Capítulo 738: Peligroso.
Capítulo 738: Peligroso.
Un instante más rápido que un parpadeo fue lo que duro la sorpresa antes de que Alice sintiera la presión de la energía psionica a su alrededor tratando de forzarla fuera de este espacio.
Ella que había tragado a Érica y a Isabel para ocultarla en su espacio interno y ocupado sus posiciones con su oscuridad sintió como su cuerpo era desagarrado y empujada por todas partes.
“¡No te muevas!” Ordenó el líder liberando una presión mental de rango SSS.
Alice ignoró la fuerza mental, la presión física y energía psionica que destrozó su cuerpo y movió su oscuridad extendiéndose para todas partes.
Barreras psionicas aparecieron desintegrando su oscuridad, pero otras pequeñas motas de oscuridad invisibles a los ojos cruzaron y se acercaron a los dos individuos más cercanos.
El de la izquierda pudo detectarla y retrocedió con rapidez detectando el peligro, pero la figura a la derecha no la detecto y tampoco reaccionó dejando que una pequeña mota de oscuridad la tocara y luego…
“GRAAAHHH…”
Alice al tocar la conciencia la devoró y para sorpresa de los presentes, su oscuridad creció mientras más devoraba como si estuviera devorando el cuerpo directamente.
Hace tiempo su oscuridad ya se convirtió en ella y ahora se dejó de limitar por completo liberando su oscuridad y desde el espacio interno donde siempre iba con su hermana, la oscuridad brotó por el espacio.
“¡GRAHH!”
Devoró completó a la figura gris y cuando estuvo por llegar a la otra, un corte blanco de luz repelió su oscuridad y luego seguido de escudo de agua protegió la retirada.
Un ataque de aura de espada que Alice pudo identificar que pertenecía al Arcangel de la Guerra y el segundo ataque era de agua que ella no supo de quien era. Ambos ataques eran mágicos y funcionaron únicamente en la sala que estaba protegida del Plano Astral más allá, pero le dio tiempo suficiente a la persona que preparaba el verdadero ataque.
“¡FUERA!”
La sala explotó y la energía psionica surgió engulléndola y Alice cayó desde el cielo su cuerpo formado de oscuridad dividido en varias partes.
Alice vio la grieta en el cielo abierta hacia el plano astral cerrándose, sintió la energía psionica tratando de expulsarla y más allá de la grieta donde el Plano Astral con su tono purpura cubría el espacio, ella vio motas de oscuridad y sonrió.
Ella era la oscuridad, no solamente física. No, ella era la oscuridad en todo sentido, cada partícula y cada pequeña mota al igual que en el sentido más figurativo como la oscuridad de la sombra.
Su cuerpo era toda la oscuridad, tanto física como de manera conceptual y en ese mundo donde la mente lo era todo, su cuerpo creció.
Ella cerró sus ojos y al volver abrirlo, apareció de vuelta en el Plano Astral donde su propio poder empezaba a torcer este mundo devorando la energía psionica y creciendo cada vez con mayor rapidez.
En este mundo donde el espacio no tenía sentido su oscuridad creció sin límites y sin control devorando todo a su paso extendiéndose de manera ilimitada.
Lentamente devorando la energía psionica, los pensamientos, las memorias, las pesadillas y todos los rastros de este Plano y con ello aquellos que podrían a su hermana en peligro.
Ella iba a devorarlo todo.
******
Apenas Érica cayó al suelo sintió algo surgiendo desde su garganta y vomitó un líquido negruzco con gusanos purpuras que se movían en el interior.
El filtro que la protegió del control mental se deshizo de los rastros de influencia mientras ella lentamente recuperaba el control de su propia mente y cuerpo.
Lamentablemente fue muy lento.
“…”
A su alrededor la oscuridad brotaba en cantidades absurdas devorando la naturaleza, pero lo que más le preocupó fue en lo alto. En el cielo donde una grieta al Plano Astral estaba presente lentamente se estaba extendiendo mientras la oscuridad devoraba los límites de este mundo y más allá, ella pudo ver la oscuridad enfrentándose a la energía purpura y extendiéndose mientras la oscuridad ganaba.
Lo primero que vino a la mente de Érica fue…
“Es inhumano…” Murmuró Isabel vomitando lo mismo que ella había vomitado. Esa mujer sin limpiarse su rostro y sin apartar de la mirada del cielo que se partía por la oscuridad, murmuró. “Hice bien en elegir el lado correcto.”
Isabel tenía pocas razones para ayudarla más allá de que ella la conoció durante su tiempo en el Undécimo Portal Abismal y Érica atendía que Isabel era lo que Morgan mostraba… Una mujer leal a si misma que no le importaba asesinar a su propia madre si era necesario, pero también alguien inteligente y su parentesco a la Reina Margaret le dio las herramientas para obtener información, lo suficiente como para decidir unirse a su lado.
En cierta forma su instinto de supervivencia era alto.
Érica al ver la oscuridad y al sentir la fuerza de rango SSS de Alice que lentamente aumentaba a niveles aplastante, ella sacó de su anillo espacial sus clones de hielo, incluyendo su clon de rango SS.
“Prepárate. Este es un ataque unilateral pronto…”
Ella no terminó de hablar cuando de repente desde el cielo cayó una figura blanca a dos kilómetros de ella destruyendo una pequeña montaña y luego entonces cientos de figura empezaron aparecer alrededor.
Ellos estaban entre un par de montañas y si bien Érica no podía saber su posición supo que las figuras no eran naturales.
La oscuridad ya estaba devorando la naturaleza y esas figuras empezaron a cambiar convirtiéndose en criaturas grotescas, no nacidas del Caos, sino que de la energía psionica… Eran pesadillas creadas por las emociones y miedos que ahora estaban cruzando este mundo.
*Boom*
La figura que cayó primero volvió a surgir levantándose cubierta en luz blanca. El Arcangel de la Guerra por supuesto no vino por ellos, pero si volvió a subir tratando de detener a Alice.
“Esto es peligroso.” Murmuró Isabel al ver como los clones de hielo congelaban las pesadillas que no fueron devoradas por la oscuridad que lentamente se estaba extendiendo.
La oscuridad no los atacó a ellas, sino que las estaba protegiendo, pero… Érica miró el cielo y vio como la línea entre el Plano Astral y la realidad era devorada por Alice y se preguntó, si era lo correcto.
Fue su lado de heroína, sus ideales que la impulsaron a asistir a la Academia de Héroes, que la llevo a querer ser mejor. Su lado más ingenuo la hizo preguntarse de los peligros que Alice estaba por liberar en este mundo, rompiendo la barrera entre la Realidad y el Plano Astral.
Ahora solo se había extendido unos kilómetros y era claro que Alice se controlaba superficialmente para no dañar este lado, pero la destrucción del otro lado probablemente causaría problemas que únicamente alguien experto como Clémentine podría entender.
En ese momento de duda y mientras la batalla continuaba más allá, Érica vio a una figura flotando elevándose del suelo hacia la grieta.
A pesar de la distancia, Érica pudo ver al hombre. La túnica gris que llevaba revoloteaba por los alrededores mientras que las pesadillas eran quemadas a su alrededor. El hombre tenía un rostro poco notable e incluso olvidable y lo que más destacaba aparte del cabello negro, era la suave sonrisa en su rostro.
El hombre sintió su mirada girándose hacia ella y a pesar de la distancia, Érica sintió que pudo ver los ojos negros del hombre que no mostraba emoción, fijos en ella y reconoció el rostro.
Un rostro olvidable que pertenecía a una persona que no podía olvidar. Érica había visto un cuadro de ese hombre hace muchos años cuando estaba actuando como heroína para la Sociedad de Héroes bajo Edward.
Un individuo lo suficiente poderoso como para que las leyendas e historias durante Terra nova continuaran durante este momento. Un hombre cuyo conocimiento e incluso notas eran buscadas y deseadas por todo mago sin importar la clase.
Ahora ese individuo, miró a su clon de hielo y en un instante pareció reconocerla mientras que su sonrisa creció ligeramente antes de asentirle en saludo.
Terror, miedo, pánico y… Respeto. Las emociones lucharon dentro de ella hasta tal punto que ella no pudo moverse.
Ese hombre simplemente desvió su mirada y mirando al cielo, la energía mágica empezó a estabilizar la grieta y entonces la oscuridad empezó a ser atraída desde el plano astral cuando el calor aumentó.
******
“¡Archibald! ¡Detenla!”
Alice escuchó la voz de la figura que lideraba. Esa figura estaba huyendo de la oscuridad mientras trataba de usar la energía para desintegrarla y esta vez ella percibió cierta tensión en la voz monótona de la otra parte.
Era imposible que no se sintieran tensos cuando los alrededores eran devorados mientras que la oscuridad… Mientras que ella se extendía naturalmente por este mundo donde los conceptos tomaban forma.
Y la oscuridad que ella representaba surgía naturalmente sin que ni siquiera Alice se forzara. Aparecía por todo este mundo y cada vez se extendía más y a diferencia de la oscuridad natural esta era más difícil de controlar.
Tal difícil como tratar de controlar una pequeña y diminuta parte de ella, quizás si se concentraba podría evitar que la oscuridad creciera y devorara este mundo rompiendo la barrera entre la realidad y este mundo, pero Alice no quiso detenerse.
Incluso si no mataba a todo al grupo, su oscuridad se extendería de manera ilimitada devorando todo a su alrededor y ya sea que el Plano Astral dejara de existir o que ella ocupara este mundo, ella lograría su objetivo… Detener a sus enemigos para que no pudieran esconderse.
“¡HAA!”
Una corte de luz blanca partió la oscuridad a la mitad e incluso creando una grieta en el Plano Astral y la tierra, pero el ataque fue mágico lo que significaba que era débil y más importante, insignificante para su estado.
Alice ni siquiera sintió dolor, ella vio este mundo ilimitado desde miles y miles puntos de vista, vio a Archibald luchando con una porción de ella y entre esos miles de escenas, ella observó el Velo que dividía el Plano Astral del Reino Astral y también vio a la figura que lideraba la reunión.
Esa figura empezó a tomar forma y dos ojos purpuras aparecieron llevando a que Alice forzosamente se ralentizara.
“Tú no eres humana.” La figura hablo, pero esta vez no era el líder, era aquel ser que estaba detrás. Una poderosa fuerza psionica más allá de un rango SSS, superando lentamente su propia fuerza que alcanzó lo que muchos llamaban Semidioses.
Entonces de repente dos ojos purpuras aparecieron y Alice sintió que cada parte de ella era presionada y empujada del Plano Astral cuando ese ser la atacó.
Ella fue empujada entre la grieta del Plano Astral y la realidad cayendo al suelo y esta vez su cuerpo reformado en lo real.
Alice al golpear el suelo vio como la parte de debajo de su cintura no existía y simplemente la oscuridad la reformó, formando a su vez un pantalón negro creado a partir de su oscuridad.
No eres humana… La voz continuó en su mente y por primera vez en mucho tiempo, el ataque mental la afectó lo suficiente como para que su naturaleza surgiera.
La oscuridad devoró la naturaleza ferozmente y ella sintió hambre. Un deseo insaciable de comer y saciar su hambre.
“…” Alice en respuesta simplemente se volvió a levantar y la oscuridad la empujó hacia el cielo donde la grieta se trataba de cerrar y su oscuridad la detenía.
¿Y que si no era humana? Ya lo había aceptado y realmente no le importaba, las voces de ese ataque mental no la afectarían.
Sin embargo, ese ataque mental a pesar de que la afecto mínimamente hizo que tardara un par de segundos de levantarse y si bien no fue suficiente como para que la grieta se cerrara, si para que terceros intervinieran.
La Barrera entre el Plano Astral y la Tierra estaba siendo devorada por ella y cualquier organización o individuo poderoso que la sintiera se daría cuenta de que sucedía e intervendría.
“Oh, Gran Señora del Orden, protégenos.”
Las voces de la Iglesia del Orden que fueron los primeros en llegar surgieron y un pilar de luz cayó sobre ella. Por un segundo, la Divinidad de la Diosa del Orden entró en contacto con su cuerpo y…
“…”
Simplemente la atravesó sin detenerla, llevando a que ella avanzara hasta que estuvo a un metro de volver a entrar al Plano Astral.
En ese momento, ella sintió la energía mágica surgir frente a la grieta lo suficiente densa como para que ella chocara y se detuviera y antes de que ella pudiera volver a moverse el espacio la rodeo y al instante siguiente, ella estaba en un desierto desconocido.
Por primera vez desde que empezó su ataque ella se sintió furiosa.
“¡¿QUE HAS HECHO?!” Su voz se extendió por los alrededores cuando desde su cuerpo la oscuridad se extendió cubriendo más de treinta kilómetros a su alrededor devorando las bestias mágicas que se interpusieron en su camino.
Y cuando la oscuridad retrocedió al instante siguiente, ella sintió una presencia protegida por una poderosa barrera de energía mágica tan densa que incluso resistió su oscuridad que devoraba la energía psionica del Plano Astral.
Ninguna de las dos iglesias podía detenerla. Los poderes del Orden lanzados por sus sacerdotes y paladines no la afectarían, no cuando esa la Primordial se había alejado lo suficiente como para que su poder se debilitara.
Los sacerdotes y paladines de la Iglesia del Tiempo y el Espacio necesitaban usar el poder de su Dios y solamente si él daba permiso ella seria detenida.
Y por tal razón ella estaba furiosa, porque si ella fue movida espacialmente significaba que solamente que él la detuvo y si la detuvo…
“…”
Todos sus pensamientos se detuvieron cuando quien apareció no era el hombre que ella esperaba, sino que uno que ella imaginaba que jamás vería.
Un hombre de cabello negro y rostro simple, estaba dando una sonrisa ligeramente incomoda al mirarla y…
“…” Alice atacó sin darse cuenta al reconocer al otro hijo de sus padres.
El ataque no alcanzó al hombre, ni siquiera lo tocó, simplemente desapareció en una pequeña llama que protegió al hombre.
¿Ella estaba aquí? Alice no se sorprendió. Si ese hombre estaba aquí, también lo estaría ella.
“Su Majestad.” Murmuró Alice ligeramente tensa de la situación y frunciendo el ceño al sentir al hombre, añadió. “Eres un clon.”
La figura que estaba adelante no era el real, sino que un clon creado con uno de los hechizos de ese hombre. Sin embargo, ella no actuó, incluso si era un clon, Su Majestad lo estaría vigilando.
Aun así, en este momento Alice estaba furiosa de que la detuvieran. El único momento que ella finalmente se soltó de todas restricciones y estaba por enfrentarse a aquel que apoyaba al grupo que trató de asesinar a Aurora, ella fue detenida.
“Dame una buena razón o…” Ella trató de hablar, su voz revelaba frialdad y…
“Ella está de vuelta.” Respondió Karzhal Campbell, mirándola a ella con ligera incomodidad al reconocer su ira y rencor, añadió. “Me pidió que viniera primero y me pusiera al día con lo sucedido en la Tierra, pero… Bueno, no esperaba que estuviera sucediendo un cataclismo.”
Alice se congeló, ignorando la parte de cataclismo. En su mente en lo más profundo ella quiso responder que la destrucción de la barrera del Plano Astral y la realidad no iba a ser un cataclismo, pero ella sabía que no solamente su poder iba a devorar esa barrera, sino que la que conectaba el Plano Astral con el Reino Astral… Ella había empezado a devorar la Barrera Dimensional y como tal, muchos seres podrían haber entrado con facilidad.
Llamar Cataclismo a tal hecho tenía sentido para personas normales, pero no para ella.
Sin embargo, para Alice lo que verdaderamente la dejo inmóvil y su mente en blanco, fue saber que ella regreso.
Su hermana estaba de vuelta.
******
Clémentine frunció el ceño al tocar el Velo de la Tierra mientras estaba en el jardín volcánico que el Trascendental más Fuerte Todos había creado mientras le enseñaba como controlar con la mente los alrededores.
“La Barrera Dimensional de mi mundo parece haberse debilitado. Creo que podría entrar.” Murmuró Clémentine al sentir los cambios.
Tal fue una de las otras prácticas que tuvo durante su tiempo. Tratar de usar su mente para encontrar su universo y luego sentir el Velo entre el Plano Astral de la Tierra y el Reino Astral.
Una vez encontrado la posición de su universo, ella como Viajera ni siquiera necesita moverse, simplemente podía tratar de abrir la entrada desde su posición. Por supuesto, antes de eso necesitaba encontrar un punto débil en la Barrera Dimensional de la Tierra para cruzarlo.
No supo cuánto tiempo buscó, pero hace unos instantes la barrera se debilitó lo suficiente como para que ella identificara una pequeña grieta.
“Oh, entonces es mejor que la aproveches, niña.” El Trascendental más Fuerte de Todos continúo modificando sus alrededores.
Su mente dando forma a la realidad que los rodeaba y Clémentine se levantó de su posición de loto y se inclinó hacia él ser que ni siquiera la miró.
“Gracias.” Dijo honestamente. Ese ser siempre la trataba como una niña, pero, aun así, le aconsejaba como tal, enseñándole lo que para él era lo básico.
Ese ser agitó su mano como si la despidiera y Clémentine que se giró para abrir la grieta hacia su mundo, volvió a dar la vuelta para mirar a ese ser.
“Algún día vendré a buscar su consejo. Esa vez no será como una niña.” Declaró Clémentine mirando al ser.
Por primera vez en un buen tiempo, ese ser se giró y al mirarla con sus ojos purpuras, le dio una sonrisa.
“Lo esperare, Clementina de la Cruz.” Respondió esa entidad.
“Ese no es mi nombre…” Murmuró Clémentine, pero simplemente se giró sabiendo que ese ser reconoció su esfuerzo lo suficiente como para ‘intentar’ llamarla por su nombre.
Ella movió su mano y sin dudar acortó la distancia entre su universo y el Reino Astral, entonces forzó su energía psionica para abrir una entrada.
¿Fue porque la Barrera Dimensional se debilitó o porque ella pertenecía al universo de la Tierra? Abrir y cruzar la grieta no fue un trabajo tan pesado como ella esperaba y al instante siguiente ella logró encontrar la ubicación del Plano Astral de la tierra y adentrarse a ese mundo.
“¿Qué demonios?”
Tal fue su exclamación al ver que el Plano Astral de la Tierra se encontraba en un estado caótico.
Remolinos surgían por toda parte mientras que pesadillas trataban de tomar forma al sentir el peligro, Clémentine utilizando sus anclas volvió a la tierra.
Reconociendo el peligro del Plano Astral.
Capítulo 739: Volvamos.
Capítulo 739: Volvamos.
Un ejército de más de mil bestias mágicas se abalanzó sobre miles de zombis, abriendo paso a una enorme montaña en la que se encontraba la Academia Cernunnos.
“No creo que seamos los primeros en llegar.” Murmuró Cécile al ver la academia y acercarse.
La Academia Cernunnos era conocido por su enorme tamaño y capaz de albergar las bestias mágicas y sus estudiantes. También era conocido por sus múltiples torres.
Adelante en la parte del frente de la Academia normalmente se encontraban dos torres que climatizaban y protegían a los estudiantes del clima de las altas montañas de Suiza, pero ahora nada de eso podía ser visto.
Las aulas estaban destruidas, la mayoría de las torres se habían derrumbado y lo que quedaba era ruinas que mostraban rastros de batalla.
Áreas completas de aulas desaparecieron y lo único que quedaban eran cráteres o ruinas que imposibilitaban descubrir lo que antes estaba construido.
A pesar de tal destrucción, aún quedaba la Gran Torre en el centro que se erguía orgullosa en esta zona y a pesar de que tenía rastros da daños eran mínimos y una barrera que provenía de la torre la protegía podía verse sutilmente.
El edificio que la rodeaba y la base que la rodeaba ahora estaba en ruinas y por la forma que un camino estaba abierto hacia la entrada de la torre, ella supo algo.
“Al menos hay supervivientes…” Murmuró Cécile al sentir la torre.
La expedición se preparó rápidamente y con todo tipo de diferentes individuos y a pesar de la diferencia de fuerza, estatus e incluso habilidades, cada uno de ellos aceptó seguir ciertos objetivos al entrar.
Amnestria se enfrentaría a cualquier rango SSS avanzando lo más rápido para tratar de reunirse con el Barbegazi, que probablemente estaría luchando… Y Cécile podía sentir las ondas de energía mágica que provenían desde la distancia y supo que la batalla continuaba.
Si bien no podía detectar quienes eran esas tres presencias, si podía sentir una mezcla de energía psionica y ligeramente mágica junto al temblor del suelo que revelaban los rastros de batalla.
Las misiones de las demás también estaban claras. La Cardenal Najjar debía reunir a individuos como Yukimura Kageyasu, Vladislav Vasíliev, Alfredo Rivas y Gustav Strittmatter para priorizar el rescate y protección de los supervivientes de la academia.
Mientras que Mercurio y Lapis estaban a cargo de la exploración y la búsqueda de la salida y en caso de que se encontraran con ella, su protección.
Lo que llevaba a su tarea… Cécile ordenó a su ejército de invocaciones rodear la academia y protegerla de los zombis que subían por la montaña y otras criaturas que psionicas que de vez en cuando aparecían.
Su misión fue crear un ejército lo suficiente grande como para que se pudiera proteger a todos los estudiantes y por tal razón ella se demoró en llegar.
Quizás no era el mejor plan o el más detallado, pero era difícil crear un buen plan en tan poco tiempo y más importante, cuando varios individuos poderosos y orgullosos eran parte de la expedición.
“¿Encontraste algo?” Preguntó Cécile al sentir una presencia moverse entre sus bestias y girándose para ver a Mercurio que tomó el rol de su protector y posteriormente explorador.
Ese hombre con su máscara caminó entre sus bestias y a su alrededor el hada del infierno soltaba pequeñas risitas divertidas dando la impresión de ser una pequeña niña.
La pequeña todavía seguía brillando con una luz no dejando que otros vean su cuerpo y si bien su risa era encantadora, Cécile había visto a la pequeña hada causar combustión espontánea en criaturas psionicas sin ningún problema.
“Si, encontré a Lapis explorado los alrededores. Ella sigue buscando el portal y me comentó algunas noticias interesantes.” Respondió Mercurio y acercándose a su lado, señaló la Gran Torre. “Vamos.”
¿Noticias interesantes? Era difícil leer las expresiones de Mercurio cuando la máscara cubría su rostro, pero ella lo siguió.
Al acercarse a la entrada de la Gran Torre, ella se tensó un poco. La falta de cadáveres tanto aliados como enemigos elevó su esperanza de que todos aquellos atrapados estuvieran bien, pero ella sabía que los portales no eran tan simples.
Lentamente acercándose a la Gran Torre, ella caminó entre las ruinas del edificio principal. Su mente le costaba pensar que de todo lo que quedaba de la Academia Cernunnos, lo único que quedaba era la Gran Torre principal, que era la torre de defensa de la academia.
Tenía sentido que esa torre sobreviviera, pero, aun así, era difícil pensar que las dos torres de hábitats que la rodeaban y los edificios alrededor habían sido completamente destruidos.
Ella caminó hacia la entrada y al llegar pudo sentir la barrera de rango SSS protegiendo la torre y la entrada. Varios minutos pasaron y entonces la puerta se abrió, revelando a un profesor que ella reconoció.
“Oh, por fin llegan.” Dijo el Profesor Kernen también llamado por sus estudiantes ‘Anciano Kernen’. A su lado estaba su bestia mágica contratada, Rupert ayudándolo a abrir la puerta. “Vengan, pasen.”
La gran puerta quedo ligeramente entre abierta permitiendo que ella y Mercurio entraran al interior. Cécile sabía que el primer piso era la sala de entrenamiento que el Barbegazi utilizaba recurrentemente, pero ahora estaba lleno de estudiantes, profesores y bestias mágicas.
Toda el área extendida con magia espacial se encontraba repleta de incontables estudiantes y alumnos, a un nivel que ella no esperaba.
El portal abismal apareció de repente y ellos…
“Tuvimos suerte. La barrera de la academia se activó para protegernos cuando el portal nos tragó.” Dijo el Profesor Kernen y suspirando, añadió. “Solo unos pocos que estaban fuera de la academia se encontraron en dificultades, pero el Director pudo ayudar a la mayoría en la primera hora.”
Cécile parpadeó sorprendida por la cantidad de estudiantes que estaban presentes y que para ella no tenía sentido comparado a la destrucción del exterior. Era un hecho para muchos que incluso con la velocidad que se envió la expedición muchos estudiantes y especialmente profesores junto a incontables bestias morirían.
Y ahora en este espacio extendido se resguardan un numero abrumador de personas y bestias hasta el punto de que ella sentía que era la mayoría de miembros de la academia y desaparecidos de ese momento.
“Los otros pisos…”
“Llenos.” Respondió el Profesor Kernen y…
“Tuvimos refuerzos inmediatos.” Añadió Rupert con una risa animada.
¿Refuerzos? ¿Una raza local los ayudó? Cécile tuvo sus dudas, pero sonrió suavemente. Ella era una profesora y entendía mejor que nadie la cercanía entre los profesores y sus estudiantes y más importante, la relación que tenían con las bestias mágicas.
Que alguien más lo ayudara tan pronto hizo que los sacrificios se redujeran al mínimo y ella sabía que muchos de la academia se sacrificarían por los demás. Esta actitud de la Academia Cernunnos sobre su propia gente y sus aliados era la razón por la cual tantos individuos poderosos quisieron ayudar y tal razón era por lo que se envió una expedición tan rápido.
“Los guiare con el director. Ya los demás miembros de su expedición se encuentran en el piso más alto de la torre.” Dijo el Profesor Kernen.
Ella y Mercurio caminaron por medio de la antigua sala de entrenamiento y en diferentes partes se encontraban bestias mágicas alimentándose o estudiantes compartiendo lo que parecía ser el suministro que la expedición trajo.
Aquí estaban mayormente estudiantes con algunas bestias mágicas inteligentes de menor tamaño y de vez en cuando se veía alguna bestia mágica perteneciente a los primates como los gorilas atronadores.
Era probable que en los otros pisos disponibles se encontraran las bestias mágicas más grandes o aquellos de mayor rango, ya que esos gorilas eran rango A en la mayoría de los casos o menor.
Aun así, por la expresión de los estudiantes, las risas que se escuchaban o incluso las clases que varios profesores estaban impartiendo en una esquina mostraba que los supervivientes no estaban preocupados.
No se sentía la tensión de este catastrófico evento como incluso en la Tierra se sentía, tampoco la ansiedad a un futuro desconocido y Cécile supo que no se debía a que ellos llegaron a este mundo.
No, incluso si ellos hubieran llegado, la tensión palpable de los días atrás debería haber permanecido intacta y los estudiantes, especialmente los menores debían sentirse tensos y preocupados. Incluso si algunos confiaban en tener al Barbegazi un rango SSS y al Director Ackermann, no era suficiente para calmar la situación.
Algo más había ocurrido.
“¿Qué clase de nativo los ayudo?” Preguntó Cécile cuando estaban llegando al portal al final de la sala de entrenamiento.
Su lado más paranoico hizo que dudara de los refuerzos y la ayuda que recibieron. Fue hasta el punto de que pensó en la posibilidad de control mental, pero junto a ese pensamiento ella observó de reojo a Mercurio, que se notaba relajado mientras que la pequeña hada del infierno giraba a su alrededor.
Ese hombre era más fuerte de lo que parecía y era un experto de magia mental y si esto era alguna trampa psionica, él probablemente sería el mejor candidato para protegerlos.
“¿Nativo?” Dudó Rupert y luego al ver su expresión, soltó una risa fuerte que se extendió y atrajo algunas miradas.
El Profesor Kernen le dio un golpe al gorila atronador y agitó la cabeza, antes de suspirar ante su colega.
“Creo que los demás te lo explicaran mejor.” Dijo el Profesor Kernen señalando el portal.
Cécile asintió y caminó hacia el portal junto a Mercurio. Como todo de la academia, el portal era lo suficiente grande como para dejar pasar bestias mágicas y ella apenas cruzó, se quedó inmóvil.
En el último piso, la parte más alta de la torre era una oficina de gran tamaño en la que se encontraba un ventanal que mostraba los alrededores y que no se veía del exterior.
El problema no era la oficina, sino quienes estaban presentes.
En una mesa apartada se encontraba Alfredo Rivas, Gustav Strittmatter junto a Yukimura Kageyasu compartiendo historias de Terra Nova entre ellos mientras sonreían.
Mas al frente cerca del ventanal estaba Vladislav Vasíliev mirando la ventana con sus brazos cruzados y su expresión solemne, que no mostraba ninguna otra emoción.
Él era el único tenso, ya que más cerca del ventanal a un lado se encontraba la Cardenal Najjar, el Director Ackermann y Cesar, uno de los antiguos estudiantes que ella reconoció organizando como abandonar este mundo.
Al frente del ventanal que daba vista a las montañas y que rodeaban las ruinas de la Academia Cernunnos, se encontraba la bestia de tres metros de alto y pelaje blanco con grandes pies que tanto era conocida y a su lado la poderosa tigresa de pelaje oscuro.
Ambos tenían su mirada a las montañas percibiendo las ondas de energía mágica.
El Barbegazi y Amnestria los dos rangos SSS estaban aquí, lo cual para Cécile no tenía sentido, no cuando podía percibir las ondas de energía mágica y psionica en la distancia que solo podían clasificarse como rangos SSS. Nadie de menor rango podía generar tales efectos y menos a tal alta distancia.
Ella sin darse cuenta siguió a Mercurio que caminó al frente y luego de acercarse a un par de metros del ventanal, notó que su visión se extendía y esta vez pudo no solamente percibir las ondas de energía mágica, sino que ver la batalla.
Lo primero que destacaba era una figura serpentina con la cabeza de un león y patas de caballo, tal extraña criatura liberaba poderosas ondas de energía psionica y una fuerte presencia de un rango SSS.
“Una manifestación psionica.” Murmuró Mercurio.
¿Eso era una manifestación psionica? Cécile podía sentir como la criatura psionica torcía la realidad y manifestaba todo tipo de ataques mentales o incluso físicos.
Lo que ella estaba viendo no era una bestia similar al Fénix, sino que era una manifestación del Plano Astral, similar a una pesadilla, pero diferente. Cécile supuso que probablemente tomó forma no de emociones negativas, sino que de positivas de este mundo.
Cécile estuvo estudiante lo psionico debido a lo que había sucedido en el grupo de amigos de Víctor y pudo reconocer lo que representaba la criatura… Un protector de este mundo creado por los pensamientos y vestigios de los seres de este mundo y este ser lo consideraba a ellos como invasores.
Del otro lado, se encontraba el otro lado de la moneda, una grotesca pesadilla que formada por múltiples rostros de miles de seres que ella apenas no podía reconocer debido a las formas distorsionadas.
Ambas partes formaban dos caras de la misma moneda, una manifestación del Plano Astral en este mundo que dio forma a individuos de rango SSS.
Sin embargo, fue la tercera figura que se movió velozmente y que apenas era perceptible a sus ojos, lo que hizo que ella estuviera curiosa y expectante, queriendo ver al nativo de este mundo.
¿Qué clase de ser podía luchar contra dos rangos SSS? Quizás si volvía a la tierra con ellos…
“¿Como?” Sus pensamientos se detuvieron y esa palabra salió, al ver que la figura se detenía en el cielo mostrándose por primera vez.
Una mujer en sus veinte tantos de cabello largo de color negro, ella llevaba una sonrisa tranquila en su rostro mientras sus dos enemigos preparaban un ataque. A pesar de que se enfrentaba a dos enemigos, su coraza y traje de combate se mantuvieron indemnes y ella descubrió la razón.
“Haha…” El Barbegazi soltó una risa mientras se acariciaba los puños pareciendo deseoso de una batalla.
Se rio debido a que la mujer en lo alto utilizó su propio cuerpo y aura de batalla para enfrentar a los ataques y salió indemne. El ataque psionico de ambos era una mezcla de presión física y ataque mental, pero ninguno de los dos la afecto.
“Oh, ¿ya llegaron?” Dijo Amnestria al girarse hacia ella y Mercurio, asintiendo, añadió. “Le pediré a Aurora que termine rápido.”
Aurora Campbell estaba luchando contra dos rangos SSS y Cécile no supo cómo reaccionar.
¿Cómo era posible? Ella había visto las noticias sobre la muerte de Aurora Campbell y su efecto que tuvo en Zerzura e incluso en las reuniones del grupo de amigos del cual era parte se habló un poco de ella y si bien se ignoró lo sucedido, ella había oído que murió.
Incluso la Iglesia del Tiempo y el Espacio del cual Aurora tenía tan profunda relación no pudo revivirla o ayudarla, al menos… Que cubrieran la muerte.
¿Por qué lo hizo? No, existía otra pregunta… ¿Cómo era tan fuerte?
Cécile no pudo contener su sorpresa al ver como Aurora se detenía escuchando la voz de Amnestria que le decía que ya estaban todos los miembros de la expedición.
La joven asintió y al instante siguiente, estaba arriba de la criatura serpentina golpeando y guiándola en contra del suelo, rompiendo montañas y dejando rastros de destrucción en su avance.
El movimiento de ambos fue tan rápido que ella apenas podía percibir ambas figuras. En un segundo estaban en el cielo, en el segundo siguiente estaban golpeando el suelo mientras la joven golpeaba a la criatura y al instante siguiente, ellos cayeron al frente de la torre, en el medio del patio.
*Boom*
La torre tembló por cada golpe de Aurora que le daba a la criatura serpentina y esa criatura lentamente se volvió traslucida hasta que desapareció por completo.
Si antes la zona estaba destruida ahora lo que quedo fue un enorme cráter y la única razón por la cual la torre en donde ella estaba no fue destruida fue por Amnestria, la barrera de la torre y la Cardenal Najjar que estaba mirando a Aurora con una sonrisa en su rostro.
La torre estaba protegida con suficiente magia y divinidad que se mantuvo indemne a pesar del enorme cráter que la joven creó.
“Es hora de que volvamos.” Dijo Aurora mirando en su dirección, entonces ella flotó en el cielo.
Ella abrió su mano y las auras empezaron a condensar una espada hasta que en un punto la espada se solidifico en la realidad.
Cécile puso una expresión seria y fue lo mismo para Vladislav que estaba mirando, ambos mostraron lo atónitos que estaban mientras que los demás…
“Impresionante. Me gustaría enfrentarla.” Dijo el Barbegazi con una risa animada.
“Ni siquiera reconoces lo que ves.” Refutó Amnestria y escuchando un tono divertido, añadió. “Tampoco sabes a lo que te enfrentas.”
Si, Cécile estuvo de acuerdo. Aurora acababa de crear con sus auras y solidificarlo en una espada que sus sentidos daban entender que era real.
“Ni siquiera el Arcangel de la Guerra puede crear una espada de la nada.” Murmuró Cécile sin darse cuenta.
Todos conocían al Arcangel de la Guerra uno de los rangos SSS y si bien dejando de lado lo que ella había escuchado de Víctor, ese hombre era un poderoso espadachín con un linaje angelical que le daba una ventaja tremenda y, aun así, ese hombre no podía crear una espada de la nada.
Esto iba más allá de la magia y la única forma que podía definirse era como ‘divino’ y tal idea hizo todo extraño, ya que Aurora cuando dejo de emitir la abrumadora cantidad de energía mágica de su cuerpo, su aura se redujo hasta volverse la de un rango SS, a pesar de que su energía y presencia estaba a la par e incluso superaba rangos SSS normales.
En cuanto a su ataque…
“…” La grotesca pesadilla que viajaba a una alta velocidad se acercaba rápidamente y Aurora movió su espada.
Entonces un corte de color negruzco se extendió hasta la bestia tragando la energía magia del aire y la energía psionica. Con una velocidad apenas perceptible voló y golpeó a la criatura.
Para sorpresa de Cécile el corte no partió a la criatura, sino que el aura negra empezó a negar a la criatura.
Como si borrara los pensamientos, recuerdos y todas las emociones negativas que daban forma a la pesadilla e incluso la energía psionica y sin aquello que le daba forma, la pesadilla simplemente fue desapareciendo lentamente.
Si la primera criatura fue derrotada por pura fuerza física que debilitó a la criatura hasta tal punto que se desvaneció, esta pesadilla fue prácticamente borrada de la existencia.
Aurora voló hacia la torre y luego apareció dentro cerca de Amnestria y acariciándole la cabeza, sin importarle las miradas que estaban en ella, sonrió.
“Volvamos a la tierra.”
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