Capítulo 706: Entrenamiento.
Capítulo 706: Entrenamiento.
Aurora que estaba en lo alto del cielo observó el largo rio que se extendía en medio de una densa selva tropical. El rio era ancho y las aguas acaudaladas y fuertes, lo suficiente para arrastrar grandes rocas.
Un rio en el que las bestias normales no podrían vivir y no lo hacían…
“¡GRAAA!”
Aurora escuchó el rugido de la gran bestia que se está enfrentando y ella lo miró sintiéndose presionado por el aura y empujada por el simple rugido. Un rugido que liberó una onda expansiva.
La bestia estaba saliendo del rio que era su territorio, era un lagarto de más de cincuenta metros de longitud y unos veinte de anchura, patas cortas y escamas verdes que brillaban.
En su cabeza tenía un cuerno y sus ojos se veían llenos de inteligencia, que una bestia normal no tendría.
El Lagarto Escamoso se adueñó de este rio y controlaba junto a toda su especie el rio impidiendo que otras criaturas vivieran aquí o se acercaran… Una calamidad, un rango SSS la estaba observando con ira y furia, llevando a que Aurora sintiera la presión del aura.
Sin embargo, esa presión que usualmente era tan pesada, en este momento se sentía mucho más ligera.
“¡GRAAA!”
El lagarto escamoso volvió a rugir, pero esta vez condensó una esfera de agua en su boca y la disparó hacia ella.
Un hechizo de rango SSS, lanzado por una bestia cuya sangre estaba relacionada a los dragones.
Aurora al ver la bestia levantó su mano que rápidamente condensó una espada y luego, extendió desde la hoja de su espada un aura celeste, conformando un escudo.
A diferencia de antes que condensaba su aura para cubrirse y era una capa celeste lisa, en este momento la capa tenia múltiples patrones hexagonales y múltiples capas apiladas una detrás de otra conformando un verdadero escudo de aura.
“…”
La esfera de agua condensa golpeó su escudo y si bien los alrededores fueron destruidos por el impacto, ella permaneció fija en su lugar sin escuchar el ruido de su alrededor.
Su barrera en este punto logró sellar por completo sus alrededores y si bien la protegió del impacto, a quien se enfrentaba era una bestia de rango SSS.
Aurora vio las grietas extenderse por cada capa de su barrera y rápidamente ser destruida. Duraban un par de segundos cada capa, pero ella generaba múltiples capas extras y la extendía, volviendo a regenerar su escudo de aura, permitiendo defenderse.
Ella tenía lo suficiente energía mágica y capacidad para mantenerse, pero a quien se enfrentaba no era muy diferente a ella.
“Es bastante astuto.” Murmuró Aurora al ver como su barrera era destruida por pequeños trozos de piedra que se combinaban con el agua.
El lagarto escamoso utilizaba magia de agua y magia de tierra con la suficiente experiencia y naturalidad para mezclar hechizos y si bien la magia de agua era usada para mantenerla inmóvil, la magia de tierra fue utilizada para destruir velozmente su barrera.
Aurora cambió de enfoque y apuntando con su espada, ella se concentró y desde la espada celeste surgió un humo negro que luego se condenso en su espada de aura celeste.
“…”
En ese momento el aura negra se fusiono con el aura celeste volviendo su espada en un celeste más oscuro hasta que todo el escudo de aura se convirtió en un celeste oscuro.
En ese momento, su escudo prevaleció con firmeza durante mas segundos antes de cada capa fuera destruida.
Una combinación de dos auras… Tal era lo que Aurora había logrado conseguir durante este tiempo.
Al combinar el aura celeste para proteger y el aura oscura que podría tragar la magia, ella creó un escudo que no solamente la protegía, sino que se encargaba de suprimir la fuerza del ataque permitiendo que su escudo durara más ante un ataque que era debilitado.
Al ver que su prueba funcionaba, Aurora respiró hondo y exhaló extendiendo su escudo alrededor suyo con rapidez.
De un metro se extendió a veinte y de veinte a cien hasta que se convirtió en un domo de doscientos metros con ella en el interior.
A pesar de tal colosal acción, ella ni siquiera se sintió cansada. Le costó ligeramente a nivel mental controlar dos auras, pero en términos de energía mágica y resistencia física, fue un juego de niños.
Doscientos metros fue suficiente para que ella cambiara de enfoque y ella observando el cañón del agua, respiró hondo y balanceó su espada.
El domo fue destruido, pero desde su espada un corte fue lanzado con una rapidez sin precedente.
“GAHHHH!”
Aurora no vio el usual corte de espacio que su aura incolora dejaba, simplemente escuchó el rugido que detuvo el cañón de agua de inmediato.
Cuando el agua cayó al suelo, ella volvió a ver al lagarto escamoso con una corte que iba desde su cola hasta la parte media de su estómago… Un corte que hubiera sido imposible de lograr fue realizado por ella.
“GAa…”
El lagarto escamoso rugió con ira y miedo al darse cuenta de que su estómago fue cortado. Esta vez no era la primera vez que ella y él se enfrentaban, pero si iba a ser la última.
Aurora cuando llegó a este mundo invitada por Gruvreas apenas podía sobrevivir y ni hablar de enfrentar a un rango SSS y herirlo, pero luego de obtener experiencia logró herir a la bestia.
Quizás si el ataque hubiera dado en las escamas no hubiera causado tanto daño, pero al atacar al estómago que estaba más desprotegido fue suficiente para causar que la bestia temiera por su vida.
El lagarto escamoso en vez de atacar volvió al rio ocultándose profundamente y esperándola para emboscarla en caso de que ella atacara.
“Si pudiera combinar mi aura roja hubiera sido más letal.” Murmuró Aurora al ver su espada que tenía un color verde claro.
El aura verde que siempre alcanzaba su objetivo y el aura incolora que pueda cortar todo lo que deseara… Ambas auras al combinarse se obtenía un corte veloz que atravesaba el espacio para alcanzar su objetivo.
El poder de ataque era alto debido a que el aura incolora era un aura destructiva cuya especialidad era cortar incluso el espacio.
No obstante, si ella pudiera fusionar su aura roja, entonces su aura se convertiría en un aura no solamente capaz de alcanzar a su objetivo en cualquier lugar, sino que lo suficiente letal como para cortar cualquier defensa.
Si se usara en un ataque sorpresa como ahora…
“Hehe…” Aurora se rio como una niña sin ocultar la emoción que atravesaba su cuerpo ante la sola idea.
Por supuesto, su risa no solamente se debía a su avance, sino que también a que ahora podía ver un camino para su avance al rango SSS.
Una vez que controlara tres auras, ella podría ascender… Aurora lo entendió instintivamente y si bien el camino estaba al frente de ella, todavía necesitaba práctica.
Le tomó 22 días en tiempo de la tierra para lograr este avance, lo cual traducido en el tiempo de este mundo se convertiría en 154 días, debido a que un día en la tierra era una semana en este mundo.
Tal era el tiempo que Aurora permaneció en este lugar y reírse sola por su cuenta, solamente era un efecto negativo del tiempo que permaneció en este sitio.
Un tiempo que, si hubiera estado sola, probablemente la hubiera afectado más de lo norma. Sin embargo, la falta de contacto no se sintió tan pesada debido a que el dueño de este mundo estaba presente y Cithrel la visitaba seguido.
Por lo demás ella permanecía enfocada en su objetivo entrenando cada vez que podía y también buscando mejorar su aura… Este era el resultado.
“Si tuviera más tiempo…” Aurora al pensar en el tiempo agito su cabeza.
Si tuviera más tiempo podría avanzar a rango SSS, pero este mundo ya no podía ayudarla a pulir sus habilidades debido a que únicamente se encontraban bestias.
Incluso si quisiera quedarse, en Terra nova habían pasado 44 días y la coronación de Cithrel ya estaba por comenzar.
Más importante que todo, esperaba que Urfin ya tuviera alguna noticia de la tierra… Tantos días en este mundo, ella pensó demasiadas veces sobre Alice y sus dudas con el tiempo solamente se hacían más intensas.
Ella estaba acostumbrada a entrenar durante días o incluso meses gracias a que en el espacio de su ‘sistema’, podía estar meses sin darse cuenta.
Aun así, aquí era diferente y los pensamientos no eran algo fácil de enterrar y más en este punto.
Aurora suspiró alejando sus pensamientos y sacando un pequeño cristal de su anillo espacial lo rompió.
Al instante siguiente estaba en medio de una selva al frente de una cabaña de madera que parecía pequeña.
Al igual que tantas veces antes, Aurora entró a la cabaña y no se sintió impresionado por la taberna que se encontró en el interior, cuyo tamaño interior no coincidía con el tamaño exterior.
“Bienvenida de vuelta!” Una voz alegre la saludo y Aurora observó sin acostumbrarse al dueño de este sitio.
En realidad, llamarlo ‘dueño’ era una forma de decir, ya que la entidad que estaba aquí fue ‘sellada’ a causa de que tuvo conflictos con múltiples dioses.
El dueño era similar a los zarquianos, que tenían una forma draconiana, pero a la vez era diferente. Un humanoide de escamas negras, ojos negros que giraban tragando la luz alrededor y cuernos que reflejaban su tonalidad.
Su cabeza era la de un dragón en miniatura, aunque lo suficiente grande como para que no coincidiera con el tamaño de su cuerpo, lo que causaba cierta rareza visual.
“Lo mismo de siempre?” Preguntó el dueño del lugar.
“Si, lo mismo de siempre.” Respondió Aurora y acercándose a la barra, vio al humanoide girarse golpeando con sus alas los estantes y pidió. “No, no lo mismo, dame algo mejor. Este sería mi último día aquí.”
“Oh, tengo una cerveza milenaria que robe cuando era joven. Una delicia de dioses.” Dijo la criatura riéndose malvadamente.
Aurora dio media sonrisa.
Si fuera antes se hubiera sentido incomoda, pero ahora luego de tantos días, ya lo ignoraba.
Lamraos era el nombre del individuo, un Dios Dragón que según lo que Aurora había escuchado de Cithrel, había sido el gobernante de los Dioses Dragones… Tal poderosa figura había robado y estafado a múltiples dioses, incluyendo a aquellos que debía gobernar, llevando a que fuera odiado por muchos lo suficiente como para que lo quisieran muerto.
Tal era el anfitrión de este lugar y con quien ella de vez en cuando charlaba para no aburrirse en sus descansos durante todo este tiempo.
“Es una lástima que te vayas. Este sitio es solitario.” Dijo Lamraos al traerle una botella de cerveza y un plato de comida.
El plato tenia carne roja que emanaba un intenso calor mientras que la cerveza era de un color blanco cuyo interior se notaban ligeros hilos celestes que brillaban a través del vidrio.
“Tienes otros individuos con quienes conversar, ¿no?” Preguntó Aurora sirviéndose la cerveza y probándola.
Ella saboreó la majestuosidad de la bebida y sintió como todo su cuerpo se energizaba. Entre las mejores bebidas que había probado durante toda su estancia en este sitio.
Tal era el mejor comentario que ella podía dar y más debido a que durante su estancia aquí, el aburrido Dios Dragón le daba probar diferentes manjares.
Ella pagaba eliminando bestias e individuos que a él le desangraban y existían muchos de esos individuos. Después de todo, este lugar no solamente se encontraba él, sino que, al ser un sitio sellado, diferentes dioses y mundos lo usaban como una prisión en donde lanzaban a toda clase de criatura peligrosa.
La mayoría eran bestias y la gran mayoría de ellas tenían inteligencia al nivel humano o incluso superior. Por tal razón, él podía socializar con otros ‘prisioneros’.
“¿Hablar con seres inferiores? ¿Tú hablas con hormigas? No, ¿cierto?” Respondió Lamraos agitando la cabeza como si fuera obvio, y suspirando decepcionado, añadió. “Volveré a mi rutina.”
La expresión decepcionada y entristecida era evidente, pero Aurora no se dejó engañar…
“¿Influenciar mortales, extender tu descendía y causar estragos?” Preguntó Aurora sabiendo la respuesta.
“Claro.” Respondió la figura como si fuera obvio.
Aurora agitó la cabeza.
Él era el antiguo Rey de los Dragones un título que se lo daba a aquellos gobernantes más fuertes entre los dragones.
Sin embargo, a nivel de categorizarlo en la tierra él definitivamente entraría en la categoría de un Dios Malvado… Un lunático que le gustaba causar estragos desde la comodidad de su hogar.
Y hogar era la expresión correcta. Aunque Aurora había aprendido de Cithrel que Lamraos fue ‘sellado’, durante su tiempo ella se dio cuenta de que la verdad era diferente.
“¿Por qué no sales?” Preguntó Aurora con un ligero tono burlón.
“No estoy tan loco.” Respondió Lamraos y en calma, añadió. “Y es súper fácil extender mi influencia desde aquí. E incluso puedo llegar ligeramente a tu Tierra. Así que si un día necesitas que alguien cause problemas avísame.”
Aurora levantó la ceja ante la indiferencia propuesta de ‘causar problemas’, pero ella en vez de molestarse asintió.
Lamraos no fue sellado por otros, sino que se selló el mismo de tal modo que impidió a que sus enemigos lo molestaran.
“Lo pensare cuando descubra quienes son mis enemigos.” Respondió Aurora sin darle demasiada importancia.
Incluso si sabía quién era sus enemigos, ella no estaba lo suficiente loca como para lanzarle un dios dragón para cazarlos… Probablemente, el conflicto duraría más y sería más destructivo de lo que ella podía imaginar.
Lamraos no era alguien de confianza.
Aurora que vio al Dios Dragón asentir sin demasiada preocupación, se giró al escuchar como la puerta se abría y vio a Cithrel con una sonrisa gigante al verla.
“¡Ya tengo tu vestido para la fiesta de coronación!” Exclamó Cithrel con una voz emocionada apenas entró.
“¿No debería ser tu vestido?” Preguntó Aurora con un suspiro.
Era Cithrel quien iba a ser coronada emperatriz, pero por quien estaba más preocupada era por ella.
Aurora entendía que la razón de la preocupación de su amiga era el tiempo que había permanecido en este sitio entrenando, así que, por tal razón, suspiro.
“Bien, vamos. Hoy seguiré tu decisión de vestimenta.” Respondió Aurora en calma.
La coronación de Cithrel era un momento importante así que era preferible que estaba bien dejar que su amiga se relajara de vez en cuando y ella también lo necesita.
Capítulo 707: Lo sabía.
Capítulo 707: Lo sabía.
Aurora se ajustó su vestido ligeramente incomoda con lo que llevaba.
Desde hace mucho tiempo que ella no usaba un vestido tan elegante, ajustado y fuera de lo que ella le gustaba llevar.
Aurora se giró al espejo observando el largo vestido de color blanco que llevaba, los encajes brillaban en tonalidad celeste, resplandeciendo con evidencia.
Ella tenía los hombros descubiertos y mientras que su largo cabello caía por su espalda.
A pesar de su entrenamiento ella no había ganado musculo y su físico tampoco había aumentado. Era más desde que llegó a este mundo, ella notaba la vitalidad en sus mejillas y en su piel blanca.
Una joven mujer delgada llena de energía y vitalidad, tal era la vista que reflejaba en el espejo y la única rareza era la firmeza de sus ojos y la espada enfundada en su cadera.
A pesar de que este vestido no era algo que le gustaría llevar, Aurora no negó el cuidado en el vestido y el diseño que concordaba con lo que a ella le gustaba.
El vestido era ligero y ‘simple’ comparado con lo que a los terranovense le gustaba llevar y lo más curioso era la mezcla de elegancia con la comodidad de movimiento.
Que ella llevara una espada ceremonial en su cintura dejaba a la vista que el vestido podía usarse para la batalla.
“¿Te gusta? Cithrel puso mucho cuidado cuando se estaba haciendo.”
Aurora escuchó una voz a su espalda y observó Melorrill, llevando una pechera de cuero que cubría una camisa blanca y pantalones de cuero.
“Oh, no me mires a mí. Yo solamente soy un guardaespaldas. No tengo importancia en esta fiesta.” Dijo Melorrill reconociendo lo que pensaba.
“Me gusta mucho el vestido. Se siente cómodo.” Respondió Aurora volviendo a mirarse con una sonrisa.
La comodidad era lo que Cithrel había puesto más empeño y entendiendo que a ella no le gustaba este tipo de ropa, lo que hizo que Aurora sonriera sin querer al pensar en su amiga.
Aurora notó que Melorrill sonreía no por ella, sino que probablemente por Cithrel.
“No pareces un simple guardaespaldas.” Comentó Aurora y con curiosidad, preguntó. “¿Qué clase de estatus tiene una Dragona Mitológica en este imperio?”
Su curiosidad era sincera. Ella quería saber qué tipo de autoridad tenia Melorrill en el imperio, pero también su cercanía con Cithrel.
Era obvio que Melorrill que se llevaba bien con Cithrel o al menos esta última le permitía actuar despreocupadamente, concediéndole varios privilegios.
“Soy su guardaespaldas. No soy parte del Imperio en sí. Bueno, no realmente como otros nobles. Lo que lleva a que no sea leal como ellos.” Dijo Melorrill en calma y con una sonrisa, añadió. “Sin embargo, he visto a Cithrel crecer desde que es pequeña. Es imposible no acercarme a una niña tan ambiciosa.”
Al no ser parte del imperio significaba que la lealtad que Aurora había visto no existía, al menos no hasta tal punto.
Sin embargo, fue claro que Melorrill la apreciaba y por las últimas palabras mostraba que llevaba mucho tiempo con Cithrel.
Aurora que estaba por preguntar más, vio su brazalete que vibraba y luego leyó el mensaje de Cithrel, mencionando que ella estaría un poco más tarde en la fiesta.
“Ella se retrasó…” Informó Aurora dudando sobre qué hacer.
“Oh, sí suele suceder. Cithrel ha estado ocupada. A veces también aparecen algunas ‘ratas’ queriendo interponerse en su camino.” Comentó Cithrel y viendo su curiosidad, explicó. “Desde los nobles idiotas hasta extranjeros suicidas. Ella no te quería mencionar nada debido a que tu estas muy ocupada.”
¿Era así? Aurora frunció el ceño durante un segundo.
No era que Cithrel la necesitaba para nada, ya que probablemente tenia cientos de individuos que podían cumplir sus órdenes, pero, aun así, por primera vez se enteraba de algunas cosas en lo que estaba ocupada su amiga.
“Vamos. No es necesaria esperarla.” Dijo Aurora en calma, enviándole un mensaje a Cithrel para que se ocupara de sus asuntos.
No se preocupaba por Cithrel, ya que probablemente existían muy pocos que podían amenazarla… No, pensando en la ‘Abuela’ de su amiga y la fuerza del imperio, era probable que no existiera amenazas.
Sin embargo, eso no quitaba que existieran individuos que fueran una molestia que necesitaba perder tiempo para resolver.
Aurora prefirió ir a la fiesta así Cithrel se dedicaba a sus asuntos sin tener que apresurarse por ella.
“¿No quieres llegar junto a la Emperatriz?” Se burló Melorrill, pero movió sus dedos lanzando magia espacial.
Llegar junto a la Emperatriz del Imperio Falion causaría revuelo en la fiesta y atención a su persona, así que era un punto para adelantarse. Por supuesto, probablemente ya su estatus se había extendido lo suficiente como para que todos estuvieran informados de su relación con Cithrel.
Aurora vio el espacio agitarse y luego ella llegó a una sala y observó los escalones que llevaban a lo que ella suponía que era el salón principal.
La gran sala de bienvenida estaba llena de personas, pero muy pocos subían y Aurora siguió a Melorrill subiendo los escalones mientras sus tacones altos sonaban por cada escalón.
Antes en la sala de bienvenida se encontraba varias personas conversando, mayormente jóvenes y mientras en los escalones únicamente se acercaban aquellos de mayor estatus.
Cuando ella alcanzó el último escalón, Melorrill desapareció y la entrada se abrió revelando una amplia sala.
“¡Aurora Campbell, la Luz del Imperio!” La voz de Melorrill resonó por toda la sala.
La expresión de Aurora cambio ligeramente al sentir la mirada de aquellos presentes en el interior.
Hombres y mujeres de distintas especies y cuyas presencias variaban se giraron para mirarla y Aurora, simplemente caminó al interior.
La broma de Melorrill con el título inventado simplemente hizo que ella diera una pequeña sonrisa y se diera cuenta de que no estaba nerviosa ni incomoda.
Enfrentarse a personas importantes no significaba mucho cuando ella ya se había enfrentado a Dioses y hasta mantenía negocios con uno de ellos.
Así que en vez de centrarse en las personas que ella no conocía, Aurora observó la gran sala, los mozos que caminaban con copas de vino y como diferentes grupos estaban divididos.
Por la atmosfera, muchos tenían pequeños grupos y conversaban entre ellos, cada uno con conjuntos diferentes y a la vez todo ellos lujosos.
Aquí no solamente se encontraban nobles del Imperio Falion que Aurora había visto antes, sino que se encontraban Reyes y Emperadores de otras naciones vecinas.
Aurora tomó una copa de vino y se dirigió a rincon al no reconocer a nadie o al menos, no lo suficiente como para acercarse a hablar.
Lo bueno era que ella no necesitaba relacionarse con nadie si no quería.
“…”
Aurora levantó la copa en saludo básico al ver al Duque Torvaris mirarla con demasiado respeto… El mismo Duque cuya hija casi termina ejecutada por Cithrel cuando ella llego a este imperio, le devolvió el saludo con suma cordialidad.
El respeto que el hombre mostraba no era debido a que reconocía el estatus que Cithrel le había dado, sino que su mirada revelaba agradecimiento, probablemente por ese día.
“Los Torvaris son leales.” Una voz suave sonó cerca y cuando Aurora se giró para mirar la mujer, sonrió. “Aunque algunas veces excesivamente.”
La mujer alta y de ojos claros, la observó con una sonrisa dando la mano en saludo. La forma que se acercó y saludo, tuvo tintes terrícolas que Aurora reconoció.
Formal, pero a la vez natural muy alejado de lo que la nobleza mostraba.
“Condesa Alva de Alturia.” Saludó la mujer cuando Aurora le dio la mano y con una sonrisa, añadió. “Es un honor conocerla, Su Excelencia Aurora Campbell.”
“No es necesario ser tan formal.” Respondió Aurora y mirando la mujer, dudó un momento y preguntó. “¿Usted es la esposa de Yukimura Kageyasu?”
Yukimura Kageyasu rango SS de Japón y parte de los militares de esa nación. Aurora recordaba al hombre, pero más recordaba la historia de ese hombre o su título en Terra nova.
A él lo llamaban Vizconde de Alturia.
“Oh, mi… ¿Conoce a mi esposo?” La Condesa Alva se cubrió su boca con su mano sorprendida y sonrió felizmente, sin contener su felicidad al escuchar que fue reconocida.
“No demasiado. Aunque he tenido contacto con él.” Respondió Aurora luego de presentarse y con una sonrisa amable, comentó. “También conozco su historia de amor. Muy única y conmovedora.”
La mujer soltó una pequeña risa ante su comentario y fue inconfundible el orgullo que ella mostraba. Un orgullo no por estatus, sino que por su devoción a su esposo.
Según lo que Aurora había escuchado, la antigua ‘Vizcondesa’ Alva había esperado a su marido durante muchos años estando soltera hasta que eventualmente la tierra se conectó con Terra nova.
Era más, él y ella habían tenido un hijo… Lo cual mostraba lo profundo que fue la conexión de Terra nova con la Tierra.
“Me causa vergüenza que me reconozcan por esa historia. Gran parte fue por su espera. Mi esposo es un hombre dedicado y guapo, me alegro que me haya esperado incluso cuando no sabíamos si sería posible encontrarnos de vuelta.” Dijo la Alva en una voz ligeramente baja y sonriendo suavemente, añadió. “Según lo que he escuchado la vida en la Tierra fue difícil.”
La vida de la tierra luego del Gran Cataclismo fue difícil y más para aquellos que perdieron su familia de Terra nova y quedaron solos… Ni hablar de las dificultades que posteriormente fueron surgiendo.
“Lo fue. Lamentablemente aquellos que debieron manejarlo como corresponde no lo hicieron.” Respondió Aurora de inmediato.
Su respuesta fue instantánea que vino automáticamente porque sabía quién manejó la conexión de Terra nova y la Tierra.
Aión podría haber hecho un mejor trabajo, de tal hecho no había duda, pero Aurora tuvo otra pregunta… ¿Que hubiera hecho ella en ese momento si tuviera, aunque sea una pequeña parte del poder de ese individuo?
Lo hubiera manejado mejor. Tal respuesta fue instante.
No se trataba de solucionar la vida de las personas, simplemente si él no hubiera ignorado todo y hubiera sido más proactivo, quizás la destrucción y el caos que surgió luego del Gran Cataclismo no hubiera sucedido al nivel en el que ocurrió.
Aurora agitó la cabeza alejando tales ideas. Era un sinsentido pensar en lo que ella hubiera hecho en ese tiempo y más cuando tenía muchas cosas que hacer ahora, que no se atrevía hacer.
Alva al verla cambió de tema y Aurora disfrutó la charla con la mujer. La Condesa Alva era elegante, carismática y mayor que todo, conocía muy bien la forma de interactuar con una terrícola.
Dejando de lado la etiqueta que la nobleza exigía, ella habló de varios temas incluyendo a su esposo y los minutos pasaron.
Aurora conversó por diez minutos hasta que ella notó a Urfin Jadegrog entrando al salón acompañado de varios enanos.
“Disculpe, Condesa.” Disculpándose con la agradable mujer que le había hecho compañía, Aurora se alejó por medio la sala queriendo seguir a Urfin.
Ella no había tenido tiempo para conversar con él debido a que estuvo ocupada en su entrenamiento y en este punto no podía contener la curiosidad sobre Alice.
El tiempo que tuvo para entrenar fue una ventaja, pero a la vez fue difícil de sobrellevar y más cuando tantas dudas perturbaban su mente.
A mitad de la sala, viendo a Urfin dirigirse entre una multitud, Aurora notó como un joven delgado se interpuso en su camino.
“Le gustaría un baile con…”
“Lo siento, estoy ocupada.” Aurora ignoró al joven y cuando lo estuvo pasando sintió que el joven se movía y ella se giró de inmediato.
Vio al joven había tratado de agarrar su brazo con una expresión fría y al darse cuenta de que no la atrapó, la expresión del joven primero se llenó de vergüenza al no poder agarrarla, pero luego se llenó de ira.
Aurora observó al joven de piel bronceada y cabello dorado, analizó su vestimenta y notando las joyas y la extravagancia excesivamente, supuso el estatus.
¿No es un simple noble, probablemente Príncipe de un Reino o Imperio? Aurora analizó rápidamente y viendo la expresión de enojo ella lo supo.
Sea quien sea, no era muy inteligente…
“Es mejor que mantengas tus emociones y mires a tu alrededor.” Intervino Aurora antes de que el noble dejara salir sus emociones.
Aurora observó los alrededores, vio a todos los nobles del Imperio Falion observando con miradas penetrantes. No importaba si eran mujeres o hombres, cada una de las miradas eran como dagas lanzadas por calamidades o semidioses.
La mayoría de los otros invitados parecía no entender la atmosfera, pero ella si… Cithrel le había dado un estatus lo suficiente elevado como para que cualquier Príncipe, Rey o incluso Emperador tuviera que tener cuidado de sus modales.
Entre la multitud Aurora vio a un hombre de dos metros sumamente musculoso apuntándose a sí mismo y ella reconoció al ‘Soldado más leal de Su Majestad’, y su expresión tembló durante un segundo antes de suspirar e ignorarlo.
“Es mejor que te retires y probablemente contrates guardaespaldas… Aunque dudó que sobrevivan.” Dijo Aurora en calma y viendo la expresión del joven, lo vio retirarse y ella agitó la cabeza al darse cuenta de que la atmosfera volvió a la normalidad.
Aurora suspiró al ver que el hombre de dos metros bajaba sus brazos decepcionado y frunciendo el ceño durante un momento, no entendió que buscaba ese Dios.
“Ignóralo. Está desesperado porque le pidas que haga algo.”
Aurora escuchó una voz que reconoció y vio que Gruvreas se acercaba con una copa de vino.
El enano de cabello blanco, la observó durante un momento sin verla agitada o incomoda por su reunión o por ver a otro de los Dioses Infernales queriendo ‘acercarse’.
“Eso hare.” Respondió Aurora volviendo a buscar por el salón a Urfin y al notar que los alrededores se difumaron en un color dorado, se centró en su ‘aliado’.
Gruvreas estaba con su copa de vino girándola dudosamente y tras unos segundos, suspiró.
“Urfin Jadegrog no tendrá respuesta que buscas. A pesar de que sus colegas se han acercado a tus amigos, no es lo suficiente para saber la verdad.” Dijo Gruvreas con calma.
Su expresión estaba llena de calma, pero su mirada se notaba ligeramente complicada. Como si tuviera que decir algo, pero no quisiera.
“¿Que sucede?” Preguntó Aurora con una expresión solemne.
Gruvreas al ver su expresión suspiró y luego sacó una moneda dorada en su bolsillo, la expresión compleja creció, aunque al final habló.
“Desde este momento nada está en mi control y no puedo desobedecer.” Dijo Avaricia, el Dios del Infierno y pasando la moneda, declaró. “Tomar la moneda no será nada bueno, pero mi deber es dártela. Aunque esto puede dañar nuestra recién creada alianza, espero que eventualmente entiendas que solo cumplo órdenes.”
Aurora frunció el ceño de inmediato y dudó al mirar la moneda.
Avaricia trabajó bastante para acercarse a ella y Aurora lo sabía, la forma que se acercó y logró que ella aceptara un trato fue lo suficiente bueno para que ella se sintiera cómoda.
Algo que otros Dioses Infernales no habían logrado, al menos no de la forma que él lo hizo. Sin embargo, que ahora estuviera diciendo que lo que sucedería no estaba en ‘su’ control y ‘no podía desobedecer’ hizo que Aurora pensara en alguien.
La Emperatriz del Infierno, la Primordial del Fuego y la Destrucción y su cuñada se empezó a mover.
A pesar de que Aurora no sabía que haría la moneda, al final fue atraída de inmediato debido a la exactitud del comentario de Gruvreas sobre Urfin y la misión que ella había pensado.
Aurora respiró profundamente y…
“Está bien.” Declaró tomando la moneda dorada.
De inmediato sus alrededores cambiaron y todo desapareció volviendo se oscuro, hasta que empezó a escuchar ruido de golpes, entonces su visión volvió.
“Ug…”
Aurora volvió a escuchar ruido de dolor y luego vio a alguien que no había visto desde hace mucho tiempo.
Joven y delgada con un cabello negro atado en una colega. Ella tenía varios moretones y su brazo estaba torcido mientras gruñía de dolor.
Para Aurora fue imposible no reconocer a Nicole, pero ahora la que veía era muy diferente a lo que ella recordaba. Su compañera y amiga era feroz y su entrenamiento a veces era violento.
Sin embargo, aquí era diferente… La atmosfera es diferente.
“Creo que es hora de parar.” La voz vino desde una esquina y el Emperador Víctor, se acercó a Nicole con una expresión preocupada en su rostro.
Una expresión que Aurora podía decir con claridad que jamás había visto, al menos no con la preocupación actual que revelaba cierto afecto.
Nicole al mirar su brazo, utilizó su otro brazo para acomodarlo y soltando un gruñido de dolor forzó su aura de combate alrededor de su cuerpo y su brazo, reforzando sus huesos y obligando a que su regeneración y su cuerpo volviera al estado máximo… O al menos lo intentara.
“Estoy bien.” Respondió Nicole volviendo a levantarse y respirando hondo sin ocultar la pesadez y cansancio en su voz, declaró. “Volvamos a luchar.”
La voz, la mirada y la expresión. Aurora había visto la ferocidad de Nicole, pero esta vez su voz llevaba cierto deseo de mejorar teñido de locura y desesperación.
Aurora reconoció el aura de combate débil, notó las ojeras en Nicole, la expresión de locura en su rostro y como ella forzaba su cuerpo en mantenerse en pie, no solamente exigiendo su cuerpo para mantener sus heridas, sino que su conciencia del cansancio.
Esto no era un entrenamiento de ferocidad… Era la locura de una persona que tenía un objetivo a sus ojos y estaba dispuesta a todo para conseguirlo.
Era imposible que Aurora no reconociera el dolor y el deseo de la venganza, al igual que la locura que ella también había sentido.
“Si necesitas ayuda puedes decirme.” Dijo Víctor Pelegrine a su aprendiz y…
“Si llega el momento lo hare, maestro. Por ahora, necesito su ayuda para fortalecerme.” Respondió Nicole West.
Junto a esas palabras la joven volvió a atacar y la visión se hizo añicos disolviéndose a sus alrededores.
Cuando Aurora volvió a entrar en razón, ella se mordió los labios y…
“Mierda…” Maldijo girándose de inmediato en dirección a la salida ignorando completamente a Gruvreas.
Alice no le había contado a nadie sobre la verdad… Era imposible que Aurora no reconociera el dolor, la desesperación y el deseo de venganza de Nicole.
A pesar de que ella sabía que sus amigos sufrirían, Aurora había pedido que se les avisara a sus amigos más cercanos como Nicole, porque ella no quería que se sintieran tan desesperado como alguna vez ella se sintió.
Sin embargo…
“Alice…”
Alice no había revelado la verdad y se había guardado todo, llevando a que el dolor que sería momentáneo se transformara en desesperación y locura.
¿Por qué su hermana no hizo lo que ella pidió? ¿Por qué se guardó todo? Las preguntas surgieron en la mente de Aurora y ella abrió la puerta para abandonar la sala, pero en el otro lado vio a Cithrel.
“¿Que sucede?” Preguntó Cithrel al notar su expresión.
“Alice no reveló la verdad.” Respondió Aurora de inmediato y mientras activo un artefacto para moverse, notó el silencio y también la expresión de Cithrel.
Viendo la expresión de sorpresa de Cithrel, Aurora se dio cuenta.
Esa sorpresa no era por las acciones de Alice, sino que sorpresa a que ella se enterara y Aurora se dio cuenta.
“Así que lo sabias…” Murmuró Aurora al ver la expresión de Cithrel.
Comentarios del capítulo: (0)
Comentarios del capítulo: (0)