Tierra 2.
Capítulo 687: Tierra 2.
Un tintineó de alarma sonó en una habitación cuya única luz provenía de varias pantallas holográficas y Liam que había quedado dormido despertó.
Lo primero que hizo fue mirar la pantalla en donde se encontraba un mensaje en el cual no se encontraba ninguna información… Él que había utilizado todas sus capacidades y cartas no había encontrado nada relacionado a Aurora.
Se infiltró en el gigante del norte, prácticamente invadiendo todos los sistemas de seguridad de las mayores organizaciones en esa nación. Ya fuera el gobierno u organizaciones independientes.
Él investigó a todo aquel que pudiera obtener información que buscaba.
Investigó los sistemas militares del gigante del norte, sus departamentos de inteligencias y de seguridad. Fue por los gremios, militares, políticos o cualquiera que pudiera ofrecerle algo de información sobre la ‘muerte’ de Aurora.
Y ahora no encontró nada relacionado.
Aun así, sus ojos ligeramente rojos por la falta de sueño, se enfocaron en la pantalla y él volvió a mover sus dedos cambiando de pantalla y viendo varias pantallas de carga diferente.
“Si ellos no tienen nada otros lo tendrán. Dudó que no existan rastros.” Murmuró Liam en voz baja.
Su voz llevaba un cansancio extremo, pero era normal.
Aurora fue asesinada y su cuerpo fue encontrado en el mar atlántico… Tal era la información que se obtuvo.
Desde hace dos semanas que sucedió ese hecho, las cosas se volvieron agitadas. El gigante del norte prestó ayuda, pero el militar que tuvo contacto por última vez con Aurora había desaparecido.
Liam investigó por completo el historial de ese militar y encontró muchas cosas, entre ellos pudo encontrar posibles ubicaciones que informó a Alice, pero luego de eso… Nada.
El militar que por última vez tuvo contacto con Aurora, tenía la autoridad de manejar el portal y era más, el ofrecimiento de usar los portales para moverse entre naciones era normal.
Especialmente cuando se trataban de diplomáticos importantes.
El portal que se utilizó no tenía ningún arreglo, o fallo. Las cámaras mostraron el momento que Aurora se movió al portal, pero luego de eso no se encontró nada más.
Los primeros que notaron la anormalidad en el mar atlántico fue la marina de la ciudad Atlántida y era normal que alguien se enterara de que algo sucedía, ya que Aurora era un rango SS y su poderío afectaría cualquier radar cercano.
Liam mirando fijamente en la pantalla movió sus pies con impaciencia y…
“Deberías descansar.” La voz de Atenea sonó en sus oídos y como él no respondió, añadió. “No deberías ser imprudente… O si lo eres al menos déjame ayudarte.”
La voz clara y seca de Atenea llevaba preocupación tanto por su estado físico como por sus acciones.
Liam era bueno para manejar información y para infiltrarse en los mejores sistemas de seguridad, pero incluso él requería tiempo para lograrlo y más cuando a donde entró fue al gigante del norte.
Los “Estados Unidos de América del Norte” eran una potencia a la par con la Unión Europea o con el Imperio de Sudamérica. Quizás a nivel tecnológico no eran comparables a la Ciudad Atlántica y la Empresa Cosmos, pero a nivel de mano de obra resaltaban sobre otras naciones.
Liam no confió en la información que ellos le dieron, así que optó por otro enfoque. Uno en donde él descubriera toda la verdad y por tal razón se arriesgó a infiltrarse en ellos.
Lamentablemente no obtuvo nada…
“O estoy buscando en el sistema equivocado.” Murmuró Liam al ver que algunos departamentos de seguridad de ese gigante tenían múltiples enfoques con respecto a almacenar información.
Se utilizaban medios mágicos y psíquicos tanto para la comunicación como para almacenar todo tipo de información e incluso algunos sistemas eran físicos, lo que significaba que la información estaba en papel.
¿Era posible que él no encontrara nada por esa razón?
Tal pregunta lo hizo chasquear la lengua con molestia e ira.
“Mierda…” Murmuró en voz alta y dejó caer en la silla mirando el techo de su habitación.
La casa… Su casa estaba en silencio, pero no era el silencio cómodo de siempre. Era un silencio lúgubre y agobiante.
Aurora ya no estaba y su falta de presencia resaltaba con un énfasis que él no se imaginaba.
Su jefa era una persona curiosa en muchos sentidos. Tanto sus secretos, como sus fortalezas y debilidades y a pesar de que él siempre mantuvo una relación de ‘jefe’ y ‘empleado’, la realidad era que las conocía.
Y tal conocimiento era suficiente como para que él no creyera en lo que sucedió.
¿Cómo era posible creerlo? Aurora Campbell era la Protectora de Zerzura y también la Primera Heroína.
Una persona cuya historia fue formada desde que era una adolescente y Liam sabía que ocultaba secretos y que no era alguien que muriera fácilmente… Así que era imposible que muriera.
“Tch…”
Liam volvió a chasquear la lengua y volvió a mover sus dedos por el teclado buscando alguna manera de acelerar algunos procedimientos.
Aurora hija de Agatha y Antón Campbell dos pesos pesados de la iglesia que estaban en contacto con un dios Primordial.… Liam había visto los secretos de la iglesia y si bien dejo de mirar cuando se dio cuenta de que las cosas eran más problemáticas de lo que parecía, no significaba que fuera un tonto.
Agatha tenía un poder en la iglesia que nadie podía igualar y del mismo modo estaba en contacto con un dios que era más diferente de lo que todos pensaban…
“…” Liam movió sus dedos dejando de pensar en ese dios y se centró en lo que tenía al frente de él.
Aurora no estaba muerta. Liam estaba seguro de ello. Era una confianza en su ‘jefa’ que superaba lo que cualquier otro podía imaginar.
Era confianza respaldada en conocer a los padres de Aurora, en conocer secretos de la iglesia y en estar al lado de ambas hermanas durante mucho tiempo.
“¿Cómo esta Alice?” Preguntó Liam en voz baja mientras preparaba su siguiente paso.
“Ella está volviendo de la Empresa Apicius luego de asistir al funeral. Ha rechazado la comunicación con las autoridades y James se ha encargado de cubrirla.” Respondió Atenea en calma.
Para Liam otra de las razones por la cual no podía creer que Aurora no había muerto era Alice.
Como alguien que había visto a ambas hermanas pasar por muchas situaciones y que había estado cerca de ambas durante años, entendía la estrechez de la relación entre ambas.
Alice no era alguien que se quedaría quieta y la mejor prueba era cuando Aurora recibió un disparo en Jerusalén. Tal evento que fue encubierto se mostró a una Alice fuera de sí, pero ahora era diferente.
Alice estaba en una calma tan serena que daba miedo. Algunos suponían que era la forma de esa joven mujer de hacer luto, pero no para él.
“Alice no me la está dejando fácil…” Murmuró Liam dando una media sonrisa.
Llevaba dos semanas poder dormir como correspondía y las pocas veces que cayó dormido fue porque su cuerpo no podía resistir. Tampoco salió de su habitación y él buscó información sobre lo que sucedió a Aurora, pero no solamente para buscar a los culpables, sino que para encontrar la verdad.
Solo necesitaba una pista por más pequeña que fuera que su idea obtuviera fuerza.
“Aunque las pruebas estén en contra de tu teoría, creó que en ti.”
Las palabras que sonaron en su oído hicieron que Liam diera una pequeña sonrisa a pesar de que la frase era desconcertantes.
Las pruebas apuntaban a que Aurora estaba muerta. El cuerpo que se encontró tenía el ADN de Aurora, sus pertenencias y todo para identificarla. La iglesia vio el pasado y a pesar de que la mayor parte estaba borrosa, lo poco que se recolectó apuntaba a Aurora.
Ya fuera medios mágicos, psionico, espirituales o tecnológicos apuntaban al mismo punto. Aurora estaba muerta.
Y por tal su idea de que Aurora seguía viva era un sin sentido que sonaba más como un engaño de una persona desesperada que no quería ver la realidad.
“Gracias por entender.” Murmuró Liam y viendo que su pantalla se bloqueó cuando estuvo por hacer una última acción, añadió. “Necesito que te centres en la ciudad. Las cosas se complicarán ahora que Aurora no está… Y Alice no será de ayuda, así que todo depende de nosotros.”
Alice no le hablaba y las pocas veces que venía a la casa lo ignoraba lo que llevó a que el no pudiera preguntarle honestamente que pasaba… Y tampoco se atrevía.
Estaba solo en esto y si su idea era solamente la esperanza de un desesperado significaba que realizar esta pregunta o involucrar a otros causaría más daño que bien.
O en caso de que su idea era correcta y él empezaba a pedir ayuda a otras personas o incluirlos en su búsqueda significaría que lo que fuera que Aurora planeó, él podía hacer que fracasara.
Así que, si su idea era correcta o incorrecta, él tenía que lidiar con la búsqueda de la verdad y luego con la respuesta.
“Entiendo. Aun así, no es recomendable infiltrarse en la Iglesia del Orden usando la misma puerta trasera que has usado antes.” La voz de Atenea volvió a sonar y Liam miró la ventana en su pantalla.
Necesitaba una pista para asegurarse de que su idea era correcta y si Alice no la ofrecía, entonces necesitaba encontrarla por sí mismo.
Una respuesta estaba en la Iglesia del Orden. Específicamente aquel que dio profecías de Aurora con los portales abismales.
Si bien las profecías y visiones no eran completamente correctas, aun así, le daría una pista sobre la verdad… ¿Las profecías de Aurora seguían o acabaron? ¿El profeta vio lo que sucedió?
“Una respuesta es suficiente.” Murmuró Liam al presionar el botón para que el proceso comenzara.
Atenea estaba en lo correcto. Él estaba siendo imprudente, ya que utilizar una puerta trasera que había dejado hace tiempo era sumamente imprudente.
Si bien él confiaba en sus habilidades, la seguridad de la iglesia seguramente habría mejorado y la posibilidad de que esa puerta trasera fuera dejado como una trampa existía.
Aun así, lo hizo debido a que tratar de infiltrarse de vuelta desde cero demoraría más tiempo de lo normal y él requería una respuesta rápida.
¿Qué pasaba si era un plan? Para Liam era raro que Aurora hiciera algo como esto, pero a la vez concordaba un poco.
Aurora no pondría en peligro a inocentes, pero si era ella misma, entonces la situación cambiaba. Aun así, tampoco parecía alguien que hiciera sufrir a otros, pero últimamente las cosas se estaban saliendo de control y quizás esto era necesario.
Liam podía pensar miles de escenarios y posibilidades, pero todos eran teorías y por tal razón era necesario una respuesta clara.
“Alice está llegando en este momento al edificio.” El aviso de Atenea hizo que Liam se levantara de su silla.
Abandonó la sala de control y se dirigió a la sala principal y apenas llegó, la puerta se abrió.
Alice llevando un vestido negro y un velo negro traslucido entró.
“Lo siento por no asistir al funeral, yo…” Liam estuvo hablando a Alice que se dirigía al ascensor, pero a mitad de caminó notó por el velo como los ojos de Alice estaban completamente negros.
Él no había ido al funeral porque seguía trabajando y también porque no aceptaba el funeral, pero quiso disculparse por su acción.
Sin embargo, Alice ni siquiera lo notó, simplemente caminó al ascensor y como si se estuviera moviendo mecánicamente, ella subió.
Lo ignoró por completo y no era como si ella hiciera como si él no existía, simplemente Alice parecía no estar aquí.
¿Era una habilidad, un artefacto de ilusión o algo más? Liam simplemente suspiró al darse cuenta de que Alice no iba a responder no importa lo que le preguntara.
Antes de que él pudiera volver a su búsqueda sintió energía mágica en la entrada y luego la advertencia de Atenea que se trataba del antiguo grupo de estudiantes y del grupo de Akira.
Luego de que el movimiento espacial fue aceptado, quien entró primero fue Nicole cuyos ojos estaban rojos de lágrimas, seguido de Leslie en un estado similar.
Luego entró Andrés que estaba serio y luego Clémentine que mostraba seriedad y al final de ese grupo entro Érica cuyo rostro era frío.
Entonces vino Akira, Shao Ya, Oscar, Aeko y Santiago seguido de Rupert y Cesar que controlaron su tamaño.
“¿Alice está arriba? Necesitamos hablar con ella.” Dijo Akira con una voz ligeramente fría y temblorosa.
Liam observó al antiguo grupo de estudiantes y en los ojos de ellos notó una frialdad fácilmente discernible. Él supo lo que ellos buscaban y lo que querían.
Venganza.
Akira y los demás no esperaron su respuesta, simplemente abrió un portal y entraron llevando a que Liam les diera una mirada a los mayores del grupo.
Shao Ya llevaba una expresión preocupada y le asintió en calma mientras que Oscar de inmediato intervino.
“Vayan. Nos quedaremos aquí.” Dijo Oscar mientras le daba una mirada a Rupert y Cesar para que desistieran.
Santiago y Aeko también suspiraron y Liam simplemente entró al portal junto a Shao Ya.
Estaba agradecido de que Cesar simplemente se cruzara de brazos esperando al igual que Rupert que siguió su ejemplo.
Liam al entrar al portal respiró hondo y luego exhaló tratando de controlar su expresión y al llegar le dio un asentimiento sigiloso de apoyo a Shao Ya.
Él y ella eran los mayores y el problema con Akira y los demás era su juventud como su talento. La juventud significa imprudencia y el talento traía confianza para ser imprudente.
Liam no era tan viejo y era imprudente, pero por esa misma razón entendía los peligros que esa imprudencia significaba. Peligro que ahora completamente desconocía.
Si Aurora le hubiera mencionado algo él habría podido adaptarse y tratar de maniobrar entre los estudiantes y Akira, pero ahora estaba a ciegas.
Este es mi trabajo…
Tal pensamiento vino a su cabeza cuando siguió a los estudiantes a la biblioteca privada de Alice, en donde ella se encontraba.
“¿Entonces que vamos a hacer?” Preguntó Akira al entrar a la biblioteca mirando a Alice que estaba tiesa en el asiento sin moverse.
Todavía mantenía su velo y parecía prácticamente una muñeca inmóvil, pero apenas escuchó la voz levantó la cabeza devolviendo la mirada a los invitados que acababan de interrumpirla.
A través del velo Liam notó como los ojos negros volvían a la normalidad y él no fue el único que lo notó.
“Debemos empezar con el gigante del norte. Los satélites militares detectaron la anomalía media hora antes que la Ciudad Atlántida, pero se desecharon tal información como error y se borró los rastros.” Dijo Nicole con frialdad.
Liam frunció el ceño. Él había investigado todo lo que pudo, pero entendía que su búsqueda no era infalible y que a veces no podía encontrar todo.
Lo que le llamaba la atención no era la información, sino que la fuente. ¿El Imperio Sudamericano? Nicole era la aprendiz del Emperador Víctor y era probable que tuviera acceso a más información de lo que él podía obtener.
Después de todo, el Imperio de Sudamérica un gigantesco respaldo mientras que él era una persona haciendo todo el trabajo.
“Tal información no fue enviada. Es necesario investigar.” Dijo Akira de inmediato.
“Puedo hacerlo.” Respondió Nicole y al recibir miradas en ella, añadió. “Mi maestro me dio las herramientas para conseguirlo.”
Nicole ignoró las miradas y al hablar de su ‘maestro’ dejó en claro que no estaba sola.
Liam notó la mirada de Shao Ya en él, pero no supo que decir. La situación se estaba descontrolando poco a poco y se le estaba yendo de las manos.
La situación ya era compleja. La mayoría era más fuerte que él e incluso Andrés podría superarlo con facilidad gracias a Luna que lo acompañaba.
¿Debería optar por decirle que involucrarse con una nación tan grande podría llevarlos preso? Él no era el mejor candidato para hablar de ilegalidad y menos cuando ya había cometido delitos cibernéticos y lo estaba cometiendo en este momento.
¿Quizás hablarle de que ser marcados como criminales podría arruinarles su reputación y sus vidas? El problema era que una persona importante para ellos murió y no era probable que desistieran por una amenaza.
Como si su silencio fuera aprovechado, Leslie que antes estuvo en silencio hablo.
“Voy a ver en la información de la empresa de mi padre donde podemos empezar para investigar.” Dijo Leslie.
“Yo puedo encontrar las bases secretas del gigante del norte sobre el mar atlántico. Lo que necesitamos es chequear la seguridad. ¿Qué tipo de seguridad podemos encontrarnos?” Replicó Nicole en calma.
“Puedo encargarme de la seguridad tecnológica. Tengo confianza en que podremos acceder cualquier medio de seguridad tecnológica.” Dijo Andrés y…
“Me encargó de lo psionico. ¿Érica crees que puedes evitar medios mágicos?” Preguntó Clémentine.
Liam al observar la determinación de cada uno de ellos y como planeaban supo que cualquier cosa que dijera en este momento iba a ser contraproducente.
Sin embargo, él no supo que hacer. No se le ocurrían maneras de detenerlos y sus formas para tratar de evitar que ellos se metieron en problemas no iban a funcionar.
El grupo ya no eran niños. Akira no era esa joven estudiante que vino a la ciudad, era una poderosa maestra de un importante gremio en Japón.
Clémentine un psionico de rango S cuyo potencial era reconocido incluso por el Fénix un rango SSS. Leslie era una talentosa maestra de armas que tenía el respaldo de su padre y la Empresa Taranis.
Andrés que normalmente era él más tranquilo era hábil y por sobretodo tenia a Luna, una fuerza que en los medios virtuales era imparable. Del otro lado estaba Érica, que en este punto era un rango SS y cuya fama ya era mundial.
Ni hablar de Nicole que tenía una relación estrecha con el Emperador Víctor y por su historial de misiones en Zerzura, se notaba como alguien que se había ensuciado las manos muchas veces.
Aquí ya no estaban estudiantes. Estaban hombres y mujeres que forjaron su camino y solo había dos personas que podían detenerlos en este momento.
Aurora que era el centro de confianza y respeto y la otra… Liam observó a Alice que estaba en silencio.
Un error en esta misión que se armó de la nada podría llevar a que ellos se convirtieran en criminales y para Liam no era correcto. Cada uno de ellos tenían potencial para hacer grandes cosas y a diferencia de él, esas grandes cosas no podían lograrse desde la clandestinidad, ni como un proscrito criminal.
Así que esperó a Alice y…
“¿De que servirá todo esto?” Preguntó Alice con una voz fría e indiferente. Sus ojos no mostraban emoción ni sentimiento, simplemente frialdad pura. “Investigaran y no encontraran nada. Y no importa cuánto busquen al final no cambia el hecho de que Aurora está muerta.”
Esa última parte fue como una bomba que llevo al grupo a un sinfín de emociones.
Liam hizo una señal a Shao Ya para que no interviniera y él observó como las reacciones empezaban. Nicole apretó el puño con fuerza, Akira se mordió los labios, Leslie agarró inconscientemente la mano de Andrés como si buscara alguien para sostenerse y Clémentine trató de calmar sus emociones mientras que la única que permaneció serena fue Érica, cuyo rostro y ojos se mantuvieron fríos.
“¡Aun así debemos vengarnos! Esos bastardos… ¡Esos bastardos nos quitaron a Aurora!” Gritó Akira y aunque intentó calmar su voz temblorosa no pudo. “Me quitaron a mi amiga… Te quitaron a tu hermana.”
El dolor en su voz era profundo. Aparte de él y Alice, Akira era la que más conocía a Aurora y una de las personas más cercanas.
Eran amigas y quizás con una profundidad mayor de lo que Liam podía imaginar.
Ante tal dolor…
“Ya estoy cansada.” Dijo Alice y observando a Akira a los ojos, comentó. “Aurora siempre me metía en problemas. ‘Hay que salvar a los inocentes’, ‘hay que ayudar a otros’, ‘asumir las responsabilidades’. Siempre era lo mismo. Todo este tiempo fue una molestia, una carga, un limitante.”
Su voz fría e indiferente logró que incluso Liam tuviera escalofríos, pero a diferencia de los demás que estaban sorprendidos por esas palabras, él mantuvo sus ojos en Alice que dio una sonrisa.
“Ahora que ella ya no está más, soy libre.” Alice soltó tal declaración y la sonrisa que dio fue de alguien que estaba bien con lo que sucedía.
Una honesta sonrisa que expresaba su mayor y más profundo deseo… Libertad.
Los demás sintieron que sus palabras eran honestas y reales, pero no para Liam. Él recordó las veces que Aurora sobornaba a su hermana con comida y las veces que ambas regresaban de misiones o luego de esos tours de comidas que ambas tomaban.
Alice disfrutaba seguir a su hermana, pero su declaración no era mentira. Liam no podía negar la veracidad en la voz de Alice.
Ahora que Aurora no estaba Alice era libre de las restricciones que su hermana le imponía… Tal restricción que la limitaba en muchos sentidos ahora no estaba.
Liam lo supo de inmediato. Alice no mentía.
¿Qué pasaba si este era un plan de Aurora y Alice? ¿Qué tal si ambas ocultaban algo? ¿Qué tal si Alice era la única que sabía de este plan? El problema con Alice ahora que no tenía a su hermana era que no tenía nada que la detuviera.
Podía ignorarlos como estuvo haciendo o simplemente mentirles.
Sin embargo, solamente él que todavía mantenía esa esperanza vio a través de Alice. Entre la verdad y mentiras que esa glotona hábilmente lanzaba.
Alguien se movió antes que todos y…
“…” Un golpe resonó cuando Akira abofeteó a Alice y todos se quedaron tiesos.
Si primero fue por la audacia de Akira cuyos ojos estaban lagrimosos luego fue por la presencia tan antinatural que fue liberada. No fue una presión aplastante, fue algo peor.
Un sentimiento escalofriante que únicamente alguien como Alice podía dar. Tal fue el miedo instintivo que Liam sintió y él se quedó tieso, sudando frio mientras veía a esa mujer girar su cabeza y mirar a Akira.
Alice se levantó mirando a Akira que dio un paso atrás y fue en ese momento que Érica intervino entre ambos.
“Es suficiente. Ninguna de nosotras estamos en nuestro mejor estado mental. Es mejor dejar el tema por ahora.” Dijo Érica y mirando a Alice, señaló. “Todo sufrimos el luto de diferentes formas, pero no es necesario excederse Alice.”
Tales palabras no eran un engaño. La expresión de Érica cada vez que Liam la había visto era seria y fría, dando la impresión de que su modo de luto era uno en donde no lidiaba con las emociones o al menos no públicamente.
No era una mirada indiferente, pero si fría al punto de que era imposible discernir qué era lo que estaba pensando o sintiendo.
Alice simplemente se giró ignorándolas y Shao Ya tomó su momento para que todos salieran y la dejaran sola.
Liam salió junto a ellos, pero su mente no estaba totalmente enfocada y cuando la mayoría de los visitantes entraron al portal para volver a la sala, él le hizo una señal a Shao Ya que fuera sin él.
Entonces volvió a la habitación.
Su mente estaba pensando en las palabras de Alice… No era mentira que Alice era libre, pero él sintió que esta era la respuesta que buscaba y volvió para confirmarla.
Sin embargo, al entrar de vuelta a la biblioteca notó que Alice ya no estaba.
“Ambas hermanas hacen mi trabajo una pesadilla.” Murmuró Liam dando un suspiro que luego se convirtió en una sonrisa.
Las palabras de Alice le hicieron pensar que su idea era correcta. Aquí había un plan, uno que probablemente solamente Alice conocía.
El problema de Alice era que ahora sin que Aurora estuviera presente, ella podía no seguir el plan correctamente. Si era cierto, entonces tenía sentido que los padres de que ambas hermanas no hubieran vuelto y que incluso la iglesia no interviniera como se debía.
Ahora que él ya había confirmado su idea necesitaba seguir con su trabajo. No solamente mantener todo lo que había hecho, sino que encargarse de los estudiantes a los cuales Alice parecía ignorar por completo.
Liam lo pensó de inmediato y luego abrió un portal a la sala y notando que todo estaba en silencio, él se adelantó.
“Es inútil infiltrarse. Es un plan arriesgado. Si los radares detectaron algo y los militares lo borraron entonces necesitamos encontrar pruebas. Buscaremos entre quienes trabajan en esas bases militares, la familia de esas personas y conocidos. Es imposible silenciar todo y menos borrarlo.” Dijo Liam en calma atrayendo la atención de todos. “Infiltrarse directamente debe ser nuestra última opción.”
Él no era el mejor para detenerlos, pero si para guiarlos. Tenía experiencia y un largo historial criminal que, si bien no siempre había salido bien, tenía una alta tasa de éxito.
Si algo se le paso en la investigación entonces necesitaba investigar con mayor profundidad, pero para mantener ocupado al grupo no era suficiente.
“Tampoco podemos olvidarnos de África. Aurora es la razón por la cual los malhechores de este continente han controlado su ambición y ahora que ella no está las cosas volverán a ser caóticas.” Dijo Liam y mirando al grupo, añadió. “Vamos a necesitar ayuda.”
La ayuda aquí no era cooperación con los militares, sino que también se trataba de trabajos que solamente ellos debían hacer. El trabajo que realizaba Aurora.
Quizás no podrían llenar el lugar de lo que la Protectora de Zerzura significaba para todo este continente, pero no era necesario ocupar el lugar. Simplemente necesitaban mantener todo en orden hasta que la verdadera protectora volviera.
Liam sonrió internamente al ver que el grupo estaba un poco entusiasmado con la idea de tener un objetivo.
Quizás él no sabía lo que sucedía con Aurora y Alice, pero nunca fue necesario conocer toda la verdad para hacer su trabajo.
******
“Un poco excesivo no crees.”
Un hombre de ojos rojos dijo esas palabras con una sonrisa mirando su mejilla.
Alice no sintió el golpe, aunque si fue sorprendida de que Akira tuviera el coraje de golpearla.
¿Fue la ira de Akira por sus palabras? ¿Su estado emocional? Alice ignoró esas preguntas y miró al idiota que la acompañaba.
Ese hombre de ojos rojos le dio una sonrisa al ver que ella lo miraba y Alice se abstuvo de insultarlo como siempre hacia.
“Es hora de comenzar.” Dijo Alice en calma.
Ella había estado al lado de Hermes durante las dos semanas desde que Aurora había dejado este mundo y durante ese tiempo estuvieron planeando todo lo que se necesitaba hacer antes de que Aurora volviera.
Y lo primero era…
“Eliminar a la Sociedad de Asesinos.” Respondió Hermes y sonriendo, añadió. “Me agrada hay muchos lugares por donde iniciar.”
El primer objetivo era eliminar la Sociedad de Asesinos. Si ella podía encontrar a la persona de la cual el tirador Jake hablaba entonces podría obtener grandes beneficios, en caso contrario reducía la fuerza enemiga y para Alice era suficiente.
Búsqueda.
Capítulo 688: Búsqueda.
Aurora contempló la granja del “Viejo Ed”. La granja a la cual alto wyvern de alto rango atacaron no era pequeña, sino que, todo lo contrario.
Más de diez kilómetros era el terreno principal donde toda clase de animales se encontraban. Divididos en pequeñas secciones con hábitats distintas que iban desde lo terrestre, acuático y aéreo.
Diez kilómetros parecían ser poco para una granja en la que se encontraban animales de todo tipo, pero la granja era una formación mágica que distorsionaba el espacio creando este extenso interior.
Aurora dejó de mirar a los animales. No era que le pareciera normal ver algún tipo de vaca con piel de piedra o aquel pato, que en realidad parecía etéreo, sino que el lugar de por si era ya sorprendente.
Ella se giró a donde había venido y vio el camino a la granja y luego volvió a mirar este extenso espacio que a espalda quedaba a la vista una extensa cordillera montañosa.
Si uno miraba a la derecha vería un mar que Aurora no había visto antes y a la izquierda se podía ver un desierto. Este era un espacio mágico que conectaba a varios sitios desconocidos.
“¿Debería acostumbrarme?” Murmuró Aurora y volvió a caminar en dirección de la casa del granjero.
La casa era ‘simple’. Una casa de granja de dos pisos, con grandes ventanales y un jardín lleno de todo tipo de plantas.
Este tipo de casa se podría ver en cualquier parte de la tierra, pero la ubicación y todo lo que lo rodeaba era lo extraordinario.
Aurora había escuchado historias de Terra Nova. Esas historias de fantasía de dragones que guardaban castillos y palacios en un pequeño sitio o las historias de individuos poderosos con cientos o miles de años que podían ser el vecino del lado, pero no sabía si esto era tan normal en este mundo.
¿Era común encontrarse este tipo de escenario? ¿O este pueblo era lo raro? Al final a Aurora no pensó demasiado en ello y siguió su caminata.
Al estar acercándose mirando los animales notó que un hombre salía de la casa y Aurora vio al viejo Ed acercarse a esperarla en la entrada.
El ‘Viejo’ Ed no era como se esperaría de alguien anciano. Un hombre en sus cuarenta y tantos, con un físico cuidado que daba la impresión de que el trabajo de granja ayudaba con su musculatura.
Los ojos y el cabello eran azules y lo único que lo diferenciaba de un humano normal era las branquias en el cuello y las largas orejas similares a los de un elfo.
Quitando ese detalle era un hombre de mediana edad de piel blanca, excepto si alguien se quedaba fija en los ojos azules que detonaban una sabiduría de cientos de años.
“Hola, Señor Ed. Vine por el trabajo de la plaga.” Dijo Aurora al acercarse a la entrada y dio la mano en saludo.
“Si me avisaron. Estoy agradecido de que alguien tome este trabajo. Últimamente han sido una molestia.” Respondió el Viejo Ed con un suspiro y haciéndole una señal apunto a la casa. “No puedo estar vigilando todas partes y ellos saben cómo entrar cuando no estoy cuidando todo.”
Aurora asintió mostrando calma, pero su mente no podía evitar tener preguntas en su mente.
¿Cuán poderoso era el hombre? Tal pregunta era recurrente en la ‘Pueblo de Novatos’ en donde se encontraba, pero aquí era diferente. La presencia del hombre parecía simple y sus instintos le decían que lo era, aun así, la sensación de que había algo mas era intensa.
¿Se debía a la naturalidad del hombre para mezclarse con los alrededores? ¿O quizás se debía al lugar en el que se encontraba?
“¿Quieres tomar algo antes de partir?” Preguntó el Viejo Ed sonriéndole como si entendiera su mirada.
“No, no. No es necesario.” Respondió Aurora con rapidez y dando una media sonrisa, añadió. “Lo siento. Todavía no me acostumbro a este lugar.”
Fue honesta. En parte fue porque no quería que el hombre sintiera que ella estaba siendo irrespetuosa mirándolo tan fijamente y tratando de ‘entender’ la fuerza de la otra persona, pero a la vez era cierto que no podía acostumbrarse.
Una cosa era no acostumbrarse a la energía mágica y otra muy diferente era tratar de adaptarse al sentido común de este mundo.
“No te preocupes es normal. A los jugadores de la tierra le paso lo mismo.” Dijo el Viejo Ed sorprendiendo a Aurora y viendo su reacción, añadió. “El pueblo de novatos fue donde ‘iniciaban sesión’ muchos jugadores. Nosotros nos reunimos para dar misiones y ayudar, pero con el tiempo nos terminó gustando y muchos nos quedamos a vivir aquí.”
Aurora estaba sorprendida de la compararan con un jugador, ya que esta era la primera vez que alguien hablaba de su origen. Todos en el pueblo la recibieron a pesar de que era extraño que alguien desconocido llegara y más a en este pueblo que parecía estar aislado.
Sin embargo, ahora con las palabras del hombre Aurora le encontró sentido.
Un pueblo donde poderosos se reunían y ayudaban a los novatos a salir al mundo a adaptarse al mundo de Terra nova. Tal escenario era sumamente representativo para ella.
Aurora no solamente estaba adaptándose a la energía mágica, sino que, a la moneda local, a comprar o a aceptar misiones y básicamente a ‘vivir’ en este mundo y todo fue gracias a que aquí la aceptaron.
“Bueno, aunque nunca vi a una terrícola recién llegada tan fuerte como tú.” Dijo el hombre con una risa honesta y manteniendo esa sonrisa, añadió. “Si terminas la caza satisfactoriamente te daré algunas recompensas extra de la granja.”
Junto a esas palabras el hombre saco una botella de lo que Aurora podía percibir como jugo y se la entregó.
“Sé que a los jugadores le gusta las recompensas extras cuando hacen misiones.” Añadió el hombre en calma.
¿Esto era un juego? Aurora parpadeó, pero como la bebida se veía bastante refrescante ella la recibió agradecida y luego se separó en dirección a la cordillera montañosa.
Despidiéndose del hombre abrió la bebida y al tomar un tragó, suspiró.
“Es delicioso.” Murmuró Aurora en calma.
La refrescante bebida de color naranjado contenía una energía mágica intensa. Aurora no iba a decir que nunca lo había probado una bebida de este estilo ya que era hermana de una glotona gourmet que tenía suficiente dinero como para obtener todo tipo de delicias, aun así, esto era bueno.
¿Así fue como los jugadores durante el tiempo de ‘Terra nova’ eran tratados? Aurora suponía que los jugadores empezaron con misiones vacías y del más bajo nivel, muy diferente a las misiones que a ella le daban. No obstante, creía que la dinámica era similar.
Uno recibía misiones de los locales, se adaptaba, ganaba experiencia y de vez en cuando recompensas y luego salía al mundo. Al verdadero mundo.
“Tal vez sea la energía mágica o las leyes del universo.” Murmuró Aurora pensando en porque se necesitaba estar en este sitio.
Ella suponía que quedarse aquí para adaptarse a la energía mágica, los valores y el sentido común no era la única razón. La Tierra y Terra nova eran dos universos diferentes en magnitudes inimaginables.
Con solamente decir que en Terra nova los seres vivos podían subir de nivel dejaba en claro que tan diferente eran ambos universos. Una diferencia primordial.
Por supuesto, también era probable que hubiera más razones naturales que a ella se le escapaban. Terra nova era considerado un mundo en donde los dioses andaban a sus anchas sin ninguna atadura, así que la diferencia podía ser más profunda.
Aurora no detuvo sus pasos a pesar de que estaba reflexionando sobre temas que no entendía y cuando llegó a la parte trasera de la granja cruzó una fría capa y apareció en un denso bosque que al frente revelaba el pie de una extensa y frondosa montaña.
La primera montaña que ella se encontró era verde y no era por los calores de la tierra, sino que del denso bosque que cubría tal montaña y cuando ella miraba a lo lejos por toda la cordillera frontal visible era lo mismo.
Densas montañas verdes que creaban una extensa cordillera verdosa que cubría todo su campo de visión.
Aurora al estar en un sitio desconocido respiró hondo atrayendo toda la energía mágica y luego ocultó su presencia y se forzó para evitar atraer la energía mágica.
Era como parar aguantar el aliento, pero a la vez diferente. La similitud provenía de que ella dejaba de absorber energía mágica y sentía ese sentimiento de estar ‘aguantando’ el aliento como si tratara de nadar.
La diferencia era que podía seguir respirando normal y que ese sentimiento podía durar horas. Aun así, por más incómodo que fuera ella continuo mientras se equipaba con su armadura y trataba de disminuir su presencia.
Esta no era la primera aventura en este mundo y si bien las otras misiones fueron más directas, ella sabía que todavía no se había adaptado a este mundo. Necesitaba ser cuidadosa con cada paso que daba y no solamente ocultar su presencia, sino que detener que su cuerpo atrajera energía mágica.
Una vez que ella terminó sus preparativos se movió corriendo con una de sus espadas en su cadera y se dirigió al pie de la montaña.
‘Los wyvern. Por lo general viven en pareja en picos de montañas. No cazan demasiado lejos de su territorio así que es necesario priorizar la búsqueda cerca de su coto de caza.’
En su mente la información que ella leyó en el bestiario apareció y Aurora mirando a los picos de las montañas, se dirigió a la zona.
No voló por precaución, pero la distancia fue considerable. Le tomó diez minutos poder empezar a subir la montaña y tal tiempo fue luego de correr a una velocidad alta o lo más alta cuando estaba siendo cautelosa.
Al final ella empezó a subir la montaña o sería mejor a recorrer el bosque. Si bien el camino era empinado los arboles cubrían toda su visión y la única razón por la cual ella sabía que estaba escalando la montaña era que todo el camino era inclinado.
Le tomo cerca de media hora de carrera hasta que empezó a encontrarse con caminos más empinados, acantilados entre los árboles y de vez en cuando se encontraba con animales.
A Aurora le gustaría pensar que eran animales salvajes normales, pero el más normal fue una ardilla de un metro con garras de cincuenta centímetros que ella terminó esquivando debido a que no deseaba luchar en contra una bestia de rango S que retrasaría su búsqueda.
Aurora se abstuvo de volar. Su objetivo fue escalar la montaña, ya que según el bestiario el hábitat de los wyvern eran los picos de la montaña.
La parte más alta, pero no en cuevas o picos puntiagudos, sino que en áreas extensas en donde podrían hacer nido y tener el espacio para tomar vuelo.
Esta misión podía tomar desde dos días si era rápida a una semana si tenía muy mala suerte, así que ella no fue impaciente y siguió su camino.
Que fuera un rango SS cuya energía mágica era vasta y que prácticamente le era imposible cansarse ayudaba a que ella se moviera con rapidez, subiendo cada vez más alto.
La energía mágica entre más cerca de la cima de la montaña más fuerte se volvía y en un punto el sentimiento de falta de aire la tomó de sorpresa llevando a que ella se detuviera en un árbol.
“Es incómodo.” Murmuró de malhumor.
No le gustaba ese sentimiento y lo peor era que solamente se trataban de sensaciones y no era algo real. A ella no le faltaba el aire ni tampoco la energía mágica, pero su cuerpo buscaba la manera de expresar tal extrañeza de algún modo.
Aurora volvió a respirar hondo notando que su equipamiento estaba húmedo por el sudor y cuando ella estuvo por dar una sonrisa al sentir calor, sus ojos se desviaron a un lado y desenfundó su espada.
“Ugh…”
Su aura celeste surgió para protegerla, pero un manotazo de un lobo de tres metros la golpeó de repente y ella fue lanzada rompiendo árboles y entonces salió a terreno abierto en donde cayó a un pequeño arroyo.
Ella observó el bosque de donde había salido entrecerrando los ojos mientras se levantaba lista para el combate y para su sorpresa ese lobo volvió a aparecer a un lado suyo.
La piel gris del lobo cambió de color dejándose de adaptar a los alrededores y mostrando su verdadera naturaleza mientras que la cabeza del lobo fue directamente hacia ella queriendo devorarla de un bocado.
Esta vez Aurora estaba preparada y balanceó su espada queriendo lanzar un corte con su aura roja.
“…”
Para su sorpresa su aura no pudo ser controlada como ella deseaba y el corte partió la bestia, continuó goleando varios árboles y una porción de la montaña haciendo que los pájaros chillaran y huyeran.
Una bestia de rango S murió con facilidad por un corte que si estuviera en la tierra hubiera sido un poco más difícil de lanzar.
Ese ataque le hizo darse cuenta a Aurora que debido a la altitud de la montaña la energía era aún más densa que antes la que llevo a que ella tuviera dificultades para controlarse.
“GRAAHH!”
Antes de que Aurora pudiera aclamar el sigilo del lobo y quejarse por su falta de habilidad para el sigilo, escuchó un rugido. El sonido fue estremecedor hasta al punto de que algunas piedras temblaron y ella por puro instinto huyó al bosque moviéndose entre los árboles.
No se alejó demasiado y subió a un árbol tratando de ver a la bestia que rugió y ella logró su objetivo.
La bestia salió de la parte trasera de la montaña en la que ella se encontraba y voló por el cielo abriendo sus alas dejando ver la majestuosidad digna de alabanza.
Aurora había visto al Zhar-Ptitsa volar y era maravilloso, pero esta bestia y en este escenario era majestuoso.
Una longitud de dieciséis metros y una envergadura de alas igualmente impresionante. El cuerpo masivo volaba por el cielo dignamente como si nadie pudiera hacerle frente.
El cuerpo era musculoso y la piel escamosa estaba cubierta por una tonalidad grisea que de vez en cuando reflejaba la luz del sol. La cabeza era grande con dos cuernos curvos y afilados sobresaliendo desde la frente.
La cola se deslizaba agitándose en el aire mientras la bestia aleteaba observando lo que antes causó estragos y al ver el cadáver del lobo descendió con una velocidad que Aurora alabó.
Con cada patas y sus garras atrapó cada mitad del cuerpo y lo elevó en el cielo con absoluta facilidad.
Aurora que observó instintivamente ocultó su presencia. No fue miedo o temor de enfrentar a un poderoso enemigo, sino que fue su puro deseo de luchar.
El sentimiento sofocante se convirtió en deseo de batalla y su cuerpo alimentó ese sentimiento elevándolo sobre cualquier incomodidad y ella sonrió al ver que el wyvern se alejaba.
Sin pensar en nada mas siguió a su objetivo en silencio por el suelo sin querer dejar que su objetivo de caza escapara.
Al menos uno de los dos objetivos de caza y para encontrar al segundo era mejor seguir a este.
Una vez que encontrara a ambos ella podía pensar en cómo se movería. El objetivo era cazar una bestia y ella tenía una excelente guía de como cazarlos.
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