Capítulo 58 – Lo siento

La temible ola de energía llegó a estrellarse contra Ye Wei, y este fue empujado lejos antes de poder reaccionar para defenderse, aunque el resultado hubiera sido el mismo. Entró en shock por el impacto y lo siguiente que supo fue que estaba en el suelo, sintiendo que sus órganos estaban mezclados entre ellos.

Ye Wei se rápidamente se paró y se tomó una píldora. Se sentó en la en la posición del loto y ajustó su flujo de Qi perturbado.

[¿Qué está pasando? ¡No entiendo!] Ye Wei estaba cada vez más confundido por Lin Zi Yan, quien estaba sentada muy quita, con los ojos cerrados.

Bajo gran dolor, las adorables expresiones faciales de Lin Zi Ya fueron uniéndose. Ye Wei nunca había visto a Zi Yan de esta manera. No podía evitar sentir empatía por ella por la experiencia agonizante.

Justo cuando Ye Wei empezada a respirar de manera normal, el torbellino de runas de contrajo. Estas tocaron la piel de Lin Zi Yan y desaparecieron al mismo tiempo, y las olas de Qi se desvanecieron también de manera instantánea.

Mientras Ye Wei se sentía aliviado, Lin Zi Yan no parecía que sufriera menos. Una pequeña cantidad de sangre se deslizó por la comisura de su boca hacia su pálida barbilla. Perdió el equilibrio y cayó.

La caída de Lin Zi Yan no pasó desprevenida por Ye Wei. Inmediatamente se puso de pie y corrió para agarrarla mientras caía.

Lin Zi Yan no tenía fuerza en su cuerpo, y batalló para abrir los ojos. Su cerebro registró el rostro familiar, y entonces susurró suavemente: “Ye Wei, ¿qué haces aquí? ¿Estoy soñando?” Zi Yan estaba apenas consciente y perdía las fuerzas mientras hablaba.

Ye Wei tomó su brazo e intentó sentir su pulso. Entonces se dio cuenta de lo débil que estaba, y sintió que podía detenerse en cualquier momento. [¿Qué debería hacer?]

Mientras sentía el pulso de Lin Zi Yan, Ye Wei se dio cuenta que habían marcas que se desvanecían en sus muñecas que se parecían un sello rúnico. Estas eran solo un poco más oscuras que su piel y eran muy difíciles de notar.

Ye Wei estaba intentando descubrir si estas marcas tenían algo que ver con lo que le había pasado a Lin Zi Yan mientras la cargaba para acostarla sobre una pequeña cama que había al lado.

Ye Wei estaba lo suficientemente cerca como para sentir el olor del sudor de Lin Zi Yan, el cual empapaba la bata de seda; esta se pegaba a su cuerpo, y no pudo evitar ver las curvas de su cuerpo. Desde sus pechos vivaces hasta su plano y suave vientre, y todo el camino hacia abajo a sus torneadas piernas. Cada centímetro de su piel estaba volviendo loco a Ye Wei, pero él tenía asuntos más serios por los que preocuparse, estaba muy conciente de eso.

Tomó una píldora para nutrición de los meridianos, la píldora de Jade Humectante, y se la dio a Lin Zi Yan. No era una mezcla de mucho valor, pero Ye Wei sabía por experiencia que esta píldora común era exactamente lo que ella necesitaba en este momento.

“Agua…”, murmuró Lin Zi Yan. Después de haber sudado por horas estaba extremadamente deshidratada.

Ye Wei bajó las escaleras e inició el fuego de la caldera, luego regresó a darle un vaso de agua tibia a Lin Zi Yan.

Temiendo que Zi Yan agarrara un resfriado, Ye Wei canalizó su Qi alrededor de sus brazos para calentar a Lin Zi Yan y evaporar el sudor que cubría su bata. Después de un minuto, su cuerpo empezó a calentarse nuevamente y cubierto por una seca y menos reveladora bata.

Después que Ye Wei calentara a Lin Zi Yan, revisó su respiración y pulso. Por suerte, parecía que ella ya se había estabilizado, pero seguía débil.

Ya que Lin Zi Yan se había estabilizado un poco, Ye Wei se pudo relajar. Inhaló fuerte y se sentó a la par de la cama. Ye Wei estaba a unos pocos centímetros de Lin Zi Yan, pero se sentía distante; él no sabía nada de ella aparte de su nombre y brillantez. A pesar que se estaban volviendo más unidos, los misterios alrededor de ella se mantenían; ¿dónde estaba su familia? ¿Qué estaba sellado dentro de su cuerpo? ¿Por qué estaba en Ciudad Luna Verde?

Ye Wei apreciaba el lindo rostro de Lin Zi Yan mientras ella dormía y él se repetía esas preguntas una y otra vez. Estaba intentando imaginar las posibles respuestas en su mente que pudieran explicar cada una de las preguntas concernientes a ella. Tenía el presentimiento que Lin Zi Yan iba a irse de Ciudad Luna Verde algún día para regresar a su hogar. Y ese lugar que Zi Yan llamaba hogar tendría que estar relacionado de alguna manera con la dinastía.

[De cualquier forma, ¡solo necesito volverme más fuerte!] Soy el aprendiz de legado del maestro Yi. No estaré atrapado en esta ciudad para siempre]. La automotivación se había vuelto una costumbre para Ye Wei cada vez que se sentía retado.

Por las siguientes 20 horas Lin Zi Yan entraba y salía de un estado comatoso mientras Ye Wei la cuidaba y alimentaba con pastillas y agua. Lin Zi Yan estaba empezando a moverse un poco y a mostrar signos de recuperación.

Mientras Ye Wei la cuidaba dando todo de sí, Lin Zi Yan tuvo sus dos sueños más largos que nunca. En el primero, ella visitaba un salón maravilloso con sus padres y el resto de su familia presente; Ye Wei también estaba con ella.

Al llegar a Ciudad Luna Verde, Lin Zi Yan estaba principalmente enfocada en sus estudios en la Academia Estrella Sur. Aunque ella era una chica popular con una gran cantidad de admiradores, ella siempre mantuvo distancia de ellos y disfrutaba de su propia compañía. Eso era antes de conocer a Ye Wei.

Sin duda alguna, Lin Zi Yan consideraba muy grande el talento de Ye Wei. Tenía curiosidad de cómo había adquirido tanto conocimiento a tan temprana edad, y respetaba su resiliencia de frente a la adversidad. Tal vez por el hecho que Ye Wei era dos años menor que ella le provocaba que lentamente bajara su guardia y le diera la bienvenida a su vida como si de un hermano menor se tratara. Todo eso hizo que Ye Wei se convirtiera en unas de las personas más cercanas que conociera en la ciudad.

En su segundo sueño, ella estaba entrenando tratando de romper los sellos en su cuerpo cuando ella dirigió su Qi hacia el grupo equivocado de meridianos. Entonces se esforzó todo lo que pudo por guiar su Qi hacia el camino correcto. A pesar que la situación mejoró, ella estaba completamente exhausta y deshidratada, y en este momento, Ye Wei entró en su segundo sueño. Ella sintió vergüenza porque su ropa estaba completamente transparente por el sudor, pero no podía hacer nada.

[¡Ese fue un sueño extraño!] Fue lo que Lin Zi Yan pensó cuando se despertó. Lentamente abrió los ojos, pero el sol radiante hizo que los entrecerrara nuevamente.

“Zi Yan, ¿despertaste?” Ye Wei estaba extasiado. Se paró y entusiastamente preguntó, “¿cómo te sientes?”

“¿Pequeño Wei…?” Lin Zi Yan estaba en shock al darse cuenta que su segundo sueño eran en realidad un recuerdo. Entonces miró hacia abajo para ver si estaba vestida de manera decente. Pudo ver una manta sobre su cuerpo, y a juzgar por la textura que sentía su piel, ella sabía que no tenía nada aparte de una bata de seda.

Lin Zi Yan se sonrojó y la temperatura de su cuerpo incrementó de manera dramática al darse cuenta que Ye Wei vio su cuerpo desnudo. Era la primera vez desde que nació que alguien la había visto con tan poca ropa. Esto causó que unos sentimientos complicados crecieran cuando se dio cuenta de lo mucho que había revelado frente a un chico.

Este no era el plan. Lin Zi Yan se puso esa delgada bata asumiendo que iba a entrenar sola y que así iba a tener mejor ventilación cuando subiera la temperatura de su cuerpo debido a la cantidad de Qi involucrado en romper los sellos. Ella nunca imaginó que Ye Wei, o nadie, iba a pasar a través de las puertas con llave.

Ye Wei sabía el significado de la expresión facial de Lin Zi Yan, e inmediatamente le intentó explicar la situación para disminuir la tensión. Él no quería ser etiquetado como un pervertido, al fin de cuentas. “Zi Yan, no quise irrumpir, pero sentí un gran disturbio de QI cuando estaba esperando a que abrieras la puerta. A juzgar la magnitud de las ondas de presión, no creí que fueras capaz de crearlas, lo que me llevó a creer que estabas bajo ataque. Pensé que estabas en peligro, así que entré y no pude creer lo que vi frente a mis ojos”.

Lin Zi Yan creyó la explicación de Ye Wei e incluso se sintió conmovida por cuánto se preocupaba por ella, pero no podía dejar de pensar en que un chico había visto su cuerpo. Ella estaba grandemente instruida, pero nada le había enseñado a cómo comportarse en este tipo de situación.

Ye Wei también estaba estupefacto por la situación en que estaban envueltos. Solo esperaba que en alguno momento fuera perdonado, o quizá todo fuera olvidado.

“¡Lo siento tanto!”, dijo Ye Wei con su cabeza gacha.