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TG - Capítulo 699
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Capítulo 699: Tierra 4.

Capítulo 699: Tierra 4.

“¿No me agradan las figuras políticas que están surgiendo podemos deshacernos de ellos?”

Andrés que estaba al frente de una mesa de oficina observó a una mujer de baja estatura y de cabello y ojos blancos.

Helen la Señora del Amanecer y la Gobernante de la Luz era una mujer regordeta y guapa, que había sido una Gran Señora de la Guerra durante mucho tiempo.

Ella había gobernado… O para decirlo de otra forma, ella había estado viviendo los lujos de ser una de las antiguas lideres mientras sus subordinados le daban todo lo que ella quería.

Tal como se esperaría de una Gran Señora de la Guerra, ella era indiferente, pero también demasiado perezosa.

“No. Eres parte del Consejo. No deberías eliminar figuras políticas.” Respondió Andrés y mirando a la mujer, añadió. “Incluso si esas figuras políticas se elevan, tu fuerza te garantiza una posición inquebrantable.”

“Pero no podemos perder fuerza política. Esas personas obtendrán influencia y apoyó. Eventualmente se convertirán en personas que pueden interponerse en el camino de Zerzura.” Respondió la mujer y girándose para mirarlo con sus ojos blancos, preguntó. “¿O no es así, Andrés?”

La mujer había cedido a salvar su vida fácilmente y se había pasado al bando de Zerzura con una facilidad sorprendente. Andrés no estaba seguro de las exigencias del contrato que ella firmó, pero fue claro, que su intención era honesta.

El Consejo de la Republica eran los nuevos individuos gobernaban la antigua República de África Occidental y Helen era la principal gobernante. 

También había otras personas que fueron puesto por Zerzura, pero a lo que ella apuntaba, era que eventualmente alguien podía surgir que fuera en contra de los intereses de Zerzura.

Y no era que los ciudadanos de la república no estuvieran agradecidos de haberse librado de tiranos, pero existían intereses en juego. Andrés que estaba trabajando actualmente como parte de las fuerzas de inteligencias de la republica lo sabía.

Naciones, empresas, gremios y prácticamente diferentes organizaciones buscaban extender su influencia y si era posible su control.

Helen podía perezosa y poco ambiciosa, pero no era estúpida.

“Lo es. Sin embargo, aun así, debemos jugar con las reglas que nosotros nos hemos impuesto.” Respondió Andrés y viendo a la mujer que lo seguía mirando, añadió. “Y dudó que alguien sobrepase en influencia a Zerzura y la Ciudad Atlántida.”

Era indudable la influencia de Zerzura, pero quienes eran la segunda potencia en tener influencia en estas tierras era la Ciudad Atlántida, que estaba apoyando no solamente económicamente, sino que militar.

Tenerlos a ellos como aliado significaba que, si eventualmente una figura política surgía, probablemente fuera de parte de la Empresa Cosmos y su ciudad.

“Te comprendo, Andrés.” Respondió Helen y volviendo a suspirar como si no quisiera trabajar, preguntó. “¿Debería llamarte Andrés o Ministro Andrés?”

“Solamente Andrés. No soy parte del gobierno, solamente trabajo para ti.” Respondió Andrés en calma y…

“Aja. ¿Es humildad?” Preguntó Helen y al notar su expresión, exclamó. “Oh, así que lo dices en serio. Bueno, eres el Representante de las Redes de Información de toda la República, así como también el encargado de la seguridad e inteligencia de la nación. Estas más cerca de ser un ministerio que de ser un trabajador.”

Andrés quiso responder, pero se quedó en silencio… Fue Liam quien prácticamente le dio el trabajo lanzándole una enorme carga.

Si bien él quería abrir su red de información en estas tierras y lo estaba haciendo, el trabajo que se le dio fue prácticamente representar a todas las redes de información que alguna vez Liam había representado en la zona, así como también estar a cargo de la seguridad de la república.

Él no sabía si Liam confiaba en él o simplemente quería darle más trabajo y él quitarse de encima, pero aquí estaba. Ninguna autoridad de Zerzura lo había rechazado o dudado cuando su nombre fue sugerido y ahora él estaba lidiando con la mujer que tenía al frente.

“Ja. No soy la única que estoy en el foco.” Murmuró Helen y levantándose dando otro suspiro, añadió. “Bien, vamos a trabajar. Todavía queda mucho por delante y necesito tu ayuda, Andrés.”

La mujer volvió a suspirar como si no quisiera trabajar, pero luego se movió y salió de la oficina.

Andrés que estaba detrás de ella suspiro y la siguió… Mantener segura lo que Aurora había protegido era una responsabilidad pesada y él estaba llevándola.

******

Leslie se movió espacialmente y luego apareció en una pequeña sala en alguna parte de la Ciudad Acra la antigua capital de Ghana. Ella conocía el lugar y también la ubicación, pero este sitio era secreto ya que para moverse se utilizaba múltiples artefactos espaciales para que el viaje fue imposible o al menos difícil de rastrear.

La pequeña sala estaba vacía y ella abriendo la puerta se dirigió a la sala de reuniones y al entrar notó a Andrés, usando su reloj holográfico mientras estaba sentado en la mesa redonda.

“¿Trabajo difícil?” Preguntó Leslie y ella se dirigió a una silla al lado de él, golpeándole el hombro con una sonrisa. “Deberías tomar un descanso.”

“Si debería.” Respondió Andrés y mirándola por un segundo, sonrió y preguntó. “¿Sucedió algo bueno? Te ves animada.”

Leslie pensó en el trabajo que actualmente hacia junto a las autoridades de la Ciudad Atlántida. Desde que le dieron esa armadura de poder ella había podido ayudar de manera más continua y seguida.

Había ofrecido su apoyo eliminando portales, ayudando a pueblos lejanos, deshaciéndose de gremios, sectarios o algunas organizaciones de magos que habitaban la república.

Ella había tratado de estabilizar la república o al menos de reducir cualquier percance y sabía que Nicole estaba haciendo lo mismo solamente que más al sur del continente y Andrés estaba trabajando, pero en una parte más informática.

Todos ayudaban en mantener África y lo que Aurora había dejado seguro, pero la Empresa Cosmos le había dado una oferta que la había sorprendido.

“La Empresa Cosmos me ofreció un puesto en un equipo como su capitana.” Reveló Leslie y viendo la sorpresa y la sonrisa de Andrés al estar feliz por ella, continuó. “Creo que lo aceptare. Esto no viene de la empresa. Esto viene de Kairos. Me darán financiamiento, tecnología y libre albedrio mientras mantienen el respaldo.”

Leslie no dudó en decir que aceptaría. Esta oferta no venía de la Empresa Cosmos, la Ciudad Atlántida, sino que fue dada por Kairos.

Esta forma era la manera que apoyaba Kairos y Leslie sintió que ella fue la que fue ayudada debido a que trabajaba actualmente con la Ciudad Atlántida diferente a los demás.

Sin embargo, ella no dudo en aceptar.

“Creo que con esto voy a ser más útil.” Respondió Leslie con una media sonrisa.

“Eres útil, Leslie.” Replicó Andrés de inmediato y dándole una palmada en el hombro, le sonrió. “Eres la persona más eficaz con la que he trabajado.”

Andrés no estaba solamente consolándola, sino que fue honesto con su comentario y a Leslie le agrado, pero lo sabía.

Ella no era tan fuerte como lo era Érica, quien prácticamente era un rango SS cuyo poderío sorprendió a muchos y cuya ayuda resultaba ser inigualable. Tampoco tenía el potencial de crecimiento de Clémentine, quien, desde la muerte de Aurora, se había dedicado a entrenar mientras trataba de usar el mundo psionico para ver cómo podía ayudarla en esta situación.

No era como Andrés que prácticamente se había hecho cargo de toda la seguridad de una nación entera y trabajaba duramente para mantener la república.

Tampoco era como Nicole que no dudaba en ensuciarse las manos y que tenía contacto con el Imperio de Sudamérica que le daba tantas ventajas.

Ella podía contar con su padre y la empresa, pero no podía compararse a la Empresa Apicius y su autoridad era demasiado baja… Leslie entendía que ella no estaba a la altura de la situación y se estaba quedando atrás.

Sin embargo, no se iba a rendir ni dudar.

“Ya tengo en mente a quien contratar para mi equipo. Ya le he comunicado a la Empresa Cosmos mi intención de crear un equipo de elite.” Respondió Leslie y en calma, añadió. “Espero que si la situación lo requiere podamos ofrecer apoyo.”

No podía compararse a Érica en fuerza y más con su ejército de hielo que era capaz de crear. Tampoco con Clémentine y sus habilidades psionicas, Nicole y su fuerza personal o con Andrés, pero ella no necesitaba compararse.

Era una tiradora que podía disparar desde varios kilómetros de distancia y ahora con el apoyo de la Empresa Cosmos y su tecnología, ella sentía que podía convertirse en un apoyo que fuera vital.

Desde tiradores que podían eliminar su objetivo silenciosamente y con rapidez hasta un equipo de apoyo armado.

“Te estaré apoyando.” Murmuró Andrés sonriéndole para animarla y luego miró la entrada por la cual Clémentine, Nicole, Érica y luego Akira entraron.

Las tres mujeres dieron saludos breves y luego se sentaron alrededor de la mesa. Las miradas fueron a parar a Clémentine y Érica, que suspiraron.

“Hablamos con Urfin para que le informe a Cithrel. Él mencionó que volvería a Terra nova. Es probable que eventualmente tengamos el apoyo del Imperio Falion y Cithrel.” Reveló Clémentine y observándola, añadió. “Sin embargo, no podemos decir cuándo.”

La muerte de Aurora fue sorprendente y si bien era necesario investigar, también era importante reunir aliados y compañeros que pudieran respaldarlos.

Cithrel Elamaris Falion, la Princesa del Imperio Falion y la futura Emperatriz era una de las mejores aliadas que podían conseguir. Específicamente el Imperio Falion que ellos controlaban.

¿Cuantos individuos de alto rango podrían ayudarles si Cithrel le ofrecía ayuda? Lamentablemente ellos no sabían demasiado sobre la comunicación con el Imperio Falion, cuanto llevaría y cuál sería la respuesta.

“La Cardenal Brousseau ha desaparecido. Se rumorea que fue hablar con el Sumo Pontífice y no ha vuelto. No sabemos si fue castigada o se encuentra en penitencia.” Reveló Akira y viendo las expresiones serias, añadió. “Quien está a cargo de la Iglesia en Zerzura es la Sumo Sacerdotisa Xaali. Ella nos ha ofrecido su apoyo. También la Cardenal Najjar que está a cargo a nivel mundial de la Iglesia del Tiempo y el Espacio, también ha ofrecido su ayuda, pero es menor.”

La Cardenal Brousseau era prácticamente uno de los grandes pilares que podrían ayudarlos en este momento, pero ya no estaba. 

¿Se había metido en problemas? ¿Quiso hacer algo por la muerte de Aurora y el Sumo Pontífice intervino? Leslie tuvo dudas, pero al final suspiró.

“Así que no podemos contactar con los padres de Aurora.” Murmuró Leslie con un suspiro.

La Iglesia del Tiempo y el Espacio podía ofrecerle ayuda ya sea a nivel mundial o en Zerzura, pero nadie se podía comparar a la autoridad de la Cardenal Brousseau y en más alto nivel, ella era la única que podía tener alguna forma de contactar con los padres de Aurora, ahora que Alice había desaparecido.

Tampoco podía pedirle ayuda a la Iglesia del Tiempo y el Espacio para hacer algo ilegal cuando lo requiriera, así que la ayuda iba a ser a la luz. Útil, pero en este momento no tanto.

“Cesar y Rupert han estado en el bosque mágico. Han ayudado a mantener la estabilidad frente a los cazadores. Aun así, la situación es delicada.” Dijo Akira cambiando de tema y al tener la atención de todos, reveló. “La Reina Amnestria no ha salido de su residencia. No se sabe de su estado ni de sus intenciones.”

Su voz mostró cierta preocupación y era inevitable. La Reina Amnestria, la Reina del Bosque Mágico no solamente era la gobernante inquebrantable de varias bestias de rango SS y varias razas, sino que también era una bestia de rango SSS.

Una calamidad cuya inestabilidad podía llevar toda África al caos, sino es que al mundo. En cierta forma, a nivel político ellos con sus rangos SS y miles de bestias de alto rango podían ser considerados como una potencia.

Obtener el apoyo de ella sería útil, pero más importante era evitar que ella se descontrolara. La desaparición de Alice ya era demasiado para ellos y no podían lidiar con otro individuo incontrolable.

“Con respecto a los cazadores creo que puedo ayudar. No es algo claro, pero la Asociación de Héroes me hablado. Específicamente Gregorio Bellucci. Veré si puedo traer los héroes a África. Serán de gran ayuda para la estabilidad.” Dijo Érica de repente y con una expresión fría, añadió. “Sin embargo, no esperen demasiado. La Asociación de Héroes… No, todo el Gremio de Héroes es un desastre.”

Leslie volvió a suspirar.

Edward hubiera sido un apoyo inquebrantable en esta situación. Él no solamente era hábil, sino que había liderado la Asociación de Héroes de manera impecable y lo había llevado a convertirse en una organización prestigiosa en Europa.

Sin embargo, de repente él se había convertido en un asesino y había prácticamente asesinado a todos los altos mandos del Gremio de Héroes y como si fuera poco, su encarcelamiento había dejado a la Asociación de Héroes en una posición pésima.

“Cualquier apoyo extra será bienvenido. Clémentine ha logrado conseguir apoyo de varios monjes psionico y yo he traído varios miembros de mi gremio y gremios aliados de Japón, pero el bajo mundo de África se está agitando.” Dijo Akira y suspirando, reveló. “Eventualmente la situación aquellos que mantuvieron sus cabezas agachadas surgirán y es preferible tener muchas personas para ese caso.”

¿Qué tan grande era la influencia de la Protectora de Zerzura? Aurora había forjado durante años una reputación que había logrado suprimir a muchos señores de la guerra, organizaciones criminales y gremios de jugadores.

Ella jamás había controlado África directamente, pero a través de su reputación había creado un equilibrio de poder que se mantuvo por su presencia y ahora que no estaba, ese equilibrio se estaba desmoronando.

Zerzura actuaria y mantendría la política que Aurora mantuvo durante años, pero ellos no podían estar en todas partes y encargarse de todo. Por tal razón necesitaban ayuda.

Leslie observó que en este silencio Nicole abrió la boca, pero fue interrumpida por la puerta que se abría.

Liam que tenía ojeras y llevaba una camisa desordenada y ligeramente sucia entró de repente. Era raro que él estuviera tan desordenado, ya que cuidaba su apariencia, pero su estado revelaba la situación.

“Maldición. Lo siento por la tardanza.” Dijo Liam y dejando una maceta con un pequeño taño creciendo en la mesa, murmuró. “No entiendo cómo Alice se fue sin llevarse su planta. No sé ni siquiera para que la quiere. ¿Se la comerá? Dios, ni siquiera sé qué clase de planta requiere energía mágica tan pura.”

El hombre maldijo en voz baja y regó la planta, pero Leslie se concentró en el hombre en sí. Liam se notaba nervioso, preocupado y estresado, que se quejara tanto revelaba que su estrés ya había llegado a lo más alto.

La causa del estrés era que él estaba siguiendo la principal pista en el Gigante del Norte y por su expresión, había encontrado respuestas.

Todos esperaron hasta que él regara la planta y luego Liam los miró durante un brevemente momento en silencio y suspiró.

“Lo siento. No pude encontrar nada.” Reveló Liam con pesar.

“¿Como? ¿No teníamos un nombre? Te conseguí nombres de personas que trabajan en la base militar. Como es que…” Nicole se levantó y su voz reveló no solamente ira, sino que desconcierto.

Fue Érica quien le dio una señal para que se calmara y luego miró a Liam.

“Cuéntanos. ¿Qué sucedió?” Pidió Érica en calma.

Ella era la que mayormente mantenía la mente fría desde que había ascendido de rango y también había tomado cierto rol de liderazgo que había ganado por su fuerza. También era su máxima fuerza de combate no solamente al ser una maga de rango SS, sino que por sus clones de hielo.

Leslie se concentró en Liam.

La investigación que tenían en manos era seguir los rastros que Nicole había encontrado. Satélites militares del Gigante del Norte detectaron la anomalía que representaba el combate de Aurora y ellos conocían la situación, pero los rastros fueron borrados.

Fue Liam quien recomendó investigar y él se hizo cargo de la investigación siendo apoyado por Nicole que tenía influencia en la zona y lograron encontrar la base militar que controlaba el satélite y quienes se deshicieron de la señal.

El objetivo siguiente era encontrar la razón. ¿Quién ordenó que se descartara la señal y quien borró la información para que no se extendiera?

“Luego de investigar a todos los miembros de la base militar logre encontrar ciertas pistas. Rumores si quieren llamarlo, especialmente de ese día. Una batalla de rango SS no es algo que sea fácil de borrar.” Informó Liam y en calma, explicó. “Me infiltre en todos lados. Escuche las llamadas, los videos de grabaciones, controle las cámaras y hasta espié las familias de quienes trabajaban allí. Encontré pistas un Teniente de la base. No usaba nada de tecnología y únicamente se comunicaba con medios psionico. Un candidato perfecto para ocultar algo.”

Las habilidades de Liam eran bien conocidas y este mundo la tecnología ya formaba parte de la vida de cualquier ser humano. Incluso los magos o jugadores que optaban por medios mágicos, no descartaban por completo la tecnología.

Sin embargo, todavía existían personas ya sean magos o psionicas que únicamente confiaban en sus medios, pero en el ejército era extraño. Leslie más que nadie entendía que los ejércitos de las naciones dependían de la tecnología.

Incluso si el Gigante del Norte buscaba otro medio para no depender de la tecnología de la Empresa Cosmos, no sería a un nivel de que un soldado no usara nada tecnológico.

“Me las arregle para espiarlo lo más posible y por todos los medios. Incluso conseguí cuando dejaría de estar en servicio y esperaba encargarme de él en ese momento.” Dijo Liam y con una expresión molesta, declaró. “Desapareció antes.”

Los fruncir de ceños se hicieron evidentes y Leslie también fue una de ellas.

“¿Como que desapareció? ¿Se enteró?” Preguntó Andrés sin ocultar sus dudas.

“No lo sé… Realmente no lo sé. Me asegure de no ser evidente. Soy malditamente bueno en lo que hago y tengo años de experiencia. Esta vez fue perfecto.” Dijo Liam y como si humor emporara, maldijo. “Desapareció por completo y sabes que es extraño? ¡Que nadie le importa un carajo!”

Liam se calmó lo máximo que pudo, pero como ya había hablado continuo.

“No tenía familia y había cortado lazos con sus amigos, solamente se dedicaba al trabajo y al ejército, pero el ejército prácticamente no le importó demasiado. Se lo dio por muerto y se siguió todo como si nada.” Dijo Liam luego de soltar un suspiro.

“¿Ya estaba preparado de que se pudiera detectar algo?” Preguntó Akira, pero…

“Así que hay alguien con mayor autoridad. Ya sea que lo respaldó, que lo envió o que se encargó de él.” Dijo Nicole y su voz llevó cierta sed de venganza.

No tuvo miedo ante la idea que se estaba presentando ante ellos. La idea de que el asesinato de Aurora no solamente fue algo preparado por un grupo, sino que posiblemente estaba relacionado a una influencia mayor.

Una influencia que podría haber llegado al Gigante del Norte.

¿La pregunta era que tan profundo era esa influencia? En donde se había detectado la batalla de Aurora había sido un área en la influencia del Gigante del Norte y fueron ellos quienes primero deberían haberla detectado.

No sucedió como correspondía y la razón fue que se había preparado todo de tal modo, que incluso si Aurora trataba de llamar la atención, seria ignorado… Leslie sintió como las presencias lentamente se descontrolaban.

“Es mejor que tratemos de calmarnos. No sabemos todavía a que nos enfrentamos.” Dijo Érica tratando de disminuir los ánimos.

“¿Y qué? Incluso si es una nación. No podemos rendirnos.” Dijo Nicole sin ocultar la ira en su voz y también la locura.

“No sabemos si es una nación. Incluso Zerzura tuvo espías a su lado. Primero necesitamos delimitar con quien estaba relacionado ese Teniente y encontrar conexiones.” Intervino Andrés y en calma, propuso. “Creo que podemos seguir trabajando virtualmente hasta recopilar información. Una vez obtenida, veremos qué hacer.”

Andrés propuso la investigación para luego ir a la acción y Leslie asintió. Todavía seguían sin pistas y primero era necesario encontrar rastros.

¿Con quién estaba relacionado ese Teniente? ¿Quién tendría la autoridad de ayudarlo y enviarlo? La investigación podría darles pistas útiles para seguir.

“Bien.” Aceptó Nicole al ver que todos estaban de acuerdo con esa idea, pero ella los observó y pidió. “Pero luego se lo informare a mi maestro y le pediré su ayuda.”

El silenció se extendió y Nicole aprovechó esa oportunidad para reforzar su idea.

“No hay nadie en esta sala que tenga la autoridad, la influencia y el poder que él tiene. También mantiene una relación conflictiva con el gigante del norte por años. Es imposible que no tenga maneras de encontrar secretos en esa nación.” Reveló Nicole y mirándolos, añadió. “Su ayuda podría adelantar semanas sino es que meses nuestra investigación. Hasta podríamos encontrar pistas más sustanciales.”

Nadie negaba el poderío, la autoridad y el peso del Emperador Víctor y su potencial ayuda. El Gigante del Norte y el Gigante del Sur tuvieron largos años de tensión y ambas naciones conocían muy bien la situación del otro.

Además, el Emperador Víctor era alguien que podría ejercer cierta presión y encontrar más respuestas de lo que ellos podían lograr.

Sin embargo…

“Él no es confiable. No es alguien que podamos controlar. Ni sabemos que es lo que hará.” Dijo Érica con una voz fría revelando un ligero rechazo.

Ella no dijo que no, porque encontrar los culpables de Aurora era más importante que todo, pero si reveló su cautela. Una cautela que provenía del hecho de que el Emperador Víctor era lo suficiente poderoso, como para ayudarlos, pero también como para ignorarlos.

“Entiendo que ustedes no confían en él. Pero yo si… Y sé que mi maestro me ayudara.” Respondió Nicole con una voz profunda.

Hubo un momento de silencio, pero Érica fue la primera en asentir y luego los demás siguieron. Leslie incluida en el grupo.

La situación lo superaba y si bien pedir ayuda al Emperador Víctor era incierto, ellos no confiaban en él, sino que en Nicole.

Quizás el Emperador Víctor podría ayudarlos.


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Capítulo 700: Tierra 5.

Capítulo 700: Tierra 5.

Érica llevando una larga túnica con múltiples bordados de color azul, bajó desde el auto privado y al levantar la cabeza vio la entrada de la Asociación de Héroes de Rumania repleta de periodistas.

Los periodistas estaban al acecho en la entrada esperando cualquier respuesta de quien debería liderar la Asociación, pero no la habían obtenido.

¿Y que podían obtener? Durante su tiempo liderando la Asociación, Érica había visto como la organización estaba centrada en Edward y sin él, no eran nadie.

“¿Érica Reynolds que está haciendo aquí?”

Cuando los periodistas la vieron llegaron se abalanzaron hacia ella, pero fueron detenidos por varios caballeros de hielo. Estos caballeros eran rango S y Érica los mantenía custodiándola y también alejando a los idiotas.

Los caballeros eran femeninos y era fácilmente distinguible por sus armaduras de cuerpo completo de mujer, pero cada armadura de hielo parecía sumamente elegante. Una armadura completa de hielo con múltiples decoraciones de todo tipo, revelando una elegancia sin igual.

“¿Qué piensa de las acciones de Edward Palmer?”

“¿Que cree que suceda con la Asociación de Héroes?”

“¿Se han comunicado con usted las autoridades del Gremio de Héroes?”

Los periodistas empezaron a preguntar en voz alta, pero ella tuvo espacio libre para caminar cómodamente a la entrada del edificio y al abrir la puerta, dos caballeros guardianes se quedaron en la entrada mientras que cuatro la siguieron al interior.

Ella recordaba perfectamente este edificio, pero en realidad no sabía mucho de la razón por la cual ella fue llamada por Gregorio y si bien tenía sus ideas, seguía curiosa.

Érica había liderado la Asociación de Héroes durante un tiempo y como tal también mantuvo ciertas relaciones y negociaciones con el Gremio de Héroes. Sin embargo, ella no se consideraba importante y menos cuando su cargo fue temporal.

Aun así, en este momento era diferente. Érica al notar la mirada de la secretaria y varios aventureros, notó la sorpresa y luego también cierta admiración.

Ella se había convertido en un rango SS… No, ella se había convertido en un Gran Archimago que había creado su propio hechizo prohibido que le daba la fuerza de batalla de un ejército y ella tenía su ejército de hielo siempre listo para usar.

“¡Érica!”

Quien lo recibió fue Oliver Marsh, uno de los primeros individuos que se habían unido a Edward y también un rango S muy conocido entre los héroes.

En este momento Oliver se notaba pálido y tenía ojeras en su rostro muy diferente a la energía y vitalidad que un luchador debería mostrar.

¿Tan difícil había sido el trabajo? Érica saludó en calma y luego siguió al hombre por un pasillo.

Fue claro que Oliver no quería hablar delante de otros, así que ella esperó pacientemente dejando a sus caballeros guardianes se quedaran en la sala.

Sus sentidos de rango SS se había extendido por todo el edificio y ya había detectado la presencia que les esperaban y ella al entrar a la sala no se sorprendió al ver el núcleo de la Asociación de Héroes.

Gregorio Belluci, Frank Hughes, Niels Hedman, Jordán Wood, Rachael Lawson y Adala la Marea Azul estaban presentes esperándola en una sala.

Ella no los había visto durante mucho tiempo y la mayoría había alcanzado el rango S, pero lo más importante era que ellos al ser los primeros miembros de la Asociación y al estar tan cerca de Edward se habían convertido en el núcleo de la organización.

Adala era la figura pública con mayor reconocimiento y Rachael siempre había ido detrás de Edward ayudándolo en todo lo que había podido mientras que los demás también tenían sus tareas.

“Oh, te ves fría. ¿Convertirse en un rango SS causa muchos cambios?” Preguntó Niels con una sonrisa bromista y también tratando de romper el hielo debido a la tensión de la sala.

Érica vio la mirada de ellos y estaban desesperados. A pesar de que cada uno de ellos había sido de gran ayuda para Edward, en realidad, ninguno podía ocupar el lugar de ese individuo.

Incluso Rachael que había sido la vice líder, no tenía la fuerza para ocupar el puesto de Edward y ahora ninguno de ellos era capaz de sostener lo que se desmoronaba. Así de importante fue la presencia de Edward.

Érica pensó en Aurora y sintió que ambos habían sido similares…

“No tengo tiempo para sonreír en la situación en la que me encuentro.” Respondió Érica seca y fríamente.

“Lo siento. Eso no es…”

Érica ignoró a Niels conociendo que era un tipo que era relajado y se giró a Oliver, Gregorio y Rachael entonces los observó atentamente.

“¿Que necesitan?” Preguntó Érica y pensando en los periodistas, añadió. “Supongo que no me invitaron para preguntarme de mi humor.”

Los periodistas estaban por respuestas de cualquiera de las personas que estaban presente sobre que iba a suceder con la organización, pero ella notó que había más periodistas de lo normal.

Como si hubieran sido invitados de antemano…

Rachael, Oliver y Gregorio se miraron entonces luego de vuelta a Adala que dio el asentimiento y fue el segundo quien dio un paso adelante.

“Nos gustaría pedirte que vuelvas a ser la líder de la Asociación de Héroes.” Dijo Oliver y al ver su expresión, continuo rápidamente. “Has liderado ates la Asociación conoces como trabajamos y nos ayudaste durante un tiempo… Te pedimos que vuelvas a hacerlo.”

Érica ni siquiera tuvo un cambio en su expresión. No revelo ni sorpresa o emoción, se mantuvo fría como una estatua de hielo con sus emociones congeladas.

Fue su reacción lo que causó cierta inquietud y fue Rachael quien habló.

“No sé qué estaba pensando Edward… Nadie sabe porque lo hizo. Yo… Supongo que tenía una razón y no me gustaría que todo lo que construyó se derrumbe.” Dijo Rachael su voz mezclada con emociones complejas.

¿Así que seguía creyendo en Edward? Érica analizó cada uno de los presentes, no solamente visualmente, sino que, con sus sentidos, prácticamente queriendo detectar todo lo posible.

Quien confiaba en Edward, quien se sentía traicionado o quien simplemente buscaba que la Asociación de Héroes se mantuviera a flote.

“No importa las razones de las acciones de Edward. Es necesario seguir manteniendo la Asociación de Héroes.” Dijo Adala con cierta seriedad y dando un suspiro, murmuró. “No quiero que todo se derrumbe de este modo.”

Las expresiones complejas volvieron a aparecer e incluso Niels que antes había querido aligerar la atmosfera puso una expresión triste. ¿Era traición o pena?

A Érica no le intereso demasiado que era lo que pensaban de Edward.

“¿Están seguros que quieren que yo vuelva al mando?” Preguntó Érica y viendo como la esperanza se elevaba, declaró. “Si lo hago. Haré las cosas a mi manera y es probable que a muchos de ustedes no le guste… Y tampoco les preguntaré si lo que hago está bien.”

Su declaración provocó ciertos cambios de emociones. Algunos fruncieron el ceño ante su arrogancia y otros, dudaron, pero no dijeron nada.

La tarea que le estaban pidiendo ellos era volver al mando para mantener lo que Edward había construido con ellos, pero Érica no iba a hacer eso.

Durante su tiempo como líder temporal ella había seguido la guía de Edward, pero si ella tomaba este barco que se estaba hundiendo lo haría a su manera… Una que cambiara todo desde la base.

Una reconstrucción completa y un cambio que se adaptara a sus necesidades.

“Decidan rápido.” Instó Érica con un tono frio y si bien sonaba arrogante, era una simple verdad.

Tenía mucho trabajo por delante y muchas tareas que completar. Su fuerza le había dado confianza y también le había dado cierto liderazgo en su grupo, pero también había provocado muchos cambios.

Así que si algo nuevo se presentaba ella tendría que planear todos sus siguientes pasos con esta nueva variable.

Su expresión volvió a provocar cambios, pero ella ya sabía la respuesta a su pregunta.

** 

“Edward Palmer es declarado como un terrorista, asesino y un enemigo de la Asociación de Héroes. Sus acciones independientes son inaceptables y no representan a la Asociación de Héroes. Los anteriores representantes temporales dilataron inútilmente el anuncio que debía ser obvio y como la nueva líder de la Asociación de Héroes tengo el deber moral y ético de disculparme y de realizar los cambios necesarios en esta organización.”

Clémentine que estaba en la biblioteca de la Torre del Fénix, escuchó el discurso de Érica y se giró para ver su amiga en la televisión.

Érica con su largo cabello rubio y sus ojos azules, observaba la cámara fríamente ignorando las preguntas mientras pasaba una lista de nombres de todos aquellos que habían sido despedidos o trasladados a África.

Gregorio, Rachael, Oliver, Frank, Niels y cientos de otros nombres fueron revelados visualmente.

“A las naciones que continúen requiriendo los servicios de la Asociación de Héroes me encargare de cubrir las necesidades.” Anunció Érica revelando varios clones de hielo de rango S y luego ella dejó de dar el comunicado y se retiró dejando a los periodistas con múltiples preguntas.

“Es impresionante.” Murmuró Clémentine, no con envidia, sino que con cierta pena en su voz.

Érica era la única rango SS del grupo y ella tenía que liderar con muchas responsabilidades, incluyendo ser la única rango SS del grupo y también aquella que tenía la mayor fuerza e influencia de todos.

Sus clones de rango S le daban una ventaja que quizás alguien como Cecile Leorux era la única capaz de igualar como una invocadora de rango SS, aun así, era superficialmente. La ventaja de los clones de Érica era algo que le había traído reputación e influencia, pero también responsabilidades y problemas.

Clémentine no podía imaginar que era lo que estaba pasando Érica y si bien ella le había querido preguntar para ver si la podía ayudar, su amiga se había vuelto más fría… O quizás sería mejor decir, que su amiga se encargó de ocultar sus emociones pareciendo fría.

“Mierda…” Murmuró Clémentine cierto enojo por ella misma.

Ella siguió buscando los libros y trató de no perder su concentración, pero al final suspiró dejando salir su mal humor.

A Clémentine le hubiera gustado ser de más ayuda ya fuera convirtiéndose en un rango SS o simplemente pudiendo ayudar con la investigación de Aurora, pero le resultaba difícil.

Andrés, Liam e incluso Nicole era más de ayuda en ese sentido que ella.

Antes de que sus pensamientos pudieran continuar, ella vio como la entrada de la biblioteca se abría y entraba el Monje Mayor… Un título que dejaba ver su autoridad entre los monjes que seguían a Fenghuang.

Ese hombre anciano y calvo, se acercó observando el libro que estaba tomando y luego a ella.

“¿Todavía sigues buscando libros sobre Clarividencia?” Preguntó el Monje Mayor con cierto pesar en su voz.

Clarividencia… Tal era el nombre de una de las habilidades psionicas que ella había tratado de aprender en su tiempo libre.

A pesar de que ella sentía que su ayuda era mínima, Clémentine se había encargado de muchos trabajos en África y en su tiempo libre se dedicaba a mejorar sus habilidades y aprender nuevas.

Ella siempre tuvo talento para aprender diferentes habilidades y lo único que necesitaba hacer era aprender a usarla.

La Clarividencia era una de esas habilidades. Una habilidad que teóricamente le podría dar la capacidad de obtener información sobre un objeto, una persona o un área, como la zona en la que Aurora había luchado.

“Si. Necesito utilizar esta habilidad, aunque todavía le encuentro difícil de replicar…” Respondió Clémentine con un suspiro.

Ella se consideraba talentosa, pero aprender algunas habilidades psionicas no era algo que se hiciera de un día para el otro o de un mes para otro. Necesitaba tiempo, entrenamiento y dedicación, pero ella no tenía tiempo.

Si ella podía lograr encontrar rastros de la batalla de Aurora a nivel psionico podría darle una ayuda. Al menos tal era su objetivo, ya que según la Iglesia del Tiempo y el Espacio cuando vieron el pasado, lo que intervino fue una fuerza psionica y no mágica.

Una vez que ella avanzara… Podría obtener respuestas.

“Entiendo.” Respondió el Monje Mayor y en calma, reveló. “Fenghuang ha aceptado la reunión.”

Clémentine al escuchar que el Fénix había aceptado su reunión, ella agradeció y luego al abrir la puerta, entró a una amplia oficina en la que al final se encontraba una ventana que revelaba el Plano Astral de la tierra.

Una figura distorsionada de llamas purpuras estaba observando el plano astral y luego de repente tomó forma humana. Una piel purpura, dos metros de altura y un rostro grácil se reveló llevando un vestido tradicional chino.

El cabello largo ardía en llamas purpuras y la mujer la observó verla entrar con cierta premura.

“Escuche que el Monje Song se ha asentado en África. Espero que haya sido de gran ayuda.” Dijo Fenghuang otra vez volviendo su mirada al plano astral, especialmente al Velo que cubría este mundo.

“Si. Gracias a él y a los demás monjes se ha reducido la carga para mis amigos.” Respondió Clémentine y acercándose a esa poderosa entidad, pidió. “He solicitado una reunión con usted para…”

Ella había querido hablar, pero noto que Fenghuang seguía mirando el Velo ligeramente concentrado en la vista.

“¿Sucede algo?” Preguntó Clémentine antes de seguir hablando del Monje Song.

El Monje Song había creado un templo de psionicos que no solamente servía para que monjes estuvieran, sino que para educar a los psionicos que lo necesitaran y había sido de gran ayuda para Zerzura.

Sin embargo, ese tema quedo de lado al ver que el Fénix, que se consideraba una calamidad de rango SSS estaba concentrado en el Velo.

“Ha habido algunos cambios inusuales desde el Undécimo Portal Abismal.” Dijo Fenghuang y al ver su interés, explicó. “La expedición de ese portal encontró alguien que no debería estar en este universo. Un ser psionico de gran poder. Un Transcendental.”

Clémentine recordó lo que Érica le había comentado y el ser con el cual Cecile y la Directora de la Academia de Merlín, Meredith Holmes había enfrentado. Entendía que era un ser de gran poder, pero no había entendido la magnitud y ni lo que representaba que ese ser estuviera en este universo.

“Oh, no necesitas estar preocupada. Mayormente los Transcendentales habitan el Reino Astral y normalmente no interfieren en el mundo mortal y menos en un mundo mágico.” Dijo Fenghuang para calmarla.

Lo psionico y lo mágico se repelen entre sí, así que un ser puramente psionico no podría mostrar todo su poder. Al menos tal era lo que ella había oído y por tal razón, Meredith pudo dar batalla en contra de ese ser.

“Aun así, su salida de este universo ha causado ciertos cambios en el Velo, aunque no han sido demasiado graves ya que puedo encargarme.” Dijo Fenghuang y mirándola a ella, añadió. “Escuche que buscas aprender habilidades que te ayude con la investigación de tu amiga. No necesitas aprender una habilidad especifica el plano astral puede ayudarte a obtener lo que buscas… Después de todo, los rastros de grades personas permanecerán en el plano astral.”

Clémentine de inmediato pensó en los grades remolinos que representaba momentos o situaciones en la historia y que de vez en cuando generaban pesadillas.

Aurora era un rango SS, pero más importante, ella era una persona importante que tenía el aprecio y respeto de millones. Tales emociones eran inevitables que generaran un efecto en el plano astral.

Su batalla probablemente había dejado una marca.

“¿Es posible?” Preguntó Clémentine emocionada.

“Lo es. Requerirá cierto entrenamiento para ti, pero como una viajera es probable que puedas canalizar estos rastros hasta visualizarlos.” Respondió Fenghuang.

Clémentine por primera vez desde hace tiempo sonrió emocionada… Deseando que pudiera encontrar pistas y ayudar a sus colegas en la búsqueda de venganza.


mode_commentComentario de Evil_Warlord

Esta vez son tres capítulos de la tierra. No puedo decir específicamente cuanto serían siempre, ya que trato de mostrar un poco de todos los personajes en la Tierra. Dicho esto, espero que lo disfruten.

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