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TG - Capítulo 677
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¿Por qué lo hiciste?

Capítulo 677: ¿Por qué lo hiciste?

Nicole, al terminar su rutina de entrenamiento con Zerzura, entró en un portal y, después de unos segundos, llegó al sótano del edificio de Zerzura.

Al salir al campo de entrenamiento, vio a Oscar y Santiago junto a Rupert dirigiéndose hacia el portal.

"¿Otra misión? ¿Quieren ayuda?" preguntó Nicole con curiosidad.

"No es necesario. Llevamos suficiente artillería pesada para limpiar un par de mazmorras", respondió Oscar señalando a Rupert. Sonriendo, añadió: "También nos encontraremos con algunos estudiantes de la Academia Cernunnos y practicaremos."

"Los niños tienen la oportunidad de lucirse", comentó Rupert con una sonrisa.

Nicole asintió y los vio marcharse hacia la habitación del portal.

Ella simplemente sacudió la cabeza, sin estar impresionada por todo lo que estaba ocurriendo.

Todavía no había pasado una semana desde el ataque de Zerzura, pero la República buscaba recomponerse por completo, y una de las maneras era recibiendo a aventureros extranjeros.

Aquellos que quisieran mudarse a la República y crear una sucursal de un gremio podían hacerlo, y era una oportunidad perfecta en este momento. La mayoría de los criminales y el bajo mundo que controlaban mazmorras habían sido eliminados, y los gremios de aventureros, mercenarios o el ejército estaban restringidos y siendo juzgados.

Esto significaba que existían cientos, si no miles, de mazmorras en las tierras de la República, libres para que los gremios tomaran jurisdicción y obtuvieran ganancias.

Hace años, lo mismo ocurrió con Zerzura, y muy pocos venían. Pero todos aquellos que alguna vez perdieron la oportunidad no querían perderla esta vez.

Las academias eran parte de aquellos que deseaban tener lugares para que sus estudiantes practicaran y entrenaran, y a la vez también obtenían fuentes de ingresos temporales.

Los negocios que se realizaban también permitirían que esas academias abrieran secciones para estudiantes de toda la República.

"Debería adentrarme en los negocios", murmuró Nicole mientras usaba un artefacto de limpieza.

La nueva República tenía la atención de la Empresa Cosmos y Apicius, junto con las dos grandes ciudades que dirigían. Esto significaba que en el futuro se preveía un aumento de valor sin precedentes.

La última vez que la Empresa Apicius invirtió fue en la Ciudad Constanza, y en este momento dicha ciudad había prosperado de tal manera que era una de las ciudades más ricas de Rumania, a pesar de haber sido destruida.

Aquellos conocedores esperaban lo mismo de la República de África Occidental, y como la seguridad y legalidad estaban garantizadas, las personas querían invertir, y ella era una de esas personas.

Tenía dinero personal y también dinero sucio, y de cualquier modo, las inversiones que diera la llevarían a obtener altos beneficios o serían útiles para lavar dinero... Lo cual necesitaba.

"He..."

Nicole soltó una pequeña risa al darse cuenta de que estaba pensando como una criminal, y en vez de seguir, abrió un portal para dirigirse a la cocina.

Escuchó ruido en la sala y, tomando una bebida energética, se dirigió hacia allí. Vio a Érica, Andrés y Leslie descansando.

"Dejamos el almuerzo guardado en la cocina por si quieres", dijo Leslie sin apartar la mirada de la televisión.

Nicole se sentó al lado de su compañera y también se quedó mirando las noticias de Zerzura y la República. Para ella, era impresionante cómo los medios apoyaban a Zerzura y cambiaban la opinión pública a niveles mundiales.

¿Cuánto dinero se había gastado para asegurarse de que los medios hablaran bien de Zerzura? Nicole no era tan ingenua como para pensar que todos los medios apoyaban a Zerzura por bondad, y a sus ojos debía haber algo detrás.

"Al parecer, los ciudadanos de Zerzura harán una marcha de apoyo a la ciudad", dijo Érica en calma. Cuando la miraron, se encogió de hombros. "Ya saben cómo son los ciudadanos de Zerzura."

¿No sucedió algo similar cuando los medios hablaron negativamente de Aurora? Las personas normales mostraron su apoyo en las redes, en público o en sus trabajos, y esta vez eran iguales.

Los ciudadanos de Zerzura eran muy protectores con la ciudad y sus miembros, y eran especialmente hostiles con aquellos que criticaban a la ciudad, y más cuando para muchos ciudadanos, atacar a la República fue una acción de defensa.

A veces, ese fervor y nacionalismo podían ser negativos, pero la ciudad lo controlaba de tal modo que no se volviera algo malo o extremo, llevando a que cualquier resentimiento fuera hacia los dos rangos SS y no hacia la República o su gente. 

"Se dejan guiar demasiado por las noticias malas", dijo Leslie y, usando su reloj holográfico, buscó un video y lo proyectó en el televisor. "Nadie está a salvo de nada."

En el video se mostraba a un par de archimagos que dirigían el canal hablando sobre una de las magas que sorprendió al mundo y...

"La autonomía de las réplicas de esos clones de hielo representa un peligro para la humanidad. La creadora es una joven mujer que no sabe de límites y que puede poner en peligro a inocentes."

Leslie cambió de video y...

"La tecnología de la Empresa Cosmos es un peligro. Ellos eligen a dedo a quiénes darles la tecnología y no la comparten."

Una vez más, se cambió de video y...

"El control de información que revela la Ciudad Zerzura demuestra que ellos tienen en su poder métodos que superan la seguridad de naciones enteras. Si ellos han podido infiltrarse en una nación, es probable que sus ciudadanos carezcan de seguridad informática y que ellos sean capaces de infiltrarse en otras naciones."

Cada video apuntaba a diferentes aspectos de donde ellos habían estado, desde Leslie, Andrés y especialmente a Érica, quien era señalada directamente.

"Son unos viejos aburridos y envidiosos", dijo Érica y, bostezando de aburrimiento, recibió sus miradas y sonrió. "¿Qué? Conozco ese programa y siempre se quejan de todo lo que no sean creaciones suyas."

"Aunque no se equivocan en cuanto al peligro", dijo Nicole y, al ver que sus compañeros la miraban, señaló a Érica. "Te estás convirtiendo en un peligro para naciones enteras."

La Empresa Apicius había proporcionado núcleos para que Érica los convirtiera en clones y, para colmo, muchos soldados habían aceptado ceder sus conciencias para llenar esos clones. Soldados de rangos S de diferentes índoles y con diferentes niveles de experiencia.

Los clones estaban vigilando las ciudades de la república, y si Érica lograba reunirlos a todos, podría controlar un ejército que representaría un peligro para las naciones que no tuvieran rangos SS o SSS.

Incluso podría enfrentarse a una nación con un rango SS.

"Entregaré el control de esos clones al nuevo gobierno de la república, así que están exagerando demasiado", respondió Érica, y al ver que Nicole seguía mirándola, cambió de tema. "¿Han visto el apoyo de los ciudadanos de la república? Había imaginado que sería menor."

La poderosa maga de la cual todo el 'mundo mágico' hablaba le hizo una señal a Leslie para que pusiera algunos videos de lo que ella quería.

Nicole simplemente soltó un bufido con una sonrisa.

No era mentira que Érica iba a entregar el control de los clones, pero ella se llevaba como beneficio todas las réplicas de los soldados y, si bien los clones como espadachines no podían mostrar todo el poderío debido a la falta de aura, los magos sí eran capaces de lanzar hechizos de todo tipo.

Aquellos magos que diseñaban golems podían imitar superficialmente los métodos de Érica, pero la razón por la cual ella estaba llamando tanto la atención era porque los clones magos eran capaces de utilizar la magia como los magos normales.

¿Cuánta complejidad existía detrás del hechizo?

Nicole al final dejó de molestarla y observó los videos de los ciudadanos de la república en apoyo al nuevo gobierno.

No había duda de que muchos odiaban a Zerzura por el ataque, pero las escalas sociales en esa nación eran desiguales. Eran los ricos o sus subordinados quienes vivían con total seguridad o podían acceder a las pocas escuelas y otros servicios.

Aquellos que trabajaban en negocios más normales, los pequeños empresarios y profesionales, no tenían la misma seguridad y, a veces, derechos. Durante estos días se habían publicado miles de entrevistas que hablaban sobre la situación de las personas comunes.

Negocios familiares que quebraban por tener que pagar al gobierno y a organizaciones del bajo mundo por protección, bancos ilegales que se encargaban de secuestrar y vender a los familiares si no pagaban.

Militares, policías, organizaciones del bajo mundo y los mismos funcionarios del gobierno... La República de África Occidental era peor que los 'narcos-estados' que alguna vez existieron en Sudamérica.

Así que Nicole no se sorprendió al ver las calles de algunas ciudades con decenas de miles de personas mostrando su apoyo al gobierno o festejando la caída del anterior gobierno.

De un día para otro, las organizaciones criminales desaparecieron, los militares fueron encerrados y los funcionarios despedidos o estaban siendo juzgados.

Paralizar el gobierno también trajo críticas, pero en este punto la seguridad de la república era más alta que en otras naciones. Después de todo, no había criminales y los pocos que quedaban se enfrentaban a estatuas de hielo inteligentes. 

"Es impresionante la reputación de Zerzura", dijo Nicole y al ver que Leslie la miraba sin entender, explicó: "Imagina que el ataque lo hubiera llevado a cabo una nación como el Imperio de Sudamérica. Las personas no lo habrían esperado con los brazos abiertos".

La razón por la cual se apoyaba al nuevo gobierno no fue porque alguien movilizó los hilos para que esas marchas se realizaran. Lo cual, para Nicole, era obvio. No obstante, el apoyo venía de que Zerzura tenía una reputación que cualquier africano conocía.

Ellos abrían sus puertas a cualquiera que quisiera vivir en Zerzura y, si bien se realizaban muy pocas misiones arcas, todavía continuaban y muchos se mudaban, y Zerzura seguía manteniendo beneficios para los nuevos ciudadanos.

Tal reputación fue creada y reforzada durante años, y en este momento dio cierta sensación de esperanza para aquellos habitantes de la república.

La esperanza de ser como Zerzura o, en menor medida, ser como el Reino de Mombasa, donde antes Zerzura había intervenido militarmente y actualmente estaba en auge.

Las inversiones que se esperaban desarrollar en las próximas semanas y meses iban desde la infraestructura como carreteras y servicios de toda clase, incluyendo escuelas y hospitales, muchos de los cuales eran públicos.

Se esperaba que aparecieran cientos de gremios y empresas, y las inversiones de distintas fuentes eran cifras que solamente naciones y grandes empresas manejarían.

"¿No han pensado en invertir?" preguntó Andrés de repente, y al recibir miradas, comentó: "No tengo mucho dinero. Bueno, no tanto como me gustaría, pero me atraen las oportunidades".

¿Así que ella no era la única que lo estaba pensando?

"¿Qué tienes en mente? Si tienes un plan interesante, me encantaría invertir", preguntó Nicole y viendo que Andrés le sonreía como si creyera que hablaba de un par de cientos de miles de dólares, agregó: "Gané mucho dinero con el Emperador Víctor. Mucho, muy mucho".

A Víctor no le interesaba el dinero y cuando ella trabajó para él, pagaba lo suficiente como para que ella se considerara millonaria.

Como un rango S también podía conseguir mucho dinero limpiando mazmorras, y ese dinero era el que deseaba invertir. En cuanto al dinero sucio, ella no quería invertirlo en un amigo que pudiera ser afectado en el futuro si las cosas iban mal. 

"Me encantaría invertir en una red de investigación, pero gasté todo mi dinero en núcleos", murmuró Érica suspirando con pena.

"He dejado mi trabajo de cazadora y me quedé entrenando, así que no tengo tanto dinero, pero puedo apoyar", dijo Leslie con una sonrisa.

Andrés, al recibir las miradas de ellas, se rió al ver que ellas veían a través de él. A pesar de que él hizo parecer que tenía la idea de invertir al azar, el objetivo final era una red de información, y Andrés, como un rango S, tenía las posibilidades de crear su propia red.

"¿Tanta confianza tienen en mí?" preguntó Andrés sin ocultar un toque de vergüenza en su expresión.

"Esa pregunta no tiene sentido. Deberíamos estar hablando de negocios", dijo Nicole y con una sonrisa, comentó: "Me gustaría cerrar el trato antes de que Aurora, Liam o las autoridades de Zerzura se enteren de tu objetivo."

Nicole prefería invertir su dinero en vez de dejarlo estar en su cuenta bancaria, y Andrés era perfecto. Excelente en el trabajo, inteligente y con un código propio a la hora de aceptar trabajo, y si ella no invertía en él, se arrepentiría cuando otros se interesaran.

Aunque no lo pareciera, Liam era un tipo con mucho dinero, y ni hablar de Aurora o Alice, pero quienes mayormente lo patrocinarían serían las autoridades de Zerzura. Ya fuera el ejército o la Empresa Apicius, y ellos darían más dinero de lo que ella podía dar.

"Si lo pones así, tiene sentido", murmuró Andrés y riéndose al ver que ella hablaba seriamente, agregó: "Está bien. Cuando arme mi proyecto y lo prepare, las dejaré a ambas ser mis inversoras. Les garantizo que obtendrán beneficios".

¿Al dar su idea él no tenía claro lo que quería hacer? Sus últimas palabras, dadas con una sonrisa, llevaban confianza y ya no como un posible plan, sino como un proyecto que deseaba completar.

"También tengo que hablar con mi jefe en Rumania. Aunque la situación allá es complicada", murmuró Andrés dando un suspiro.

¿Cómo no lo sería? Edward Palmer, líder de la Asociación de Héroes, asesinó a los altos mandos del Gremio de Héroes, dejando al gremio sin cabezas que lideraran.

Todo el mundo hablaba del tema y, al igual que Zerzura, eran noticias agitadas, y lo eran más en los grupos de la Academia de Héroes.

Edward, que antes era visto como un modelo a seguir, fue acusado de asesinato y, para colmo, de individuos muy importantes.

"Las cosas deben ser difíciles para ellos. Especialmente para Rachael", supuso Nicole en calma.

"¿Difícil? Él es el centro de la organización y, aunque me agrada Rachael, ella no está a la altura de la mierda que le caerá encima", respondió Érica, y a pesar de que sonaba fría, el comentario vino de la antigua líder de esa misma asociación.

Quizás Érica no estuvo por mucho tiempo, pero ella se hizo un lugar en la Asociación y tomó el puesto durante un buen tiempo, y fue suficiente como para que se hiciera un nombre.

Aunque no fue fundadora, fue ella quien ayudó a traer buenas inversiones que ayudaron a que la asociación pudiera mantenerse por su cuenta.

"¿De verdad es tan malo?" dudó Leslie, y Érica simplemente asintió.

¿Qué razón tenía Edward para hacer lo que hizo?

******

"Gracias", dijo Aurora al sacerdote de la Iglesia del Conocimiento y, al salir de la sala, se giró hacia el interior y vio la esfera brillante en el interior.

Una esfera que permitía la comunicación mágica con Terra nova... Aurora, al salir, caminó por el pasillo de la iglesia.

No estaba en la iglesia en sí, sino en el área donde estaba la puerta a Terra nova y también el área interna de la iglesia.

Algunos podrían llamarlo la casa del Dios del Tiempo y el Espacio.

Aurora, al ver las paredes blancas, llegó al pasillo y luego siguió caminando. La prisión de la Iglesia del Tiempo y el Espacio estaba en este espacio ilimitado y aquí las personas podían ir a donde quisieran.

Un espacio que también conectaba varias iglesias y donde se podía ir a donde uno quisiera, porque el mismo espacio respondía a sus deseos.

Los pocos que entraban tenían la autoridad para hacerlo y ella era una de esas personas. Aurora ya no sabía si era por su madre y padre o simplemente porque conocía al dueño.

Al final, ella lo aprovechó y, al caminar por el pasillo, vio cómo una puerta se formaba al final del pasillo.

Las paredes de este pasillo eran de color blanco y no es que estuvieran desprovistas de color, sino que eran de un blanco mármol al igual que el suelo, excepto que el piso estaba bien decorado.

La puerta era de madera y ella, al abrirla, entró a un espacio en el cual en el centro se encontraba una caja traslúcida. Las paredes eran como vidrios transparentes y ella fue capaz de ver el interior.

Una cama simple, una estantería con un par de libros, una mesa y una silla sin nada más, y la persona que estaba leyendo un libro levantó la cabeza y le sonrió.

"Bienvenida", dijo Edward mientras se levantaba. El cabello castaño estaba arreglado y los ojos celestes brillaban.

Llevaba una túnica blanca de mago y, a pesar de estar encerrado en esta prisión, él sonreía con felicidad al verla.

"¿Cómo te encuentras?" preguntó Aurora al acercarse.

Tenía múltiples preguntas en su mente, pero hizo su pregunta honesta para averiguar su situación.

"Bien. Sin arrepentimientos", respondió Edward y, en calma, señaló. "Esta prisión me ha dado tiempo para pensar y calmarme. También es agradable no tener que ir al baño, aunque también es una pena que no tenga necesidad de comer."

A diferencia del pasillo, esta habitación tenía paredes grises que cambiaban y mutaban como si el tiempo mismo estuviera cambiando y pasando a un ritmo diferente.

Las prisiones de la Iglesia del Tiempo y el Espacio estaban diseñadas de tal manera que el tiempo afectaba a los prisioneros. En esta área venían los criminales más peligrosos y las penas eran duras.

Después de todo, el tiempo afectaba a todos por igual y aquí dentro, el tiempo era diferente.

Aurora sabía que él había estado aquí más tiempo del que había transcurrido en la realidad y, si bien suponía que no eran años, sí habían pasado uno o dos meses. Meses que eran suficientes para pensar y decidirse.

"¿Entiendes las consecuencias de tus acciones?" preguntó Aurora con seriedad y, sin poder controlarse, declaró: "La situación de los héroes es un desastre. La Asociación está en el centro de una tormenta y el gremio también. No hay nadie para dirigir a ambos. No ayudó que antes se purgaran a los altos mandos. El gremio es un cascarón vacío."

El Gremio de Héroes, antes de que Edward hiciera lo que hizo, estaba llevando juicios en contra de diferentes miembros de la organización por corrupción o cualquier trato ilegal. Esto llevó a que el gremio perdiera a muchos individuos importantes y la única razón por la cual no se paralizó fue porque los altos mandos seguían trabajando más que nunca.

Ahora era diferente. No había nadie en los puestos medios ni en los puestos altos y la organización estaba paralizada.

La Asociación de Héroes era diferente. Ellos perdieron a su líder y tenían a personas que podrían liderar, pero el problema era que estaban en el centro del mundo debido a su líder.

"¿Rachael no ha repudiado mis acciones?" preguntó Edward y, al ver que ella negaba, suspiró y murmuró: "Qué tonta. Lo primero que debe hacer como la vice-líder es apartar a la asociación de los escándalos de sus miembros."

Sonaba ligeramente gruñón y el hecho de que estuviera quejándose daba a entender que no le había informado a nadie acerca de sus acciones.

"Al final, no importa. Es probable que todos los líderes de los gremios se reúnan o que los antiguos fundadores regresen. El Anciano Harris o el Arcángel de la Guerra terminarán decidiendo el futuro del gremio de héroes y de la Asociación", dijo Edward con calma, como si estuviera dejando de preocuparse por el asunto.

Aurora lo miró fijamente.

La única razón por la cual Rachael, como la vice-líder, no repudiaba las acciones ni se distanciaba era porque todavía pensaba que él era inocente, pero el hecho de que estuviera encerrado en la prisión de una iglesia revelaba que las pruebas de la Iglesia del Orden eran contundentes.

"¿Por qué lo hiciste?" preguntó Aurora con curiosidad.

¿Por qué Edward, que había logrado crear una organización internacional y que era uno de los archimagos más prestigiosos, decidió hacer lo que hizo? Quizás Edward no era igual que los antiguos héroes, pero él creó un camino por su cuenta y lo hizo con esfuerzo, dedicación y astucia.

El joven orgulloso que ella conoció en Zerzura se había convertido en un hombre que ponía sus palabras en hechos y que mostraba lo que era capaz de lograr con su ambición.

"Entre menos sepas, mejor", dijo Edward, dando una sonrisa tranquila.

Si él le contaba sus planes, temía que las autoridades pudieran escuchar en este lugar y, sobre todo, que pudieran afectarla en el futuro. Edward se acercó a ella después de haber asesinado a los altos mandos, y la Iglesia del Orden investigaría las razones.

Si ella llegaba a conocer las razones, la situación podría terminar mal, pero...

"¿Crees que nos escuchan? Aquí no hay nadie excepto tú y yo. Ni siquiera Aión está aquí", dijo Aurora y, mirando al hombre, reveló: "Y no estaré en este planeta por mucho tiempo."

Edward frunció el ceño, pero ella continuó.

"No sé por qué estás sacrificando tanto y tomando tantos riesgos. Y si no quieres decírmelo, está bien, pero me iré y no sé cuándo vuelva", dijo Aurora y, mirando fijamente a Edward, añadió: "No puedo hacer mucho desde la iglesia, pero si lo deseas, puedo contarle tu plan a Alice. Quizás pueda ayudarte de algún modo."

Aurora sabía mejor que nadie que a Alice no le agradaba Edward, hasta el punto de que su hermana preferiría ignorarlo, y si ella se iba, su hermana también lo haría.

Sin embargo, a sus ojos, ambos eran similares. En parte, era el modo en que ambos harían lo que fuera por alcanzar sus respectivos objetivos, al punto de exceder cualquier límite que se pusieran, incluyendo los límites morales.

Edward la miró fijamente y, al final, suspiró.

"Quizás sea lo mejor."

Ella le contaba parte de su plan y él hacía lo mismo. En este momento en el que se enfrentaban a enemigos desconocidos, lo mejor era cooperar y estar juntos.


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TG - Capítulo 678
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¿Por qué?

Capítulo 678: ¿Por qué?

Aurora, al salir de la prisión de Edward luego de estar una hora hablando, suspiró y caminó de vuelta por este pasillo.

Los planes de Edward eran arriesgados, pero ese individuo los aceptó. Él estaba arriesgando su libertad y todo lo que había logrado al ponerse a sí mismo como cebo, y tenía un objetivo claro.

Aurora no podía criticarlo cuando ella, con el plan de Alice, también estaba tomando múltiples riesgos y terminaría afectando a muchas personas, desde aquellos más cercanos hasta aquellos que apenas la conocían.

¿Estaba bien lo que estaban por hacer? ¿Era lo correcto? Para Aurora, ya era tarde hacerse esa pregunta.

Ella tenía un plan y un objetivo, y quizás no fuera el único camino, pero era el único en el que podía pensar en este momento. Así que, incluso si era un camino equivocado, ella continuaría.

"No hay vuelta atrás", murmuró Aurora y volvió a caminar por el pasillo de la iglesia. Cuando llegó a la encrucijada central, se giró para mirar el pasillo hacia la entrada, pero en vez de eso, continuó caminando.

Sus pasos resonaban en este silencioso lugar y el pasillo se fue expandiendo y haciéndose más grande hasta que la habitación se convirtió en una enorme sala con pilares a cada lado.

En el fondo, había una puerta que normalmente sería el portal a Terra Nova, pero esta vez ella quería ir a otro sitio, así que, al caminar, ella abrió la puerta.

Aquí no había nadie más que ella, así que nadie la detuvo y ella forzó la puerta. Al entrar, vio un espacio de color grisáceo e ilimitado.

El suelo parecía no existir y al caminar, dio la impresión de que caminaba por el aire vacío.

Aurora siguió caminando hasta que la niebla surgió, cubriendo su campo de visión, y ella continuó, deseando encontrarse con el dueño de este lugar.

Ella no tuvo que expresar su deseo en voz alta, no cuando estaba aquí caminando sin un objetivo claro, y tal como esperaba, tuvo respuesta.

La niebla desapareció y ella entró a una sala con paredes grises y en la cual lo único que se encontraba era un asiento y una figura.

El asiento era simplemente una silla de mármol y la figura también parecía estar hecha de mármol, como si estuviera apartada del tiempo. 

"¿Podemos hablar?" preguntó Aurora, tratando de controlar todos sus pensamientos que asomaban.

No los controlaba por temor a que él leyera su mente. Lo hizo porque no quiso irse a los extremos por su nerviosismo o sus miedos.

La figura de mármol sin rostro de repente abrió los ojos y toda la figura empezó a tornarse real. La túnica se hizo real y la tela blanca no reveló ninguna mancha ni arruga mientras él se movía para mirarla.

Aurora pudo sentir la respiración de la figura, pero no pudo ver el rostro. Al igual que las estatuas, el rostro se distorsionaba y cambiaba entre un hombre de mediana edad y un adulto, sin dar detalles ni revelar ninguna característica.

También era similar con el cabello que cada vez que ella intentaba mirar no era capaz de distinguir el color o el estilo, volviendo todo extraño.

La figura parecía simple en muchos sentidos. No había aura imponente, ni una apariencia abrumadora, y si bien era extraño que no se pudieran distinguir los rasgos, no era aterrador ni tampoco daba la impresión de que era uno de los Primordiales más poderosos.

Hasta su cuñada era más extraña al convertirse en una niña.

Ambos se quedaron mirando y Aurora, sin saber cómo, sintió que él estaba tan incómodo como ella.

"¿No hay asientos?" preguntó, tratando de contener su risa.

La risa no solo era de diversión, sino que la idea de que él no era tan lejano a como había imaginado a su sistema. Un ser silencioso, que se incomodaba con algunos temas y bromas que ella hacía.

Ante su pregunta, esa entidad manifestó la silla a más de cinco metros y Aurora, al levantar la ceja, tomó la silla y se acercó al frente de él para sentarse.

"Quiero hablar, no gritar", murmuró Aurora al sentarse.

"Lo siento", respondió él en calma y mirándola, añadió: "Pensé que era lo mejor."

Ahora parecía estar hablando con una persona normal cerca del otro, pero antes estaban lejos. Aurora entendía por qué lo hizo.

Ella, al estar tan cerca, notaba la figura con mayor exactitud y le costaba mirar el rostro, ya que cambiaba constantemente. Ciertamente era extraño y en cierta medida incómodo, pero si tal extraño efecto le hubiera asustado, no estaría aquí tratando de hablar con un Primordial. 

"Era obvio", murmuró Aurora al recordar su pasado. Lo miró y murmuró, "Un espacio blanco ilimitado donde el tiempo no afectaba. Capacidades que daban la impresión de ser ilimitadas. Y siempre respondiendo a cualquier plegaria al instante, y las veces que intervenías de algún modo, yo estaba relacionada. Era obvio que mi sistema eras tú."

Ella no pudo evitar recordar las veces que él la ayudaba. Aurora le había rezado y él había respondido varias veces, quizás no fueron muchas, pero la respuesta siempre fue al instante.

También él la había ayudado de manera indirecta. Durante el primer portal abismal, fue él quien estabilizó el portal y ella suponía que no lo hacía por alguna clase de deber, sino porque ella estaba al otro lado.

La ayuda no fue brusca ni excesiva, sino delicada y sutil.

"No quería incomodar", dijo él, afirmando su idea.

La voz en calma y serena, revelando un toque de sinceridad y emociones que iba más allá de lo que ella imaginaba que sería la voz de su sistema y aún más de un Primordial. Si bien era una voz distorsionada, ella podía percibir con claridad las emociones, aunque el tono a veces era extraño.

"Desde que fuiste joven siempre quisiste hacer todo por tu cuenta. Querías que tu vida fuera tuya y lo respeto. Te ayudé en las pequeñas cosas, pero no quería solucionar tus problemas por ti", dijo él, levantando la cabeza en alto para mirarla y bajándola lentamente, añadió, "Pero no quería verte sufrir."

La voz se sentía conocida y a la vez completamente desconocida. Aurora no sabía si era por las palabras, que eran similares a lo que ella esperaría que su sistema dijera, o era porque lo había escuchado en otra parte.

Aun así, ella pudo notar la sinceridad en la voz. Una sinceridad que mostraba más de lo que ella preguntó.

"Aunque a veces algunas situaciones iban más allá de mi vista", murmuró la entidad, y Aurora por momentos percibió una media sonrisa ligeramente decaída.

Él la ayudó múltiples veces, pero fue verdad que también no solucionó todos sus problemas y preocupaciones. Ese ser no estuvo para detener a Malik cuando él asesinó toda una ciudad y tampoco estuvo en otras situaciones como el ataque terrorista a Zerzura.

Aurora no era una niña para culparlo a él de esas situaciones. A lo mejor, si él estuviera mirando todo, podría detener cualquier situación, pero ella no podía obligarlo, ni tampoco quería.

Aun así, tenía una pregunta en su mente.

"¿Por qué yo?" preguntó Aurora y cerró su puño tratando de controlar sus pensamientos y sus peores preguntas.

Jezabel le dijo que él ya no veía el futuro, y aunque ella trataba de evitarlo, tuvo sus dudas.

A lo mejor vio algo que hizo que él se acercara a ella, o quizás lo hizo por una razón en específico. Una razón que iba más allá de lo que ella podía imaginar.

¿Por qué se acercó cuando ella era una niña?

"Vi a una pequeña niña llorando en solitario, asustada y temerosa. Y sin darme cuenta me acerqué a ella para que no se sintiera sola", dijo la figura y suspirando, murmuró, "No quería asustarte al decirte quién era, así que preferí otro método para definirme y... 'Sistema' me pareció una buena opción."

"¿No es una denominación algo tonta?" preguntó Aurora de manera inconsciente y al segundo, al darse cuenta, se cubrió la boca.

La figura simplemente soltó una pequeña risa.

"Fue... y lo es. Tenía múltiples nombres para elegir, pero en ese momento fue lo único que vino a mi mente", respondió y soltando una pequeña risa incómoda, agregó, "Tampoco estoy acostumbrado a definirme."

Aurora vio cómo él se reía de manera ligera a su pequeña broma y al quedarse mirándolo fijamente, notó la incomodidad y suspiró, dando una sonrisa.

Lo esperaba. Su sistema era esa clase de individuo que trataría de ayudarla sin pensarlo demasiado, y lo hizo durante mucho tiempo.

¿No hizo lo mismo cuando ella quiso entrenar? Él la llevó a un maestro que podría haberlo puesto en evidencia, y a pesar de saber las consecuencias, la ayudó.

Aurora sentía que había algo más que lo hizo estar mirándola en primer lugar.

Podía tratarse de sus padres o de su cuñada, y ambos estaban relacionados con él, o a lo mejor era algo más, pero Aurora no quiso seguir cuestionándolo.

¿Cómo podría cuestionarlo? Él estuvo ahí para ayudarla, para cuidarla o simplemente para acompañarla antes de que su hermana estuviera.

Fue su sistema quien la ayudó a entrenar, quien la aconsejó y la apoyó, y él nunca exigió nada. Es más, siempre actuó como una conciencia responsable y le hablaba de los peligros, e incluso evitaba que ella se pusiera en peligro y le advertía sin instarla a luchar, entrenar o ayudar.

Ella no fue manipulada por él ni guiada en dirección a algún tipo de final, así que Aurora no sentía necesidad de cuestionarlo, y menos cuando ella era dueña de sus decisiones.

Ambos se quedaron en silencio y Aurora levantó la cabeza para mirarlo fijamente.

"Mi madre una vez dijo que la Tierra es la puerta para este universo, pero... ¿lo es?" dudó Aurora y centrando sus pensamientos, miró al sistema y preguntó, "¿Por qué lo es?"

Una vez su madre le contó que la Tierra era la puerta al universo, y para Aurora siempre fue exagerado. ¿Por qué la Tierra, un planeta que hace años no tenía nada notable, sería la puerta?

Ella, que había viajado a otros planetas por medio de los portales abismales, entendía que existían otros mundos con mayores características e importancia que ellos.

Planetas que tenían dioses poderosos como la naturaleza en el portal de los Zarquianos, y distintos planetas con múltiples razas y características que eran diferentes al nuestro.

¿Cuántos otros mundos existían y cuántos de ellos eran más notables que la Tierra? El universo era grande, y Aurora suponía que la vida no solamente estaba en la Tierra o en esos planetas que ella visitaba por los portales.

Sin embargo, la Tierra, por más mundana que había sido, tuvo una característica que ningún otro planeta tenía, y esa era la máquina virtual que conectó a Terra Nova.

"¿Por qué creaste la máquina de Terra Nova y cuáles fueron las consecuencias de hacerlo?" preguntó Aurora con seriedad.

A diferencia de antes, cuando ella estaba haciendo preguntas más personales, esta vez él pareció más relajado al escucharla y luego levantó su dedo apuntando al cielo.

"Lo hice por tu hermano y mi sobrina", respondió él y, viendo que ella seguía atenta sabiendo que no era todo, añadió, "Y porque si no lo hubiera hecho, ellos habrían destruido este y otros universos."

Aurora, que entendía, sentía que su hermano y su sobrina no eran toda la explicación, se quedó totalmente en silencio al escuchar la última parte.

Ellos...

"En la línea de tiempo original en la que yo no intervine, su encuentro no fue tan pacífico como lo fue en esta línea", dijo Aión y movió sus dedos.

Aurora, que estaba sentada, se afirmó al asiento al ver que todo a su alrededor se distorsionaba y al darse cuenta de que una visión estaba formándose, se concentró y observó.

Esperando la respuesta a su pregunta.


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