holográfico.

“¿A ti también se te actualiza el reloj holográfico? He tenido dos actualizaciones en una hora.” 

“¿Dos? Yo voy por la tercera.”

“Quinta aquí.”

Los hombres y mujeres que estaban bebiendo se miraron luego de darse cuenta de todos estaban teniendo actualizaciones con sus relojes holográficos y Amaya revisó su reloj holográfico y vio que se estaba actualizando.

Ni siquiera usaba el sistema creado por la Empresa Cosmos, así que no tenía sentido que se actualizara cuando ella tenía una seguridad privada y ella no era la única.

“Vuelve con los demás.” Ordenó el anciano de inmediato al fruncir el ceño.

La seriedad de los otros asesinos fue evidente y Amaya tragó todas sus emociones y pensamientos y bajó por las escaleras moviéndose por el pasillo.

Esta sucursal de la Sociedad de Asesinos era secreta y estaba en un lugar oculto en Iraq. Arriba era un bar en donde los asesinos de mayor confianza se reunían, mientras que abajo existían distintos pasillos y habitaciones en donde vivían las familias de los asesinos.

En algunas habitaciones existían aulas para la educación, lugares de entretenimiento e incluso un jardín para descansar y ella se dirigió a la habitación de su hermana, que estaba al lado de la suya.

Pudo escuchar que los demás que vivían aquí también estaban molestándose por las actualizaciones y si antes fue raro, ahora mismo la rareza era extrema… ¿Tantas actualizaciones en el mismo momento?

¿Qué era lo que estaba sucediendo?

“Sara prepárate. Saldremos de inmediato.” Ordenó Amaya al entrar en la habitación de su hermana.

Su hermana, que estaba haciendo la tarea, la miró y asintió dándose cuenta de su seriedad. Ella también fue a prepararse y fue a buscar su anillo espacial para usar sus armas.

Lamentablemente, este sitio impedía los viajes espaciales, así que ellos no podían usar artefactos de movimiento espacial, pero podían salir por círculos mágicos y moverse de inmediato.

Esta sucursal era secreta y las únicas entradas eran los círculos mágicos y aunque ella estaba siendo paranoica, no le gustaba que hubiera tantas actualizaciones al mismo tiempo.

Algo estaba sucediendo… ¿Se trataba de Jake? Él trató de asesinar a alguien favorecida por el Dios del Tiempo y el Espacio, no sería raro que hubiera una clase de respuesta.

Esta sucursal era en donde Jake trabajaba y Amaya prefería estar lejos.

Su hermana fue a buscar su propio anillo espacial y en menos de un minuto estuvo lista. Sara era una niña de diez años, pequeña y tenía el mismo cabello que ella e igual de largo.

A pesar de que su hermana era joven, era inteligente y no preguntó lo que estaba sucediendo ni su preocupación.

Amaya salió de su habitación y fue con su hermana a la sala central en donde estaban los círculos mágicos de movimiento y ella se movió entre la gente para entrar.

Esta sala principal estaba llena de personas y era como un pequeño mercado subterráneo en donde la gente que vivía aquí vendía y compraba lo que deseaban y cuando Amaya se estaba dirigiendo a los círculos mágicos el suelo tembló.

Las paredes se movieron y también lo hizo el techo mientras que el polvo caía.

Ella abrazó a su hermana para protegerla en caso de que los escombro cayeran, pero el temblor se detuvo y se escucharon explosiones desde las entradas principales.

Amaya en este punto supo que los estaban atacando y ella mirando a su hermana buscó entre la gente y se acercó a una señora que conocía, quien le dio un asentimiento al tomar a Sara en sus brazos.

“Hermana…”

“Quédate aquí, Sara.” Pidió Amaya mirando a su hermana decididamente.

Su hermana era inteligente y supo que algo malo estaba sucediendo y asintió a pesar de que tenía miedo. Siempre fue una niña valiente.

Amaya se alejó de la multitud que estaban reuniendo a los niños y se acercó con los otros al pasillo principal. Al igual que otros asesinos y usuarios de habilidades, ella se puso su equipamiento, preparada para la batalla.

Los magos a su espalda estaban creando barreras para proteger a aquellos que no podían luchar, pero personas como ella estaban en la primera fila.

Las luces del pasillo en dirección del bar estaban apagadas a causa del temblor, pero desde esa oscuridad se escuchaban pasos lentos y tranquilos.

“Qué agradable bienvenida.”

La voz de un hombre vino desde la oscuridad y la figura se reveló llevando a que todos se quedaran en silencio. Era imposible no quedarse en silencio cuando estaban viendo a alguien que nadie desearía ver.

Mascará negra con dos perlas negras como ojos. La sonrisa grabada en la máscara parecía juguetona, pero toda su presencia ocultaba una profundidad siniestra.

“¿Por qué está aquí, señor?” Preguntó uno de los jefes de seguridad que estaban cubriendo el área.

A pesar de que su pregunta era honesta, él tenía su espada en la mano sin querer retroceder y era similar a aquellos que lo rodeaban. Necesitaban evitar la batalla o defender a sus familias a toda costa.

No tenía sentido que el Líder del Gremio, los Caídos, Mercurio, viniera a causar problemas.

“¿Le hemos hecho algo al Rey Demonio Pacífico?” Preguntó de vuelta el hombre al darse cuenta de que el hombre no le respondía.

Mercurio dio un paso adelante llevando a que todos levantaran sus armas… Cerca de veinte usuarios de habilidades de rango S estaban rodeándolo y el hombre caminó hacia ellos.

Amaya se sintió nerviosa y notó que los demás también, pero cuando ella intentó moverse no pudo. Su cuerpo quedó inmóvil y sus ojos seguían al hombre mientras caminaba hacia ellos.

“No se resistan.” Ordenó el hombre y su pedido fue cumplido.

Amaya bajó la guardia física y mentalmente sin querer resistirse. Su mente consciente le decía que era peligroso, pero su cuerpo no podía reaccionar como ella quería y obedeció.

“Jake Holland. ¿Alguien lo conoce?” Preguntó Mercurio en voz alta y mirando a la gente que lo rodeaba, reveló. “Él ha causado problemas y ha despertado a alguien que no debía ser tocada. Ese alguien quiere que todos los que Holland ha conocido muertos y a los conocidos de ese conocido también.”

El hombre caminó al frente de los diferentes usuarios de habilidades que se apartaban a su paso y luego paso al fondo en donde vio algunos ancianos protegiendo a las mujeres y niños con sus cuerpos.

“Protegiéndose como una familia…” Murmuró Mercurio al ver que todos trataban proteger a los niños.

Esta sucursal era un hogar para muchos de sus miembros que perdieron todo y no todos se convirtieron en asesinos, pero eran parte de la ‘familia’… Un hogar en el que se cuidaban entre ellos.

Amaya vio que el hombre se quedaba mirando y notó como el hombre se limpiaba la sangre de las manos, ocultándola de los niños que lo miraban con miedo.

El hombre se quedó en silencio como si estuviera reflexionando sobre su decisión y Amaya no tuvo que pensar demasiado sobre que estaba reflexionando cuando él miraba a los niños.

“Yo… Yo. Lo conozco.” Dijo Amaya en voz alta y sin esperar que el hombre se girara, pidió. “Llévame. No hay nadie más aquí que esté relacionado con Jake.”

Su voz al principio temblorosa, cambió totalmente y mostró seriedad y determinación. Los otros que la escucharon quisieron moverse o hablar, pero no pudieron y solamente la miraron con sus ojos mostrando preocupación, pena e ira hacia Mercurio.

Ella les devolvió la mirada para que bajaran sus armas y se rindieran sin luchar.

A quien se enfrentaban no era un ‘Rey Demonio’, pero estaba en la misma altura. Había rumores de que era un hedonista que le gustaban las fiestas y las mujeres, pero incluso si eso era real, nadie negaba que era un hombre moldeado en el campo de batalla.

Mercurio ‘nació’ durante la guerra europea-demoniaca y fundó un gremio que ahora controlaba una nación. Su fuerza era reconocida y había rumores de que él fue la causa de muerte de muchos demonios de rango SS.

Amaya no sabía cómo él estaba relacionado con Jake y probablemente las hermanas, pero ya no importaba.

Ella necesitaba evitar la masacre que el hombre estaba considerando hacer… Una masacre que no miraba edades.

“Lo sé.” Respondió Mercurio sin dirigirle la mirada y mirando entre los niños, murmuró. “Te lo dije. Ella quiere a los conocidos o familiares de las personas más cercanas a Jake.”

Amaya sintió la frialdad de la voz y sus pelos se pusieron de punta cuando él levantó la mano haciendo una señal para que se acercara.

La multitud que estaba protegiendo a los niños se apartaron y dejaron a la vista a todos los niños que temblaban de miedo y ellos también se movieron hasta que Sara quedo a la vista.

“Por favor… Por favor… Solo llévame a mí.” Pidió Amaya con una voz temblorosa.

Vio al hombre poniendo la mano en la cabeza de su hermana como un adulto calmando a una niña, pero ella se dio cuenta de que su hermana actuaba como un títere al estar controlada.

Ella rogó por piedad mientras las lágrimas caían de sus ojos, sabiendo lo que ocurriría si su hermana lo seguía. El hombre en su voz mostraba una frialdad inhumana.

“Yo…”

“Suficiente.” Ordenó Mercurio y su voz paralizó a todos.

Amaya se congeló y hasta dejó de llorar a pesar de que estaba aterrorizada y sin importar cuanto esfuerzo pusiera para luchar, ella no podía moverse.

Su mente estaba activa, pero su cuerpo no reaccionaba… Ni siquiera podía llorar, solamente ver.

“Eres la más cercana a él. Al igual que ella.” Dijo Mercurio y mirándola directamente, preguntó. “¿Creíste que con su muerte todo acabaría? La última vez que la hermana más amable quiso venganza mató a muchas personas. Hijos delante de sus padres. Padres delante de sus hijos. Debieron pensar las consecuencias.”

Su voz sonaba molesta y parecía que estaba criticando una decisión errónea, no tratando de ser petulante, sino que molesto de que sus decisiones lo pusieran a él en una posición incómoda.

“Todos esperarán hasta que de mi orden. Tuve que matar a los de arriba, no me hagan tener que ensuciarme de vuelta con los que están aquí abajo.” Dijo el hombre con frialdad al mirar a las personas y al ver que nadie respondía, preguntó. “¿Entendido?”

Junto a su pregunta, todos levantaron sus armas y se la pusieron cerca del cuello o se apuntaron con sus varitas a la cabeza.

Él no necesitaba ensuciarse las manos, no cuando podía controlar las mentes de las personas y obligarlos a hacer lo que él quisiera.

Amaya nunca había escuchado historias de batallas de Mercurio y la razón era porque todas terminaban antes de que comenzaran… Él era así de peligroso y a pesar de que ella quiso seguir rogando por la vida de su hermana, no pudo.

Su cuerpo lo siguió al igual que su hermana y ella ni siquiera pudo llorar, gritar o lamentarse… Simplemente obedeció.


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