Capítulo 5: Una oportunidad

Con los rayos de sol iluminando la bella tierra, el camino del Paso del Lagarto se veía escabroso y horrible para aquellos encargados de reparar las ruedas de los carruajes. 

Luego de la gran batalla, Wan Zexian empezó a repartir las órdenes consiguientes. Mientras tanto, Xu Zhong caminaba hasta el vagón especial donde se hospedaban los Señor Cultivadores. 

-¿Qué querrán? ¿Es la espada? Si es solo eso, aún podría haber una oportunidad, pero si el anterior guardia del vagón de esclavos era importante… seguramente me mataran en su furia- pensó preocupado. No podía hacer más. Correr ahora igualmente significaba su muerte. 

Al menos ir y enfrentar las consecuencias podría darle alguna salida. -Si, puede que no esté todo perdido. Aún hay un rayo de luz al final del túnel- A Xu Zhong no le gustaba confiar mucho en la suerte, pero en este caso no tenia otra opción. Era el que tenia el papel del débil frente al fuerte, no podía hacer mucho. Cuando la ventaja en poder era abismal, simplemente los trucos eran cosas efímeras ante el poder dominante. 

Al llegar al vagón, tocó suavemente la puerta. 

Toc, toc

No recibió respuesta inmediata, así que espero un momento. Al ver que nadie abría o respondía, decidió tocar nuevamente, pero justo en ese momento la puerta se abrió. 

-Sigue- dijo Li Chen con voz fría. Xu Zhong tragó fuerte y entró. El vagón era bastante grande, mucho más grande que los otros. En el se hospedaban los 3 discípulos de la secta más el Señor Zhang. 

Xu Zhong observó el enorme espacio dentro del vagón y suspiro. -El poder define todo, obviamente tu calidad de vida también- pensó caminando hasta una pequeña silla.

-Siéntate allí- dijo Li Chen entrando por una puerta hacia otra habitación. El vagón, cuando se dijo que era enorme, no era una exageración. Habían más de 10 caballos empujando, y no caballos normales. 

Luego de varios minutos que parecieron eternos para Xu Zhong, vió salir a alguien de la puerta. Era un hombre que vestía una túnica azul, parecía tener unos 30 años. Una barba de chivo muy bien cuidada adornaba su mentón. ¡Era el Señor Zhang!

El Señor Zhang miró fijamente a Xu Zhong con una mirada misteriosa. Sus ojos parecían poder mirar a través de él como espinas. Xu Zhong se sintió incómodo por esa mirada, sentía un poder vago rodeándolo, parecía que podría asfixiarlo en cualquier momento. 

En ese momento Xu Zhong se dio cuenta de algo. -¡¡Me han descubierto!!- exclamó en su mente.

-Y bien, ¿qué tienes que decir?- preguntó el Señor Zhang de repente. Xu Zhong se estaba empezando a poner nervioso. Ante un mortal como cualquier de los otro guardias habría mantenido una actitud serena, quizás teniendo la oportunidad de salvar su vida mediante el diálogo. 

Pero frente a él estaba un cultivador y no cualquiera, uno muy poderoso. -Estoy jodido, ¿pero como? Estoy seguro que no había nadie en los alrededores… espera, la espada!- en ese momento Xu Zhong se dio cuenta cuál había sido su perdición. 

La espada de patrones misteriosos ciertamente no era propiedad del anterior guardia del vagón de esclavos. Xu Zhong se dio cuenta de esto. Por lo que solo había pocas posibilidades: o se la había encontrado de casualidad, cosa que era poco probable, o alguien se la había dado!!

-No, eso tampoco puede ser así. Si la espada se la dio un cultivador, ¿por qué estaría preocupado de ir al campo de batalla? ¿No debería estar confiado considerando que tenia un cultivador detrás de él apoyándolo?- Xu Zhong siguió pensando, pero no podía llegar a la verdad. 

El Señor Zhang lo miró divertido. 

-¿Me dejarás hablando solo? Te pregunté, ¿qué tienes que decir?- volvió a hablar, pero esta vez su tono tenía un pique de presión que Xu Zhong sintió. Tragó fuerte y dijo: 

-Mate a ese guardia en pos de la supervivencia. Si era alguien importante para usted, señor, pido disculpas profundamente, no era mi intención. En ese caso, mi muerte seguramente será mi único destino. Pero si no es así, y lo único importante es esta espada, por favor, tómela y perdone mi vida- dijo Xu Zhong ofreciéndole la espada. Su mirada era sombría, sabía que ahora estaba en manos del Señor Zhang y que él elegiría su vida o muerte. 

-¿Hm? ¿Este chico sabe que la espada es especial? Interesante…- pensó el Señor Zhang con una sonrisa. 

-¿Por qué me entregas la espada? ¿Por qué crees que importante para mi?- preguntó repetidamente el Señor Zhang mirando fijamente a Xu Zhong. Bajo su mirada, el chico no podía mentir. 

En ese momento Xu Zhong se dio cuenta de algo. -Por qué me pregunta si la espada es especial? Es claro que lo es, un cultivador como él debería darse aún más cuenta de la peculiaridad de la espada… ¿me esta probando?- un pensamiento fugaz pasó por la mente de Xu Zhong. 

Decidió ser auténtico y no intentar ningún truco frente al Señor Zhang. 

-La espada posee patrones únicos y misteriosos. Cuando la vi por primera vez, me di cuenta de inmediato- explicó Xu Zhong. 

El Señor Zhang lo miró fijamente por unos momentos. Xu Zhong se estaba poniendo nervioso.

Luego de unos segundos, el Señor Zhang se rió. 

-Jajajaja. Es muy gracioso, en serio, muy gracioso- el Señor Zhang se llevó las manos a la boca y se acarició su barba de chivo. 

-Pensar que encontraría un pequeño talento de la nada. Tch! Mi suerte puede que sea un poco buena- dijo sorprendiendo a Xu Zhong. El Señor Zhang notó la confusión en los ojos de Xu Zhong y dijo:

-Chico, has salvado tu vida con esa explicación. ¿Cómo te llamas?- preguntó el Señor Zhang. 

-Me llamó Xu Zhong- respondió rápidamente. 

-Vienes del sur obviamente, ¿a qué te dedicas allí? Si caíste dentro de la red de los “Refugiados”, jejeje, ya me imagino lo que hacías- 

-Señor, yo era de la Región Girasol Verde al Noroeste del Imperio Xebac. Debido a que soy huérfano desde el tiempo que puedo recordar, no tuve un apoyo sólido, así que me dediqué a robar y a realizar otros trabajos deshonestos- explicó Xu Zhong con total sinceridad. 

Se había dado cuenta que probablemente una puerta se estaba abriendo, una puerta a un mejor futuro. No quería mentir, ya que estas personas podrían descubrirlo fácilmente viajando a la Región Girasol Verde en las Tierras del Sur.

Además, no tenia nada que esconder. El Señor Zhang asintió.

-Ya veo. Mira Xu Zhong, seré directo. Soy un Anciano de la Secta Niebla del Tesoro en la Región de los Mil Dorados. Por la explicación que me has dado ahora, me he dado cuenta que tienes talento para el cultivo y quiero ofrecerte una invitación para la próxima “Apertura de la Secta”- dijo el Señor Zhang suavemente. 

Xu Zhong captó palabra por palabra de lo que decía y una emoción infinita empezó a surgir dentro de él. -Tengo talento… y no solo eso, el Señor Zhang me esta ofreciendo participar en la apertura de la Secta Niebla del Tesoro… no sé qué secta es esa, pero no puedo desaprovechar esta oportunidad. ¡Al fin! ¡Al fin podré caminar el camino del cultivo!- pensó Xu Zhong mostrando su alegría. 

-Le agradezco infinitamente por darme esta oportunidad- Xu Zhong hizo una reverencia. 

-No me agradezcas aún. ¡Je! Aún tienes que pasar la prueba de la secta. Aún no eres oficialmente un discípulo. La prueba de la espada demuestra que tienes talento para el cultivo, ¿pero cuanto? Ya veremos…- dijo el Señor Zhang tomando la espada. 

Xu Zhong quería preguntar sobre la espada, pero sabía que no era prudente hacerlo, al menos no ahora. 

Luego de salir del vagón especial, la mirada de Xu Zhong brilló. Miró al cielo y observó a las nubes blancas moverse tan lentamente, a veces tapando la brillante luz del sol. Los cantos de animales no salvajes se podían escuchar a veces, aunque el ruido de los guardias lo interrumpía. 

Xu Zhong estaba muy feliz que hasta podía gritar. Todo este tiempo estuve sufriendo constantemente. Incluso su vida en el sur era un tormento, con la muerte respirandole en la nuca. 

Incluso durante este tortuoso viaje, sus ganas de vivir y progresar no se habían quemado, aún quería ser alguien en este mundo y ahora, la oportunidad había aparecido. 

-El porque ese guardia tenia la espada especial no es de mi incumbencia, al menos no ahora. En lo que debo pensar ahora es en obtener información una vez que llegue a nuestro destino. El Señor Zhang me podría haber dado más información, pero no importa, quizás lo haga cuando lleguemos- pensó Xu Zhong avanzando hasta el vagón de esclavos. 

Ya no tenia que preocuparse de que lo descubrieran. Ya lo hicieron en realidad, pero bueno, todo salió relativamente bien. 

En el vagón especial. 

El Señor Zhang llevaba la espada en su mano. Esta estaba metida en su funda sin mostrar su encanto misterioso al mundo. En el camino se encontró con Li Chen. 

-Señor Zhang, ¿ya resolvió el asunto con el mortal?- preguntó educadamente. El Señor Zhang solo sonrió.

-Así es y me trajo una pequeña sorpresa.- 

-¿A que se refiere, señor?- 

-Jejeje, no es mucho, no es mucho. Aún tiene que ser probado- dijo el Señor Zhang sin dar muchos detalles. Li Chen frunció un poco el ceño, pero no dijo nada más.  

Avanzó hasta otra habitación, allí están Jin Wu y Zou An. 

Ambos estaban en posición de meditación con los ojos cerrados. Al sentir la entrada de Li Chen, Jin Wu abrió los ojos. 

-¿Y bien? ¿Qué descubriste?- preguntó curioso. Cuando se enteró que el Señor Zhang había mandado a llamar a un mortal, se sorprendió y quiso saber de qué se trataba el asunto. 

-Nada. El Señor Zhang no me ha dicho nada- respondió Li Chen colocándose en posición de meditación. 

Jin Wu no dijo nada más y cerró sus ojos. 

El tiempo pasó volando y 3 días después, luego de avanzar por caminos peligrosos, llegaron a la Montaña Rexu. 

-Al fin, Región de los Mil Dorados, ¡hemos llegado!- exclamó un guardia feliz. Luego de pasar por situaciones tan peligrosas como los Lagartos Piel de Piedra y otros peligros, al fin podían suspirar de alivio al saber que llegaron con vida. 

-Yo sobreviví, pero tú, Wu Cai…- Gao Zhi susurró con dolor. Era uno de los guardias que había sobrevivido, pero no se sentía feliz, sino abatido por la muerte de su amigo. 

Xu Zhong miró la enorme montaña Rexu y sus ojos empezaron a brillar con expectativas. -Al fin…-

En el camino se pudieron avistar varios pueblos y aldeas, eso indicaba que ya habían llegado a la civilización humana. La caravana siguió adentrándose, avanzando hasta que llegó a la Ciudad Jincheng.

Capítulo 6: Llegando al Monte Tiachu

La Región de los Mil Dorados, una tierra ubicada al suroeste del Continente. Esta conformado por multitudes de ciudades, pueblos y aldeas que eran cobijados por las altas montañas que brindaban un consuelo dulce a los corazones de las personas. 

La caravana liderada por el Señor Zhang avanzaba por los caminos boscosos, atravesando pueblos y aldeas, algunas ciudades se avistaban a lo lejos. 

Algunos granjeros que pastaban sus tierras levantaban sus cabezas para mirar los carruajes empujados lentamente por los enormes caballos. Algo de asombro podía verse en sus caras, pero no era algo realmente extraño. 

Esto se debía a que en esta región la presencia de los cultivadores era bastante fuerte. No era extraño ver cosas impresionantes para estos granjeros mortales que vivían vidas sencillas. 

Al llegar a la Región de los Mil Dorados, la caravana se detuvo en algunos pueblos y ciudades para recuperar provisiones, siguiendo su camino. Su destino era la Ciudad Jincheng, que estaba ubicada al noroeste de la región. 

Xu Zhong, que ahora estaba libre de ser un esclavo, observó los alrededores con sus ojos verdes intensos. Sus ojos exudaban calma, tranquilidad. 

-La región de los mil dorados es muy diferente del ambiente hostil de la Región Girasol Verde de las Tierras del Sur. Las constantes guerras entre los reinos en dicho lugar habían traído miseria y dolor a los mortales, incluyéndome- pensó Xu Zhong recordando sus días en el sur. 

Como huérfano y sin tener a nadie de quien depender, la vida de Xu Zhong fue un infierno. El robo y los actos deshonestos fueron su única salida para sobrevivir hasta ahora.

-Pero todo ha cambiado… ahora tengo la oportunidad de cultivarme, volviéndome alguien poderoso y sobrepasando la vida mortal… no puedo desaprovechar esta oportunidad-

Ahora mismo Xu Zhong viajaba en otro vagón de la caravana. El puesto de guardia del vagón de esclavos fue asignado a otro guardia, por lo que él, por orden de los cultivadores fue puesto en un vagón cercano al vagón especial.

La caravana viajó durante 3 días y 3 noches hasta que llegaron a la famosa Ciudad Jincheng. A simple vista la ciudad era realmente enorme. Xu Zhong, desde el vagón de la caravana se sorprendió por el tamaño. 

Xu Zhong siempre había estado viviendo en la Región Girasol Verde en las Tierras del Sur, por lo que nunca había llegado a ver una ciudad de tales magnitudes. Quizás si se fuera adentrado más al centro de las Tierras del Sur, donde se encontraban los reinos conflictivos, quizás podría llegar a ver una ciudad de este tamaño o incluso más grandes. 

En el vagón especial, el Señor Zhang sonrió y llamó a los 3 discípulos de la Secta Niebla del Tesoro. 

-Ya hemos llegado, así que nuestra misión se ha cumplido. Recibirán sus puntos de contribución cuando vuelvan a la secta. Tomen esto, probará que han cumplido la misión- el Señor Zhang les entregó una ficha con una runa inscrita. Era algo extraño, pero los 3 lo recibieron sin preguntar nada. 

-Oh, cierto, Li Chen, encárgate del mortal y llévalo hasta el Monte Tiachu. La pequeña prueba para el ingreso de nuevos discípulos se dará allí- Li Chen asintió. Con una reverencia, los 3 discípulos se fueron. 

En el camino, Jin Wu se burló de Li Chen.

-¡Je! Li Chen, no te molesta que siempre te tomen de recadero, niñera? No es la primera vez- Li Chen miró con mala cara a su compañero y no respondió. No iba a caer en la provocación de Jin Wu. 

-Siempre tan pasivo, eres muy aburrido- diciendo eso, Jin Wu se separó del grupo y arrancó por otro camino. 

-Yo también me despido. Volverle a la secta- dijo Zou An. A diferencia de Jin Wu, era más tranquilo y educado. Li Chen asintió hacía Zou An y se fue en dirección al vagón donde se encontraba Xu Zhong. 

Xu Zhong esperaba pacientemente a que lo vinieran a buscar. Como el Señor Zhang ya había prometido darle la oportunidad, era claro que alguien vendría por él. 

Li Chen entró en la línea de visión de Xu Zhong y lo miró fijamente. 

-¿Xu Zhong? Ven conmigo- dijo Li Chen con voz seca. No lo estaba tratando ni mal ni bien. Era neutral. Xu Zhong asintió y siguió al cultivador. 

Como no tenia nada con él, solo llevaba la armadura de cuero que le había robado al anterior guardia del vagón de esclavos. La espada extraña había sido quitada por el Señor Zhang. 

Ambos se adentraron en la Ciudad Jincheng. Lo primero que entro en la visión de Xu Zhong fue la multitud de personas que caminaban por las calles. Había todo tipo de personas caminando por los alrededores. Incluso había algunas personas que vestían túnicas parecidas a las de los cultivadores, por lo que Xu Zhong dedujo que eran practicantes del cultivo. 

Siguió humildemente a Li Chen sin decir una sola palabra. Li Chen miró de reojo a Xu Zhong y suspiró. Sabía que no era bueno ser tan frío con un mortal, estaría asustado y confundido, o eso creía él. 

-Esta Ciudad Jincheng es una de las más importantes de toda la Región de los Mil Dorados. Las Familias Shi, Wu, Gao y Yuan son las que controlan todo esta ciudad. Obviamente no sabes sobre estas familias, pero solo tienes que saber que poseen una gran fuerza con una herencia de más de 500 años- dijo Li Chen de repente. Xu Zhong escuchó atentamente, sin dejar escapar ninguna palabra. 

-La Secta Niebla del Tesoro es una de las 3 grandes sectas de toda la región de los mil dorados. También hay otras muchas sectas de mediano y pequeño nivel en la región. Las familias importantes como las que te acabo de mencionar tienen fuertes influencias en las 3 grandes sectas. Si llegas a pasar la prueba, ten cuidado con los miembros de esas familias- aconsejo Li Chen. 

Xu Zhong asintió agradecido. -Esta información sobre el panorama general es de mucha ayuda. No quisiera terminar ofendiendo a alguien con un fuerte respaldo.- pensó el ojiverde caminando justo a Li Chen. 

Pasaron por varias calles hasta que llegaron a un establecimiento. 

-Aquí se encuentra el emisario de la Secta Niebla del Tesoro. Espérame aquí, ya vuelvo- dijo Li Chen ingresando en el edificio. Xu Zhong se quedó allí, mirando a las personas pasar una y otra vez. Luego de varios minutos, Li Chen volvió a salir y dijo: 

-Vamos, te llevaré hasta el Monte Tiachu, allí presentará la prueba de apertura de la secta- 

-Señor Li Chen, ¿puedo preguntar de qué tratará la prueba?- preguntó Xu Zhong muy humildemente. 

-¿Quién sabe? Normalmente cada año cambia el tipo de pruebas, pero en esencia es lo mismo. Hay dos puntos importantes: El talento para el cultivo y la capacidad de comprensión del cultivador- explicó Li Che vagamente. Xu Zhong asintió pensativo. 

-Entiendo el apartado de talento para el cultivo, ¿pero comprensión? Si… quizás tenga que ver con la comprensión de los misterios del cultivo- pensó Xu Zhong entendiendo. 

Luego de eso Li Chen y Xu Zhong emprendieron su viaje hacia el Monte Tiachu. En realidad no estaba tan lejos. Viajando normalmente carruaje se demoraba 3 días. Aunque el viaje no era tan peligroso como el camino desde las Tierras del Sur hasta la Región de los Mil Dorados, igualmente había que tener cuidado. 

Las bestias salvajes acechaban en todos lados. E incluso a veces podían aparecer bestias peligrosas. Los comerciantes tenían que pagar grandes sumas de dinero para contratar muchos guardias y enviar sus mercancías de forma segura. 

3 días después…

En la visión de Xu Zhong entró una enorme montaña que se alzaba alta e imponente, dejando entrever su belleza y su peligrosidad. En la base de la montaña había una pequeña ciudad no muy grande. Cuando Xu Zhong la vio, se dio cuenta que no era una ciudad normal, la presencia de cultivadores era mucho más grande que en otros lados. 

-Aquí se celebra la apertura de la Secta Niebla del Tesoro. Normalmente no hay mucha gente, pero como la apertura se dará en 2 días después de hoy, muchos jóvenes de varios lugares de la Región de los Mil Dorados vienen a probar su suerte- explicó Li Chen. 

Había muchas personas caminando de aquí para allá. Vestían túnicas de varios colores y sus caras mostraban determinación. La mayoría eran jóvenes de entre 13 y 16 años. 

-¿Cuales son los requisitos para participar en la ceremonia de apertura?- preguntó Xu Zhong. Considerando que Li Chen había tenido la amabilidad de comentarle muchas cosas sobre la región, Xu Zhong asumió que era pertinente preguntar uno o dos cosas, Li Chen no se enojaría. 

-El único requisito es ser menor de 16 años. Después de eso, la secta no aceptaría que participen en la ceremonia de apertura- dijo Li Chen. 

Los dos caminaron hasta un tienda de campaña instalada en la ciudad. Li Chen entró y saludó con una reverencia a un hombre de mediana edad que se encontraba sentado fumando pipa. 

-Anciano Fan, este junior te saluda- dijo Li Chen ahuecando sus manos. El hombre llamado Anciano Fan levantó la mirada y vio a Li Chen. 

-Oh, Li Chen, ¿ya terminaron la misión del Anciano Yu Zhang?- Li Chen asintió. 

-Así es Anciano Fan. Recién regresamos y precisamente vine a aquí a traerle a este mortal que recomendó el Señor Zhang- dijo Li Chen señalando a Xu Zhong que estaba detrás de él.

-¿Oh? Yu Zhang no recomienda mortales normalmente. Jejeje, esta bien, lo anotare- dijo el Anciano Fan. 

-Se lo agradezco. Entonces lo dejo a su cuidado- dijo Li Chen partiendo. Xu Zhong se quedó junto con el Anciano Fan y este solo lo miró fijamente. -Este tipo tiene un aire parecido al Señor Zhang, deben estar al mismo nivel, ¿no?- pensó Xu Zhong. 

El Anciano Fan miró a Xu Zhong por un buen tiempo hasta que dijo:

-Bien, bien. No importa. Dame tu nombre, te registraré. La prueba será en 2 días a partir de hoy, así que tienes que estas al pie del Monte Tiachu temprano, iniciaremos la prueba allí- 

-Entendido. Muchas gracias- dijo Xu Zhong con una reverencia. 

Luego de eso el Anciano Fan registró a Xu Zhong y este salió de la tienda de campaña. -En dos días, eh…- pensando eso, el ojiverde caminó por la ciudad un poco, observando a todas las personas que pasaban por ahí. 

En su mayoría eran jóvenes entusiasmados. Xu Zhong negó con la cabeza y siguió caminando hasta encontrar una pequeña taberna. Tenía planeado buscar donde alojarse durante estos 2 días, también buscar algo de comer. 

Antes de ingresar a la tienda de campaña donde estaba el Anciano Fan, Li Chen le había entregado algunas monedas de oro. Claro, sabía muy bien que Xu Zhong solo era un esclavo antes, así que obviamente no tendría nada con él. 

Se acercó a la primera taberna que encontró y para su mala suerte, estaba totalmente llena. Con todos las personas que venían a participar en la ceremonia de apertura, esta situación era normal. 

Xu Zhong buscó por varias tabernas hasta que conseguí un pequeño cuarto. -Ciertamente hay mucha gente- pensó relajándose. Ahora solo había que esperar. 

En las afueras de la ciudad…

Un joven de unos 14 años caminaban a pasos pesados mientras sus ojos brillaban. Su mirada tenía una determinación suprema, como si nada pudiera doblegarlo. 

-Monte Tiachu, he llegado- susurro mirando la entrada de la ciudad. Con una sonrisa, caminó hacía las puertas con la espalda recta. 

-Yo, Shao Bo he llegado. Desde aquí inicia mi nueva aventura, me cultivare hasta convertirme en un inmortal y volaré por los cielos campante- dijo apretando fuertemente su puño. Sus palabras estaban llenas de determinación, esta era una promesa al cielo mismo.