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AE - Capítulo 6/3
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Capítulo 6 - Parte 3 [Final de Volumen]

Mi madre se retiró de la carpa, dejándome sólo en la cama. Miré directamente mis manos, estaban temblando.

Ciertamente este torneo era mucha presión para mí, pero no me quería retirar. Ya no era por mi padre, ni mi tía, ni siquiera por mi familia; casi lo sentía cómo algo personal. Aún más, sabiendo que él estaba en este torneo.

Salí de la carpa médica y me dirigí al vestuario. Mi cuerpo dolía, pero no era algo que no pudiese soportar. Auber llegó y me abrazó, logré ver por un instante una expresión enorme de preocupación y miedo.

- "Me alegra que estés bien." 
- "Lo mismo digo."

Auber fue llamado para entrar a la arena.

- "Buena suerte, Auber." 
- "Lo mismo digo, Hiroshi."

La penúltima ronda había empezado. Sólo quedábamos 4 participantes: Auber, Pierre, un joven llamado Julius y yo. Auber se enfrentará a Julius, por ende yo... Pelearía con Pierre.

- "Nunca creí que un torneo fuese tan fácil."

Una voz con tono arrogante se escuchaba detrás mío.

- "En cuánto te venza, podré cambiar el premio por cualquier cosa que desee. Hasta podría conseguir unas muchachas para divertirme."

Las palabras que soltaba eran inmundas y su risa era peor aún. Su mano se había postrado sobre mi hombre, el peso de su armadura era inmenso.

- "Será mejor que te retires, mocoso. No tienes ninguna oportunidad contra mí, ya lo intentaron otros y no pudieron. Mi armadura es impenetrable, ni con tu supuesta poderosa magia podrás hacerme daño."

Seguí ignorando a Pierre, mientras me concentraba en la pelea de Auber. Al mismo tiempo, miraba mis manos, seguían temblando... Era obvio que aún sentía miedo dentro de mí.

La pelea entre Auber y Julius estuvo bastante reñida. Julius mantenía la guardia en alto en todo momento, mientras que Auber no para de atacar desde varios ángulos diferentes. Los movimientos de Auber eran increíbles desde mi perspectiva, la fluidez de su mano y la sincronización de su espada, era simplemente maravilloso.

Al final, Julius cedió a la presión y cayó rendido ante Auber. Auber estaba realmente cansado, pero eso no lo detuvo para ponerse a saltar y emocionarse al respecto.

Cuando Auber entró de nuevo al vestuario, pude ver una enorme sonrisa y sus ojos estaban abiertos cómo platos.

- "¡Hiroshi, lo logré! ¡Pasé a la final!" 
- "Y qué lo digas ¡Felicidades!"

Las risas y la emoción no duraron mucho. Cuándo detrás nuestro escuchamos el horrible sonido de metal pesado moviéndose.

Pierre estaba listo para entrar a la arena, se le veía con la misma cara arrogante que ha tenido desde que nos conocimos en ese callejón. Mientras que yo seguía nervioso, Auber trató de tranquilizarme, pero el hecho de tener que ingeniarme algo para enfrentar a una armadura impenetrable, y ese maldito recuerdo de mi descontrol...

Los nervios no se van a ir en un buen tiempo.

- "¡Y ahora, cómo la última pelea de semifinales, tenemos al joven Pierre con su armadura impenetrable y a...!"

El locutor se quedó mudo al verme, su rostro cambió notablemente a una cara de insatisfacción.

- "Hiroshi Sekkatsu."

No hubo muchos aplausos u ovaciones cuándo se dijo mi nombre. En cambio, con Pierre... parecía que la gente lo aclamaba por una heróica acción.

- "¡Que comience esta pelea!"

La estrategia de Pierre era quedarse parado hasta que yo cayera desmayado o no pueda moverme más, todo para que él me saque del ring de un sólo golpe.

El escenario estaba en silencio.

- "¿Qué sucede, mocoso? ¿Te vas a rendir? ¿O acaso vas a llorar?"

Hubo varias risas en el público. Su misión actual era humillarme para que me rindiese, pero no lograba meterse en mi cabeza. Cerré los ojos y traté de concentrarme en crear un plan...

[¿Cómo superas una armadura insuperable? La armadura de Pierre, es un objeto mágico que absorbe la magia y después la redistribuye hacia una parte del cuerpo, para potenciar su fuerza...]

Sentí temblar el suelo, Pierre se estaba moviendo. Abrí los ojos, ví el puño de Pierre por encima mío, mientras descendía a gran velocidad.

Esquivarlo no era gran problema. Pero el agujero que dejó en la arena, era sorprendente.

Levanté la mano, y lancé una bola de fuego. Ví cómo el hechizo se dispersó inmediatamente en la armadura. Saqué la espada de piedra, y empecé a dar golpes contra la armadura, sentí una presencia de maná con cada golpe que daba.

Me alejé rápidamente de Pierre.

- "Pff. ¿En serio crees que tus pequeños golpes me van a hacer algo, mocoso?

Pese a que odie admitirlo, Pierre tenía razón. Cualquier golpe físico o mágico, sería absorbido por su armadura.

[La armadura de Pierre absorbe daño y luego lo redistribuye para generar golpes...]

Esa frase seguía rondando mi mente, cómo si tratara de darme una pista a mí mismo.

Pierre arremetió con otro golpe, pero ahora mucho más veloz. Esquivarlo ahora, era más complicado.

- "¿Depender de una armadura te hace más fuerte? ¡Patético!"

Era hora de meterme en su cabeza. Atacar el ego de Pierre no era difícil, por ende, hacer que se moleste era fácil.

- "¿En serio crees que siquiera yo me estoy tomando esto en serio? Mis habilidades tanto en espada como magia son superiores a las tuyas."

Pierre se molestó. Se veía perfectamente en su rostro.

- "Venga, si tanto quieres demostrar tu habilidad... Inténtalo."

Pierre enfureció. Corrió en mi dirección y lanzó golpes en dónde yo estaba, descargando por completo la energía acumulada.

Esquivarlo era complicado, pero no imposible. Predecir sus movimientos, tampoco lo era.  

Pierre se detuvo, se veía totalmente cansado. Su respiración era pesada.

[La armadura absorbe los golpes y los redistribuye para generar golpes...]

Ahora entendía todo. Su armadura absorbe la energía, pero no la anula. Por ello...

- "... ¡Tiene un límite!"

Corrí hacia Pierre. Lancé golpes con la espada y hechizos simultáneos a gran velocidad, sentía cómo el aura de maná se hacía más y más grande.

- "¡Tenía razón!"

Seguí golpeando a Pierre. Golpes y hechizos caían de todos lados, hasta que me detuve.

- "¡Ja! Tanta energía que gastaste para nada, sigo sin un rasguño."

- "Tienes razón, sigues sin un rasguño... Por ahora."

Hubo silencio por un momento, interrumpido por un ruido constante de choques eléctricos... Mi mano se había llenado de electricidad.

Los guardias entraron en modo de alerta rápidamente, en sus cabezas no ocurriría nada bueno.

Cerré los ojos y me concentré.

Sentí cómo mi mano se llenaba de energía y los choques eléctricos eran más constantes. Pero no podía controlarlo... Debí liberarlo de una vez. La sensación de poder en la palma de mi mano, era increíble... Sentía... Sentía como la magia subía directamente a mi cabeza...

- "Electric Punch..."

Corrí rápidamente hacia Pierre. El constante choque eléctrico sonando en mi mano... era emocionante. Cuando mi puño chocó directamente contra la armadura, un enorme impulso me mandó a volar hacia atrás.

Cuando me levanté ví a Pierre tirado en el suelo con su armadura hecha pedazos. Estaba gritando, se le veía... desesperado...

[Vamos... ¿Qué esperas? ¡Debemos humillarlo! ¡Debemos hacer que pague por lo que hizo!]

Una voz penetraba profundamente en mi cabeza...  

[ ¡¿Por qué deberíamos tener piedad contra él... CUÁNDO ÉL NO LA TUVO CONTRA NUESTRO AMIGO?!]

¿Piedad...?  ¿Compasión...?

Todo se volvió oscuro.

Todo el mundo había desaparecido ante una densa oscuridad. Empecé a caminar lentamente. No escuchaba a mi alrededor, todo estaba en silencio. Lo único que veía era a Pierre, al fondo... Se le veía gritar cosas contra mí, pero yo no escuchaba nada... Seguí caminando.

Cuando me dí cuenta, estaba en frente de Pierre. En sus ojos se veían lágrimas de desesperación. Cerré mi puño en búsqueda de mi espada de piedra, no la encontré. Miré mi mano...

[¡Debemos dañarlo! ¡Hacerle recordar! ¡QUE SUFRA LO QUE RYO SUFRIÓ! ¡NOSOTROS NO...!]

- "¡... NO DEBEMOS TENER PIEDAD CONTRA ÉL!"

Levanté mi mano. Sentí un enorme calor en mi mano. Un golpe envuelto en llamas directo al rostro de Pierre. Luego, otro. Luego, otro... Seguí golpeando y golpeando. Por momentos. mi hechizo se deshacía, pero lo encendía de manera inmediata y seguía golpeando.

De pronto,  sentí que algo me arrastraba hacia atrás. Me alejaba de mi objetivo. Era imposible... me estaba alejando de mi objetivo... ¡ME ESTABA ALEJANDO DE ESE MALDITO MALNACIDO!

En un grito de dolor, ira y desesperación; sentí cómo el maná subía por mi cuerpo y de pronto me sentí envuelto en una manta de rayos y relámpagos.

La oscuridad pronto desapareció. Cuando me dí cuenta, miré a mi alrededor. Magos medicinales estaban atendiendo a Pierre, mientras media docena de magos reales conjuraban hechizos a mi alrededor.

- "...aléjense de él. ¡ALÉJENSE DE ESE BASTARDO!"

El viejo mago de antes apareció delante mío. Su túnica azulada se agitaba abruptamente junto con las ráfagas de aire que se desprendían de mi cuerpo.

- "Joven Hiroshi. Detenga esta locura en este momento. Sé que está molesto per-"
- "¿Molesto...? ¡MI IRA VA MUCHO MÁS ALLÁ QUE UNA SIMPLE RAVIETA! ¡ESE INFELIZ ASESINÓ A MI AMIGO Y NADIE AQUÍ HIZO NADA!"
- "¡¿Y ACABAR CON ÉL ES LA SOLUCIÓN?! ¡¿PIENSAS QUE ESO TE HARÁ UNA MEJOR PERSONA?! ¡Hiroshi, mira a tu familia! ¡ESTÁN ATERRORIZADOS!"

Giré la mirada, a unos pocos pasos estaba mi familia. En los ojos de mi madre se veía un tremendo terror, mi padre se veía disgustado y Asura estaba llorando a todo lo que sus púlmones podían.

- "Pe-pero yo... él..."

- "Hiroshi, sé lo que sientes. La pérdida de un amigo es algo doloroso, pero ¿realmente vale la pena, resolver una muerte con otra muerte?"

Me quedé en silencio. Miré al suelo, miré mis manos... ¿Pero, en qué estaba pensando...?

El viejo mago se acercó a mí y me puso un par de pulseras. 

- "Usarás esto en la próxima ronda. Para evitar que te vuelvas a salir de control, ¿me oíste?"

Asentí en silencio. Se me anunció como ganador de la ronda, mientras llevaban a Pierre para ser atendido.

Al llegar a la carpa, Auber me miró. 

- "Con que... Pulseras antimagia, ¿eh? Teniendo en cuenta el caos que acabas de ocasionar no me sorprende."

Mi cabeza ardía. No lograba comprender lo que Auber me decía.

- "Hiroshi, los magos reales usaron magia de anulación contra ti... Pero tú seguías sobrepasando sus límites. Llegó un momento, en que tus padres y otros te empezaron a jalar para detenerte, tú explotaste y te envolviste en esos relámpagos..."

[Así que eso era...]

De pronto, sentí cómo varios hilos se entrelazaban dentro de mi cabeza. Me sentía como un idiota en ese momento.

- "Hey, levanta esos ánimos. Nos toca pelear, no quiero ganar contra un saco depresivo."

Sólo Auber sabía como levantarme los ánimos.

- "¿Y quién dijo que ibas a ganar?"

Nos quedamos conversando un largo rato. Tratando de olvidar todo, hasta que se anunció la reanudación del torneo.

- "¡Damas y caballeros! ¡Espero estén preparados! ¡La última batalla del 50° Torneo Juvenil del Reino Montesinos ha llegado a su ronda final!"

Auber y yo salimos a la arena de pelea. El comentarista dió inicio a la pelea. Ambos sacamos nuestras espadas para pelear un mano a mano, nada de magia.

Auber lanzó el primer ataque, un golpe por debajo para despúes continuarlo con un derechazo en la mandíbula. Predecir a Auber era fácil, teniendo en cuenta que ya habíamos entrenado mucho antes.

Esquivé el ataque de Auber e inmediatamente decidí contraatacar. Pero él también esquivó el mío y retrocedió un poco, al tocar el suelo inmediatamente tomó un pequeño impulso de salto y volvió a arremter contra mí.

El choque de nuestras espadas de piedra era impresionante. Todo a nuestro alrededor desparecía y lo único que importaba ahora era ver quién era el ganador.

Si bien era cierto, Auber mantenía una enorme ventaja en contra mía; yo tampoco se la dejaría tan fácil. En un momento, Auber decidió lanzar arena del suelo contra mí. Asertó un golpe en mi derecha y luego me tumbó al suelo con una patada baja.

Auber creyó haber ganado, pero... hay que recordar las palabras de mi padre... "No pienses en la espada como un arma para asesinar, imaginatela como una extensión de tu propio cuerpo." En el momento en el que caía, usé la espada para impulsarme de nuevo y levantarme nuevamente.

- "Impresionante... pero eso no basta, Hiroshi."

Auber siguió con su potente lluvia de golpes, mientras yo los bloqueaba y contraatacaba de manera inmediata. Pese a ser espadas de piedra, su dureza y peso formaban un hermoso sonido al cortar el aire a nuestro alrededor.

Nos detuvimos unos segundos. Ambos estábamos exhaustos. Mi respiración era pesada y lenta. Sentía mi corazón latir rápidamente, pero mi cuepro estaba más acelerado que nunca.

- Bueno, Hiroshi... ¿Te parece si acabamos con esto?"

- "Claro, nada me haría más feliz."

Auber cargó en contra mía, pero esta vez algo estaba mal. Puso su espada como un escudo bloqueando su brazo, copié sus pasos y cargué contra él con la espada hacia atrás para poder procesar rápido el cambio y acertar un golpe.

Nuestras espadas chocaron... Mi espada rebotó contra la suya y Auber seguía corriendo en mi dirección, el desequilibrio me hizo caer y el golpe de Auber me mandó a volar, separándome de mi espada.

Cuando me recuperé, mis ojos observaban directamente la punta recta y deteriorada de la espada de Auber.

- "Parece que he ganado, ¿no?"

- "Y que lo digas..."

El comentarista se acercó. Agarró y levantó el brazo de Auber, anunciandolo como ganador del Torneo.

- "... y el ganador del Torneo Juvenil del Reino Montesinos es, ¡Auber Rin!"

Una enorme ovación se hizo presente junto con el nombre de Auber. El Rey Shone, junto con su familia y Sof se acercaron a Auber. Lo felicitaron por su desempeño y victoria en el torneo. 

Mi familia llegó corriendo a mi lado. Mi madre estaba entre llantos, mientras me abrazaba y acariciaba la nuca. Mi padre me miraba con una cara relajada. Asura parecía feliz, aunque casi siempre estaba así.

El Rey y Sof se acercaron a nosotros.

- "Joven Sekkatsu, felicidades por su desempeño durante el Torneo. Sin embargo, los actos que ha causado durante el mismo son innaceptables. Por ello, lo espero en un par de días en el castillo para iniciar su entrenamiento con Sof."

- "Y-yo realmente lo lamento. R-realmente no sé qué estab-... Espere, ¿qué dijo?"

- "El joven Rin nos dijo que él realmente no necesitaba el entrenamiento mágico, pero le preocupaba que usted volviera a enloquecer a futuro. Por ello, decició entregarle el premio del primer lugar a usted."

Me quedé en silencio. Miré de reojo a Auber, quién lo único que hizo fue darme una enorme sonrisa mientras levantaba su pulgar y hablaba con su familia.

- "¿Y bien?"

- "P-por supuesto, su majestad. Estaré allí, no se preocupe."

- "Excelente. Nos vemos entonces."

El rey Shone hizo el ademán montesinos y se retiró junto con Sof, quién no dijo nada.

Mi madre empezó a recriminarme por mi actitud durante el torneo, mi padre hizo lo mismo. Se notaba que estaban molestos y preocupados al mismo tiempo.

Pero por fin... Este Torneo Juvenil llegó a su fin. Por supuesto, la única que no estaba alegre con mi entrenamiento con Sof era mi tía Nitori, quién hizo un escándalo al respecto.

Pronto... Pronto podré ser más fuerte y podré vencerte Auber...


mode_commentComentario de IAmZeroD

Dato del mundo: 

El plano terrenal, divide sus tierras en 4 grandes territorios: Reinado Dracón, Imperio Humano, Bosque Sagrado Bestial y Continente Demoníaco.

Los 3 primeros territorios están muy cercanos el uno del otro; por ello, a lo largo de la historia, han habido cientos de guerras entre las razas primordiales. Los demonios, por otro lado, viven alejados por el Mar Divisor desde la Guerra Sagrada hace ya varios milenios.

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AE - Capítulo 1
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Capítulo 1

Esperé el regreso de los seres que vivían dentro de estos muros. Ver a Jied ser tan fácilmente destrozada era preocupante.

Esto sólo había pasado en doscientas mil ocasiones, y la pelea fue una pesadilla. El descontrol que sufría el bastardo y su aumento de nivel eran de temer; por poco y no la cuento. Seguí vigilando distintos puntos del mundo con la esfera, hasta que escuché unos pasos a mi espalda.

- "He... Yo he fallado..."

Jied se veía deprimida.

- "No te preocupes. Tu misión no era asesinarlo. Digamos que... lo estaba probando."

Hubo silencio por unos instantes.

- "Merezco un castigo. He fallado la misión."

Suspiré profundamente.

- "Mira, tu misión era ser destrozada por el mocoso. Lo conseguiste."

Mi enojo era evidente. El yo que estaba en esta línea temporal era tan egocentrico que ni siquiera me lo podía imaginar. En eso recordé...

- "Jied, ¿En este mundo existe un Reino Espiritual?"

- "¿Reino... Espiritual? No conozco nada parecido, pero los humanos tienen algo así como una deidad. A lo mejor te refieres a eso."

Un reino teocrata. No es lo que esperaba, pero debo moverme según los parámetros de este mundo.  

Los días pasaban, mi cuerpo recuperaba rápidamente las energías y mis heridas casi ni se sentían. Mi rutina había cambiado un poco desde el nacimiento de Asura, ahora mis padres me dejaban a cargo de ella para que ellos pudieran tener un tiempo de "relajación" mutua.

Durante mis ratos libres, me disponía a practicar con la espada. Mi habilidad mágica estaba por encima de la física, y eso no era muy aceptable que digamos. Mi padre seguía enseñandome los puntos básicos de la espada, todo sea para acostumbrarme.

Un día como cualquier otro, llegó un carruaje lleno de decoraciones de lujo y se estacionó en frente de nuestra casa. Mi padre, siendo quien siempre ha sido, empezó a reclamarle al conductor; de pronto, de dentro del carruaje, salió un hombre vestido con finos ropajes.

- "Buenas tardes, señor Sekkatsu. Mi nombre es Lovan, vengo en búsqueda de su menor hijo, Hirsohi. El Rey Shone lo espera como fue indicado en el torneo."

Mi padre se quedó sin palabras.

- "No creí que vinieran tan rápido. Me tomaron un poco por sorpresa."

Mi padre río un poco, mientras se apoyaba en el hombro del mayordomo real.

- "Pues, vale. Hiroshi, prepara tus cosas."

Dijo mi padre mirándome con una expresión de orgullo y tristeza combinada. Subí corriendo al segundo piso, entré en mi habitación y armé una maleta con ropa, libros y otras cosas.

Cuándo bajé, mi familia estaba en la puerta esperándome. Mi madre se arrodilló y me abrazó fuertemente, mientras lloraba de la emoción. Gracy y Arisha me daban sus mejores deseos. Asura se acercó torpemente a mí, me abrazó y se despidió de mí.

Le costaba hablar y eso la hacía muy adorable. Sólo faltaba mi padre, quién se arrodilló, puso su mano enguantada en mi hombre y me dijo unas palabras.

- "Hijo, hoy comienza tu aventura. Quiero que sepas, que con tan sólo 7 años, has logrado algo con lo que muchos niños e incluso adultos sueñan. No importa si regresas como el mago más grande de Montesinos, para mí y tu familia, siempre serás el pequeño Hiroshi Sekkatsu..."

Mi padre me arrastro hacía él y me abrazó fuertemente. Caminé al umbral de la puerta, giré mi mirada y me despedí de toda mi familia.

Subí al carruaje junto con Lovan. Miré por la ventanilla mientras mi familia se despedía de mí. Tenía unas enormes ganas de llorar, reprimidas dentro de mí; pero decidí mantenerlas hasta el momento en el que regrese.

Lovan me explicó un poco sobre el castillo y la familia real. Me indicó un horario que debería seguir a diario...

[¿Ya es muy tarde para dar media vuelta...?]

Cuando llegamos al castillo, me quedé boquiabierto. Era enorme. Lovan se quedó junto con el carruaje y yo caminé hacia el interior del castillo.

- "Bienvenido, joven Sekkatsu. Mi nombre es Fervor."
- "Y yo Valentine."
- "Es un gusto saludarlo."

Un par de mayordomos reales, aparecieron para darme la bienvenida. Se inclinaron, e hicieron el saludo de Montesinos.

Una inclinación hacia adelante, la mano junto con el corazón y los tres dedos del medio levantados; pronunciando así las 3 virtudes de la familia real (riqueza, amabilidad y lealtad). Decidí responderles el saludo, ambos se levantaron y me llevaron a mi habitación, luego me pidieron que termine de prepararme y me dirija al salón principal.

[¿Y dónde demonios se supone que queda eso?]

Dejé mi maleta, acomodé mis libros, guarde mi ropa y me puse a investigar un poco la habitación. Además de ser probablemente el doble que la de mi casa, estaba muy bien decorado; aunque los grabados en las piedras se veían genial.

Salí de la habitación, y me puse a recorrer el castillo en búsqueda del tan afamado "Salón Principal", en mi búsqueda, un niño apareció corriendo a toda velocidad en mi dirección.

- "¡Aún lado!"

Reaccioné tarde y ambos caímos al suelo.

- "¡Hey! ¿Estás bien?"
- "S-si, eso creo."

Me sobé la cabeza del dolor.

- "Mis más sinceras disculpas. Tenía prisa, mi padre me mandó a llamar y, no quieres verlo enojado."

- "No te preocupes. Los accidentes ocurren sin más."
- "No te he visto, por aquí antes... ¿Eres hijo de una de las sirvientas?"

Esa pregunta chocó directamente en mi orgullo.

- "N-no. Mi nombre es Hiroshi Sekkatsu, vengo aquí para entrenar con el mago Sof."

El niño se quedó en silencio.

- "¡Oh! Tú eres ese niño. Mi padre dijo que alguien iba a venir, lamento que nuestro primer encuentro haya sido tan inoportuno. Mi nombre es Moch, segundo hijo del Rey Sof y heredero al trono de Montesinos."

Con las introducciones hechas, ambos seguimos nuestro camino hacia el salón principal. Al llegar, el Rey Sof estaba sentado en su trono junto con su esposa, y lo que yo creía era su hija, más tarde descurbí que mis sospechas eran ciertas.

- "Joven Hiroshi, es un placer recibirlo dentro de nuestro castillo. Espero que su viaje y hospedaje sea de su agrado "

Hice una pequeña reverencia ante el Rey.

- "Sí, su majestad. Todo ha sido espléndido hasta ahora."
- "Me alegra saberlo. Veo que ya conociste a mi hijo, Moch."
- "Así es... Digamos que nuestro encuentro fue... Sorpresivo."

El rey siguió contándome sobre varias cosas dentro del castillo, me pidió que si se me ofrecía cualquier cosa, no dudara en pedírsela a algún mayordomo.

Durante la cordial plática con el rey, Sof entró a la habitación. Sentía un aura sombría a su alrededor.

- "¡Sof! Me alegra verte, mira quién ha venido."
- "El joven Sekkatsu, un placer verlo de nuevo. Su alteza, creo que va siendo hora de inciar con las prácticas, ¿No le parece?"
- "Es cierto. Pues bien, vayan e inicien con ello."

Sof hizo una pequeña reverencia y se retiró de la habitación conmigo y Moch detrás de él. Llegamos a un pequeño patio detrás del castillo, Sof hizo un par de conjuros y un cubo gigante nos rodeó dentro de él.

- "Este cubo protegerá el exterior en caso... Algo salga fuera de control.",

Esto último lo dijo mirándome a mí. Sof empezó a explicarnos un poco sobre la rutina que tomaríamos dentro del entrenamiento. He de admitir, que me pareció raro ver a Moch junto conmigo, no creí que él fuera a tomar clases con Sof.

[Supongo que son ventajas de la alta sociedad.]

Sof procedió a pedirnos una muestra de nuestro nivel actual de magia. Moch lo hizo primero, su nivel de magia era impresionante para su edad... Aunque me seguía pareciendo raro ver a los demás usar un bastón mágico.

- "Ahora tú, Sekkatsu. Saca tu bastón e invoca un hechizo."
- "Y-yo... No uso bastón..."
- "¡¿No usas bastón?!"

Moch estaba sorprendido. Empezó a preguntarme todo acerca de ello, pero fue interrumpido por Sof.

- "Muy bien, entonces. Quiero que invoque un hechizo eléctrico. ¿Cree poder hacerlo?"

[¿Otra vez con la magia eléctrica? No creo que sea tan difícil invocar algo así... Controlarlo ya es otro tema.]

Cerré mis ojos, concentré mi maná en la palma de mi mano, hasta que empecé a escuchar los pequeños estallidos electrcos. Por alguna razón, siempre que utilizaba algún hechizo eléctrico, mi cuerpo se sentía sumamente relajado.

Lancé el hechizo, un enorme estruendo retumbó por todo el castillo. Varios relámpagos salían disparados desde mi mano y yo no lograba controlarlos. Sof lanzó un hechizo y detuvo mi maná.

- "Gran nivel de magia. Poca estabilidad."

Esas fueron las únicas palabras de Sof. Empezamos el entrenamiento con lo básico de la magia, hablamos del maná, la variedad de hechizos y los diferentes niveles reconocidos entre los magos.

- "En el mundo, existen diferentes rangos de magos. Principiante, Aprendiz, Maestro, Dominador, Angelical y Deidad. En la actualidad, el rango más alto a la que ha llegado la humanidad a sido Dominador; siendo ese mi rango actual. Ustedes están en rango de Principiante..."

Sof se quedó en silencio por un momento.

- "...Eso me gustaría decir, pero el joven Sekkatsu se encuentra en rango de Aprendiz. Si pudiese controlar su estabilidad de maná, podría ser considerado un Maestro."

No creía nada de lo que me decía. Podré parecer pedante, pero no creía que mi nivel actual fuese ese. Sof siguió, explicando diferentes cosas y, luego, dió por terminado el día. Nos explicó que haríamos clase 3 veces a la semana. Dandonos un día entre cada entrenamiento para recargar maná y un día extra para repaso extraordinario.

Caminé a mi habitación. Me sentía agotado. Casi mareado. Cuando llegué me desplomé directamente en mi cama y caí profundamente dormido. Al despertar, me sentía sumamente relajado, mi cuerpo se sentía con mucha energía...

...Cuando abrí las cortinas, el sol ni siquiera había salido.

Me levanté y diambulé por el castillo. No sabía qué buscaba, ni a dónde iba. Pero seguía caminando. Revisé varias puertas a lo largo de mi recorrido. Llegué al punto de encontrar una enorme libreria, imaginé era el espacio privado de Sof.

Seguí caminando, hasta escuchar unos murmuros a lo lejos. Sof y el Rey estaban hablando cerca de una chimenea.

- "Dime, Sof. ¿En serio crees que ese niño sea una amenaza?"

- "No creo, su majestad. Estoy seguro de ello. El joven Sekkatsu pierde el control ante sus emociones. Eso lo vuelve un espécimen de alto riesgo."

- "Ya... Pero creo que deberías preguntarle a los padres primero, al menos, antes de realizar cualquier actividad. Yo no tengo potestad ante tal decisión."

- "Lo sé. Ya he invitado a los señores Sekkatsu para una reunión para mañana. Los convenceré de que su hijo es un peligro."

Esas palabras quedaron grabadas en mi cabeza.

[Los convenceré de que es un peligro...]


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Inicio del Segundo Volumen/ Inicio del Segundo Arco.

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