ae-capitulo-2
AE - Capitulo 2
33348
11

Capitulo 2

[Los convenceré que es un peligro...]

Esa noche no logré consumar el sueño, las palabras de Sof circulaban por mi cabeza sin cesar.

A la mañana siguiente, me levanté de mi cama. Estaba sumamente cansado. Vagué por los enormes pasillos del castillo por un momento, hasta que el príncipe gritó mi nombre sorpresivamente.

- "¡Hey, Hiroshi!"

Se quedó en silencio un momento al verme la cara de cansancio.

- "Te ves horrible."

- "Gracias."

El príncipe Moch era una persona bastante amigable, para ser parte de la realeza.

- "Oye Moch, no es por incomodar pero, ¿Por qué tus ganas de practicar magia?"

[Quiero decir, tienes un ejército sumamente increíble a tus órdenes.]

- "Pues... Supongo que es un capricho mío. Quise aprovechar que el gran mago Sof estaba por aquí para aprender un poco."

Su respuesta se me hacía bastante normal. La magia era algo que intrigaba desde el momento en el que escuchabas sobre ella.

Ambos caminamos un rato, charlamos y reímos. Llegamos al comedor principal.

- "Buenos días, amo Moch. Señor Sekkatsu."

- "¡Buenos días, Fervor!

- "Buenos..."

Fervor era el mayor real. El más importante dentro del castillo.

- "Fervor, ¿Hiciste lo que te pedí para el desayuno?"

- "Por supuesto, mi señor."

- "Ven, Hiroshi."

Moch me jaló del brazo, llevándome a un asiento. Miré a mi alrededor. En frente mío estaba la princesa, a mi costado Moch, en la cabeza norte de la mesa el rey Shone y en su contrario la reina.

[Vaya situación más incómoda...]

- "Padre, ¿Sof no vendrá a desayunar?"

- "Lamentablemente no, hijo mío. El señor Sof tuvo que... Atender unos asuntos muy importantes esta mañana y salió junto con el sol."

Moch inclinó la cabeza. Parece que tenía muchas ganas de comer con Sof. Todos comimos, entre la familia real hablaron de varios temas, yo escuchaba y trataba de participar sólo cuándo se me hablara.

Al terminar, Moch se retiró corriendo de la mesa. La reina y la princesa fueron tras él, junto con Fervor. Me quedé a solas junto con el rey.

- "Joven Hiroshi, ¿Le importaría acompañarme? Necesito hablar de unos asuntos con usted."

Mi corazón latía ferozmente. Sentía que se saldría de mi cuerpo en cualquier momento.

- "P-por supuesto, su majestad."

- "No estés nervioso, no hiciste nada malo."

Nos levantamos de la mesa y caminamos. El rey Shone empezó a tararear una melodía muy armoniosa durante el camino.

Llegamos a una habitación, nos sentamos uno frente al otro. Hubo silencio momentáneo, interrumpido por el rey.

- "Joven Hiroshi. Quisiera saber un par de cosas sobre usted, si no le molesta."

- "N-no se preocupe, su majestad. Trataré de responder lo mejor que pueda."

- "Durante el torneo, estuviste fantástico. Estuviste a punto de romper las reglas, pero no pudiste sobrepasar la raya gracias a Sof. Dime, ¿Desde cuándo tienes tal poder? Según Sof, es muy raro ver a alguien usar magia eléctrica desde tan temprano.

- "Y-yo..."

No sabía que responder en ese momento.

- "No estoy seguro... Lo que recuerdo fue sentirme muy enojado y me dejé llevar por mis instintos."

- Bien, ahora, en cuanto a la joven Jied... Le quemaste la cabeza prácticamente. Le cayó una avalancha de golpes llenos de fuego."

- "Y-yo... Lo siento, cómo dije antes, lo poco que recuerdo es sentirme sumamente molesto, pero ahí... Me sentía adolorido, sentía un dolor dentro de mí..."

- "Ya veo... Una última pregunta, en cuánto al joven del Norte, utilizaste un hechizo de ventisca muy poderoso.... ¿Algo qué decir en cuánto a eso?"

- "..."

Ahora sí no supe que responder.

- "Okay, déjame cambiar la pregunta. Dime, ¿Sabes por qué aceptamos el traspaso del premio?

- "¿Fue porque Auber se lo pidió?"

El rey Shone negó con la cabeza.

- "Hiroshi, dejame decirte esto de una forma clara. Tú y tu poder, son un peligro para nosotros y para el reino entero. Por lo que me has dicho hasta ahora, es que tú tienes un inmenso poder dentro de ti que es prácticamente incontrolable..."

[Los convenceré de que es un peligro...]

- "Y-yo n-no..."

- "Lo lamento, Hiroshi..."

Escuché algo detrás mío, sentí una mano que me cubría la boca y caí profundamente dormido.

[POV - Mark]

[¿Cómo le irá a Hiroshi?]

Me encontraba en el patio de mi casa entrenando, mientras me preguntaba sobre eso.

Las cosas estaban un poco alocadas en casa, sin Hiroshi cerca. Tsugumi parece un tanto alterada, y preocupada sobre todo. La he encontrado ya un par deveces dando vueltas por la sala mordiéndose las uñas.

En cuanto a Shizugu, bueno, ella y Hiroshi nunca fueron tan cercanos. Así que podría decir que no le afecta el tema.

Asura, por otro lado, siempre está mirando por la ventana. Esperando a que su hermano mayor regrese. Aunque Nitori la entretiene con magia.

Todo iba bien, hasta que una carroza llegó. Un mayordomo bajó del vehículo, Tsugumi salió corriendo de la casa pensando que algo malo pasaba.

- "Señor y señora Sekkatsu, el rey Shone les invita al castillo cómo visita a su querido hijo, el joven Hiroshi Sekkatsu Moonlagger."

Levanté una ceja. Algo muy raro estaba pasando, Hiroshi se había ido hace un par de días, ¿Y ya nos estaban invitando a visitarlo?

Tsugumi no dudó ni un segundo en aceptar y subió rápidamente a ma carroza. Suspiré fuertemente para mis adentros y también me adentré.

El viaje no fue muy largo. Tsugumi se vió impresionada por el castillo, pese a que antes vivía prácticamente en uno; en cuánto a mí, pues... Dejémoslo en que me traía malos recuerdos.

Ambos bajamos del vehículo, nos adentramos en el castillo y nos dirigieron a una habitación. Esperamos por un rato, hasta que el rey y un hombre en túnica entraron.

Mi esposa y yo saludamos a los recién llegados y todos nos sentamos frente a frente.

- "Señores Sekkatsu, nos alegra tenerlos a-..."

Levanté la mano enguantada, interrumpiendo al rey.

- "Su queridísima majestad, dejémonos de cuentos largos y vayamos directo al grano. Ya me parece lo suficientemente sospechoso que nos hayan llamado al segundo día desde que mi hijo llegó a este lugar."

Mi tono y mi rostro mostraban un tono serio. Mi esposa me miró impactada, pero siguió sin decir nada.

- "Tiene toda la razón, señor Sekkatsu. Vayamos directo al grano."

El rey aplaudió un par de veces, las puertas se abrieron. Un par de hombres arrastraron a Hiroshi y lo pusieron sobre la mesa antes de retirarse.

Hubo un silencio momentáneo. Miré a mi hijo en la mesa, estaba inconsciente. Me levanté y puse mi mano en la empuñadura de la espada.

- "Rey Shone, usted sabe mejor que nadie de lo que soy capaz de hacer. Será mejor que tenga una buena explicación para explicar por qué mi hijo está sobre la mesa inconsciente."

- "Por supuesto, señor Sekkatsu. El señor Sof les explicará sobre el asunto."

- "Señora Tsugumi, usted tiene habilidades mágicas en comparación de su esposo. Quiero que me diga, ¿Usted sabe lo que es un mago emocional?"

Me quedé callado. El tono y aura de este sujeto eran aterradoras. Miré a mi esposa quién no apartaba la vista de Hiroshi.

- "Sí, un mago que no es capaz de controlar sus niveles de magia ya que están fuertemente ligadas a sus emociones."

- "Cómo ya se habrá dado cuenta, su hijo es un mago emocional. Tan sólo nos hace falta recordar el torneo de hace unos días."

[¿Un mago emocional...?]

Sof hizo un poco de magia y nos enseñó a Tsugumi y a mí una visión del futuro posible.

- "Si no hacemos algo con esto, el Hiroshi del futuro será incontrolable. Se convertirá en una bestia destructora, que buscará arrasar con todo lo que encuentre en su paso."

Tsugumi empezó a llorar. Yo no entendía nada.

- "Exijo una explicación, ¿Qué pasará con Hiroshi?"

- "Los magos emocionales son..."

Taugumi fue interrumpida por el hombre en la túnica.

- "Declarados a muerte. Nadie es capaz de mantener el control sobre estos seres, así que se decide ejecutarlos para preservar la paz."

Me quedé atónito. Miré a mi esposa, llorando sobre el cuerpo de mi hijo. Recordé a Asura, quién está esperando a su hermano...

Saqué la espada de la funda y la apunté al cuello del mago. Fue un movimiento de un segundo.

- "Tendrás que matarme antes que te puedas acercar a mi hijo, maldito mago."

- "Señor Sekkatsu, tranquilo. Déjelo termina-"

- "¡¿Quieres que me quede aquí sentado, escuchando cómo planean la ejecución de mi hijo?!"

El mago ni se movía o reaccionaba.

- "Al contrario, señor Sekkatsu. Lo que intento decir, es que hay una salida alternativa."

Tsugumi levantó la cabeza. Con sus ojos llorosos, me miró directamente.

- "Habla de una vez."

- "Una maldición. Existe una maldición que puede mantener el poder de Hiroshi bajo control, reduciendo su nivel máximo hasta el 25%."

[¿Una maldición...?]

Por lo poco que recuerdo de mis épocas de mazmorras, en el mundo mágico y el mundo de la espada, las maldiciones son diferentes.

En la espada, una maldición se implanta directamente en un objeto y al usuario le otorga desventajas abismales.

- "¿Qué clase de maldición sería? ¿A qué objeto le implantamos la maldición?"

- "Sería una maldición directa. En la magia, es posible incrustar una maldición en un individuo. El rey Shone me insistió en que ambos deben de estar de acuerdo para poder realizar el procedimiento."

[Bastardo, lo harías de todas formas...]

- "Antes de tomar cualquier decisión, quiero dejar algo en claro. Hiroshi, ¿Sabrá sobre esto?"

- "Se dará cuenta con el tiempo. Además, cada vez que aumente drásticamente su poder, aparecerá una marca en su ojo conformada de 3 líneas sagradas unificadas en un punto."

- "Ya veo..."

Miré a Tsugumi. Ella seguía con lágrimas en sus ojos, acariciando la mejilla de Hiroshi.

Al final, ambos accedimos. Sof realizó el ritual mágico e implantó la maldición en Hiroshi. Luego de eso, ambos nos retiramos del castillo.

Tsugumi estaba emocionalmente agotaba, me mantuve con ella todo el resto del día.

Hiroshi... Pase lo que pase allí dentro... No dejes que te hagan daño...

---------------------------------------------------


Reacciones del Capítulo (0)

Comentarios del capítulo: (0)


ae-capitulo-3
AE - Capítulo 3
33720
12

Capítulo 3

Desperté en la habitación.

Me sentía un poco mareado, pero no era nada que no pudiera manejar. Me dirigí directamente al patio trasero.

Lo que ocurrió en la mañana debió ser mi imaginación. En el patio, me encontré a Moch junto con Sof.

- "Veo que se dignó a venir."
- "Mis disculpas, señor Sof. No me encontraba del todo bien y parece que me desmayé."
- "¿Qué más da? Bueno, sigamos con el entrenamiento."

Sof nos mantuvo toda la tarde, practicando el control de maná. Era divertido sentir cómo un pequeño riachuelo surcaba por mis venas.

La clase terminó temprano. En mi camino a mi habitación, me encontré con la princesa. La saludé con cordialidad, me miró con indignación y se retiró apresuradamente. 

[Alguien que me explique por qué las "hermanas mayores" me odian.]

Al momento de llegar a mi habitación, me sentí sumamente exhausto. Sentí como mi cuerpo se vaciaba con cada respiración que daba. Era casi, como si caminar me hubiese consumido todo el maná que poseía en mi cuerpo.

Me tumbé en mi cama, mirando al techo. Puse mi brazo sobre mi cabeza, estaba hirviendo. 

[Puede que haya cogido un resfriado o algo similar, mañana le pediré al señor Sof que me cure con magia.]  

Me sentía totalmente ligero. Casi como si pudiese volar.

Al abrir los ojos me encontraba en un cuarto totalmente en blanco. Miré a mi alrededor por alguna señal de vida o alguna estructura, lo único que encontré fue un infinito blanco.

Dando vueltas sobre mí mismo, me topé con una mancha negra creciendo. Escuchaba murmuros, lamentos, risas... Miles de cosas sobresalían desde esa mancha negra que cada vez se hacía más y más grande.

Traté de correr de ella, pero sentí como unas cadenas doradas me acorralaban y me arrastraban a ellas. Al darme vuelta, logré ver a un ser alto completamente negro pero con los ojos blancos brillantes gritando mi nombre.

Se escuchaba en desesperación e ira. Grité y me desperté cuando aquella figura estaba apunto de alcanzarme. Miré por la ventana, aún era de noche.

Estaba bañado en una capa de sudor muy fuerte. Traté de levantarme, pero me tropecé y caí rendido. Me desmayé inmediatamente.

Cuando desperté, el señor Sof estaba haciendo magia curativa sobre mi cabeza. Cuando se dio cuenta de que estaba despierto, comenzó el interrogatorio.

Le conté lo poco que recordaba de la pesadilla que había tenido. No parecía afectarle, y hasta parecía que lo tomó como una simple pesadilla infantil.

Pasaron unos días, hasta que pude recuperarme por completo. El señor Sof me indicó que eso hiciera. El primero en preguntarme sobre todo fue Moch, nos habíamos vuelto buenos amigos durante mi corta estancia en el castillo.

Mi entrenamiento mágico, con el señor Sof y Moch continuó con normalidad. Aprendimos las diferentes categorías mágicas, pese a que no lograba controlar ni mantener un hechizo curativo.

Mis días de estancia en el castillo llegaban a su fin, me quedaba poco más de un mes. Según el señor Sof, tanto Moch como yo éramos considerados magos de nivel Maestro gracias al entrenamiento con él.

Nuestra prueba final fue un combate mágico entre Moch y yo... O eso me gustaría decir. El señor Sof cambió las reglas del desafío a último momento, debido a mi ventaja como mago no conjurado.

[Esta es la última prueba... Con esto, podré pasar a ser un mago Maestro.]

Sof empezó con una Stone Bullet. Le devolví el ataque con un Windstob, siendo el equivalente a un choque de aire.

- "Fire ball."

- "Lodazal"

En vez de contraatacar, decidí ir a la ofensiva. Cubrí el suelo con lodo, y luego usaría Remodelación Terrea para levantar pilares de piedra...

Pero el señor Sof logró zafarse del ataque usando Remodelación Terrea.

- "Te enfocas mucho en el futuro, Hiroshi. En una pelea, normal no vas a tener tiempo ni de pensar."

Dijo esto, mientras me lanzaba una Explosión. Logré esquivarla usando Windstob en mis pies para lograr un impulso rápido a un lado. Debía bajarlo de ese pilar a como dé lugar, debía conseguirle inestabilidad para poder atacarlo.

Desaparecí el Lodazal, y corrí directamente al pilar. No pensaba en nada, sólo en bajarlo de allí arriba.

- "Stone Punch."

Stone Punch cubre tu puño con piedras cercanas y lo convierte en una especie de armadura. Asesté un golpe junto con el pilar.

El pilar se rompió en pedazos, el señor Sof caía, era mi oportunidad. Me impulsé con Windstob hasta donde estaba el mago y cargué el hechizo más fuerte que tenía.

- "Electric Punch."

Las pequeñas explosiones eléctricas empezaron a salir de mi mano. Al mismo tiempo, usé el pilar derrumbándose para crear barreras y así no escapara. El plan era perfecto.

Hasta que recordé que estaba peleando con Sof. Usó Windstob a tiempo para escapar de la barrera que estaba haciendo, mientras me preguntaba cómo lo había hecho, ya era demasiado tarde. El puño eléctrico chocó contra el pedestal vacío, causando una explosión que me mandó al suelo.

Cuando me quise levantar ya había perdido. Sof estaba al frente mío apuntándome con una Stone Bullet. Me enfurecía haber perdido en un duelo así, pero no había otra cosa que hacer.

- "Tienes buenas armas, Hiroshi. Pero te sobrevaloras demasiado y subestimas al enemigo, pones todo tu ingenio en pensar el siguiente movimiento y predecir al enemigo; pero no le prestas atención."

Lo que más me enfurecía, a parte de perder, era que mi oponente me diese una lección de vida. Suspiré y esperé a ver el combate de Moch. Moch había evolucionado mucho más que yo en temas mágicos.

La elegancia y la velocidad en la que se movía, parecía incluso que estaba bailando al son de las explosiones. Sof fue mucho más suave con él, se notaba, pero eso no evitó que Moch ganase. 

- "Buen trabajo, joven Moch. Logró utilizar el látigo aéreo con tal precisión que ni siquiera con Windstob podría haberlo evitado."

Sof nos liberó del entrenamiento y se adentró en el castillo. Miré mi mano, me sentía mucho más débil que hace unos meses atrás. 

- "Hey, Hiroshi. ¿Vienes a repasar un rato conmigo?"

- "Y-yo no creo que sea buena idea. Voy a entrenar un rato más."

Moch se adentró en el castillo, agarré la espada que había traído dentro de mis maletas, previamente preparada para el entrenamiento. Cree un muñeco de piedra con magia, me posicioné delante y me preparé.

Puse mi mano en la empuñadura del arma enfundada, respiré profundamente, cargué el arma de maná, y apunté a mi objetivo. Usando Remodelación Terrea, puse un pequeño montículo en mis pies y con Windstob me impulsó directamente al muñeco de piedra.

Mientras sacaba el arma, las explosiones eléctricas aparecieron en la hoja del arma, estando frente a frente con el muñeco, azoté el golpe, de un golpe el muñeco se rompió y estalló en pedazos.

Seguí practicando por un par de horas a golpear muñecos, combinación de magia y ataques físicos y un poco de entrenamiento básico. Cuando terminé, se había hecho de noche. Me sentía muy pesado. Mi cabeza estaba al borde de la muerte.

[Creo que me sobre esforcé un poco...]

Y esos eran mis días en mi estadía en el castillo. Los días pasaban, el entrenamiento continuaba y cada día incrementaba más mi fuerza bruta y mágica.

Así, el día de mi despedida llegó. Por fin regresaba a mi casa.


Reacciones del Capítulo (0)

Comentarios del capítulo: (0)