⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Capítulo 01 - Invocados a otro mundo
Edición por Paris_117
Hajime protegía su rostro con sus manos y tenía los ojos cerrados, pero cuando escuchó crujidos, abrió lentamente los ojos.
Miró a su alrededor con total asombro, lo primero que sus ojos captaron fue un enorme mural. Medía 10 metros de altura, y había una persona en el mural con rasgos andróginos que tenía una aureola detrás, un largo y suelto pelo rubio con una leve sonrisa. Una llanura cubierta de hierbas, un lago, y montañas estaban dibujaras en el fondo, y la persona tenía sus brazos extendidos. Es un hermoso mural. Es un gran mural. Sin embargo, Hajime sintió que sus ojos eran algo fríos.
Cuando miró a su alrededor, se dio cuenta de que estaban en una enorme sala. Se preguntó si toda la sala estaba hecha de mármol. Todo el edificio tenía un brillo blanco liso, con enormes pilares bellamente tallados que sostenían el techo con forma de cúpula. Todo el lugar parecía una catedral y la sala tenía un ambiente muy solemne.
Parecía que Hajime y el resto estaban en la parte superior de un pedestal que se encontraba en la zona más interior del edificio. Estaba en una zona más alta que los alrededores. Sus compañeros de clase también observaron atónitos lo que estaban viendo. Al parecer, todos los estudiantes presentes en la clase fueron envueltos en la situación.
Hajime miró atrás, vio a Kaori mirando alrededor confundida, al ver que no parecía herida, se sintió aliviado.
Tal vez, las personas que rodeaban el pedestal serían capaces de explicar la situación. Hajime y sus compañeros no eran los únicos aquí, había al menos unas 30 personas arrodilladas y orando con ambas manos en su pecho. Todos ellos vestían una túnica blanca bordada con oro, y con un bastón a su lado. La punta de las varas se extendía en forma de abanico, y varios discos colgaban a su alrededor formando un círculo.
Uno de los sacerdotes en particular, parecía tener unos 70 años, lo que hizo que destacase fue su muy formal sombrero de 30 cm de altura, y que se acercó a ellos. Aún con su avanzada edad, vestía una llamativa túnica. Él podría haber pasado como alguien en sus 50 años, de no ser por las arrugas marcadas en su rostro.
El viejo sacerdote les habló con una voz clara y tranquila, que era adecuaba a su apariencia, y con un bastón en mano.
“Bienvenidos a Tortus, nuestro Héroe y sus compatriotas. Les damos a todos la bienvenida. Me llamo Ishtar Lombard y soy el Papa de la Iglesia de los Santos. Llevémonos bien por favor.” Después de presentarse a sí mismo, revelo una sonrisa, generalmente asociada a las buenas personas de avanzada edad.
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Actualmente, Hajime y el resto se estaban moviendo, pasaron a un enorme salón y vieron varias mesas de 10 metros de largo alineadas frente de ellos. Sin duda, la sala se había hecho con magníficos detalles. Desde la perspectiva de una persona laica, todas las obras en la sala se hicieron con técnicas magistrales. Probablemente este era el lugar donde iban a comer. El grupo de 4 personas de Kouki y la profesora Aiko se sentaron en los primeros asientos. Hajime se sentó en el último lugar.
Nadie hizo ningún ruido mientras eran guiados y se sentaban, sus cabezas estaban tratando de averiguar que les había pasado. Esperaban que Ishtar les explicase la situación, incluso Kouki con su excelente carisma estaba pensando en silencio. Aiko-sensei, con los ojos llorosos, reunió a todos los estudiantes como un profesor debería hacer.
Cuando todos estaban sentados, con una asombrosa sincronización, entraron las sirvientas empujando carritos. ¡Oh sí, sirvientas de verdad! No como las viejas y gordas sirvientas que plagan la tierra. Estas eran reales y verdaderamente hermosas, una belleza encarnada de los sueños de los hombres.
La mayoría de chicos se quedaron observando a las sirvientas debido a sus adolescentes mentes. Aunque las chicas les enviaban frías miradas.
Hajime miró instintivamente a la sirvienta que servía bebidas a su lado… Pero por alguna razón sintió un escalofrío recorrer su espalda y miró hacia otro lado. Cuando vio de donde provenía, vio a Kaori sonriéndole, y decidió dejar de fisgonear.
Ishtar comenzó la explicación tras confirmar que todos tuviesen algo que tomar.
“Estoy seguro de que todos ustedes están confundidos. Voy a explicarlo, por favor escuchadme hasta el final antes de responder a sus preguntas.”
Después de eso, Ishtar explicó arbitrariamente la situación de forma fantástica.
En resumen.
Primero, el mundo se llamaba Tortus. En este mundo existían tres razas mayores: Humanos, Demonios y los semi-humanos. Los Humanos gobernaban la zona norte, los Demonios controlaban la zona sur, y los semi-humanos vivían tranquilamente en la espesura del este.
Los Humanos y Demonios han estado en guerra entre ellos, durante cientos de años. En comparación, los Demonios eran mucho más fuertes que los Humanos, pero los Humanos tenían la ventaja numérica. Ambos bandos no habían tenido grandes guerras desde hace varias décadas, pero se estaban preparando. Recientemente habían ocurrido extraños sucesos. El despliegue de criaturas por parte de los Demonios.
Se dice que los monstruos eran la evolución de animales salvajes que cambiaron debido a la magia. No fueron considerados organismos vivos reales. Tenían el poder de imitar la característica magia que otras razas usaban, y esto les transformó en bestias más poderosas y peligrosas.
Hasta ahora habían muy pocas personas que pudiesen domesticarlos, incluso si pudiesen ser domados, el domador solo puede controlar 1 o 2 bestias como mucho. Este conocimiento no era aplicable a los Demonios, y significaba que los Humanos ya no tendrían la ventaja numérica. Ahora la raza Humana se enfrentaba a una crisis.
“Quien los ha invocado es Eht-sama, quien es el dios que nos protege y al cual adoramos en la Iglesia de los Santos. Él es quien creó este mundo. Probablemente Eht-sama se dio cuenta de que si la situación seguía igual los Humanos se enfrentarían a la destrucción. Por esta razón los invocamos para evitar este destino. El mundo del que provienen pertenece a un rango superior al nuestro, y en él la gente posee un excepcional poder. Antes de la invocación, oramos a Eht-sama. Ustedes son los “salvadores” que envió. Con sus poderes podremos derrotar a los Demonios y salvar a los Humanos con la voluntad de Eht-sama.”
Ishtar dijo eso de forma extasiada, recordando lo que la revelación le había contado. Más del 90% de los Humanos seguían las enseñanzas de la Iglesia, y los que habían recibido una revelación, eran normalmente asignados a una importante posición.
Hajime sospechó de esa “Voluntad de Dios”, pues sentía que Ishtar estaba distorsionando como era el mundo y a lo que se enfrentaban. De repente apareció una persona para protestar, era Aiko-sensei.
“¡Por favor no bromees! ¡Al final estos niños pelearan en la guerra! ¡No permitiré algo así! ¡Absolutamente no voy a permitirlo! ¡Permítanos regresar! ¡Seguramente sus familias estén preocupados por ellos! ¡Lo que has hecho no es más que secuestrarlos!”
Aiko-sensei estaba furiosa, era muy popular como profesora de sociales con 25 años de edad. Tenía el rostro de un bebé con una altura de 150 cm. Su pelo estaba cortado a lo bob*. Se esforzaba por el bien de sus estudiantes, y era muy reconfortante. Hubieron muchas veces en que los alumnos fueron protegidos por ella, aunque su físico no era el de un adulto.
[N/T: Es un corte de pelo recto que se extiende hasta la altura de la mandíbula. También es llamado 3/4 porque representa tres cuartas partes de lo que se considera un peinado de cabello largo.]
Los estudiantes la llamaban a menudo Ai-chan, aunque se enfadase cuando se referían así a ella. Ella apuntaba a ser una digna maestra.
Se enfadó por la irrazonable invocación y se levantó en contra de ello. Ah, de nuevo Ai-chan estaba haciendo todo lo que podía. Los alumnos estaban confusos mirando como Aiko-sensei sermoneaba a Ishtar. Las siguientes palabras de Ishtar los congelaron.
“Simpatizo con esos sentimientos. Desafortunadamente no hay manera de regresarlos.”
El silencio llenó la sala. Un frío aire apareció por toda la zona. Todos miraban a Ishtar, sin reconocer lo que había dicho.
“Eso es imposible, ¿qué quieres decir con que no es posible? ¡Sí pudieron invocarnos, puedes enviarnos de vuelta!” Aiko-sensei gritó.
“Como dije antes, fue Eht-sama quien los invocó. La magia que interfiere con otros mundos es un poder que nosotros los humanos no podemos usar. Si pueden o no volver depende de la decisión de Eht-sama.”
“Algo así…” Aiko-sensei perdió toda su fuerza y se dejó caer sobre una silla como una piedra. Los estudiantes empezaron a alterarse.
“¡Mentira! ¿Por qué no podemos volver?”
“Iyaa ¡Sólo quiero volver!”
“¡No hagas bromas sobre ir a la guerra! ¡No te atrevas!”
“Por qué, por qué, por qué…”
Los estudiantes empezaron a entrar en pánico por la situación. Incluso Hajime no estaba de acuerdo con ello. Sin embargo, al ser un Otaku que había leído sobre muchas situaciones como estas. Por tanto, él esperaba alguno de los patrones, dado que no era la peor de todas, estaba mucho más tranquilo que los demás. Exactamente, porque uno de los peores destinos es ser invocado como esclavo.
Mientras todo el mundo perdía los nervios, Ishtar observaba serenamente las reacciones de los estudiantes y decidió dejar que la situación fluyese naturalmente. Sin embargo, Hajime pudo ver que detrás de ese calmado aspecto, había desprecio hacia ellos. El sacerdote probablemente pensaba que deberían estar agradecidos de ser elegidos por Eht-sama.
Aún así, el pánico no se calmaba. En ese momento, Kouki se levantó y golpeó la mesa con un bang. Ese sonido sorprendió a los estudiantes y atrajo su atención. Cuando confirmó que tenía la atención de todos, Kouki empezó a hablar.
“Chicos, no hay razón para alborotarse tanto frente de Ishtar-san. Él no tiene nada que ver con esto… Yo, iré a luchar. Los humanos de este mundo se están enfrentando a una crisis, eso es un hecho. Sabiendo eso, no puedo ignorar sus peticiones de auxilio. Si fui invocado para salvar a los humanos, podríamos ser capaces de regresar después de que los hayamos salvado. Ishtar-san, ¿qué le parece?”
“Correcto, Eht-sama cumplirá los deseos de los Salvadores.”
“Tenemos todos poderes especiales, ¿verdad? Desde que llegué aquí estuve teniendo una sensación de poder.”
“Sí, es verdad. Posiblemente, cada uno de ustedes tenga un poder varias veces superior a la gente de este mundo.”
“Entonces está bien. Voy a luchar. Salvaré a la gente y luego podremos volver a casa. ¡Salvaré el mundo y a todos, ya verás!”
Kouki cerró su puño con fuerza mientras declaraba eso. Vanamente, Kouki mostró su luminosa sonrisa que brillaba. En este momento, no había duda que su gran carisma fue muy efectivo. Los estudiantes que antes tenían una expresiones de desesperación, comenzaron a recuperar la calma y el vigor. Los ojos de Kouki relucían tan brillantes, que en realidad parecía haber encontrado esperanza. La mitad de las alumnas enviaban miradas de admiración hacia él.
“Ya sabía que dirías algo así. Sí fueses a hacerlo solo, me preocuparía mucho por ti. Yo también pelearé.”
“Ryutaro.”
“En este momento es todo lo que podemos hacer. No es que lo odie, lucharé también.”
“Shizuku.”
“Eh, si Shizuku-chan va, yo daré mi mejor esfuerzo.”
“Kaori.”
El grupo habitual de 4 se pusieron de acuerdo con Kaori. El resto de los compañeros aparentemente aceptaron y les siguieron la corriente. Aiko-sensei trató de argumentar en contra con ojos llorosos, pero en contra de lo Kouki dijo era inútil.
Después de eso, probablemente todos irían a participar en la guerra. Seguramente sus compañeros no entendían realmente que significaba ir a la guerra, y sólo estaban fantaseando con ello. Puede que aceptasen como una vía para escapar de la cruda realidad en la que se encontraban, o bien sus espíritus podrían haber cedido ante la irreal situación. Hajime sólo observó a Ishtar mientras pensaba en algo. El sacerdote tenía una expresión de satisfacción en su rostro.
Hajime lo notó. Mientras Ishtar estaba dando la explicación, él observaba a Kouki, y confirmó que reacción tendría su cuento. Con el fuerte sentido de justicia de Kouki, fue fácil predecir su reacción frente a la tragedia que caería sobre los humanos. Después les habló sobre la maldad de los Demonios, Ishtar había hecho especial hincapié en la crueldad. Tenía buena percepción. Se preguntaba quien tenía la mayor influencia en el grupo.
Probablemente era natural para alguien en la más extendida religión del mundo, pero era una persona complicada. Hajime añadió a Ishtar como alguien del que tener cuidado en su cabeza.
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