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TG - Capítulo 676
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Sacrificio.

Capítulo 676: Sacrificio.

Alice, con los ojos cerrados, vio decenas de escenarios al mismo tiempo. Vio a sus compañeros en el campamento militar descansando luego de haber ido a limpiar mazmorras. Presenció cómo Érica seguía invocando clones de ella misma en otra sección del campamento, pero en este punto, clones de algunos soldados de Zerzura, que se ofrecieron para tener clones.

En el piso de mando del mismo edificio donde estaba ella, vio a Akira y a su grupo junto a los aventureros del Gremio Orisha Oko preparándose para limpiar mazmorras que ya nadie controlaba. 

Luego los escenarios continuaban. La Cardenal Brousseau hablando con los paladines sobre la ayuda humanitaria, la Gobernante de la Luz hablando con el General McLean sobre la purga a los militares que se rindieron y luego a más de tres kilómetros estaba Melgar organizando a los criminales y a otros diez kilómetros de la ciudad, Liam se reunía con los jefes de las redes de información para organizar el futuro informático de la república.

Sin embargo, ella no solamente los miraba, ella podía ver cada casa, hogar, edificio y cada parte que quisiera de toda la Ciudad Accra, donde actualmente se encontraba, y si lo deseaba, podía ver más lejos, conectándose a la oscuridad que ella había dejado por estas tierras.

Ella abrió los ojos de repente al sentir una presencia en su departamento y notó como el idiota aparecía en su habitación.

“La sucursal del Gremio de Asesinos de la zona no tenía mucho que contar”, dijo Hermes, limpiándose las manos de sangre y mirándola a ella. Agregó: “Le avisaron que podrían ser atacados”.

Al escuchar la respuesta, Alice observó a ese hombre. Él llevaba un traje negro que se ajustaba a su cabello corto del mismo color, pero sus ojos rojos eran fríos y tranquilos.

“Y la Marquesa tampoco tenía mucho que contar”, dijo Hermes al sentarse en el sofá frente a ella y señaló: “Solo confirmamos lo mismo. Ellos se reúnen en el Plano Astral”.

Las mentes maestras estaban relacionadas con lo psiónico y el Plano Astral, un mundo desconocido para la mayoría. Lo psiónico era algo nuevo en la tierra y no era como la energía mágica que todos conocían o todo aquello relacionado con la magia.

Clémentine podía ser una de las más informadas en el tema y en cierto modo era la única que podía entrar en ese mundo, pero si Alice le hablaba del tema, probablemente la joven tomaría riesgos innecesarios en un sitio donde ella ni nadie podría ayudarla.

Durante el asalto, la dejaron participar para averiguar si algo sucedía, pero Clémentine prometió que tenía el apoyo del Fénix y, más importante, los gemelos Trenus de la Empresa Cosmos estaban presentes.

Ambos gemelos eran psiónicos, pero no eran "viajeros" ni estaban relacionados con el Plano Astral como lo estaba Clémentine.

“Así que han cortado sus colas”, murmuró Alice al darse cuenta. La única razón por la cual obtuvieron información fue Érica, pero si lo hubieran dejado a ellos y eventualmente encontraran la misma información, la situación no habría cambiado.

La Marquesa Eliana era insignificante en el esquema de las cosas y aquel con el cual había trabajado la había utilizado sin revelar ningún rastro ni dar pistas de él. Estaba preparado para la peor eventualidad. Un enemigo con tal cautela era lo peor que se podían encontrar.

“Ellos se reunían por medio de un viaje psiónico. La Marquesa viajaba al Plano Astral usando un artefacto, pero allí era atraída por otro individuo. Supongo que es un rango SSS”, dijo Hermes, mirándola a ella, y murmuró: “Y la tierra no tiene ninguno de ese rango excepto el Fénix”.

Fenghuang, la Bestia Santa conocida como el Fénix, era la única psiónica de rango SSS conocido en este planeta, y era uno de los seres de mayor fuerza. Sin embargo, Alice ya sabía de buenas fuentes que esa bestia no tenía interés en los mortales y únicamente se encargaba de limpiar el Plano Astral.

“El tercer portal y los sucesos que ocurrieron cuando fue cerrado fueron extraños. Ya sabes, las almas entrando en la tierra y controlando cuerpos de seres humanos y llevándolos a cometer crímenes o suicidarse”, dijo Hermes, y dando una expresión seria, añadió: “Estuve investigando y escuché que algunos de esos sucesos estaban relacionados con lo psiónico. Lamentablemente, la Iglesia del Orden se encargó de todo y ocultó lo sucedido.”

Alice frunció el ceño. Ella recordaba que Clémentine trabajó en ese asunto cuando ascendió de rango, pero ella se involucró de manera superficial.

“¿Crees que lo que sucedió en ese portal está relacionado con las personas que quieren eliminar a mi hermana?”, preguntó Alice con seriedad.

“No lo sé, Alice. Sin embargo, no creo que las almas llegando a la tierra fuera lo que Zabathza haya querido”, respondió Hermes. Encogiéndose de hombros, comentó: “Quizás estoy paranoico. Dudo que un rango SSS pudiera hacer que las almas lleguen a la tierra”.

Alice volvió a fruncir el ceño al darse cuenta a lo que él apuntaba. Estaban a ciegas de sus enemigos y podían suponer que a quien enfrentaban era a un grupo con un rango SSS psiónico, pero del mismo modo podían seguir suponiendo que era peor que una calamidad.

El Undécimo Portal Abismal mostró que existían seres de gran poder relacionados con lo psiónico. Seres que eran capaces de crear criaturas, eran vengativos y juguetones. Dioses extranjeros que antes de Terra nova jamás conocieron estaban relacionados con la tierra, y no sería extraño que las entidades conocidas como ‘Trascendentales’ también se vieran involucrados. Lo peor era que esos seres no podían ser captados por los ojos de los Primordiales, y más si se ocultaban en el Plano Astral.

“…” Alice fue sacada de sus pensamientos por su reloj holográfico. Al leer el mensaje, suspiró al darse cuenta de que Nicole y los demás pedían otra misión al sistema. Ella accedió a que el sistema le diera misiones para mantenerlos distraídos, y al terminar, leyó los informes que James le enviaba.

Uno de ellos era que el equipo que asistiría a Aurora en la investigación del gigante del norte ya había sido seleccionado y ella dio un suspiro al entender que su hermana buscaba apoyar a su propio modo.

“¿Sucede algo?” preguntó Hermes con curiosidad.

“Aurora asistirá a la investigación del gigante del norte”, respondió Alice con indiferencia al seguir leyendo.

“Oh, es bueno. Una vez que la investigación sea cerrada, la situación internacional se calmará”, dijo Hermes y sonriendo entretenido, murmuró: “No hay nada mejor que un gigante para cubrir las fechorías de una nación.”

Alice levantó la cabeza para mirarlo y el idiota se rió divertido sin importarle su mirada.

Fechorías… El exterminio que ella había hecho no estaba tan lejos de ser una fechoría a los ojos de otros, pero a ella no le interesaba lo que pensaban los demás.

A su hermana, probablemente tampoco, pero Aurora, a diferencia de ella, no deseaba que Zerzura tuviera problemas.

“No te lo tomes a mal. Todo terminará sin problemas. Supongo que las negociaciones han terminado”, dijo Hermes dando una sonrisa tranquila.

Él no estaba equivocado.

La Empresa Cosmos tenía tecnología y la Empresa Apicius tenía comida y ambos tenían una cantidad abismal de dinero y riqueza. Estos asuntos eran tratados antes de que comenzaran y las negociaciones ya fueron realizadas por James.

Quizás la Empresa Apicius no era tan importante como la Empresa Cosmos, pero la comida y, mayor que todo, los maestros culinarios trabajaban únicamente para ellos y por tal razón se habían convertido en la segunda mayor empresa de este planeta.

Antes de que Alice respondiera, ella sintió como el espacio se retorcía en el pasillo de este piso y Aurora aparecía usando un artefacto y se acercaba a esta sala, abriendo la puerta sin tocar.

“¿Molesto?” preguntó Aurora y mirándolos a ambos, añadió: “Lo siento si interrumpí. No pensé que tenías compañía, Alice.”

Su hermana dio la disculpa pareciendo sincera, pero Alice notó la pequeña sonrisa y los ojos juguetones de su hermana. Estaba dando a entender que algo más sucedía en esta pequeña reunión.

“Estábamos hablando de negocios”, respondió Hermes ocultando por completo la sonrisa bromista que tenía antes. “Si me disculpan, tengo asuntos que atender.”

La expresión seria, el tono respetuoso y que se fuera rápido hizo que Alice asintiera contenta por tal comportamiento.

Aurora simplemente sonrió y lo despidió mientras que Alice vigilaba cómo el idiota se iba usando un artefacto espacial.

La reunión era secreta, así que él necesitaba permanecer oculto.

“¿Cómo te fue?” preguntó Alice en calma.

Por dentro estaba expectante y muy interesada por la respuesta. Ella sabía a dónde había ido Aurora y con quién se había reunido.

“Te llevas bien con ella, ¿no?” preguntó Aurora, sentándose en el sofá y su hermana le dio una sonrisa enigmática.

“Su Majestad es amable y muy considerada con personas como yo”, respondió Alice sin mostrar nada en su rostro.

Lo que sea que Aurora descubrió en esa reunión no iba a ser confirmado por ella y tampoco se dejaría molestar por lo que fuera que su hermana tenía planeado.

Aurora sonrió como una depredadora que identificó la debilidad de su presa.

“¿La llamas ‘Su Majestad’? ¿Por qué no la llamas cuñada?” preguntó Aurora y, sonriendo con malicia, murmuró: “Si la llamas ‘cuñada’, tienes que aceptar que tienes un hermano mayor.”

Alice frunció de inmediato el ceño y lo hizo con desagrado instantáneo.

Aurora se rió a carcajadas al ver su reacción, pero ella ni siquiera lo ocultó.

Para ella, su familia consistía en su hermana, su padre y su madre, sin nadie más. No le interesaba que ese hombre fuera hijo de sus padres, ella no lo reconocería y, por tal razón, ella no era cuñada de Su Majestad.

“Para desagradarte tanto él, te agrada mucho ella”, dijo Aurora y, viendo que su expresión temblaba, reveló: “De igual manera, prepárate mentalmente para llamarla cuñada y para aceptar que tienes un hermano mayor”.

Alice abrió los ojos al atender lo que ella se refería y...

“Ella es una buena vendedora. Me vendió un viaje todo pagado para entrenar y aprender sobre dioses. Un gran paquete”, dijo Aurora con cierta sonrisa.

“¿Te convenció?” preguntó Alice de inmediato para confirmar.

“¿No preguntarás lo que quiero hacer?” replicó Aurora.

Alice quedó en silencio y se dio cuenta de que cometió un error.

A ella le parecía bien todo lo que hiciera su hermana, pero lo que le importaba en este momento era que ella estuviera segura y, por más que Terra nova tuviera enemigos más problemáticos y difíciles, allí estaría rodeada de seres poderosos, incluyendo dioses.

Una vez que fuera, los Dioses Infernales se acercarían como moscas para saludar o acercarse a la cuñada de la Primordial más poderosa de todas y aquella que tenía la mayor influencia entre todos.

Ella no respondió y no dio excusas sobre cual era su mayor prioridad.

“Es esa mirada tuya lo que me hace dudar de tu plan, Alice”, dijo Aurora y, sin esperar que ella respondiera, agregó: “Lo único que te importa es que yo esté lejos y no en el daño que podemos crear al hacerlo”. 

"El daño no importa", interrumpió Alice. Viendo que su hermana fruncía el ceño, ella se calmó y continuó: "Todo se trata de un espectáculo. No hay duda de que muchos serán afectados, pero son parte del sacrificio que hay que hacer."

Aurora frunció el ceño de inmediato, desagradándole la palabra "sacrificio" y su modo de pensar, pero Alice no cambió su opinión, aunque redujo la intensidad de sus palabras.

Este plan era arriesgado y también involucraría a muchos, trayendo efectos que ni siquiera ella podría predecir, pero era un plan que las llevaría no solo a obtener pistas sobre la organización que seguía a su hermana, sino que también ayudaría a que Aurora no fuera lastimada, y en menor medida, Zerzura.

Su hermana no aceptaría dañar a inocentes y ponerlos en peligro, pero aquí Alice estaba jugando en los límites de la moral de su hermana. Esta vez, el daño no iba a ser físico, sino emocional.

"Con este plan nos adelantaremos a ellos y tanto tú como Zerzura estarán seguras. Es más..." comenzó a decir Alice.

"Lo sé, Alice. No trates de venderme un plan que ya he aceptado", dijo Aurora, rascándose el cabello con frustración y suspirando. La volvió a mirar con seriedad. "Solamente prométeme que una vez que suceda, revelarás la verdad. Al menos a aquellos que son cercanos a nosotras."

La expresión de Aurora era seria y solemne. La confianza puesta en palabras y en la mirada, y Alice abrió la boca y mintió: "Sí."

Su rostro no cambió, y su seriedad hizo que Aurora suspirara y sonriera al volver a levantarse del sofá, creyéndole por completo.

Muy pocas veces Alice le había mentido a su hermana, y por más que Aurora creyera que podía leerla, la realidad era diferente.

"Bien. Tengo que hablar con Urfin para que prepare una comunicación con Cithrel. También una cita para ir a la Iglesia del Tiempo y el Espacio para visitar a Edward y hablar... con mi sistema", dijo Aurora, dando otro suspiro.

"Suerte", dijo Alice al ver que su hermana volvía a estar energizada.

Ella la vio irse, y Alice simplemente mantuvo su mirada en la puerta cuando fue cerrada.

Todos necesitaban hacer sacrificios, y en este caso, ella también estaba dispuesta a hacer uno. Aunque ese sacrificio fuera la confianza de su hermana... la confianza de su todo.


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TG - Capítulo 677
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¿Por qué lo hiciste?

Capítulo 677: ¿Por qué lo hiciste?

Nicole, al terminar su rutina de entrenamiento con Zerzura, entró en un portal y, después de unos segundos, llegó al sótano del edificio de Zerzura.

Al salir al campo de entrenamiento, vio a Oscar y Santiago junto a Rupert dirigiéndose hacia el portal.

"¿Otra misión? ¿Quieren ayuda?" preguntó Nicole con curiosidad.

"No es necesario. Llevamos suficiente artillería pesada para limpiar un par de mazmorras", respondió Oscar señalando a Rupert. Sonriendo, añadió: "También nos encontraremos con algunos estudiantes de la Academia Cernunnos y practicaremos."

"Los niños tienen la oportunidad de lucirse", comentó Rupert con una sonrisa.

Nicole asintió y los vio marcharse hacia la habitación del portal.

Ella simplemente sacudió la cabeza, sin estar impresionada por todo lo que estaba ocurriendo.

Todavía no había pasado una semana desde el ataque de Zerzura, pero la República buscaba recomponerse por completo, y una de las maneras era recibiendo a aventureros extranjeros.

Aquellos que quisieran mudarse a la República y crear una sucursal de un gremio podían hacerlo, y era una oportunidad perfecta en este momento. La mayoría de los criminales y el bajo mundo que controlaban mazmorras habían sido eliminados, y los gremios de aventureros, mercenarios o el ejército estaban restringidos y siendo juzgados.

Esto significaba que existían cientos, si no miles, de mazmorras en las tierras de la República, libres para que los gremios tomaran jurisdicción y obtuvieran ganancias.

Hace años, lo mismo ocurrió con Zerzura, y muy pocos venían. Pero todos aquellos que alguna vez perdieron la oportunidad no querían perderla esta vez.

Las academias eran parte de aquellos que deseaban tener lugares para que sus estudiantes practicaran y entrenaran, y a la vez también obtenían fuentes de ingresos temporales.

Los negocios que se realizaban también permitirían que esas academias abrieran secciones para estudiantes de toda la República.

"Debería adentrarme en los negocios", murmuró Nicole mientras usaba un artefacto de limpieza.

La nueva República tenía la atención de la Empresa Cosmos y Apicius, junto con las dos grandes ciudades que dirigían. Esto significaba que en el futuro se preveía un aumento de valor sin precedentes.

La última vez que la Empresa Apicius invirtió fue en la Ciudad Constanza, y en este momento dicha ciudad había prosperado de tal manera que era una de las ciudades más ricas de Rumania, a pesar de haber sido destruida.

Aquellos conocedores esperaban lo mismo de la República de África Occidental, y como la seguridad y legalidad estaban garantizadas, las personas querían invertir, y ella era una de esas personas.

Tenía dinero personal y también dinero sucio, y de cualquier modo, las inversiones que diera la llevarían a obtener altos beneficios o serían útiles para lavar dinero... Lo cual necesitaba.

"He..."

Nicole soltó una pequeña risa al darse cuenta de que estaba pensando como una criminal, y en vez de seguir, abrió un portal para dirigirse a la cocina.

Escuchó ruido en la sala y, tomando una bebida energética, se dirigió hacia allí. Vio a Érica, Andrés y Leslie descansando.

"Dejamos el almuerzo guardado en la cocina por si quieres", dijo Leslie sin apartar la mirada de la televisión.

Nicole se sentó al lado de su compañera y también se quedó mirando las noticias de Zerzura y la República. Para ella, era impresionante cómo los medios apoyaban a Zerzura y cambiaban la opinión pública a niveles mundiales.

¿Cuánto dinero se había gastado para asegurarse de que los medios hablaran bien de Zerzura? Nicole no era tan ingenua como para pensar que todos los medios apoyaban a Zerzura por bondad, y a sus ojos debía haber algo detrás.

"Al parecer, los ciudadanos de Zerzura harán una marcha de apoyo a la ciudad", dijo Érica en calma. Cuando la miraron, se encogió de hombros. "Ya saben cómo son los ciudadanos de Zerzura."

¿No sucedió algo similar cuando los medios hablaron negativamente de Aurora? Las personas normales mostraron su apoyo en las redes, en público o en sus trabajos, y esta vez eran iguales.

Los ciudadanos de Zerzura eran muy protectores con la ciudad y sus miembros, y eran especialmente hostiles con aquellos que criticaban a la ciudad, y más cuando para muchos ciudadanos, atacar a la República fue una acción de defensa.

A veces, ese fervor y nacionalismo podían ser negativos, pero la ciudad lo controlaba de tal modo que no se volviera algo malo o extremo, llevando a que cualquier resentimiento fuera hacia los dos rangos SS y no hacia la República o su gente. 

"Se dejan guiar demasiado por las noticias malas", dijo Leslie y, usando su reloj holográfico, buscó un video y lo proyectó en el televisor. "Nadie está a salvo de nada."

En el video se mostraba a un par de archimagos que dirigían el canal hablando sobre una de las magas que sorprendió al mundo y...

"La autonomía de las réplicas de esos clones de hielo representa un peligro para la humanidad. La creadora es una joven mujer que no sabe de límites y que puede poner en peligro a inocentes."

Leslie cambió de video y...

"La tecnología de la Empresa Cosmos es un peligro. Ellos eligen a dedo a quiénes darles la tecnología y no la comparten."

Una vez más, se cambió de video y...

"El control de información que revela la Ciudad Zerzura demuestra que ellos tienen en su poder métodos que superan la seguridad de naciones enteras. Si ellos han podido infiltrarse en una nación, es probable que sus ciudadanos carezcan de seguridad informática y que ellos sean capaces de infiltrarse en otras naciones."

Cada video apuntaba a diferentes aspectos de donde ellos habían estado, desde Leslie, Andrés y especialmente a Érica, quien era señalada directamente.

"Son unos viejos aburridos y envidiosos", dijo Érica y, bostezando de aburrimiento, recibió sus miradas y sonrió. "¿Qué? Conozco ese programa y siempre se quejan de todo lo que no sean creaciones suyas."

"Aunque no se equivocan en cuanto al peligro", dijo Nicole y, al ver que sus compañeros la miraban, señaló a Érica. "Te estás convirtiendo en un peligro para naciones enteras."

La Empresa Apicius había proporcionado núcleos para que Érica los convirtiera en clones y, para colmo, muchos soldados habían aceptado ceder sus conciencias para llenar esos clones. Soldados de rangos S de diferentes índoles y con diferentes niveles de experiencia.

Los clones estaban vigilando las ciudades de la república, y si Érica lograba reunirlos a todos, podría controlar un ejército que representaría un peligro para las naciones que no tuvieran rangos SS o SSS.

Incluso podría enfrentarse a una nación con un rango SS.

"Entregaré el control de esos clones al nuevo gobierno de la república, así que están exagerando demasiado", respondió Érica, y al ver que Nicole seguía mirándola, cambió de tema. "¿Han visto el apoyo de los ciudadanos de la república? Había imaginado que sería menor."

La poderosa maga de la cual todo el 'mundo mágico' hablaba le hizo una señal a Leslie para que pusiera algunos videos de lo que ella quería.

Nicole simplemente soltó un bufido con una sonrisa.

No era mentira que Érica iba a entregar el control de los clones, pero ella se llevaba como beneficio todas las réplicas de los soldados y, si bien los clones como espadachines no podían mostrar todo el poderío debido a la falta de aura, los magos sí eran capaces de lanzar hechizos de todo tipo.

Aquellos magos que diseñaban golems podían imitar superficialmente los métodos de Érica, pero la razón por la cual ella estaba llamando tanto la atención era porque los clones magos eran capaces de utilizar la magia como los magos normales.

¿Cuánta complejidad existía detrás del hechizo?

Nicole al final dejó de molestarla y observó los videos de los ciudadanos de la república en apoyo al nuevo gobierno.

No había duda de que muchos odiaban a Zerzura por el ataque, pero las escalas sociales en esa nación eran desiguales. Eran los ricos o sus subordinados quienes vivían con total seguridad o podían acceder a las pocas escuelas y otros servicios.

Aquellos que trabajaban en negocios más normales, los pequeños empresarios y profesionales, no tenían la misma seguridad y, a veces, derechos. Durante estos días se habían publicado miles de entrevistas que hablaban sobre la situación de las personas comunes.

Negocios familiares que quebraban por tener que pagar al gobierno y a organizaciones del bajo mundo por protección, bancos ilegales que se encargaban de secuestrar y vender a los familiares si no pagaban.

Militares, policías, organizaciones del bajo mundo y los mismos funcionarios del gobierno... La República de África Occidental era peor que los 'narcos-estados' que alguna vez existieron en Sudamérica.

Así que Nicole no se sorprendió al ver las calles de algunas ciudades con decenas de miles de personas mostrando su apoyo al gobierno o festejando la caída del anterior gobierno.

De un día para otro, las organizaciones criminales desaparecieron, los militares fueron encerrados y los funcionarios despedidos o estaban siendo juzgados.

Paralizar el gobierno también trajo críticas, pero en este punto la seguridad de la república era más alta que en otras naciones. Después de todo, no había criminales y los pocos que quedaban se enfrentaban a estatuas de hielo inteligentes. 

"Es impresionante la reputación de Zerzura", dijo Nicole y al ver que Leslie la miraba sin entender, explicó: "Imagina que el ataque lo hubiera llevado a cabo una nación como el Imperio de Sudamérica. Las personas no lo habrían esperado con los brazos abiertos".

La razón por la cual se apoyaba al nuevo gobierno no fue porque alguien movilizó los hilos para que esas marchas se realizaran. Lo cual, para Nicole, era obvio. No obstante, el apoyo venía de que Zerzura tenía una reputación que cualquier africano conocía.

Ellos abrían sus puertas a cualquiera que quisiera vivir en Zerzura y, si bien se realizaban muy pocas misiones arcas, todavía continuaban y muchos se mudaban, y Zerzura seguía manteniendo beneficios para los nuevos ciudadanos.

Tal reputación fue creada y reforzada durante años, y en este momento dio cierta sensación de esperanza para aquellos habitantes de la república.

La esperanza de ser como Zerzura o, en menor medida, ser como el Reino de Mombasa, donde antes Zerzura había intervenido militarmente y actualmente estaba en auge.

Las inversiones que se esperaban desarrollar en las próximas semanas y meses iban desde la infraestructura como carreteras y servicios de toda clase, incluyendo escuelas y hospitales, muchos de los cuales eran públicos.

Se esperaba que aparecieran cientos de gremios y empresas, y las inversiones de distintas fuentes eran cifras que solamente naciones y grandes empresas manejarían.

"¿No han pensado en invertir?" preguntó Andrés de repente, y al recibir miradas, comentó: "No tengo mucho dinero. Bueno, no tanto como me gustaría, pero me atraen las oportunidades".

¿Así que ella no era la única que lo estaba pensando?

"¿Qué tienes en mente? Si tienes un plan interesante, me encantaría invertir", preguntó Nicole y viendo que Andrés le sonreía como si creyera que hablaba de un par de cientos de miles de dólares, agregó: "Gané mucho dinero con el Emperador Víctor. Mucho, muy mucho".

A Víctor no le interesaba el dinero y cuando ella trabajó para él, pagaba lo suficiente como para que ella se considerara millonaria.

Como un rango S también podía conseguir mucho dinero limpiando mazmorras, y ese dinero era el que deseaba invertir. En cuanto al dinero sucio, ella no quería invertirlo en un amigo que pudiera ser afectado en el futuro si las cosas iban mal. 

"Me encantaría invertir en una red de investigación, pero gasté todo mi dinero en núcleos", murmuró Érica suspirando con pena.

"He dejado mi trabajo de cazadora y me quedé entrenando, así que no tengo tanto dinero, pero puedo apoyar", dijo Leslie con una sonrisa.

Andrés, al recibir las miradas de ellas, se rió al ver que ellas veían a través de él. A pesar de que él hizo parecer que tenía la idea de invertir al azar, el objetivo final era una red de información, y Andrés, como un rango S, tenía las posibilidades de crear su propia red.

"¿Tanta confianza tienen en mí?" preguntó Andrés sin ocultar un toque de vergüenza en su expresión.

"Esa pregunta no tiene sentido. Deberíamos estar hablando de negocios", dijo Nicole y con una sonrisa, comentó: "Me gustaría cerrar el trato antes de que Aurora, Liam o las autoridades de Zerzura se enteren de tu objetivo."

Nicole prefería invertir su dinero en vez de dejarlo estar en su cuenta bancaria, y Andrés era perfecto. Excelente en el trabajo, inteligente y con un código propio a la hora de aceptar trabajo, y si ella no invertía en él, se arrepentiría cuando otros se interesaran.

Aunque no lo pareciera, Liam era un tipo con mucho dinero, y ni hablar de Aurora o Alice, pero quienes mayormente lo patrocinarían serían las autoridades de Zerzura. Ya fuera el ejército o la Empresa Apicius, y ellos darían más dinero de lo que ella podía dar.

"Si lo pones así, tiene sentido", murmuró Andrés y riéndose al ver que ella hablaba seriamente, agregó: "Está bien. Cuando arme mi proyecto y lo prepare, las dejaré a ambas ser mis inversoras. Les garantizo que obtendrán beneficios".

¿Al dar su idea él no tenía claro lo que quería hacer? Sus últimas palabras, dadas con una sonrisa, llevaban confianza y ya no como un posible plan, sino como un proyecto que deseaba completar.

"También tengo que hablar con mi jefe en Rumania. Aunque la situación allá es complicada", murmuró Andrés dando un suspiro.

¿Cómo no lo sería? Edward Palmer, líder de la Asociación de Héroes, asesinó a los altos mandos del Gremio de Héroes, dejando al gremio sin cabezas que lideraran.

Todo el mundo hablaba del tema y, al igual que Zerzura, eran noticias agitadas, y lo eran más en los grupos de la Academia de Héroes.

Edward, que antes era visto como un modelo a seguir, fue acusado de asesinato y, para colmo, de individuos muy importantes.

"Las cosas deben ser difíciles para ellos. Especialmente para Rachael", supuso Nicole en calma.

"¿Difícil? Él es el centro de la organización y, aunque me agrada Rachael, ella no está a la altura de la mierda que le caerá encima", respondió Érica, y a pesar de que sonaba fría, el comentario vino de la antigua líder de esa misma asociación.

Quizás Érica no estuvo por mucho tiempo, pero ella se hizo un lugar en la Asociación y tomó el puesto durante un buen tiempo, y fue suficiente como para que se hiciera un nombre.

Aunque no fue fundadora, fue ella quien ayudó a traer buenas inversiones que ayudaron a que la asociación pudiera mantenerse por su cuenta.

"¿De verdad es tan malo?" dudó Leslie, y Érica simplemente asintió.

¿Qué razón tenía Edward para hacer lo que hizo?

******

"Gracias", dijo Aurora al sacerdote de la Iglesia del Conocimiento y, al salir de la sala, se giró hacia el interior y vio la esfera brillante en el interior.

Una esfera que permitía la comunicación mágica con Terra nova... Aurora, al salir, caminó por el pasillo de la iglesia.

No estaba en la iglesia en sí, sino en el área donde estaba la puerta a Terra nova y también el área interna de la iglesia.

Algunos podrían llamarlo la casa del Dios del Tiempo y el Espacio.

Aurora, al ver las paredes blancas, llegó al pasillo y luego siguió caminando. La prisión de la Iglesia del Tiempo y el Espacio estaba en este espacio ilimitado y aquí las personas podían ir a donde quisieran.

Un espacio que también conectaba varias iglesias y donde se podía ir a donde uno quisiera, porque el mismo espacio respondía a sus deseos.

Los pocos que entraban tenían la autoridad para hacerlo y ella era una de esas personas. Aurora ya no sabía si era por su madre y padre o simplemente porque conocía al dueño.

Al final, ella lo aprovechó y, al caminar por el pasillo, vio cómo una puerta se formaba al final del pasillo.

Las paredes de este pasillo eran de color blanco y no es que estuvieran desprovistas de color, sino que eran de un blanco mármol al igual que el suelo, excepto que el piso estaba bien decorado.

La puerta era de madera y ella, al abrirla, entró a un espacio en el cual en el centro se encontraba una caja traslúcida. Las paredes eran como vidrios transparentes y ella fue capaz de ver el interior.

Una cama simple, una estantería con un par de libros, una mesa y una silla sin nada más, y la persona que estaba leyendo un libro levantó la cabeza y le sonrió.

"Bienvenida", dijo Edward mientras se levantaba. El cabello castaño estaba arreglado y los ojos celestes brillaban.

Llevaba una túnica blanca de mago y, a pesar de estar encerrado en esta prisión, él sonreía con felicidad al verla.

"¿Cómo te encuentras?" preguntó Aurora al acercarse.

Tenía múltiples preguntas en su mente, pero hizo su pregunta honesta para averiguar su situación.

"Bien. Sin arrepentimientos", respondió Edward y, en calma, señaló. "Esta prisión me ha dado tiempo para pensar y calmarme. También es agradable no tener que ir al baño, aunque también es una pena que no tenga necesidad de comer."

A diferencia del pasillo, esta habitación tenía paredes grises que cambiaban y mutaban como si el tiempo mismo estuviera cambiando y pasando a un ritmo diferente.

Las prisiones de la Iglesia del Tiempo y el Espacio estaban diseñadas de tal manera que el tiempo afectaba a los prisioneros. En esta área venían los criminales más peligrosos y las penas eran duras.

Después de todo, el tiempo afectaba a todos por igual y aquí dentro, el tiempo era diferente.

Aurora sabía que él había estado aquí más tiempo del que había transcurrido en la realidad y, si bien suponía que no eran años, sí habían pasado uno o dos meses. Meses que eran suficientes para pensar y decidirse.

"¿Entiendes las consecuencias de tus acciones?" preguntó Aurora con seriedad y, sin poder controlarse, declaró: "La situación de los héroes es un desastre. La Asociación está en el centro de una tormenta y el gremio también. No hay nadie para dirigir a ambos. No ayudó que antes se purgaran a los altos mandos. El gremio es un cascarón vacío."

El Gremio de Héroes, antes de que Edward hiciera lo que hizo, estaba llevando juicios en contra de diferentes miembros de la organización por corrupción o cualquier trato ilegal. Esto llevó a que el gremio perdiera a muchos individuos importantes y la única razón por la cual no se paralizó fue porque los altos mandos seguían trabajando más que nunca.

Ahora era diferente. No había nadie en los puestos medios ni en los puestos altos y la organización estaba paralizada.

La Asociación de Héroes era diferente. Ellos perdieron a su líder y tenían a personas que podrían liderar, pero el problema era que estaban en el centro del mundo debido a su líder.

"¿Rachael no ha repudiado mis acciones?" preguntó Edward y, al ver que ella negaba, suspiró y murmuró: "Qué tonta. Lo primero que debe hacer como la vice-líder es apartar a la asociación de los escándalos de sus miembros."

Sonaba ligeramente gruñón y el hecho de que estuviera quejándose daba a entender que no le había informado a nadie acerca de sus acciones.

"Al final, no importa. Es probable que todos los líderes de los gremios se reúnan o que los antiguos fundadores regresen. El Anciano Harris o el Arcángel de la Guerra terminarán decidiendo el futuro del gremio de héroes y de la Asociación", dijo Edward con calma, como si estuviera dejando de preocuparse por el asunto.

Aurora lo miró fijamente.

La única razón por la cual Rachael, como la vice-líder, no repudiaba las acciones ni se distanciaba era porque todavía pensaba que él era inocente, pero el hecho de que estuviera encerrado en la prisión de una iglesia revelaba que las pruebas de la Iglesia del Orden eran contundentes.

"¿Por qué lo hiciste?" preguntó Aurora con curiosidad.

¿Por qué Edward, que había logrado crear una organización internacional y que era uno de los archimagos más prestigiosos, decidió hacer lo que hizo? Quizás Edward no era igual que los antiguos héroes, pero él creó un camino por su cuenta y lo hizo con esfuerzo, dedicación y astucia.

El joven orgulloso que ella conoció en Zerzura se había convertido en un hombre que ponía sus palabras en hechos y que mostraba lo que era capaz de lograr con su ambición.

"Entre menos sepas, mejor", dijo Edward, dando una sonrisa tranquila.

Si él le contaba sus planes, temía que las autoridades pudieran escuchar en este lugar y, sobre todo, que pudieran afectarla en el futuro. Edward se acercó a ella después de haber asesinado a los altos mandos, y la Iglesia del Orden investigaría las razones.

Si ella llegaba a conocer las razones, la situación podría terminar mal, pero...

"¿Crees que nos escuchan? Aquí no hay nadie excepto tú y yo. Ni siquiera Aión está aquí", dijo Aurora y, mirando al hombre, reveló: "Y no estaré en este planeta por mucho tiempo."

Edward frunció el ceño, pero ella continuó.

"No sé por qué estás sacrificando tanto y tomando tantos riesgos. Y si no quieres decírmelo, está bien, pero me iré y no sé cuándo vuelva", dijo Aurora y, mirando fijamente a Edward, añadió: "No puedo hacer mucho desde la iglesia, pero si lo deseas, puedo contarle tu plan a Alice. Quizás pueda ayudarte de algún modo."

Aurora sabía mejor que nadie que a Alice no le agradaba Edward, hasta el punto de que su hermana preferiría ignorarlo, y si ella se iba, su hermana también lo haría.

Sin embargo, a sus ojos, ambos eran similares. En parte, era el modo en que ambos harían lo que fuera por alcanzar sus respectivos objetivos, al punto de exceder cualquier límite que se pusieran, incluyendo los límites morales.

Edward la miró fijamente y, al final, suspiró.

"Quizás sea lo mejor."

Ella le contaba parte de su plan y él hacía lo mismo. En este momento en el que se enfrentaban a enemigos desconocidos, lo mejor era cooperar y estar juntos.


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