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TG - Capítulo 728
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Capítulo 728: Hacerlo bien.

Capítulo 728: Hacerlo bien.

Aurora mientras estaba en su oficina firmó los últimos documentos y luego lentamente levantó su cabeza observando a la persona que estaba sentada al otro lado del escritorio.

“Gracias por esperar, Gruvreas.” Dijo Aurora sin que su expresión cambiara.

Hace tiempo ella jamás hubiera hecho esperar a un Dios del Infierno, pero… Los tiempos cambiaban y si ella era sincera, no podía ocultar que estaba un poco molesta.

Gruvreas le dio la moneda por la cual ella descubrió los planes de Alice y todo fue ordenado por el clon de Jezabel.

Se podría decir que Gruvreas como un adorador y conocido súbdito de la Emperatriz del Infierno no podía negarse y era cierto, no obstante, no quitaba su molestia.

Después de todo, ellos habían creado una alianza.

“Por supuesto, es lo mínimo que puedo hacer.” Respondió el Dios, acariciando su larga barba blanca, suspiró. “Deseo disculparme por lo sucedido la última vez, pero como entiendo que en una relación de negocios una disculpa debe ser acompañada de cierto valor. Le ofrezco lo que usted desee.”

El Dios de la Avaricia le estaba ofreciendo lo que ‘deseara’. Aurora lo miró y…

“No. Es mejor que mantengamos nuestra relación de negocios sin tanta influencia externa.” Aurora se inclinó en su silla sin quitarle la mirada al Dios que estaba frente a ella. “Estoy entendiendo la influencia que mi hermano y su pareja me otorgan y si bien apreció la utilidad, me disgusta la falta de control que tengo sobre la ‘ayuda’ que me ofrecen.”

El Dios de la Ira le otorgó una legión con un Dios y si bien Salysia ha sido extremadamente útil junto a sus subordinados, era imposible negar la falta de control que ella tuvo. Ese dios literalmente hizo que un ejército compuesto de Ángeles descendiese a este mundo sin consultarle o preguntarle.

Ira probablemente estaba encantado de ayudarla, pero ese Dios no se fijaba en lo que ella deseaba o lo que ella esperaba, a diferencia del Dios que estaba al frente de ella.

“Entre los Dioses Infernales usted es el que ha mostrado más control. Por supuesto, si bien conozco a Orgullo y Lujuria. Digamos que mi interacción con ellos ha sido diferente.” Aurora pensó en los Dioses del Infierno restante y… “En cuanto a Pereza, Envidia y Gula no se han presentado directamente y si lo han hecho entonces no han revelado su verdadera identidad.”

Los ojos dorados del Dios de la Avaricia, también conocido como Dios del Comercio y la Usura permanecieron imperturbables. Ella no podía leer las emociones ni las expresiones.

“Agradezco su aprecio y sus buenas palabras sobre mi persona.” Agradeció Gruvreas y dando una media sonrisa, añadió. “Espero mantener nuestra relación comercial y espero recuperar la confianza con la cual ambos empezamos a trabajar.”

Aurora sonrió. Ella dejo en claro que lo que buscaba era una relación equilibrada de comercio donde la influencia de su hermano y de Jezabel fuera mínima o inexistente.

Esto último resultaba imposible debido al estatus de Gruvreas y la relación de subordinación con Jezabel, pero al menos ella esperaba que cualquier apoyo que él ofreciera siempre fuera por una ganancia… Básicamente que toda la relación fuera un trato y no él ayudándola por la influencia externa.

Si ella quería usar la influencia de estos seres tan poderoso necesitaba tener control en las consecuencias. Ira le mostró lo que la ayuda de un Dios podía causar.

“Eso espero.” Dijo Aurora dando la mano y al ver que Gruvreas la tomaba, agregó. “Ahora me gustaría pedirle un favor.”

“Por supuesto, he venido preparado para apoyar la causa de este planeta.” Respondió Gruvreas volviendo a su modo de negocio.

“No. Este mundo no necesita más ayuda. Ira y Salysia son suficiente y si bien podemos negociar sobre la influencia de más Dioses, mi favor es otro.” Dijo Aurora, esta vez sonriendo y disminuyendo la formalidad. “Necesito que encuentres a mi maestro y maestra, Gruvreas. ¿No debe ser difícil encontrar a dos Dioses, cierto?”

Sus dos maestros eran Dioses… Aurora que estuvo en la biblioteca de la Diosa del Conocimiento tenía una idea general, pero ella no solamente quería saber quiénes ellos eran, sino que también contactarlos.

“Es un deber filiar presentar mis respetos a mis maestros.” Dijo Aurora en calma.

Ella quería verlos y saludarlos. No ya ocultando identidades y jugando a ciegas, sino que de frente. Conversar con ellos, entrenar y más importante, preguntar si deseaban hacer turismo.

Si ella tenía que elegir un Dios en el cual confiaba, ella sin duda elegiría a su maestro. Su sistema, Aión, él ocultaba demasiado secretos y era algo más complejo, pero su maestro siempre le enseñó cuidadosamente y su maestra fue similar en apoyarla directamente.

“También necesitaré tu ayuda en la tierra. He tenido mucho tiempo para pensar luego de que… Bueno, me declarara la dueña de este mundo.” Dijo Aurora con cierto tono burlón a si misma y pensando en su situación y en la tierra, añadió “Y las únicas ideas que se me vienen a la mente enojaran a muchas personas.”

Aurora ya tenía pensado en volver a la tierra y si bien faltaba terminar su entrenamiento, ella ya tenía planes para enfrentarse a los invasores de este mundo.

No obstante, los planes de la tierra necesitaban hacerse con tiempo y más cuando la carrera sobre convertirse en el Dios de la tierra seguía en marcha.

Pensando en ello, ella continuo.

“Dicen que la tierra está en una carrera donde muchas personas buscan convertirse en Dioses. Algunos de ellos me han visto como su oponente y como tal me han querido eliminar, pero… Yo no quiero competir.” 

Aurora pensó en la carrera. En aquella organización secreta que trató de eliminarla y luego en la tierra. La tierra necesitaba un Dios, no había duda y el problema era que muchos probablemente pensaban que alcanzar ese estado era suficiente y no lo era.

“Muchos no entienden que convertirse en Dios no es el fin. Es simplemente el inicio.”

¿Que importaba si alguien se convertía en el Dios de la Tierra y obtenía la ‘llave’ para entrar a ese universo? No significaba nada, no cuando Primordiales vigilaban.

Muchos creían que Jezabel no estaba activa en la Tierra, la Diosa del Orden siempre ofreció apoyo mínimo y Aión, él se mostraba como un dios que no intervenía en la tierra y era más, hasta se podía decir que era un dios que ni siquiera controlaba su autoridad, ya que hasta había aparecido un Profeta, que daba profecías a medias.

Todas esas personas no sabían que al ascender serian juzgados ya fuera por Jezabel o Aión… Un nuevo dios no lograría demasiado frente a esos titanes y tal hecho no era conocido.

Uno necesitaba estar muy cerca de su hermano o su familia para conocer tales secretos y esas personas no eran tan estúpidas como para tratar de asesinarla.

No, aquellos que la asesinaban y querían eliminar la competencia eran individuos que no conocían tales verdades.

Ella no quería ser un Diosa y si bien tenía la capacidad de conseguirlo, Aurora en estos últimos días estaba considerando otro enfoque.

“La carrera necesita un juez.” Reveló Aurora.

“¿Y tú estás dispuesta a tomar esa posición?” Preguntó Gruvreas sin contener la sonrisa.

“Claro. ¿Quien más tiene el respaldo de varios dioses para imponer su autoridad como juez?” Replicó Aurora con una sonrisa y luego con una pequeña risa, añadió. “Es sumamente arrogante, pero no dejare mi mundo en manos de personas que no considero adecuadas.”

Aurora no pudo contener la risa. Tal idea era alocada y le parecía extrema a niveles que ella jamás hubiera pensado.

Antes de venir a este mundo ella pensó convertirse en la Diosa de la Tierra para proteger a la tierra y sus seres queridos, pero ahora… Ella pensaba encargarse de juzgar a los participantes, decidir quién participaba, eliminar a los inadecuados o elegir el ganador todo por su propia voluntad.

Para lograrlo iba a tener que imponer su voluntad sobre las personas más poderosas, influyentes y con mayor autoridad de la tierra. Imponer su voluntad frente a naciones y el mundo entero.

“Tampoco quiero que Jezabel se encargue de la Tierra, ella probablemente trate de controlar la mente de todos para crear una utopía y ni hablar de alguien como Ira. No quiero ser declarada emperatriz de la tierra por un demonio que aparece destruyendo el cielo.” Añadió Aurora logrando que Gruvreas se riera. “Así que debo tomar la tarea en mis manos y por supuesto, necesitaré un buen aliado que me ofrezca herramientas que por mi cuenta no podría conseguir.”

Su objetivo era una locura, no lo suficiente extrema como para pedirle al Dios de la Locura y la Ira que participara, pero si lo suficiente como para que alguien del mismo estatus estuviera presente.

Aurora mantuvo sus ojos en Gruvreas. Antes ella había aceptado cooperar con él, pero fue superficial y general, sin un objetivo claro.

“Era hora de alguien tomara las riendas de la Tierra. Su madre, Agatha nunca quiso tomar tal rol y me alegro saber que ahora existe alguien que tome tan importantes decisiones. Estoy dispuesto a ayudarla.” Dijo Gruvreas con una sonrisa.

Aurora también sonrió y ella empezó a hablar, que era lo que necesitaba y también lo que deseaba hacer mientras que su plan de regreso lentamente tomaba forma en su mente.

******

Aurora bebió una copa de té luego de la larga y fructifica conversación que ella tuvo con Gruvreas. Él era el primero con el cual compartió sus planes tan abiertamente relacionado a la tierra, pero era el principio.

“Mi hermano y mis maestros podrían ser de gran ayuda… Mis padres? Sacarlo de su retiro se siente mal…”

Su murmullo se extendió por la oficina mientras su mente desvariaba pensando en las personas que podía confiar. Su hermano, específicamente el clon que la estaba acompañando en este mundo estaba dentro de las personas que confiaba sin dudar y que podía ser de gran ayuda.

La idea de pedirle ayuda a sus padres para que salieran de su retiro y la ayudaran sonaba mal, pero…

“Creo que debería pensarlo. Mi madre suena como una muy mala idea.”

Todos aquellos que conocían a la Luz de Plata sabían que esa mujer le gustaba controlar todo… Al igual que ella y si bien Aurora de algún modo trabajo bajo la iglesia que su madre controlaba, nunca fue directamente debajo de ella. Y ahora, la idea de que ella fuera la superior de su madre sonaba un mayor desafío que tratar de controlar dioses.

“Suena problemático, pero… Si mi hermano se encarga de ella y le pido a mi padre que intervenga…”

Su mente volvió a trabajar y la idea le sonaba más descabellado y complicada que controlar este mundo y cualquier plan alocado que se le ocurriera relacionado a la tierra.

Incluso si ella estaba dispuesta a pedir ayuda a sus padres luego de tanto tiempo, la sola idea le parecía compleja.

Un golpe de puerta la volvió a traer a la realidad.

“Pasa Cithrel.” Aurora dio la orden y su amiga abrió la puerta.

Cabello azul y ojos azules, Cithrel llevaba un vestido blanco que daba un aura gentil y suave, disminuyendo la elegancia que ella siempre revelaba.

También se notaba ligeramente cansada, especialmente en sus ojos y Aurora cuando se concentró en su concepto de luchadora tratando de sentir las emociones, pudo captar la incomodidad y cierta pena dentro de ella.

“Lo sient…”

“Te ves linda con ese vestido. Hasta inocente diría.” Aurora interrumpió levantándose y mirando a su amiga de pie a cabeza, le sonrió malvadamente. “No ganaras mi disculpa actuando tan linda e inocente.”

Cithrel primero frunció el ceño sin comprender, sus ojos se abrieron lentamente en sorpresa y luego su expresión se volvió seria, tratando de controlar su expresión.

A pesar de ello, Aurora pudo captar cierta alegría y vergüenza mezclada con la pena que se elevó aún más al entender que ella trataba de aligerar el ambiente. Antes de seguir leyendo, Aurora detuvo su poder al no querer leer las emociones de su amiga de esta manera.

“Creo que es mejor disculparme. La pelea que tuvimos es algo que no me hubiera gustado que pasara. De verdad lo siento. Sin importar mis intenciones no debí ocultarte los planes con Alice.”

Aurora no tenía que activar su concepto para entender que las emociones de Cithrel eran sinceras.

Cithrel se alió con Alice para alejarla a ella de la tierra e ir en contra del plan inicial. Aurora al pensar en tal hecho, no se molestó o enojo.

¿Cómo podía? Dejando de lado que había pasado demasiado tiempo, ella también lo estuvo pensando y reflexionando sobre el tema.

Resultaba imposible no entender la razón por la cual su hermana hizo lo que hizo y porque Cithrel la apoyo. Ambas no se llevaban bien e igualmente creyeron que estaban haciendo lo correcto.

“Está bien.” Dijo Aurora en calma y con una sonrisa, se acercó a su amiga. “También me gustaría disculparme. Debe ser frustrante ser amiga de alguien que no se deja ayudar.”

Cithrel trató de hablar y Aurora la detuvo dándole un abrazo.

¿Cuán frustrada debía estar Cithrel quien le ofreció todo para ayudarla? Aurora se sentiría bastante frustrada si una de sus amigas no aceptaba ayuda.

Un asunto era lograr todo por cuenta propia y otro era ser tan testarudo que no aceptaba ayuda por alguna estúpida razón… Y ella era buena dándose razones estúpidas.

“Desde ahora trataré de no ser tan testaruda y no rechazar tu ayuda.” Dijo Aurora al separarse con una sonrisa. “Así que espero que la sigas ofreciendo.”

“Por supuesto. Sabes que puedes contar conmigo.” Respondió Cithrel de inmediato y con una pequeña sonrisa, añadió. “También evitare ocultarte los planes que tenga.”

“Oh, solamente revela los relacionados a mi persona. No quiero saber los planes del Caballero Galante sobre expandir su harem.” Bromeó Aurora y…

“Oh, creo que eso puede ser difícil.” Exclamó Cithrel cubriendo su boca con la mano y sin ocultar su mirada coqueta, reveló. “Después de todo, mis planes se mezclan.”

Ambas se miraron y… Se rieron a carcajadas.

Había pasado tiempo desde que ambas bromeaban sobre este tipo de cosas y Aurora sonrió exhalando el cansancio de estos últimos tiempos.

“Ah, tu coronación. Lo siento por no asistir.” Dijo Aurora al recordarlo.

¿Cuánto era la diferencia de tiempo de este mundo con la Terra nova? Aurora se sintió un poco culpable al darse cuenta de que recién se daba cuenta y Cithrel agitó la mano.

“No te preocupes, la retrase. No me sentía bien para tener mi coronación cuando mi mente estaba en otro asunto.” Reveló Cithrel y viendo su expresión preocupada, declaró. “Igualmente no es un problema. Lo que más lamento fueron mis planes de conflicto con nobles que tenía planeado resolver contigo a mi lado. Para curar mi corazón herido tuve que tener largas y curativas sesiones con Venali y Taqiyya.”

“Totalmente comprensible.” Aurora al responder volvió a reírse. “Avísame cuando será tu coronación. Esta vez estaré presente sí o sí.”

“Todavía sigo herida, así que me gustaría curarme durante unas semanas a tu lado.” Cithrel actuando débilmente, pero su mirada y la sonrisa no ocultaba que se estaba divirtiendo.

Aurora puso una expresión un poco complicada, no por el claro coqueteo tan casual de su amiga, sino que sus planes…

“Es broma. Entiendo que las responsabilidades de la Realeza, no te molestaré.” Señaló Cithrel rápidamente, con una sonrisa ligera.

¿Estaba pensando en las responsabilidades que ahora ella tenía? Aurora al ver su amiga, suspiró.

“No, no es por eso. El tema es que en una semana en entraré en un entrenamiento a puertas cerradas.” 

Aurora viendo que su amiga la miraba sin comprender, dudó unos segundos y al final decidió contarle la verdad.

“Voy a pedirle a Aión que desconecte este mundo y universo de los demás. De ese modo el tiempo pasara diferente comparado a la Tierra o Terra nova.” Reveló Aurora llevando a que Cithrel abriera sus ojos.

Aurora estuvo pensando en su entrenamiento y ciertamente lo necesitaba, pero ahora que ya estaba usando todas las herramientas disponibles decidió ir al extremo… Básicamente terminar su entrenamiento sin que pasara unas horas en la Tierra.

“Quizás sean meses o años. Desconozco cuál sería la dificultad de desencadenar una guerra solitaria contra toda una civilización invasora desconocida.”

Esta no era la primera vez que entrenaba por horas que se convertían en meses. Ella estaba acostumbrada y Aión era más que capaz de hacer tal acción y en cierta forma, pedirle ayuda también era una buena forma de tratar de acercarse a él de vuelta.

Volver a acercarse a Aión, entender a ese individuo más allá de lo que había hablado era importante al igual que terminar su entrenamiento… Todo eso sin retrasar su tiempo de regreso a la tierra.

Aurora vio la expresión sorprendida de Cithrel y los ojos abiertos y sonrió.

Si ya estaba pidiendo ayuda a todos sus conocidos era mejor que lo hiciera bien.


mode_commentComentario de Evil_Warlord

¡Bienvenidos! Espero que hayan disfrutado el capítulo. Como pueden ver, la historia ya está encaminándose, pronto las cosas se aceleraran o al menos eso quiero. Para contarle un poco, planee la historia y luego de ir escribiendo, mi objetivo era hacer seis volúmenes para contar la historia -cerca de mil o mil doscientos capítulos- y luego de pensarlo, decidí optar por un enfoque más corto, terminara en este volumen y en unos 120 capítulos tal vez menos. Honestamente, cualquier escritor en mi punto ya hubiera abandonado la historia y más si escribe para convertirse en un escritor a tiempo completo. Sin embargo, de mi parte continuo escribiendo y lo hago porque lo disfruto y por qué quiero terminar la historia, incluso si es para mí mismo. Antes de abandonarla debido a que está siendo muy larga, preferí optar por terminarla, obvio no quiero que sea un final apresurado y trataré de terminar la historia acorde a lo que buscaba cuando empecé a escribirla, aun así abran cosas que se me escapen. Como tal, si quieren comentar un tema o trama que le gustaría que tenga un cierre, comentarlo o pueden unirse al Discord y hablarme ahí: discord.gg/WG8FX75

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Muchas gracias por seguir escribiendo la historia y mucha suerte con tus proyectos a futuro

1

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TG - Capítulo 729
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Capítulo 729: Extrema.

Capítulo 729: Extrema.

Érica viajó en un auto de lujo que estaba siendo conducido por uno de sus clones. Su mirada permaneció fría mientras observaba pasar las calles de Londres.

A su lado estaba Leslie quien también estaba mirando por la ventana observando la gente y los edificios pasar.

Ambas estaban en silencioso y la atmosfera era pesada, no tan extraño cuando hace poco acababan de descubrir a qué clase de enemigo estaban enfrentando.

El Presidente del Gigante del Norte y el Arcangel de la Guerra eran parte del grupo que había tratado de asesinar a Aurora. Dos individuos, uno con la influencia de una de las naciones más poderosas y que probablemente tenía una autoridad inigualable al ser el fundador de esa nación y otro una leyenda entre leyendas.

Esas dos personas eran enemigos. Tal realización aterradora para su grupo.

Poder, autoridad, influencia y fuerza para aplastarlos a todos ellos de inmediato. Era imposible no tener miedo ante tal poder y autoridad.

Y, aun así, a pesar de toda la verdad, ellos seguían actuando.

“Espero que Edward sepa algo.” Murmuró Leslie sin quitar la mirada de la sociedad.

Edward Palmer quien asesinó a los altos mandos del Gremio de Héroes y quien estaba por ser juzgado. Tal era su nuevo objetivo, precisamente hablar con él y ver si podía responder algunas preguntas y dar cualquier información que pudiera.

Así de desesperado estaban y era normal… Ellos debían estar asustados, cada uno de ellos tenían familia y si su enemigo ya tenía miembros tan poderosos, era normal que tuvieran miedo por sus familiares. Después de todo, la otra parte no estaba siguiendo ninguna regla.

Tratar de preguntar a Edward no tenía mucho sentido y en cierta manera era un movimiento de desesperación, un pedido de calma antes de atreverse a realizar otras acciones.

Todos tenían el deseo de vengar a Aurora, pero el peligro ya no solamente podía apuntar a ellos.

A pesar de que Érica no lo mostró, ella prefirió estas acciones y más ahora que ella era la única rango SS del grupo y no podía protegerlos a todos, sin importar cuanto quisiera.

“¿Has hablado con tu familia? Nicole ha movido sus familiares con el Emperador Víctor y Andrés a Zerzura. Mi familia está cerca de la Reina de Gran Bretaña, pero están atento del peligro debido a mi rango.” Érica habló cambiando de tema y mirando a su amiga, añadió. “Una vez que pueda contactar a Clémentine le informare de la situación.”

El peligro era incuestionable y cuando se enfrentaban a un enemigo de tal magnitud que además permanecía oculto, no podían evitar pensar en sus familias.

Personas como Nicole, Andrés o Akira y su grupo debido a el trasfondo de sus familiares ya informaron de la situación y la mayoría se mudaron a Zerzura, exceptuando a Nicole quien envió a sus familiares con el Emperador Víctor, quien les ofreció la misma protección a todos los familiares del grupo.

Personas como ella, Clémentine y Leslie cuyas familias ya sea que tuvieran algún nivel de fuerza, autoridad o influencia, necesitaban ser advertidos… O al menos informados de que la situación podía ser peligrosa.

“Hablé con mi padre, no le conté todo… Bueno, es difícil decir todo tan abiertamente y no parecer un lunático, pero la Empresa Cosmos me ayudó. Ellos se están encargando de su protección.” Respondió Leslie y mirándola directamente, preguntó. “¿Has escuchado algo de Clémentine? Ha pasado una semana sin responder los mensajes y si bien su familia es poderosa, me gustaría que ella sepa a qué nos enfrentamos.”

El padre de Clémentine era un rango SS y el hermano era parte de la Iglesia del Orden por lo cual tenían cierta seguridad, pero siempre era bueno informar de antemano y más cuando uno de los enemigos era un rango SSS.

Si bien dar aviso podría causar riesgos y más si estaban siendo vigilados, resultaba necesario y más si empezaban a realizar movimientos más arriesgados.

“No, ella no ha respondido mis mensajes.” Respondió Érica y viendo a Leslie preocupada, añadió. “Es probable que se haya distraído. Es fácil perderte cuando estas aprendiendo algo nuevo y más con un gran maestro como Fenghuang.”

Leslie se notaba nerviosa así que ella dio una sonrisa lo suficiente suave para calmar a su amiga… Aun así, Érica anotó en su mente verificar la seguridad de Clémentine.

Mantener un ojo en todo el grupo, tratar de que ninguno hiciera algo arriesgado y tratar de protegerlos resultaba agotador y, aun así, ella no lo mostro.

No podía mostrar sus emociones, ni sus miedos o debilidades. Necesitaba mantenerse fuerte a toda costa.

“Reúnete con el equipo que estará a cargo de la seguridad de Edward y suerte.” Dijo Érica al ver que se estaba acercando al Tribunal de Justicia de Londres.

El crimen de Edward era considerado internacional y afectaba a múltiples naciones debido al estatus del Gremio de Héroes, lo que hizo que luego de debate se eligiera Londres como sede donde se realizaría el juicio.

Al estar llegando, Érica vio la muchedumbre reunida y con carteles pidiendo la máxima sentencia e incluso la pena de muerte.

Si ella no actuaba como correspondía, podría quedar atrapada en la opinión negativa en contra de Edward debido a que ahora ella lideraba la Asociación de Héroes.

Fue una ventaja que el juicio se realizara en Londres donde la opinión pública sobre ella era positiva. Lamentablemente no era suficiente para evitar problemas.

Érica resistió el suspiro de cansancio y mantuvo su expresión imperturbable mientras su clon de hielo conducía el auto.

Iba a ser un día largo.

*******

“Edward Palmer a pesar de que fue el aprendiz de un héroe legendario traicionó a la humanidad eliminando a aquellos que la protegían. Tal traicionó merece la más alta de las penas y…”

Edward que estaba sentado detrás de un escritorio llevando un traje simple escuchó a Érica hablar sobre sus acciones y su pedido ante los jueces que eran individuos de varias partes del mundo. Los jueces permanecían ocultos detrás de un velo mágico, que ocultaba sus rostros.

Nadie cuestionó como los jueces fueron elegidos o su capacidad. No, en este juicio estaban para juzgarlo a él en una farsa que lo único que buscaba era hacer un show donde él fuera declarado culpable.

A Edward no le importaba. Era más, hasta le pareció excelente como Érica aprovechaba la oportunidad para distanciarse de él y de la misma forma alejar la Asociación de Héroes de su fundador.

Él había escuchado que ella había quitado a todos aquellos que él puso y tal hecho mostró que ella buscaba distanciarse de él… Lo cual era perfecto, Edward lo prefería de ese modo ya que confiaba en que Érica haría un buen trabajo.

Sin embargo, ya no importaba. Por tal razón, su mirada permaneció fija en un punto sin mostrar rastro.

El juicio siguió, se habló de sus crímenes, lo mostraron como un asesino de sangre fría que estuvo esperando durante mucho tiempo para asesinar a los altos mandos del gremio de héroes… Un hombre ambicioso que traicionó a la humanidad.

¿Aquellos que trataron de controlar el gremio de héroes estaban moviendo los hilos? Edward suponía que lo hacían y él no se defendió.

Él no pidió una defensa e incluso el abogado que fue asignado por aquellos más cercanos a su maestro nunca recibió una palabra de su parte.

“…”

Edward luego del juicio salió lentamente por la puerta del juzgado y se detuvo cuando un hombre se acercó.

“Aseguren las esposas.” Ordenó el hombre y mirándolo fijamente a él, dio una sonrisa burlona y declaró. “El aprendiz de uno de los más grandes héroes se ha convertido en un traidor de la humanidad. Es patético.”

Lo primero que Edward pensó fue… ¿Quién era?

El hombre era alto, de cabello rubio y su sonrisa orgullosa y confiada. Se notaba la arrogancia al igual que el desprecio que mostraba al mirarlo, pero Edward ni siquiera lo conocía.

“Isaac deberías controlarte.”

La siguiente persona en intervenir fue alguien que Edward reconoció. 

“Tch. No vale la pena darle tanto respeto, Cardenal.” Dijo el hombre llamado Isaac antes de retirarse.

Theodore Laurent, antiguo vice-capitán de los Ejecutores del Orden y ahora fue nombrado Cardenal, probablemente al ascender al rango SS. Edward podía notar la fuerza de rango SS de ambos con facilidad.

¿De qué se había perdido? Edward observó al hombre que estaba cerca de su edad y al final, lo ignoró de inmediato y se acercó a la sala donde vio a miembros de los Ejecutores del Orden y de la Iglesia del Orden.

Sin embargo, entre los miembros de seguridad que estaban aquí para asegurar su persona, se encontraba alguien que él no esperaba.

“La descontento en el exterior ha llegado a un punto extremo.” Informó Leslie Haillet usando un dron para mostrar una proyección de afuera de la ciudad.

“Traidor!”

“Asesino!”

“Maten al Traidor de la Humanidad!”

Miles y miles de personas gritando al unísono mientras trataban de superar la seguridad y la policía. Algunos eran personas normales, pero otros eran usuarios de habilidades y si bien no estaban utilizando sus habilidades, eventualmente lo harían.

Era extraño y…

“Es demasiado arriesgado movernos por vehículo. Cambiaremos al plan B.” Ordenó Theodore y con una expresión seria, añadió. “Permanezcan alerta.”

Él había viajado en auto desde la Iglesia del Tiempo y el Espacio al juzgad, pero ahora se notaba que era imposible volver de esa manera.

Para Edward era extraño. Demasiada coincidencia que justo en este momento la multitud pareciera que haber enloquecido y no tenía sentido que así fuera.

Él asesinó a personas importantes e influyentes, pero no amados desmedidamente como para que una multitud quisiera tratar de lincharlo a la salida de su juicio.

Los alrededores se volvieron traslucidos cuando la energía psionica de color purpura surgió alrededor y cubrió a todo el grupo, que estaba preparado por las ordenes de Theodore.

Este último llevaba un artefacto guiando el viaje espacial psionico.

Edward a pesar de que las esposas estaban consumiendo toda la energía mágica, él con sus sentidos captó cierta interferencia y luego…

“Cuidado.” Advirtió Edward a Leslie recibiendo la mirada de Isaac.

Al segundo, el espacio se agrieto y el grupo cayó en medio de una granja y todos sacaron sus armas, incluyendo Leslie que, de un segundo a otro, entró en una armadura gigante moviendo su rifle a los alrededores.

“Los refuerzos llegaran…”

“¿Pronto? Lo dudo.” 

Una voz interrumpió a Leslie y Edward frunció el ceño de inmediato sintiendo la voz cerca de su oído, como si le estuvieran susurrando. Él no fue el único debido a que la tensión aumentó en todo el grupo.

“Muéstrate bastardo. ¡Te matare!” Gritó Isaac utilizando la lanza mientras una onda psionica se extendía por los alrededores.

Los otros diez paladines y miembros de los Ejecutores del Orden se formaron alrededor utilizando diferentes poderes psionicos para protegerse mientras que Theodore fruncía el ceño sin poder percibir de donde provenía la voz.

“Un insignificante mortal que nadie conoce se atreve a hablar.”

Una risa se extendió por los alrededores y Edward que estaba mirando atentamente mientras el cielo se oscurecía, notó una figura apareciendo al lado de Isaac.

“Las personas como tu son aquellos que mueren primero.” La figura apareció al lado de Isaac y cuando ese hombre trató de reaccionar, la figura le dio un golpe en el hombro. “Quédate quieto.”

Su voz, tan casual y simple, llevó una fuerza extraña que hizo que Isaac se quedara inmóvil mientras la figura se mostraba.

Dos cuernos negros se elevaban desde la cabeza del hombre entre el largo cabello negro. Dos alas demoniacas de color rojizo surgían a su espalda a la vista de todos. A pesar de que una máscara de color gris estaba cubriendo parte de su rostro, no ocultaba los ojos de felino de color rojizo y también la sonrisa.

Una sonrisa demoniaca que se extendía desde la punta de una mejilla a otra revelando colmillos afilados.

Un demonio, uno que hizo que Edward sintiera un escalofrió por su espalda y él no fue el único, Isaac estaba pálido y Theodore estaba tenso, ni hablar de los otros paladines.

La única expresión que no podía verse era Leslie, pero incluso ella estaba paralizada. No se trataba de la apariencia o incluso el aura de la figura, se trataba de la presencia, una que dejaba claro que ellos no eran rivales para él.

“No necesitan estar tensos. Simplemente vengo a buscar a mi nuevo general.” Dijo la figura mirando a Edward y viendo que todos levantaban sus armas, ordenó. “Encárgate de las distracciones.”

De inmediato y desde el suelo a unos metros apareció una figura femenina que a diferencia de la figura demoniaca que vestía de rojo, llevaba una túnica ajustada de color rosa.

La única diferencia entre ambos era la máscara de color negro que revelaba ojos dorados y labios rosas, que lentamente se deslizaron en una sonrisa.

Y la situación cambio y con un movimiento la mujer se dividió en múltiples clones de agua que atraparon a cada miembro del grupo, exceptuando a Leslie y Theodore.

La primera utilizó su armadura que vibró llevando a que el agua se esfumara antes de que tocara la armadura mientras que Theodore por su parte utilizó su habilidad para liberar un rayo ardiente que quemó el clon de agua y golpeó la barrera de la mujer.

“At…” Theodore ni siquiera tuvo una oportunidad de hablar cuando la figura femenina lo atrapó de la cabeza y lo arrastró por más de cien metros, empujando la cabeza al suelo.

Un rango SSS… No, Edward miró a la figura masculina que se alejaba y lo supo.

Dos rangos SSS.

¿De dónde salieron? ¿Eran parte del grupo que trató de asesinar a Aurora? Era imposible que dos individuos tan poderosos y peligrosos aparecieran de la nada.

*BOOM*

Los disparos de Leslie despertaron a Edward que observó como la explosión ni siquiera tocaba al hombre.

“Que descortés.” Dijo el hombre y sonriendo, murmuró. “Señorita, salga de esa armadura.”

Su voz otra vez se extendió y Leslie de repente salió de la armadura. Los ojos de la joven se abrieron y luego ella se volvió completamente pálida.

¿Magia mental? No, Edward podía sentir algo más en la voz del hombre, una fuerza que él no podía explicar, pero que sus sentidos le decían que no era magia.

Era algo más poderoso y peligroso que magia.

“Oh, por fin dejas de quedarte atrás.” Dijo la figura sonriendo.

Edward dio un paso adelante y luego otro, poniéndose delante de Leslie que estaba pálida y levantó la cabeza observando el cielo que estaba oscuro.

Ese efecto no era causado por la persona que estaba delante de él. No, Edward desde que fue encerrado en la Iglesia del Tiempo y el Espacio tuvo mucho tiempo para pensar y reflexionar, pero también para entrenar.

Desde que Aurora fue a hablar con él, Edward tuvo múltiples libertades y una de ellas fue entrenar su magia y cuando se entrenaba en un lugar donde el tiempo pasaba diferente, entonces… Edward sonrió y desde el cielo cayó un relámpago a su cuerpo.

“…”

No hubo explosión, el relámpago fue absorbido por su cuerpo moviéndose a las esposas de su muñeca y destruyéndola desde adentro, permitiéndole a él volver a respirar y absorber la energía mágica.

Edward tenía una de las más grandes fuentes de energía mágica y con tal capacidad vino una rápida regeneración que ahora mostró con un par de respiraciones.

El cielo se volvió completamente oscuro y los relámpagos se extendieron iluminado varios kilómetros a su alrededor. Revelando el Dominio de la Tormenta con la única diferencia que cada relámpago resultaba extremadamente destructivo.

Todo sin ni siquiera usar su energía mágica, sino que la energía mágica a su alrededor.

“Si. Eso busco.” Dijo la figura y sonriendo, susurró. “Ella te espera.”

El susurro le llegó únicamente a él con esas palabras vino una imagen de una mujer y él de inmediato sonrió sin darse cuenta.

Su Dominio se esfumó y se acercó a la figura, que le devolvió la sonrisa.

“Gracias por la protección.” Dijo Edward mirando a Leslie que trataba de levantarse.

El espacio se agitó a su alrededor y antes de que el viaje espacial apareciera, la figura femenina apareció a su lado y luego los tres viajaron espacialmente.

Edward miró a la figura femenina y luego al hombre que seguía sonriendo y…

“¿Que locura está haciendo Alice?” Preguntó sin poder ocultar su curiosidad y expectativa.

Él había estado esperando para cuando Aurora volviera, entrenando y mejorando, pero ahora Alice vino a buscarlo… No, ella literalmente lo liberó de prisión y Edward no podía ocultar su curiosidad.

Después de todo, entre las dos hermanas, la más extrema siempre fue Alice.


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