Capítulo 499 - Ojos de la Raza del Crepúsculo (1)

Fuera del barco fantasma reinaba la oscuridad más absoluta, y lo único que había era un frío infinito.

A través de lo que veía la sombra, Xu Qing observó el vacío infernal fuera del barco fantasma. De repente recordó el aterrador dicho de los grandes terrores que innumerables cultivadores temían cuando avanzaban al Reino del Establecimiento de la Fundación.

Cuando un cultivador intentaba avanzar al Reino del Establecimiento de la Fundación, era como si se hubiera convertido en una linterna brillante que atraía a las existencias de otro mundo.

Por ejemplo, el pequeño mudo de entonces había fracasado en esta etapa y había sido poseído.

Si no fuera por Xu Qing, probablemente habría sido completamente destruido.

En ese momento, la oscuridad fuera del barco fantasma dio a Xu Qing la sensación de que era ese mundo.

Xu Qing se sumió en profundos pensamientos. El paso del tiempo aquí no era obvio. Parecía un instante o un largo tiempo hasta que una intensa luz surgió de repente en la oscuridad.

Esta luz transportaba calor y se extendía por una gran distancia. A medida que rasgaba la oscuridad, también reflejaba un deslumbrante desierto del infierno desgarrado.

Al instante siguiente, el barco fantasma se precipitó directamente al desierto. En el instante en que entró, el barco fantasma... desapareció.

Todos en la nave sintieron inmediatamente el tirón de la gravedad.

"Ya pueden abrir los ojos".

Cuando sonó la voz del Hada Mística Púrpura, los discípulos de la Alianza de las Ocho Sectas abrieron los ojos uno tras otro. Lo que saludó sus ojos fue un desierto ardiente.

Un interminable mar de fuego se extendía en todas direcciones. El cielo se distorsionaba debido a esto y el sol rojo en el cielo emitía también una temperatura asombrosamente alta.

El sol aquí era más claro y más grande que el que Xu Qing podía ver en la Provincia de Yinghuang.

Era como si el sol estuviera directamente sobre este desierto.

O mejor dicho, este desierto... era la zona más cercana al sol.

El barco fantasma no podía existir aquí, así que desapareció.

Con un movimiento de la mano del Hada Mística Púrpura, apareció un barco volador que era como un dragón azul, haciendo que todos aterrizaran dentro uno tras otro.

El barco volador soportó el sol abrasador y viajó a través del mar de fuego, avanzando rápidamente.

En cuanto a los demás pasajeros del barco fantasma, también tenían sus propios métodos. Los dos Portadores de Espadas sacaron artefactos mágicos que parecían sombreros. No se elevaron en el aire, sino que hicieron un túnel en el suelo y desaparecieron.

"Esta es la última etapa del viaje. Después de volar a través de este desierto durante tres meses, llegaremos a la capital del Condado de Fenghai".

El Hada Mística Púrpura habló en voz baja.

En medio del sol abrasador, su voz era como un claro manantial, haciendo que las mentes de todos se relajaran mucho.

Xu Qing respiró hondo y un extraño brillo apareció en sus ojos. Aunque las experiencias en este viaje fueron breves, vio muchas cosas.

Este aumento de conocimiento y experiencia era algo que no podía proporcionar la Provincia Yinghuang.

La inmensidad del mundo parecía haberle abierto un rincón.

Había razas no humanas en este desierto.

Medio mes después, mientras la nave voladora avanzaba, apareció en el suelo una zona apagada. Un humo verde se elevaba de la zona.

A medida que el humo verde se enroscaba en el aire, se formaban los contornos de figuras humanoides.

Aunque todavía estaban borrosas, se podía ver a grandes rasgos que había hombres y mujeres, viejos y jóvenes.

Era como una raza viviendo una vida normal.

Incluso había una semblanza de una ciudad en algunos lugares con un denso humo verde.

Xu Qing y la mayoría de los otros discípulos encontraron esta escena increíble. Sólo el capitán parecía estar acostumbrado y no lo encontraba extraño.

Mientras contemplaban la Raza formada por el humo, muchas de las figuras formadas por el humo verde levantaron la cabeza y miraron al barco volador en el cielo.

Esta escena hizo que la expresión del Hada Mística Púrpura se volviera solemne y, por primera vez, salió flotando del barco volador y se inclinó ante la ciudad de humo.

"Cultivadores humanos de la provincia de Yinghuang, venimos a escoltar a los Portadores de Espadas de nuestra Alianza hasta la capital del condado. Por favor, perdonadnos por pasar por su territorio".

Después de que Hada Mística Púrpura ahuecara sus puños, Xu Qing también ahuecó los suyos. Todos los demás discípulos también se inclinaron solemnemente hacia el suelo.

El humo de abajo se agitó y aparecieron un gran número de figuras de humo.

Miraban al barco volador y parecían estar profundamente pensativas. Muy pronto, cerraron los puños y devolvieron el saludo.

El Hada Mística Púrpura suspiró aliviada.

"Esta es la Raza Humo, y también es la raza más difícil de tratar en este viaje. No les importa la gran mayoría de las fuerzas humanas, pero veneran  los Portadores de Espadas".

"Esta raza nació bajo el sol abrasador y son asesinos naturales. Sus figuras pueden fusionar todas las auras y son incomparablemente extrañas. Tendran que tener más cuidado cuando se cuentren con ellos en el futuro. No se conviertan fácilmente en enemigos e intenten por todos los medios entablar buenas relaciones con ellos".

Recordó el Hada Mística Púrpura.

Xu Qing asintió y miró la ciudad de humo en el suelo detrás de él, memorizando firmemente las características de esta raza.

Xu Qing y los demás vieron muchas razas extrañas por el camino.

Un mes después, el color del desierto cambió. Ya no era rojo amarillento, sino que se cristalizaba lentamente...

Esto formó un reflejo. La luz de varios colores se entrelazaba. Aunque era hermosa, era extremadamente deslumbrante. Si la base de cultivo de alguien no era suficiente y lo miraba durante mucho tiempo, se quedaría ciego.

Parecía que el barco volador se desplazaba por un mar de luz.

Aquí, Xu Qing vio de nuevo a los dos Portadores de Espadas.

Claramente, esta parte del desierto era el destino de estos dos Portadores de Espadas. En ese momento, los dos estaban luchando contra existencias invisibles en el mar de luz de la tierra cristalizada.

La luz de la espada fluía en todas direcciones, y las ondas sonoras eran asombrosas. Olas de fluctuaciones de hechizos se extendían.

Junto a ellos estaba la chica no humana que había estado tumbada a la espalda de la Espadachina. En ese momento, la venda negra de los ojos de la niña se había retirado. Estaba mirando directamente al sol que podía quemarlo todo.