Capítulo 8: Ceremonia de apertura

La mañana del día estaba siendo invadida por un viento sereno que esparcía poco a poco la niebla gruesa que cobijaba al Monte Tiachu. Los rayos del sol brillaban con fuerza intentando atravesar la gruesa niebla que se cernía sobre la pequeña ciudad.

La pequeña ciudad ubicada en la base del Monte Tiachu estaba en un momento de agitación a esta hora de la mañana. Un centenar de jóvenes avanzaron hasta el lugar designado para participar en la ceremonia de apertura de la Secta Niebla del Tesoro. 

Los jóvenes avanzaban por las calles con expresiones variadas. Unos parecían nerviosos, otros asustados, otros tranquilos y serenos e incluso había algunos indiferentes.

En el camino varios jóvenes quedaron hechizados cuando vieron a Qin Shui que avanzaba con su cara fría como el hielo.

-Miren esa belleza, cielos, es la mujer más hermosa que he visto en mi vida- susurró alguien mientras miraba a Qin Shui caminar. 

-Sus ojos son tan fríos y su cara inexpresiva, como si no tuviera consideración por los demás…- susurró otro.

-No cualquier día se ve alguien tan bella- un joven dijo mientras caminaban en dirección al lugar de la ceremonia.

Todos avanzaron hasta el centro de la ciudad donde había un gran santuario de piedra con varios pilares a los alrededores. El Anciano Fan ya se encontraba dentro del santuario junto con otras dos personas. Estos dos también eran Ancianos de la Secta Niebla del Tesoro.

Uno de ellos parecía joven, tenia unos 30 años y era muy guapo. Vestían las túnicas azules con bordados blancos de la Secta Niebla del Tesoro. Sus ojos eran como los de un águila, dando una sensación intrigante. 

El otro parecía de mediana edad. Tenia el cabello largo y una espesa barba en su cara. Era alto y fornido. Se veía feroz como un tigre salvaje. 

-Anciano Feng, Anciano Tian, parece que ya ha llegado el momento- dijo el Anciano Fan mirando a los dos hombres. 

-¿Ya esta listo el mecanismo?- preguntó el Anciano Feng que era el hombre de unos 30 años. 

-Para activarlo se necesitan más de diez mil piedra zen y están todas colocadas. Deberíamos empezar- dijo el anciano Tian con su mirada feroz. El Anciano Fan asintió.

Los tres ancianos miraron hacia una formación extraña. En el centro de la formación había un pequeño pilar que brillaba con una leve luz dorada. En la cima del pilar había una roca totalmente negra, parecía una agujero negro. 

-Bien, parece que la “Roca del Destino” ya esta absorbiendo suficiente energía de las piedras zen- dijo el Anciano Feng mirando la extraña roca. La Roca del Destino era un tesoro que había sido descubierto en la Cordillera del Rey Bestia por algunos ancianos de la secta. 

Luego de investigar la roca por varios años, se llegó a la conclusión de que la roca tenia la capacidad de sentir si un mortal era apto para practicar el cultivo o no. También era capaz vagamente de determinar qué tan talentoso era.

Luego de eso, se pudo encontrar más rocas del destino y se determinó que cerca del lugar había una mina de estas rocas. Después de buscar por varias semanas se encontró la mina, convirtiéndose así en una gran fuente de ingresos del clan. Había varios ancianos poderosos instalados en ese lugar, vigilando todo el tiempo de ataques de bestia peligrosas o ataques enemigos. 

-Son más de 200 discípulos. Haremos esto rápido. Entraran uno por uno, y los que tienen talento pasarán a la siguiente prueba de compresión en el interior del Santuario- dijo el Anciano Fan. Los otros 2 ancianos asintieron. 

Luego de determinar que estaba todo en orden, el Anciano Fan salió al exterior y vio al centenar de jóvenes esperando afuera. 

-La prueba iniciará pronto. Recuerden, solo pueden participar aquellos menores de 16 años. Jejeje, si veo a alguien que supere esta edad…- el anciano Fan amenazó con una mirada fría. Varios jóvenes se estremecieron por esa mirada

-Bien, elegiré al azar quién va entrando. Tú, ven- el Anciano Fan señaló a un joven de pecas que tembló cuando fue señalado. 

-S-sí- nervioso, el joven avanzó cerca del anciano Fang. Este lo miró fijamente, sintiendo una vaga energía que lo asfixiaba. 

-Bien, estas alrededor de los 14 años. Puedes pasar- dijo el Anciano Fan sonriendo. El joven soltó un suspiro de alivio cuando esa gran presión ya no lo azotaba. 

Nervioso, miró el interior del templo y se armó de valor. Entró y vio al Anciano Feng y al Anciano Tian mirándolo. El joven se volvió asustar y bajo la mirada. 

-Avanza hasta el centro y toca roca negra con fuerza- indicó el Anciano Tian con sus ojos feroces. El joven pecoso asintió nervioso y avanzó hasta la extraña formación. Se puso frente al pilar en el centro y extendió su mano. 

Al tocar la roca negra, el joven pecoso sintió un frío recorrer su cuerpo. Luego de eso, poco a poco se puso más y más caliente, el joven pecoso quería soltar la roca porque se estaba empezando a quemar, pero una fuerza extraña lo mantuvo anclado. 

La roca permaneció totalmente negra, sin cambios. El Anciano Feng suspiro. 

-No tienes talento. No pasaste, puedes irte.- dijo señalando la salida. Luego de escuchar la voz del Anciano Feng, el joven pecoso pudo soltar la roca negra y bajo la mirada, triste. 

Al ver salir al joven pecoso, todos los jóvenes se dieron cuenta de su mirada abatida. 

-¿Qué pasó? ¿No pudo pasar?- susurro alguien. 

-Probablemente, su cara lo dice todo- respondió otro. 

Xu Zhong miró al joven abatido y suspiró por dentro. -Los que no tienen talento solo pueden suspirar al cielo- pensó. 

El Anciano Fan señaló a otro joven que entro y minutos después salió igualmente triste. dos jóvenes habían entrado y ninguno de los dos tenia talento para el cultivo. 

Así, el Anciano Fan llamó a más de 20 jóvenes, pero ninguno de ellos tenia talento para el cultivo. 

-Solo 1 de cada 10 personas tiene talento para cultivarse… Esto es normal. Igualmente solo llevamos 26 de un total de 237 jóvenes- pensó el Anciano Fan tranquilo. 

En ese momento miró a Qin Shui y sonrió, señalándola. 

-Qin Shui, tú sigues- dijo el Anciano Fan expectante. Un miembro de la Familia Qin ciertamente no sería normal. 

-Oh, es turno de la fría chica, ¿me preguntó si tendrá talento?- los susurros entre los jóvenes iniciaron, mirando a la fría chica caminar hasta el santuario. 

Al verla, el Anciano Feng le indicó que tenia que hacer y ella asintió. 

Toco la roca negra con fuerza y sintió lo que todos habían sentido, un frío congelante que pasaba a un calor quemador. 

La roca negra de repente mostró un cambio. Ya no era totalmente negra, sino que empezó aclararse desde su extremos, volviéndose poco a poco más clara. Al final, dos tercios de la roca se volvió claro, sorprendiendo al Anciano Feng y al Anciano Tian 

-Oh! ¡Un talento raro!- exclamó el Anciano Tian mirando el color de la roca. Una pequeña parte de la roca volviéndose clara indicaba que tenia talento. Un tercio  volviéndose claro indicaba que su talento era bueno, pero dos tercios indicaba que su talento podría ser bastante bueno. 

Esta prueba solo señalaba si alguien era acto para el cultivo, también atinaba al grado del talento, pero no siempre era 100% efectiva, aunque sí casi siempre. 

-Esto debe ser un talento de nivel genio. Habrá que esperar la apertura de su Vaso Espiritual para determinar qué tan bueno es- susurró el Anciano Feng, luego dijo:

-Felicidades, tienes talento para el cultivo. Por favor, pasa al fondo del santuario y espera allí- 

Qi Shui permanecía igual de inexpresiva. Asintiendo a las palabras del Anciano Feng, avanzó hasta el fondo del santuario. La roca negra volvió a su estado original luego de que Qi Shui la soltó.

En el exterior, los jóvenes se sorprendieron al darse cuenta que Qi Shui no salía incluso después de pasar varios minutos. 

-¡Ella pasó!- exclamó alguien. Los susurros empezaron a escucharse nuevamente. 

El Anciano Fen giró su mirada y miró hacía el santuario, sabía que esto pasaría, aunque no había visto el resultado de la roca negra.

-Bien, siguiente, tú- señaló a otro joven que avanzó. Al igual que Qi Shui, tenia talento para el cultivo, aunque la porción que se aclaró era muy pequeña. 

Luego de ver que dos ya habían logrado pasar la prueba, los jóvenes en el exterior se emocionaron. 25 personas ya habían fallado, provocando que sus corazones vacilaran, pero ahora, ya habían aparecido dos con talento para el cultivo de manera seguida. 

El Anciano Fan siguió llamando hasta que llegó al llamado número 76. Ya varias personas habían logrado pasar, mientras otras muchas habían fallado. En ese momento un joven de mirada fría, con una locura escondida en sus ojos entró en el santuario. Al tocar la roca negra, esta de inmediato se aclaró en dos tercios!! 

Los dos ancianos en el interior del santuario abrieron grande los ojos. Pero no paró ahí, la roca siguió aclarándose hasta que solo quedó una porción pequeña de color negro. 

-Joder! ¡Un puntaje casi perfecto!- exclamó el Anciano Tian sorprendido. El joven de aspecto frío y de locura soltó la roca y miró a los dos ancianos. 

-El talento de este chico puede ser una bomba, hay que anotarlo y prestar atención. Veremos cómo será su capacidad de comprensión- dijo el Anciano Feng en un susurro al Anciano Tian a su lado.

-Felicidades, has pasado. Por favor, entra al fondo del santuario y espera allí- dijo el Anciano Feng. El joven de aspecto frío y mirada de locura asintió y avanzó. 

En el interior ya habían 21 personas, contándolo a él, ahora eran 22. El joven de aspecto frío y mirada de locura observó a todos y bufó suavemente. Qi Shui miró al joven de aspecto frío fijamente. Sintió algo extraño en él. 

En el exterior, el anciano Fan siguió llamando hasta que llegó el llamado número 143, era Xu Zhong. 

El ojiverde, de manera tranquila avanzó hasta el anciano Fen. 

-Alrededor de 15 años. Bien, puedes pasar- dijo. Xu Zhong asintió y entró en el santuario. Allí lo miraron el Anciano Feng y el Anciano Tian. Respirando hondo avanzó hasta la roca negra.

-Aquí vamos…- pensó el ojiverde. Su destino se decidirá ahora.

Capítulo 9: La prueba del espíritu

Los rayos de luz del sol azotaron la tierra con gran esplendor. En la pequeña ciudad en la base del Monte Tiachu, la niebla ya se había despejado lo suficiente para dejar que la luz del sol alumbrara todos los alrededores. 

En el centro de la ciudad se alzaba un enorme santuario de piedra. Cuadro pilares a sus lados lo protegían como si fueran fieles guardianes. Un centenar de jóvenes miraban el santuario con diferentes emociones.

La luz del sol reflejaba la fina piedra del santuario dando una bella vista a quien lo mirara. Xu Zhong, dentro del santuario trago fuerte y avanzó hasta la formación con el pilar en media. La roca negra como la noche reposa igual que antes, profunda como un abismo.

-Toca fuerte la roca negra- dijo el Anciano Feng. Xu Zhong asintió y apretó fuerte con sus manos. Lo primero que sintió fue un frío congelante que segundos después pasó a un calor quemador. Xu Zhong frunció el ceño, pero no hizo el amague de apartar la mano. 

El Anciano Tian levantó una ceja y susurro. 

-Este mocoso tiene aguante- dijo a su compañero al lado. El Anciano Feng miró fijamente la roca, esperando los resultados. Luego de unos momentos la roca empezó aclararse, primero un poco, luego un tercio. 

El Anciano Feng sonrió al ver esto, pero luego se sorprendió al ver que la roca seguía aclarándose, más y más hasta que llegó a los dos tercios. 

Cuando llegó a ese punto, se detuvo. 

-Excelente! Tenemos 2 mocosos con un talento de dos tercios y uno más con una puntuación casi perfecta jajaja. Esta ceremonia ha valido la pena- dijo el Anciano Tian. 

El Anciano Feng asintió. 

-Felicidades, tienes talento. Por favor, avanza hasta el interior y espera- dijo el Anciano Feng. Xu Zhong suspiro para sus adentros luego de escuchar sus palabras. -Lo logré… Además, por sus caras, parecen algo sorprendidos. Así que mi talento no esta nada mal.- sonriendo, Xu Zhong asintió y avanzó hasta el interior del santuario. 

El número había cambiado desde que el joven de aspecto frío y locura en sus ojos entro. Ahora habían más de 35 personas en el recinto. 

Al ver que el joven de ojos verdes intensos había pasado, el Anciano Fan sonrió. -Yu Zhang, tienes buen ojo- pensó el Anciano Fan recordando que Xu Zhong era alguien recomendado por el Señor Zhang. 

El Anciano Fan siguió llamando cuando señaló en dirección a un joven. Era Shao Bo. Al ver que lo estaban señalando, Shao Bo se estremeció y avanzó algo tembloroso. El Anciano Fan lo miró y asintió.

-Alrededor de 14 años, pasa- Shao Bo asintió con una reverencia y entró al santuario. El Anciano Feng le indicó que tenia que hacer y Shao Bo entendió. Tocó la roca con fuerza. Luego de sentir el sentimiento frío y caliente, la roca empezó a aclararse muy poco. 

-Hmmm, casi llega a un tercio, pero no esta mal- dijo el Anciano Tian observando la roca negra. 

-Aún sirve- dijo el Anciano Feng felicitando a Shao Bo. Este sonrió extremadamente feliz, quería gritar de alegría, pero no quería parecer un tonto frente a los dos ancianos, así que se contuvo. 

-Muchas gracias Ancianos- dio una gran reverencia y avanzó hacía el interior. 

-Parece bastante entusiasmado- rio el Anciano Tian.

-Cualquier lo estaría, están entrando a mi Secta Niebla del Tesoro- dijo el Anciano Feng mirando hacía la puerta del Santuario, esperando al próximo joven en entrar. 

La mañana pasó rápidamente y el Anciano Fan llamó a todos los jóvenes que estaban esperando su turno. De los 237 participantes, solo 88 tenían la capacidad de cultivar, por lo que los otros 149 fueron echados del santuario. 

En el interior del santuario, los 88 jóvenes que habían pasado estaban esperando la siguiente prueba. 

El Anciano Fan se acercó a los otros dos ancianos y dijo:

-¿Qué tal? ¿Cómo vieron a estos mocosos?- preguntó curioso. 

-Nada mal, en realidad, bastante bien. Tenemos 4 chicos que lograron aclarar la roca negra en dos tercios, mientras uno logró hacerlo casi por completo!- dijo el Anciano Tian sorprendiendo al Anciano Fan.

-¿En serio? ¿Quién es?- preguntó apresuradamente. 

El Anciano Feng señaló al joven de aspecto frío y locura en su mirada. El Anciano Fan lo miró fijamente y luego sonrió asintiendo. 

-Aunque se ve algo frío y loco, tiene buen temple. Una buena semilla. Estaré expectante a la apertura de su vaso espiritual- dijo el Anciano Fan mirando a los otros jóvenes. 

-¿Y Qin Shui? ¿Cómo le fue?- preguntó nuevamente el anciano Fan.

-¿Qin? ¿Hay alguien de la Familia Qin aquí?- preguntó el Anciano Feng sorprendido. 

-Así es. Ayer el mismo Qin Zhenya la trajo. Parece que no esta de acuerdo en entrar a la secta por favoritismo- respondió el anciano Fan sonriendo. 

-Ya veo, ¿quién es?- 

-Esa que esta allá- señaló el Anciano Fan. El Anciano Feng miró y asintió. 

-Si, ella logró aclarar la roca negra en dos tercios, es una de los 5 genios- 

-Tch! Qin Zhenya trajo una buena semilla esta vez- rio el Anciano Fan. 

-Los otros 3 genios son esos- señaló el Anciano Tian hacía Xu Zhong y otros 2 jóvenes. Uno de ellos tenia el cabello largo y su mirada era como espadas. Parecía una espada en sí mismo. El otro era un joven de aspecto gordito. Su mirada era perezosa mientras observaba a todos con desdén. 

-Bien, hay que estar pendiente de esos 5. Pueden ser buenas gemas que ayuden a la secta en el futuro- dijo el Anciano Fan acercándose a los jóvenes. 

-Bueno chicos, felicidades por haber pasado la primera prueba. Eso demuestra que están capacitados para practicar el cultivo. Pero aún no están totalmente admitidos. La primera prueba trató sobre sus cuerpos, ahora veremos la capacidad de comprensión de su espíritu. Un cuerpo que es capaz de cultivar no sirve para nada si no son capaces de comprender los misterios detrás de la energía Zen.- explicó el Anciano Fan.

-Es cierto, quizás algunos de ustedes no hayan escuchado sobre la Energía Zen, bien les daré una pequeña explicación: La energía Zen es a lo que llamamos la energía natural del mundo. Es un tipo de energía especial que nace con el mundo y nos rodea. Los mortales normales no pueden sentirla, en cambio los mortales con talento para el cultivo, luego de iniciar a estudiar un método de cultivo pueden sentirla y refinarla dentro sus cuerpos, volviéndolos fuertes y resistentes- siguió explicando el Anciano Fen bajo la atenta mirada de varios de los jóvenes. 

Algunos parecían que ya sabían sobre eso, otros no, como Xu Zhong. -Ya veo. Entonces esta energía Zen es lo que utilizan los cultivadores… jejeje- pensó el ojiverde comprendiendo algunas cosas. 

-La siguiente prueba serán ustedes entrando a una formación y deberán analizar una runa que encontrarán allí. La formación permitirá sensibilizar sus espíritus para que puedan intentar comprender las runas aún sin haber abierto el Vaso Espiritual- dijo el Anciano Fan. -Vaso Espiritual? ¿Qué es eso?- se preguntó a sí mismo Xu Zhong desconcertado. 

Era la primera vez que oía ese nombre.

-Anciano Feng y Anciano Tian, por favor- el Anciano Fan giró su mirada y vio a los 2 ancianos que asintieron. 

Se colocaron de extremo a extremo y cerraron sus ojos meditando. Los jóvenes solo vieron sorprendidos como una extraña fuerza se formaba y los envolvía. 

Xu Zhong sintió el mundo deformarse, como si estuviera entrando en otro mundo. Luego de un tiempo que él no pudo calcular, Xu Zhong vio unas extrañas runas que se movían en el fondo. Frunció el ceño, quiso comprender que estaba pasando, en ese momento la voz del Anciano Fan se escuchó en su oído. 

-Frente a ustedes debe aparecer un entramado de escrituras extrañas. Logren comprenderlas y luego de eso, susurren su significado. Si lo hacen bien, saldrán automáticamente del estado en que se encuentran y habrán pasado la prueba- dijo el Anciano Fan. 

Xu Zhong entendió. -Ya veo, la prueba ya ha comenzado. Tengo que comprender esas runas y decir su significado? Bien, mi espíritu se siente diferente, como si pudiera mirar directamente la esencia de las cosas, debería servir- pensó Xu Zhong acercándose a ese entramado extraño de runas que se movían. 

Todos los demás jóvenes estaban igual. Qin Shui miraba su entramado de runas fijamente, comprendiendo y descifrando su significado. El joven de aspecto frío y locura en sus ojos también estaba concentrando. Todos intentaban pasar la prueba.

Xu Zhong frunció un poco el ceño al observar las runas, pero poco a poco, cuanto más observaba, se aclaraba más y más. -Entiendo. En este estado, mi espíritu alcanza un nuevo estado, puedo mirar directamente la esencia de las cosas. Estas runas… si, podré lograrlo en poco tiempo- pensó Xu Zhong mientras seguía comprendiendo el entramado de runas. 

Afuera, el Anciano Fan mira a los jóvenes que habían entrando en una estado místico. 

-Jejeje, ¿quien crees que salga primero?- preguntó el Anciano Fan mirando a sus dos compañeros ancianos. 

-Apostaría por el tipo del resultado casi perfecto, pero no puedo asegurar al 100%. No siempre un talento supremo en el cultivo viene con una capacidad de compresión igual- dijo el Anciano Feng. 

El Anciano Tian asintió. 

-Estoy de acuerdo con Feng Xue, pero apostaría también por el chico del resultado casi perfecto- dijo el Anciano Tian. 

El tiempo pasó y los jóvenes dentro del estado místico seguían intentando descifrar las runas. Xu Zhong estaba exprimiendo al máximo su capacidad, ya casi había logrado completar la frase hasta que.

-¡Lo tengo!- exclamó feliz. Había descifrado el significado del entramado de runas extrañas. -Ahora…- sabiendo lo que tenia que hacer y sin perder el tiempo, Xu Zhong susurro: -En la Tierra de los Héroes, aquellos sin valor mueren sin un cementerio- en el momento que dijo esas palabras, el mundo a su alrededor se desfiguró, estaba volviendo al mundo real.

Afuera, los Ancianos sintieron algo.

-¡El primero!- exclamaron los ancianos observando a un joven de cabello negro y ojos verdes intensos. ¡Era Xu Zhong!

El ojiverde abrió los ojos y lo primero que entro en visión fue a varios jóvenes a su lado con la mirada perdida. No había visto a nadie en lucidez. 

-¿Soy el primero?- se preguntó mirando hacia los ancianos que lo miraban. 

En ese momento…

-Ahí viene el segundo…- dijeron los ancianos esta vez viendo al joven de aspecto frío y locura en su mirada. El joven abrió los ojos y lo primero que vio fue a Xu Zhong mirándolo. El joven frunció un poco el ceño. -Fui extremadamente rápido, pero aún así perdí?- pensó desconcertado.