ae-capitulo-6-2
AE - Capítulo 6/2
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Capítulo 6 - Parte 2

Giré bruscamente hacia Pierre.

- "Maldito... ¡Maldito seas! ¡Eres un ser despreciable!"

Estaba a punto de crear una enorme bola de fuego y tirarla en dirección de Pierre.
Pero Auber me detuvo con la ayuda de los magos asistentes.

- "¡Hiroshi, tranquilo! No vale la pena."
- "¡¿Cómo puedes decir algo así?! ¡Él era tu amigo y él lo asesinó!"
- "Mira."

Auber miraba en la dirección del cuerpo de Ryo, su cuerpo se estaba desintegrando.

- "Hiroshi, él es un Hélix. Los Hélix renacen infinitamente."

Me quedé impactado por unos segundos. Auber y yo, regresamos a la carpa de espera.

- "No lo perdonaré..."
- "Está bien, Hiroshi. Tranquilo."
- "Auber... No pienso quedarme tranquilo."

Mis puños estaban apretados a más no poder y en mi cara se hacía evidente mi ira.

Pierre entró a la carpa y recibió elogios de sus compañeros. La siguiente pelea era de Auber, su contrincante no duró mucho tiempo; era un mago principiante, y Auber lo venció haciendo un ataque frontal continuo.

Pese a que los magos siempre si nominaban así mismos cómo los más fuertes entre los humanos, su mayor debilidad era muy evidente y Auber se había aprovechado de ello.

Llegó mi turno de regresar al ring, pese a las palabras de Auber, no lograba quitarme de la cabeza la imagen del cuerpo de Ryo tirado en el suelo. De rato en rato, resonaba unas palabras en mi cabeza, pero no lograba entenderlas.

Mi mirada esta pérdida en el suelo, miré a mi alrededor, a las personas gritando de la emoción por el encuentro próximo. Miré a mi familia, mi padre tenía los brazos cruzados en el pecho y una seria expresión en su rostro; mi madre estaba preocupada y se le veía gritándole cosas a Arisha mientras ella intentaba tranquilizarla. Volví la mirada hacia mi padre, en sus labios se formaban palabras, pero debido al ruido y mi estado de desorientación no era capaz de escuchar lo que decía y mucho menos de entenderle.

- "¡... De este lado, al joven Hiroshi Sekkatsu Moonlagger!"

La ovación se hizo mucho más fuerte. En ese momento de confusión, me pregunté qué tan importante era mi familia materna en el reino; los Moonlagger, mucho más allá de la cantidad de dinero que poseían.

- "¡Y de este otro, a la señorita Jied!"

La joven de pelo verde, se puso en frente mío. Se lograba ver su rostro muy poco, debido a la enorme fauna que tenía por pelo. El locutor dio inicio a la pelea, Jied lanzó sus enredaderas hacía mí, yo no me moví ni un centímetro y dejé que me tomaran. Mis brazos y piernas estaban completamente estirados y yo inmóvil en medio de todo ese pelo verde.

Jied se acercó lentamente a mí. Puso su mano en mi barbilla y levantó mi rostro, como si me estuviera examinando.

- "Y pensar, que el maestro le tendría miedo de un ser tan patético..."

[¿Maestro...? ¿De qué está hablando esta loca?]

Cuando me di cuenta, las enredaderas habían cubierto gran parte de mi cuerpo y formó una cúpula a mi alrededor y el de Jied.

- "Matarte ahora, sería algo maravilloso. Liberaría a mi maestro de su constante agonía... Pero, ¡ese bastardo! No quiere que toquemos a su preciada víctima... ¡No sabes cuánto lo odio!"

Jied siguió hablando sola por un rato, quejándose sobre quién sabe qué. Su ira iba creciendo cada vez más, y lo sentía porque las enredaderas iban apretando a un ritmo constante. Tanto así, que me sacó de mi trance momentáneo...

- "... Ciertamente, no encuentro la razón por la que tú, un mero humano, es una amenaza para semejante ser como mi maestro. Te juntas con seres inferiores como tú y tu, despreciable y débil amiguito que murió, bueno no se podía esperar tanto de un semi-dem...-"

Las palabras de Jied se vieron interrumpidas por un enorme grito de dolor. Las enredaderas se alejaban donde se supone yo estaba, y se vieron reemplazadas por una enorme bola de fuego. Yo estaba allí, inmóvil, mis puños apretados a más no poder; en mi rostro una silueta de una ira incontenida.

- "No tienes derecho alguno de hablar así de mi amigo. ¡Tú no eres nadie para hablar de mis amigos!"

Mis puños se envolvieron en llamas, y salté impulsado hacia Jied. Obviamente, ella no se dejó golpear por mí, así que empecé a dar golpes en cada dirección en la que ella se movía dejando enormes cráteres en el suelo de piedra sólida.

- "Water barrier."

Jied invocó una pared de agua que la protegiera, sabiendo que mi hechizo de fuego no soportaría a su contrario y se apagaría. Golpeé la barrera con todas mis fuerzas, una y otra vez, en mi rostro se veía un odio y desprecio hacía la persona dentro de la barrera.

Me detuve de golpear la barrera, desactivé el hechizo e intenté entrar a la barrera. Parecía un jabalí golpeando un árbol... Pero, al final, el árbol siempre cae. Entré a la barrera. En mi rostro, se derramaba una enorme cantidad de sangre fluyendo desde mi frente; pero eso no me detenía de querer tomar venganza de las cosas que esa mujer había dicho de mi amigo. Jied se tropezó y cayó al suelo.

- "Por favor, detente. Te lo ruego, las flamas en tus manos me matarán."

No escuchaba a razones. Las bolas de fuego en mis manos seguían creciendo.

- "R-recuerda las normas. No puedes ma-matarme, sino te de-descalifican, ¿verdad?"

Agarré a Jied por las enredaderas que tenía en el pelo y la puse frente a mí. Mis ojos estaban hinchados y mis manos empezaban a debilitarse.

- "P-por favor, te lo ruego."

Jied empezó a sollozar.

- "¡Púdrete!"

Tiré a Jied en el suelo, me tiré sobre ella y empecé a golpearle el rostro con la mano en llamas. Cada golpe que daba, me recordaba más y más a Pierre golpeando continuamente a Ryo, y eso me hacía enojar mucho más de lo que ya estaba.

Esta no era una venganza contra Jied, se había vuelto un desahogo.

Me paré y me alejé del cuerpo de Jied. Seguí caminando hasta casi el borde del ring, giré y levanté mi mano; la expresión de mi rostro cambió drásticamente a una sin emociones.

En mi mano empezó a formarse una enorme bola de fuego. En mis ojos no denotaba ninguna emoción. Cuando la enorme esfera estuvo casi del tamaño de mi cuerpo, se redujo; los hechiceros conjuraban hechizos para detener mi magia, pero era en vano. Estiré mi mano, en dirección de Jied; y conjuré el hechizo.

La pequeña bola de fuego salió expulsada hacia Jied, quién se encogió para protegerse del fuego. A mitad del camino, la bola de fuego explotó y chocó contra la nada. Mi ira volvía a subir rápidamente, un muro de aire se concentró a medio camino del hechizo y lo detuvo.

- "¡Detente ahí! En nombre del gran Yter, ¡¿Se puede saber qué estás haciendo muchacho?!"

Un viejo con túnica azul oscuro apareció en medio del ring. Su mirada era seria, su rostro tenía algunas arrugas y emitía un aura muy poderosa.

- "¡¿Estás intentando matar a tu contrincante?! ¡¿Estás demente?!"

- "¡No es de tu incumbencia, maldito viejo!"

Mi vista se volvía nublosa con cada segundo que pasaba. Mi sentido del balance estaba decreciendo cada vez más rápido, pero no me sentía mareado.

- "¡Quítate del medio!"

Fue en ese instante en el que perdí la consciencia...

Pero mi cuerpo seguía moviéndose a voluntad.

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Algo raro está pasando, no me gusta lo que veo.

Nunca había visto a Hiroshi de esa forma. Es como una persona totalmente diferente, está tratando de asesinar a su contrincante, de eso no cabe duda. Pero... ¿Por qué? Mi esposa estaba haciendo un escándalo, no paraba de gritar y pedir que detuvieran la pelea, que no era seguro que nuestro hijo estuviera en ese estado... Supongo que es algún sentido maternal o algo por el estilo, Arisha también se ve preocupada, de ratos gira su mirada a mí, buscando que le dé alguna respuesta...

Pero ni siquiera yo sé qué está pasando. Mi hijo siempre fue alguien a quién no le podías quitar la sonrisa, siempre se le veía feliz... ¿Por qué ahora se puso tan violento?

En ese momento, recordé.

- "¡La cúpula!"

Arisha giró al verme levantándome por sorpresa y gritando tal cosa. Volví a sentarme, aclaré mi garganta y procedí a explicarle a Arisha todo lo que entendía. Nitori estaba petrificada sostenía su gorro de maga y se ocultaba entre sus telas, parece que se culpa por todo esto...

Una explosión.

Hiroshi había empezado a lanzar hechizos al azar contra el viejo que estaba en la arena. No paraba de gritar y maldecir al viejo, pero él no dejaba de intentarlo. El viejo, por su lado, no esquivaba los hechizos de Hiroshi, parecía que se desvanecían antes de si quiera rozarle.

- "¡Nitori! ¡Despierta!"

Sacudí incontrolablemente a Nitori para que saliera de su trance psicológico. Al despertar, le pregunté si había alguna forma de detener todo esto, me dijo que las únicas formas de detener algo así, eran noqueándolo o esperar a su muerte.

Giré abruptamente mi mirada. Veía la escena completa con total preocupación... ¿Ver morir a mi propio hijo?

Poco a poco, empecé a ver los recuerdos que tenía con Hiroshi frente a mí. Sentía un dolor incontrolable en el pecho, este era el dolor de un padre al ver sufrir a su propio hijo.

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Ya no podía razonar. La ira me había consumido por completo y sentía cómo me desvanecía lentamente... Mi nivel de maná debía estar casi por los suelos.

- "Veo que ya te calmaste."
- "N-no pienso dejar que ella se mantenga con vida. No después de haber insultado a mi amigo."
- "¿Tu amigo? !Tu amigo está bien! Es un hénix, ellos renacen en un ciclo infinito de vidas."

Ya sabía eso. Sabía que Ryo estaría bien y que nos veríamos de nuevo. Pero, la ira seguía subiendo por mi cuerpo.

Un trueno.

Mi cuerpo empezó a generar truenos. La magia eléctrica era la magia más complicada de manejar, ya que es muy impredecible, a diferencia de los otros elementos.

- "¿Magia eléctrica...? E-eso es imposible."
- "Thunder Bolt."

Mi cuerpo lanzó un trueno en dónde estaba el viejo. Pero él seguía sin inmutarse.

- "Llegó el momento de parar esto."

Dijo el viejo antes de desaparecer y re aparecer frente mío antes de noquearme.

Al despertar estaba de nuevo en la carpa de espera. Mi familia estaba alrededor mío, agitada y lanzándome varias preguntas a la vez. Les respondí de la forma más clara que pude a cada una de sus preguntas.

- "Mark. Debes sacar a Hiroshi del torneo, ¡Ahora!"
- "No. Hiroshi será quién decida si sale o no."
- "¡¿Pero qué acaso no has visto lo que pasó?! ¡Casi se muere, Mark! Hiroshi no está preparado emocionalmente para estas cosas."
- "¡Claro que lo está! Mi hijo sabe perfectamente lo que debe de hacer y él tomará sus decisiones. Eso es todo."

Dijo mi padre antes de salir furioso de la carpa, seguido de mi madre. Arisha y Asura se quedaron conmigo hasta que me sintiera mejor.

Asura me tocó la frente con sus pequeñas manos. Estuvo toqueteando un rato y empezó a sobar mi pelo.

- "La señorita Asura estuvo muy preocupada por ti, joven Hiroshi."
- "Perdón por eso Asura."

Al decir eso, Asura dejó salir un pequeño grito de alegría.

El viejo de antes entró en la carpa.

- "Hiroshi... ¿Sekkatsu, verdad?"

Ver al viejo tan de cerca era de temer. Su aura impotente casi te obliga a postrarte frente a él.

- "Fue muy irresponsable de tu parte hacer algo así. Por el nombre del Dios Yter, pudiste haber muerto."

El viejo miró a Arisha, le pidió que se retirara junto con Asura y busque a mis padres.

- "Los jueces estuvieron deliberando si te debían expulsar del torneo..."

Mi mundo entero se detuvo. Expulsado del torneo por intento de homicidio...

- "Pero les convencí de dejarte continuar. Tus habilidades mágicas son impresionantes, debo admitirlo, es raro ver a una persona tan joven y con tanta fuerza mágica."

El viejo sacó de una bolsa un frasco con un líquido morado brillante.

- "Bebe eso. Te ayudará a recuperar el maná. Tu siguiente contrincante es Pierre, estate preparado."

El viejo salió de la carpa, dejándome sólo.

[¿Pero qué diablos sucedió? Mi cuerpo actuaba por sí sólo... Cómo si fuera otra persona...]

Traté indudablemente de despejar mi mente. Debía concentrarme únicamente en el torneo.

Mientras yo pensaba. Mi madre entró llorando a la carpa, cayó al suelo arrodillada y me rogó.

- "Hijo, por favor, abandona este torneo. Si algo te pasa, yo... Yo no me lo podría perdonar."
- "Madre..."

Ver a mi madre en ese estado era depresivo. Nunca la había visto tan desgastada emocionalmente y al punto de arrodillarse junto a su hijo para rogarle.

Miré a mi madre, tomé sus manos y las puse entre las mías.

- "Mamá, sé que tal vez me odies por esto, pero... Si yo, abandono el torneo, no creo poder disculparme a mí mismo... Esto es muy importante para mí..."

Mi madre me miró nuevamente y las lágrimas se derramaron de su cara. Me abrazó tan fuerte, cómo nunca antes lo había hecho...

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AE - Capítulo 6/3
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Capítulo 6 - Parte 3 [Final de Volumen]

Mi madre se retiró de la carpa, dejándome sólo en la cama. Miré directamente mis manos, estaban temblando.

Ciertamente este torneo era mucha presión para mí, pero no me quería retirar. Ya no era por mi padre, ni mi tía, ni siquiera por mi familia; casi lo sentía cómo algo personal. Aún más, sabiendo que él estaba en este torneo.

Salí de la carpa médica y me dirigí al vestuario. Mi cuerpo dolía, pero no era algo que no pudiese soportar. Auber llegó y me abrazó, logré ver por un instante una expresión enorme de preocupación y miedo.

- "Me alegra que estés bien." 
- "Lo mismo digo."

Auber fue llamado para entrar a la arena.

- "Buena suerte, Auber." 
- "Lo mismo digo, Hiroshi."

La penúltima ronda había empezado. Sólo quedábamos 4 participantes: Auber, Pierre, un joven llamado Julius y yo. Auber se enfrentará a Julius, por ende yo... Pelearía con Pierre.

- "Nunca creí que un torneo fuese tan fácil."

Una voz con tono arrogante se escuchaba detrás mío.

- "En cuánto te venza, podré cambiar el premio por cualquier cosa que desee. Hasta podría conseguir unas muchachas para divertirme."

Las palabras que soltaba eran inmundas y su risa era peor aún. Su mano se había postrado sobre mi hombre, el peso de su armadura era inmenso.

- "Será mejor que te retires, mocoso. No tienes ninguna oportunidad contra mí, ya lo intentaron otros y no pudieron. Mi armadura es impenetrable, ni con tu supuesta poderosa magia podrás hacerme daño."

Seguí ignorando a Pierre, mientras me concentraba en la pelea de Auber. Al mismo tiempo, miraba mis manos, seguían temblando... Era obvio que aún sentía miedo dentro de mí.

La pelea entre Auber y Julius estuvo bastante reñida. Julius mantenía la guardia en alto en todo momento, mientras que Auber no para de atacar desde varios ángulos diferentes. Los movimientos de Auber eran increíbles desde mi perspectiva, la fluidez de su mano y la sincronización de su espada, era simplemente maravilloso.

Al final, Julius cedió a la presión y cayó rendido ante Auber. Auber estaba realmente cansado, pero eso no lo detuvo para ponerse a saltar y emocionarse al respecto.

Cuando Auber entró de nuevo al vestuario, pude ver una enorme sonrisa y sus ojos estaban abiertos cómo platos.

- "¡Hiroshi, lo logré! ¡Pasé a la final!" 
- "Y qué lo digas ¡Felicidades!"

Las risas y la emoción no duraron mucho. Cuándo detrás nuestro escuchamos el horrible sonido de metal pesado moviéndose.

Pierre estaba listo para entrar a la arena, se le veía con la misma cara arrogante que ha tenido desde que nos conocimos en ese callejón. Mientras que yo seguía nervioso, Auber trató de tranquilizarme, pero el hecho de tener que ingeniarme algo para enfrentar a una armadura impenetrable, y ese maldito recuerdo de mi descontrol...

Los nervios no se van a ir en un buen tiempo.

- "¡Y ahora, cómo la última pelea de semifinales, tenemos al joven Pierre con su armadura impenetrable y a...!"

El locutor se quedó mudo al verme, su rostro cambió notablemente a una cara de insatisfacción.

- "Hiroshi Sekkatsu."

No hubo muchos aplausos u ovaciones cuándo se dijo mi nombre. En cambio, con Pierre... parecía que la gente lo aclamaba por una heróica acción.

- "¡Que comience esta pelea!"

La estrategia de Pierre era quedarse parado hasta que yo cayera desmayado o no pueda moverme más, todo para que él me saque del ring de un sólo golpe.

El escenario estaba en silencio.

- "¿Qué sucede, mocoso? ¿Te vas a rendir? ¿O acaso vas a llorar?"

Hubo varias risas en el público. Su misión actual era humillarme para que me rindiese, pero no lograba meterse en mi cabeza. Cerré los ojos y traté de concentrarme en crear un plan...

[¿Cómo superas una armadura insuperable? La armadura de Pierre, es un objeto mágico que absorbe la magia y después la redistribuye hacia una parte del cuerpo, para potenciar su fuerza...]

Sentí temblar el suelo, Pierre se estaba moviendo. Abrí los ojos, ví el puño de Pierre por encima mío, mientras descendía a gran velocidad.

Esquivarlo no era gran problema. Pero el agujero que dejó en la arena, era sorprendente.

Levanté la mano, y lancé una bola de fuego. Ví cómo el hechizo se dispersó inmediatamente en la armadura. Saqué la espada de piedra, y empecé a dar golpes contra la armadura, sentí una presencia de maná con cada golpe que daba.

Me alejé rápidamente de Pierre.

- "Pff. ¿En serio crees que tus pequeños golpes me van a hacer algo, mocoso?

Pese a que odie admitirlo, Pierre tenía razón. Cualquier golpe físico o mágico, sería absorbido por su armadura.

[La armadura de Pierre absorbe daño y luego lo redistribuye para generar golpes...]

Esa frase seguía rondando mi mente, cómo si tratara de darme una pista a mí mismo.

Pierre arremetió con otro golpe, pero ahora mucho más veloz. Esquivarlo ahora, era más complicado.

- "¿Depender de una armadura te hace más fuerte? ¡Patético!"

Era hora de meterme en su cabeza. Atacar el ego de Pierre no era difícil, por ende, hacer que se moleste era fácil.

- "¿En serio crees que siquiera yo me estoy tomando esto en serio? Mis habilidades tanto en espada como magia son superiores a las tuyas."

Pierre se molestó. Se veía perfectamente en su rostro.

- "Venga, si tanto quieres demostrar tu habilidad... Inténtalo."

Pierre enfureció. Corrió en mi dirección y lanzó golpes en dónde yo estaba, descargando por completo la energía acumulada.

Esquivarlo era complicado, pero no imposible. Predecir sus movimientos, tampoco lo era.  

Pierre se detuvo, se veía totalmente cansado. Su respiración era pesada.

[La armadura absorbe los golpes y los redistribuye para generar golpes...]

Ahora entendía todo. Su armadura absorbe la energía, pero no la anula. Por ello...

- "... ¡Tiene un límite!"

Corrí hacia Pierre. Lancé golpes con la espada y hechizos simultáneos a gran velocidad, sentía cómo el aura de maná se hacía más y más grande.

- "¡Tenía razón!"

Seguí golpeando a Pierre. Golpes y hechizos caían de todos lados, hasta que me detuve.

- "¡Ja! Tanta energía que gastaste para nada, sigo sin un rasguño."

- "Tienes razón, sigues sin un rasguño... Por ahora."

Hubo silencio por un momento, interrumpido por un ruido constante de choques eléctricos... Mi mano se había llenado de electricidad.

Los guardias entraron en modo de alerta rápidamente, en sus cabezas no ocurriría nada bueno.

Cerré los ojos y me concentré.

Sentí cómo mi mano se llenaba de energía y los choques eléctricos eran más constantes. Pero no podía controlarlo... Debí liberarlo de una vez. La sensación de poder en la palma de mi mano, era increíble... Sentía... Sentía como la magia subía directamente a mi cabeza...

- "Electric Punch..."

Corrí rápidamente hacia Pierre. El constante choque eléctrico sonando en mi mano... era emocionante. Cuando mi puño chocó directamente contra la armadura, un enorme impulso me mandó a volar hacia atrás.

Cuando me levanté ví a Pierre tirado en el suelo con su armadura hecha pedazos. Estaba gritando, se le veía... desesperado...

[Vamos... ¿Qué esperas? ¡Debemos humillarlo! ¡Debemos hacer que pague por lo que hizo!]

Una voz penetraba profundamente en mi cabeza...  

[ ¡¿Por qué deberíamos tener piedad contra él... CUÁNDO ÉL NO LA TUVO CONTRA NUESTRO AMIGO?!]

¿Piedad...?  ¿Compasión...?

Todo se volvió oscuro.

Todo el mundo había desaparecido ante una densa oscuridad. Empecé a caminar lentamente. No escuchaba a mi alrededor, todo estaba en silencio. Lo único que veía era a Pierre, al fondo... Se le veía gritar cosas contra mí, pero yo no escuchaba nada... Seguí caminando.

Cuando me dí cuenta, estaba en frente de Pierre. En sus ojos se veían lágrimas de desesperación. Cerré mi puño en búsqueda de mi espada de piedra, no la encontré. Miré mi mano...

[¡Debemos dañarlo! ¡Hacerle recordar! ¡QUE SUFRA LO QUE RYO SUFRIÓ! ¡NOSOTROS NO...!]

- "¡... NO DEBEMOS TENER PIEDAD CONTRA ÉL!"

Levanté mi mano. Sentí un enorme calor en mi mano. Un golpe envuelto en llamas directo al rostro de Pierre. Luego, otro. Luego, otro... Seguí golpeando y golpeando. Por momentos. mi hechizo se deshacía, pero lo encendía de manera inmediata y seguía golpeando.

De pronto,  sentí que algo me arrastraba hacia atrás. Me alejaba de mi objetivo. Era imposible... me estaba alejando de mi objetivo... ¡ME ESTABA ALEJANDO DE ESE MALDITO MALNACIDO!

En un grito de dolor, ira y desesperación; sentí cómo el maná subía por mi cuerpo y de pronto me sentí envuelto en una manta de rayos y relámpagos.

La oscuridad pronto desapareció. Cuando me dí cuenta, miré a mi alrededor. Magos medicinales estaban atendiendo a Pierre, mientras media docena de magos reales conjuraban hechizos a mi alrededor.

- "...aléjense de él. ¡ALÉJENSE DE ESE BASTARDO!"

El viejo mago de antes apareció delante mío. Su túnica azulada se agitaba abruptamente junto con las ráfagas de aire que se desprendían de mi cuerpo.

- "Joven Hiroshi. Detenga esta locura en este momento. Sé que está molesto per-"
- "¿Molesto...? ¡MI IRA VA MUCHO MÁS ALLÁ QUE UNA SIMPLE RAVIETA! ¡ESE INFELIZ ASESINÓ A MI AMIGO Y NADIE AQUÍ HIZO NADA!"
- "¡¿Y ACABAR CON ÉL ES LA SOLUCIÓN?! ¡¿PIENSAS QUE ESO TE HARÁ UNA MEJOR PERSONA?! ¡Hiroshi, mira a tu familia! ¡ESTÁN ATERRORIZADOS!"

Giré la mirada, a unos pocos pasos estaba mi familia. En los ojos de mi madre se veía un tremendo terror, mi padre se veía disgustado y Asura estaba llorando a todo lo que sus púlmones podían.

- "Pe-pero yo... él..."

- "Hiroshi, sé lo que sientes. La pérdida de un amigo es algo doloroso, pero ¿realmente vale la pena, resolver una muerte con otra muerte?"

Me quedé en silencio. Miré al suelo, miré mis manos... ¿Pero, en qué estaba pensando...?

El viejo mago se acercó a mí y me puso un par de pulseras. 

- "Usarás esto en la próxima ronda. Para evitar que te vuelvas a salir de control, ¿me oíste?"

Asentí en silencio. Se me anunció como ganador de la ronda, mientras llevaban a Pierre para ser atendido.

Al llegar a la carpa, Auber me miró. 

- "Con que... Pulseras antimagia, ¿eh? Teniendo en cuenta el caos que acabas de ocasionar no me sorprende."

Mi cabeza ardía. No lograba comprender lo que Auber me decía.

- "Hiroshi, los magos reales usaron magia de anulación contra ti... Pero tú seguías sobrepasando sus límites. Llegó un momento, en que tus padres y otros te empezaron a jalar para detenerte, tú explotaste y te envolviste en esos relámpagos..."

[Así que eso era...]

De pronto, sentí cómo varios hilos se entrelazaban dentro de mi cabeza. Me sentía como un idiota en ese momento.

- "Hey, levanta esos ánimos. Nos toca pelear, no quiero ganar contra un saco depresivo."

Sólo Auber sabía como levantarme los ánimos.

- "¿Y quién dijo que ibas a ganar?"

Nos quedamos conversando un largo rato. Tratando de olvidar todo, hasta que se anunció la reanudación del torneo.

- "¡Damas y caballeros! ¡Espero estén preparados! ¡La última batalla del 50° Torneo Juvenil del Reino Montesinos ha llegado a su ronda final!"

Auber y yo salimos a la arena de pelea. El comentarista dió inicio a la pelea. Ambos sacamos nuestras espadas para pelear un mano a mano, nada de magia.

Auber lanzó el primer ataque, un golpe por debajo para despúes continuarlo con un derechazo en la mandíbula. Predecir a Auber era fácil, teniendo en cuenta que ya habíamos entrenado mucho antes.

Esquivé el ataque de Auber e inmediatamente decidí contraatacar. Pero él también esquivó el mío y retrocedió un poco, al tocar el suelo inmediatamente tomó un pequeño impulso de salto y volvió a arremter contra mí.

El choque de nuestras espadas de piedra era impresionante. Todo a nuestro alrededor desparecía y lo único que importaba ahora era ver quién era el ganador.

Si bien era cierto, Auber mantenía una enorme ventaja en contra mía; yo tampoco se la dejaría tan fácil. En un momento, Auber decidió lanzar arena del suelo contra mí. Asertó un golpe en mi derecha y luego me tumbó al suelo con una patada baja.

Auber creyó haber ganado, pero... hay que recordar las palabras de mi padre... "No pienses en la espada como un arma para asesinar, imaginatela como una extensión de tu propio cuerpo." En el momento en el que caía, usé la espada para impulsarme de nuevo y levantarme nuevamente.

- "Impresionante... pero eso no basta, Hiroshi."

Auber siguió con su potente lluvia de golpes, mientras yo los bloqueaba y contraatacaba de manera inmediata. Pese a ser espadas de piedra, su dureza y peso formaban un hermoso sonido al cortar el aire a nuestro alrededor.

Nos detuvimos unos segundos. Ambos estábamos exhaustos. Mi respiración era pesada y lenta. Sentía mi corazón latir rápidamente, pero mi cuepro estaba más acelerado que nunca.

- Bueno, Hiroshi... ¿Te parece si acabamos con esto?"

- "Claro, nada me haría más feliz."

Auber cargó en contra mía, pero esta vez algo estaba mal. Puso su espada como un escudo bloqueando su brazo, copié sus pasos y cargué contra él con la espada hacia atrás para poder procesar rápido el cambio y acertar un golpe.

Nuestras espadas chocaron... Mi espada rebotó contra la suya y Auber seguía corriendo en mi dirección, el desequilibrio me hizo caer y el golpe de Auber me mandó a volar, separándome de mi espada.

Cuando me recuperé, mis ojos observaban directamente la punta recta y deteriorada de la espada de Auber.

- "Parece que he ganado, ¿no?"

- "Y que lo digas..."

El comentarista se acercó. Agarró y levantó el brazo de Auber, anunciandolo como ganador del Torneo.

- "... y el ganador del Torneo Juvenil del Reino Montesinos es, ¡Auber Rin!"

Una enorme ovación se hizo presente junto con el nombre de Auber. El Rey Shone, junto con su familia y Sof se acercaron a Auber. Lo felicitaron por su desempeño y victoria en el torneo. 

Mi familia llegó corriendo a mi lado. Mi madre estaba entre llantos, mientras me abrazaba y acariciaba la nuca. Mi padre me miraba con una cara relajada. Asura parecía feliz, aunque casi siempre estaba así.

El Rey y Sof se acercaron a nosotros.

- "Joven Sekkatsu, felicidades por su desempeño durante el Torneo. Sin embargo, los actos que ha causado durante el mismo son innaceptables. Por ello, lo espero en un par de días en el castillo para iniciar su entrenamiento con Sof."

- "Y-yo realmente lo lamento. R-realmente no sé qué estab-... Espere, ¿qué dijo?"

- "El joven Rin nos dijo que él realmente no necesitaba el entrenamiento mágico, pero le preocupaba que usted volviera a enloquecer a futuro. Por ello, decició entregarle el premio del primer lugar a usted."

Me quedé en silencio. Miré de reojo a Auber, quién lo único que hizo fue darme una enorme sonrisa mientras levantaba su pulgar y hablaba con su familia.

- "¿Y bien?"

- "P-por supuesto, su majestad. Estaré allí, no se preocupe."

- "Excelente. Nos vemos entonces."

El rey Shone hizo el ademán montesinos y se retiró junto con Sof, quién no dijo nada.

Mi madre empezó a recriminarme por mi actitud durante el torneo, mi padre hizo lo mismo. Se notaba que estaban molestos y preocupados al mismo tiempo.

Pero por fin... Este Torneo Juvenil llegó a su fin. Por supuesto, la única que no estaba alegre con mi entrenamiento con Sof era mi tía Nitori, quién hizo un escándalo al respecto.

Pronto... Pronto podré ser más fuerte y podré vencerte Auber...


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Dato del mundo: 

El plano terrenal, divide sus tierras en 4 grandes territorios: Reinado Dracón, Imperio Humano, Bosque Sagrado Bestial y Continente Demoníaco.

Los 3 primeros territorios están muy cercanos el uno del otro; por ello, a lo largo de la historia, han habido cientos de guerras entre las razas primordiales. Los demonios, por otro lado, viven alejados por el Mar Divisor desde la Guerra Sagrada hace ya varios milenios.

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