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TG - Capítulo 655
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Maestra.

Capítulo 655: Maestra.

Aurora en la biblioteca de la Iglesia del Tiempo y el Espacio terminó de leer el libro que hablaba sobre los dioses malvados y se frotó su rostro al ver que en la mesa todavía estaban varios libros sin leer.

A pesar de que estuvo dedicando gran parte de su tiempo a estudiar sobre los dioses para aprender y profundizar su conocimiento de este tema, le estaba costando.

Ya que Alice y probablemente Hermes todavía seguían investigando ella, tenía tiempo.

Su hermana no solamente estaba investigando las ubicaciones, sino que la localización de un alto mando que le pudiera ayudar a encontrar a los otros.

Según lo que su hermana le contó, tenían algo de información y la ubicación de alguien importante de la sociedad en la sucursal de los restos de Turquía, pero todavía necesitaban definir y organizar el acercamiento que tomarían.

Ir con la idea de conflicto y matar a todos llevaría a que los otros altos mandos e individuos importantes se ocultaran con mayor dedicación y si al que buscaban no era nadie tan influyente o conocido, significaría que perderían su única pista.

“¿Cansada?”

Ella escuchó una suave voz a su espalda y se giró viendo a la Cardenal Brousseau traerle más libros.

“Estos libros hablan de como los Dioses Malvados se diferencian de los Dioses Demonios. Lo básico es que los primeros se alimentan de emociones y los segundos no. Al menos es el estándar de algunos.” Dijo la Cardenal dejándole los libros en la mesa y mirándola, preguntó. “¿Cómo va todo?”

Aurora miró a los gruesos libros que le trajeron, pero como sabía que la pregunta de la Cardenal Brousseau estaba en un tema específico, dio media sonrisa.

“Tenemos planes en los Restos de Turquía.” Respondió y viendo que la Cardenal estaba seria, reveló. “Son planes por ahora. Trataremos de no ir al extremo.”

La expresión de Fiona era solemne y seria. Le resultaba imposible ocultar su preocupación y Aurora no quería preocuparla demasiado.

Aunque la situación de por sí fuera complicada.

“Puedes contar con nosotros.” Dijo la Cardenal Brousseau y viendo que ella simplemente sonreía, señaló. “Aunque no podemos hacer lo que tu madre hacía, podemos ofrecerte ayuda. El Sumo Pontífice también se ha mostrado favorable en esto.”

Le estaban ofreciendo la ayuda de la iglesia y si bien era agradable y útil, esta situación era diferente.

El solo hecho de ir por la Sociedad de Asesinos significaba hacer enemigos, pero mayor que todo era moverse por fuera de las leyes e incluso de la moral. La actual iglesia estaba atada a sus propias reglas y principios y por más excelente que fuera la Cardenal Brousseau, ella no podía ir en contra de esos principios.

Si su madre estuviera aquí sería diferente a causa de que esa mujer siempre hizo lo que quiso y mantenía un control firme en los demás cardenales de la iglesia, pero ella ya había dejado este mundo y Aurora lo quería de esa forma.

“Estoy agradecida, pero no sabemos con exactitud a que nos enfrentamos y primero deseábamos tomar la situación con delicadeza.” Respondió Aurora en calma y mirando los libros, agregó. “Y que nos dejen entrar a la biblioteca de la iglesia y nos permitan aprender de los libros secretos, ya es una ayuda. Eso y la información que nos brindan.”

No estaba mintiendo sobre que deseaba acercarse con delicadeza. En parte era para no crear enemigos y en otra parte para no alertar a las mentes maestras.

Quizás la Sociedad de Asesinos eran individuos que estaban fuera de la ley y no habría problemas en encargarse de ellos, pero ella no sabía que otros individuos se encontraban entre los miembros del grupo y que tan problemático sería lidiar con ellos.

Era más, tampoco sabían dónde ellos se ubicaban y si se encontraban en naciones extranjeras, la situación se volvería aún más difícil si una batalla estallaba. Quizás ella era un rango S oficial, pero ya era reconocida como alguien que estaba cerca del ascenso y su hermana ya se la había visto destruyendo un edificio con facilidad.

Si iniciaban batallas podían desencadenar un conflicto internacional en el cual se involucraría Zerzura.

“Aunque dudo que sea cierto, lo aceptaré. Nunca se te dio bien aceptar ayuda a pesar de que te encanta darla.” Dijo la Cardenal Brousseau con una suave sonrisa.

¿Cómo debería responder ante tal comentario? Aurora ni siquiera pudo fingir que estaba ofendida, porque tal comentario era acertado.

Escuchando pasos del pasillo principal desde donde se iba el centro de la oficina, ambas vieron a Alice acercarse mientras leía un libro.

“Supongo que continuaran con la lectura, así que las dejaré. Cualquier pedido llamen a las sacerdotisas y al bibliotecario para que les ayude.” Dijo la Cardenal Brousseau al ver que Alice apenas apartaba la mirada del libro.

Aurora agradeció a la Cardenal y la despidió mientras de reojo veía como Alice paraba su lectura y sacaba varios libros a la mesa.

La mesa, ya repleta de libros, fue aún más abarrotada con diferentes libros y Aurora tuvo un cambio de expresión bastante difícil.

“Quiero aprender y todo, pero… Es demasiado.” Murmuró Aurora y tomando un libro leyendo el título frunció el ceño. “‘El Ascenso de la Diosa del Conocimiento’, ‘La Historia del Nuevo Dios Demonio’, ‘Los Mitos del Dios de la Espada’, ‘La Insaciable Lucha de una Diosa Antigua’, ‘Dioses Celestiales y sus Ángeles’.”

Al leer los nombres, ella tomó uno de los libros sobre la Diosa del Conocimiento y al abrirlo lo ojeó con rapidez.

El libro no se narraba como si fuera un hecho histórico, sino que se analizaban el pasado mortal de la Diosa del Conocimiento, la situación de la época y lo sucedido, tratando de profundizar históricamente sobre el ascenso de la Diosa.

Al echar un vistazo a los demás, algunos eran de ese estilo y otros eran historias como leyendas y mitos que se extendían boca en boca.

Aquel que dominó el arte de la espada, o el nuevo Dios Demonio que tuvo la suerte de llamar la atención de un ser de aún más poder y que lo cambio todo.

Ambas habían venido a la biblioteca de la iglesia para aprender sobre los dioses, la necesidad y profundizar en este tema, pero los libros que Alice le trajo no eran lo que ella esperaba.

“Entiendo que me falta mucho de teología y no soy tan bueno como tú, pero esto… ¿No está fuera de lugar?” Preguntó Aurora al sostener el libro de los mitos del dios de la espada.

Ella no era la mejor estudiante de teología y su conocimiento se centró en lo útil. Sobre las sectas, los señores demonios, los rituales y todo ese tipo de asuntos que se veían en la vida diaria.

“No es completamente inútil. El libro que sostienes habla del ascenso del Dios de la Espada y si bien muchas de las situaciones escritas pueden ser mitos o leyendas, varias de ellas son certeras.” Respondió Alice y viendo que ella no entendía, reveló. “El Dios de la Espada ascendió cuando su arte trascendió lo mortal. El ascenso de la Diosa de la Lucha fue producido por una batalla interminable. Los Dioses Celestiales nacieron de la fe de sus ángeles y de sus adoradores. El punto es que cada uno de estos libros menciona un método, una posibilidad.”

Alice tomó una silla y se sentó a su lado para que mirarla directamente y apuntó a otro libro.

“La fuerza de uno mismo. Voluntad inquebrantable. Fe, adoración, el miedo o la ayuda de terceros. De estos libros se saca la conclusión de que hay múltiples formas de ascender a la divinidad. También da a entender qué mortales se han convertido en Dioses.” Dijo Alice y mirándola, preguntó. “¿Crees que tienes una de esas cualidades?”

Aurora quiso responder que no. Tal era la respuesta correcta a sus ojos y lo era porque sería excesivamente orgulloso creer que su arte de espada era inigualable, su voluntad más allá de lo inquebrantable o que ella tenía adoración y fe de la gente, pero la final no pudo responder correctamente.

Ella estaba orgullosa de su arte de espada y el entrenamiento que había tenido con su maestro. Su destreza era alta y ella sabía que podía ir más lejos y mejorar aún más, pero estaba orgullosa de lo capaz que era y más que todo de sus auras.

Sus auras eran diferentes y únicas y todas ellas eran originadas por su voluntad… La voluntad que daba forma al mundo por medio de su espada.

Y era esta voluntad lo que la mantuvo durante años en su peor momento y que incluso la mantenía fuerte ahora mismo. Porque incluso si ella temía a la muerte y a perder todo, todavía iba a continuar hacia adelante sin importar cuantas veces fuera derribada.

“Otros tienen tal capacidad.” Dijo Aurora queriendo sacar la idea de que ella era una candidata a esta carrera. 

Fue una negación inconsciente y rápida y Alice asintió estando de acuerdo.

Otros tenían tales capacidades, pero…

“¿Cuántos de ellos tienen la admiración de millones de personas? ¿Cuántos de ellos pueden reunir diariamente miles y miles de personas en la puerta de su edificio?” Respondió Alice y con seriedad, señaló. “Y no estoy hablando de Zerzura.”

Ella era conocida en Zerzura, quizás no todos la admiraban o respetaban, pero cualquiera la conocía. Tal reconocimiento era más habitual con el pasar de los días y era imposible negar el apoyo, la admiración del público por ella.

¿Qué pasaría si a tal admiración se le sumaba la fama de la Primera Heroína? Quizás ella había dejado de lado su máscara hace ya tiempo, pero no había sido olvidada y era imposible que fuera olvidada cuando personas como Amber mostraban su apreció y recurrente apoyo.

Era más hasta, era probable que el tiempo la hiciera más famosa de lo que una vez fue hace ya años.

“Y también puedo contar con ayuda externa.” Murmuró Aurora y viendo que su hermana se quedaba en silencio, suspiró. “¿Por qué debo aprender sobre esto?”

“Para reconocer los caminos y entender lo que sucede. Si aquel grupo que va detrás de ti busca eliminar candidatos significa que uno o varios quiere ascender. Quizás la Tierra no sea tan grande como Terra Nova, pero es probable que puedan existir varios dioses. Por supuesto, el primero que ascienda puede detener a los otros con mayor facilidad.” Dijo Alice y mirándola hizo una expresión difícil y murmuró. “Y por qué te importan las consecuencias.”

El primer que ascienda podía detener a todos los demás y sería imposible que mortales pudieran detenerlo… Lo que significaba que estarían a la merced de tal entidad.

¿Cómo mortales matarían dioses? Tal pregunta hizo que Aurora pensara en su hermano que fue reconocido por asesinar deidades siendo un mortal.

¿Lo hizo solo u obtuvo ayuda de Jezabel? 

Al final, ella se centró en la última parte.

“El Octavo Portal Abismal.” Murmuró Aurora al pensar en lo que le contó Edward en el portal en donde falleció el Director Vincent.

Un gigante quiso convertirse en el corazón del mundo y llevó todo su mundo a la destrucción que no pudo ser evitada. Había fracasado en su plan y las consecuencias tuvieron magnitudes mundiales.

Aurora volvió a darle un vistazo a los libros y al ojearlo otra vez captó algunas situaciones.

Se decía que la Diosa del Conocimiento ascendió luego de que un imperio con el más avanzado conocimiento había sido destruido por otros dioses y ella fue la única supervivencia que permaneció con el conocimiento de todo un imperio.

En los mitos del Dios de la Espada se hablaba de que tal dios había practicado tanto que cortó montañas, cambiando por completo zonas montañosas y desencadenando todo tipo de cambios al medioambiente y en la Diosa de la Lucha se hablaba de que la batalla de tal deidad con un enemigo que la superaba duró tanto que causó una destrucción que arruinó un continente.

La única que menos destrucción tenía era la historia de los ángeles y Celestiales, pero en este caso se hablaba de como la doctrina de la nueva iglesia cambió por completo las vidas de sus adoradores y al menos en este caso, fue para mal.

“Érica habló de que en su portal la raza quiso llenar la necesidad combinando un miembro de la raza con una entidad externa y esa entidad los asesinó a todos.” Murmuró Aurora y dejando que su mente fluyera por los portales, su atención se centró y… “En el Séptimo Portal Abismal, el portal de los Quoarianos…”

“La naturaleza de ese portal probablemente estaba de camino a su ascenso.” Respondió Alice y mirándola seriamente, agregó. “Hay historias de entidades que destruyen mundos para ascender. Probablemente, la naturaleza de ese portal se convertiría en algo como la Guardiana del Décimo Portal Abismal.”

Aurora frunció el ceño mientras trataba de organizar sus pensamientos.

La Guardiana de los Zarquianos era poderosa… No, decir que era ‘poderosa’ no era lo indicado y era difícil describir la magnitud de lo que esa mujer se enfrentaba.

Ella evitó por inmutables años que un agujero tragara todo un planeta y ella se utilizó a sí misma para protegerlo usando hojas y ramas que cubrían todo el planeta. La Guardiana era una verdadera diosa cuyas raíces probablemente se había esparcido por todo su mundo y si Alice estaba en lo correcto, probablemente la naturaleza del Séptimo Portal Abismal estaba en ese mismo camino.

Por tal razón estaba extendiendo la naturaleza sin parar y estaba cubriendo el mundo y tales acciones fue una de las razones de la caída de los Quoarianos.

“Por eso ella no te quería allí.” Murmuró Aurora mirando a su hermana y viendo los ojos negros, reveló. “Te tenía miedo.”

Alice con su capacidad de devorar fue el enemigo perfecto en contra de la naturaleza, ya que su hermana al extenderse de manera ilimitada lograba devorar toda la naturaleza y entre más devorara más crecía ella.

“Sí. Me vio como una rival.” Respondió Alice en calma.

No, no simplemente la vio como una rival, sino que como un depredador de mayor nivel. 

¿Qué hubiera pasado si Alice devoraba toda la naturaleza de ese planeta? Aurora dejó esa idea tan alocada de lado y suspiró.

“¡Hay muchas cosas que desconozco, así que necesitaré su ayuda, maestra Alice!” Exclamó Aurora para animarse y llenarse de energía.

La expresión de Alice tembló sutilmente de manera extraña y luego, dando una suave sonrisa, le paso un libro.

“Primero leer los libros básicos. Luego profundizaremos. Madre en su biblioteca tiene libros muy interesantes y más precisos.” Dijo Alice y luego de pensarlo, comentó. “También puedes tratar de hablar con Cithrel. Ella puede ser de mucha ayuda.”

Por la forma que Alice dio a entender que Cithrel sería de ayuda, fue claro que iba más allá de la Diosa del Conocimiento.

¿Su hermana sabía algo más de Cithrel que ella no? No sería raro, ya que la vez que Cithrel fue a hablar con su cuñada fue acompañada de Alice.

Al final, ella asintió.

Ella intercambiaba cartas y mensajes usando a Urfin, pero para comunicarse directamente necesitaba viajar a Grecia y avisar con anterioridad para que se preparara todo para la comunicación bilateral.

Aurora volvió a ponerse a trabajar. Cithrel ayudaría, pero quien verdaderamente sería de ayuda era su cuñada y para hablar con su cuñada, ella quería estar preparada.

Lo suficiente como para saber que preguntas deseaba hacer.


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TG - Capítulo 656
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Suerte.

Capítulo 656: Suerte.

Andrés en su habitación privada vio como diferentes paneles estaban mostrando el punto final de su ataque a la Iglesia del Orden.

Todo estaba oscuro y delante de sus ojos solamente quedaban las pantallas, su conexión con la inteligencia artificial y el trabajo que estaba haciendo.

El ataque fue complicado, no solamente en la dificultad de la elevada seguridad de la iglesia, sino que por su mente. Sus dedos se movían por el teclado activando todo tipo de procesos y asegurándose de que todo fuera sin problemas y su mente trabajaba con su inteligencia artificial chequeando minuciosamente todo.

Tales acciones provocaban que su mente se cansara, pero sus ojos no se apartaron de la pantalla y él no parpadeó y profundizó aún más hasta que sus las pantallas perdieron la forma y él se sintió como si su mente abandonara su cuerpo.

Los alrededores se difuminaron y cambiaron convirtiéndose en agua y dando la impresión de que se había metido a un mar. La única diferencia era que el agua que lo rodeaba era información y datos que llegaban a su mente.

¿Se trataba de su mente dándole idea a su capacidad de asimilación? Usar a las inteligencias artificiales y asimilarse con ella tal era su mejor basa de ataque, pero aquí iba más allá.

Él nadó por este mar de información y su cuerpo al tocar el ‘agua’ que eran datos obtenía rastros de conocimiento e información clasificada.

“Andrés…”

Andrés escuchó su nombre y la voz tan agradable de Luna, pero él siguió nadando dándose cuenta de que estaba obteniendo todo tipo de conocimiento.

Nadó hacia el fondo de este mar de conocimiento, profundizando en la oscuridad y entre más se adentraba la información subía de importancia.

Estaba alcanzando la parte de información que hablaba de aquellos ‘viajeros’ de la Iglesia del Orden y sus órdenes dedicadas a limpiar el Plano Astral.

Sin embargo, él creyó que tenía que avanzar aún más para lograr encontrar la información del Director Vincent y fue por tal razón que continuo.

“Andrés…”

La oscuridad se volvió más elevada y la voz de Luna se alejó cada vez más, mientras que la oscuridad amenazaba con atraparlo, pero él sintió que estaba cerca. A metros del núcleo de la iglesia del Orden y tal idea lo hizo querer nadar aún más.              

Necesitaba encontrar todo antes de salir… Tal pensamiento llevó a que sus brazos se movieran para nadar y si antes el agua era información en un punto el agua se volvió real y él tuvo que aguantar la respiración.

Las sensaciones antes extrañas y difuminadas se volvieron más reales. El agua fue húmeda, la presión de estar tan profundo llevó a que su cabeza doliera y su respiración se agotó llevando a que se sintiera mareado.

Él trató de huir por donde había venido y nadó queriendo volver, pero la falta de oxígeno, el nerviosismo y la sensación de estar ahogándose lo desesperó, reduciendo su velocidad de escape.

“¡!”

Fue en un momento en el que estaba nadando que él sintió movimientos por sus piernas, rozando su ropa y al instante siguiente sintió como algo estaba siguiéndolo de cerca.

“Andrés… Andrés… Andrés!”

La voz de Luna que antes se había alejado aumentó de intensidad y él se dio cuenta de que ella no solamente lo estaba llamando, sino que estaba gritando su nombre alarmada.

Andrés aumentó la intensidad de sus brazos para nadar, pero al instante que quiso escapar, lo que fuera que estaba abajo lo atrapó y lo tiró al fondo del mar.

A pesar de que luchó tenazmente, no pudo escapar y sus acciones se volvieron más desesperados, pero al mismo tiempo la falta de oxígeno, la presión del agua y las olas que se volvieron agitadas redujo sus defensas.

Poco a poco debilitando su cuerpo y…

“Despierta, Andrés.”

Una voz vino desde arriba y él al levantar la cabeza vio como todo a su alrededor se convertía en datos de ‘unos’ y ‘ceros’ hasta que eventualmente los números lo alcanzaron a él y fue en ese momento que sus ojos se abrieron.

Andrés tosió mientras bajaba la cabeza y su respiración se volvió pesado, pero abrió los ojos con rapidez y vio a Luna mostrando una expresión aliviada y cerca de las computadoras lo vio a Lucius usando el teclado.

“¿Cómo te encuentras? ¿Estás bien?” Preguntó Luna al usar drones médicos en él.

Él también sintió como ella profundizaba en su mente buscando y comprobando su seguridad y Andrés parpadeó sin entender lo que estaba sucediendo y lo que acababa de ocurrir.

“Seguramente se encuentra desorientado.” Dijo Lucius y usando el teclado, murmuró. “Recupérate. Estoy evitando que ellos te localicen. Habían estado bajando tus defensas mentales y evitando que lucharas.”

¿Bajar las defensas mentales? ¿Evitar que él luchara? Andrés al reflexionar sobre el tema frunció el ceño y se sostuvo la cabeza por un pinchazo de dolor.

Su cabeza empezó a entrar en orden, pero mayor que todos sus recuerdos volvieron y él se vio a sí mismo activando su método de ataque y como tuvo poco tiempo fue más brusco de lo habitual.

En un punto lo detectaron y él en vez de rendirse fue a por todas y logró adentrarse a la red y en el momento que encontró parte de la información que buscaba sintió que se fortaleció, pero …

“¿Qué acaba de suceder?” Preguntó Andrés sin comprender.

Luego se recordaba a sí mismo en esta habitación todo oscuro mientras seguía trabajando por su cuenta y cuando profundizo más siguió lo del mar de conocimiento.

A sus ojos nada tenía sentido.

“Habías logrado asimilarte conmigo por un segundo, pero luego caíste inconsciente. Creí que fue por mi culpa.” Dijo Luna en su forma holográfica.

Andrés la miró y su mente instintivamente se conectó a ella, pero no como antes, sino que a un nivel mayor. Fue más profundo que la asimilación y él, al conectarse a ella, sintió que su mente se dividía en dos.

En una mostraba la realidad frente a sus ojos, pero en la otra él se encontraba en un espacio ilimitado en donde Luna se encontraba en su forma femenina, mirándolo intensamente.

El conocimiento que ella tenía y la capacidad que ejercía fue abrumador, pero no lo suficiente como para superar su mente y la conexión finalizó cuando él se sintió cansado.

“No fue su nueva capacidad.” Dijo Lucius y señalando un artefacto púrpura, reveló. “La Iglesia del Orden no solamente tenía defensas tecnológicas, sino que hasta psiónica. Lograron emboscarte y atraparte mentalmente.”

Andrés parpadeó al escuchar tal verdad y Lucius al terminar sonrió.

“Si estuvieran en otra parte que no fuera la Empresa Cosmos, probablemente ya te habrían encontrado y no solamente habrían ido por tu mente.” Dijo Lucius y al ver que él no lograba comprender, explicó. “Ellos tienen a muchos psiónicos. Escuche que la Empresa Agmar también está relacionado con la iglesia y al parecer han logrado incluir medidas psiónicas en la seguridad. Probablemente, te hicieron ver algo entre la información y luego atrajeron tu mente al Plano Astral.”

La empresa Agmar era una empresa psiónica importante y el dueño era el padre de Clémentine y un rango SS… Él había escuchado de Clémentine sobre ese hombre y había oído que era alguien religioso y devoto a la Iglesia del Orden.

“No lo esperaba.” Murmuró Andrés con una media sonrisa y al ver que Luna lo seguía mirando, le tocó la cabeza con sus dedos para que se calmara.

¿Quién en su sano juicio había imaginado que la Iglesia del Orden había logrado mezclar la tecnología con lo psiónico? Él únicamente esperaba encontrarse con defensas tecnológicas.

“Gracias.” Dijo primero a Luna que cerraba los ojos al sentir el contacto físico y luego miró a Lucius.

No fue rescatado por un artefacto simple. Él recordaba cómo el mundo donde estaba se convertían en datos y probablemente fue causado por Lucius, específicamente la entidad que estaba detrás de él.

Si no hubiera sido rescatado, era probable que su mente hubiera sido ahogada y atrapada y una vez que estuviera debilitada todos sus secretos, al igual que ubicación y prácticamente su identidad sería revelada.

“Yo tampoco. Es bueno que la Empresa Cosmos este protegido en contra esas cosas y bueno, normalmente nadie se acerca gracias a los gemelos Trenus.” Dijo Lucius y señalando las pantallas, agregó. “Y saque la información en la que te habías centrado. Recomiendo evitar la iglesia, al menos por ahora. Aunque supongo que lo harás, ahora que has logrado lo que querías.”

El hombre le sonrió con calma y confianza, mirándolo atentamente y Andrés, al darse cuenta de que no podía ocultar la verdad, dio una media sonrisa.

La forma que se conectó a Luna fue diferente, porque su habilidad había cambiado y ese cambio vino durante el ascenso que él apenas recordaba.

Él estaba feliz, pero se dio cuenta de que el riesgo que había tomado fue mucho mayor de lo que había imaginado y casi fracasa de la peor manera.

¿Fue orgullo? ¿Deseo de mejorar? ¿O al compararse con Leslie no quería quedarse atrás? No fue por Edward y su deseo de conocer la verdad. Él le dio la excusa para intentarlo, pero nada más.

“No lo pienses demasiado, has salido bien parado.” Dijo Lucius y sonriendo entretenido, comentó. “De eso se trata ascender, ¿no?”

Algunos se ponían en riesgos para ascender tratando de superar sus propios límites y a pesar de que él había tomado un camino diferente, utilizó un método similar.

Y al final salió libre de las consecuencias.

“Tuve suerte.” Respondió Andrés y al ver que Lucius prácticamente le daba una sonrisa despectiva, agregó. “Y buenas personas que me ayudaron.”

“Así es mejor. No te di una habitación aquí para que le agradezcas a la suerte.” Dijo Lucius agitando la cabeza mientras se iba.

Parecía molesto, pero Andrés simplemente sonrió conociendo la personalidad de Lucius… Probablemente, a él le molestaban las personas que agradecían a los dioses cuando los magos los curaban.

Cuando él se quedó en su asiento tratando de organizar sus recuerdos y calmarse de lo nervioso que estaba por lo sucedido, su reloj holográfico vibró y él lo abrió.

“Algo malo sucedió en Zerzura.”

Luna le avisó antes de que él pudiera reaccionar y al ver las noticias su expresión se volvió seria.


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