⚠️ Traducción hecha por fans. Sin derechos sobre el contenido original.
Certificación de la herejía (título provisional)
Ha pasado un día y medio desde que volvieron a pisar el mundo de color marrón.
Hajime se dirigía directamente hacia del Ducado de Ankadi con la ayuda del vehículo de cuatro ruedas impulsado por magia, mientras por detrás se elevan grandes montañas de polvo. Su destino original era el Mar de Árboles, pero cambiaron de dirección porque pensaron que podrían ser capaces de reparar el oasis si Kaori usaba su magia de Reproducción.
La magia de Reproducción tiene el efecto de devolver literalmente cualquier cosa a su forma original. Por lo que Hajime juzgó que debería ser capaz de restaurar el contaminado oasis, teniendo éxito con Reproducción, donde fracasó la purificación de la magia de reproducción.
Hajime no tenía ningún motivo en particular para oponerse. Ellos no habían tenido la oportunidad de probar las especialidades y las frutas locales la última vez, por lo que fácilmente tomaron la sugerencia de Kaori de volver.
A diferencia de la última vez, la entrada de Ancadi estaba lleno de gente esperando en la cola. Una gran cantidad de grandes caravanas en fila, y a juzgar por el ambiente, se sentía que era una fila de comerciantes.
“Esa es una caravana muy grande.” Hajime afirmó rotundamente.
“…. Nn… tomará tiempo.” Añadió Yue.
“¿Probablemente están trayendo nuevos suministros?” Sugirió Kaori.
La conjetura de Kaori parecía ser correcta. La razón detrás de la larga línea era de la petición de socorro del Reino Heilig. Los comerciantes estaban tomando ventaja del movimiento de las tropas y viajaron con el cuerpo de socorro. El cuerpo de socorro de Heilig parecía aceptar a los comerciantes de Ancadi siempre y cuando no causasen problemas.
De todos modos, debido a que el oasis había sido arruinado, aparte de las cosechas almacenadas, era necesario destruir los cultivos contaminados por razones de seguridad. Esto causó una gran necesidad de comida, así como agua. Ancadi no podía permitirse ser exigente al elegir de quién conseguían la ayuda.
Hajime ignoró a la caravana. Al no querer esperar bajo el calor del desierto, condujo el vehículo de cuatro ruedas hacia la puerta, sin esperar en la fila.
La gente de la caravana comenzó a darse cuenta del objeto negro y empezaron a correr, sus corazones probablemente estaban gritando “¿Es eso un demonio en el que están sentados?” Hacia las peligrosas miradas mezcladas con miedo y cautela, Hajime blandió su arma mientras el vehículo se aproximaba al guardia, dentro de una nube de polvo.
Mientras se acercaban, los soldados vieron al vehículo de cuatro ruedas, y de repente se escandalizaron. Se movieron para desafiar a Hajime, pero los compañeros que reconocieron el vehículo de cuatro ruedas les convencieron para acercarse sin sus armas. Mientras se acercaban a Hajime, ellos enviaron un mensajero para que vuelva corriendo a la ciudad.
Hajime y sus compañeros salieron del vehículo de cuatro ruedas mientras ignoraban el caos que su presencia causó. Como siempre, varias personas están hechizados por la buena apariencia de Yue. Mientras Hajime ponía el vehículo de cuatro ruedas de nuevo en su almacén del tesoro, la expresión de sus ojos se volvió en asombro.
“¿Es como eso? ¿El Dios de los Apóstoles ha vuelto?”[1] pregunta el guardia mientras observa la figura de Kaori.
Los soldados se sintieron aliviados al ver a Kaori. Tal vez la reconocieron por el momento en que habían traído de vuelta a Randzi o cuando fueron a recoger las piedras serenas del Gran Volcán Guryuu-en.
Al parecer el vehículo de cuatro ruedas se había dado a conocer como el transporte de Kaori, y la llamaban “Dios de los Apóstoles”. Hajime no sentía la necesidad de corregirles, ya que no estaban exactamente equivocados. Como mejor reconocían a Kaori, la pusieron delante.
“Sí, regresamos para intentar purificar el Oasis. Por favor, pase esto a los señores…” Dijo Kaori.
“¡Oasis! ¿Es verdad?” Respondió el guardia.
“Sólo estoy diciendo que es posible…”
“No obstante, si es un apóstol… nos disculpamos por la falta de cortesía en un lugar así. Ya hemos enviado un mensajero. No puedo dejar mi puesto, pero el señor debería venir de inmediato para acompañarles, si desean venir a nuestra zona de espera.”
Parece que han obtenido el reconocimiento por rescatar al país con anterioridad. Hajime puede ver el respeto en los ojos de los soldados mientras ellos les miran. Estaban recibiendo el tratamiento de los VIP. Mientras observa con cautela a los comerciantes que le mostraban curiosas miradas, Hajime puso de nuevo un pie en el Ducado de Ancadi.
El señor Randzi vino hacia aquí corriendo y sin aliento, después de unos 15 minutos de espera. Fue una llegada bastante rápida. Al menos, para Randzi, parecía que ellos eran importantes.
“Ha pasado un tiempo. Me alegro de que estéis todos a salvo. Estaba preocupado cuando no regresasteis después de confiar las piedras serenas a Tio-dono. Habría sido problemático si nuestro salvador hubiese muerto antes de que pudiéramos expresar nuestra gratitud.”
“Sólo soy un simple aventurero. Pero bueno, gracias. Como puedes ver, las ayudas son recibidas de forma segura.”
“Oh, y terminados de almacenar la comida con la ayuda que hemos recibido. Junto con el depósito que Yue creó, nos has ganado suficiente tiempo. La gente no tendrá hambre gracias a vosotros y a los comerciantes.”
Randzi se rió ligeramente con las mejillas ligeramente hundidas. Parecía que había terminado hecho polvo para salvar a Ancadi. La fatiga parece rezumar en sus expresiones. No estaba teniendo suficiente tiempo para descansar.
“Señor. En cuanto a la purificación del oasis…” Comenzó a decir Kaori.
“Apóstol… No, Kaori-dono. El Oasis está como de costumbre. Gracias al agua dulce que fluye subterráneamente, la purificación está avanzando poco a poco. Al menos, en medio año, el oasis debería estar completamente purificado. Un año después, antes de que se absorba en el cercano suelo y se purifique, podemos plantar de nuevo.” Respondió Randzi, un poco deprimido.
Kaori explica que ella podía ser capaz de purificarlo de inmediato. La respuesta de Randzi es dramática. Tomando un momento para entenderlo, “¿¡En serio!?” Randzi escupe febrilmente. Kaori asiente con timidez para verificarlo, mientras se mueve para esconderse detrás de Hajime, sorprendida por su euforia. El distraído Randzi se corrige, y entonces le pregunta cortésmente por la purificación.
Como esa era su intención de todos modos, Hajime asintió y Randzi les llevó al oasis. El oasis no es muy popular en este momento. En el pasado, era un abarrotado lugar donde la gente se relajaba. Randzi carecía de expresión, pero desprendía una atmósfera como si recordaba el antiguo oasis.
Kaori se acercó a la orilla del oasis y comenzó a conjurar la magia de Reproducción.
Aunque Hajime había obtenido la magia de Reproducción, como de costumbre, su aptitud para ella era prácticamente nada. Sin embargo, en el caso de Shia, parece que tiene un efecto de recuperación automática, pero tenía que ser activada de forma consciente. Además, su fuerza física y mental parece recuperarse mucho más rápido. Continuamente, Shia es cada vez más sobrehumana. Junto con sus niveles de aptitud, manipulación del peso corporal, y fortalecimiento del cuerpo, ella ha llegado a ser como un tanque pesado con recuperación automática instalada.
La que tenía la mayor aptitud era Kaori, seguida por Tio, y finalmente Yue. En el caso de Yue, como es habitual, como consecuencia de su propia y especial auto-regeneración, esta magia parece tener una pobre recuperación en comparación. Por otro lado, para la sanadora Kaori, su alta aptitud para la magia de recuperación parece guiarla a tener una buena comprensión de la “Reproducción”, permitiendo que la utilice más amplia y eficientemente que cualquier otra persona. Es un poco triste que Yue no vaya a ser capaz de utilizarlo para mejorar su aptitud para el combate.
Kaori comienza a conjurar. Es un largo conjuro. Inicialmente le tomaba 7 minutos, pero después de practicar, era capaz de rebajarlo a 3. Ya que sólo te tomó una semana para aprenderla, era prácticamente hacer trampas. Sin embargo, como Yue estaba presente, era difícil llamarla tramposa, en comparación. Comparada con las habilidades de Yue, esto parecía fácil.
“—-Parando al elefante[2]” ella extiende un bastón blanco mientras cierra sus ojos y murmura las palabras finales.
En el siguiente instante, apareció una luz pálida, parecida a una luciérnaga, y entonces cayó en medio del oasis. Todo el oasis comenzó a brillar, y una partículas de luz pálida comenzaron a burbujear hacia la superficie, y flotar en el cielo. Era una majestuosa escena que emocionaba. Realmente se sentía como si la corrupción estaba siendo purgada por una luz celestial.
Todos se olvidaron de respirar mientas admiraban la escena. Incluso después de que el misterioso brillo que cubría el oasis se alejó flotando en el cielo, Randzi estaba quieto y sin palabras, sumergiéndose en el resplandor.
Mientras sujeta a Kaori, que se balanceaba un poco por el cansancio, Hajime da una palmadita a Randzi. Randzi se espabila y ordena a su hombres que inspeccionen la calidad del agua. Sus subordinados se dan prisa para examinar el oasis con la magia de Detección. Después de tragar con fuerza, Randzi observa a sus hombres, quienes al terminar la inspección, informar del resultado con expresiones de incredulidad.
“…. Se recuperó.” Murmura un subordinado.
“¿Repite eso?” Demandó Randzi.
El subordinado añade palabras de confirmación y Randzi contuvo el aliento, sabiendo la verdad ahora.
“¡No hay anormalidades en el oasis! ¡Es el oasis original! ¡Ha sido completamente limpiado!”
En ese momento, Randzi y sus subordinados vitorearon al unísono. Tiraron cualquier documento que tenían y abandonaron lo que sea que estaban sosteniendo mientras se abrazaban los unos a los otros y daban palmaditas a sus espaldas, expresando su alegría. Randzi también miró a los cielos, exhalando profundamente y preguntándose si esto era un poco demasiado fácil.
“Después de eso, la regeneración del suelo. Señor, ¿dónde estaban los cultivos que descartaste?”
“… Bueno, todo está reunido en un lugar. Debido a todo el tiempo y el trabajo, era lamentable que tuviésemos que tirarlos… espera, ¿no quieres decir…?”
“Si Yue y Tio se unen, debería ser posible…”
“…. Nn, no hay problema.”
“Fueron cultivados con esfuerzo, sería una desgracia tirarlos.” Añadió Hajime.
Cuando Randzi se dio cuenta de que no sólo podría recuperar el suelo, sino también los cultivos perdidos, se llevó las manos al pecho y bajó la cabeza profundamente, sin dudarlo. Esto no era algo que un señor debería hacer, pero ese era el alcance de su apreciación por sus acciones. El amor por ellos era profundo en este país. Era el tipo de cosa que transforma tu sentido de la apreciación.
Después de recibir la reverencia de Randzi, Hajime trató de hacer que vayan hacia las tierras de cultivo. Sin embargo, de repente se detuvo cuando sintió una perturbación. Un grupo de gente frenética se estaban acercando en la distancia. Los soldados del Ducado de Ancadi estaban viniendo hacia ellos formando una línea recta, con numerosos soldados vestidos con diferente atuendos. Usando “Visión lejana”, Hajime podía ver que el grupo estaba formado con oficiales de la iglesia Seikyo[3] y caballeros del templo de esta ciudad.
Tan pronto como se acercaron al grupo de Hajime, de inmediato los rodearon con una formación semicircular. Un hombre anciano, vestido en ropas blancas y majestuosas, de los caballeros del templo, dio un paso adelante. La peligrosa atmósfera entre el hombre y Hajime sólo estaba dividida por la presencia de Randzi.
“Míralos, son peligrosos.”
“Obispo Forubin, ¿qué diablos es esto? ¿Ellos son peligrosos? Este héroe ya ha salvado el ducado dos veces. No pasaré por alto la falta de respeto como señor de Ancadi.”
El anciano, que fue llamado Obispo Forubin, soltó una risa ante las palabras de Randzi.
“¿Hum, héroe? Contén tu lengua. Ya están acreditados como herejes. ¡Las descuidadas palabras se desplomarán a tu alrededor!” Gruñó el Obispo.
“¿Están marcados como herejes? Ridículo, no he oído hablar de esto.”
Randzi se sorprendió al escuchar la palabra hereje siendo adjuntada a Hajime. Aunque Randzi era un seguidor de la iglesia. Era consciente del peso de esas palabras. ¿Ellos cometieron un error? Se encontró al Obispo con incredulidad.
“Por supuesto que no lo sabrías, las noticias acaban de llegar esta mañana. Y con el hereje apareciendo en este momento, ¿no crees que eso es exquisito y oportuno momento? Sin duda este era el mensaje de Dios. Destruid a los enemigos de Dios… ahora hacia la Central…”
Hajime no podía escuchar las últimas palabras, pero al parecer, Hajime había sido tachado de hereje. Randzi y el Obispo le observaron involuntariamente.
Hajime no parecía ni sorprendido ni particularmente con prisa, sólo ofreciendo cómo se encoge de hombros, como si preguntase, “¿Qué se supone que debía hacer?” a Randzi.
Randzi frunció las cejas después de ver la respuesta de Hajime. Sin embargo, el Obispo abre su boca y se ríe abiertamente.
“Y ahora, tengo que someter a los enemigos de Dios. Dicen que este hombre es bastante brutal, pero tengo a cien caballeros del templo detrás de mí. Ven con nosotros tranquilamente para no alterar el orden público, y no vamos a hacer que las cosas sean más difíciles para ti.”
Randzi cerró los ojos. Sin ninguna información más, podía suponer por qué Hajime fue tachado de hereje, considerando su poder y personalidad. Hajime era una fuerza que la iglesia no podía controlar, y por consiguiente no podía permitir.
Sin embargo, dada la fuerza de los compañeros de Hajime, detenerlos era una decisión igual al suicidio. Randzi dudaba de la cordura de escoger una guerra con Hajime. Se preguntaba si ellos tenían sus prioridades en orden.
Es un hecho que Hajime salvó a Ancadi. Curó a las personas que habían caído por el veneno, preparó el agua que era su sustento, sometió al monstruo que yacía en el oasis, y adicionalmente purificó el oasis, devolviéndolo a como estaba antes.
A esta enorme deuda, era preocupante considerando lo que podrían proporcionar como un premio. Los ojos de Randzi se abrieron como platos al darse cuenta de que la oportunidad se presentó sola. Y, con la dignidad del señor al que sirve, Randzi rompió el silencio y proporcionó al impaciente Obispo una respuesta.
“Rechazado.”
“… lo siento, ¿qué?”
Hacia las palabras totalmente inesperadas, el Obispo Forubin proporcionó una interesante y torpe expresión. La aparición del Obispo, para sus adentros, le dejó una sonrisa forzada a Randzi. Debería haber sido imposible que Randzi vaya contra la decisión de la iglesia Seikyo. Randzi repitió las palabras con una inesperada determinación.
“Dije que me niego. Estos héroes son nuestros salvadores nacionales. Si vais a hacer que sean un enemigo, entonces no puedo perdonar a la iglesia Seikyo.”
“¿Tú… estás… loco? No puedes ir en contra de la iglesia. ¿Quieres ser marcado como hereje también?”
En respuesta a las palabras de Randzi, el Obispo levantó un grito de sorpresa, congestionado por la ira. Los caballeros del templo también se miraban entre ellos con expresiones perplejas.
“Obispo, ¿la Central no conoce sus logros? Él salvó el ducado cuando fuimos atacados por un veneno letal. Tus informes también deberían mencionar que rescató la ciudad de Ur, ¿verdad? No entiendo la cordura de esta declaración de herejía. Reconsidera la herejía a cuenta de estos nuevos hechos.”
“¡Silencio! ¡La decisión es definitiva! ¡Esta es la voluntad de Dios! Eso es imperdonable. Si continuas protegiendo a este hereje, entonces Ancadi en sí misma será marcada. ¡Presta atención!”
Las pupilas del Obispo tenían la luz de la obsesión en ellas. La forma en que estaba gritando daba la atmósfera de que no parecía muy del clero. Randzi le miró fijamente con una fría expresión. Hajime se le había acercado con un movimiento imperceptible y le preguntó con una sorprendida mirada.
“¿Estás seguro acerca de esto? Tanto el Reino y la Iglesia van a tomar represalias. Como el señor, ¿vas a estar bien?”
Randzi no contestó a Hajime. En su lugar, volvió la mirada de Hajime hacia los hombres de las inmediaciones, que emitían una aura de preparación y aceptación. En sus ojos se mostraba la muerte, como si dijesen “morir matando es el camino a seguir”. Era ese tipo de expresión.
El Obispo también pareció comprender el cambio de ánimo y gritó una última advertencia mientras su rostro se enrojecía y se volvía más delirante.
“¿Es esta tu respuesta? Público, el camino termina aquí. Bueno, tu camino no. Este es el final para cualquiera que se interponga en mi camino. ¡Recibirás un castigo divino de Dios y caerás en la ruina!”
“Esto es Ancadi, no somos tan descarados como para vender al héroe que nos salvó. ¿Divino? Como si creo que el juicio de Dios sería tan descarado. Supongo que mi fe difiere de la del Dios del Obispo.”
El Obispo se quedó impasible después de las furiosas palabras de Randzi. Levantó una mano para tratar de enviar una señal a los Caballeros del Templo para que ataquen.
En ese momento, hubo un ¡thump! Algo voló hacia los caballeros y golpeó uno de sus cascos con un clang. A sus pies había una piedra. Esto no hizo ningún daño al Caballero, ¿pero por qué estaba esto aquí? Tal cuestión era efímera ya que otra piedra fue lanzada, chocando ruidosamente contra la armadura del caballero del templo.
Si mirabas de dónde venían las piedras, muchos de los habitantes de Ancadi se habían reunido en el tiempo transcurrido, rodeando a los Caballeros templarios[4].
Habían venido en respuesta a las misteriosas luces que previamente habían salido del Oasis, y se encontraron con la escena de los caballeros del templo rodeando a su señor y a Hajime.
Ellos recordaron los tratamientos que habían recibido de Kaori como “Dios del Apóstol”, las piedras serenas, y la bala mágica que desafía al laberinto para salvarles. Ellos estaban indignados por la conducta de la iglesia, lo cual se convirtió en hostilidad mientras comenzaron a tirar piedras.
“¡Parad! ¡Gente de Ancadi! Ellos son el enemigo de Dios. ¡Herejes! ¡Estáis yendo en contra de la voluntad de Dios!”
Forubin está gritando en voz alta, tratando de resolver los malentendidos de los alterados habitantes. Ellos no sabían que Hajime fue marcado como hereje, y se relajarán una vez que el Obispo les explique las cosas, o eso pensaba.
De hecho, las palabras del Obispo de la iglesia Seikyo causaron que los habitantes dejen de tirar piedras y se mirasen los unos a los otros en confusión.
Esta vez, Randzi habló con dignidad.
“Mi querido pueblo. ¡Escuchad! Se me acaba de informar que el oasis fue purificado. Nuestro oasis ha sido devuelto a nosotros a través de los esfuerzos de Hajime. Así como las tierras contaminadas. Y los cultivos. Ellos utilizaron su purificación para devolver a Ancadi a la forma en la que estaba. También me trajeron de vuelta a Ancadi. Tomad la decisión con vuestra propia mente. Mantened nuestro héroe que salvó a la nación, o volveros contra él. ¡Yo decidí mantenerlo!”
El Obispo intentó burlarse del discurso de Randzi, “En esas vacías palabras, no hay ninguna razón para ir en contra de su majestad o la iglesia”, sin embargo, su sonrisa de burla cayó lentamente.
La intención de los habitantes fue mostrada en forma de lapidación.
“Y yo, a….” Las palabras del Obispo apagadas por los golpes de las piedras contra las armaduras.
“¡Deja de decir tonterías, esta es una cuestión de vida o muerte!”
“La iglesia no ha hecho nada. ¡Sin embargo, vuestra locura quiere hacer daño al apóstol que nos ayudó!”
“¿Qué es un hereje de todos modos? ¡Estáis abusando del término!”
“¡Deben haber sido herejes los que autorizaron esto!”
“¡Defended a Kaori!”
“¡Larga vida al señor!”
“¡Kaori, me dedico a ti!”
“¡Vamos a empezar el club de fans de Kaori!”
Aparentemente, los habitantes parecían tener un profundo sentido de amor y respeto por Randzi y Kaori. Dejando a un lado la fe, ellos defendieron a Randzi y Kaori con todo su espíritu. No, es más como si cambiaron su fe misma. Sin embargo, parece que tienen una fe propia, la convicción de que nadie le hará daño a Kaori, quien los salvó como “Dios de los Apóstoles”. En resumen, fue una fe que superó la confianza del Obispo. Para empezar, no se sabía de dónde vino esa confianza.
Los residentes se reunieron, uno tras otro. La fuerza del pueblo no era absoluto inferior al de los Caballeros del Templo, pero el Obispo se convirtió en el objetivo de la ira y la hostilidad que se propagó sin fin. Los Caballeros del Templo comenzaron a echarse para atrás en retirada.
“Obispo-dono, estas son las intenciones de Ancadi. ¿Qué hay de sus alegaciones anteriores?”
“No es tan simple como tú piensas…”
El Obispo se giró sobre sus talones mientras apretaba sus dientes, y le refunfuñó a Hajime. Los caballeros se movieron rápidamente para seguirle. El Obispo parecía soltar humo, emitiendo el último de sus arrebatos con sus ruidosos pasos mientras se dirigía de vuelta a la iglesia.
“¿Esto está realmente bien?” ¿Ellos lo dejarán así?”
Hajime tenía una mirada de preocupación, habiendo estado al margen del asunto hasta el final. La participación directa de Kaori en la crisis con la iglesia le dejó una expresión de preocupación en su rostro.
A pesar de esto, Randzi respondió con una indiferente mirada, como si no fuera gran cosa.
“Esta es la elección de Ancadi. La gente que vive en este Ducado os están agradecidos. Es impensable que mueras en nuestro territorio, es por eso que ellos habrían derramado sangre para protegerte. No quiero tal desgracia en este país.”
“Aparte de eso, no sufriría daños por alguien de su nivel…” Hajime respondió rascándose la mejilla.
Randzi se rió por sus palabras.
“Si eso es así, entonces significa que sois más aterradores que la iglesia. Siendo el héroe de la nación es sólo la mitad de la razón por la que os protegimos. Nosotros tampoco queremos convertirnos en vuestros enemigos. Ni siquiera puedo imaginar la cantidad de magia que poseéis para aniquilar un desconocido monstruo en un instante y capturar un gran laberinto en sólo un par de días. Ignoras la iglesia y tampoco respondes a la amenaza de cien caballeros. Has derrotado a un ejército de diez mil e incluso hay rumores de que derrotaste a un demonio instantáneamente. No, es francamente aterrador. Habrá un tiempo cuando tome el relevo después de que mi padre fallezca, pero me quedaré con el orgullo de haber tomado una sabia decisión entre los dos.”
Así que, Randzi no tenía ninguna intención de apoyar la hostilidad de la iglesia hacia Hajime. Puso a la iglesia y a Hajime sobre una escala de quién era un aliado más fuerte, y eligió al segundo. De hecho, podría decirse que el propio país en sí actuaría contra su majestad y la iglesia. Decir que fue una atrevida decisión, no sería una exageración.
Hajime sonrió al pensar que su enfrentamiento con la iglesia fue frustrado por el propio pueblo. A medida que la gente se movía a su alrededor con prisas y con cuidado por su seguridad, Kaori se rió alegremente. Hajime se dio cuenta de que éste era el camino que Aiko había esperado que escogiese, uno que no era un “solitario camino de la vida”.
Tres días después de la agitación por la iglesia.
El equipo de Hajime había terminado de purificar las áreas agrícolas, y él estaba observando al oasis brillar desde una colina.
Hajime podía ver la centelleante superficie del agua. La gente se había reunido alrededor del oasis de nuevo con alegría y sonrisas. Las parejas se sentaban en la hierba, observando a los niños divirtiéndose en el agua. Habían personas pescando en los muelles, y amantes en sus pequeños mundos sobre los botes. La gente había regresado al oasis, y todos tenían sonrisas.
Así es como Hajime pasó este día en Ancadi. Había tenido la intención de irse tan pronto como hubiese comprado algunas de las famosas frutas, pero había sido mantenido aquí por la generosidad del señor y los habitantes, y terminó quedándose unos días más.
Hajime se preocupaba de que con el actual estado de ánimo en la ciudad, su salida de Ancadi se encontraría con un desfile. Tuvo que hacer una petición a Randzi para que lo mantenga discreto. Ellos fueron capaces de terminar su despedida en la mansión del señor, y Hajime finalmente llegó a las puertas, echando una última mirada al oasis antes de irse.
“Sobresales, mejor usa algo un poco menos visible.”
Hajime menciona a Yue mientras se da la vuelta para irse.
“¿Lo hace…? ¿Cansado de ello?”
“¿Qué? ¿Es eso así? Hajime-kun.”
“Bueno, Yue, Kaori. Desde mi punto de vista, vosotras simplemente destacáis.”
“Bueno, yo— es porque este vestido no es para pasar por las puertas…”
Shia había dicho que estos atuendos eran parte del llamado traje de la danza del vientre. Sus ombligos eran visibles entre la blusa y los pantalones cortos. Era muy sensacional, y sus pequeños y deslumbrantes ombligos. Esto garantizaba que todos los ojos estarían sobre la que lo vistiese.
Parece una forma común de vestirse en Ancadi. Cuando Yue recibió esto de regalo de una señora de una mansión, ella de inmediato comenzó a llevarlo para lucirlo. Al ver a Yue en ello, los ojos de Hajime se volvieron como bestias salvajes. Al parecer, Hajime parece ser débil ante este tipo de trajes. Sus ojos estaban fijos en Kaori una vez que empezó a llevarlo, lo que provocó que Shia y Tio hagan lo mismo.
Excepto Yue, ellas no provocaron una respuesta suficiente de Hajime. Como resultado, ellas comenzaron a llevar los mismos trajes todos los días. Sin embargo, el traje de Yue hacía colapsar la razón de Hajime.
Incluso ahora, mientras salían, todas seguían en sus eróticos trajes. Finalmente, Hajime había llegado a su límite y comenzó a señalar el punto de manera ruidosa y agresiva, a pesar de estar un tanto feliz, para hacer que vistan normal de nuevo.
Han pasado dos días desde que salieron de Ancadi.
Ellos estaban en la carretera que conduce a Horaudo. El vehículo de cuatro ruedas de Hajime se acercó ininterrumpidamente a una caravana que fue atacada por unos tipos que se ven como ladrones[5].
Fue en este punto que Hajime y Kaori conocerían a una sorprendente persona.
Notas
1 ↑ “God of the Apostles”, no lo habéis leído mal. 2 ↑ “stopping elephant”, es algo del conjuro. 3 ↑ Gracias traductor de Google “Seikyo” ~ Muerte, si lo traduces del japonés al español. 4 ↑ Aquí por fin utiliza “Templar knights” que son templarios y no “temple knights”. 5 ↑ Antes ponía ladrones de Rashiki, pero era una mala traducción. “賊らしき連中” ~ “Guys like thief” ~ Tipos que se ven como ladrones.
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